domingo, 29 de marzo de 2015

11 principios de la propaganda de Goebbels:

 




Vivimos tiempos de falsas banderas y manipulación de masas. El "maestro" en la materia, el ministro de propaganda nazi Joseph Goebbels, los dejó bien explicados, y ahora están siendo aplicados a la perfección. El fascismo fue derrotado militarmente pero su ideología domina el pensamiento y las acciones de la clase dominante en todos los países

11 principios de la propaganda de Goebbels:

1. Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.

2. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.

3. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. "Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan".

4. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.

5. Principio de la vulgarización. "Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar".

6. Principio de orquestación. "La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas". De aquí viene también la famosa frase: "Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad".

7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.

8. Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.

9. Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.

10. Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.

11. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer mucha gente que piensa "como todo el mundo", creando una falsa impresión de unanimidad.


Fuente: Internacionalistas36

El problema de la tierra y las Comunidades Campesinas



  Conforme a los datos estadísticos del censo nacional último sobre el número de Comunidades Campesinas que existen en el Perú, arroja la cantidad de cinco mil seiscientos ochenta Comunidades Campesinas (5,680) en todo el territorio nacional. Es una cantidad muy grande como para no ser tenido en cuenta en  el devenir del futuro económico, político social del Perú moderno. Este solo dato es más que suficiente, y obliga a todo peruano consciente, para realizar dentro de ella, toda una política renovadora de organización de esas fuerzas como meta de un futuro próximo de un Perú Nuevo en el mundo nuevo. Solo entonces, la cantidad se traducirá en calidad.
  
  Para el veedor superficial de esta realidad, será hasta sorprendente y se preguntaran como es qué hasta ahora existen la cantidad de comunidades campesinas (antes Comunidades Indígenas, hasta el golpe militar al Estado-Velasco Alvarado-1968) como sobrevivientes de aquella institución ancestral del Perú antiguo: el Ayllu. A pesar del virreinato y la colonia del dominio español, que en tres  siglos de dominación despótica redujo a la población indígena peruana, mediante el trabajo esclavizado en los obrajes y mitas, a la tercera parte, de 12 millones que eran cuando llegaron los españoles, el Ayllu, de organismo vivo, dinámico, progresivo cuando el Tawantinsuyo, paso a ser con el dominio colonial español, y continuado con la República democrática de la independencia, a ser tan solo un convidado de piedra en el escenario económico,político- social,  lo que es hoy las comunidades campesinas. Esta es la cruda realidad de sobrevivencia de las comunidades campesinas en el Perú de hoy, malgrado en algunos lugares donde a su pobreza y extrema pobreza se  le viste a su miseria material como espiritual con el velo exótico de una modernidad que no la tiene.
 
  En cuanto a la tenencia de tierras, solo el 39.8% de uso de tierras corresponde a las 5,680 Comunidades Campesinas. Ahora, saque usted su cuenta amigo comunero y respóndase. Del total de los 39.8 % de tierras, ¿Cuánto le corresponde a su comunidad en particular? La cantidad será irrisoria, y que es la base de la existencia del pequeño parcelero comunero; entonces, estamos ya casi en la puerta de entrada para explicarnos del por qué de la migración del campo a la ciudad, y de los demás aspectos que la vienen acompañando a lo largo de estos casi doscientos años de vida republicana. 

Héctor Félix D.
27.03.2015



viernes, 27 de marzo de 2015

La Revista Agraria #171


Para descargar la Revista Agraria #171, pulsa AQUÍ

Fuente: Revista Agraria

miércoles, 18 de marzo de 2015

Movimiento Socialista José Carlos Mariátegui la Chira


no queremos, ciertamente, que el socialismo sea en América calco y copia. Debe ser creación heroica…”
José Carlos Mariátegui.

REPUDIA LA AGRESION Y EL INTERVENCIONISMO DE
ESTADOS UNIDOS A LA REPÚBLICA BOLIVARINA DE VENEZUELA

El Movimiento Socialista José Carlos Mariátegui la Chira repudia la actitud del presidente estadounidense, Barack Obama que emitió un decreto donde declara a Venezuela como una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos” y acusa a Venezuela como un país violador de los derechos humanos. Estas declaraciones y campaña mediática a nivel mundial, tiene un solo propósito, agredir e intervenir militarmente a la patria venezolana, a la patria de Chávez, para apropiarse del petróleo y otras riquezas que Venezuela posee en ingentes cantidades en su suelo.

Ante el fracaso del golpe de estado de la derecha fascista-terrorista, que el imperio le financia: la guerra económica y la guerra mediática, la guerra psicológica de cuarta generación y sus actos terroristas guarimberos; Obama lanza este decreto que mancilla la soberanía y la libre determinación de los pueblos.

El imperio de la industria militar norteamericana, necesita de la guerra para aliviar su crisis, la guerra es un negocio para ellos. Por eso inventan pretextos para justificar su agresión, así ocurrió en Irak, Libia, Panamá, Haití etc. bombardearon ciudades y pueblos donde mataron a cientos de miles de hombres, mujeres y niños. Así luchan los “gringos por los derechos humanos”. Estos crímenes de lesa humanidad han quedado impunes, nadie los condena; pero la historia no olvida.

El Movimiento Socialista José Carlos Mariátegui La Chira, expresa su rotundo rechazo a la amenaza estadounidense, carente de todo sustento jurídico, viola el derecho internacional, la soberanía e igualdad de las naciones de acuerdo a la Carta de las Naciones Unidas.

El pueblo venezolano condena esta agresión y está más unida que nunca, para luchar contra cualquier amenaza que socave su dignidad y honor. Los movimientos populares, partidos revolucionarios, los campesinos y la clase obrera de América y el Caribe, se suman a la condena de la agresión “yanqui”.

El Movimiento Socialista José Carlos Mariátegui, fiel al legado de nuestro Amauta, levanta su voz y se pone de pie junto a nuestras hermanas y hermanos peruanos frente a la actitud traidora del Presidente del Perú, Ollanta Humala, quien autorizo el ingreso de 3.200 (Tres mil doscientos) militares mercenarios y contratados de EE.UU., a nuestra tierra que es la pachamama de Túpac Amaru, Micaela Bastidas, Grau, Bolognesi, Cáceres, Mariátegui, Vallejo, y Arguedas. Este hecho tiene el objetivo de reprimir al pueblo peruano que lucha por un Perú para todas y todos los peruanos y también es el punto de apoyo a la intervención militar de EE.UU a la Patria de Bolívar y Chávez. Frente a este hecho hacemos un llamado a la UNIDAD de las fuerzas políticas, sociales, juveniles y de mujeres del pueblo peruano para la expulsión de los militares yanquis de nuestro sagrado suelo patrio.

¡¡Viva la Unidad de los pueblos de la Patria Grande!!
¡¡Viva el Comandante Eterno Hugo Chávez!!
¡¡Viva el Presidente obrero Nicolás Maduro!!
¡¡Viva el Amauta José Carlos Mariátegui!!
Caracas, 11 de marzo de 2015
MSJCMLCH
Facebook: Movimiento Socialista José Carlos Mariátegui

lunes, 16 de marzo de 2015

DÍA DEL FRENTE UNIDO

 


                                                    



                                 18 Marzo de 1923 a 18 de Marzo 2015
  Todos los activistas que se reclaman del Socialismo Peruano hacen un alto en sus actividades en esta fecha, 18 de marzo, para sopesar lo avanzado en el rumbo solidario de la lucha por orden nuevo.
  Si quien vive en el pasado no tiene presente y quien vive de espaldas al pasado no tiene identidad, esto no ocurre, ni puede ocurrir, precisamente, cuando se trata de la historia viva del Socialismo Peruano y el devenir generacional de sus continuadores. Por eso, es saludable en un día como hoy hacer memoria la vivida emoción de cuando el Amauta JCM seguramente desembarcaba en el puerto del Callao, al lado de su imprescindible colaboradora de toda la vida, Ana Chiappe, su esposa; y en mente, la fe fecunda, dinámica, en la animación y afirmación de la lucha por un Perú Integral.
  Un 18 de marzo de 1923 ocurría este hecho trascendental para la historia nueva del Perú Nuevo en el mundo nuevo. Inmediatamente después de su arribo al Perú procedente del viejo continente europeo, el Amauta, tajantemente señala “soy partidario antes que nada del Frente Único Proletario”, y más adelante, con esa misma convicción señalaba “no cejare en el esfuerzo de dar vida a un Partido de Clase”. Y es que en la convulsionada lucha de clases en la Europa de aquel entonces, con sus reveses y sus victorias, fue para él el mejor aprendizaje para transformar la realidad: la Creación Heroica del Socialismo Peruano, que generación en generación avanza, continuándose y desarrollándose como el Camino de Mariátegui para el Resurgimiento del Perú.
  Sabemos por el testimonio documentario de las conferencias ordenadas en el libro “Historia de la Crisis Mundial” (C.O.C.-JCM-T.8), el trabajo de agitación y propaganda realizado por el Amauta en la Universidad Popular animada por la Federación de Estudiantes de ese entonces. Sus reflexiones en cada uno de esos episodios de la heroica lucha del proletariado europeo contra el poder de la burguesía, deja como legado para los futuros activistas del Socialismo Peruano, su admirable ejemplo y sugerencia de una energía organizada y disciplinada de lucha de marxista convicto y confeso, como él mismo se llamara. ¿Acaso le es indiferente este legado al activista de hoy del Socialismo Peruano?
  Desde su arribo al Perú hasta su temprana desaparición física, no hizo otra cosa que meter toda su sangre en aquella constante que es la razón de existir del proletariado peruano: La Organización del proletariado.
  LA TAREA DE HOY
  Hoy sabemos que hay dos frentes. El Frente de la Oposición Protestataria y el Frente de la Oposición Contestataria. En el primero, la Oposición Protestataria, hacen fuerza común los partidos conservadores-reaccionarios por todos conocidos y en donde se mezclan las fuerzas de la izquierda democrática y el nacionalismo étnico. Su único objetivo: reformar el Estado, sus instituciones, sus injusticias y sus crímenes, y una Nueva Constitución. Y para esto, en la lucha electoral, el Sufragio como medio de engaño al pueblo, está preparado a sus órdenes. En el segundo, la Oposición Contestataria, están los diversos grupos, tendencias, matices, que se reclaman del Socialismo Peruano. No son aún una fuerza contundente, a pesar de que las condiciones actuales de la lucha trabajan a su favor. Su dispersión es el defecto que tienen que corregir, y de modo urgente buscar la unidad sobre la base de un Acuerdo en lo Fundamental. Su objetivo es el Cambio Social combatiendo “el orden social existente, sus instituciones, sus injusticias y sus crímenes”. La teoría del termómetro del sufragio en la lucha electoral, como fuerza autónoma, convierte al sufragio de medio de engaño en instrumento de emancipación del pueblo trabajador peruano. En esta lid, propone un Programa Mínimo Reivindicativo: TRABAJO-EDUCACIÓN-SALUD, base de su Programa Prospectivo o Programa Máximo. Las cuentas están claras. Claro está también que la tarea actual, ineludible, del activista que se reclama del Socialismo Peruano es: LA PREPARACIÓN DE LA ORGANIZACIÓN PARA EL CAMBIO SOCIAL.
                                Colectivo Perú Integral
                                     18.03.15

martes, 10 de marzo de 2015

UN TÓPICO SUPERADO



  Los días 22-26-27-29 de Enero de 2015 fue difundido en 4 entregas, vía virtual, el artículo “Acerca del Aniversario 86º de la Reunión de Barranco”, por su autor, Ing. Miguel Aragón; y como él mismo lo señala, es una respuesta al artículo con el mismo título escrito por Manuel Velásquez recordando el aniversario 86º de Constitución del Partido Socialista del Perú. Si su respuesta solo se refiriera al “aniversario 86º…”, sin mencionar los aniversarios del 1º al 85º, se podría pensar frívola y cómicamente que la cosa queda allí. No. La desesperación devora y habla que “el 07 de octubre de 1928 no se constituyó el Partido Socialista del Perú sino lo que se constituyó fue el Comité Organizador del Partido Socialista del Perú”. No se trata de un asunto individual sino de un asunto de interés social. Es lo primero que se tiene que entender. Por eso, los activistas que sentimos como un deber el trabajo colectivo de Preparación de la Organización del Socialismo Peruano, nos pronunciarnos al respecto.

  Vayamos al punto. Partiendo de la última pepita encontrada en la veta rebuscada del Ing. Aragón, surge la interrogante, ¿pero a dónde se dirige y cuál es su objetivo de tan original hallazgo? El, ya nos ha respondido en sus varios artículos anteriores cuando de  modo embozado o disfrazado con los términos de “capilla, caudillismo, secta, cuatro paredes” se aferraba y sigue en lo mismo, a la desfasada “critica de ideas” para oponerse a toda tarea de Preparación de la Organización del Socialismo Peruano. Por eso no es casual su llamado hoy a “fortalecer el frente unido” ¿Cuál frente unido? ¿Acaso se refiere a los frentes actuales donde se aprecia claramente la dirección ideológica-partidaria de los militantes que la orientan? ¿O es que cree en la existencia de un frente sin rostro,  al que hay que ir a ponerle, así de fácil, con el llamado a fortalecerlo? ¿Puede existir Frente Unido sin bases definidas, y viceversa? ¿Puede existir Partido sin Frente o Frente sin Partido? Según sus divagaciones hasta hoy conocidas inducen que sí puede ser posible; por eso, adelanta él mismo que ya se tiene material para conmemorar “el centenario del movimiento socialista peruano” en el 2018, y no del Centenario del Socialismo Peruano, lo que hoy no se puede comprender sino como Preparación de la Organización.

  Algo más. Nadie de los que estuvieron presentes ignoran, menos el Ing. Aragón, cuando la Conmemoración del 80º Aniversario de la Creación Heroica del Socialismo Peruano - 7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana de JCM, el 07 de octubre de 2008, en la Casa Museo del Amauta JCM. Allí, después de una larga y perseverante labor de preparación, la Comisión de Publicación del documento Nuestra Posición,  realizó la presentación del mismo con difusión en copias a los activistas presentes (posteriormente se editó como folleto). El Ing. Aragón fue uno de los más activos participantes. Precisamente, en ese magno evento de profunda trascendencia histórica para el Socialismo Peruano, se pasaba resueltamente la raya de la crítica de ideas a la Preparación de la Organización. A siete años de esta trascendental resolución, la realidad político-social concreta de la lucha de hoy, nos confirma que la Preparación de la Organización del Socialismo Peruano, es la luz al final del túnel hacia el Cambio Social. Esta es la realidad y tarea actual del Socialismo Peruano. Entonces ¿qué es lo que hay detrás de la intención de poner en primer plano un debate desfasado?

  Por lo que al Socialismo Peruano se refiere, nuestra posición está neta y plenamente esclarecida: la PREPARACIÓN DE LA ORGANIZACIÓN. Lo que sí está por esclarecer es la posición del Ing. Aragón, pues creemos que no puede ser posición definida lo que no es más que la exasperación individual de una intelectualidad inorgánica.

                         Colectivo Perú Integral
                         10.03.2015

lunes, 9 de marzo de 2015

Karl Marx, Thomas Piketty, y el capitalismo


Dr. Hugo SALINAS
salinas_hugo@yahoo.com


Tanto Karl Marx, ayer, como Thomas Piketty, ahora, dedican lo mejor de sus vidas y conocimientos para desentrañar ese monstruo llamado “capitalismo”. Los trabajos de investigación de Marx se condensan en su célebre libro “El Capital”, tomo I, que se dedica al estudio del “Modo de producción capitalista y las relaciones de producción y de intercambio que le corresponden”.[i] Piketty ha asombrado a tirios y troyanos con su ya célebre libro “Le Capital au XXIe siècle[ii]. Han transcurrido más de cien años entre el uno y el otro, y la investigación científica, en este campo, vuelve a renacer. Pero ¿han puesto al descubierto todas las entrañas del capitalismo para, a partir de ello, poder superarlo?

Karl Marx escribe: “El producto de la actividad económica, propiedad del capitalista, es un valor de uso, tal como el hilado, la tela, las botas, etc. Pero, […] si produce botas no es por amor a las botas. […] quiere que el valor de esta mercancía […] sobrepase la suma de valores de los medios de producción y de la fuerza de trabajo en los cuales ha gastado su querido dinero. El capitalista quiere producir no solamente una cosa útil, sino una cosa de valor, y no solamente de valor, sino que también genere una plusvalía.”[iii] La idea es clara, el objetivo del capitalista es crear plusvalía, más plusvalía y más plusvalía, por todos medios habidos y por haber.

El capitalismo no es un asunto de producir bienes sino de generar plusvalía, nos dice Karl Marx. Y cuanto más, mejor. Hoy en día, los capitalistas han encontrado un área de actividad económica que les genera más plusvalía que la misma producción de bienes económicos: la especulación, la generación de dinero en base al dinero.

Entonces, con el manejo de variables económicas como plusvalía, capital constante y capital variable, que Marx pone en juego en su obra “El Capital”, tomo I, ¿se podrá superar al capitalismo para construir una nueva economía y sociedad? Sus seguidores han puesto en práctica su pensamiento, en una y mil formas, y en todas han fracasado. ¿Por qué?

Thomas Piketty ha causado revuelo porque, en el área de las desigualdades socio-económicas, es el trabajo científico que ha cubierto una mayor amplitud tanto en el tiempo como en el espacio, lo que le ha permitido formular conclusiones sorprendentes. Nos dice que “los tres conceptos  más importantes para el análisis del sistema capitalista son la relación capital/ingreso nacional, la parte del capital en el ingreso nacional, y la tasa de rendimiento del capital”[iv].

El trabajo de Thomas Piketty se basa, esencialmente, en las estadísticas de dichas variables económicas de los últimos 300 años y en los veinte países más desarrollados del mundo. Concluye que r > g es “la fuerza de divergencia fundamental”[v] del capitalismo, en donde r designa a la tasa de rendimiento del capital y g representa la tasa de crecimiento de la actividad económica. “La desigualdad r > g significa que los patrimonios salidos del pasado se recapitalizan mucho más rápidamente que el ritmo de progresión de la producción y de los salarios.[vi]

“La tesis central de este libro, nos dice Piketty, es precisamente que una separación, en apariencia limitada, entre la tasa de rendimiento del capital y la tasa de crecimiento puede producir, a largo plazo, efectos extremadamente potentes de desestabilización de la estructura y de la dinámica de las desigualdades en una economía dada”[vii]. ¿Cuál es su propuesta de solución?

Thomas Piketty comienza por remarcar lo siguiente: “la experiencia histórica indica que la desigualdades de riqueza tan desmesuradas [en remuneraciones y en capital] no tienen mucho que ver con el espíritu de empresa y no son de ninguna utilidad para el crecimiento de la actividad económica”[viii]. Aún más, insiste en que “el capitalismo produce mecánicamente desigualdades insostenibles y arbitrarias.[ix]

Sin embargo, como solución al problema solamente nos propone implementar un impuesto progresivo tanto a las remuneraciones como al capital. Además agrega: “La dificultad es que esta solución, el impuesto progresivo sobre el capital, exige un alto grado de cooperación internacional y de integración política regional”[x]. En otras palabras, según Piketty, al parecer, no hay forma de superar a esta calamidad llamada capitalismo. ¿Acaso hemos llegado al fin de la Historia como algunos ya lo dijeron?[xi]

La amplitud de información estadística que ha recopilado y trabajado Thomas Piketty es, al mismo tiempo, su limitación. Es prisionero del espacio-tiempo definido en su trabajo de investigación, y de las variables que ha puesto en juego para interpretar las desigualdades socio-económicas dentro del marco de la economía capitalista. No busca el origen del fenómeno “capitalismo”. De ahí que, su propuesta, es un capitalismo con solamente menores desigualdades socio-económicas y más de Estado social, porque “aquellos que tienen muchas riquezas no olvidan jamás de defender sus intereses[xii]”.

Así como Marx, a principios del siglo XIX, en su intento de explicar el capitalismo, desemboca fundamentalmente en su Teoría de la explotación capitalista, Piketty, en el siglo XXI, no osa ir más allá del análisis estadístico de las grandes desigualdades socio-económicas entre los siglos XVIII y XXI, período de la hegemonía del sistema capitalista. Grandes trabajos de investigación que dejan, al mismo tiempo, un gran vacío: la identificación del origen del capitalismo, a fin de visualizar su solución. En los trabajos de Piketty no existe esta intención. En cambio, en los de Marx, se expresa con claridad su vehemencia por construir una nueva economía y sociedad.  

Piketty nos dice que “la cuestión de saber si es justificado y útil para una sociedad que los poseedores del capital reciban su productividad marginal como una remuneración de su título de propiedad (y de sus ahorros pasados o de aquellos de sus ancestros), sin que ningún nuevo trabajo sea aportado, es evidentemente una cuestión central”[xiii]. Esta frase muestra que el tema de la propiedad del capital y de la apropiación de la remuneración de ese capital está bien presente en su espíritu. Pero, probablemente, los límites de la información estadística no le permiten ir más lejos en su razonamiento.

Su reflexión se aproxima aún más a la raíz del capitalismo cuando nos dice que “todo no es negativo […] en este proceso de reconstitución de patrimonios, lo cual es en parte natural y deseable”[xiv]. En efecto, los movimientos de subida o bajada de las variables de la actividad económica o, con más precisión, las subas o bajas de las variables del proceso de trabajo que animan al sistema capitalista (capital, remuneraciones, costos, dinero…), son naturales y deseables. Y esto porque los horrores del capitalismo no se fundan en las variables del proceso de trabajo de la actividad socio-económica. El capitalismo no es producto del proceso de trabajo ni de su evolución, como lo veremos luego.

Si Thomas Piketty hubiera tomado distancia del análisis estrictamente estadístico habría llegado a vislumbrar que el origen del capitalismo radica en otra variable, que no es parte del proceso de trabajo.  Es un elemento que no se deja ver pero que tiene resultados tangibles. Por esa misma razón, es un elemento de la actividad socio-económica que no tiene otra alternativa que manifestarse a través de las variables del proceso de trabajo y, por consiguiente, se confunde con ellos. La pregunta que hubiera puesto fin a esta confusión y le hubiera abierto camino a otro descubrimiento es la siguiente: ¿Qué es lo que faculta a los propietarios de capitales individuales ser igualmente los propietarios de la remuneración de esos capitales? Pareciera ser una pregunta sumamente evidente, pero un poco de reflexión le hubiera conducido a la noción de Repartición.

La noción de Repartición del resultado de la actividad económica, en una economía capitalista, refleja el hecho de que, el propietario del capital es, al mismo tiempo, el propietario del 100% del resultado de la actividad económica sustentado en ese capital. Y como en el sistema capitalista existen “n” propietarios individuales, cada uno de ellos es el propietario del 100% del resultado que genera su capital. Es el fundamento de la Repartición Individualista, propio del sistema capitalista.

Algo más, este descubrimiento le hubiera permitido formularse la pregunta siguiente: ¿Y si la totalidad del capital fuera propiedad de una sola “persona”? Es decir, ¿si la totalidad del capital fuera propiedad del país? Thomas Piketty habría llegado a identificar el otro tipo de repartición que anima una actividad socio-económica: la Repartición Igualitaria. Así habría identificado, por un lado, a los dos tipos de repartición que constituyen el segundo elemento de toda actividad socio-económica: la decisión socio-económica. Por otro lado, hubiera podido identificar que la Repartición Individualista se sustenta en la propiedad individual del capital y, la Repartición Igualitaria en la propiedad colectiva del capital.

Pero Thomas Piketty vuelve al análisis estadístico de sus variables, con esta pregunta: “¿Cuál es el ‘buen’ nivel de repartición capital-trabajo?”[xv]. Al parecer, sin siquiera percatarse, acepta a la Repartición Individualista como la única posible, y busca solamente el “buen” nivel de repartición capital-trabajo dentro del marco de una economía con Repartición Individualista. Y con ello acepta, aunque no lo explicita, que es el capitalista quien maneja el acto económico. Y por tanto, en última instancia, corresponde a él, y solo a él, definir cuál será el monto de las remuneraciones de su capital, de su administración y de sus asalariados.

En cambio Karl Marx se nutre, entre otros, de la información antropológica sobre el homo sapiens desde los orígenes de la humanidad, y hace volar su intuición. “Qué sublime parece la vieja idea que hace del hombre […] el objetivo de la producción, frente al mundo moderno en donde la producción es el objetivo del hombre, y la riqueza el objetivo de la producción,[xvi]” nos dice Marx. Y continúa con esta célebre frase: “La hora de la propiedad capitalista ha sonado. Los expropiadores son, a su turno, expropiados.”[xvii]

¿Cuáles son los datos de la Historia que a Karl Marx le permiten intuir una nueva economía y sociedad? Esencialmente, es el hecho confirmado de que existió otro tipo de propiedad y de que, por consiguiente, existió otro tipo de repartición del resultado de la actividad económica.

Con ello, Marx tenía la puerta abierta para explicitar la solución al modelo capitalista. Pero, al igual que Piketty, se encuentra entrampado con su Teoría de la explotación capitalista, en donde la plusvalía es la variable central. Una variable que explica muy bien la explotación del asalariado y el enriquecimiento del capitalista, pero que no es útil ni en la explicitación del modelo de desarrollo capitalista ni en la construcción de un modelo de desarrollo alternativo. Es probable que esta sea la explicación de por qué, estando vivo, no publicó los tomos II y III de “El Capital”. Sus dudas no estuvieron resueltas y, por tanto, sus manuscritos no debieron ser publicados bajo el membrete ya célebre en ese momento de “El Capital”.

Karl Marx comienza por precisar que el capitalismo no es un asunto de producir bienes sino de generar plusvalía. Es decir, el capitalismo no es un asunto de las variables del proceso de trabajo que sustenta la economía capitalista, sino que es la resultante de otro elemento de la actividad socio-económica, y que está ligado a la generación de la plusvalía. Su intuición de que la actividad socio-económica cuenta con dos elementos de naturaleza diferentes se manifiesta cuando, ya años antes de escribir “El Capital”, tomo I, anota: “la distribución no parece estructurada y determinada por la producción, sino inversamente, la producción parece ser estructurada por la distribución.[xviii]

Pero no estando lo suficientemente clara su intuición sobre el hecho de que toda actividad socio-económica tiene dos elementos, escribe: “considerar la producción sin tomar en consideración que esta distribución está incluida en ella, es manifiestamente una abstracción vacía.[xix]” Y en verdad, esa es la realidad. Se trata de dos elementos que no pueden manifestarse aisladamente uno del otro. Y sin embargo, son diferentes. Su separación requiere de un proceso de abstracción científica. Uno de los elementos, el proceso de trabajo, tiene una naturaleza visible, material, mientras que el otro elemento es invisible al ojo humano, porque es resultado de una decisión. De ahí que, esta “decisión” que puede concretarse tanto en una Repartición Individualista o en una Repartición Igualitaria, se manifiesta forzosamente a través de los elementos físicos del proceso de trabajo (capital, remuneraciones, dinero, ahorro, intercambio…).

El hecho de no identificar que la actividad socio-económica tiene dos elementos, los cuales siempre se manifiestan juntas a pesar de ser de naturaleza diferentes y de contener dinámicas diferentes, uno encargado de producir bienes y el otro de repartir el resultado de la actividad económica, conduce a Marx a escribir lo siguiente: “El socialismo vulgar […] ha heredado de los economistas burgueses el hábito de considerar y de tratar la repartición como una cosa independiente del modo de producción y de representar por esta razón el socialismo como girando esencialmente alrededor de la repartición.”[xx] No logra visualizar que tanto el capitalismo como el socialismo es un asunto del tipo de repartición incrustado como el segundo elemento de la actividad socio-económica. La Repartición Individualista nos conduce al capitalismo y la Repartición Igualitaria nos conduce al socialismo.

Una confusión que no fue resuelta por Karl Marx. Leamos lo que escribe: “El capital supone entonces el trabajo asalariado, el trabajo asalariado el capital.[xxi]” Para Marx, en esta frase escrita en 1849, mucho antes de escribir “El Capital”, tomo I, existe un solo tipo de capital, aquel que es de propiedad individual y que genera una Repartición Individualista. No hay lugar para otro tipo de capital como aquel de propiedad colectiva y que genera otro tipo de repartición, la Repartición Igualitaria. Una confusión que tendrá serias consecuencias en su trabajo de investigación.

Karl Marx, en este punto crucial, se debate en la incertidumbre, lo demuestra estas líneas publicadas después de su muerte. “Cuando las condiciones materiales de la producción sean la propiedad colectiva de los mismos trabajadores, una repartición de objetos de consumo diferente de aquellas de ahora se seguirá.[xxii]” Es una alusión directa a que la actividad socio-económica puede tener otro tipo diferente de repartición del resultado de la actividad económica, y que el capital no necesariamente supone trabajador asalariado, en el sentido marxista.

Thomas Piketty maneja abundante información estadística desde el año 1700, en donde se muestra que en sus inicios el capital estuvo compuesto en una gran proporción de tierras de cultivo y de esclavos. Es la época del colonialismo. Pero que a lo largo de tres siglos se convierte esencialmente en un capital financiero e inmobiliario. En este proceso se aprecia claramente la evolución de un proceso de trabajo hacia un otro. La actividad agrícola primaria deja paso a la actividad industrial. Cada uno de estos procesos de trabajo tiene sus propias variables económicas. Piketty juega con las variables de la actividad industrial que genera una economía de mercado. Pero no son los procesos de trabajo ni sus variables económicas los que configuran el feudalismo-esclavismo-gamonalismo-capitalismo.

Lo que configura las entrañas mórbidas del feudalismo-esclavismo-gamonalismo-capitalismo es la naturaleza del segundo elemento de la actividad socio-económica: la Repartición Individualista, aquella que impera a lo largo de todo el período analizado por Piketty. De ahí que, la acumulación y concentración de capitales, a pesar de los grandes estragos de las dos guerras mundiales, de la gran depresión, de las medidas políticas del Estado Providencia; a pesar de la evolución de los procesos de trabajo,  el volumen del capital vuelve a su nivel insólito del año 1700, para ubicarse entre 6 y 7 veces más grande que el monto del Producto Bruto Interno (PBI)  en cada país analizado. Y se vuelve a repetir la historia de que, por un lado, “los países ricos lo son doblemente, tanto en la producción interior y en el capital invertido al exterior, lo que les permite disponer de un ingreso nacional superior a su producción.[xxiii]” Y por otro lado se vuelve a repetir el hecho de que, menos del 1% de la población, ya sea en el feudalismo-esclavismo-gamonalismo-capitalismo, maneja la economía y vive de sus rentas.

Es la Repartición Individualista del resultado de la actividad económica que se encuentra en el origen del feudalismo-esclavismo-gamonalismo-capitalismo, y que muy bien lo describe la información estadística trabajada por Thomas Piketty. Una información estadística que corrobora la intuición de Marx y Engels escrita en el año 1848. “La sociedad burguesa moderna, elevada sobre las ruinas de la sociedad feudal, no ha abolido los antagonismos de clases. Ella no ha hecho que remplazar nuevas clases, nuevas condiciones de opresión, nuevas formas de lucha, a aquellas de tiempos atrás.[xxiv]

Porque el tipo de repartición del resultado de la actividad económica, a lo largo del feudalismo-esclavismo-gamonalismo-capitalismo, es el mismo: la Repartición Individualista del resultado de la actividad económica. Algo más, y por cierto sorprendente, Marx y Engels  ya nos señalan el punto de partida de la Repartición Individualista. “[…] después de la disolución de la propiedad colectiva de la tierra de los tiempos primitivos, toda la historia ha sido una historia de luchas de clases […].[xxv]” Es decir, la Repartición Individualista se instala como segundo elemento de la actividad económica hace aproximadamente diez mil años. Es el tiempo de vigencia hegemónica de la Repartición Individualista del resultado de la actividad económica.

Con la nueva visión de la actividad socio-económica que ahora disponemos, es bastante simple formular un modelo de desarrollo alternativo. Conociendo que la actividad socio-económica está compuesta de dos elementos, el proceso de trabajo y la decisión socio-económica (repartición individualista o repartición igualitaria), ya podemos poner en blanco y negro el sueño de las mayorías marginadas y sumidas en la pobreza y el desempleo. Sueño resumido en la frase célebre de Marx y Engels, y que para muchos sigue siendo una utopía. “¡De cada uno según sus capacidades, a cada uno según sus necesidades![xxvi]

El nuevo proceso de trabajo que la Humanidad está instalando en la actividad socio-económica es el proceso de trabajo de concepción[xxvii] que genera la economía inmaterial y que supera a la economía industrial. Y la decisión socio-económica deberá ser necesariamente la Repartición Igualitaria, la misma que se orienta a resolver los dos grandes males de la Humanidad: el desempleo y la pobreza. Indudablemente que, a este nivel, es una solución al estado puro. Se requiere un proceso de aplicación de estos conceptos logrados mediante la abstracción científica. Es necesario llegar a una situación concreta y práctica, pero sin perder los conceptos centrales del modelo al estado puro.

La solución de aplicación muy bien puede concretarse en un modelo de desarrollo basado en una economía de mercado con dos sectores[xxviii]. El sector 1 se desenvolverá en base a la Repartición Individualista y, el sector 2, a crear desde cero, en base a la Repartición Igualitaria. Esto quiere decir que el sector 1 se sustentará en la propiedad individual del capital y, el sector 2 en la propiedad colectiva. Por consiguiente, es el sector 2 quien está destinado a llevar a cabo la transformación (la revolución, si nuestros lectores prefieren). Y el instrumento práctico de ejecución, que vendría a ser la célula de la nueva economía, es la empresa-país[xxix].

Para una mejor comprensión de la propuesta es bueno precisar los alcances de la noción “propiedad colectiva”. Para comenzar, la propiedad colectiva, tal como lo usamos en este artículo, no es la que se aplica en las empresas de propiedad social, ni en las empresas públicas, ni en las cooperativas, ni en las empresas comunales de las comunidades campesinas. La noción de “propiedad colectiva” la utilizamos en el sentido de ser propiedad de todos los habitantes y de ninguno en particular. Nadie está excluido de la propiedad, pero tampoco nadie puede reclamar, a título individual, una fracción de la propiedad. Es la propiedad de todos, sin distinción de edad, sexo, lugar de permanencia, o color de la piel.

Entonces, la empresa-país contiene los dos elementos centrales del modelo de desarrollo alternativo: la propiedad colectiva y la repartición igualitaria del resultado neto (las ganancias) de las empresas-país, entre todos los habitantes del país. Esto es independiente de la remuneración del trabajador, la misma que seguirá siendo el resultado de las fuerzas interactuantes en el mercado de trabajo.

Este tipo de empresa, que pertenece a todos y a ninguno en particular, tiene la ventaja de poder lanzar al consumo la totalidad del valor agregado; es decir, tendrá la ventaja de contar con una tasa de crecimiento superior a cualquier otra empresa capitalista. Una ventaja apreciable si las economías del Sur, atrasadas en miles de años, quieren nivelarse rápidamente con el crecimiento alcanzado por las economías del Norte.

Otra ventaja mayor de las empresas-país es su capacidad de financiamiento tanto para su creación como para su desarrollo. Puesto que ellas pertenecerán a todos y a ninguno en particular, viabiliza su financiamiento a través de la emisión monetaria. Un tipo de financiamiento “ilimitado”, y que permitirá desarrollar rápidamente el nuevo sector a crear a fin de que se ubique en posición hegemónica, manejando los principales rubros económicos del país.

La propiedad colectiva de las empresas-país y su financiamiento “ilimitado”, vía la emisión monetaria, facilitan la creación de un círculo virtuoso al interior del sector 2 a Repartición Igualitaria. Son condiciones para la puesta en práctica de un sui generis Contrato de Trabajo[xxx] orientado a un incremento acelerado del salario mínimo de sus trabajadores hasta alcanzar el estándar internacional del salario mínimo. Y puesto que el objetivo de las empresas-país, en primera instancia, es la oferta de Bienes de Necesidad Básica (habitación, educación, salud, transporte), la tasa de crecimiento del sector 2 será muy superior a las tasas de crecimiento logradas por las empresas a Repartición Individualista.

La inserción de la nueva base económica debe venir acompañada de nuevas instituciones democráticas como el Juicio por Jurados,[xxxi] y la elección de los congresistas por sus pares[xxxii] y no por los partidos políticos. Además, la instalación de esta nueva base económica debe venir acompañada de un impuesto progresivo tanto a las remuneraciones como a los activos.

Y para terminar, creando y desarrollando las empresas-país, la Historia nos está brindando la oportunidad de comenzar el gran cambio, desde ahora, y consolidar, paso a paso, la columna vertebral de una nueva economía y sociedad.

Lima, sjl, 7 de marzo del 2015




[i] MARX Karl, [1867] Le Capital, Livre premier, Le développement de la production capitaliste, Editions sociales, 1977, p. 12

[ii] PIKETTY Thomas, [2013] Le capital au XXIe siècle, Editions Seuil

[iii] MARX Karl, [1867] Le Capital, Livre premier, Le développement de la production capitaliste, Editions sociales, 1977, p. 142

[iv] PIKETTY Thomas, [2013] Le capital au XXIe siècle, Editions Seuil, p. 92-93

[v] Ibidem, p. 53

[vi] Ibidem, p. 942

[vii] Ibidem, p. 131

[viii] Ibidem, p. 944

[ix] Ibidem, p. 16

[x] Ibidem, p. 944

[xi] FUKUYAMA Francis [1992] The End of History and the Last Man. Free Press

[xii] PIKETTY Thomas, [2013] Le capital au XXIe siècle, Editions Seuil, p. 950

[xiii] Ibidem, p. 340

[xiv] Ibidem, p. 76

[xv] Ibidem, p. 75

[xvi] MARX Karl, [1857-1858] Formes précapitalistes de la production, types de propriété (principes d'une critique de l'économie politique), in Œuvres, Economie II, Editions Gallimard, 1968, p. 327

[xvii] MARX Karl, [1867] Le Capital, Livre premier, Le développement de la production capitaliste, Editions sociales, 1977, p. 557

[xviii] MARX Karl, [1859]  Contribution à la critique de l'économie politique, Editions sociales, 1977, p. 162

[xix] Ibidem, p. 162

[xx] MARX Karl, [1891] Critique du programme de Gotha,  rédigé en 1875 et publié pour la première fois en 1891, Editions en langues étrangères, Pékin, 1978, p. 17

[xxi] MARX Karl, [1849] Travail salarié et capital. Salaire, prix et profit, Messidor/Editions sociales, Paris, 1985, p. 78-79

[xxii] MARX Karl, [1875] Critique du programme de Gotha, rédigé en 1875 et publié pour la première fois en 1891, Editions en langues étrangères, Pékin, 1978, p. 17

[xxiii] PIKETTY Thomas, [2013] Le capital au XXIe siècle, Editions Seuil, p. 117

[xxiv] MARX Karl et ENGELS F., [1848] Manifeste du parti communiste, Editions sociales, Pékin, 1977, p. 33

[xxv] Ibidem, p. 7

[xxvi] MARX Karl, [1875] Critique du programme de Gotha, Rédigé en 1875 et publié pour la première fois en 1891, Editions en langues étrangères, Pékin, 1978, p. 16

[xxvii] SALINAS Hugo [1993] Hacia dónde va la economía-mundo. Teoría sobre los procesos de trabajo, segunda edición en español, 2011, Lima, in http://bvirtual.bnp.gob.pe/bnp/faces/BVIC/Captura/upload/2011/economia.pdf

[xxviii] SALINAS Hugo [2009] Progreso y Bienestar, urbi et orbi. Una nueva visión de la economía y de la sociedad, tomo I, Lima, in http://bvirtual.bnp.gob.pe/bnp/faces/BVIC/Captura/upload/salinas_progresoybienestar.pdf

[xxix] SALINAS Hugo [2013] Las empresas-país y la gran transformación, Lima, in http://bvirtual.bnp.gob.pe/bnp/faces/BVIC/Captura/upload/2011/empresas-pais-gran-transformacion-final.pdf

[xxx] Ibídem, pp. 33-47

[xxxii] http://alainet.org/active/69496&lang=es y http://alainet.org/active/64544&lang=es