miércoles, 28 de febrero de 2018

EN VENEZUELA HAY DICTADURA…, Y EN EL PERÚ TAMBIÉN HAY DICTADURA

-0-

EN VENEZUELA HAY DICTADURA…,
 Y EN EL PERÚ TAMBIÉN HAY DICTADURA
(27 de febrero de 2018) (*)
Por Miguel Aragón

La extensa entrevista a Verónika Mendoza, en la edición  del diario "El Comercio" del día domingo 25 de febrero, no ha sido con el objetivo de “hacerle propaganda”, como creen algunos ingenuos,  e insinúan  unos pocos intrigantes, sino todo lo contrario.
Esa entrevista ha sido una maniobra,  una jugada bien pensada, del principal vocero periodístico de la clase dominante, para  aislar y atacar a la conocida y respetada dirigente del movimiento popular, para meter cizaña e incentivar la división en el frente unido del pueblo peruano.
El objetivo final, buscado por  el vocero de la clase dominante, es CONFUNDIR, DIVIDIR  y ATACAR al creciente movimiento  democrático de oposición, que se está desarrollando en todo el Perú.
Recomiendo que revisen la entrevista, junto con el editorial de "El Comercio" del día martes 27 de febrero, titulado “Matices que matan”. Editorial que viene a ser “una  respuesta en  diferido”, algo así como una agresión por la espalda,  a la entrevista del día domingo.  
En este editorial del día de hoy (martes 27 de febrero), el actual director de “El Comercio” tergiversa y contrapone groseramente los conceptos de “democracia” y “dictadura”. Oculta el carácter de clase que tiene todo estado, y por lo tanto, oculta el carácter de clase que tienen todas las dictaduras y todas las democracias, en todos los países del mundo.   
Por nuestra parte, considero que debemos de reconocer abiertamente, sin ninguna duda ni vacilación, que EN VENEZUELA  HAY DICTADURA….., y EN EL PERÚ TAMBIÉN HAY DICTADURA. Así de simple.  
(Quienes pretenden negar que en Venezuela haya dictadura de la clase dominante, en el fondo están negando que en el Perú haya dictadura de la clase dominante. Ese es el trasfondo de los malabares léxicos,  en que se enredan algunos teóricos “bolivarianos”).

FORMACIÓN Y EVOLUCIÓN DE LA DICTADURA EN PERÚ Y VENEZUELA.-
Para no dejarnos confundir, revisemos brevemente la historia de la formación de las dictaduras existentes en el Perú y en Venezuela.
Reconocemos que los  desarrollos históricos de Venezuela y del Perú, han sido similares. Es más, considero que las conclusiones centrales  de Mariátegui, al estudiar la evolución de la formación social peruana (ver libro 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana),  en lo fundamental también son válidas para los otros países de América del sur.  
Al iniciarse  la época republicana hace 200 años,  en ambos países se instauró LA DICTADURA DE LA CLASE TERRATENIENTE FEUDAL, la dictadura de los herederos  de los encomenderos españoles. Así comenzó la formación de las repúblicas criollas en el Perú, en Venezuela, y en los otros países del sub continente americano recién independizados del dominio colonial español.
Posteriormente, con el crecimiento capitalista en todo el sub continente, se formó una burguesía mercantil e intermediaria. En el transcurso de la segunda mitad del siglo XIX, en ambos países la inicial dictadura feudal se transformó en “la dictadura conjunta de  la clase terrateniente feudal con la gran burguesía mercantil e intermediaria”.
Por último, con el segundo  impulso del crecimiento capitalista durante el siglo XX,   en ambos países ocurrió una segunda transformación de la clase en el poder, y desde mediados del siglo pasado, se instauró LA DICTADURA DE LA GRAN BURGUESÍA. Esta es la realidad actual del Perú, de Venezuela, y de los otros países del sub continente americano.
¿Alguien puede dudar, que  en el Perú actual, al comenzar el siglo XXI,  el poder esté en manos de la GRAN BURGUESÍA? 
No podemos ni debemos cerrar los ojos ante esta realidad. Tenemos que reconocer que todo estado necesariamente tiene carácter de clase. No existen, y nunca han existido,  “estados que no tengan carácter de clase” (¿?). Esa es una ilusión libertaria, anticientífica, que no tiene ningún sustento serio.
En todo estado, necesariamente se desarrolla la democracia para la clase dominante; y a la vez, se desarrolla la dictadura sobre la clase dominada. Eso ocurre en el Perú y en Venezuela. Y eso mismo   también ocurre en USA y en Cuba, y en todos los países del mundo sin excepción. Actualmente no existe ningún país en el mundo, en el cual exista “un estado sin dictadura y sin democracia”.
Si somos objetivos, tenemos que reconocer que en el Perú actual, hay democracia. Esta es UNA DEMOCRACIA BURGUESA, y además es  una democracia precaria.  Esta democracia existente en el Perú es una  democracia para la minoría, una  democracia para la gran burguesía y sus serviles secuaces.
Por otro lado, en el Perú actual existe  UNA DICTADURA BURGUESA, la dictadura sobre los trabajadores asalariados, que también es una  dictadura  sobre los pequeños y medianos propietarios.
Esta realidad objetiva, es la que pretende ocultar   ”El Comercio”, para así  seguir confundiendo al pueblo.

PERSPECTIVAS DE LA LUCHA CONTRA LA DICTADURA DE LA CLASE DOMINANTE.-
Por último, debemos de tener muy claro, que a la dictadura de la clase dominante, NO SE LE COMBATE CON LA DEMOCRACIA, como ingenuamente suponen y pregonan algunos demócratas libertarios, entre ellos el conocido periodista César Hildebrandt.
Digámoslo claro, a la dictadura de la clase dominante SE LE COMBATE CON OTRA DICTADURA, con la dictadura de la clase trabajadora.
Para instaurar la dictadura nueva, la dictadura de la mayoría de los trabajadores  sobre la minoría de explotadores, tenemos que continuar luchando por superar la democracia vieja, la democracia de la minoría explotadora.
Tenemos que  impulsar  el desarrollo de la democracia nueva, de la democracia de las mayorías.
Contra la decrépita democracia representativa de la actual clase dominante, contra la democracia feudal burguesa actualmente en crisis profunda, debemos de  impulsar la democracia participativa de las mayorías.  Esa es nuestra tarea del presente.
Para impulsar la democracia nueva, la democracia participativa, debemos de unir a todas las fuerzas susceptibles de ser unidas, para continuar luchando en forma conjunta contra el enemigo común, contra la clase dominante que actualmente detenta el poder. Nuestra tarea central del momento continúa siendo el fortalecimiento del frente unido del pueblo peruano.
Las luchas de los maestros en el año 2017, así como las luchas de los productores agrarios,  de los jóvenes estudiantes, y de otros sectores del pueblo,  en el año 2018 que recién está comenzando,  son algunas luchas concretas que han contribuido y continuarán contribuyendo al fortalecimiento del frente unido, y al desarrollo de la democracia participativa.    
(*) Un avance de este comentario, lo divulgué previamente por Facebook.

Libros para descargar de terapias alternativas:Reiki, Chi-kung, Biogmanetismo, Musicoterapia, Shiatsu y otros.


  • Libros de Reiki:

    • Libros de Medicina energética:
    • Libros de Masaje:
    • Libros de Reflexología:
    • Libros de Terapia Craneosacral:
    • Libros de Acupuntura:
    • Libros de Medicina tradicional China:
    • Libros de Biomagnetismo médico:
    • Libros de Feng Shui:
    • Libros de EFT Liberación Emocional:
    • Libros de Gestalt:
    • Libros de Ho’oponopono:
    • Libros de Musicoterapia:
    • Libros de Shiatsu:
    • Libros de Coaching y PNL:
    • Libros de Pilates:
    • Libros de Yoga:
    • Libros de Chi Kung:
    • Libros de Ayurveda:
    • Libros de Flores de Bach:
    • Libros de Aromaterapia:
    • Libros de Auriculoterapia:
    • Libros de Homeopatía:
    • Libros de Biodescodificación:
    • Libros de Iridología:
    • Libros de Sueños:
    • Libros de Sanación:
    Fuente: Datelobueno

    Fuente 28.02.18

    lunes, 26 de febrero de 2018

    DIECISIETE CONTRADICCIONES Y EL FIN DEL CAPITALISMO


    Este libro pretende comprender las contradicciones del capital como conjunto de vectores dinámicos que ordenan las fuerzas primordiales del comportamiento estructural de las sociedades capitalistas en los múltiples aspectos de su organización social, económica y política. Esas contradicciones, que David Harvey clasifica en fundamentales, cambiantes y peligrosas, son las que configuran el presente de nuestras sociedades y las que marcan el horizonte de su transformación, en tanto que las dinámicas del capital son las que rigen los macrocomportamientos de las distintas subestructuras que configuran su reproducción. En su opinión, los movimientos sociales y las fuerzas políticas que luchan por construir un mundo no organizado por la barbarie y la catástrofe solo pueden alcanzar unas condiciones mínimas de eficacia si parten de un diagnóstico certero de cuáles son las fuerzas que conforman el estado actual de las cosas. El análisis opta por la minuciosa reconstrucción de las diecisiete contradicciones que el autor considera esenciales para explicar la reproducción social de las sociedades actuales, para dilucidar sus potenciales tendencias a la crisis y para explorar las vías de acción de los movimientos revolucionarios que dejarán su sello en las próximas décadas y transformarán de raíz el orden social actual. En este sentido únicamente pueden existir movimientos antisistémicos transformadores si estos cuentan y construyen una teoría apropiada de las características sistémicas de la estructura capitalista, que él elabora utilizando toda la panoplia de los constructos marxianos y marxistas que ha trabajado incansablemente durante los últimos cuarenta años con unos resultados deslumbrantes a la hora de renovar la caja de herramientas marxista.
    Excelente mapa, necesaria hoja de ruta para organizar la lucha de clases en el siglo XXI y la revuelta global, regional y local contra la lógica del capital y las formas de explotación y dominación, que ofrecen al 99 por 100 de la población del planeta un presente de crisis y de desastre social y un futuro de desolación y caos sistémico. Y tal vez para diseñar la superación definitiva del capitalismo.

    Fuente

    domingo, 25 de febrero de 2018

    El joven periodista J.C. Mariátegui denunciado por profanar el Cementerio. Lima, 5 de noviembre de 1917

    Antonio Rengifo Balarezo


    El joven periodista le revela a Ruth, su confidente epistolar, una faceta de su vida, signada por sortear acechanzas al transitar por caminos insospechados:
    Se han aprovechado los menores pretextos para soliviantar contra mí a la ciudad.  He salido de una acechanza para caer en otra. Escándalo tras escándalo. Escándalo de NorkaRouskaya, escándalo de los militares, etc., etc. (p.69).[i]

    El lunes 5 de noviembre de1917a la una de la madrugada en el Cementerio General de Lima la danzarina Norka Rouskaya interpretó el sentimiento que Chopin le insufló a su Marcha fúnebre (1839). Esta escenificación, que tan solo habría durado 08 minutos, provocó indignación en la opinión pública limeña.
    Norka Rouskaya a los 18 años de edad

    Imagen 1. Norka Rouskaya a los 18 años de edad. Fotografía enviada a J.C. Mariátegui, s/f.
    A las pocas horas del suceso aludido, el influyente diario El Comercio en la edición de la mañana lanzó la primicia con el fin de incinerar la figura del joven periodista:
    Anoche se ha realizado una escena que ha de producir la más profunda indignación en toda persona de sentimientos delicados.  (…)  Un grupo de jóvenes se trasladaron a la una de la mañana en varios automóviles al cementerio general, llevando en su compañía a la bailarina Norka Rouskaya; (…) lograron penetrar al sagrado lugar y olvidando todo el respeto que él merece, tuvieron la inconcebible temeridad de hacer bailar con acompañamiento de música a la bailarina nombrada.

    A las pocas horas del suceso aludido, el influyente diario El Comercio en la edición de la mañana lanzó la primicia con el fin de incinerar la figura del joven periodista:
    Anoche se ha realizado una escena que ha de producir la más profunda indignación en toda persona de sentimientos delicados.  (…)  Un grupo de jóvenes se trasladaron a la una de la mañana en varios automóviles al cementerio general, llevando en su compañía a la bailarina Norka Rouskaya; (…) lograron penetrar al sagrado lugar y olvidando todo el respeto que él merece, tuvieron la inconcebible temeridad de hacer bailar con acompañamiento de música a la bailarina nombrada.

    La breve noticia tendenciosa fue magnificada por una crónica aparecida en la edición de la tarde de ese mismo diario suscrita por “Clovis”, seudónimo de Luis Varela y Orbegoso culto y reconocido periodista.  Ahí conjuga seis veces el verbo profanar.  Suficiente es citar el primer párrafo para darse cuenta de la pérdida de ecuanimidad del cronista:
    La enfermedad física y moral de que padece el grupo de analfabetos que entre nosotros se han arrogado el monopolio del talento y de la genialidad, ha dado en la madrugada de hoy, sus frutos, llevando hasta la necrópolis a una joven artista, sedienta de renombre, para que profanara las tumbas de nuestros padres con sus músicas macabras y sus lúbricas contorsiones. (Subrayado del autor).

    En esa época, descalificar a una persona, acusándola de “profanador”, es lo mismo que ahora se le califique de “terrorista”. Según Clovis, se había cometido un delito execrable; el peor de los sacrilegios que implica la introducción de elementos profanos en un recinto que se considera sagrado. Con el agravante de lúbricas contorsiones. La denuncia y protesta de Clovis fue el detonante que desencadenó, en la opinión pú blica limeña, una especie de bombardeo de sobresaturación contra Mariátegui. Y fue la pauta que siguieron -en un principio- los otros medios de prensa con la excepción del diario El Tiempo en que laboraban Mariátegui y su compañero de infortunio, Jorge Falcón.
    Cementerio general de Lima, Alameda de Esculturas

    Imagen 2. Cementerio general de Lima, Alameda de Esculturas. Escenario del cónclave convocado por el joven periodista J.C. Mariátegui. (Al fondo resalta el soldado romano, correspondiente a la tumba de Ramón Castilla) http://blog.pucp.edu.pe
    Mariátegui, al tomar en conocimiento de la alarmante noticia de El Comercio, se movilizó rápidamente, el mismo lunes 5 de noviembre; se acercó en la mañana a la redacción del diario La Prensa para levantar el cargo de profanación; pues, quien calla, otorga:
    (…) Repito –concluyó Mariátegui- que en la artista Rouskaya ni en ninguno de los que la indujimos a realizar ese acto hubo, ni por asomo, la intención de profanar el Cementerio ni de hacer mofa de la muerte.

    Su breve argumentación fue publicada en la edición de la tarde.  Sin embargo, no logró conjurar las proporciones que alcanzó la denuncia de Clovis en El Comercio.  Mariátegui, en la tarde acudió a la cita convocada por el Prefecto. Ahí fue apresado y conducido a la cárcel.
    Al día siguiente, o sea el martes 6, el artículo de Clovis tuvo su caja de resonancia en el diario Unión, órgano oficioso de la iglesia católica; cuyo editorial: “La degeneración actual”, anatematiza, en un estilo inquisitorial, a losculpables. Además, atribuye las causas de la degeneración física y moral que determinan el extravío total de la juventud actual a quienes:
    …entonan ditirambos a la libertad democrática y prescinden de las máximas del Evangelio como cosa arcaica y pasada de moda.  Preténdese educar al pueblo con mucha libertad, inculcarle el cumplimiento del deber por el deber, haciendo caso omiso de la verdad religiosa, (…) a las películas que se proyectan en la tela de los cines.
    (…) y seguiremos cantando a la democracia y a la libertad, y nos indignaremos después ante los hechos monstruosos que conmueven todas las entrañas de nuestro ser, como en el caso presente, y quedaremos, a fin de cuentas, en el mismo estado de antes hasta que venga la ira de Dios y consuma con el fuego del cielo las basuras de la carne y la degeneración de todos sus secuaces. (…)

    El mismo diario, bajo el titular “A la cárcel”, informa:
    En las últimas horas de la tarde de ayer (lunes 5), fueron remitidos a la cárcel de Guadalupe cuatro de las personas que en la madrugada de ayer, estuvieron con la bailarina suiza Norka Rouskaya en el Cementerio general y profanaron ese sagrado reciento, ejecutando ésta la danza fúnebre de Chopin.
    La Rouskaya acompañada de su madre ha sido enviada a la cárcel de Santo Tomás.

    Se exigía castigo ejemplar para los “profanadores”. Además del maltrato psicológico, se adicionó el maltrato físico con el encarcelamiento arbitrario en un ambiente insalubre.
    Alejandro Ureta, presidente del Círculo de Periodista quiso que la agremiación hiciera pública su protesta respaldando la actitud de Mariátegui con un pronunciamiento; pero, los asociados no asistieron a la convocatoria de Ureta; razón por la cual, renunció.  El día martes 6 apareció en el diario El Tiempo dicha renuncia. (Por consiguiente, Mariátegui también renunció, tenía el cargo de segundo vicepresidente).
    En el momento de mayor tensión intervino la policía, el Prefecto, el Ministro del Gobierno, el Ministro de Justicia, Presidentede La Beneficencia Pública, el Juez del crimen, el Vicario Capitularde la Arquidiócesis, el Nuncio apostólico y la movilización de los escalones de la Iglesia católica con ritos de desagravio.  También  los diputados y senadores debatieron en las Cámaras del Congreso de la República.  Los diarios publicaron cartas de sus lectores y ofrecieron amplia cobertura. El asunto de la “profanación” fue la comidilla del día en los barrios limeños.
    El punto de quiebre, del cargamontón hacia Mariátegui, se logró el día miércoles7 de noviembre con el discurso del senador puneño y fundador de la Sociología académica, Mariano Hilario Cornejo en defensa de Norka Rouskaya y denuncia la prisión arbitraria. El jueves 08, el discurso de Cornejo, apareció en algunos diarios de Lima.
    El sábado 10, Félix del Valle, amigo de Mariátegui, publicó “Síntesis de una defensa de la juventud”, al incidente Norka Rouskaya en la Revista de Actualidades; artículo muy bien fundamentado. Al día siguiente fue reproducido en el diario El Tiempo.
    José Carlos Mariátegui en su máquina de escribir Remington (1922)

    Imagen 3. José Carlos Mariátegui en su máquina de escribir Remington (1922), ¿estaría escribiendo su apología?
    La apología de Mariátegui ante la sociedad limeña apareció el sábado 10 en el diario El Tiempo.  Mariátegui justificó su actitud; y, lógicamente, no se disculpó. Únicamente, transcribiré las palabras finales de Mariátegui:
    que la ciudad me crea lo que yo le juro por nombre de Dios; que el acto de Norka Rouskaya en el cementerio fue religioso, fue recogido y fue puro (Stein, 1989: 129).

    Obviaré el escrutinio del debate que aparece en el libro del antropólogo William Stein, Norka Rouskaya y Mariátegui; con el fin de interpretar, lo ocurrido.
    Si bien, sus adversarios encontraron un pretexto, profanación; ¿por qué querían lapidarlo?  ¿Y,  por qué fracasaron en el intento?
    En el caso del periodista Luis Varela y Orbegoso, su  motivación se debió a su despecho por no haber sido invitado.  Varela escribió un auspicioso reportaje a Norka Rouskaya antes de su debut para después de lo ocurrido en el Cementerio, denigrar de la danzarina.  Según, Mariátegui, Clovis no estuvo entre los elegidos por Norka para asistir a la velada en el Cementerio.  En ese cambio  de actitud también puede haber influido el ser primo de José de la Riva Agüero, a quien admiraba y Mariátegui lo había criticado con severidad e ironía.
    Mariátegui, con solo 22 años de edad dirigió sus dardos hacia don José de la Riva Agüero y Osma, Marqués de Monte Alegre de Aleustia y Casa Dávila; quien se asumía como la quinta esencia del lenguaje castizo.  Fue a propósito del discurso de Riva Agüero: Elogió al Inca Garcilaso de la Vega; leído en el Salón General de la Universidad Nacional de San Marcos el 23 de abril de 1916.  El artículo de Mariátegui fue publicado el 30 de abril de 1916 en el diario La Prensa: “Un discurso: tres horas, 48 páginas, 51 citas.  ¿Gramática?  ¿Estilo? Notas Marginales”.  En el trasfondo de la crónica tendenciosa de Varela y Orbegoso también debe haber operado el celo profesional ante la emergencia de dos jóvenes periodistas de origen plebeyo como Mariátegui y César Falcón; quienes se habían formado en la escuela del trabajo y no eran blanquitos.
    El frente amplio para lapidar a Mariátegui estuvo conformado por el Presidente de la República José Pardo y Barreda, ministros, militares, diputados y senadores y demás autoridades; ninguno de ellos era intocable ni escapaba a la pluma traviesa de Mariátegui.  Como había sido cronista de espectáculos continuó con ese estilo al dedicarse a la crónica política en su sección “Voces” del diario El Tiempo. Ahí convirtió a los lectores en cómplices al ironizar a los empingorotados personajes; qué, por supuesto, bien se lo merecían. La ironía, según el literato Alfredo Bryce, es la sonrisa de la razón.
    Mariátegui, aunque escribía para ganar un salario, se divertía al escribir y divertía a los lectores.  Para él, en sus palabras: la política peruana es sustancialmente cómica.  La política peruana es de escenario festivo (La Razón (Lima), núm. 14; 29 de mayo de 1919).
    Respecto a la movilización de los escalones de la iglesia católica, dentro del frente amplio para lapidar a Mariátegui, deberá saberse que hasta antes del 11 de noviembre de 1915 la Nación profesa oficialmente la Religión Católica, Apostólica y Romana: el Estado la protege, y no permite el ejercicio público de otra alguna.[ii] En esa fecha se aprobó, en una sesión tumultuosa y contra viento y marea, el proyecto de enmienda del artículo 4º de la Constitución; se declaró la libertad de cultos; aunque no cesó la hostilización a lo que no eran católicos.
    En la aludida sesión del Congreso, un grupo mayoritario de mujeres como señal de protesta, entre gritos y rezos, arrojaban coronas de alfalfa a los parlamentarios que apoyaban la enmienda a la Constitución. Cuando el vicepresidente del Congreso, Dr. Peña Murrieta, empezaba a leer el acta de aprobación de la enmienda, el sacerdote Sánchez Díaz saltó de su asiento, corrió hacia la mesa directiva, arrebató el documento y lo hizo pedazos. En cambio, un pequeño grupo de estudiantes universitarios expresaban su alegría por la victoria lograda.[iii]
    Puesto en estado de alerta la clase conservadora fundó en 1917 la Pontificia Universidad Católica para preservar a sus hijos de las “perniciosas” ideologías renovadoras que estaban penetrando a la Universidad Nacional de San Marcos; cuyo corolario fue la fundación de la Federación de Estudiantes.
    Si el mismo “incidente” promovido por Mariátegui en el Cementerio de Lima hubiera ocurrido en Nueva York o en Paris, no sería tal. En Lima fue incidente por el grado de urbanización de la ciudad.  Lima era una “aldea grande”.  Buena parte de la población se conocía cara a cara. Y, como sentencia el refrán: en pueblo chico, infierno grande.
    En 1917 Lima tendría menos de 200,000 habitantes. La  más alta de sus edificaciones la constituían los campanarios de sus numerosas iglesias coloniales. Todavía no se habían prohibido las construcciones urbanas de barro y caña brava.  La mayoría de calles eran polvorientas en verano.  Los gallinazos cumplían un importante papel en la higiene pública. Lima se extendía por el norte, con la Alameda de los Descalzos en el distrito del Rímac; por el sur, con el Paseo Colón; por el oeste, con la avenida Alfonso Ugarte que conecta la plaza dos de Mayo con la plaza Bolognesi (no existía la plaza San Martín); y, por el este con los Barrios Altos. Para espectáculos estaban el teatro Segura y Colón, el hipódromo de Sana Beatriz y la plaza de toros de Acho. El cine comenzaba a introducirse y no existía una estación de radio ni estadio.  Fue la época de auge del periodismo. No estaba tan descaminado Abraham Valdelomar, literato y amigo de Mariátegui, cuando en un exceso de egolatría y en tono de parodia, dijo: “El Perú es Lima, Lima es el Jirón de la Unión, el Jirón de la Unión es el Palais Concert y el Palais Concert soy yo”.
    No diré que Mariátegui quedó indemne del linchamiento mediático de la época. Según su biógrafo, Guillermo Rouillon, cuando salió de la prisión acudió presuroso a la casa de su mamá, que era muy católica a darle explicaciones; lo mismo que a su atractiva amiga Juanita  Martínez de la Torre y a su madre.
    Norka Rouskaya cuando salió libre fue entrevistada, ofreció una conferencia de prensa y le remitió una nota de agradecimiento al senador Mariano Cornejo.  Sus amigos le ofrecieron un ágape de despedida a manera de desagravio. Poco antes de partir visitó al Vicario Capitular de la Arquidiócesis de Lima.
    La mayor defensa de Mariátegui fue la firme convicción de haber obrado con honestidad, su confianza en sí mismo y la excelencia de su pluma como escritor. Años después, y luego de retornar de Europa, respondió a una encuesta de la periodista Ángela Ramos:
    Lo que siempre me habría aterrado es traicionarme a mí mismo.  Mi sinceridad es la única cosa a la que no he renunciado nunca.[iv]

    Indudablemente, dada la época, el asunto de la profanación era controversial.  El mismo Mariátegui dice:
    Yo no he sido prudente jamás.  Pero es que no he podido serlo.  Un hombre todo sinceridad no puede ser prudente. (p.49)[v]

    La campaña periodística sindicándolo de profanador a Mariátegui, tenía por objetivo su desaparición del escenario político. Sus adversarios, no lograron excluirlo socialmente; ni que pidiera perdón; tampoco lo intimidaron. En Mariátegui no quedó la menor huella de resentimiento. Pues, no tenía enemigos personales; sino adversarios ideológicos. Así se resolvió el conflicto.
    William W. Stein y Antonio Rengifo B.

    Imagen 4. William W. Stein y Antonio Rengifo B. en el “Rincón rojo”, Casa Museo J.C. Mariátegui
    Dicho incidente en la vida de Mariátegui ha sido historiado por el antropólogo William W. Stein de la Universidad del Estado de Nueva York en Buffalo: Mariátegui y NorkaRouskaya”. Crónica de la presunta “profanación” del Cementerio de Lima en 1917 (1989), fuente invalorable de consulta.

    Anuario Mariateguino (Lima), año I, núm. 1, 1989
    STHAL, F. (s/f). En el País de los Incas. Puno: librería Cristóbal Villasante.
    STEIN, W. (1989), NorkaRouskaya y Mariátegui. Crónica de la presunta “profanación” del Cementerio de Lima en 1917. Lima: Empresa Editora Amauta.


    [i] Carta de Mariátegui a “Ruth”. Lima, 06 de abril de 1920. En: Anuario Mariateguino, 1989.
    [ii] Título II de la Religión, Artículo 4º de la Constitución Política del Perú.
    [iii] (STHAL, Fernando: En el País de los Incas. Edición a mimeógrafo, librería Cristóbal Villasante. Puno-Perú; s/f.)
    [iv] “Mundial” Revista. Lima, 23 de julio de 1926
    [v] Carta de Mariátegui a “Ruth”
    del 06 de abril de 1920
    ANUARIO MARIATEGUINO. Año I, N° 1.
    Empresa editora Amauta S.A. (Lima 1989)

    Cómo citar este artículo: RENGIFO BALAREZO, Antonio, (2017) “El joven periodista J.C. Mariátegui denunciado por profanar el Cementerio. Lima, 5 de noviembre de 1917”, Pacarina del Sur [En línea], año 9, núm. 34, enero-marzo, 2018. ISSN: 2007-2309.
    Consultado el Domingo, 25 de Febrero de 2018.
    Disponible en Internet: www.pacarinadelsur.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1596&catid=15 Fuente: Pacarina del Sur - http://pacarinadelsur.com/home/brisas/1596-el-joven-periodista-j-c-mariategui-denunciado-por-profanar-el-cementerio-lima-5-de-noviembre-de-1917 - Prohibida su reproducción sin citar el origen.