C. Miguel Aragón:
Te
 agradezco la pronta respuesta a mi solicitud. Creo más bien que lejos 
de haberte demorado, aquella ha llegado más pronto de lo que pensaba, 
dada la complejidad e implicaciones del tema; que, si es bien abordado 
política, moral y científicamente, adquiere gran importancia y necesidad
 volver de tiempo en tiempo a este tema fundamental, sin resultar 
necesariamente un cliché o una cantaleta de las izquierdas, como me ha 
comentado lacónicamente un visitante de estos correos ("Cuándo no la 
izquierda con sus clichés")
Acabo de leer tu 
interesante artículo, al cual no se le puede regatear coherencia y 
sistematicidad, pues de comienzo a fin lo recorre una lógica interna, 
que debemos estudiar con seriedad y profundidad; con el que debatiré por
 mi parte dándome el necesario tiempo y de menos a más, pero siempre, 
para nosotros los políticos revolucionarios socialistas, con el objetivo
 específico de contribuir en el mayor esclarecimiento de la dirección 
programática, estratégica y táctica de la lucha del proletariado y del 
conjunto de nuestro pueblo y nuestra Patria, por el progreso, la 
democracia y el socialismo; partiendo siempre de los problemas candentes
 de la lucha concreta del presente y regresando a ellos, en medio de 
nuestra participación de parte en la contienda de clases, con 
orientaciones más claras y precisas. 
Porque la
 solicitud que te hice sobre este tema teórico, antes de responder a una
 inquietud académica (no tengo nada contra lo académico, porque cada 
clase social puede y debe utilizarlo en su provecho) fue precisamente a 
partir de la necesidad y el deber de difundir por mi parte, como 
militante del Movimiento por el Socialismo, una opinión más desarrollada
 sobre las formas de lucha y las tareas de los socialistas en el 
presente período en nuestro país, en contestación a la que tu nos habías
 remitido. Y no (más allá de la cortesía y la amistad) por el prurito de
 contestar a todo lo que nos llega sin otra necesidad y utilidad que 
pretender resaltar personalmente o de matar el tiempo mediante tertulias
 virtuales sino porque encontraba que para los socialistas y el 
proletariado de vanguardia en general, en la larga lucha por su 
hegemonía en la sociedad, el asunto era y es más complejo. En ese 
sentido, te recuerdo que también te solicité nos explicitaras cómo 
influye tu caracterización económico-social del Perú actual, más que en 
la cuestión programática, en la formulación y aplicación de la estrategia revolucionaria, particularmente sobre el carácter de la revolución, tanto en su contenido como en su forma.
Por
 último, insisto en la idea que te plantee hace algunos meses, de 
procurar difundir estos interesantes artículos y estos debates ha un 
"auditorio" cada vez más amplio, para que pueda ser tomado en cuenta 
como una referencia por un número mayor de cc. que participan de la 
lucha progresista y revolucionaria, contribuyendo de esta manera a la 
orientación de su accionar. En tal medida, me estoy tomando la libertad 
de remitirlo a algunos correo más.
Con un cordial saludo,
06-09-15,
David Aguinaga Carrión.

¿Por qué CAPITALISMO SEMIFEUDAL, ADEMAS DE SEMICOLONIAL? (Primera parte)
06 de septiembre de 2015
Estimado David Aguinaga:
Como
 consecuencia  de mis últimos envíos, he recibido varios comentarios de 
diferentes personas, algunos conocidos míos, y otros, por 
ahora  desconocidos.  Todas las opiniones las tengo ordenadas 
cronológicamente,  mi intención es responder en forma ordenada  a  todos
 y cada uno, por orden de llegada. Es más,  ya he comenzado a apuntar 
las primeras ideas centrales en algunas páginas en “borrador”. Toda esta
 labor demanda tiempo. Desearía responder a todos de inmediato, pero 
material y mentalmente me  resulta imposible. 
Después
 de recibir  tu último comentario y pregunta  del día 01 de setiembre, 
he considerado necesario modificar el orden en mi plan de respuestas, 
colocando mi respuesta a tu comentario  en primer lugar, precisamente 
porque tu consulta trata sobre el carácter de  la base económica de la  formación social peruana.
 (Por adelantado, les pido disculpas a todos y cada uno de los otros 
amigos que me han escrito, a todos les responderé).  Sin entender, y sin
 ponernos de acuerdo, sobre los aspectos sustanciales de la base 
económica, mal haríamos en intentar entender los aspectos de la 
superestructura política y cultural que se erigen sobre ella. Es 
posible, pero resultaría más difícil.
En tu breve pero sustancial comentario anotas lo siguiente (que a continuación paso a trascribir):  
“El Martes 1 de septiembre de 2015 20:53, "David Aguinagaaguinaga.david@gmail.com [foro_centenario]" <foro_centenario@yahoogroups.com> escribió:
C. Miguel Aragón
Leyendo
 con detenimiento el escrito  que me remitiste sobre las formas de lucha
 y la actual contienda electoral ya en proceso, me he dado con que, para
 la lucha de los socialistas, este asunto, que a primera vista parece 
claro, sencillo y hasta consabido -al menos para algunos dentro 
de la vanguardia intelectual, política y sindical- encierra para mí una 
mayor complejidad. Por ello, entre otros estudios e indagaciones al 
respecto, estoy también revisando varios escritos anteriores tuyos, 
sobre todo aquellos en los que remarcas el desarrollo del capitalismo en
 el Perú en varias etapas de su historia contemporánea y particularmente
 su mayor desarrollo en los últimos lustros. Pero, en esa búsqueda, no 
ha dejado de sorprenderme la caracterización de la actual sociedad 
peruana como “CAPITALISTA, SEMIFEUDAL Y SEMICOLONIAL” que planteas en tu
 último artículo: “El
 enemigo principal del pueblo peruano” (parte 3). Como tú lo dices, la 
característica capitalista semicolonial es fácilmente entendible, pero 
respecto a lo capitalista semifeudal en la actualidad 
peruana, me encuentro fuera de los “muy pocos (que) la entienden”. Por 
esta razón, te solicito te dignes realizar una sintética explicación 
sobre tu opinión respecto al enunciado de tu caracterización de nuestro 
país, sobre ese “capitalismo semifeudal” (además de semicolonial) así 
como su implicancia en el movimiento y en la estrategia revolucionaria.
Agradeciéndote por anticipado, me despido con un cordial saludo.
01-09-15
David Aguinaga Carrión”.
Estimado David, ahora continúo con mi respuesta:
Si
 revisamos y  estudiamos  la larga historia del desarrollo del 
capitalismo, podemos  comprobar que han existido varias modalidades 
diferentes de desarrollo de ese régimen de producción. Hasta el año 
1920, a  estas modalidades las podemos agrupar en Tres modalidades fundamentales de desarrollo del capitalismo. 
1.- Capitalismo clásico.-
En el Prólogo a la primera edición de El Capital, Carlos Marx anotó “En la presente obra nos proponemos investigar el régimen capitalista de producción y las relaciones de producción y circulación que a él corresponden. El hogar clásico de este régimen es, hasta ahora, Inglaterra. Por
 eso tomamos a este país como principal ejemplo de nuestras 
investigaciones teóricas”,  y más adelante, Marx  agregó: “Los países 
industrialmente más desarrollados no hacen más que  poner delante de los
 países menos progresivos el espejo de su propio porvenir”
Años antes, en El Manifiesto Comunista (1848),
 Marx y Engels habían escrito “Merced al rápido perfeccionamiento de los
 instrumentos de producción y al constante  progreso de los medios de 
comunicación, la burguesía arrastra a la corriente de la civilización a 
todas las naciones, hasta a las más bárbaras. Los bajos precios de sus 
mercancías constituyen la artillería pesada que derrumba todas las 
murallas de china y hace capitular a los bárbaros más fanáticamente 
hostiles a los extranjeros. Obliga a todas las naciones, si no quieren 
sucumbir, a adoptar el modo burgués de producción, las constriñe a 
introducir la llamada civilización, es decir a hacerse burguesas. En una 
palabra: se forja un mundo a su imagen y semejanza”    
Tomando
 como referencia el desarrollo del capitalismo que se venía 
desarrollando en Inglaterra, hasta mediados del siglo XIX, en el libro El Capital (1867)
 Carlos Marx estudió  y expuso  las características de la  primera 
modalidad de desarrollo del capitalismo, al cual podríamos denominar capitalismo clásico, un
 capitalismo en el cual predominaba la libre concurrencia, un 
capitalismo de “burgueses y proletarios”, como sus autores titularon el 
primer capítulo de El Manifiesto Comunista.
Esa
 modalidad de capitalismo clásico se desarrolló en Inglaterra, en los 
Países Bajos, y también  parcialmente en las regiones más modernas de 
Francia y Alemania. Forzando un poco el análisis, podríamos generalizar 
su alcance  a toda Europa occidental, con la notoria excepción  de los 
países ibéricos (España y Portugal).
      Si
 revisamos, panorámicamente, el desarrollo del régimen capitalista de 
producción en todos los países  del mundo, a lo largo de los siglos XIX y
 XX, resulta demasiado fácil concluir que “el modelo inglés”, o 
modalidad de capitalismo clásico, solamente se desarrolló en algunos 
pocos países ubicados en Europa occidental, y posiblemente en Estados 
Unidos de Norteamérica, Canadá y posiblemente en Australia, pero en el 
resto de países del mundo no ocurrió lo mismo, contradiciendo así  la 
previsión de Marx, de que Inglaterra sería “el espejo” del porvenir de 
los  países menos progresivos.    .  
2.- Capitalismo semifeudal.-
Tiempo
 después, del surgimiento y desarrollo del capitalismo clásico en los 
principales países de Europa occidental, a partir de mediados del siglo 
XIX el régimen capitalista  también surgió y comenzó a desarrollarse en 
Rusia y en  otros  países de Europa oriental.  En el libro El Desarrollo del Capitalismo en Rusia (1898),
 Lenin estudió amplia y profundamente el desarrollo del capitalismo en 
ese inmenso país, país atrasado que a fines del siglo XIX 
continuaba dominado por el régimen zarista,  por la clase terrateniente 
feudal. En esa  modalidad del desarrollo del capitalismo en Rusia 
existía, pero no predominaba, la libre competencia capitalista. El 
capitalismo en Rusia  estaba sujeto al lastre de la pesada herencia de 
las relaciones feudales de producción. 
A esa segunda modalidad de capitalismo desarrollada históricamente, me parece que  la podemos denominar capitalismo semifeudal.
 Esa variante del capitalismo se desarrolló de manera muy similar tanto 
en Rusia, como en Ucrania, Bielorrusia, Polonia, Rumanía, Bulgaria, 
Hungría, Checoeslovaquia, los países bálticos,  y otros países ubicados 
en  Europa oriental, países que hasta el estallido de la primera guerra 
mundial (1914) continuaron  siendo dominados por monarquías  feudales.
En el libro El Programa Agrario de la socialdemocracia en la primera revolución rusa de 1905-1907 (escrito
 en 1907), Lenin analizó los “Dos tipos de evolución agraria burguesa” 
(cap. 1.5) y los “Dos caminos con los cuales puede ser abolido el 
régimen de la servidumbre” (en el cap. Conclusiones). Los dos caminos 
son, por un lado, el camino “tipo junker prusiano”, camino 
terrateniente, camino de lenta transformación, y por otro lado, el 
camino “tipo norteamericano”, camino campesino, camino de destrucción 
violenta del viejo régimen de posesión de la tierra. Los dos caminos 
necesariamente conducen, en última instancia, a la liquidación de la 
feudalidad, pero el primer camino, el lento camino terrateniente obliga a
 transitar por el capitalismo semifeudal.    
[Entre paréntesis agregaré que, en algunos textos, tanto de Engels  como de Lenin,  he
 podido observar que ellos utilizaron la categoría “semifeudal”, no así 
el concepto de “capitalismo semifeudal”. Por su parte Mao Zedong utilizó reiteradamente la categoría “país semifeudal” al referirse a China, y una década antes que él, Mariátegui también  utilizó reiteradamente la categoría “semifeudal” al estudiar la evolución de la realidad peruana. 
Tengo
 que reconocer que, hasta donde  he podido investigar, en ninguno de los
 cuatro autores citados (Engels, Lenin, Mariátegui o Mao Zedong), yo he 
leído la expresión “capitalismo semifeudal”. La primera vez que yo  leí 
esa expresión  ha sido en unos escritos  poco conocidos del 
investigador Ramón García, textos escritos en el primer lustro de
 la década de 1980. Desconozco si ese concepto es un aporte propio de 
Ramón García,  o si él  lo tomo prestado de un texto poco conocido de 
algún otro autor.  En todo caso, a mí me parece una denominación 
científicamente correcta, y por eso la he asumido como una expresión 
válida.
La
 “semifeudalidad” no se contrapone, ni niega el desarrollo del 
capitalismo (como absurdamente se pretendía en los debates de fines de 
la década de 1960, debates superficiales y absurdos, que en esos años 
provocaron un gran daño  a la unidad del movimiento socialista). Por el 
contrario, la “semifeudalidad”  justamente expresa  la modalidad del 
desarrollo del capitalismo en los países en los cuales, por ausencia de 
una revolución democrático burguesa,  todavía no se ha liquidado el 
poder de la feudalidad, países  en los cuales en la base económica se 
interrelacionan y coexisten dos relaciones de producción diferentes, las
 relaciones de producción capitalistas con las relaciones de producción 
feudales.
Si
 quisiéramos profundizar el estudio del desarrollo de 
esta  esta  modalidad, incluso tendríamos que reconocer la existencia 
de  hasta  tres gradaciones  de “semifeudalidad”. En una primera etapa, 
las viejas relaciones feudales predominan sobre las nuevas relaciones 
capitalistas en crecimiento; en una segunda etapa, las nuevas relaciones
 capitalistas alcanzan un equilibrio temporal con las viejas relaciones 
feudales; y en una tercera etapa, las nuevas relaciones capitalistas 
pasan a predominar sobre las viejas relaciones feudales. Si quisiéramos 
ser más precisos en el estudio de las obras de Lenin, Mariátegui y Mao 
Zedong sobre la evolución de las realidades rusa, peruana y china, 
incluso deberíamos precisar en cuál de esas  etapas de evolución de la 
semifeudalidad se encontraban los países que ellos analizaron en su 
tiempo].
3.- Capitalismo, semifeudal y semicolonial.-
Casi
 coincidiendo, en el tiempo, con el surgimiento y desarrollo del 
capitalismo en los países de Europa oriental, que hemos mencionado  más 
arriba,  también en varios países de Asia y de América del Sur, incluido
 el Perú,  comenzó a surgir y desarrollarse el régimen capitalista de 
producción.
Hasta
 mediados del siglo XIX, en Perú (y también en Ecuador y 
Bolivia,  Colombia y Venezuela), predominaban, en forma casi absoluta, 
las atrasadas técnicas de producción feudales y  las relaciones de 
producción feudales, y consecuente con esa atrasada realidad, el poder 
político estaba en manos de la clase terrateniente feudal y sus 
caudillos militares, descendientes de los encomenderos españoles.
A
 partir de mediados del siglo XIX, durante los gobiernos de Ramón 
Castilla, y como resultado de la explotación en gran escala y la 
exportación del guano y del salitre a los mercados europeos, en el 
Perú  se inició el primer ciclo largo de crecimiento capitalista,
 ciclo que se prolongó desde 1845 hasta 1879, etapa  que fue 
interrumpida por la guerra de agresión del capitalismo  inglés  contra 
el naciente capitalismo en el Perú.
En el primero de los 7 Ensayos…,
 comentando la evolución económica de la realidad peruana, José Carlos 
Mariátegui anotó: “Las utilidades del guano y del salitre crearon en el 
Perú, donde la propiedad había conservado hasta entonces un carácter 
aristocrático y feudal, los primeros elementos sólidos de capital comercial y bancario. Los profiteurs(beneficiarios) directos e indirectos de las riquezas del litoralempezaron a constituir una clase capitalista.
 Se formó en el Perú una burguesía, confundida y enlazada en su origen y
 su estructura con la aristocracia, formada principalmente por los 
sucesores de los encomenderos y terratenientes de la colonia, pero 
obligada por su función a adoptar los principios fundamentales de la 
economía y la política liberales.”  A continuación Mariátegui anotó: “En
 el periodo dominado y caracterizado por el comercio del guano y del 
salitre, el proceso de la transformación de nuestra economía, de feudal en burguesa,
 recibió su primera enérgica propulsión. Es, a mi juicio, indiscutible 
que, si en vez de una mediocre metamorfosis de la antigua clase 
dominante, se hubiese operado el advenimiento de una clase de savia y 
elan nuevos, ese proceso habría avanzado más orgánica y seguramente”.
Esas
 características del capitalismo que surgió y comenzó a desarrollarse en
 el Perú a mediados del siglo XIX, eran características propias del 
“capitalismo semifeudal”, diferente a la modalidad del “capitalismo 
clásico” desarrollado en Inglaterra, pero muy parecida  a la modalidad 
del “capitalismo semifeudal” que en ese tiempo se venía desarrollando en
 la Rusia zarista.
Pero
 este capitalismo que surgió y comenzó a desarrollarse en el Perú a 
mediados del siglo XIX, además tenía otra característica particular, que
 lo hacía diferente al capitalismo desarrollado en la vieja Rusia. El 
capitalismo en el Perú, además de ser un capitalismo semifeudal como en 
Rusia, desde sus inicios, en gran parte, fue   un “capitalismo 
semicolonial”.
En
 el mismo primer ensayo, Mariátegui hizo la siguiente constatación: “La 
clase terrateniente no ha logrado transformarse en una burguesía 
capitalista,  patrona de la economía nacional. La minería, el comercio, 
los transportes, se encuentran en manos del capital extranjero. Los 
latifundistas se han contentado con servir de intermediarios a éste, en 
la producción de algodón y azúcar. Este sistema económico, ha mantenido 
en la agricultura,una organización semifeudal que constituye el más pesado lastre del desarrollo del país”.    
Precisando
 las características de esta clase propietaria, erigida en clase 
dominante, Mariátegui anotó: “Pesan sobre el propietario criollo la 
herencia y educación españolas, que le impiden percibir y entender 
netamente todo lo que distingue al capitalismo de la feudalidad. Los 
elementos morales, políticos, psicológicos del capitalismo no parecen 
haber encontrado aquí su clima. El capitalista, o mejor el propietario, 
criollo, tiene el concepto de la renta antes que el de la producción.
 El sentimiento de aventura, el ímpetu de creación, el poder 
organizador, que caracterizan al capitalista auténtico, son entre 
nosotros casi desconocidos”        
En
 apretada síntesis, estas son las razones por las cuales considero que 
la modalidad de  capitalismo desarrollado en el Perú es un capitalismo semifeudal y semicolonial,capitalismo
 que tiene  similitudes en los aspectos  generales, y a la vez 
diferencias particulares, tanto con el “capitalismo clásico” 
desarrollado en Inglaterra que fue magistralmente analizado por Carlos 
Marx, así como también con el “capitalismo semifeudal” desarrollado en 
la vieja Rusia que fue magníficamente estudiado por Lenin.
El
 capitalismo desarrollado en el Perú, y en la mayoría  de países de 
Nuestra América (América Latina) y en Asia, es una tercera modalidad de 
desarrollo del capitalismo, y tenemos que valorar y reconocer que la 
mejor obra, en la cual se estudia este caso particular del desarrollo 
del capitalismo, justamente es el libro 7 Ensayos de interrpretación de la realidad peruana. En ninguna obra de otro autor  americano o asiático he encuentra un análisis tan amplio y a la vez tan profundo.
Antes
 de concluir con esta parte de mi respuesta, me parece necesario 
precisar que el régimen capitalista de producción es un régimen de 
carácter mundial, que se desarrolla en los diferentes países y regiones 
del mundo adoptando diferentes modalidades y particularidades, pero las 
leyes generales que rigen su desarrollo son las mismas en todos los 
países.  
Con
 esta apretada, y algo apresurada exposición, espero haber respondido 
los aspectos históricos más generales de tu atenta y oportuna consulta, 
pero, como segunda parte,  faltaría analizar el aspecto particular de tu
 consulta, porque me parece que tu interés principal se refiere a la 
“caracterización de la actual sociedad peruana”. Y pecaríamos de 
falta de seriedad científica, si pensáramos que la realidad 
peruana  actual (año 2015) sigue siendo idénticamente igual a la 
realidad peruana descrita por Mariátegui hace más de ochenta años (en el
 año 1928).
Esa
 sería una conclusión absurda, de tanto “exaltar a Mariátegui” 
terminaríamos negándolo. Más teniendo en cuenta, que desde 1930, año en 
que fallece Mariátegui,  hasta la actualidad, la evolución de la 
economía peruana ha pasado por otros dos  ciclos largos de crecimiento capitalista, e incluso, de por medio,  ha ocurrido una reforma agraria (año 1969), cuyas consecuencias todavía faltan estudiar seriamente.
El Pensamiento de Mariátegui estuvo
 vigente hasta comienzos del año 1930, y resulta muy pretencioso, por no
 decir absurdo y torpe, pretender ahora “desarrollar el Pensamiento de 
Mariátegui”. Lo que sí está plenamente vigente es el Camino  de Mariátegui, o Escuela de Mariátegui, y nuestra responsabilidad es continuar desarrollándolo.
Para
 ordenar las ideas, todavía dispersas, sobre la situación actual, 
necesito mayor tiempo, y las  expondré  en una segunda parte. Como un 
adelanto de investigación, de lo ocurrido en la evolución de la economía
 peruana después de 1930,  estoy enviando  como archivo adjunto un 
artículo que escribí en el lejano año de 1971, cuando yo recién daba mis
 primeros pasos en el estudio del método marxista. Ese texto, 
inicialmente fue una carta dirigida a un gran amigo que influyó de 
manera decisiva en mi formación, y después de revisarla y corregirla la 
transformé en un breve artículo. Solamente agregaré dos cuestiones 
complementarias.
Si
 bien he intentado ordenar las “tres modalidades principales de 
evolución del modo capitalista de producción”, yo no  considero que esas
 sean  las únicas.
4.-
 En una parte de China (y también en Corea y en los países de la 
península indochina) durante la invasión y ocupación japonesa en la 
década de 1930 y la primera mitad de la década de 1940, se desarrolló 
una cuarta modalidad de desarrollo capitalista, al que podríamos 
denominar  “capitalismo semifeudal y colonial”, que  fue 
analizado muy brevemente por Mao Zedong. Esa fue una  realidad temporal,
 en la cual la contradicción principal en China  pasó a ser “la 
contradicción entre la nación china  y  el imperialismo”, particularidad
 que los seudomaoistas peruanos nunca entendieron, y que pretendieron 
aplicar ciegamente en nuestro país. ¡Colonia nosotros!, me parece totalmente absurdo.
5.-
 En el primer párrafo de mi respuesta anoté que “hasta el año 1920 se 
habían desarrollado tres modalidades fundamentales del capitalismo”. 
Anotar y destacar ese hito (año 1920) tiene una justificación. A partir 
de 1920 comenzó a tomar forma una nueva modalidad de desarrollo del 
capitalismo, muy diferente a las anteriores, y comenzó con la aplicación
 de la NEPen la Rusia soviética.
Por
 caprichos de la historia, el modo capitalista de producción, después de
 su enérgico y vigoroso desarrollo inicial en Inglaterra y otros pocos 
países,  después comenzó a desarrollarse en la mayoría de los países del
 mundo bajo la dominación y predominio de la vieja feudalidad (en Europa
 oriental, en América Latina, en Asia, y también en África).
Y
 ahora,  parecería que el destino del modo capitalista de 
producción  será prolongar su existencia, hasta terminar y extinguirse 
definitivamente en la mayoría de países del mundobajo la dominación y predominio de la dirección del socialismo.
 Algo que nos parece aparentemente paradójico, pero que evidentemente es
 muy real. A esta modalidad de subsistencia, prolongación  y desarrollo 
del capitalismo durantela primera etapa del socialismo, modalidad
 todavía sin denominación  específica, hasta ahora no le estamos 
prestando la atención debida, no obstante que Lenin, Mariátegui y Mao 
Zedong nos dejaron importantes avances en el planteamiento del problema.
 Considero que tenemos la obligación urgente de rescatar la valiosa 
experiencia de la NEP en la URSS,  prestar seria atención a lo que viene
 ocurriendo actualmente en la continuación de la construcción del 
socialismo en China, Vietnam y Cuba, y por último, prepararnos para el 
próximo desarrollo del socialismo inicial en el Perú, el cual 
necesariamente tendrá sus propias particularidades propias, “no será 
calco ni copia, sino creación heroica, del pueblo peruano”.     
Saludos, disculpa la demora.
Miguel  Áragon
 
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