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ENTRETELONES 2
INTERCAMBIO FRUSTRADO DAVID AGUINAGA - RAGARRO
1.-PRIMER SEMESTRE 2015
ENERO
UNA NUEVA GRAN LUCHA JUVENIL POPULAR
ESTA EMERGIENDO
ANUNCIANDO NUEVOS TIEMPOS
Esta
 es la opinión inicial de un veterano presente en las actuales luchas 
juveniles, con algunas pequeñas modificaciones exclusivamente de forma 
respecto a su primera versión.
Una
 nueva etapa de la lucha popular peruana puede estar iniciándose con las
 actuales grandes movilizaciones juveniles de fines de diciembre del 
2014 en Lima. Estas movilizaciones contienen un conjunto de 
características, virtudes y también, naturalmente, actuales 
limitaciones; pero no pueden sino estar condicionadas por un determinado
 nuevo contexto económico-social y político, forjado en los últimos 
lustros, que es indispensable avanzar en su interpretación para 
contribuir de la manera más certera posible a potenciar el desarrollo de
 este movimiento; comenzando por expresar a los cuatro vientos la enorme
 alegría que nos produce.
Es
 evidente la abrumadora mayoría juvenil multitudinaria de estas 
movilizaciones, cada vez mejor organizadas, que van haciendo quedar en 
el recuerdo aquellas de los años 90, cuando en medio de trabajosas, 
esporádicas y pequeñas movilizaciones de adultos y adultos mayores, nos 
preocupaba la presencia de solo unos cuantos jóvenes.
Sin
 embargo, el nuevo movimiento juvenil de estos días no ha surgido de 
repente, de la nada, sino que retrotrae sus antecedentes y gérmenes por 
lo menos hasta la lucha contra la denominada “Repartija” en el Congreso 
(agosto del 2013) y sus principales contingentes y líderes han seguido 
fogueándose en la lucha estudiantil y sobre todo al lado del nuevo 
movimiento obrero, particularmente textil, así como también en las lides
 electorales municipales. En verdad, la primera movilización juvenil 
contra la Ley Pulpín (movilización cero) fue organizada y convocada 
exitosamente por los jóvenes dirigentes de la Federación Nacional de 
Trabajadores Textiles del Perú, en los primeros días de diciembre del 
2014.
Es
 por ello que este movimiento juvenil ha conseguido esclarecer 
rápidamente su objetivo inmediato: la derogatoria de la Ley del Régimen 
Laboral Juvenil, así como los principales blancos de su actual lucha: la
 central patronal burguesa (la CONFIEP) y su gobierno de turno, aquel 
que, siguiendo los dictados del BM y el FMI en representación de la gran
 burguesía peruana y las grandes transnacionales, encabezan  visiblemente
 hoy Ollanta Humala y Nadine Heredia, en abierta abjuración de su 
prédica y promesas patrióticas y progresistas de varios años.
Pero,
 los socialistas tenemos el deber de ahondar el diagnóstico de esta 
nueva lucha, enfocándola en su real dimensión histórica y clasista, para
 contribuir en la comprensión y aplicación de las más adecuadas medidas 
de lucha.
Es
 justo reconocer que los presentes avatares juveniles representan 
también una continuación de las luchas populares de los últimos lustros,
 por lo menos desde la “Marcha de los cuatro suyos”, que hirió de muerte
 al gobierno fujimontesinista y permitió su derrota; del arequipaso, 
durante el Gobierno de Toledo; del baguaso, durante el segundo gobierno 
de Alan García y la lucha contra la imposición de la mina Conga, al 
inicio del actual gobierno; por solo señalar los momentos de combate 
popular más altos y emblemáticos de estos últimos años. En las presentes
 circunstancias históricas, ciertamente que todas éstas fueron y son muy
 valiosas y pioneras luchas del pueblo peruano, dirigidas ciertamente 
-como no podía ser de otra manera debido a la actual naturaleza del 
poder económico y político en el Perú- contra el gran capital nativo y 
transnacional y sus gobiernos de turno. Pero, en estas nuevas 
condiciones, son heroicas luchas precursoras, protagonizadas por clases y
 capas populares no proletarias, fundamentalmente de pequeños y medianos
 productores, sobre todo campesinos, seriamente afectados por la nueva 
fase de desarrollo de la producción industrial capitalista, en la ciudad
 y sobre todo en el campo, impuesta en medio de esta etapa de más de 20 
años de aplicación del capitalismo neoliberal en una semicolonia, como 
lo sigue siendo nuestro país, que ve profundizarse así la vieja 
naturaleza colonial de su economía, pero con un contenido más 
capitalista.
Efectivamente,
 en nuestro país, esta nueva etapa capitalista, de factura neoliberal, 
es principalmente extractivista y primario exportadora. Bien visto, este
 aspecto de la actual estructura productiva y económica, que es la forma
 dominante deliberadamente conseguida por la reestructuración y la nueva
 construcción capitalista neoliberal en nuestro país, es el que más 
directamente afecta principalmente al campo y los campesinos, a quienes 
en última instancia busca expulsar de sus tierras y condiciones 
materiales básicas de existencia, para imponer socavones y, sobre todo, 
tajos abiertos por casi todo el territorio nacional; destruyendo también
 con ello, de manera cada vez más peligrosa, fundamentales sistemas 
ecológicos de su privilegiada naturaleza; expresando de esta manera la 
antagonización, cada vez más aguda y destructiva de la contradicción 
sociedad humana-naturaleza en nuestro país, entre un capitalismo cada 
vez más rapaz e irracional y la dinámica de la naturaleza, 
principalmente de sus delicados tejidos ecológicos forjados en millones 
de años de evolución natural y últimamente social. Mas, en las nuevas 
condiciones, social e históricamente hablando, esta heroica lucha 
campesina corresponde, en un sentido (es decir, dialécticamente 
analizado), a la contradicción entre dos etapas del capitalismo, entre 
el presente y el pasado capitalistas, de muy difícil o imposible 
solución progresista y civilizada en los marcos del capitalismo.
Pero,
 la actual multitudinaria lucha de los jóvenes peruanos difiere de la 
antes señalada, por su ubicación histórica y su naturaleza sistémica y 
clasista, al encontrarse en el eje de la actual etapa de desarrollo 
capitalista y sus dos clases fundamentales: CAPITAL-TRABAJO. Representan
 no solo la continuidad de la lucha popular sino probablemente un salto 
cualitativo en el proceso de lucha del conjunto del pueblo peruano o, 
por lo menos, su anuncio. La última etapa de desarrollo capitalista en 
el Perú no ha sido exclusivamente extractivista y primario exportadora. 
Secundaria pero significativamente también crecen otras ramas de la 
producción capitalista en las urbes, como la textil, construcción, 
alimentos, plásticos y otras, así como el gran comercio capitalista, 
expresado ante todo en los nuevos grandes súper mercados. De estas 
ramas, sumadas a la industria minera y la agro exportadora, está 
emergiendo lo más progresivo y potencialmente revolucionario de esta 
nueva realidad capitalista: la tercera etapa histórica de desarrollo de 
la clase obrera peruana.
Por
 supuesto que la mayoría de jóvenes movilizados pertenecen a distintas 
capas de la pequeña burguesía urbana, pero, por el enemigo social y 
político y el contenido social del instrumento legal que están 
enfrentando (el régimen laboral capitalista neoliberal juvenil), que, a 
su vez, no es sino uno de los pasos dentro del proceso de profundización
 de la mayor esclavización capitalista neoliberal del conjunto de los 
trabajadores peruanos, estos jóvenes están combatiendo más que por su 
presente, por su futuro proletario. Y es por eso que han sabido 
responder al llamado inicial de los dirigentes jóvenes del nuevo 
proletariado (sobre todo de la Federación Nacional de Trabajadores 
Textiles y luego de la sección juvenil de la CGTP) y unirse con los 
sindicatos de trabajadores jóvenes para desarrollar estas nuevas 
prometedoras luchas.
Esto
 quiere decir que -en lo fundamental todavía espontáneamente- en el Perú
 estamos entrando a una nueva fase de lucha, inicialmente más 
anticapitalista y proletaria, protagonizada y empujada, no por 
casualidad, por una nueva generación que ha desarrollado su aún corta 
vida enteramente en las condiciones del nuevo capitalismo y la nueva 
tecnología; empezando a forjar en el combate una estrecha alianza entre 
la juventud estudiantil popular y el nuevo proletariado joven.
No
 obstante, esta importante alianza es insuficiente. Se hace necesario 
extender la convocatoria y abrir los brazos a todas las generaciones de 
trabajadores asalariados ocupados y desocupados de las ciudades y el 
campo, así como buscar y alcanzar la alianza estratégica con los 
trabajadores no proletarios del campo y las urbes provincianas y de 
Lima, al mismo tiempo que se va construyendo una síntesis cada vez más 
concentrada y consciente, es decir política y teórica, de estas alianzas
 y del conjunto de sus condiciones de lucha.
En
 ese vital sentido, en términos prácticos, resalta la necesidad y 
conveniencia de convocar para la nueva movilización del 15 de enero de 
este nuevo año a los gremios obreros, campesinos, barriales, 
magisterial, indígenas, de mujeres y otros, para que participen más 
activamente apoyando la lucha de los de nuestros jóvenes.
Quedará
 para un próximo intercambio de opiniones, qué actitud política asumir 
ante la nueva burguesía media emergente peruana, mayoritariamente de 
origen indo-mestizo y campesina; la cual, empleando ampliamente el 
aspecto informal que permite y también utiliza el capitalismo 
neoliberal, súper explota al proletariado peruano bajo su mando, 
manteniéndolo en tan precarias condiciones de trabajo y de vida, sin 
casi ningún derecho social y laboral; lo que, sin embargo, no elimina la
 persistencia de contradicciones intra clasista entre esta nueva y 
subordinada capa capitalista y la gran burguesía criolla tradicional y 
las transnacionales, hegemónicas en nuestro país.
Calurosos saludos,
09-01-15,
David Aguinaga Carrión.
Fuente: Una nueva gran lucha juvenil está emergiendo
David Aguinaga <aguinaga.david@gmail.com>
9 de enero 2015
-.o0o.-
Muchas gracias por su envío
Ramón García Rodríguez <ragarro2002@gmail.com>
10 de enero 2015
David Aguinaga Carrión:
He recibido su correo:
UNA NUEVA GRAN LUCHA JUVENIL POPULAR
ESTA EMERGIENDO
ANUNCIANDO NUEVOS TIEMPOS (…)
Se
 nota que este 2015 es muy importante en el devenir político social de 
nuestro país. Me interesan sobremanera los énfasis que he agregado. 
Antes he recibido un artículo de Gustavo Espinoza M. del Colectivo de Dirección de Nuestra Bandera Su título es Un Año Decisivo. De él extraigo lo siguiente:
“El
 2015, no será ‘horrible’ para el Perú, sino un año decisivo para 
nuestro pueblo, empeñado como está en la lucha por un país mejor. (…) 
Deberá avanzar rápidamente para lograr cuatro objetivos definidos: forjar una unidad básica que le permita golpear en la misma dirección y a los mismos enemigos; organizar a la ciudadanía para desmontar y derrotar las maniobras sediciosas de la reacción; elevar la conciencia política de las masas para que se proyecten de manera creadora y competitiva en el escenario; y promover
 y alentar las luchas en defensa de las riquezas básicas, la soberanía 
nacional, la democracia social y la justicia plena- Todo esto requiere 
una política independiente, y de clase. (…) La experiencia nos ha 
demostrado, sin embargo, que no siempre el pueblo tiene la razón. 
Algunas veces, se equivoca. Sobre todo cuando es presa del espontaneísmo
 y la confusión. Y cuando carece -además- de una vanguardia seria que 
oriente y promueva sus luchas”
Me parece que los cuatro objetivos completan muy bien el cuadro de análisis de este año 2015 y sus luchas. Se requiere forjar-organizar-elevar-promover. Pero es evidente la carencia de una vanguardia seria que oriente y promueva sus luchas.
En pocas palabras, se requiere la organización del Socialismo Peruano. Ojalá que el debate actual abra las puertas a este objetivo primordial
Atentamente,
Ragarro
10.01.15
-.o0o.-
David Aguinaga <aguinaga.david@gmail.com>
14 de enero 2015
Agradezco
 también su atención y la difusión de mi escrito. Éste se suma al 
creciente número de opiniones sobre la lucha actual, impulsado por la 
cambiante situación política nacional generada por el nuevo movimiento 
juvenil en multitudinaria acción y que mañana, 15-01-15, tendrá una 
prueba mayor, al coincidir en las calles muy probablemente con 
contingentes sociales y políticos de distintas generaciones, clases y 
capas sociales de nuestro pueblo y otras de la sociedad peruana, en una 
lucha masiva, justa y pacífica, con un objetivo inmediato muy claro: la 
derogatoria de la llamada "Ley Pulpín".
En
 el conjunto de estas distintas opiniones, hay importantes aportes 
progresistas, muy avanzados, de los que aprendemos mucho; al mismo 
tiempo que tampoco faltan los que solo buscan subirse oportunistamente 
al carro puesto en marcha por nuestros jóvenes. En lo que a mí respecta,
 como hombre de pueblo y socialista militante del Movimiento Voz 
Socialista, el propósito inmediato que busco alcanzar ha sido y es el de
 aportar ante a la necesidad planteada en la presente lucha de clases en
 el Perú (donde la gran burguesía peruana, sí que sabe luchar 
clasistamente en todos los campos contra nuestros trabajadores) un 
análisis y medidas políticas prácticas desde el punto de vista 
socialista, lo más concreto que posible.
Como
 en muchas otras jornadas, en la presente también todos los sectores 
populares, socialistas, patrióticos, progresistas y democráticos, y 
principalmente los contingentes más conscientes de la clase obrera y los
 socialistas, estamos ante el reto de hacer un gran esfuerzo de unidad, 
forjando una nueva fase de amplio frente único, como ya se ha dicho, 
particularmente ahora por la derogatoria de la "Ley Pulpín", contra el 
conjunto del andamiaje laboral neoliberal y por urgentes 
reivindicaciones proletarias, populares, democráticas y patrióticas; 
facilitado por la desaceleración económica y, sobre todo, por la 
agudización de la actual crisis política del gobierno de OH y del 
conjunto del régimen político, al mismo tiempo que bregando contra los 
intentos divisionistas, que nunca faltan. El movimiento juvenil, del 
presente y del pasado, lo mismo que el conjunto del movimiento obrero, 
popular, democrático, patriótico, progresista, incluso los socialismos, 
contienen en su seno una gran diversidad y heterogeneidad, expresando a 
distintas capas, clases y tendencias ideológicas, políticas, étnicas, 
generacionales, de género y hasta psicológicas y de estados de ánimo de 
determinados períodos y coyunturas. Por ello, no podemos ni debemos 
exigir a todos estos dentro del frente único, unanimidad ni 
comportamientos de una determinada clase, partido, tendencia o 
generación. Como enseñaba J.C. Mariátegui, para comenzar basta que 
sepamos entendernos y unificarnos con disciplina para la lucha por los 
objetivos concretos y urgentes del día, respetando diferencias y 
personalidades. En el caso de los jóvenes, acordaron unificar sus 
diferentes agrupaciones y representaciones sindicales, culturales y 
políticas en la Coordinadora Juvenil 18 D por Trabajo Digno para la 
derogatoria de la "Ley Pulpín". La consecuencia en la lucha por este 
objetivo inmediato, el respeto por aquellas diferencias y su unificación
 de frente único en la Coordinadora Juvenil 18 D, debe impedir la 
división y reforzar la unidad para la victoria.
Pero,
 como en el progresismo y el propio pueblo, la unidad no se conquista 
sino con lucha (adecuada, correcta, franca, pero lucha) será también 
necesaria e inevitable una nueva fase de debate y lucha ideológica y 
política en el seno de la sociedad, del pueblo, de la clase obrera y del
 movimiento socialista para avanzar por el camino de la unidad para la 
emancipación nacional y social. Cada clase y capa social y cada partido o
 tendencia ideológica y política luchará indudablemente por enrumbar el 
movimiento según sus intereses y orientaciones. Los socialistas también 
tenemos este derecho y este deber. Debemos saberlos cumplir con 
consecuencia, inteligencia y madurez.
Saludos, 
14-01-15
David Aguinaga Carrión.
-.o0o.-.
¡Ánimo y más Ánimo!
21 de enero 2015
David
Aguinaga Carrión:
Muy
 agradecido por su atenta respuesta, plena de convicción y fe. Es muy 
poco el intercambio actual en el ambiente cibernético, y menos de manera
 alturada. Le escribo y le comento subrayando puntos sustanciales de su 
escrito.
| 
(1)En lo que a mí respecta, como hombre de pueblo y socialista militante del Movimiento Voz Socialista, el propósito inmediato que busco alcanzar ha sido y es el de aportar ante a la necesidad planteada en la presente lucha de clases en el Perú (donde la gran burguesía peruana, sí que sabe luchar clasistamente en todos los campos contra nuestros trabajadores) un análisis y medidas políticas prácticas desde el punto de vista socialista, lo más concreto que sea posible. | 
Comparto
 su propósito inmediato, que siempre debe estar en primer plano ante 
cada situación política del día. La crisis económica se expresa en 
crisis social, ésta en crisis cultural y ésta en crisis política. Así, 
si tenemos clara la crisis económica, el resto hasta cae por su peso. 
Cierto, la gran burguesía peruana sí que sabe luchar clasistamente.
 Ante su amo inclina la cerviz, ante el pueblo alza la nariz. Por eso, 
el análisis desde el punto de vista socialista debe expresarse en un 
programa reivindicativo lo más concreto que sea posible. Y emplearlo y 
difundirlo como nuestra arma de lucha.
| 
(2)Principalmente los contingentes más conscientes de la clase obrera y los socialistas, estamos ante el reto de hacer un gran esfuerzo de unidad, forjando una nueva fase de amplio frente único. | 
Éste
 es el gran reto de los socialistas. El programa reivindicativo es el 
catalizador de la unidad del pueblo trabajador y que expresa la unidad 
interna del socialismo. Y así como hay socialismos y socialismos, hay 
frentes y frentes. Como es un programa reivindicativo concreto, de 
acuerdo a nuestra realidad actual, sobre su base se puede forjar el 
frente único, frente unido, frente amplio.
| 
(3)Contra el conjunto del andamiaje laboral neoliberal y por urgentes reivindicaciones proletarias, populares, democráticas y patrióticas. | 
Este
 programa reivindicativo tiene como eje central las urgentes 
reivindicaciones proletarias, populares, democráticas, patrióticas. Lo 
primero es la reivindicación del asalariado (en la ciudad y el campo) Lo
 segundo es la reivindicación del trabajador independiente 
(micro-pequeño-mediano empresario) Lo tercero es la reivindicación de la
 burguesía profesional (de profesiones liberales) Lo cuarto es la 
reivindicación de patriotas que critican la situación actual de nuestro 
país (así sean millonarios)
| 
(4)Incluso los socialismos, contienen en su seno una gran diversidad y heterogeneidad,
 expresando a distintas capas, clases y tendencias ideológicas, 
políticas, étnicas, generacionales, de género y hasta psicológicas y de 
estados de ánimo de determinados períodos y coyunturas. | 
En
 verdad, hay socialismos en plural. Y todos ellos parten de las clases y
 la lucha de clases. Pero básicamente son dos. El socialismo burgués 
asume la teoría liberal de la lucha de clases; y por eso plantea en 
primer plano la reforma del Estado (la “lucha contra la corrupción”, 
p.e.) El socialismo proletario parte de la realidad concreta 
semicolonial de nuestro país con capitalismo marginal y plantea un 
Estado de nuevo tipo, un Perú Integral, un Perú de Todas las Sangres.
| 
(5)Para comenzar basta que sepamos entendernos y unificarnos con disciplina para la lucha por los objetivos concretos y urgentes del día, respetando diferencias y personalidades. | 
Me
 parece muy cierto lo que señala. La unidad con disciplina la da el 
programa reivindicativo concreto. Primero tenemos, pues, que 
desarrollarlo y aprobarlo (unidad) Y luego tenemos que difundirlo 
masivamente (disciplina) Esta tarea del presente sólo la pueden abordar 
socialistas militantes como usted. Y que los hay, ¡los hay!
| 
(6)Cada
 clase y capa social y cada partido o tendencia ideológica y política 
luchará indudablemente por enrumbar el movimiento según sus intereses y 
orientaciones. Los socialistas también tenemos este derecho y este deber. Debemos saberlos cumplir con consecuencia, inteligencia y madurez. | 
¡Los socialistas militantes también tenemos este derecho!
 Me parece que no puede ser más oportuna su aclaración. Seguro ha notado
 que en el ambiente político se habla de izquierda hasta la saciedad. ¡Y se silencia el socialismo! Peor aún, ¡se silencia nuestro socialismo!, que más se conoce y aprecia por fuera que por dentro del país.
Como
 socialistas militantes debemos aferrarnos a este derecho y cumplir 
nuestro deber. Basta ya de seguir como furgón de cola de la “izquierda”,
 que en nuestro país da hasta vergüenza con su historial de lacaya del 
interés transnacional.
Menciona usted su Movimiento Voz Socialista.
 Me parece que bien podría ser la base para promover una reunión con un 
objetivo específico, forjar una unidad inicial con otros socialistas 
militantes (activistas individuales o grupos así sean pequeños), para 
elaborar previamente un Programa Reivindicativo concreto, de 
acuerdo a la actual realidad concreta de nuestro país, básico para la 
lucha actual y próxima. En lo que pueda colaborar, estoy a sus órdenes 
porque, como siempre:
¡HAY, HERMANOS, MUCHÍSIMO QUÉ HACER!
Ragarro
21.01.15
-.o0o.-
FEBRERO
APUNTES SOBRE EL ORIGEN Y DESARROLLO
DE LA LUCHA DEL NUEVO
MOVIMIENTO JUVENIL PERUANO (I)
Redactado por David Aguinaga Carrión,
militante del Movimiento Voz Socialista
06-02-15
Lo
 que sigue es una versión revisada en su redacción y con pequeñas 
complementaciones que no cambian la esencia de su versión original, 
aparecida el 31 de enero del presente año.
Celebramos con
 mucha alegría la culminación victoriosa de una primera etapa del nuevo 
movimiento juvenil popular peruano, que nació y se acrecentó en los 
últimos tres meses, sacudiendo a la población de Lima y desde aquí a 
todo el país; estimulando, al mismo tiempo, el resurgimiento del 
conjunto del movimiento popular peruano.
La forja de la unidad en este amplio y heterogéneo movimiento juvenil
Además
 de la rápida reacción de lucha de los jóvenes ante la imposición de la 
Ley de sobre explotación juvenil, alertados por algunos analistas 
laborales, congresistas progresistas y jóvenes dirigentes sindicales y 
políticos, otro de
 los principales factores que permitieron el acelerado desarrollo, tan 
multitudinario, combativo y victorioso de este nuevo movimiento juvenil,
 ha sido su composición social heterogénea, plural, muy variada;
 con la entusiasta, alegre, creativa y al mismo tiempo indignada 
participación de diversas colectivos, sindicatos y tendencias políticas 
de jóvenes estudiantes, trabajadores, desempleados; de agrupaciones 
culturales y barriales y, por supuesto, también de una mayoría de 
jóvenes sin partido. Ello, unido a la amplitud y habilidad de sus 
emergentes líderes, ajenos tanto al sectarismo y dogmatismo, como a 
negociados bajo la mesa con los intereses de las mayorías y en beneficio
 personal o de grupo, contribuyeron a estimular e impulsar esta unidad, 
hasta lograr -entre bases y líderes- la conformación de un amplio y dinámico frente unitario de masas juveniles,
 unido por el objetivo común de derogar la llamada “ley pulpín”, en 
lucha contra un gobierno hasta el último minuto servil a la angurria 
capitalista neoliberal, principalmente de la CONFIEP y las 
transnacionales.
El trasfondo social de la unidad y heterogeneidad juvenil en el Perú de hoy
Pero
 hay un trasfondo social, que ciertamente no agota toda la explicación 
de esta enorme variedad y riqueza de manifestaciones multitudinarias de 
nuestra juventud, pero sí alumbra su matriz fundamental. En el contexto 
social concreto de la presente fase de desarrollo capitalista neoliberal
 en nuestro país, en la que ha crecido y se ha educado desde muy niños 
esta nueva generación popular en lucha, la unidad de este 
enorme conglomerado juvenil, mantenida felizmente -en medio de sus 
naturales y crecientes contradicciones internas- hasta su primer triunfo
 el 26-01-15, se sustenta en la naturaleza básicamente popular
 de la gran mayoría de sus diversos integrantes, frente a la amenaza 
-como actuales o futuros trabajadores- de aquel dispositivo legal de 
sobre explotación capitalista. En tal circunstancia, estos jóvenes 
comprendieron que no les quedaba otra que luchar unidos hasta vencer, 
que la división hubiera sido no solo la derrota sino la frustración y la
 condena del pueblo que -de cerca o de lejos- los acompañaba, los 
alentaba y los observaba con gran esperanza, animado a reingresar a la 
lucha con más fuerza en esta mejor situación.
Más aún, en este mismo proceso, empezaron los jóvenes a aprender y/o consolidar el aprendizaje de una renovada moral de lucha,
 de nunca dejarse pisotear como pueblo por los de arriba (“Vamos pueblo,
 carajo, el pueblo no se rinde, carajo”) irradiando también esta moral 
regeneradora a adultos y niños, y cuestionando implícitamente, por 
ejemplo, aquella moral sínica de apoyo al que “roba pero hace obra”.
Mientras que la heterogeneidad
 del presente movimiento juvenil fluye de la pertenencia de estos 
jóvenes a las distintas clases y capas sociales del pueblo: los jóvenes 
de la clase obrera en actividad y los que hoy están despedidos o 
desempleados, las capas alta y media de la pequeña burguesía (o clase 
media) así como su capa más baja y pobre, sociológicamente conocida 
también como semi proletariado; sin dejar, además, de considerar a la 
nueva burguesía media emergente, principalmente a la más numerosa, la de
 origen indo-mestizo, ya que no pocos de sus retoños han participado 
también en esta lucha juvenil; no pudiendo evitar de preguntarnos, 
sociológicamente hablando, qué motivaciones -conscientes o 
inconscientes- los entusiasmaron a participar. Incluso, debemos tomar 
nota de la participación de algunos jóvenes de la gran burguesía 
tradicional, ya sea porque fueron temporalmente ganados románticamente 
por la lucha de la juventud popular o porque querían conocer de cerca a 
este movimiento, para otros fines, que la investigación social y la 
experiencia futura nos aclararán. ¿Cuál fue, por ejemplo, el objetivo de
 la juventud aprista? La mayoría de sus militantes participantes en las 
movilizaciones son de las capas alta y media de la pequeña burguesía, 
pero los objetivos y conducta práctica de su partido son cada vez más 
los de un partido de ultra derecha, al servicio de la gran burguesía 
criolla. Por último, no nos hemos referido aquí a las diversas capas de 
la juventud campesina, debido a que la presente ha sido una lucha 
principalmente urbana y centrada en la relación fundamental del 
capitalismo, capital-trabajo; pero estamos persuadidos que en su 
ulterior desarrollo, los jóvenes campesinos y en general los 
trabajadores del campo se incorporarán también a ésta brega, en primer 
lugar, el proletariado rural, tan explotado dentro de uno de los 
infames regímenes laborales “especiales” impuestos por el 
neoliberalismo.
No
 podemos terminar esta sintética apreciación sobre la heterogeneidad del
 presente movimiento juvenil sin tener en cuenta, al mismo tiempo, la 
presencia en esta lucha de las vertientes étnicas y de género, que 
también atraviesan transversalmente a la juventud de todas aquellas 
clases y capas sociales en el Perú del presente y sobre todo en la Lima 
actual de “todas las sangres”. Hablando de participación por sexos, se 
ha notado claramente la participación de gran cantidad de jóvenes 
mujeres. Unos calculan 40 por ciento del total de participantes y otros 
incluso 45, es decir, casi tablas con los varones, lo cual constituye 
otro importante avance estratégico. Y si hablamos de género, además de 
los jóvenes heterosexuales han participado también jóvenes identificados
 genéricamente como LGBTI. Refiriéndonos a la cuestión étnica en las 
movilizaciones, es evidente la participación principalmente jóvenes de 
la vertiente indo-mestiza, pero también de la vertiente hispano-criolla,
 participantes fundamentales ambas del complejo y difícil pero real 
proceso de mestizaje en el Perú, al que han sumado su participación 
grupos afro peruanos y asiático peruanos. Mestizaje no solo racial sino 
sobre todo cultural y político, de creación y consolidación de la nación
 y el país peruanos, integral o de “todas las sangres”.
Presencia de jóvenes militantes de organizaciones políticas al interior de este gran frente único juvenil
Es
 un dato de la realidad que la gran mayoría de participantes de la lucha
 juvenil son muchachos sin partido, pero igualmente no es ningún 
secreto, ninguna rareza, ni mucho menos motivo de vergüenza y 
ocultamiento, que al interior de esta heterogénea masa juvenil existen 
hoy en día también -y en buena hora- jóvenes militantes organizados, 
simpatizantes y amigos de distintas colectividades políticas, tanto en 
las bases como entre sus líderes, voceros o representantes; militantes 
juveniles que, por lo demás, han participado abiertamente, sobre todo en
 las tres primeras movilizaciones, con sus banderolas, pancartas y 
comunicados partidarios, tales como el Frente Amplio y sus varias 
tendencias integrantes, como Tierra y Libertad, el Movimiento por el 
Poder Popular, Pueblo Unido e Integración Estudiantil; el MAS, el Foro 
Juvenil de Izquierda, el Movimiento Voz Socialista, el Partido Comunista
 Peruano, el Partido Socialista e incluso el APRA, a través de “Renovar”
 y hasta el MOVADEF, entre otros; buscando legítimamente incidir con sus
 políticas y encausar de alguna manera al movimiento juvenil según sus 
propuestas programáticas y tácticas. Repito que esto no tiene nada de 
reprobable. Más bien, como lo expresó en su circunstancia J.C. 
Mariátegui, la existencia de grupos y tendencias definidas no es un mal,
 significando, por el contrario, un momento avanzado del movimiento, a 
condición que tales grupos se sepan entender y concertar ante la 
realidad concreta y los objetivos comunes de las masas.
Lo
 negativo radica en asolapar tal militancia y objetivos políticos ante 
las mayorías juveniles sin partido, pretendiendo aparecer apartidistamente
 solo como “jóvenes”, “bases”, “zonas”, totalmente autónomas e 
“incontaminadas” de partidismo; cuando muchos saben, y, sobre todo, 
aquellos saben, que eso no es cierto. Peor aún, cuando señalan y 
critican la militancia de líderes juveniles de otras organizaciones 
políticas presentes en este movimiento juvenil, crítica particularmente 
dirigida a jóvenes que participan en los niveles de liderazgo o vocería,
 sin ocultar sus convicciones ni militancia políticas, pero que, al 
mismo tiempo, defienden y aplican una política de amplio frente único 
con todos los sectores sociales y políticos que luchan por el objetivo 
común. En un escenario donde la mayoría de jóvenes no solo no tiene 
militancia o simpatía político partidaria, sino que ha sufrido la gran 
influencia anti partido, vertida en la sociedad con mayor fuerza desde 
el fujimorismo (mientras éste movimiento hipócritamente organizaba su 
propio partido emergente, cambiándole de nombre cada vez que se quemaba o
 perdía una elección) donde los partidos tradicionales y emergentes más 
conocidos son corruptos, mentirosos, demagogos, caudillistas, 
burocráticos y utilizadores del pueblo y de los electores para sus fines
 de grupo y al servicio de los poderosos; en tal escenario, la juventud 
popular en lucha, lógicamente no quiere ser manipulada de la manera que 
lo hacen los partidos tradicionales; así se denominen de derecha, centro
 o de izquierda.
Pero
 ante esta realidad, la solución progresista y revolucionaria no debe 
ser el temor, la mentira ni en asolapamiento vergonzante sino un amplio 
espíritu y práctica de unidad en la diversidad en lucha y desde ahí, un 
gran esfuerzo partidario por demostrar en los hechos y en la teoría y, 
ante todo, con el ejemplo, la superioridad ideológica, política y moral 
del partido o colectivo que se trate; distante no solo del oportunismo, 
la demagogia y la utilización del pueblo, sino también del sectarismo 
monopolizador anti frente unitario. Con todo derecho considero por ello,
 que no es un exceso de suspicacia inferir que, quienes siendo 
militantes de partidos fungen de apartidistas, lo hacen con el erróneo 
propósito de monopolizar la conducción del movimiento de masas mediante 
engaños; lo que podría derivar no solo en sectarismo sino una precoz 
doblez política, que no debe prosperar. A conductas similares, 
pretendidamente apartidista, pero realmente de partidismo monopolizador,
 un histórico conductor político revolucionario de estatura mundial les 
denominaba “partidismo hipócrita”.
Tensión entre la centralización metropolitana y la organización territorial
Reparando en aquella
 diversidad y complejidad tan dinámica de este nuevo y masivo movimiento
 juvenil, y aquellas incomprensiones “apartidistas” que desconocen el 
frente único en ciertos liderazgos, no sorprende que su proceso de 
unificación y organización de frente unitaria haya adquirido por ahora 
la forma de una fuerte tensión y contraposición entre, por un lado, su 
necesidad de centralización metropolitana (Coordinadora Juvenil 18D por 
Trabajo Digno) y, por el otro, de ir organizando su estructura social de
 bases, no solo por sectores funcionales (estudiantil, sindical obrero y
 de empleados) sino también territorial (las zonas) con creciente 
inserción local en los distritos y los llamados conos; en lo que debe 
ser un lógico movimiento democrático participativo de “arriba” hacia 
“abajo” y de “abajo” hacia “arriba” (y comienzo por la relación de 
arriba hacia abajo, porque históricamente así comenzó a 
vertebrarse este gran movimiento juvenil, con la inicial acción de 
denuncia, coordinación y convocatoria por parte de un inicialmente menos
 numeroso contingente de jóvenes; más allá de quienes hayan sido estos y
 a qué organización política, sindical o estudiantil pertenezcan).
En
 esta relación, una postura extrema hubiera sido persistir, más allá del
 momento inicial de las primeras coordinaciones, convocatorias a las 
masas juveniles y primeras acciones de lucha contra la ley pulpín, en 
trabajar solo la organización metropolitana de los representantes de la 
CJ18DTD, sin bases organizadas -ni en los sectores funcionales ni en las
 zonas territoriales- lo que hubiera significado un error de caudillismo
 y burocratismo, que lleva a la desorganización. La otra postura extrema
 hubiera sino insistir en la exagerada reivindicación de la total 
autonomía de las zonas, rechazando cualquier coordinación y 
centralización metropolitana de frente único, expresada concretamente en
 el Perú de diciembre 2014-febrero 2015 en la Coordinadora Juvenil 18D 
por Trabajo Digno, lo cual hubiera significado también un error de 
sectarismo y localismo anárquico y divisionista.
Felizmente
 no se consolidaron ni impusieron tales posibilidades extremas, 
manteniéndose hasta el último momento de triunfo del 26 de enero 2015, 
mediante un gran esfuerzo, el frente único de este nuevo movimiento 
juvenil, una de las razones fundamentales por la que precisamente se 
logró ese triunfo; representando un gran aprendizaje y una gran lección 
para todos, jóvenes, adultos y adultos mayores.
Así,
 pues, alcanzar y consolidar la unidad para la lucha y para la victoria 
en aquella heterogeneidad clasista, étnica y político partidista en las 
masas de la juventud popular en lucha en el Perú de hoy (así como de 
cualquier otro sector generacional e intergeneracional popular) solo se 
lo pudo conseguir y solo se la puede mantener y desarrollar si es que 
sus líderes y bases aplican sencilla y sinceramente una amplia política de frente único. De frente unido, frente unitario, frente
 amplio o como mejor se le pueda llamar, pero que sustancialmente 
permita y promueva la participación de todos aquellos sectores sociales,
 organizaciones y personas, dispuestos a combatir por la conquista y 
materialización de los objetivos que se traza el movimiento, de acuerdo a
 los distintos períodos por los que va pasando la lucha.
Frente
 único tanto por arriba, en la organización y centralización 
metropolitana (y mañana, nacional) por el medio (los sectores y las 
zonas) y más abajo aun (distritos y barrios). En términos específicos, 
eso quiere decir hoy, que tanto en la Coordinadora 18D por Trabajo 
Digno, como en las Zonas y distritos, deben (o pueden) participar en una
 sincera relación de frente único los jóvenes sin partido, así como los 
militantes y simpatizantes de los diversos partidos y colectivos 
políticos y culturales que realmente luchan por los objetivos auténticos
 de este movimiento de masas. En otras palabras, ni la Coordinadora 18D 
ni las zonas deben ser monopolio o coto cerrado de ningún partido ni 
grupo de partidos; sin que ello niegue que en uno y otro nivel, tarde o 
temprano, se pueda dar la hegemonía (no el hegemonismo sectario) de una u
 otra colectividad política.
Brotan diversas versiones sobre el origen y desarrollo de este nuevo movimiento juvenil
Ahora
 bien. Una de las importantes expresiones subjetivas (no digo 
necesariamente subjetivistas) del desarrollo de esta gran lucha juvenil y
 de aquellas naturales tensiones y contradicciones, se está expresando, 
sobre todo luego del 26-01-15, en la aparición de varias versiones sobre
 la historia del origen y desarrollo de este corto pero rutilante 
movimiento. Ello es lo más natural del mundo. Así suele suceder, 
particularmente respecto a acontecimientos sociales importantes, 
convertidos muchas veces en arena de lucha ideológica e historiográfica,
 ya que cada clase y capa social y cada partido, colectivo o tendencia 
ideológica y política escribe o reescribe la historia de acuerdo a sus 
particulares impresiones, sentimientos, deseos, ideas, prioridades, 
planes y, en última instancia (consciente o inconscientemente) de 
acuerdo a sus intereses, más o menos amplios.
La versión del colectivo Dignidad
Una
 de estas versiones la ha transmitido Elizabeth Prado en el diario La 
República del miércoles 28-01-15. Ahí señala: “varios chicos ligados al 
activismo en derechos humanos, ecología y causas sociales se enteraron 
que se estaba preparando una ley laboral especial para jóvenes, pero con
 derechos recortados respecto al régimen general”… “Entonces dijeron: 
`Esto no pasa’. Y empezaron a lanzar opiniones por las redes sociales, iniciaron (subrayado mío) la convocatoria y formaron el colectivo Dignidad, una plataforma mediática a debatir este asunto.”
No
 dudo en absoluto que estos jóvenes hayan experimentado todos esos 
alturados sentimientos y reacciones, materializándolos en una intensa 
convocatoria de muchos más jóvenes para la lucha, a través de las redes 
sociales virtuales. Pero, desde la información que poseo, me siento en 
la necesidad y el deber de participar también en escribir y “reescribir”
 esta historia, a la espera de que jóvenes que han participado desde 
dentro del este gran movimiento de su generación lo hagan con mayor 
conocimiento y detalle vivencial. La versión del colectivo Dignidad, en 
parte quizás por ser la bastante inicial, se reduce todavía a una 
descripción de sus reacciones, inmediatamente después de la promulgación
 de la ley pulpín, sin esbozar siquiera el contexto social concreto en 
que se produce ni explicar y reivindicar los antecedentes del actual 
movimiento juvenil, por lo menos los más cercanos; para no hablar ya del
 desconocimiento completo de los primeros esfuerzos de jóvenes 
dirigentes sindicales obreros en los orígenes de esta lucha.
La versión del congresista Manuel Dammert
Ha
 sido publicada también la versión de un veterano protagonista de la ex 
IU y actual congresista, Manuel Dammert. Él ha acompañado a este 
movimiento juvenil en su fase de despliegue multitudinario, aportando, 
además de su respaldo en las calles y en gestiones en el Congreso, un 
conjunto de interpretaciones y reflexiones progresistas y unitarias 
sobre aquel movimiento y su breve historia: “Entre el 18 de diciembre 
del 2014 y el 26 de enero 2015, se ha iniciado un vuelco clave en la 
historia del Perú. Sus actores decisivos son los jóvenes. Han sido 
jornadas de lucha en todo el país, conquistando la derogatoria de la ley
 de semiesclavitud juvenil”,… “En estos 39 días, jóvenes de todos los 
sectores y lugares, agrupados en diversas modalidades creativas, 
coordinados en #C18D, arrinconaron al Gobierno y derrotaron la agenda 
neoliberal de precarización social y subordinación nacional”. Luego, el 
congresista sintetiza su opinión, buscando ubicar históricamente a este 
movimiento juvenil y resaltando su papel en el seno del conjunto del 
movimiento popular: “Reitero: estamos ante una nueva generación, la del 
bicentenario nacional, que irrumpe en la escena política social y 
convoca a todos a esta lucha” (Diario UNO, del jueves 29-01-15).
Coincido
 con buena parte de estas afirmaciones, pensando, al mismo tiempo, que 
se requiere ahondar y concretar más la ubicación histórico social de 
este movimiento juvenil y su contexto social, solo en el cual se puede 
rastrear más concretamente sus nada casuales antecedentes y su verdadero
 nacimiento, sin tomar en cuenta solo la fase de su despliegue masivo a 
partir del 18D 2015, cuando ya se había concretado y superado la difícil
 fase inicial de conocimiento del dispositivo político legal por los 
primeros impulsores, de convocatoria y organización de los primeros 
núcleos juveniles organizadores y de realización de los primeros 
plantones y movilizaciones, antes del 18 D 2015.
Continuaremos.
Zona de los archivos adjuntos. Vista previa del archivo adjunto Historia MJ.docx
-.o0o.-
Historia MJ.docx
David
Aguinaga:
Gracias por su envío, resumen de actualidad.
Espero le haya llegado mi anterior correo.
Si no, se lo puedo reenviar.
Saludos
Ragarro
07.02.15
-.o0o.-.
ABRIL
En un día memorable
Estimado
David Aguinaga:
De
 mi anterior (07.02.15) tampoco tengo su acuse de recibo. Sin embargo, 
como usted levanta las banderas del Movimiento Socialista, aprovecho la 
ocasión para recordar los 85 años del fallecimiento del Amauta 
Mariátegui, cuyo postrer mensaje fue:
| 
NO PUEDE HABER RENOVACIÓN SINO SOBRE LA BASE DE GRANDES PRINCIPIOS. ¡TRABAJEN MUCHO! | 
Como
 se nota que usted trabaja mucho por el movimiento socialista, dejo a un
 lado su silencio y subrayo su lucha por hacer realidad sus sueños. Por 
eso:
| 
DALE VIDA A TUS SUEÑOS 
     
 Dale vida a tus sueños que alimentan el alma, no los confundas nunca 
con realidades vanas. Y aunque tu mente sienta necesidad, humana, de 
conseguir las metas y de escalar montañas, nunca rompas tus sueños, 
porque matas el alma. 
     
 Dale vida a tus sueños aunque te llamen loco, no los dejes que mueran 
de hastío, poco a poco, no les rompas las alas, que son de fantasía, y 
déjalos que vuelen contigo en compañía. 
     
 Dale vida a tus sueños y, con ellos volando, tocarás las estrellas y el
 viento, susurrando te contará secretos que para ti ha guardado y 
sentirás el cuerpo con caricias, bañado del alma que despierta para 
estar a tu lado. 
     
 Dale vida a tus sueños que tienes escondidos, descubrirás que puedes 
vivir estos momentos con los ojos abiertos y los miedos dormidos, con 
los ojos cerrados y los sueños despiertos. 
Mario Benedetti | 
Le deseo éxitos en su actividad, y que sus sueños de hagan realidad.
Ragarro
16 04.15
-.o0o.-
MAYO
Respuesta a RGR
11 de mayo 2015
Estimado
c. Ramón García Rodríguez:
Luego
 de saludarlo atentamente, antes de cualquier explicación sobre mi 
tardanza en contestar sus comunicaciones, quiero darle mis disculpas por
 tal demora. Al leer con bastante retraso -recién hace dos días- su 
último envío del 15-04-15, me dispuse rápidamente a corregir este error;
 más aún en consideración a su larga experiencia en el movimiento 
socialista, la amplia cultura general y política que expresan sus 
escritos y por haber cumplido un determinado papel en la historia de las
 últimas décadas del movimiento socialista del Perú; labor que, como la 
de todos los dirigentes, es o debe ser siempre motivo de conocimiento, 
valoración y evaluación científica y revolucionaria.
Agradezco
 sus palabras sobre la cuantía de mi trabajo político, pero considero 
que, por un conjunto de razones objetivas y subjetivas, mi labor no es 
aún lo suficiente en relación a las necesidades y demandas del 
desarrollo del movimiento socialista proletario en nuestro país.
Pasando
 al contenido de sus envíos, considero que el aspecto principal de estos
 reside en su propuesta del 21-01-15, de un mecanismo para “forjar la 
unidad inicial con otros socialistas”. He informado a mi organización 
sobre su propuesta, pero dado el vital contenido de este tema, aún no ha
 podido ser tratada ni resuelta por el organismo de dirección ni por 
nuestro secretario general con el suficiente tiempo e integralidad que 
requiere; debido, en primer lugar, a la dinámica y exigencias urgentes 
de la lucha política práctica en la que estamos embarcados, 
principalmente en la lucha juvenil y el combate de la vanguardia obrera 
contra el DS 013-2014 (ceses colectivos) y el proyecto de ley 4008 
(reducción del 20% del salario) así como a nuestra contribución en la 
concertación de varios contingentes organizados de esta vanguardia 
proletaria; en segundo lugar, a las tareas de preparación de nuestra 
propaganda escrita (impresa y virtual) y, en tercer lugar, a las 
relaciones y discusiones iniciadas con determinadas organizaciones de 
las izquierdas para ver una alternativa en la lucha electoral del 2016. 
Si a ello le adicionamos las 8 horas laborales que personalmente cumplo,
 también para subsistir, podrá comprender usted la demora en 
contestarle; sin dejar de reconocer el error específico de no haberle 
trasmitido antes esta situación. Por ello, luego de informarle a la 
dirección de mi organización mi lectura de su correo del 15-04-15, ésta 
me pidió saludarlo y transmitirle nuestra disposición a avanzar el 
intercambio de información y opiniones con usted, y con ustedes, sobre 
el vital tema propuesto. Sobre esa base, adelantaré una opinión 
personal.
Como
 producto de su experiencia y de su correspondiente estudio de la 
experiencia nacional e internacional, cada agrupación socialista tiene 
no solo sus respectivas opiniones y propuestas sobre las formas y 
caminos para desarrollar el movimiento y la unidad de los socialistas, 
sino labores prácticas ya más o menos avanzadas en ese sentido. Le 
informo que nuestra organización, sobre la base del trabajo político que
 hemos venido desarrollando estos años en la clase obrera, el movimiento
 juvenil y las izquierdas, viene trabajando una propuesta para generar 
un más amplio movimiento por el socialismo, que busca incluir no solo a 
los militantes de nuestra agrupación, sino a trabajadores e 
izquierdistas de vanguardia que adhieren al socialismo y con quienes se 
ha venido cumpliendo labores sindicales y políticas conjuntas durante ya
 cierto tiempo. Pero, es también necesario escuchar y considerar otras 
propuestas y la sugerencia de otros caminos.
Propone
 usted una reunión, que podría ser promovida por Voz Socialista, “para 
elaborar previamente un programa reivindicativo concreto, de acuerdo a 
la realidad concreta de nuestro país, básico para la lucha actual y 
próxima”. Lo anterior tendría “un objetivo específico, forjar la unidad 
inicial con otros socialistas militantes (activistas individuales o 
grupos así sean pequeños)”
Pongo
 por delante nuestra disposición y agrado por toda coordinación y 
acuerdo con cualquier sector de nuestro pueblo, de las izquierdas y más 
aún de los socialistas para desarrollar la lucha concreta diaria contra 
nuestros enemigos de clase y en defensa de los intereses de nuestro 
pueblo. En ese sentido bienvenida sea su propuesta y próximamente por 
nuestra parte estaremos sugiriendo formas específicas de concretar esta 
participación conjunta en las instancias y luchas concretas del 
movimiento obrero, popular, de izquierdas y progresista.
Pero
 creo que la lucha por la unidad de los socialistas tiene otra esencia 
particular. Desde mi experiencia y punto de vista, la unidad inicial 
entre socialistas que usted propone tiene la característica de una 
concertación de frente único reivindicativo, la que efectivamente se da 
en base a un programa reivindicativo específico. Aun en el caso de que 
se aplique consecuentemente este programa en la lucha de clases 
concreta, resulta insuficiente para nuestros objetivos socialistas. 
Ciertamente que cualquier proceso de unidad de los socialistas debe 
efectuarse infaltablemente al calor de su participación disciplinada en 
la lucha obrera, popular, democrática y patriótica, sobre la base de 
propuestas específicas de lucha, en distintos niveles de frente único en
 la sociedad, según la composición clasista de las masas de que se 
trate, de tal manera que la coordinación y discusión de los socialistas 
no resulte intelectualista, abstracta, diletante y sin ninguna 
responsabilidad ni repercusión en la lucha del pueblo. Pero, la esencia 
particular de la relación de lucha por la unidad de los socialistas 
radica en el intercambio y la discusión (y el posterior acuerdo 
revolucionario) de los correspondientes planteamientos ideológicos, 
teóricos, programáticos, estratégicos y tácticos de las agrupaciones 
socialistas participantes en el proceso de unidad, incluyendo 
necesariamente, a esta altura de la vida del movimiento socialista 
peruano, la evaluación de su historia y situación actual, por lo menos 
en sus rasgos más esenciales y sus hitos más importantes. Mientras no 
concluya la discusión y no se logren acuerdos fundamentales, la labor 
político práctica coordinada, lógicamente prosigue.
Creo,
 además, que tal proceso no debe ser cerrado sino principalmente 
público, en particular a través de la prensa impresa y virtual; que 
sirva al mismo tiempo en el esclarecimiento de los trabajadores y 
luchadores sociales de vanguardia y la atracción nuevos adherentes; 
permitiendo al mismo tiempo la participación de todos los núcleos y 
personalidades sinceramente socialistas del Perú.
Estas
 discusiones deberían basarse en la comprensión del momento 
histórico-estructural actual, mundial y nacional, particularmente de la 
situación de la clase obrera peruana, en relación con las otras clases 
sociales del país, como base social infaltable del movimiento socialista
 y de sus contradicciones, en aplicación científica y creadora del 
marxismo, en su desarrollo contemporáneo; de tal manera que permita una 
discusión objetiva de las tareas actuales de los socialistas peruanos. 
Por nuestra parte consideramos que desde inicios del presente siglo, ha 
venido desarrollándose en el Perú una nueva fase de desarrollo 
capitalista, básica y principal (pero no exclusivamente) primario 
exportadora, sobre todo extractiva, en los marcos dominantes de la 
economía y política neoliberal de las transnacionales y la gran 
burguesía peruana; pero de la que también se beneficia -secundaria pero 
efectivamente- la nueva burguesía emergente indo-mestiza, 
particularmente por la casi total carencia de derechos de sus 
trabajadores. Esta fase de desarrollo capitalista, que ha entrado ya en 
lo que algunos denominan desaceleración (en el marco de la fase 
depresiva del capitalismo mundial, iniciado con su crisis periódica del 
2007-2009) dirigiéndose hacia una nueva crisis periódica de la economía 
peruana, de todas formas en su período de auge ha impulsado la 
recuperación demográfica y una nueva recomposición social de la clase 
obrera peruana; clase que ha reiniciado ya su lucha, acrecentándola tras
 el impactante estímulo de la lucha juvenil popular contra la Ley 
“Pulpín”.
Pero,
 además, como en la actualidad, la prioridad del gran capitalismo en el 
Perú es la extracción minera, petrolera y gasífera, que irracionalmente 
se está extendiendo más y más por el país, incluyendo zonas de reserva 
ecológica y fecundas áreas de producción agrícola, poniendo al mismo 
tiempo en serio peligro y generando ya grave daño a los delicados 
equilibrios ecológicos evolucionados en nuestro territorio nacional; así
 como también expulsando o buscado expulsar de esos territorios a los 
productores agrarios, por todo ello, estos campesinos (pobres, medios y 
algunos ricos -burguesía emergente rural), en tanto pequeños y medianos 
productores y propietarios y las comunidades campesinas y nativas (que 
también contienen en su interior un proceso más o menos avanzado de la 
anteriormente mencionada diferenciación campesina) han acrecentado su 
lucha contra la aplanadora extractivista de las transnacionales y la 
gran burguesía minera nativa, que amenaza su propia existencia social 
como campesinos, tal como está sucediendo en Cajamarca, Espinar, Islay y
 muchos otros lugares del Perú. En ese preciso sentido, estos 
productores agrarios se vienen constituyendo en una importante fuerza 
anti gran capitalismo en el campo, es decir contra la gran propiedad y 
la gran producción capitalista extractivista y en un potencial aliado 
estratégico de la clase obrera en la lucha por el socialismo. Si miramos
 abstracta y doctrinaristamente este proceso, se podría decir que 
alentamos el romántico retroceso productivo e histórico del pequeño 
propietario agrario frente a la gran producción capitalista o cuando 
menos una posición conservadora, como opinan algunos compañeros 
demasiados entusiasmados con esta última fase de desarrollo capitalista 
neoliberal. Pero analizado en su real contexto internacional y nacional,
 sobre todo en el presente período de prolongada depresión capitalista 
mundial desde el 2007 (y de la creciente crisis ecológica planetaria) 
así como las intensas convulsiones que dicha crisis económica 
capitalista está generando por el mundo, la táctica anteriormente 
señalada resulta un pequeño, conveniente y necesario paso atrás, para 
dar dos adelante.
En
 este contexto de lucha de clases, más favorable para nosotros que el 
largo período anterior de estancamiento y retroceso productivo y 
económico-social, de desindustrialización y “desproletarización” de los 
años 80 y 90 del siglo pasado, se está reiniciando también la 
recuperación del movimiento socialista en nuestro país; luchando por 
superar su ya larga situación de dispersión ideológica, política y 
organizativa, expresada en una serie de tendencias y matices de 
tendencias ideo políticas; corporizadas en organizaciones, grupos, 
comités, círculos y personalidades sueltas que manifiestan trabajar por 
el socialismo; algunas de las cuales están o han estado concertados en 
alianzas o frentes políticos, como IU, MNI, Confluencia por Lima o el 
Frente Amplio y dentro de las cuales existen también revolucionarios que
 luchan por el socialismo.
Estas
 tendencias y agrupaciones dispersas o débilmente concertadas, han 
venido actuando al interior de aquella lucha de clases, orientadas por 
variadas interpretaciones ideológicas, teóricas y programáticas del 
socialismo y por distintas estrategias y tácticas de lucha. Algunas han 
conseguido algún nivel de inicial inserción y reconocimiento en el 
movimiento popular, en la vanguardia actual de la clase obrera y/o de 
otros trabajadores, así como en el nuevo movimiento juvenil, 
participando en una variedad de formas de lucha, tanto las directas como
 la electoral, mientras que otras tendencia y agrupaciones han preferido
 un trabajo preponderantemente intelectual y semi cerrado, rechazando en
 algunos casos la participación electoral o, en otros, aceptándola solo 
de palabra, sin su correspondiente correlato práctico efectivo; 
manteniéndose en una resignada marginalidad. Estas distintas conductas 
políticas le han conferido también a cada una de estas tendencias y 
agrupaciones una distinta identidad y estilo de trabajo característico.
Pero,
 como siempre, el eje y núcleo de la dinámica de desarrollo de estas 
tendencias y agrupaciones por la unidad de los socialistas y la 
recuperación y desarrollo del movimiento socialista, ha estado y está 
constituido por la contradicción, es decir la unidad y lucha al interior
 de cada una de estas agrupaciones y entre todas éstas, entre las 
fuerzas que pugnan por el resurgimiento o renacimiento socialista 
proletario del movimiento socialista peruano, por un lado, y por su 
degeneración pequeñoburguesa y burguesa, su mayor disgregación y su 
liquidación, por el otro.
En
 lo que respecta a nuestro Movimiento Voz Socialista, luego de su 
surgimiento como agrupación socialista, ante el marcado cambio del 
panorama económico social y político en el Perú desde 1980 (después de 
las transformaciones burguesas velasquistas de la primera mitad de los 
70 del siglo pasado y de la masiva lucha obrero-popular urbana de la 
segunda mitad de esa década), principalmente ante la 
desindustrialización del país, la fuerte disminución de la clase obrera 
industrial, el proceso de guerra interna y, luego, ante el agotamiento y
 colapso del socialismo mundial del siglo XX, nos vimos obligados a 
aplicar una prolongada táctica de resistencia, que entre otras cosas 
implicó impulsar las necesarias alianzas a distintos niveles, mucho más 
allá de los núcleos socialistas, y no pocas veces, sin varios de estos 
núcleos que rechazaban tales alianzas que permitieran enfrenar la 
integral contraofensiva global de los grandes enemigos de los 
trabajadores y los socialistas.
Pero
 lo hicimos sin olvidar jamás los objetivos y deberes socialistas 
proletarios mayores del movimiento socialista, luchando más bien por 
crear de manera concreta mejores condiciones para su ulterior 
recuperación y desarrollo revolucionario. Por ello, nunca hemos actuado 
vergonzantemente ante nuestras alianzas con las agrupaciones no 
socialistas proletarias en Izquierda Unida, el MNI, en el Frente Amplio 
de Izquierda, con Perú Posible frente al fujimorato, con la Coordinadora
 Político Social, con Fuerza Social de Susana Villarán para las 
elecciones municipales del 2010 y el 2014 y el 2011 con el nacionalismo 
de Ollanta Humala frente al apro-fujimorismo, conociendo de la 
naturaleza clasista y límites políticos no socialista proletaria de sus 
orientaciones y prácticas y sin forjarnos ninguna ilusión al respecto, 
pero sabiendo, al mismo tiempo, de la necesidad e importancia de dichas 
alianzas en cada una de aquellas coyunturas políticas tan adversas. 
Pudimos habernos abstenido de hacerlo, cediendo a nuestros temores, a la
 comodidad que permite la abstención electoral y política en general, 
ahorrándonos las trabajosas pugnas por las alianzas y manteniendo un 
incontaminado purismo “socialista”. Pero hubiera sido tan solo, repito, 
la justificación de los temores y comodidades pequeñoburgueses semi 
anarquistas que todos llevamos por dentro, perjudicando con ello la 
lucha por la recuperación del movimiento socialista, dejándole la cancha
 libre a la burguesía y la pequeña burguesía. Por esta misma razón, 
próximamente explicitaremos con toda claridad y lucharemos con energía 
por establecer los compromisos con las agrupaciones y frentes de las 
izquierdas y progresistas que sean políticamente necesarios para la 
lucha directa y las elecciones del 2016 y 2018; lo cual, repito, no 
tiene por qué necesariamente que debilitar nuestra lucha por el 
renacimiento del movimiento socialista, sino todo lo contrario.
Pero
 la relación básica que hemos privilegiado es con la clase obrera y su 
renaciente organización sindical, en tanto, base social fundamental del 
movimiento socialista y motor principal de la conquista del socialismo. 
En el inicio del presente siglo, establecimos relación de trabajo 
político y sindical particularmente con bases sindicales textiles y 
posteriormente con la propia Federación Nacional de Trabajadores 
Textiles, lo que se ha ido extendiendo incipientemente a la vanguardia 
de otras ramas del movimiento obrero. Trabajamos al interior de la 
central CGTP, a pesar de todas las dificultades que implica el control 
burocrático que ejerce su actual dirección. Esta labor, no obstante, 
inevitable y legítimamente va forjando una nueva tendencia sindical 
clasista; pero que no obra de manera divisionista, rupturista o “quinta 
centralista”, como se dice en el Perú. Creo que, sobre este punto, en 
las actuales circunstancias históricas, cuando el movimiento de los 
trabajadores peruanos, sobre todo el movimiento obrero, empieza
 a resurgir, comenzando, en cierta manera, casi de nuevo desde el 
principio, sin dejar de reconocer las diferencias históricas, no resulta
 una citera repetición a histórica y dogmática traer a colación las 
palabras que J.C. Mariátegui sobre el frente único y la unidad clasista 
de los trabajadores peruanos en los años 20 del siglo pasado: “Somos 
todavía pocos para dividirnos… el movimiento clasista, entre nosotros, 
es muy limitado, para que pensemos en fraccionarle y escindirle. Antes 
de que llegue la hora, inevitable acaso, de una división, nos 
corresponde realizar mucha obra en común, mucha labor solidaria. Tenemos
 que emprender juntos largas jornadas. Nos toca por ejemplo, suscitar en
 la mayoría del proletariado peruano, conciencia de clase y sentimiento 
de clase. Esta faena pertenece por igual a socialistas y sindicalistas, a
 comunistas y libertarios.”
Una
 expresión pública de este avance de la vanguardia de la clase obrera 
peruana con la que estamos contribuyendo, ha sido la exitosa celebración
 del 1ro de Mayo de este año por dicha vanguardia en el local de la 
Federación de Trabajadores Telefónicos del Perú, cuya reseña y 
significado se la puede apreciar en la columna editorial de Cesar Lévano
 en el diario UNO (que fue un invitado y disertante muy importante en 
esa celebración) publicada el viernes 01-05-15, bajo el título de “El 1º
 de Mayo alza la voz” y cuya transcripción adjuntamos más abajo.
Así
 pues, concebimos la lucha por la unidad de los socialistas proletarios y
 su imprescindible discusión teórica política al interior de este 
trabajo político práctico con el movimiento obrero, el pueblo y con los 
aliados políticos que sean necesarios y en base a principios y políticas
 socialistas netas. Por eso, le manifiesto con franqueza mi desacuerdo 
con esa abstracción purista que usted manifiesta en su comunicación 
sobre la unidad de los socialistas, cuando sentencia: “Basta ya de 
seguir como furgón de cola de la ‘Izquierda’ que en nuestro país da 
hasta vergüenza con su historial de lacaya del interés transnacional”. 
No porque defienda o niegue la conciliación o el oportunismo de buena 
parte de las izquierdas ante las burguesías de los distintos niveles, 
sino porque, en la necesidad y la práctica de las alianzas con aquellas 
(las izquierdas) en torno a objetivos comunes frente a los principales y
 mayores enemigos sociales y políticos del pueblo peruano, en ningún 
momento hemos sido furgón de cola de nadie en estos compromisos ni lo 
seremos mientras sean necesarias las alianzas con estas fuerzas 
políticas u otras. Nunca perdimos ni hipotecamos la independencia 
ideológica, política ni organizativa de nuestra agrupación socialista en
 esas alianzas, ejerciendo siempre nuestra independencia y nuestro 
derecho a la crítica y a la propaganda socialista, a la difusión de 
nuestra línea política en estos frentes y luchando por la hegemonía 
socialista en los movimientos de masas que estos frentes generan. No 
vamos a vanagloriarnos ilusamente diciendo que siempre hayamos logrado 
esa hegemonía, menos aun cuando las circunstancias eran tan 
desventajosas para el socialismo; pero tal conducta política nos ha 
permitido alcanzar alentadores avances, desarrollarnos como organización
 socialista e ubicar a cuadros de nuestra agrupación en la palestra 
pública y mediática, al servicio de la lucha por el socialismo, como lo 
fue, tanto en la lucha municipal de Lima y sobre todo en la lucha 
juvenil contra la Ley “Pulpin”.
Por
 todo ello, propongo al mismo tiempo, a usted y a mi organización, 
comenzar por desarrollar por parte de usted y sus cc. algo similar a lo 
que yo he realizado en la presente comunicación, es decir, una primera 
información sintética sobre su agrupación, con algunos rasgos de su 
trayectoria, sus ideas doctrinales, programáticas, estratégicas y 
tácticas; su trabajo político práctico en el pueblo y su presente manera
 de concebir la forja de la unidad de los socialistas. Sobre la base de 
esa primera comunicación, deberíamos acordar un plan más detallado de 
coordinación, que involucre la discusión y el trabajo político práctico a
 mayor plazo. Esta es mi actual propuesta, sobre la que 
disciplinadamente estoy dispuesto a aceptar correcciones, si la 
dirección de mi organización, luego de un mayor análisis, ve por 
conveniente modificar algunos puntos y agregar otras propuestas.
Con un fuerte abrazo, me despido de usted, esperando su respuesta.
11-05-15
David Aguinaga Carrión.
-.o0o.-
Programa Reivindicativo
Estimado
C. David Aguinaga:
Recibí
 con agradable sorpresa su correo del 11 de mayo, con siete nutridas 
páginas. Me he acostumbrado a leer silencios, que las más de las veces 
dicen más que todo un largo escrito. Pero ahora con su explicación, “más
 vale tarde que nunca”
A todo activista le ocurre lo mismo, lograr una relación apropiada entre labor de sobrevivencia y labor de activista. Usted la logra positivamente, no obstante su agotadora jornada laboral. Es deber reconocer su mérito.
En
 lo que usted señala hay importante material de intercambio. Por mi 
parte, procuraré enviarle mes a mes un comentario específico (para no 
saturar su correo). Para comenzar, me parece que en nuestra actual 
realidad concreta la tarea central es la preparación de la organización, del proletariado en particular (Partido) y del pueblo peruano en general (Frente) En ambos, el factor humano es lo primordial.
Bien
 sabemos que hay tres formas básicas de lucha: reivindicativa, 
electoral, insurreccional. (Cada una incluye lo 
ideológico-teórico-político-orgánico) Las tres son importantes, pero 
sólo la tercera es la dirimente para lograr el Cambio Social. En las tres nuestro Socialismo Peruano tiene su propia experiencia “pagada con sangre”
En
 las tres hay dos temas centrales previos, la unidad partidaria y la 
unidad frenteunitaria. A la primera se llega acordando el Programa Máximo, Prospectivo. A la segunda se llega acordando el Programa Mínimo, Reivindicativo.
Mi propuesta anterior se refiere en concreto al segundo tema, la elaboración y aprobación en debate del Programa Mínimo, Reivindicativo, sin el cual no hay cómo poder participar autónomamente en la lucha reivindicativa, en la lucha electoral.
En cada proceso los participantes presentan su Plan de Gobierno.
 Pero bien sabemos la diferencia entre gobierno temporal y gobierno 
permanente. Para ganar los votos de la izquierda, el actual gobierno 
temporal presentó en su campaña la Gran Transformación, y apenas salió elegido la archivó y la cambió por la Hoja de Ruta
 del gobierno permanente. Desde que se implantó el sistema DUSO 
(directo-universasl-secrero-obligatorio), igual procedieron los 
anteriores gobiernos elegidos “democráticamente”: Belaunde, García, 
Fujimori, Toledo.
En el ambiente político actual circulan ya, entre otros, tres puntos reivindicativos básicos íntimamente ligados entre sí: Trabajo-Educación-Salud.
 Estos tres puntos reivindicativos esenciales incluyen cada uno otros 
puntos adicionales, que en conjunto pueden llegar a unos cuarenta. Por 
ejemplo, respecto al Trabajo se mencionan el trabajo decente, el trabajo digno, el trabajo emancipado. Respecto a la Educación, se propone mejorar la educación primaria, secundaria, universitaria. En cuanto a la Salud,
 se propone mejorar la atención hospitalaria, luchar contra el 
alcoholismo, drogadicción, prostitución. ¿Cuál es la posición del Socialismo Peruano al respecto? Además, se centra el Plan Electoral en la “lucha contra la corrupción” Y mil y un etcéteras más.
¿Tiene posición propia el Socialismo Peruano al respecto?
Entonces, el Programa Mínimo
 es el hilo para desatar el ovillo. Ahí se muestra y demuestra la unidad
 entre teoría y práctica. Es para todo el pueblo trabajador. Por eso 
debe ser lo más sencillo posible, lo más directo posible, lo más 
concreto posible. Además, es el Programa para reunir el millón de firmas
 requeridas para la inscripción en el registro electoral (JNE) Y esto el
 Socialismo Peruano debe, puede, y ha de lograrlo.
Entonces,
 por mi parte, le reitero mi compromiso de continuar mi comentario cada 
mes, respetando su tiempo. Sólo aguardo reciprocidad en el intercambio.
Saludos al Movimiento Voz Socialista.
Y ¡Ánimo y más Ánimo!
Ragarro
15.05.15
-.o0o.-
JUNIO
Respuesta a comunicación del 15-05-15
Estimado 
c. Ramón García Rodríguez:
15-06-15
Agradezco
 también su respuesta y antes de pasar al contenido fundamental de mi 
presente comunicación, debo decirle respecto al tema de mi “silencio”, 
que efectivamente, como toda actitud humana, tiene que tener razones 
objetivas y subjetivas y lógicas conscientes e subconscientes, sobre las
 que es siempre es necesario reflexionar, con el propósito de superar 
conscientemente lo erróneo y desarrollar lo acertado. De lo que si estoy
 convencido es que la relación interna entre mis acciones, reflexiones, 
palabras y silencios, está condicionada, en primer lugar, por mi trabajo
 (también) para la sobrevivencia y el trabajo político, práctico y 
teórico; que contiene tanto de labor política revolucionaria aún 
artesanal, como de lucha colectiva por transformarla en una científica e
 industrial revolucionaria moderna; en segundo lugar, por las exigencias
 y complacencias familiares; en tercer lugar, por mis limitaciones y 
errores individuales frente a los que sigo lidiando por superarlos en 
medio de la lucha y, en cuarto lugar, y más específicamente, por la 
necesidad y el deseo de buscar el tiempo adecuado para un comentario 
bien fundamentado de sus opiniones y propuestas, que sirva no solo para 
darle respuesta a usted sino también para hacerlo llegar al mismo tiempo
 a un público más amplio, pues, como le manifesté en mi anterior 
comunicación, sería más provechoso para el movimiento el intercambio 
público de nuestras opiniones.
Ingresando
 al análisis de la situación concreta del país, en la que los 
socialistas desenvolvemos nuestra lucha para influir sobre ella, 
pugnando por impulsarla por caminos de progreso y transformación, en la 
brega por la hegemonía del proletariado en el movimiento social, me 
pregunto si usted posee una enorme capacidad de síntesis para explicarla
 en unas pocas frases o si está más bien omitiendo aspectos de su 
evolución demasiado importantes e imprescindibles para la dirección 
concreta de la lucha de los trabajadores. Por mi parte, no creo que solo
 por falta de genialidad sintetizadora me vea en la necesidad de 
explayarme un poco. En nuestra organización tenemos la opinión (y 
estamos luchando por aplicar sus implicancias políticas) de que la 
actual realidad de la lucha de clases en nuestro país se caracteriza 
principalmente por una creciente crisis política del gobierno de Ollanta
 Humala (OH) y Nadine Heredia (NH), cada vez más aguda y de muy 
preocupantes consecuencias cuanto más se acercan las fechas del 
calendario de recambio electoral presidencial y congresal del “gobierno 
temporal” -como usted lo denomina- a inicios del 2016. Todo ello en el 
contexto más hondo de la desaceleración económica peruana, rumbo a una 
probable recesión y en el marco económico internacional de los graves 
problemas financieros y productivos de las potencias capitalistas, 
particularmente de la Unión Europea, los EE.UU. y Japón, así como por el
 descenso de la producción en China.
En
 su fondo y en buena hora, esta crisis política gubernamental se ha 
desarrollado y agudizado por la intensificación de la resistencia y 
lucha de los pueblos, por el triunfal combate de los jóvenes contra la 
Ley Pulpín, de los trabajadores textiles, petroleros, de Celima y del 
Banco de la Nación; particularmente hoy, por la lucha de los pueblos del
 Sur, encabezados por los valientes campesinos y jóvenes de Islay contra
 la imposición del proyecto minero Tía María y de los trabajadores 
mineros, expresados particularmente en la heroica lucha del proletariado
 minero y todo el pueblo de Marcona contra esa especie de nuevo enclave 
colonial capitalista, instaurado por la empresa china Shougang, así como
 también por la amenaza de un Paro Nacional para julio del presente año;
 sin dejar de tener en cuenta, cómo frente al conflicto generado en 
Islay, el gobierno decidió instaurar la medida extrema del Estado de 
Emergencia en el Sur del Perú, una de las mejores expresiones de la 
agudización de la crisis política del país.
Pero
 dicha la agudización también encuentra un importante ingrediente en la 
creciente inseguridad y temor ciudadano ante el incontrolable avance de 
la delincuencia, que brota espontáneamente de la creciente desigualdad 
en el país y de ese aspecto de gran descomposición social, generada con 
mayor furor en la actual fase de evolución capitalista, pero cuyos 
efectos psico-políticos sobre el conjunto de la población son 
centuplicados por los medios masivos de comunicación, con el propósito 
de acrecentar la ansiedad y el temor social, para facilitar el 
desenvolvimiento de los planes políticos de los ultra reaccionarios, 
militaristas y fascistas, en su necesidad y deseo de militarizar el 
control del país y reprimir más fácilmente las luchas populares. La 
movilización de un creciente número de alcaldes de Lima y otras ciudades
 y la preocupante adhesión de muchos vecinos de varios distritos 
(estimulada hace varios años desde la radio y TV por los fujimoristas 
Philip Butters y Renzo Reggiardo, entre otros) para que el Congreso y el
 Ejecutivo autoricen la participación de las FF.AA. en el control de las
 calles y hasta para que decreten el estado de emergencia y el toque de 
queda en Lima, configuran esta preocupante situación, que es una de las 
más gráficas expresiones de la inclinación de un importante sector de 
masas hacia la derecha y la ultra derecha y el encaminamiento del 
conjunto de la sociedad hacia su polarización, con predominancia hoy de 
los sectores y factores reaccionarios y de derecha.
Vista
 en su singularidad, la base social y la dinámica política de la aguda 
crisis del actual gobierno de OH y NH radica en su creciente aislamiento
 de las distintas clases y capas sociales del país. Aislamiento tanto de
 las masas anti neoliberales que estuvieron a la vanguardia de las 
amplias fuerzas sociales que luego de varios años de lucha directa y 
electoral los llevaron al gobierno el 2011, traicionándolas apenas se 
instalaron en el palacio presidencial, como de las propias capas 
sociales altas a las que ha servido y sigue sirviendo sumisamente desde 
el gobierno, las que a pesar de ello, nunca lo sintieron suyo ni le 
perdonan haberlos asustado, azuzando a las masas en su contra con su 
agitación anti neoliberal entre el 2000 y el 2011. Es evidente que las 
capas más altas de la burguesía y de la pequeña burguesía están por otra
 opción política y electoral para el recambio gubernamental del 2016, 
apostando por Keiko, PPK o Alan García. Así pasa con todos los traidores
 del pueblo: terminan condenados y combatidos por éste, pero también 
despreciados y sacrificados por sus patrones.
Sin
 embargo, el desprestigio y aislamiento de los Humala-Heredia no 
significa automáticamente campo abierto y viento en popa para el avance 
de una alternativa popular y de izquierdas. Constituyendo, por un lado, 
un importante avance el derrumbe de ese tapón demagógico que canalizó 
las luchas populares por dos lustros, cuando las fuerzas 
revolucionarias, progresistas y populares estaban sumamente debilitadas y
 aisladas y, sobre todo, cuando la clase obrera se encontraba en gran 
repliegue histórico-estructural ante la arremetida neoliberal, sin 
embargo, por otro lado, en lo más inmediato, la frustración y la 
decepción del pueblo respecto al gobierno de Humala, considerado en 
general como de izquierda (sumado ello a los resultados de la gestión de
 Susana Villarán y las izquierdas en la Municipalidad de Lima y su 
debacle electoral en octubre del 2014) llevan a un importante sector de 
las masas al escepticismo, la moderación y el consentimiento y apoyo a 
alternativas de derecha y ultra derecha.
De
 tal manera evolucionan los acontecimientos políticos que los sectores 
más derechistas de empresarios y políticos están apostando incluso por 
la vacancia de OH, para reemplazarlo por una alternativa más a ala 
derecha y golpear más a los trabajadores; mientras que a éste le ronda 
la idea del auto golpe constitucional, disolviendo el actual Congreso. 
Aún que, como han señalado César Lévano y Nelson Manrique, con estas 
movidas lo que inmediatamente buscan los grandes empresarios y las 
transnacionales es presionar a OH para que él y su bancada congresal, a 
través de las facultades delegadas por el Congreso, procedan a 
“destrabar” sus inversiones, sobre todo imponer con toda libertad sus 
proyectos mineros tipo Tía María y le pongan todos los candados 
neoliberales faltantes a sus grandes privilegios económicos, así como el
 mayor autoritarismo y militarización de la vida política nacional. Pero
 los partidos de derecha y ultraderecha están hoy jugando sus propias 
cartas en sus afanes por acercarse al gobierno del poder gran burgués 
del país y por eso han armado todo ese circo en el Congreso, 
chantajeando al Ejecutivo ante su solicitud de facultades solicitadas, 
acentuando con ello la crisis política de la gobierno de OH.
Como
 hemos dicho, esta creciente crisis política tiene su base y su 
determinación más al fondo del gobierno y de la política. Pero siendo la
 política la expresión concentrada de la economía y del conjunto de la 
sociedad y como en la condición actual de nuestro país, las decisiones 
gubernamentales, que expresan fundamentalmente los intereses de la clase
 dominante, guarda las formas del sistema de democracia burguesa y sus 
tres poderes de Estado, en consecuencia, ahorita la crisis política está
 concentrándose y agudizándose aún más en el Congreso de la República, 
particularmente en el tira y afloje entre, por un lado, la alianza del 
APRA, el fujimorismo y el PPC y, por el otro, el nacionalismo, en torno a
 las facultades solicitadas por el Ejecutivo. Entre paréntesis debemos 
decir que lo peor de todo es que los sectores políticos de izquierdas y 
progresistas hasta ahora no alzan su voz en medio de esta crisis, 
sentando posición pública ante el país contra lo esencial de la 
solicitud de las mencionadas facultades y planteando los 
correspondientes lineamientos alternativos, con el objetivo de agrupar a
 los sectores populares, patrióticos y progresistas, deslindando tanto 
de la ultra derecha como del nacionalismo traidor, para generar una 
nueva alianza popular, democrática y progresista, que enfrente la 
ofensiva de la creciente amenaza reaccionaria y pugne por darle una 
salida progresista a la crisis del país; cuestión que es precisamente lo
 que nuestro movimiento Voz Socialista está ahora planteando y exigiendo
 en las coordinaciones con las fuerzas políticas de izquierdas y 
progresistas.
Pero
 hay una causa socio-étnico-histórica más profunda y general en la 
crisis del actual gobierno, es decir, que va más allá de los sustos que 
le haya hecho pasar a la gran burguesía criolla la pareja y el partido 
de los OH-NH. Se trata de la histórica rivalidad, aun no resuelta por la
 actual clase dominante, entre aquella capa gran burguesa de ascendencia
 europea, numéricamente relativamente pequeña, pero hegemónica en la 
sociedad por su gran poder económico, mediático y de relaciones 
internacionales, y la nueva y numerosa burguesía media emergente (a la 
que pertenecen OH y NH), mayoritariamente de origen campesino indígena, 
todavía sometida económica, cultural y psicológicamente a la gran 
burguesía criolla, pero con crecientes ansias de enriquecerse más y 
ganar mayor poder político para ello. Rivalidad que contiene también el 
recuerdo de la antigua y tormentosa lucha de clases entre sus 
antepasados, los terratenientes criollos y los campesinos indígenas; 
aunque hoy día sea ya solo la contradicción entre dos angurrientas capas
 burguesas de distinto origen clasista, étnico y racial, pero 
similarmente explotadoras de los trabajadores peruanos.
Ahora
 bien. En todo este contexto c., su planteamiento de tarea concreta 
central de “preparación de la organización” aparece más bien como una 
formulación general, abstracta; válida de repente para toda una fase 
histórica de lucha (sin entrar en la necesaria discusión de si el acento
 debemos ponerlo hoy en las tareas teóricas y de propaganda o en las 
político prácticas) pero insuficiente para enfrentar la actual lucha de 
clases. Siendo indudablemente el horizonte estratégico que guía nuestras
 acciones la transformación socialista del país, hoy la cuestión 
concreta para los socialistas peruanos radica en cómo y sobre de qué eje
 político específico avanzamos en ese rumbo, particularmente en la 
construcción del Partido, del frente único de la clase obrera, del 
frente popular patriótico del pueblo en la presente situación descrita. 
No vemos otra manera, real y efectiva, de avanzar el desarrollo concreto
 del movimiento socialista hacia la reconstrucción, reconstitución, 
resurgimiento, refundación o renacimiento del Partido revolucionario de 
la clase obrera, sino enfrentando esta correlación concreta de fuerzas 
entre las clases y construyendo en medio de ésta, las necesarias 
alianzas que requiere la clase obrera, en vistas a enfrentar lo que se 
irá constituyendo cada día que pase en la forma de lucha principal en la
 sociedad peruana, la lucha política electoral por el gobierno del poder
 en el país, que, en esta ocasión estará muy entrelazada con importantes
 y fuertes luchas directas de masas.
Si
 nuestro objetivo estratégico es la conquista de un gobierno de los 
trabajadores, es evidente que hoy en día no están creadas las 
condiciones para su materialización. Falta trabajar mucho por ello, 
mientras la vida va haciendo lo suyo. Y en esa brega, hoy tenemos la 
necesidad y la posibilidad concreta de levantar ante el país la 
alternativa de un gobierno democrático y patriótico progresista, 
enarbolando un programa de grandes reformas anti neoliberales (que 
incluso supere y precise el archivado programa de la “gran 
transformación”), poniéndonos los socialistas a la cabeza de la lucha 
por esta alternativa táctica de transición. En otras palabras, 
necesitamos constituir y desarrollar una alianza política electoral de 
fuerzas populares, de izquierda, democráticas y patrióticas 
progresistas, con un programa democrático patriótico anti neoliberal, 
que socialmente incluya a la clase obrera, los campesinos, a los 
sectores progresistas y democráticos de la pequeña burguesía urbana, así
 como también a sectores sensatos de la burguesía media emergente e 
incluso a algunos de la gran burguesía. En medio de esta alianza y hoy 
solo en ese medio y en esa acción ante las masas, podrá avanzar el 
desarrollo de la conciencia, la unidad y la organización popular 
patriótica del pueblo, el frente único de la clase obrera peruana y el 
renacimiento y construcción de la vanguardia política de la clase obrera
 peruana. Insisto, solo mediante esta labor concéntrica, con los 
socialistas proletarios desarrollando a la vanguardia una intensa labor 
política e ideológica de orientación e impulso (dirección) y 
propagandizando adecuadamente sus programas mínimo y máximo, 
(ejecutando, como usted acostumbra a decir, nuestra lucha ideológica, 
teórica, política y orgánica) lograremos hoy impulsar el desarrollo del 
movimiento socialista y la reconstrucción de la vanguardia del 
proletariado.
Saludándolo con un fuerte abrazo, me despido cordialmente de usted.
David Aguinaga Carrión.
-.o0o.-
Estimado
David Aguinaga Carrión
Muchas gracias por su reciente (15 de junio, 1:51am, 4 págs.)
Respetando su tiempo, trataré de continuar el intercambio a fin de mes.
Mientras,
Saludos a su organización y
¡Éxitos en su actividad de sobrevivencia (abrumadora) y política (perseverante)!
Ragarro
15.06.15
-.o0o.-
Activista
David Aguinaga C.:
Cumplo con lo ofrecido el 15 de junio pasado
Se
 cierra este primer semestre del 2015. De los diferentes correos que he 
enviado a diversos activistas, usted se ha tomado la molestia de 
responder no sólo con acuse de recibo (que a veces ni eso logro) sino 
exponiendo opiniones y propuestas personales y de su organización. El 
individualismo de nuestra mamapacha es pródigo en exposición pero reacio
 al intercambio. Por eso, valorando su co-respondencia, hago una 
nueva lectura de sus envíos y le comento buscando centrar el eje del 
intercambio no en la crítica de ideas sino en la preparación de la 
organización, aunque sin seguir en todos sus párrafos el orden de sus 
envíos.
01.-
| 
Siendo indudablemente el horizonte estratégico que guía nuestras acciones la transformación socialista del país, hoy
 la cuestión concreta para los socialistas peruanos radica en cómo y 
sobre de qué eje político específico avanzamos en ese rumbo, 
particularmente en la construcción del Partido, del frente único de la 
clase obrera, del frente popular patriótico del pueblo en la presente 
situación descrita. No vemos otra manera, real y efectiva, de avanzar el desarrollo concreto del movimiento socialista | 
Sin esta meta, la transformación socialista del país,
 nos estaríamos engañando mutuamente, y no habría para qué continuar. 
Puede haber discrepancias mil y una, pero no en ese horizonte. El Socialismo Peruano está más ausente en la realidad económica, social, cultural, política de nuestro propio país que en el resto de Nuestra América Nativa o de cualquier otra parte del mundo. Y el eje político para superar esta realidad es la presentación, debate, aprobación y puesta en práctica de un Programa Mínimo, de un Programa Reivindicativo.
02.-
| 
En
 otras palabras, necesitamos constituir y desarrollar una alianza 
política electoral de fuerzas populares, de izquierda, democráticas y 
patrióticas progresistas, con un programa democrático patriótico anti 
neoliberal,
 que socialmente incluya a la clase obrera, los campesinos, a los 
sectores progresistas y democráticos de la pequeña burguesía urbana, así
 como también a sectores sensatos de la burguesía media emergente. | 
Ése
 es el trasfondo de pasar el eje de gravedad de la actividad militante, 
de la teoría a la práctica. En lustros pasados, y como era necesario, 
Activistas y Grupos socialistas han esbozado, aclarado, definido sus 
ideas en diferentes seminarios, foros, escritos, exposiciones. Más de 
uno tiene formulado su Programa Máximo, su Programa Prospectivo, que señala su horizonte estratégico. Seguro su Movimiento Voz Socialista
 también lo tiene. Por tanto, no pasar a la práctica sería permanecer 
muy cómodo en su burbuja. Por eso se requiere centrar el intercambio y 
la actividad mutua en el Programa Mínimo, en el Programa Reivindicativo del pueblo peruano en su conjunto. Para ello debemos partir de nuestra propia realidad actual
3.-
| 
Afectados
 por la nueva fase de desarrollo de la producción industrial 
capitalista, en la ciudad y sobre todo en el campo, impuesta en medio de
 esta etapa de más de 20 años de aplicación del capitalismo neoliberal 
en una semicolonia, como lo sigue siendo nuestro país, que ve profundizarse así la vieja naturaleza colonial de su economía, pero con un contenido más capitalista | 
Ésa es la realidad actual de nuestro país: una SEMICOLONIA. Y más aún, es la profundización de la vieja realidad colonial de su economía.
 En todo el siglo pasado, gobierno tras gobierno esa realidad no ha 
variado sino para profundizarse. Seguimos siendo un país políticamente 
independiente pero económicamente colonial. Y esto sólo lo puede 
cambiar, lo debe cambiar, lo cambiará el Socialismo Peruano.
4.-
| 
Los socialistas, estamos ante el reto de hacer un gran esfuerzo de unidad, forjando una nueva fase de amplio frente único | 
Por eso, la tarea de todo Activista del Socialismo Peruano
 es forjar la nueva fase del Frente Único, Frente Unido, Frente 
Unitario, Frente Amplio. El Programa Reivindicativo es para ese Frente, 
así como el Programa Prospectivo es para el Partido. Y la guía universal
 para el Frente es la Crítica del Programa de Gotha, así como la guía 
universal para el Partido es el Manifiesto Comunista.
5.-
| 
Aportar ante a la necesidad planteada en la presente lucha de clases en el Perú (donde la gran burguesía peruana, sí que sabe luchar clasistamente en todos los campos contra nuestros trabajadores) un análisis y medidas políticas prácticas desde el punto de vista socialista, lo más concreto que sea posible. | 
Para ese aporte, es notorio que se requiere de medidas políticas prácticas desde el punto de vista socialista y lo más concreto posible. Es aquí donde es imposible confundir, mezclar, tópicos de un Programa Máximo con los de un Programa Mínimo.
6.-
| 
Contra el conjunto del andamiaje laboral neoliberal y por urgentes reivindicaciones proletarias, populares, democráticas y patrióticas | 
Es evidente que lo más concreto posible
 se refiere a las urgentes reivindicaciones proletarias, populares, 
democráticas, patrióticas. El salario básico no tercerizado, la 
educación laboral y salud pública no privatizadas, la seguridad social, 
el derecho a la protesta ciudadana, otras, son parte esencial de estas 
reivindicaciones.
7.-
| 
Para
 comenzar basta que sepamos entendernos y unificarnos con disciplina 
para la lucha por los objetivos concretos y urgentes del día | 
Cierto,
 para lograr estos objetivos concretos se requiere de unidad, de 
disciplina. Muchos comienzan y pronto terminan, porque ignoran o pierden
 el horizonte estratégico. Muchos comienzan y caen en la lucha, y son 
dignos de recordación eterna. Y otros muchos comienzan y perseveran, y 
para ejemplo están los Maestros del Proletariado por un lado y el héroe 
anónimo proletario por otro lado. La historia del Militante del Socialismo Peruano
 tiene sus propios ejemplos al respecto. Separando la paja del grano, 
con los que persisten con unidad y disciplina es posible continuar.
8.-.
| 
Concertación de frente único reivindicativo, la que efectivamente se da en base a un programa reivindicativo específico. | 
Por eso, el Programa Reivindicativo es prioridad de prioridades. Es la Carta de Presentación de todo Activista, de toda Organización que se reclame Socialista.
9.-
| 
En la actualidad, la prioridad del gran capitalismo en el Perú es la extracción  minera, petrolera y gasífera | 
Este Programa Reivindicativo parte de la lucha contra la realidad neocolonial extractivista
 (minera, pesquera, petrolera, gasífera), simple exportadora de materias
 primas incluso sin el mínimo valor agregado. Nuestro país está 
desagrarizado-desindustrializado-informalizado laboralmente. ¿Tiene 
seguridad alimentaria? ¿Está “ferrocalizado” o “desferrocalizado”?, 
¿Está “avionizado” o “desavionizado”? ¿Está “buqueizado” o 
“desbuqueizado”? ¿Tiene red nacional de caminos y carreteras? ¿Tiene 
seguridad laboral o informalidad y desempleo en el campo y la ciudad? 
¿Está sometido su sistema bancario a la banca transnacional o no? Y mil y
 un etcéteras más al respecto.
10.-
| 
Trabajamos al interior de la central CGTP, a pesar de todas las dificultades que implica el control burocrático que ejerce su actual dirección. Esta labor, no obstante,
 inevitable y legítimamente va forjando una nueva tendencia sindical 
clasista; pero que no obra de manera divisionista, rupturista o “quinta 
centralista”, como se dice en el Perú | 
En
 los comienzos de la humanidad hubo estrecha ligazón entre teoría y 
práctica. Incluso eso era lo característico de nuestro pasado 
precolombino. Con el esclavismo se separó la teoría de la práctica. Pero
 la democracia esclavista posibilitó el desarrollo de la teoría, 
surgiendo así el “milagro griego”, donde los esclavos eran simplemente 
“animales parlantes” (Aristocles fue vendido como esclavo, pero un amigo
 lo vio, lo “compró” pagando su rescate y así llegó a ser el Platón que 
conocemos)
Surgieron
 así teóricos y prácticos, cada cual por su lado y rechazándose 
mutuamente, lo que llega hasta nuestra actualidad. Y lo que se requiere 
es reconocer los aportes por lado y lado, uniendo la investigación 
teórica con la actividad práctica.
Esto
 se nota en la lucha reivindicativa, en la lucha electoral, en la lucha 
armada. En la lucha reivindicativa es conocida la agrupación laboral 
(por lugar de trabajo) y la agrupación residencial (por lugar de 
residencia) La agrupación sindical prácticamente ha desaparecido con la 
tercerización laboral. Actualmente es menos del 5%, pero funcionan 
¡cuatro centrales sindicales! Si no hay cotizantes, ¿de dónde salen los 
sueldos del Secretario General y funcionariado? Muy simple, de las ONG 
españolas (CCOO) y yanquis. (AFl-CIO) ¡Paleo y neocolonialismo juntos! 
Por eso, trabajar al interior de alguna central sin pretender una 
“quinta centralista” es lo adecuado ante nuestra realidad sindical.
Pero
 ¿la agrupación por lugar de residencia? Allí vive en barrios marginales
 la mayoría de asalariados, desempleados, informales, desplazados, el pueblo pueblo.
 El centro de actividad militante ¿debe, pues, desplazarse o no, 
partiendo del análisis concreto de nuestra realidad concreta? Así la 
teoría será la generalización de la práctica, día a día, y no práctica 
rutinaria por un lado y teoría libresca por otro lado.
Aún más, ¿de dónde salen los votos de cada proceso electoral? Si partimos de que el sufragio es un medio de engaño, lo sabemos de antemano (compra de votos, voto forzado, votos viajeros, votos difuntos, etc.) Pero si de ahí actuamos para convertir el sufragio en instrumento de emancipación, ya está expresada la diferencia reivindicativa, electoral del Socialismo Peruano. (Sin rechazar la participación electoral y sin mantenerse en una resignada marginalidad)
Es en la relación directa con el pueblo trabajador, y ahora más en su lugar de residencia que en su centro laboral, donde el Socialismo Peruano irá logrando su fisonomía propia. Es ahí de donde surge la relación trabajo-educación-salud, base del Programa Reivindicativo del Frente de Defensa del Pueblo (Frente Único, Unido, Unitario, Amplio, como se determine llamarlo)
Con este comentario semestral espero haber cumplido con mi parte en esta co-respondencia. Hay temas muy importantes, pero el eje político concreto en este caso es respecto al Programa Reivindicativo. Si no nos desviamos de este punto, seguro llegaremos a buen fin.
Saludos a su Movimiento Voz Socialista
¡Éxitos y más Éxitos!
Y ¡Ánimo y más Ánimo!
Ragarro
30.06.15
-.o0o.-
2.- SEGUNDO SEMESTRE 2015
JULIO – AGOSTO
Correspondencia interrumpida, sin respuesta a la carta del 30 de junio
SEPTIEMBRE – OCTUBRE
Correspondencia interrumpida, sin respuesta a la carta del 30 de junio
NOVIEMBRE – DICIEMBRE
Correspondencia interrumpida, sin respuesta a la carta del 30 de junio
| 
CONCLUSIÓN: Los silencios también hablan. 
                              Juzgue el Lector | 
Ragarro
31.12.15
-.o0o.-
COLECTIVO PERÚ INTEGRAL
8 de enero de 2016
 
 
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