La crisis terminal del capitalismo en sus cimientos, pues de enérgica 
creadora de fuerzas productivas, voltea la página de los principios de 
su historia convirtiéndose en un obstáculo para el desarrollo de las 
nuevas fuerzas productivas; así también, lo construido sobre aquellos 
cimientos, van perdiendo actualidad, si es que no lo han perdido ya en 
gran parte.  
 
 Una de las instituciones que se preparan para despedirse como un motivo
 de carnaval electoral, es precisamente la Democracia, no pura, porque 
no existe, sino la democracia burguesa o capitalista, o democracia  de 
una minoría de explotadores. Los estertores de su agonía es evidente, 
como es evidente también, el germen de una nueva democracia, de la 
mayoría de explotados, que corresponde perfectamente al desarrollo de 
las nuevas fuerzas productivas.
 
 Es la situación concreta que vive el país, el pueblo trabajador 
peruano. Es aquí es donde  encuentra el elemento material como 
espiritual  la lucha por el Cambio Social, que no absolutiza la lucha 
electoral como único medio de cambio, como si lo hace la participación 
electorera(reformas del Estado-Asistencialismo). No. Todo lo contrario, 
concibe la participación electoral en los hechos según lo expresara 
Federico Engels en el Termómetro del Sufragio, puntualmente comentado 
por Ramón García Rodríguez en el folleto de su autoría- Adónde va el 
Perú- cuando señala: “Este
 silogismo, que tiene proposición mayor: <<El sufragio universal 
es el índice de madurez de la clase obrera>>, proposición 
menor:<<No puede llegar, ni llegará nunca a más en el Estado 
actual, pero esto es suficiente>>, y conclusión: <<El día 
que el termómetro del sufragio universal marque para los trabajadores el
 punto de ebullición ellos sabrán, lo mismo que los capitalistas, qué 
deben hacer>>, es la piedra de toque para diferenciar 
participación electoral y participación electorera”.  (A
 dónde va el Perú, Cap.4, Pueblo y Oposición-Noviembre 2001). Para una 
gran organización que se propone como meta el Cambio Social, demás está 
decir, la evidente actualidad de este silogismo en la lucha de un mundo 
nuevo que nace y otro que tramonta. 
 
 Los hechos concretos hablan, solo está faltando hacerse consciente en 
el activista que de verdad se propone ser un instrumento pensante y 
operante en la tarea irremediable de hoy que propone el Cambio Social: La Preparación de la Organización.
 Mientras esta tarea central no ocupe de modo absoluto la mentalidad del
 activista del Cambio Social, entonces seguirá la tormenta protestataria
 en un vaso de agua, del mal menor, del menos peor; y sus efectos por 
decreto, el voto nulo, viciado, blanco, digno, crítico (hoy creación de 
la izquierda de la derecha), etc., como tampoco tendrá asidero concreto,
 real, el termómetro del sufragio en la lucha electoral, hoy también 
ausente.
Héctor Félix D.
03.06.16
Colectivo Perú Integral
03 de Junio de 2016 
 
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