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A DÓNDE VAN NUESTRAS COMUNIDADES
Lo
 que ocurre con Chaupis como con las demás comunidades vecinas o 
colindantes, como Rauma, Huandaro, San Agustín, Pallac, Pampas,Sumbilca,
 solo citados como ejemplos porque su existencia como tales es a nivel 
nacional esparcidas en la Sierra como en la Amazonia peruanas, es que 
antiguamente, en los tiempos de nuestros antepasados que nacieron, 
crecieron, vivieron y murieron en el pueblo origen, tenían su centro de 
producción agrícola en el lugar y sus valles cálidos o maizal como La 
Perla (antes Punahuallao) Chaupis; Capia- Rauma; Llancay-Huandaro, Pisco
 coto-Sumbilca; Huayopampa-San Agustín, La Florida-Pampas, estaban 
destinados al cultivo del maíz y algunos frutales gracias a los 
beneficios de su clima caliente y agua de sus puquiales, hoy, con el 
paso de los años, convertido en río de la principal quebrada que represa
 y canaliza el agua que lleva la vida a todo el valle y que nace en las 
alturas de las comunidades colindantes de San Agustín de Pariac y San 
Cristóbal de Rauma.
Los
 comuneros de ese entonces, solo bajaban por el tiempo necesario a esos 
valles en temporada de siembra y cosecha del maíz para inmediatamente 
terminado el trabajo, regresaban al pueblo. 
Según
 cálculos en el tiempo, el cambio o mudanza hacia los valles bajos por 
los comuneros debe haber empezado con fuerza a partir de 1940 del siglo 
pasado. Construyeron en la calidez de sus valles sus casas. Cada 
comunero levantó su casa en su chacra; por eso, si bien observamos, el 
pueblo nuevo en el valle, creció con ese desorden arquitectónico que 
vemos hoy, completamente distinto del orden arquitectónico que tiene el 
espacio del pueblo viejo, con sus calles, callejones, plazuelas, y 
patios de sus casas, en los que uno siente el espíritu ordenado, 
solidario, de nuestros antepasados comuneros. ¿Han observado ese orden 
de arquitectura en los pueblos de: San Agustín, Chaupis, Rauma, 
Huandaro, Sumbilca,Pallac, Pampas? Creo, que lo que acelero en los 
comuneros a quedarse definitivamente en el valle, fue la construcción de
 la carretera que lo ponía muy cerca de la costa y la revolución que 
produjera en la vida económica de la comunidad, el cultivo para el 
mercado de los ingentes frutales, muy cerca al mercado de Huaral y a un 
paso del mercado de la gran Lima, la capital. Pero hoy, nuestras 
comunidades lucen casi despobladas. De un gran centro de producción de 
frutales que fuera, especialmente, el melocotonero, luce hoy su 
semblante desencajado. Por eso, la pregunta frente a su futuro es: A 
DÓNDE VA NUESTRAS COMUNIDADES. La respuesta corresponde a las nuevas 
generaciones de trabajadores peruanos.
Héctor Félix D.
04.05.24
COLECTIVO PERÚ INTEGRAL
           04 de mayo 2024
 
 
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