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HAY, HERMANOS, MUCHÍSIMO QUÉ HACER 
UNO 
 QUÉ HACER, QUÉ HACER…(…) 
¿Se
 debe votar por PPK? Para mí, sí. En estas condiciones, no hacerlo, o 
votar en blanco o viciado, es hacerle el juego al fujimorismo. No es lo 
mismo PPK que Keiko. Hay matices, diferencias, contradicción. Tenemos 
que saber usar eso. Ya Nicolás Maquiavelo enseñó que la neutralidad es 
la peor de las alternativas cuando dos enemigos se enfrentan. En este 
caso, la situación es clara: el enemigo principal del pueblo peruano en 
esta 2da vuelta es el fujimorismo, que amenaza con arrasar con los 
derechos y libertades ciudadanas, para todo el que ose estar en 
desacuerdo con ellos.(…) 
Manuel Velásquez Rangel 
Lima, 13 de abril de 2016 
DOS 
 COMENTARIO 
 Se
 está en contra del modelo económico neoliberal capitalista y sus 
aplicadores o a favor de ello, esa es la cuestión. No puede haber medias
 tintas ni neutralidad cuando ambos tienen la misma posición, una 
posición que no es la nuestra, por lo tanto desde ya se tiene que 
organizar la oposición a ambos; y el primer paso es organizar, valga la 
redundancia, el voto de rechazo a Keiko y PPK. 
Desde
 el año 2000 se ha votado por el "mal menor", y ¿Que se ha ganado con 
ello? Sólo un ejemplo, el llamado "mal menor" Ollanta Humala arrasó con 
todos los derechos del sindicato más numeroso del país, el magisterio, 
al extremo de perder el régimen laboral estable con miles de despedidos.
 Seguirán implementando esas medidas tanto Keiko o PPk, por lo tanto 
aquí tiene que ponerse a la orden del día la madurez de los dirigentes 
de las organizaciones populares, sindicales y políticas de la izquierda 
para fortalecer ORGANIZACIÓN, cosa que no han hecho durante estos quince
 años con el mal menor en el ejecutivo. ¿O acaso, hay temor o miedo de 
no poder hacer frente a las medidas antipopulares que se avecinan? Hay 
que recordar que el verdadero poder está en el pueblo organizado. 
Felipe Torres Andrade 
Lima, 15 de abril de 2016 
TRES 
 RESPUESTA AL COMENTARIO 
 
 Lamentablemente, la realidad actual nos dice que, en esta segunda 
vuelta, votar por PPK es decirle NO a Keiko. No hay otra. Decir: ni el 
uno ni el otro, equivale a decir: quiero que Keiko sea mi presidenta. 
¿Por
 qué? Quizá por pereza mental, por pobreza espiritual, o quizá porque se
 sigue creyendo que la revolución viene como consecuencia de la 
represión, de la miseria económica y moral, pero ya está demostrado que,
 si no existe un partido verdaderamente revolucionario, un partido 
marxista forjado en la lucha de clases, con dirigentes probados que 
gocen de arraigo y prestigio popular, es imposible el triunfo de la 
revolución. ¿Existe ese partido, existen tales dirigentes? 
Por
 supuesto que no. Por ejemplo, el Frente Amplio, no es un partido sino 
un conglomerado de grupos o semipartidos, la mayoría de los cuales son 
electoreros o viven a costas de los trabajadores, o de alguna ONG. A 
Verónika Mendoza, recién la está conociendo el pueblo peruano, y falta 
ver cómo se conducirá en estos cinco años. 
En
 enero de este año, el FA tenía una intención de voto del 2%. Luego de 
la salida de Guzmán y Acuña es que pudo despegar, pero aun así no le 
alcanzó para llegar a la 2da vuelta. Sin embargo, ya se consideran la 
segunda fuerza política del Perú (¿no será la tercera?) y aseguran que 
el pueblo peruano les ha encomendado la misión de ser oposición a 
cualquiera de los dos que salga elegido presidente del Perú. 
Hummmmm.
 ¿Será cierto que el pueblo peruano, que no ha votado mayoritariamente 
por ellos, sino por las dos opciones de la burguesía, les ha encomendado
 eso y no otra cosa? 
Es
 como cuando el rey decía que su mandato venía de Dios, y que por tanto,
 no tenía que dar cuentas a nadie. O, como el presidente Maduro que dice
 que le dijo un pajarito que nadie oye más que él. 
Lo
 mismo le pasó a Susana; estaba atrás, pero al salir Kouri, pudo emerger
 y enfrentar y vencer (ella sí) a Lourdes Flores Nano. Llegó a la 
alcaldía limeña, pero no estaba preparada para eso. No tenía el respaldo
 de las masas, y fue vapuleada por el sistema. 
Votar
 es un acto político. Un acto sencillo pero muy significativo. 
Simbólico, y a la vez, práctico. No quiere decir necesariamente que 
concuerde con todo lo que dice, hace o representa tal candidatura. Es 
sólo una opción. Un acto de la voluntad, tomado con conciencia de 
ciudadano. Como el ser humano que sólo aspira a lo que puede y debe 
aspirar toda persona humana, a cumplir bien su jornada, su tarea, su 
labor. 
Yo
 voy a votar por PPK sin asco, con flema, con pasión, y quisiera que mi 
voto se multiplique por cien, por mil, por un millón, porque sé que en 
esta hora es la ÜNICA manera de impedir que la señora Keiko se siente en
 el sillón presidencial sobre los huesos de todos los muertos de la 
Cantuta, de los Barrios Altos, sobre la sangre de las mujeres 
esterilizadas en contra de su voluntad. 
Decir
 ni con uno ni con otro, equivale a decir cobardemente, miserablemente, 
esquizofrénicamente: quiero que Keiko sea mi presidenta para que el 
pueblo pueda levantarse, como una masa de parias, de ilotas, guiada por 
evangélicos predicadores del bien y del mal. 
Manuel Velásquez Rangel. 
Lima, 18 de abril del 2016. 
Nota.- Inicialmente difundidos en sus fechas por Foro Centenario 
 COLECTIVO PERÚ INTEGRAL 
20 de abril de 2016 | 
viernes, 22 de abril de 2016
HAY, HERMANOS, MUCHÍSIMO QUÉ HACER - UNO DOS TRES
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