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AL MAESTRO CON CARIÑO
“Hombres recogerá, quien Siembra Escuelas”
José Martí.
En todo el país miles de niños, del campo y de la 
ciudad, asisten a sus centros educativos para prepararse con sus 
maestros y contribuir en el futuro al desarrollo de su pueblo. Sin 
embargo, existe un gran porcentaje de jóvenes que se quedan
 sin estudiar, fundamentalmente en las grandes ciudades, engrosando las 
filas de los analfabetos por desuso.
            También en pleno siglo XXI, en el Perú se 
constata una discriminación educativa. La brecha de oportunidades 
educativas es abismal entre los hijos del pueblo y los hijos de las 
clases ricas. Al respecto resuena en nuestros oídos plenamente
 vigente, el mensaje del Amauta Mariátegui cuando afirmó: “La 
enseñanza, en este régimen, no sirve, pues, en ningún modo, para la 
selección de los mejores. De un lado, sofoca o ignora todas las 
inteligencias de la clase pobre; de otro lado, cultiva y diploma
 todas las mediocridades de las clases ricas. El vástago de un rico, 
nuevo o viejo, puede conquistar, por microcéfalo y estólido que sea, los
 grados y los brevetes de la ciencia oficial que más le convengan o le 
atraigan”. Que lucidez en el contenido del
 mensaje aleccionador que no pierde vigor a pesar de los años transcurridos.  
            Esta desigualdad en el campo de la educación
 de la que nos habla el Amauta JCM,  es consecuencia de la desigualdad y
 de la injusticia que se da en el mundo de la economía. Para luchar 
contra esta injusticia, décadas tras décadas,
 los mejores hijos del pueblo se han organizado en distintos frentes, 
siguiendo el Camino de Mariátegui. Sin embargo, para lograr que la 
flecha llegue a su destino, es muy necesario centralizar nuestras 
fuerzas en función de un Programa reivindicativo. Vale
 decir, forjar el gran Frente Unido con una idea común y un rumbo 
solidario por un Perú Integral, por un Perú nuevo en el mundo nuevo, por
 un Perú de todas las sangres.
            Inmerso dentro de este panorama, el maestro 
juega un papel muy importante para la transformación social desde los 
distritos, provincias, regiones y país.  El maestro es parte fundamental
 del proceso educativo y por ende líder de
 la comunidad. Con él comienzan y terminan las responsabilidades 
concretas para la formación del hombre nuevo. De allí que un pueblo que 
aspira a crecer productivamente, tiene que reconocer el valor del 
maestro. No se  puede negar que en la historia, los maestros
 han sido los heraldos de la revolución. No se puede negar que los 
maestros, moviéndose en escenarios dialécticos, han sido el motor del 
cambio social; han sido los dignos garantes del proceso histórico 
nacional. Por lo tanto el maestro tiene que estar preparado
 y con espíritu renovador, para cumplir con dignidad el rol que le tiene
 reservado la historia en la lucha por un nuevo orden social. 
            Por su parte, el maestro rural, el maestro 
del Perú profundo, tiene que desarrollar con creatividad su imaginación 
para potenciar la formación de los niños del campo. Tienen que dejar en 
las aulas y fuera de las aulas, lo mejor de
 su capacidad profesional. Por lo tanto deben tener presente que de su 
labor como maestro, depende el éxito o el fracaso de toda una 
generación.  Generación que será afirmativa y fecunda, si recibió 
oportunamente una correcta orientación del maestro. Por el
 contrario será una generación pesimista e infecunda, sin vuelo mental, 
si su maestro los abandonó y vegetó en el aula. He ahí la gran 
responsabilidad histórica del maestro. Y para para cumplir con su noble 
misión, tiene que integrarse a la comunidad.
            En ese sentido, hagamos todo el esfuerzo 
necesario para vencer dificultades. A pesar de las grandes limitaciones 
que tenemos, no debemos descuidar la formación integral del niño. 
Tenemos que preparar conscientemente a la nueva generación,
 para  que cumplan dignamente su rol generacional,  dirigiendo  con 
capacidad, pensamiento, sentimiento y acciones positivas, el proceso 
histórico de nuestra comunidad.  He ahí la delicada tarea de sembrar 
gérmenes de renovación con el claro propósito de forjar
 el hombre nuevo que el Perú nuevo necesita. El maestro al cumplir una 
labor productiva, dejando huellas de sabiduría en su paso por las aulas,
 sus discípulos los recordarán de por vida con mucho cariño. He ahí al 
Maestro con Cariño.  (JFD-060719)
¡FELIZ DIA MAESTROS DE LA REGION LIMA PROVINCIAS!
¡FELIZ DÍA MAESTRO DEL PERÚ INTEGRAL!
“El maestro peruano quiere ocupar su puesto
en la obra de reconstrucción social. No se conforma
con la supervivencia de una realidad caduca.
Se propone contribuir con su esfuerzo
a la creación de una realidad nueva”.
                                                                 
J.C.M. COC-T.14-65 
 
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