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Nos duele recordar, pero más nos duele olvidar
LOS GENOCIDAS DE 69 CAMPESINOS DE
ACCOMARCA – LLOCLLAPAMPA – AYACUCHO:
PSICOPATA AVEZADO CRIMINAL ALAN GARCÍA
Y SU SICARIO MILITAR DEL EJERCITO PERUANO
TELMO HURTADO:
Cuánta
 alegría seria para los millones de peruanos, que Reuters, AP, CNN, BBC,
 etc. difundieran el presente para que el mundo conozca las atrocidades 
que se tapan con una uña de los sátrapas, sicarios, psicópatas ex 
gobernantes del Perú. Los seres humanos que fueron calcinados, 
incinerados, acribillados a balazos, tienen todo el derecho que sus 
asesinos también mueran presos o calcinados e incinerados o fusilados, 
para que las familias encuentren justicia y vivan tranquilas.
---- Original message -----
From: JOSE CRISTIAN SERQUEN SANANDRES
En
 una entrevista difundida por un programa matutino de la televisión, 
conducida por Beto Ortiz, el “aproso” sicario Mauricio Mulder trató de 
excluir de toda responsabilidad al “corrupto y genocida” psicópata 
avezado criminal Alan García Pérez, en relación al caso de Accomarca. 
Con un empacho mental, el popular “perro de chacra”, sicario Mulder, 
quiso hacer creer que el psicópata avezado criminal Alan García no tenía
 ninguna responsabilidad en la masacre, pues, según remarcó, recién 
asumía la Presidencia de la República. Lo cierto es que el psicópata 
avezado criminal Alan “Babá” García no sólo tenía conocimiento de las 
masacres que violaban los derechos humanos, sino puso toda la maquinaria
 del Estado para encubrir a los asesinos que habían ejecutado las 
órdenes de los altos jefes militares y que, además, obedecían a la 
política antisubversiva aprobada y avalada por el propio presidente.
El
 14 de agosto de 1985, un atroz crimen estremeció Ayacucho. La comunidad
 de Accomarca, ubicada en la provincia de Vilcashuamán, fue el escenario
 donde la sangre de los comuneros se entremezcló con balas, incendios y 
granadas de los efectivos militares. La masacre dejó sesenta y nueve pobladores muertos, así como un largo camino para que la justicia alcance a sus familias.
En
 la mañana del 14 de agosto, las patrullas del subteniente sicario EP 
Telmo Hurtado Hurtado y la del teniente sicario EP Juan Rivera Rondón 
–aproximadamente 25 efectivos– bajaron a Llocllapampa, ubicado a tres 
kilómetros de Accomarca. Ahí, bajo el pretexto de una asamblea, los 
militares reunieron a 69 comuneros en la plaza de dicho poblado.
Los
 agruparon en tres viviendas, previa separación de hombres, mujeres y 
niños: a los hombres los encerraron en la casa de Cipriano Gamboa, a las
 mujeres en la casa de César Gamboa y a los niños los llevaron a la casa
 de Rufina de La Cruz. Pero, tal como indican los testigos, las mujeres 
fueron llevadas previamente a una acequia en donde las habrían violaron.
 Ello se deduce de los gritos que escucharon los comuneros mientras 
permanecían escondidos entre los matorrales.
Los
 militares acusaron a los pobladores de terroristas, ya que tenían 
referencias de que en Llocllapampa funcionaban dos escuelas populares y 
un centro de abastecimiento senderista, con municiones, alimentos y 
frazadas. Luego empezaron los disparos y tras ello, la desesperación.
Las
 mujeres gritaban aterrorizadas, los ancianos pedían auxilio, los niños 
lloraban. Sin embargo los efectivos no cesaban en su accionar, por el 
contrario, procedieron a incendiar las viviendas y finalmente les 
lanzaron granadas.
A
 las cuatro de la tarde, los efectivos se retiraron. Los pobladores que 
habían logrado escapar regresaron al lugar y observaron la horrible 
escena: 39 adultos y 23 niños ejecutados.
Pero
 la masacre aún no había terminado. En las semanas siguientes fueron 
asesinados varios testigos del múltiple crimen con el evidente propósito
 de ocultarlo y sustraer a los responsables de la acción de la justicia
LA INVESTIGACIÓN
El
 11 de setiembre de 1985, el Senado nombró una comisión investigadora 
presidida por sicario aprista Javier Valle Riestra que tenía como 
propósito, investigar las matanzas de Pucayacu y Accomarca.
Dos
 días después de nombrada la comisión, el entonces diputado Fernando 
Olivera encontró ocultos los cuerpos de cinco personas –sin rigor 
mortis, sangrantes, asesinadas a balazos– en nichos del cementerio de 
Accomarca. Según el testimonio de Viviana Baldeón Pulido, horas antes 
del arribo de la comisión investigadora, militares habrían llegado a la 
zona y eliminado a los testigos.
Como
 parte de sus indagaciones la comisión senatorial entrevistó al 
subteniente Telmo Hurtado en el cuartel “Los Cabitos” (Ayacucho). 
Hurtado no mostró arrepentimiento alguno por lo ocurrido e incluso llegó
 a justificar el asesinato de niños aduciendo que los comunistas 
iniciaban el adoctrinamiento de sus seguidores desde muy temprana edad.
El
 12 de octubre, la comisión investigadora emitió su informe final. 
Concluyó que en el caso Accomarca-Llocllapampa, se perpetró un delito 
común y no castrense, que es probable que la cifra de víctimas fuera de 
aproximadamente 69 y que no se demostró si hubo violación sexual.
Asimismo,
 indicó que era necesario estudiar si los autores materiales actuaron en
 virtud de órdenes verbales o si sus acciones respondieron a la 
formación recibida.
ACCIONES JUDICIALES
El
 17 de setiembre, el fuero militar abrió instrucción contra el Sub 
Teniente Telmo Hurtado y otros militares por abuso de autoridad y 
homicidio en agravio de 69 civiles fallecidos en Accomarca. 
Simultáneamente, el juez instructor ad hoc abrió instrucción por 
homicidio calificado.
Pese
 a que la responsabilidad de los altos mandos y mandos intermedios 
estaba clara en la matanza de Accomarca –en tanto era producto de la 
política dirigida desde el Estado a través del Presidente de la 
República y los altos mandos del Ejército y Comando Conjunto de las 
Fuerzas Armadas– el caso fue ventilado en la justicia militar por 
decisión de la Corte Suprema, en marzo de 1986. En ese fuero, Telmo 
Hurtado fue absuelto de los delitos de homicidio, negligencia y 
desobediencia, y sólo fue condenado –por abuso de autoridad– a seis años
 de prisión y al pago de 500 soles por concepto de reparación civil a 
los deudos de las víctimas. El resto de efectivos militares fue 
absuelto.
Siete
 años más tarde, el Consejo Supremo de Justicia Militar, confirmó la 
sentencia y la reparación otorgada. Para entonces Telmo Hurtado ya 
ostentaba el grado de capitán. Posteriormente, en mayo de 1999, la 
prensa informó que Hurtado laboraba normalmente en la Sexta Región 
Militar del Ejército y que incluso ya había ascendido a mayor.
Todas
 las reacciones y acciones de las Fuerzas Armadas y del propio 
presidente Alan García –quien ofreció modificar la política subversiva 
pero los posteriores atropellos y violaciones a los derechos humanos 
comprueban que no lo hizo– se dirigieron a encubrir los hechos y a 
encontrar un chivo expiatorio –Telmo Hurtado– quien pese a su 
responsabilidad en el caso no es el único implicado. Los altos mandos y 
mandos intermedios, así como todos los que participaron en la 
planificación, coordinación, ejecución y encubrimiento de este crimen de
 lesa humanidad tienen una deuda pendiente con la justicia y con la 
nación.
LA DENUNCIA
El
 2 de febrero pasado, la fiscal especializada en derechos humanos 
Cristina Olazábal, presentó la denuncia contra el ex presidente Alan 
García, por delito de omisión impropia, y otros altos mandos militares 
(entre ellos, César Enrico Praeli, ex presidente del Comando Conjunto de
 las Fuerzas Armadas; Jorge Flores Torres, ex ministro de Guerra; 
Sinesio Jarama Dávila, jefe de la Segunda Región Militar; Wilfredo Mori 
Orzo, jefe político militar de Ayacucho; Nelson Gonzáles Feria, ex jefe 
del Estado Mayor; César Martínez Uribe, ex comandante del Estado Mayor; 
José Williams Zapata, ex jefe de la compañía Lince; entre otros) por el 
asesinato y genocidio de 69 pobladores de la comunidad de Accomarca.
Desde
 entonces, la fiscal Olazábal fue objeto de duras críticas por parte de 
sectores vinculados al partido aprista, así como de continuos 
hostigamientos y amenazas. Asimismo, en abril pasado, la Fiscalía 
Suprema de Control Interno solicitó su destitución, pero el pedido no 
prosperó. Pese a ello, la magistrada ha recibido el respaldo de 
organismos de derechos humanos nacionales e internacionales, así como de
 los propios afectados por la violencia quienes destacaron su labor.
El
 1º de abril pasado, el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, emitió la 
Resolución Administrativa No 075-2005 en la que señalaba que “los 
Juzgados Penales Supraprovinciales que funcionan en el distrito judicial
 de Lima tienen competencia para conocer delitos contra la humanidad 
(...), así como los delitos conexos a los mismos, acontecidos en 
cualquier lugar del territorio nacional”. Con ello, el caso Accomarca y 
otros en los que hubiera tres o más agraviados, fueron trasladados a 
Lima.
El
 1º de junio, el titular del Tercer Juzgado Supraprovincial, Walter 
Castillo, abrió proceso con diversos mandatos de detención a más de 20 
militares, presuntamente responsables de la matanza de Accomarca pero 
decidió archivar, comprado este hijo de la corrupción, en primera 
instancia, la denuncia penal que emitió la fiscal Cristina Olazábal 
contra Alan García, tras determinar que no se han presentado las pruebas
 suficientes para abrir un proceso penal al líder aprista. Tampoco abrió
 instrucción contra el ex ministro de Guerra, Jorge Flores Torres; el ex
 presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, César Enrico 
Praeli; ni contra el ex jefe de la Segunda Región Militar, Sinesio 
Jarama Dávila.
Este
 horrendo crimen el hijo de puta psicópata avezado criminal Alan Garcia 
Pérez tiene mierda que pagarla, no se puede ir al otro mundo así de 
fácil este anciano, ya los fiscales de Roma piden cadena perpetua para 
el otro genocida Morales Bermudez y que espera Sanchez Velvarde fiscal 
de la nación, que no pide la cadena perpetua para este hijo de perro 
psicópata avezado criminal Alan García Pérez: En Accomarca mierdas 
violaron, calcinaron e incineraron a seres humanos, no fueron bestias de
 carga, fueron seres humanos como la hija Josefina Pérez Nores que en 
esa época tenía 10 años; como la niña CAMILA que fue violada 
salvajemente por todo un ejército del Perú, carajo no le da vergüenza 
esto a los podridos jueces que encubren este crimen de lesa humanidad a 
esa bestia psicópata avezado criminal Alan García Pérez, tanto mierda 
pesan los millones de los narco indultos y de la corrupción.
Saben,
 en la visita que hizo el psicópata avezado criminal Alan García Pérez a
 PPK lo aconsejó acribillar a los campesinos que se oponen a la 
explotación minera, ya va uno en las Bambas-Cotabamba-Apurímac-
unidad de investigacion partido nacionalista peruano
secretaria de asuntos profesionales /fedep
base distrital de mochumi lambayeque peru
Guillermo C. Cohen-DeGovia
http://www.fastmail.com - Or how I learned to stop worrying and
love email again
de: 'Guillermo C. Cohen-DeGovia' allelon@operamail.com [nuestramerica] <nuestramerica@yahoogrupos.
responder a: nuestramerica@yahoogrupos.com.
para: Nuestra América <nuestramerica@yahoogrupos.
fecha: 16 de octubre de 2016, 8:27
asunto:
 [nuestramerica] PERU: los crimenes de lesa humanidad ni pedon ni 
olvido: carcel o fusilamiento para los asesinos de campesinos,
niños, mujeres, ancianos, dirigentes, profesionales,
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firmado por: yahoogrupos.com.mx
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COLECTIVO PERÚ INTEGRAL
17 de octubre 2016
 
 
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