jueves, 7 de noviembre de 2019

INSURRECCIÓN DE TÚPAC AMARU ¡VIVE Y ES LUZ DEL ALBA!

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Perú al Pie del Orbe
 
INSURRECCIÓN DE TÚPAC AMARU
 
¡VIVE Y ES LUZ DEL ALBA!
 
Milton Sanchez
 
         A mí solo me matarán.
         Pero mañana volveré
         y seré millones.
         Túpac Amaru
 
         1. Que impere el bien
         El 4 de noviembre del año 1780, un día como hoy, estalla en Tinta, en el Cusco, el movimiento insurreccional de Túpac Amaru, capturando al corregidor Antonio de Aliaga para ejecutarlo por sus abusos en contra de los indígenas seis días después en la plaza de armas de Tungasuca.
         Chispa primero, y llamarada después, que de ese modo empezaba para luego terminar incendiando la pradera que se extendió por el Virreinato del Perú y el Virreinato del Río de La Plata y que involucró a un ejército de cuarenta mil hombres de parte de las huestes alzadas.
         Principalmente armados de hondas y garrotes, rebelión anticolonial que ha sido señalada como la más gran más importante del siglo XVIII, precursora de la independencia de Hispanoamérica, y la primera manifestación social para liberar a los esclavos de toda raza y condición.
         Pero más allá de aquella contingencia el significado de esta gesta en la historia humana es el de la fortaleza moral del hombre y del pueblo en su anhelo de hacer que prevalezca sobre la faz de la tierra un orden de justicia social, de bien y de fraternidad, sublevándose ante cualquier poder despótico, y tiránico.
         2. Nada más natural
         Movimiento que no fue una manifestación repentina, ni improvisada ni ocasional sino un clamor de siglos, una cólera acumulada, una indignación cribada que se hizo consigna y estandarte de liberación.
         Ahora bien, ¿inspiró a Túpac Amaru para su movimiento insurreccional alguna ideología en boga? Acaso, por ventura, ¿el influjo de algunas ideas en auge en aquel período de tiempo y venidas desde afuera?
         ¿Es él quizá parte de la efervescencia de lo que nos venía en los barcos desde el exterior? ¿El contagio favorable, sentido e iluminador que nos venía de otras regiones y latitudes del planeta?
         Es, acaso, ¿tal vez un dogma filosófico con el atributo de ser infalible? ¿Lo inspira algún fulgor de inteligencia centelleante y consagrada? ¿Tal vez alguna intuición gestada por un profeta, un vidente, un redentor?
         No. Nada de eso. Fue un hecho sencillo: cuál es constatar el dolor de la gente, ser partícipe del tormento que sufrían sus semejantes, día a día y noche a noche.
         3. Siquiera ser escuchado
         El motivo fue ser testigo, día a día, del abuso, la iniquidad y el oprobio del ensañamiento de los mandones de la época, más aún foráneos, para con la gente desvalida e indefensa.
         El haberse cansado de hacer tantas gestiones y reclamos a las instancias correspondientes en nombre de la ley y de la religión cristiana.
         Y hasta invocando la causa del Rey de España para que hubiera autoridades honestas y decisiones justas, sin lograr jamás dicho propósito, ni siquiera ser escuchado.
         Nos hartó, a él y a quienes nos involucramos con su proclama de rebeldía, el desprecio.
         Y la impaciencia de ya no aguantar tanto abuso, tanta crueldad y tanta depravación e infamia para con sus hermanos de raza.
         ¡Nada más natural, sencillo y evidente para sublevarse! ¡Nada más moral para declararse en rebelión, así como para entenderlo, adherirse y luchar por las causas que él defiende y enarbola!
         4. Por todos los confines
         La gesta tupacamarista insurreccional no es un movimiento ideológico que parta desde una teoría o una elucubración acerca de la realidad.
         No es el corazón de piedra de lo obcecado, intransigente y partidario; de una cúpula que lo que persigue es el poder.
         Su sentido era la protesta pura. Su morar es saberse libres, dueños de sus destinos, sin amos, dueños ni mandones.
         De allí que su movimiento no tiene nombre ni rótulo ni siquiera un lema, un slogan o una bandera que flameara, sino que es cólera pura, es indignación del alma. Y es guerra santa.
         Es la revolución de los ofendidos y humillados de siempre a quienes se les somete como esclavos a sangre y fuego y se los trata peor que a bestias de carga.
         Tampoco es historia sino presente; es problema actual, vigente y pendiente de resolver; de las papas que queman aquí y ahora, como en cualquier otro sitio del planeta Tierra.
         Es grito universal de indignación que se escucha por todos los confines.
         5. Corazón del universo
         De allí que no le interesó a él capturar el Cuzco, hecho que tanto se le reprocha hasta ahora y con ello detentar el poder. Idea que la tenía mucho más clara Micaela Bastidas, su esposa, y que más la intuía como seguridad para su propia familia, por le represión que luego sobrevendría, como realmente ocurrió.
         Porque, aunque Túpac Amaru predica restaurar el imperio incaico, no es para arrogarse el mando ni detentar privilegios las razones por las cuales él se subleva.
         Sino en cuanto a instaurar la justicia social, el bien colectivo y sentir el calor de la gente. Por eso deambula por pueblos, caminos y sube a los campanarios; hasta ahora.
         Le basta sentir la hermandad, le basta saber que su protesta es el clamor de todos. Le basta conmover y sembrar conciencia social.
         De allí que sea el movimiento de un ser que sabe querer, que sabe amar y condolerse de los demás, no de un caudillo que quiere arrasar, para luego gobernar, como ha habido tantos en la historia de nuestros países y continentes.
         No es una rebelión gestada desde la razón ni desde la pasión sino desde el corazón del universo. Y desde el útero materno, constatando que fueron muchas las mujeres que estuvieron en los frentes de batalla, como de la familia entera.
         6. Bandera llameante
         Apunta el movimiento insurreccional de Túpac Amaru a lo que debemos sacar cada día brillo, pulir y desenterrar, cuál es el bien que está más confinado, rezagado y hasta sepulto.
         Refiere el valor de que seamos capaces de afrontar en la solución de los problemas arduos y pendientes por resolver. Y estos son aquellos problemas a nuestro alcance, y cotidianos.
         Y no tanto identificarlo como un rayo fugaz, violento y pasajero, confinado en alguna página de la historia y al cual se teme, sino vincularlo con el sol tan querido, pródigo, generoso y tenaz, con el cual cohabitamos cada día.
         Donde Túpac Amaru es símbolo de coraje y heroicidad; de pundonor y compromiso, de asumir los asuntos sociales sin escamoteos ni medias tintas.
         Poniéndose a la altura de una cultura prístina e intachable, siendo la expresión más valerosa de ese pueblo y de esa cultura amante de la paz, y que alcanzara a consolidar como política de estado de honda fraternidad humana.
         Desde donde Túpac Amaru es ejemplo de compromiso, sensibilidad y conciencia social, como es bandera flameante de fortaleza y tenacidad.
         7. Semilla que brota
         De allí que lo que más lo identifique y represente sea un campo de quinua recién sembrado, que ya ha brotado y ya ha empezado a dar flor.
         De allí que lo que más se le parezca sean las semillas de todo lo creado, de todo lo que existe y su poder es germinar, elevarse frente al sol, de ennoblecerse y hacerse fruto. Y de dar aroma y servir.
         De allí que decir Túpac Amaru es señalar los horizontes abiertos cuando va a amanecer e irradiar el sol.
         Es recurrir a un nombre que es símbolo de que se es capaz de sentir, condolerse y prometerse para hacer un mundo nuevo y mejor, en base a semillas que puestas en tierra van a fructificar.
         Pero que por ahora apuntan a recoger lo más dolido de la condición del hombre por reivindicar y resarcir, y a la injusticia por corregir; y a la maldad por desterrar de la faz de la tierra.
         Es lección y mensaje moral y ética del espíritu, de echarse a los hombros el problema humano, el asumir nuestras responsabilidades cívicas y sociales, el de luchar por algo que no obedece a ningún apetito personal ni de ningún otro orden que no sea el límpido, transparente y generoso acto de querer y amar, y de que impere el bien común para todos.
 
 
Obras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar a:
-Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.com
-Editorial Papel de Viento: papeldevientoeditores@hotmail.com
-Editorial Bruño, Perú: ventas@brunoeditorial.com.pe
-Ediciones Altazor: edicionesaltazo@yahoo.es
 
de: Milton Sanchez <mbcdj122@aol.com>
fecha: 4 nov. 2019 12:59
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COLECTIVO PERÚ INTEGRAL
 
6 de noviembre de 2019

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