jueves, 29 de abril de 2021

De dos autores marxistas ¡PROLETARIOS DE TODOS LOS PAÍSES, UNÍOS! EL ORIGEN DEL PRIMERO DE MAYO

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De dos autores marxistas 

¡PROLETARIOS DE TODOS LOS PAÍSES, UNÍOS!

 EL ORIGEN DEL PRIMERO DE MAYO

 

El día internacional de la clase obrera continúa siendo una jornada de las trabajadoras y trabajadores que se movilizan por otro mundo posible. VOZ reproduce los conceptos de dos autores marxistas sobre el origen de la conmemoración y la unidad de las fuerzas revolucionarias para lograr la transformación social.

 

ROSA LUXEMBURGO

 

La feliz idea de instaurar un día de fiesta proletaria para lograr la jornada laboral de ocho horas nació en Australia, donde ya en 1856 los obreros habían decidido organizar un día completo de huelga, con mítines y entretenimiento, como una manifestación a favor de la jornada de ocho horas. Se eligió el 21 de abril para esa celebración.

Al principio los obreros australianos pensaban en una única celebración, aquel 21 de abril de 1856. Pero como esa primera celebración tuvo un efecto muy fuerte sobre las masas proletarias de Australia, animándolas con ideas agitadoras, se decidió repetirla todos los años.

Efectivamente: ¿Qué podría proporcionarles a los trabajadores más coraje y fe en su propia fuerza que un paro masivo, decidido por ellos mismos?

El día de la huelga universal

¿Qué podría proporcionarles más valor a los eternos esclavos de las fábricas y de los talleres que el reconocimiento de su propia gente?

Por eso, la idea de una fiesta proletaria fue rápidamente aceptada y comenzó a extenderse de Australia a otros países, hasta conquistar finalmente todo el mundo proletario. Los primeros en seguir el ejemplo de los obreros australianos fueron los norteamericanos.

En 1886 se fijó el 1o de mayo como el día de la huelga universal. Ese día, 200 mil trabajadores abandonaron sus lugares de trabajo y exigieron la jornada laboral de ocho horas. Más tarde, la policía y el hostigamiento legal impidieron por muchos años la repetición de esa gran manifestación.

Sin embargo, en 1888 restablecieron su decisión y fijaron el 1o de mayo de 1890 como el día de la siguiente celebración.

Mientras tanto, el movimiento obrero en Europa se había fortalecido notablemente. La expresión más poderosa de este movimiento ocurrió en el Congreso Internacional Obrero de 1889. En ese Congreso, al que asistieron 400 delegados, se decidió que la jornada de ocho horas debía ser la primera reivindicación. El delegado de los sindicatos franceses, el obrero Lavigne de Burdeos, propuso difundir esa reivindicación en todos los países mediante un paro universal. El delegado de los trabajadores estadounidenses llamó la atención de sus camaradas sobre la decisión de ir a la huelga el día 1o de mayo de 1890, por lo que el Congreso fijó esa fecha para la fiesta proletaria universal.

Hasta lograr el objetivo final

Los obreros, al igual que treinta años antes en Australia, pensaban solamente en una única manifestación.

Ese 1o de mayo de 1890 el Congreso había decidido que los trabajadores de todos los países se manifestarían juntos por la jornada de ocho horas. Nadie había hablado de repetir la celebración en años siguientes. Naturalmente, nadie podía predecir el enorme éxito que tendría esa idea ni la rapidez con que sería adoptada por la clase obrera. Sin embargo, fue suficiente celebrar el 1o de mayo tan sólo una vez para que todos comprendieran y sintieran que debía convertirse en una institución anual y permanente.

El 1o de mayo significaba establecer la jornada de ocho horas. Pero aún después de haber logrado este objetivo, ese 1o de mayo no fue abandonado. Mientras continúe la lucha de los obreros contra la burguesía y la clase dominante, mientras todas las exigencias no hayan sido satisfechas, el 1o de mayo continuará siendo la manifestación anual de esos reclamos. Y cuando lleguen días mejores, cuando la clase obrera del mundo haya logrado su objetivo, es probable que la humanidad entera también celebre el 1o de mayo, honrando las amargas luchas y los sufrimientos del pasado.

Publicado por primera vez en polaco en Sprawa Robotnicza, París, febrero 1894.

 

JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI

 

El 1° de Mayo es, en todo el mundo, un día de unidad del proletariado revolucionario, una fecha que reúne en un inmenso frente único internacional a todos los trabajadores organizados. En esta fecha resuenan, unánimemente obedecidas y acatadas, las palabras de Carlos Marx: “Proletarios de todos los países, uníos”.En esta fecha caen espontáneamente todas las barreras que diferencian y separan en varios grupos y varias escuelas a la vanguardia proletaria. El 1° de Mayo no pertenece a una Internacional, es la fecha de todas las Internacionales. Socialistas, comunistas y libertarios de todos los matices se confunden y se mezclan hoy en un solo ejército que marcha hacia la lucha final.

Esta fecha, en suma, es una afirmación de que el frente único proletario es posible y es practicable y de que a su realización no se opone ningún interés, ninguna exigencia del presente.

A muchas meditaciones invita esta fecha internacional. Pero para los trabajadores peruanos las más actual, la más oportuna es la que concierne a la necesidad y a la posibilidad del frente único.

Mi actitud, desde mi incorporación en esta vanguardia, ha sido siempre la de un fautor convencido, la de un propagandista fervoroso del frente único. Recuerdo haberlo declarado en una de las conferencias iniciales de mi curso de historia de la crisis mundial. Respondiendo a los primeros gestos de resistencia y de aprensión de algunos antiguos y hieráticos libertarios, más preocupados de la rigidez del dogma que de la eficacia y la fecundidad de la acción, dije entonces desde la tribuna de la Universidad Popular: “Somos todavía pocos para dividirnos. No hagamos cuestión de etiquetas ni de títulos.”

El Posteriormente he repetido estas o análogas palabras. Y no me cansaré de reiterarlas. El movimiento clasista, entre nosotros, es aún muy incipiente, muy limitado, parea que pensemos en fraccionarle y escindirle. Antes de que llegue la hora, inevitable acaso, de una división, nos corresponde realizar mucha obra común, mucha labor solidaria. Tenemos que emprender juntos muchas largas jornadas. Nos toca, por ejemplo, suscitar en la mayoría del proletariado peruano, conciencia de clase y sentimiento de clase. Esta faena pertenece por igual a socialistas y sindicalistas, a comunistas y libertarios. Todos tenemos el deber de sembrar gérmenes de renovación y de difundir ideas clasistas. Todos tenemos el deber de alejar de alejar al proletariado de las asambleas amarillas y de lasa falsas “instituciones representativas”. Todos tenemos el deber de luchar contra los ataques y las represiones reaccionarias. Todos tenemos el deber de defender la tribuna, la prensa y la organización proletaria. Todos tenemos el deber de sostener las reivindicaciones de la esclavizada y oprimida raza indígena. En el cumplimiento de estos deberes históricos, de estos deberes elementales, se encontrarán y juntarán nuestros caminos, cualquiera que sea nuestra última meta.

El frente único no anula la personalidad, no anula la filiación de ninguno de los que lo componen. No significa la confusión ni la amalgama de todas las doctrinas en una doctrina única. Es una acción contingente, concreta, práctica. El programa del frente único considera exclusivamente la realidad inmediata, fuera de toda abstracción y de toda utopía. Preconizar el frente único no es, pues, preconizar el confusionismo ideológico. Dentro del frente único cada cual debe conservar su propia filiación y su propio ideario. Cada cual debe trabajar por su propio credo. Pero todos deben sentirse unidos por la solidaridad de clase, vinculados por la lucha contra el adversario común, ligados por la misma voluntad revolucionaria, y la misma pasión renovadora. Formar un frente único es tener una actitud solidaria ante un problema concreto, ante una necesidad urgente. No es renunciar a la doctrina que cada uno sirve ni a la posición que cada uno ocupa en la vanguardia, la variedad de tendencias y la diversidad de matices ideológicos es inevitable en esa inmensa legión humana que se llama el proletariado.

La existencia de tendencias y grupos definidos y precisos no es un mal; es por el contrario la señal de un periodo avanzado del proceso revolucionario. Lo que importa es que esos grupos y esas tendencias sepan entenderse ante la realidad concreta del día. Que no se esterilicen bizantinamente en exconfesiones y excomuniones reciprocas. Que no alejen a las masas de la revolución con el espectáculo de las querellas dogmáticas de sus predicadores. Que no empleen sus armas ni dilapiden su tiempo en herirse unos a otros, sino en combatir el orden social sus instituciones, sus injusticias y sus crímenes.

Traemos de seguir cordialmente el lazo histórico que nos une a todos los hombres de la vanguardia, a todos los fautores de la renovación. Los ejemplos que a diario nos vienen de fuera son innumerables y magníficos. El más reciente y emocionante de estos ejemplos es el de Germaine Berthon. Germaine Berthon, anarquista, disparó certeramente su revólver contra un organizador y conductor del terror blanco por vengar el asesinato del socialista Jean Jaurés. Los espíritus nobles, elevados y sinceros de la revolución, perciben y respetan así, per encima de toda barrera teórica, la solidaridad histórica de sus esfuerzos y de sus obras. Pertenece a los espíritus mezquinos, sin horizontes y sin alas, a las mentalidades dogmáticas que quieren petrificar e inmovilizar la vida en una fórmula rígida, el privilegio de la incomprensión y del egotismo sectarios.

El frente único proletario, por fortuna, es entre nosotros una decisión y un anhelo evidente del proletariado. Las masas reclaman la unidad. Las masas quieren fe. Y, por eso, su alma rechaza la voz corrosiva, disolvente y pesimista de los que niegan y de los que dudan, y busca la voz optimista, cordial, juvenil y fecunda de los que afirman y de los que creen.

Publicado originalmente en El Obrero Textil, vol. V, No. 59, Lima, mayo 1, 1924

 

De VOZ LA VERDAD DEL PUEBLO

Fundado en 1957. Edición 3074

Semanario. Bogotá Colombia

Semana del 28 de abril al 4 de mayo de 2021 - Circula los miércoles. Pág. 10

 

COLECTIVO PERÚ INTEGRAL

 30 de abril 2021

 

miércoles, 28 de abril de 2021

De séptimo a primero en las encuestas EL MAESTRO RURAL PEDRO CASTILLO Y UNA LUZ HACIA EL “PERÚ DE TODAS LAS SANGRES”

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De séptimo a primero en las encuestas

 

EL MAESTRO RURAL PEDRO CASTILLO 

Y UNA LUZ HACIA EL “PERÚ DE TODAS LAS SANGRES”

 

Por: Gerardo Szalkowicz

Publicado 26 abril 2021

 

Los gurúes de la encuestología y el marketing 2.0 deberían estar quemando algunos manuales. En la previa de las elecciones, Pedro Castillo figuraba séptimo en los sondeos con menos del seis por ciento y tenía apenas 2.172 seguidores en Twitter, 2.027 en Instagram y 567 en TikTok. Pero a la escasa presencia mediática y la casi nula influencia en el mundo de las redes sociales, le contrapuso la mucha influencia en las redes reales del mundo andino-amazónico, y desde el Perú profundo se gestó la sorpresa que depositó a este maestro rural y líder sindical de izquierda en el primer lugar con el 19 por ciento a la espera de un rudo balotaje contra el fujimorismo.

Castillo llegó al centro de votación cabalgando una yegua por las calles de Cajamarca, con su sombrero de paja típico de los campesinos de esa región. Declaró: “El pueblo peruano se acaba de quitar la venda de los ojos. La segunda vuelta será una competencia entre ricos y pobres, entre la opulencia y el mendigo Lázaro, una lucha entre el patrón y el peón, entre el amo y el esclavo”. Las primeras encuestas lo dan con ventaja frente a Keiko Fujimori para el balotaje. Y la pregunta del millón recorre el mundo: ¿quién es este tal Pedro Castillo?

Ni calco ni copia

Su primer antecedente de liderazgo fue en 1990. Tenía 21 años y comenzaba a alzar la voz como líder estudiantil en el Instituto Superior Pedagógico “Octavio Matta Contreras” en la provincia de Cutervo (norte). Después de recibirse, empezó a ejercer la docencia en escuelas primarias y luego también se graduó como magíster en psicología educativa en la Universidad César Vallejo. Desde 1995 da clases en quinto y sexto grado de una escuela rural, en un caserío de su natal Tacabamba, provincia de Chota.

Pocas veces interrumpió su labor docente por grandes periodos. La reciente, para la campaña presidencial, y en 2017 cuando encabezó una histórica huelga de maestras y maestros por más de dos meses. Aquella larga lucha fue un parteaguas en su vida: saltó al centro de la escena nacional y se desafilió del partido Perú Posible, del expresidente Alejandro Toledo, donde había tenido una militancia bastante pasiva (solo un intento fallido a la alcaldía de Anguía, en 2002). Tercero de nueve hermanos, inició su activismo en la adolescencia en las Rondas Campesinas –extendida organización comunal de las zonas rurales–, desde donde forjó su camino como dirigente comunitario y sindical.

En 2020 aceptó el desafío de la candidatura presidencial por Perú Libre, un partido que se define de izquierda, marxista y mariateguista, con gran arraigo territorial y gestión en algunos gobiernos locales.

Su plan de gobierno contiene una batería de transformaciones estructurales como la convocatoria a una Asamblea Constituyente para crear una nueva Carta Magna que reemplace a la fujimorista de 1993. Propone “un Estado socialista”, la nacionalización de los recursos estratégicos, una ley que regule a los medios de comunicación, elevar del 3,5 al diez por ciento del PBI el presupuesto educativo, crear el programa Perú Libre de Analfabetismo, “desactivar” la Corte Suprema y conformar una elegida por el pueblo, y bajar a la mitad el sueldo de ministros y congresistas. Busca además deslastrarse del karma de los últimos seis presidentes peruanos (todos destituidos y/o presos) repitiendo como un mantra que “la corrupción es el nuevo terrorismo de Estado”.

Pero a la vez que promete una ruptura radical con el sistema político-económico que reinó las últimas décadas, y que dejó al Perú al borde del abismo con una crisis multidimensional dantesca, Castillo porta un fuerte conservadurismo en materia de derechos sociales: se opone a la enseñanza con enfoque de género, al matrimonio igualitario y al aborto (aunque aclaró que trasladaría su debate al proceso constituyente). Acá es donde aparece una preocupante coincidencia antiderechos con las derechas latinoamericanas, incluida su rival Keiko Fujimori. De todas maneras, es necesario contextualizar su figura, como representante y emergente del mundo rural de las serranías peruanas, donde esa mirada es hegemónica y la religiosidad –sobre todo evangélica– tiene una fuerte influencia.

Algunos apresurados ya hablan del “Evo Morales peruano”. Por lo pronto, el expresidente boliviano le tiró un centro: “Hemos perdido en Ecuador pero ganamos en Perú. Castillo es del mismo linaje (…) El modelo del MAS es el que ha ganado en el Perú”. Tanto su partido Perú Libre como su referente Vladimir Cerrón nunca dejaron de reivindicar al proceso bolivariano y al cubano, y recientemente Castillo se negó a calificar a Venezuela como “una dictadura”, cosa que sí concedió la candidata del progresismo Verónika Mendoza. Además, en su plataforma propone “la integración del Perú a la Unasur y el abandono de la OEA”.

Un fantasma recorre el Perú

Se viene un largo y áspero combate hacia el balotaje del 6 de junio. Caerá sobre Castillo una implacable campaña de satanización: lo acusarán de “terruco” (terrorista) y le seguirán inventando vínculos con Sendero Luminoso, operarán con el cuco del comunismo y el castrochavismo para impedir que logre capitalizar el hastío de la población hacia la clase política.

Sin que nadie lo viera venir, cabalgando las sierras peruanas con su sombrero cajamarquino y cargando siempre un lápiz gigante (como símbolo de su profesión y logo de su partido), irrumpió este personaje difícil de encasillar que sacudió el escenario y puso en jaque al establishment. Por ahora encierra más enigmas que certezas, pero no deja de ser una luz de esperanza para que por primera germine un proyecto de izquierda plebeya, que incluya la compleja variedad racial, regional y cultural, que contenga a lo que el novelista peruano José María Arguedas llamó “el Perú de todas las sangres”.

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fecha: 27 abr 2021 11:21

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COLECTIVO PERÚ INTEGRAL

 29 de abril 2021

 

Firmones hay por montones AL PUEBLO PERUANO

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Firmones hay por montones

AL PUEBLO PERUANO


Para vuestro conocimiento: El siguiente manifiesto muestra el sentimiento político

del escritor Mario Vargas Llosa en 1965, cuando residía en Francia.

¿Qué pasó para que se pase al campo contrario?

1. El movimiento de guerrillas que ha estallado en la sierra peruana no constituye un fenómeno importado, aberrante o ajeno a nuestra realidad, sino que es la consecuencia natural de una situación secular que se caracteriza por la miseria, la injusticia, la explotación, el inmovilismo y el abandono en que nuestros gobernantes han mantenido siempre al país.


2. 150 años de vida republicana nos han enseñado que el poder lo han detentado alternativamente dictaduras militares o representantes civiles de la oligarquía, que no se han preocupado de otra cosa que de acrecentar sus privilegios o de crear otros nuevos, a expensas de la mayoría del pueblo peruano y que las pocas mejoras que éste ha obtenido fueron conquistadas al precio de luchas sindicales, de exterminación de obreros y campesinos, de sacrificios innumerables de vidas humanas y de la acción de grupos minoritarios de intelectuales.


3. El actual gobierno, suponiendo que sus intenciones fueran loables, continúa las líneas generales de los precedentes: no ha logrado hasta ahora modificar las estructuras del país, se ha contentado con tímidas tentativas reformistas, destinadas más a paliar el descontento popular que a solucionar realmente los problemas existentes, ha tolerado una política obstruccionista llevada a cabo por el sector más reaccionario de la nación y ha desperdiciado en una palabra la ocasión de romper con nuestra tradición de gobernantes venales, entreguistas o irresolutos.


4. En estas condiciones consideramos que para que el campesino disfrute de la tierra que trabaja, para que el obrero lleve una vida digna, para que las clases medias no vivan bajo un complejo permanente de frustración, para que el país sea beneficiario de sus riquezas y para que el Estado sea árbitro de su destino no queda otro camino que la lucha armada.


5. Por ello, aprobamos la lucha armada iniciada por el MIR, condenamos a la prensa interesada que desvirtúa el carácter nacionalista y reivindicatorio de las guerrillas, censuramos la violenta represión gubernamental –que con el pretexto de la insurrección pretende liquidar las organizaciones más progresistas y más dinámicas del país- y ofrecemos nuestra caución moral a los hombres que en estos momentos entregan su vida para que todos los peruanos puedan vivir mejor.

París, 22 julio de 1965

MARIO VARGAS LLOSA

MILTON ALBÁN ZAPATA

SIGFRIDO LASKE

HUMBERTO RODRÍGUEZ PASTOR

ALFREDO RUIZ ROSAS

FEDERICO CAMINO

HUGO NEYRA

JULIO RAMÓN RIBEYRO

 

(Fuente: “El MIR histórico”- Ricardo Gadea Acosta- Edit Pueblo Unido, Pág 254- Edición 2021

RE: Mario Vargas LLosa: Voten por Keiko. Ya cambié de opinión.

Apúrense por que mañana cambiaré, de nuevo

De: Milciades Ruiz <gest.rurales@gmail.com>

Enviado: viernes, 23 de abril de 2021 15:50

 

COLECTIVO PERÚ INTEGRAL

 

28 de abril 2021

 

Sexo, Religión, Política EL LUGAR DEL MUNDO DONDE LA GENTE RECONOCE 5 GÉNEROS

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Sexo, Religión, Política

EL LUGAR DEL MUNDO DONDE

LA GENTE RECONOCE 5 GÉNEROS

Daniel Stables

BBC Travel

21 abril 2021

El pueblo bugis cuenta con alrededor de seis millones de personas, la mayoría de ellas vive en Makassar.

La isla indonesia de Célebes se extiende como una estrella de mar borracha en el océano Pacífico occidental, sus cuatro patas esmeralda tocan los mares de Celebes, Molucca y Flores.


En su extremo suroeste se encuentra la ciudad portuaria de Macasar, una población ahogada por una niebla tóxica que durante mucho tiempo fue un importante punto comercial y la puerta oriental de Indonesia al mundo.

En un amanecer gris, me puse de pie en el paseo marítimo mientras veía las proas curvas de los tradicionales veleros prahu avanzar elegantemente hacia el caos del puerto de Paotere. Llegaban allí para descargar pepinos de mar, sepias y otras extrañas criaturas de las profundidades marinas.


"Los bugis tienen palabras para cinco géneros que representan cinco formas de estar en el mundo", explica Sharyn Graham Davies, antropóloga de la Universidad Monash en Melbourne, Australia.

Los bugis son el grupo étnico más grande de la isla de Célebes. Se concentran en Makassar y el campo de cultivo de arroz al norte de la ciudad, pero su destreza como marineros y comerciantes consolidó la influencia de los bugis en Indonesia y el archipiélago malayo.

También sembró miedo en los corazones de los colonizadores europeos, quienes los veían como piratas despiadados.


Un pueblo influyente

A pesar de que representan solo seis de los 270 millones de habitantes que tiene Indonesia, los bugis son extremadamente influyentes.

Algunos ejemplos destacados incluyen a Jusuf Kalla, quien fue dos veces vicepresidente de Indonesia; y a Najib Razak, ex primer ministro de Malasia.


Los bugis son una sociedad marinera cuya influencia se ha extendido por Indonesia y el archipiélago malayo.

"Los bugis se encuentran entre los grupos étnicos con más fuerza del archipiélago, política, económica y culturalmente", señala Sudirman Nasir, un bugis que trabaja en salud pública en el sur de la isla.

La antropóloga Sharyn Graham Davies explica que en la sociedad bugis, los géneros makkunrai y oroani corresponden a los conceptos de mujer cis y hombre cis en Occidente.


Los calalai nacen con cuerpos femeninos pero asumen roles de género tradicionalmente masculinos; pueden llevar camisa y pantalones, fumar cigarrillos, llevar el pelo corto y realizar trabajos manuales.

Por otro lado, los calabai nacen con cuerpos masculinos pero asumen roles de género femeninos, usan vestidos y maquillaje y se dejan crecer el cabello.

"Muchos calabai trabajan en salones de belleza", asegura Neni, una calabai del pueblo de Segiri, al norte de Makassar.

"También ayudamos a planificar bodas y actuamos en ceremonias".


El quinto género

Los calabai no se hacen pasar por mujeres, detalla Davies, sino que exhiben su propio conjunto de comportamientos femeninos que serían mal vistos en las mujeres makkunrai, como usar minifaldas, fumar y actuar de una manera más sexualizada exteriormente .

Dentro de la sociedad bugis, las personas calabai y calalai pueden ser mal vistas en algunos sectores, pero son ampliamente toleradas, incluso se considera que juegan un papel importante en la sociedad.

De manera general no son atacadas ni perseguidas por miembros de su propia comunidad.

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El quinto género bugis es el bissu, que no se considera ni masculino ni femenino, sino que representa la totalidad del espectro del género.


Los bissu, como los calabai y calalai, muestran su identidad a través de la vestimenta: a menudo usan flores, un símbolo tradicionalmente femenino, pero llevan la daga keris asociada con los hombres.

Nacidas en cuerpos masculinos, las calabai a menudo trabajan en salones de belleza o como planificadoras de boda

Muchos bissu nacen intersexuales, pero el término tiene implicaciones más allá de la biología.

Si bien el género en los bugis a menudo se describe como un espectro, se considera que los bissu están por encima de esta clasificación: son seres espirituales que no están a medio camino entre el hombre y la mujer, sino que encarnan el poder de ambos a la vez.

"Se dice que, en su descenso del cielo, los bissu no se separaron convirtiéndose en hombre o mujer, como la mayoría de la gente, sino que siguieron siendo una unidad sagrada de ambos", explica Davies.

Como tales, son percibidos como intermediarios entre mundos y ocupan un papel similar al de los chamanes en la religión bugis.


Poseídos por los dioses

Una anciana serena y un pollo que cacareaba fueron mis compañeros de viaje cuando me fui de Makassar en un maltrecho bemo (minibús público) de color azul celeste.

Mientras avanzábamos hacia el norte, fragmentos de piedra caliza kárstica, cubiertos de jungla, se elevaban hacia el cielo desde los arrozales circundantes.

Muchos bugis viven en la verde y montañosa isla indonesia de Célebes.


Era época de siembra y pasamos por un campo donde se empujaba un arado mecánico, precedido por un desfile ritual de bissu, reconocibles por sus túnicas rojas, doradas y verdes y sus tocados adornados con flores de colores.

Seguimos conduciendo. El sol de la tarde comenzó a brillar como carbón y los agricultores bugis proyectaban sombras encorvadas y alargadas, mientras se inclinaban para ocuparse de los campos de arroz.

Cuando cayó la noche, llegamos a la ciudad de Segiri, donde seguí a una multitud de lugareños hasta una gran casa de madera.

Cinco bissu estaban reunidos en el centro de la habitación alrededor de una pila de arroz. El humo del incienso fragante se arremolinaba en la casi oscuridad, y el sonido de los tambores y los cánticos se aceleró a un punto febril mientras el bissu bailaba bruscamente hasta un estado de trance.

Al unísono, desenvainaron sus dagas keris y comenzaron a apuñalar las hojas onduladas en sus propias sienes, palmas, incluso en los párpados, aparentemente sin sentir ningún dolor o apenas sacando una gota de sangre.

Someterse a este ritual, conocido como ma'giri', y salir ileso es considerado como una prueba de que los bissu han sido poseídos por los dioses y están listos para dar bendiciones.


El idioma de los cielos

Esta ceremonia, como el desfile en el campo de arroz, está orientada a asegurar una cosecha abundante; buena salud y embarazos exitosos son otros de los resultados que se esperan de una bendición bissu.

"Convertirse en bissu es una llamada del alma", dice Eka, jefe de los bissu en Segiri.

Los bissu son vistos como seres espirituales que encarnan tanto el poder masculino como el femenino.

"Viajamos a una edad temprana para estudiar con un bissu mayor y aprender nuestro idioma secreto, Basa To Ri Langiq (la lengua de los cielos), que solo nosotros podemos entender".

Además de otorgar bendiciones, Eka oficia bodas. "Los bugis nos tratan muy bien", prosigue. "Tienen que hacerlo, porque supervisamos todas las costumbres de los bugis".

Aunque sus rituales religiosos y su concepción del género están impregnados de ideas preislámicas, la mayoría de los bugis son musulmanes, muchos devotos.

"Hubo interacciones complejas entre los valores bugis y la enseñanza islámica", explicó Nasir. "Esto llevó a formas de sincretismo islámico-bugis".


Luchan contra su propia sexualidad

Por ejemplo, como señala Davies, los bugis a menudo acuden a los bissu para bendecir un próximo peregrinaje a La Meca.

Muchos calalai y calabai luchan contra su propia sexualidad y contra el sentido de sí mismos, explica la antropóloga.

Creen que su estilo de vida -que puede incluir relaciones entre personas del mismo sexo- es pecaminoso según la creencia islámica, pero también que son como son porque fue prescritopor Allah.

Por la misma razón, no tienen el concepto de haber nacido en el cuerpo equivocado. Aunque algunas calabai pueden someterse a procedimientos cosméticos para lucir más femeninas, no se considerarán mujeres, como descubrió Davies en su trabajo de campo.

El islam comenzó a ser predominante en Indonesia cerca del año 1400, pero durante siglos los locales reconciliaron su variada percepción del género con la nueva fe.

"Los marinos europeos escribieron sobre sus reflexiones sobre la diversidad de género en  la isla de Célebes desde al menos el siglo XVI", cuenta Davies.


Igualdad social

En 1848, el colonialista británico James Brooke escribió en su diario: "La costumbre más extraña que he observado es que algunos hombres se visten como mujeres y algunas mujeres como hombres; no ocasionalmente, sino toda su vida, dedicándose a las ocupaciones y búsquedas de su sexo adoptado".

Al visitar la isla de Célebes, Brooke se sorprendió aún más por la igualdad social que observó entre mujeres y hombres, un sentimiento compartido por su compañero imperialista Thomas Stanford Raffles.

El pueblo bugis es un grupo étnico muy influyente e importante en Indonesia.

Un tercer género conocido como waria (un acrónimo de wanita, que significa mujer, y pria, que significa hombre) ha sido reconocido durante mucho tiempo en las sociedades de Indonesia.

Sin embargo, desde mediados del siglo XX, Indonesia en general se ha vuelto menos tolerante con las ideas no binarias de género, lo que ha provocado la persecución de los calabai y bissu en particular.


Torturados y asesinados en los 50

A partir de la década de 1950, comenzó una ola de ataques violentos contra la comunidad LGBTQ.

"Cuando el movimiento de rebelión Darul Islam de Kahar Muzakkar quiso establecer un estado islámico en la década de 1950, los bissu fueron arrestados, torturados y obligados a arrepentirse", recuerda Nurhayatai Rahman Mattameng, filólogo del pueblo bugis.

A algunos bissu les raparon la cabeza para avergonzarlos públicamente; algunos fueron asesinados.

"Durante la era del Nuevo Orden bajo el presidente Suharto (1967-1998), hubo una iniciativa llamada Operación Arrepentimiento", añade Mattameng.

"Todos los bissu se vieron obligados a (renunciar) al Latang, la religión ancestral de los bugis, y en su lugar eligieron una de las religiones oficialmente reconocidas en Indonesia".

En 2001, extremistas islámicos incendiaron la sede en Makassar de GAYa Celebes, una organización que aboga por los derechos de los homosexuales.

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En 2018, el Jakarta Post informó que las mujeres transgénero estaban siendo detenidas y colocadas en centros de detención en la capital de Indonesia, como una medida "disuasiva" para las personas que se identificaban como waria.


Un hombre en Makassar.

Hace poco, muchos bissu vivían con miedo de ser arrestados o asesinados; algunos estaban incluso avergonzados de ser bissu.

"Los bissu, los calalai y los calabai están experimentando mucho estigma y discriminación, que lamentablemente está aumentando junto con la creciente asertividad del islam político", lamenta Nasir.

"A nivel social, hay una fuerte tendencia hacia una mayor piedad y puritanismo, que podría compararse con la de los cristianos nacidos de nuevo en Occidente. El futuro de estas personas perseguidas no es muy prometedor".


"En peligro"

Eka está de acuerdo en que el futuro parece sombrío.

"El número de profesores con conocimiento de costumbres bissu está disminuyendo. También está disminuyendo el interés de la gente en vivir como calabai", señala.

"En el futuro, los bissu estarán en peligro de extinción".

Sin embargo, no todo el mundo es tan pesimista sobre el futuro de esta cultura única. Hay ayuda disponible gracias a personas como Halilintar Lathief, una activista, artista y antropóloga bugis.

La organización de Lathief, Latar Nusa, lucha para revitalizar la cultura bissu y calabai preservando la literatura tradicional y empoderándolos para aprovechar los beneficios económicos de sus roles tradicionales al buscar trabajo remunerado como maquilladores de novias, planificadores de bodas y proveedores de catering y chamanes medicinales.

"Durante los primeros días, el trauma de la persecución que habían enfrentado significaba que nadie quería convertirse o pretender ser bissu", asegura Lathief.

"Tenían miedo de ser arrestados o asesinados; algunos estaban avergonzados. Ahora, después de varios años, hay muchas más personas que se identifican como calabai y otras más que se enorgullecen de ser llamadas bissu".

BBC-Mundo 21 de abril 2021


COLECTIVO PERÚ INTEGRAL

27 de abril 2021