viernes, 31 de diciembre de 2021

POR QUÉ POLÍTICA (Política. Partido. Frente)

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9.         POR QUÉ POLÍTICA

Nuestro país entra en un nuevo proceso elec­toral. Por eso, es menester precisar conceptos que se agitan en las campañas. Entre ellos están te­mas como política, partido, frente. El término más usado y menos comprendido es Política. Comen­cemos por él.

I.    POLÍTICA

Enciclopedias, diccionarios, manuales, definen la política como “conjunto de las actividades con que se gobierna un Estado", como “arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados" Es decir, política es “el arte de gobernar" Sin embar­go, esta definición que circula profusamente no trata la esencia de la cuestión, se queda en la su­perficie del fenómeno.

Ya en 1816 el socialista de la utopía, conde de Saint Simón (1760-1825) declaraba que la políti­ca había de ser la ciencia del desarrollo de la pro­ducción. base de la sociedad y única solución al problema social.

En 1878 Engels rescata este legado y anota que "Saint Simón declara que la política es la ciencia de la producción y predice ya la total absorción de la política por la economía” y que "proclama ya cla­ramente la transformación del gobierno político sobre los hombres en la administración sobre las cosas y la dirección de los procesos de producción, es decir, expresa la idea de la abolición del Estado, que tanto estrépito viene levantando últimamente” Y que se sigue levantando hasta el presente. De ahí se infiere que política es expresión concentrada de la economía. Ningún gobierno queda al margen del proceso económico del país, sea para avanzar sea para frenar su desarrollo.

En nuestro país, bien se sabe desde 1928 con JCM y sus 7 Ensayos que "El capitalista, o me­jor el propietario criollo, tiene el concepto de la renta antes que el de la producción” Esto es aho­ra más evidente que nunca. El concepto de la ren­ta prima en la desagrarización, desindustrializa­ción, informalización del país. Lo poco que se lo­gró tras siglo y medio de independencia ha des­aparecido en los últimos treinta años de dominio neoliberal. La corrupción, despilfarro, burocratis­mo son la superficie del carácter rentista, parasi­tario del capitalismo marginal, simple apéndice del capitalismo transnacional. No hay privatiza­ción (transnacionalización) que no deje al privatizador de turno su 10% de ganancia rentista (coi­ma) Por eso las privatizaciones, impuestas por el FMI-BM, son ejecutadas por el testaferro de turno a precios de subasta, a precios de remate. Y con la exigencia de este binomio de oro de que lo poco que queda en el país por cada transacción "limpia y transparente” no puede ser invertido en pro­gramas de desarrollo: se volatiliza en “programas de asistencia social" muy gratos al carácter ren­tista del capitalismo marginal.

De ahí que hay dos tipos de política. La vieja política ha llevado al país a la bancarrota. Sus re­presentantes sólo persiguen la leva hereditaria o la sustitución de los viejos ricos ya en decadencia por los nuevos ricos en ascenso. Este es el gran novelón que ofrece a diario la política criolla en periódicos, pasquines, revistas, radio, televisión. Estos políticos, ningún programa o plan de desa­rrollo ofrecen al elector. Sólo la "lucha contra la corrupción hasta sus últimas consecuencias" Se sustituye la contrastación de programas por la agitación con imágenes de figurines y figurones.

La nueva política, parte de la raíz del proble­ma del país. La clase dominante apenas aspira a ser apéndice del dominio transnacional, y lleva al país a ser un estado más “de la Unión", de EUA. Por eso. a la vez que rechaza el ALCA-TLC, la nue­va política, política creadora, propone un progra­ma o plan de desarrollo que sustituya la exporta­ción de materias primas por la exportación de productos elaborados con valor agregado, sean agrícolas o industriales. Propugna la moderniza­ción del agro como proceso industrial y el desarro­llo de la industria pesada, base del crecimiento económico. Y la integración sudamericana. Es de­cir. propugna el crecimiento económico, desarro­llo social, progreso humano del pueblo peruano.

Así, hay dos políticas, "política" como concep­to de la renta (política criolla), política como con­cepto de la producción (política creadora) Política para "distribuir" lo producido. Política para libe­rar las fuerzas productivas, dirigir la produc­ción y sobre esta base distribuir lo producido.

II.     PARTIDO

El partido político surge con la revolución li­beral, primeramente como "logias" como cuando la independencia de América. Es el embrión del nuevo Estado. Y como lodo embrión, al surgir el nuevo Estado desaparece (o debe desaparecer) ante la nueva forma superior de organización de clase. Pero como esta nueva forma superior de organización se expresa en república de democra­cia representativa, los partidos del sistema pasan a expresar facciones de clase. Son partidos tradi­cionales el Partido Republicano y el Partido De­mócrata (en EUA), el Partido Conservador y el Partido Liberal (o nombres equivalentes en otros países) Cuando uno está en el gobierno, otro está en la oposición. Este binomio de oro es el mejor sostén de la democracia representativa.

Estos partidos se organizan en "comités", es decir de arriba abajo, y actúan como "bancadas" en el Parlamento o como "ministerios" en el Eje­cutivo. (Con la crisis de la democracia representativa surgió temporalmente el Partido Fascista, organizado como “milicias" para combatir a los tra­bajadores en proceso de crecimiento organizativo)

El siglo pasado vio surgir un tercer partido, el Partido Laborista, que necesariamente tiene que propugnar una política de reforma social cuando está en la oposición. Si llega al gobierno, sea en el Parlamento o en la Presidencia tiene que adecuar­se a la política de la clase dominante. Y es que ob­jetivamente no hay "tercera vía" dentro del siste­ma. Toda "tercera vía" obedece necesariamente a una segunda (conservadora o liberal) Es clásica la evo­lución (o involución) del Partido Laborista inglés. El tipo de Partido Laborista (socialista liberal, socia­lista democrático, de los trabajadores) se organiza en secciones (sindical, campesina, femenina, juve­nil, otras) Con la caducidad del 'Estado de bienes­tar" caducó también este tercer partido como tal.

El Partido Proletario es un partido de nuevo tipo. Es una "facción orgánica y doctrinariamente homogénea”, tiene "relaciones estrictamente dis­ciplinadas” No propugna la reforma del Estado de la clase dominante sino su sustitución por un Estado de nuevo tipo según su programa máximo (prospectivo), la instauración-gobierno-extinción del Poder. Como embrión de un nuevo Estado, cuya base es la comuna o municipio de nuevo tipo, se organiza también de abajo arriba, en células se­gún los criterios de producción o residencia.

Este Partido Proletario tiene su propia planeación, planeación funcional que une en un todo orgánico los conceptos de Partido (selecto, com­pacto, eficaz) - Frente (masivo, variado, combati­vo) - Programa Reivindicativo (mínimo) - Progra­ma Prospectivo (máximo), y de acuerdo a las nor­mas de eficiencia (respecto a los recursos), fun­cionalidad (respecto a las variaciones de la situa­ción) y eficacia (respecto a las demandas)

Este Partido Proletario no surge de "un conci­liábulo académico” sino de la "criba de la vanguar­dia” que expresa la elevación del interés de clase al nivel de la conciencia de clase, pues hay obre­ros que no son proletarios y hay proletarios que no son obreros. Necesariamente realiza cuatro ti­pos de trabajo: legal (si hay legalidad propicia), abierto (en las luchas de masas), clandestino (en su trabajo propio), secreto (reservado incluso ante la militancia general)

La experiencia histórica enseña que el Partido Proletario no propone ni elige candidatos. El trabajo electoral, según la teoría del "termómetro del sufragio" se reserva ahora para el Frente Unido, que enarbola el programa mínimo (reivindicativo)

Así, hay dos tipos de partidos políticos: los que actúan para reformar el sistema y los que actúan para cambiar el sistema. Y si el que domina en nuestro país es un sistema caduco inepto y co­rrupto, ¿qué reforma podrá apuntalarlo?

Ahora el Socialismo Peruano, el movimiento proletario peruano tiene la tarea de precisar cómo entender el gran partido de masas y de ideas de toda nuestra historia republicana. Poco a poco, el debate se está centrando en este punto cardinal.

III.     FRENTE

En 1917 triunfó el Partido Proletario bolchevi­que y devino partido oficial con su propia legali­dad. (Antes había funcionado como partido ilegal durante la autocracia zarista) Cuando los parti­dos proletarios de otros países (que actuaban den­tro de la legalidad burguesa) siguieron los méto­dos organizativos del partido oficial, de inmedia­to surgieron las dificultades y en poco tiempo que­daron marginados y hasta aislados de las masas. Esto viene ocurriendo hasta el presente.

Ante tal crisis se impuso la Nueva Política Económica NEP para el primer Estado socialista, y la táctica de Frente Unido para los partidos pro­letarios. El Partido Proletario asumía el programa máximo y el Frente Unido asumía el programa mínimo. Este programa concluye cuando se ins­taura el nuevo Estado, cuando se sustituye la re­pública de democracia representativa (de arriba abajo) por la república de democracia participativa (de abajo arriba)

Desde su regreso al país (18.03.23) JCM de­claró ser “partidario antes que nada del frente único proletario" Pero el Partido Socialista del Perú PSP fue constituido (07.10.28) sobre la base de la "célula secreta de los 7” Es que programa reivindicativo y programa prospectivo van juntos. Se­parados. uno conduce al reformismo. otro condu­ce al sectarismo. Y el cómo unir ambos programas en las acciones concretas es la gran "contradicción dialéctica", como puntualizaba Rosa Luxemburgo. Esto viene ocurriendo hasta el presente.

El Frente Unido une a todas las capas unibles. Su programa es reivindicativo. En un país desagrarizado, desindustrializado, informalizado, la primera reivindicación objetiva necesariamente es la del trabajo emancipado. El ser humano llegó a ser tal por el trabajo. Sin trabajo, es menos que un animal. Por eso es la primera reivindicación general pues compromete a todo el pueblo traba­jador. que sufre ominoso desempleo en un país donde todo está por hacer.

La segunda reivindicación es la de la vida dig­na, tanto material como espiritual. Sin salud ni educación, el ser humano es menos que un ani­mal. Por eso es la segunda reivindicación general pues compromete a todo el pueblo trabajador que carece de lo más elemental para su vida digna.

La tercera reivindicación es la del cambio so­cial. La bancarrota del país es responsabilidad ineludible de la clase dominante, caduca inepta y corrupta como su sistema mismo Debe ser susti­tuida mediante el cambio social. Por eso es la ter­cera reivindicación general pues compromete no sólo al pueblo trabajador sino al país entero. Y aquí radica la ligazón entre ambos programas Separados, para nada sirven.

El Frente Unido participa en elecciones de aba­jo arriba, y por eso prioriza la elección municipal, que es trabajo de hormiga, de 25 horas al día, día a día. Desde los años 80 hay elecciones municipa­les, pero se las sigue menospreciando porque se confunde distrito con municipio, y porque no se parte del análisis concreto de la realidad concreta sino del discurso teorético dogmatizado. Traba­jar por el municipio es trabajar por el Estado de nuevo tipo. Tomar el Parlamento como centro es seguir la rutina oficial.

Participar sólo en elecciones parlamentarias o presidenciales, de hecho es caer en el juego elec­toral oficial, que urge dar el voto al promesero de turno porque "no hay tiempo para debates” Por eso, aquí es donde se pone a prueba la teoría de la participación electoral: el día que el termómetro del sufragio universal marque para los trabajado­res el punto de ebullición, ellos sabrán, lo mismo que el sistema dominante, qué es lo que hay que hacer. Hasta ahora la clase dominante sabe muy bien qué es lo que hay que hacer. Pero el pueblo trabajador, ¿lo sabe?

Se comprende bien, entonces, que hay dos tipos de Frente: Frente (Alianza, Movimiento, Partido o como se le quiera llamar) con plan de reformas vo­luminoso para apuntalar el sistema, y Frente (o como se le quiera llamar, pues es nombre genérico) con programa reivindicativo que señala directamente las necesidades inmediatas del pueblo trabajador. El primer Frente es cortoplacista, dura lo que dura el proceso electoral. El segundo Frente acumula la experiencia del pueblo trabajador, aprende de los errores, se fortalece con los aciertos. Es trabajo         sistemático a largo plazo, hasta que el termómetro del sufragio marque el punto de ebullición.

IV.       Corolario

Política. Partido. Frente son pues, tres con­ceptos íntimamente ligados entre sí. Lo que mal comienza mal acaba, dice el pueblo trabajador. Si se parte de un concepto erróneo, limitado, super­ficial, la actividad se estanca y no se llega a buen puerto, a la meta deseada. Si se propugna el Cam­bio Social, ante todo y sobre todo hay que tener un concepto claro y definido de lo que es activi­dad política, de lo que es política.

JCM, contrastó estos dos conceptos y señaló que "La política es hoy la única grande actividad creadora. Es la realización de un inmenso ideal humano. La política se ennoblece, se dignifica, se eleva cuando es revolucionaria” (23.05.25) Asu­mió la política como ciencia de la producción, la rechazó como actividad parasitaria y rentista, po­litiquería. que conoció desde temprano como cro­nista parlamentario y por eso declaró que "Desde 1918 nauseado de política criolla, me orienté re­sueltamente hacia el socialismo" (10.01.27)

Rescatar el Socialismo Peruano ha sido la base para reivindicar la Política Peruana, socia­lismo y política del proletariado peruano. Duran­te ocho décadas fuimos de tumbo en tumbo. Pero el ejemplar trabajo generacional ha logrado res­catar y sistematizar la Creación Heroica. Así se ha podido reiniciar la preparación de la organi­zación.

Ocho décadas, jamás lo olvide el lector y me­nos el activista actual.

 

 Ramón García R.

ragarro2002@gmail.com

Del libro Socialismo Peruano Hoy, de la página 74 a la82

 

miércoles, 29 de diciembre de 2021

POR QUÉ INDIVIDUALISMO

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9.         POR QUÉ INDIVIDUALISMO 

El Frente Unido FU tiene internamente una resistencia que vencer y una alternativa que desa­rrollar, la resistencia del individualismo y la alter­nativa de la solidaridad. Estas fuerzas pugnan en el seno del FU. Una paraliza, otra moviliza. Por eso es necesario conocer lo que paraliza para lue­go poder desarrollar lo que moviliza.

El individualismo en lo ideológico se expresa en liberalismo. Pero libertad-igualdad-fraternidad fue el grito de batalla de la burguesía en ascenso. Libertad ante el absolutismo feudal, igualdad en el mercado y concurrencia, fraternidad de propie­tarios ante los trabajadores. Pero este liberalismo ha caducado ante la realidad del neoliberalismo y la solidaridad de los trabajadores. Del liberalis­mo sólo queda el concepto filosófico de libertad como conciencia de la necesidad. En nuestro caso, la necesidad del cambio social, que impulsa a la acción más libre, enérgica y vehemente. La liber­tad de la “torre de marfil”, del “pedestal de cris­tal” no es sino libertad del individualismo hua­chafo, minusválido cursi y ramplón, que pulula en los debates en torno al FU. Y bien se sabe que sea en su torre de marfil, sea en su pedestal de cristal, marfileños y cristalinos dos parecen y uno son.

El individualismo en lo teórico se expresa en dogmatismo. Dogmatismo de conversos de últi­ma hora, que parten en todo caso del superficial conocimiento libresco y no de la solidaria prácti­ca social. Un ejemplo típico fue oponer la táctica contingente de la autodeterminación nacional a la teoría de la formación nacional, que parte de nues­tra propia realidad profunda, no del análisis de una nación ya formada sino de una nación en pro­ceso de formación. Así, el dogmatismo no une ni moviliza sino desune y paraliza el FU.

El individualismo en lo político se expresa en anarquismo. Bien se sabe que el anarquismo no es sino la extrema izquierda del liberalismo, exas­peración y degeneración del viejo liberalismo. No sólo rechaza la organización partidaria selecta compacta y eficaz sino rechaza aún más la organi­zación frenteunitaria amplia masiva y combativa. Separa como antípodas libertad y disciplina, de­mocracia y centralización. Es incapaz de elabo­rar, debatir, aprobar, actuar no sólo un programa prospectivo sino aún más un programa reivindicativo de FU. El único anarquista que fue capaz de presentar a debate un programa fue Lino Urquieta, reivindicado por JCM y Miguel Ángel Urquieta hijo. (Amauta-5)

El individualismo en lo orgánico social se ex­presa en democratismo. Este democratismo es sim­ple careta del liberalismo, dogmatismo, anarquis­mo. Aparentemente rechaza la democracia repre­sentativa liberal; pero al partir de una inexistente democracia abstracta, en verdad rechaza la demo­cracia participativa del pueblo trabajador, que se forja en el FU y se basa en solidaridad y disciplina.

Así. en todo tiempo y lugar liberalismo, dog­matismo, anarquismo, democratismo no son sino aristas del individualismo. En su Rectificación de las Ideas Erróneas (Citas). Mao Zedong tiene en­señanzas muy actuales al respecto.

II

JCM nos legó tres mensajes. Por fin ha queda­do como base de la actividad militante su Crea­ción Heroica del Socialismo Peruano, centro de nuestra Base de Unidad Partidaria. Pero costó ocho décadas y un drástico corte del nudo gordiano para lograrlo. Estamos ahora en cómo entender su se­gundo mensaje: el primer aran partido de masas u de ideas de toda nuestra historia republicana. Y ya se percibe que se requerirá de otro corle si­milar para lograrlo, pues hay quienes se oponen ‘'defendiendo” la literatura internacional y menos­preciando como siempre la nuestra, la de nuestra Creación Heroica. Es que es tarea de gigantes y para gigantes. “De toda nuestra historia republi­cana” significa ahora dos siglos, nada menos. Si - mentalizamos esta perspectiva, convertiremos rocas en guijarros: si no, quedaremos margina­dos en el camino, convertidos nosotros mismos en guijarros. Y otros lo lograrán, pues es de impe­riosa necesidad lograrlo.

El tercer mensaje es: No puede haber renova­ción sino sobre la base de grandes principios. Tra­bajen mucho. Fue lo que él mismo hizo y lo que hace o debe hacer todo militante, generación tras generación. De la IG, IIG, IIIG no muchos llegaron hasta el final. Si se hiciera una lista de 100 por cada tarea generacional, ¿cuántos dejaron hasta la vida en el camino?, ¿cuántos persistieron hasta el final?, ¿cuántos sólo fueron piedras en el cami­no? ¿Cuántos adultos mayores perseveran aún en el Socialismo Peruano? Y, ¿cuántos del relevo par­ticipan del debate actual presentando sus propias opiniones?

El derrotero del Socialismo Peruano no se ha podido lograr sin solidaridad. Pero, ¿por qué no es tarea fácil la unidad? En nuestro caso, básica­mente por la dualidad histórica de nuestra for­mación nacional. Nuestra mayoría precolombina es políticamente minoritaria en la escena actual. Por eso medran dos nacionalismos, nacionalismo burgués y nacionalismo proletario. El primero es hábilmente manipulado hasta ahora por la socio­logía burguesa (y más en cada proceso electoral) El segundo fue despreciado por la sociología marxista, por el internacionalismo anti-nacionalista de meros repetidores de consignas ajenas a nues­tra realidad. Por eso, tarea urgente es poner nue­vamente en primer plano el nacionalismo que pro­pugna el Socialismo Peruano, nuestro Perú Inte­gral (con costeños, andinos, amazónicos como base) Y esta exigencia se refleja en nuestro entorno.

Esta falta de unidad se expresa en individualis­mo. La solidaridad del luchador de ancestro pre­colombino (ayni, llank’ay, minga) está desaparecien­do poco a poco. La solidaridad del obrero (agríco­la. industrial, de servicios) también está desapare­ciendo ante la desindustrialización e informalidad laboral (donde es muy claro que trabajo decente apenas es trabajo chatarra) La incipiente solidari­dad del mipyme ante la gran industria transnacio­nal ni siquiera puede concretizarse. Y menos se puede lograr solidaridad en el tradicional "intelec­tual de universidad de cenáculo y de café”

Algo que nos debería llamar la atención es por qué los escritos de JCM al respecto tienen tanta vigencia. Es que las pugnas internas de entonces tienen similitud con las pugnas internas subsiguientes y de ahora; si no, las citas no servirían tan bien. Y es que las cualidades del pueblo peruano no han cambiado, ¡pero sus defectos tampoco!

 

Nuestra Posición, ahora que ya no es "docu­mento oculto" resulta que no tiene valor. Norma­tiva Frenteunitaria. sigue archivada aguardando ambiente propicio. ¿Y respecto al Plan Quinque­nal?; pues, es dejado de lado por el inmediatis- mo, ¡Pero no faltan quienes quieren comenzar ab ovo!, haciendo "borrón y cuenta nueva” de sus propias actitudes.

III

El individualismo, pues, tiene hondas raíces en nuestro medio. Por eso deberíamos desempol­var antiguas caracterizaciones acerca del indivi­duo, ya que no somos ni más ni menos sino sim­plemente diferentes. Estas diferencias, entre otras razones, se deben también al temperamento de cada cual: sanguíneo, flemático, bilioso, nervioso. Es cierto que la medicina moderna ha logrado re­clasificaciones con las que se puede caracterizar con mejor precisión los diferentes grupos biológi­cos en que puede ser ubicado el ser humano, pero estos tradicionales cuatro tipos pueden ofrecer una guía hasta fácil y general.

Por temperamento se entendía el conjunto de características físicas y síquicas de cada indivi­duo. El conjunto de los cuatro humores básicos del organismo (sangre, flema o linfa, bilis negra, bilis amarilla o pituitaria), en su correcta propor­ción originaba un individuo normal. El predomi­nio de uno sobre los demás determinaba los cua­tro temperamentos básicos: sanguíneo, flemático, bilioso, nervioso (respondón, ni chicha ni limona­da, buscapleitos, quejoso, otros apelativos de nuestra expresión popular!

El temperamento sanguíneo es propenso a emociones violentas, sentimientos de odio, ren­cor, venganza. El temperamento flemático es de acción lenta, pausada, tantea el terreno que pisa, no se exalta, no se precipita, no se arrebata. El temperamento bilioso es malévolo, envidioso, goza con la desgracia ajena. El temperamento nervioso es fallo de equilibrio, propenso a reacciones rápi­das, a asociar ideas, con poca memoria visual y auditiva, hipersensible.

Ahora la biotipología plantea el temperamen­to pícnico, atlético, asténico, el conjunto displás­tico. Pero sea una u otra caracterización, siempre hay que tener en cuenta no sólo el aspecto biológi­co sino el aspecto social, que en la sociedad de clases se expresa en interés de clase y conciencia de clase. Lo que importa es conocer y poder ele­varse al nivel de conciencia de clase, porque cuan­do las condiciones objetivas maduran “la concien­cia se adquiere, la organización se logra, la direc­ción surge y la revolución se produce", como bien señala la Segunda Declaración de La Habana.

Para poner un ejemplo, durante la Gran Con­memoración. 07.10.08, cada activista tuvo com­portamiento conocido. ¿Qué temperamento mos­tró cada cual? Y ¿qué temperamento sacamos a relucir en cada roce, encontrón, debate, polémi­ca? Si nos basamos en el respeto mutuo, el tem­peramento de cada cual no debería ser obstáculo para la unidad en puntos comunes. Sabemos que "genio y figura, hasta la sepultura'’

IV

En su evolución la humanidad ha pasado, des­pués de más de un millón de años de sociedad sin clases, a la sociedad de clases que no tiene más de diez mil años de antigüedad. Cuando un sistema social se agota y decae, se exacerba el individualis­mo. Este individualismo se expresa ahora entre no­sotros entre las clases, capas y grupos sociales que forman el FU. Así, la base social del individualismo dentro del FU son aquellos activistas que se acer­can: profesionales, estudiantes, empleados, inde­pendientes, trabajadores que caen en el desempleo, subempleo, informalidad ante la crisis general y generalizada del sistema. La desesperación los acer­ca al FU, pero poniendo por delante su situación personal y no la situación general del país.

Aunque se sabe con Lenin que “la organiza­ción decuplica las fuerzas”, lo más difícil es cons­truir la organización para el objetivo concreto, pre­cisamente por la primacía del factor humano, que siempre porta su sello biológico y su sello de cla­se. Es sabido que el FU a nadie discrimina y no propugna ningún confusionismo ideológico. Sólo propugna la unidad combativa ante un problema concreto plasmado en un programa reivindicativo que parta de la realidad profunda, no de la rea­lidad superficial oficial.

Los trabajadores jamás pueden olvidar que mientras no son sino una masa inorgánica, una muchedumbre dispersa, son incapaces de de­cidir su rumbo histórico.

Por eso, ahora más que nunca es necesario el Frente Unido Y para ello es necesario enfrentar y resolver el dilema individualismo-solidaridad.


 

 Ramón García R.

ragarro2002@gmail.com

Del libro Socialismo Peruano Hoy, de la página 67 a la 73