martes, 31 de diciembre de 2013

JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI: HUMANISMO, ESTÉTICA Y CONTEMPORANEIDAD (5-5)


 
CAPÍTULO IV
ENSAYO I.- CONSIDERACIONES FINALES
            1.- La crítica estética constituye uno de los momentos más significativos del pensamiento estético de José Carlos Mariátegui. Dicha crítica alcanza un grado importante de maduración en la estadía europea del pensador peruano (1919-1923). Una muestra de ello son los artículos enviados por el gran Amauta desde Europa publicados en lo fundamental en el diario limeño El Tiempo.
            2.- No aplica el peruano en el ejercicio de la crítica un esquema preconcebido válido para los distintos objetos. El esquema brota no pocas veces de la propia especificidad de la obra en cuestión. Debe señalarse que Mariátegui es el crítico culto, que avala su reflexión con el estudio a fondo de todas las obras posibles de la personalidad artística que enjuicia.
            3.- Su crítica estética es una expresión de su marxismo creativo y abierto. No se aferra a un canon universal de interpretación de la obra de arte, casi siempre consustancial a los estereotipos y sociologismos vulgares. Su espíritu marxista brota de la interesante dialéctica que establece entre artista-obra-tiempo histórico. Se constata en sus juicios críticos una apreciable influencia del pensamiento apocalíptico que prevalece en la conciencia filosófica europea de la posguerra sobre la decadencia de Occidente. A diferencia de los filósofos pesimistas de entonces, el peruano considera que del seno mismo de la civilización que tramonta, nacerá una nueva cultura: el socialismo.
Libro, págs. 241-242
            ENSAYO II.- CONSIDERACIONES FINALES
            1.- Entre Mariátegui, Amauta y las revistas cubanas Social y De avance se establece un estrecho vínculo profesional y afectivo. Estas publicaciones constituyeron una vía de socialización de la obra mariateguiana en la década del veinte del siglo XX en Cuba. Emilio Roig de Leuchsenring fue uno de los más fervientes (*) del pensamiento y la acción del gran Amauta entre los revolucionarios e intelectuales cubanos enrolados en la lucha contra Gerardo Machado y la injerencia norteamericana en Cuba. (*N.B. ¿divulgadores?)
            2.- El nexo que se establece entre Mariátegui y la vanguardia intelectual de Cuba en los años veinte, posibilita la recepción de la obra mariateguiana en la Isla, en los mismos momentos en que se producía un auge del movimiento revolucionario nacional. Dicha recepción quedaba desplegada en dos direcciones: por una parte la socialización de los escritos del gran Amauta en las publicaciones periódicas de izquierda como Social y De avance; y, por otra parte, en el estudio a fondo que realizan distintos intelectuales comprometidos con la necesidad de cambios en el país, de los escritos del peruano, no tan solo los de corte literario y estético, sino de aquellos estudios de carácter político y sociológico que aparecen formando parte de las obras, La escena contemporánea y 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana. Entre los intelectuales cubanos que conocieron los escritos de Mariátegui se encuentran: Emilo Roig de Leuchsenring, Juan Marianello, Medardo Vitier, Martín Casanovas, Raúl Roa, Adolfo Samora, Lino Novas Calvo, Jorge Manach y Félix Lizaso.
            3.- El proceso de purificación operado en el mundo intelectual y artístico del Perú a partir de Amauta, posibilitó la formación de una vanguardia intelectual y artística en ese país. Esto resultaba medular para la propia viabilidad de la misión histórica de la publicación. Para Mariátegui era vital que en una primera fase del devenir de la revista, se lograra cimentar dicha vanguardia, la que debía convertirse en voz de un movimiento y de una generación, bajo el principio de la beligerancia, de la polémica, el rechazo a la tolerancia de las ideas y a todo aquello que fuese contrario a la ideología de la revista así como a todo aquello que no tradujera ideología alguna.
            4.- A partir del editorial “Aniversario y Balance” que indicaba la segunda jornada de Amauta, la vanguardia intelectual y artística peruana quedaba imbricada a un proyecto político de emancipación social. La filiación de la revista a la ideología política socialista confirmaba el inicio de una fase cualitativamente superior en el itinerario de la publicación; atrás quedaban los calificativos que identificaban a los gestores de Amauta: “nueva generación”, “vanguardia”, “izquierdas”. Desde ahora, el ideal socialista y su plena realización en el Perú sería el centro de atención principal de la vanguardia revolucionaria nucleada en torno a Amauta.
            5.- La dimensión estética del concepto mariateguiano de creación heroica tiene que ver con la propia validez teórica de la interacción creación-originalidad-autenticidad para la producción estética del peruano. No debe soslayarse el hecho que antes de aparecer dicho concepto en septiembre de 1928 formando parte del editorial “Aniversario y Balance”, en algunos trabajos de Mariátegui se advierte de manera implícita lo que puede ser considerado como las conexiones germinales del concepto de creación heroica.
            6.- La articulación de la nueva vanguardia intelectual peruana al proyecto político emancipatorio del socialismo marxista constituye un hecho político de apreciable significación estética. Venía a confirmar la íntima convicción que tenía Mariátegui que arte y política no eran, en modo alguno, formas de creación humana incompatibles. La integración efectiva del artista a los reclamos de su tiempo tomaba plena coherencia en la misma medida que este fuere capaz de abrazar un ideal político de redención humana. De esta manera, los artistas peruanos articulados a la nueva vanguardia se convertían en intelectuales orgánicos de los desposeídos, de los explotados y marginados que constituían la gran mayoría de la sociedad peruana de finales de los años veinte.
            7.- El nexo entre vanguardia intelectual y proyecto político no representó una politización de la publicación que de hecho hubiese obligado a simplificar la gran variedad de espacios que siempre caracterizó a la revista. Esta siguió prestando la debida atención a las más disímiles temáticas; y en el campo propiamente artístico, las páginas de Amauta acogieron a los representantes de las más importantes escuelas y corrientes artísticas de América Latina, Norteamérica y Europa. Si bien era cierto que Mariátegui concedía una particular importancia al vínculo entre el arte y la política, no era menos cierto su oposición a la manera vulgar en que en ocasiones la política invadía al arte borrándose de esta manera los límites y especificidades de la creación artística. El peruano criticó siempre los sociologismos vulgares en la interpretación de la obra de arte, así como las recetas preconcebidas regidas no pocas veces por condicionantes extraestéticos, que desembocaban en un realismo (calco y copia de la realidad) que mutilaba la capacidad del sujeto de la creación.
Libro, págs. 277-279
            ENSAYO III.- CONSIDERACIONES FINALES
            1.- La inserción coherente de lo económico, lo político y lo sociológico en el método mariateguiano de crítica estética posibilitó la desacralización oportuna de no pocos puntos de vista (establecidos como axiomas matemáticos durante décadas en el Perú), que lejos estaban de captar la verdadera esencia del fenómeno literario y se complacían tan solo con hechos, descripciones, análisis unilaterales, que expresaban únicamente reflejos secundarios, cada vez más apartados de los nexos causales que explicaban verdaderamente las raíces de la problemática en el país andino.
            2.- El autor realiza en su ensayo un eficaz manejo de las fuentes pertenecientes a la historiografía literaria de su tiempo. Los elementos afirmativos que asume de Francisco de Sanctis y de Pedro Henríquez Ureña quedan coherentemente incorporados al enfoque crítico explicativo del proceso de la literatura en el Perú potenciado en el ensayo. Por otra parte la crítica a José de la Riva Agüero y José Gálvez deviene en una magistral exposición interpretativa de la producción literaria de estas figuras. En el primer caso, desentraña la raigambre hispanista y colonialista presente en sus estudios; y en el segundo caso, potencia la crítica y la asunción creadora: rechaza el pasadismo de Gálvez a la hora de concebir su concepción de la literatura nacional así como sus posturas elitistas sobre el deber ser de la forma artística; sin embargo, asume del crítico peruano sus tesis sobre la pobre originalidad de la literatura en la etapa colonial y lo concerniente a la posibilidad de una literatura genuinamente nacional que en modo alguno marginaría al componente indígena.
            3.- Queda corroborado, a lo largo del ensayo, la eficacia del enfoque crítico-explicativo desplegado por el autor para desentrañar el espíritu del fenómeno literario en su país con respecto a otros países de la región, y a los esquemas sobre periodización de la literatura que prevalecía en Europa. Asimismo queda confirmada la viabilidad de la propuesta de periodización del proceso de la literatura en tres fases: colonial, cosmopolita y nacional
            4.- No se podrá entender el verdadero sentido de la propuesta mariateguiana de periodización de la literatura en el Perú, si no se comprende de manera cabal dos conceptos de máxima importancia en la meditación político-filosófica del autor: realidad peruana y nacionalidad en formación. En estos conceptos, hay que buscar decididamente el fundamento coherente que explica la necesidad de elaborar un enfoque de interpretación del proceso de la literatura, a partir de las especificidades histórico-culturales de la realidad particular. Esta empresa la lleva a cabo Mariátegui sin el más mínimo asomo de hiperbolización del papel de los factores extraestéticos que como regla conduce a los sociologismos vulgares. La acción recíproca entre los factores literarios y los factores extraliterarios resulta cuidadosamente presentada por el autor, quien no pierde de vista la propia dinámica de la problemática objeto de estudio.
            5.- El autor, en su estudio potencia lo que puede llamarse el método crítico-apologético y el método crítico-desacralizador. El primero está orientado, en lo fundamental, a justipreciar la obra de distintas figuras del panorama literario del Perú; que en unos casos había sido marginada por un tipo de estudio crítico saturado en el fondo de un espíritu colonialista, y en otros casos pasaba simple y llanamente inadvertida para la crítica limeña. Baste señalar en esta dirección los estudios críticos sobre: Mariano Melgar, Ricardo Palma, Abelardo Gamarra, César Vallejo y Magda Portal. El segundo está dirigido en lo fundamental a desentrañar la raigambre hispanista y colonialista presente en la creación literaria de figuras como José Santos Chocano y José de la Riva Agüero. Aquí el análisis crítico se convierte en una propuesta de interpretación de la obra de dichas figuras que contrasta en lo esencial con los estudios que, hasta ese momento, habían prevalecido en los medios intelectuales básicamente capitalinos.
            6.- Por otra parte, el autor introduce lo que puede calificarse como un estudio de nuevo tipo, en la medida que revela mediante un enfoque crítico-explicativo la dinámica del proceso de asunción de los elementos foráneos por parte de las figuras que expresan en sus creaciones una postura contraria al españolismo o hispanismo colonialista. En este sentido, cabe destacar el hecho, que si bien es cierto que el autor enfatiza en la recepción acrítica de los decadentismos occidentales por los representantes del período cosmopolita de la literatura en el Perú, no es menos cierto que valora en su justa dimensión los méritos artísticos de figuras como Manuel González Prada, Abraham Valdelomar y José María Eguren.
            7.- El ensayo mariateguiano mantiene una vitalidad intrínseca, que ha enfrentado felizmente el embate del tiempo transcurrido desde su publicación hasta la actualidad. Dicha vitalidad brota del método empleado por el autor en su exégesis del proceso de la literatura. Aquí las herramientas metodológicas están potenciadas en función de un enfoque crítico-explicativo con un sentido de totalidad social; es decir, el devenir del fenómeno literario visto en sus nexos con el proceso histórico; y por consiguiente, en estrecho vínculo con las condicionantes económicas, políticas y sociológicas. El ensayo deja una máxima para aquellos que ejercitan la crítica estética: la necesidad de concientizar y potenciar un método que esté en correspondencia con los propósitos del estudio crítico y con las especificidades de una problemática objeto de estudio insertada en un contexto particular.
Libro, págs. 319-321

EPÍLOGO
            La interconexión que se establece entre electivismo crítico-creador y problemática filosófica, se convierte en la cuestión clave para determinar las fuentes teóricas de la reflexión filosófica y el peso específico de cada una de ellas. Dicho electivismo evidencia la asunción del método, la concepción del mundo, el proyecto político del marxismo clásico y de la teoría revolucionaria de los líderes de la Revolución rusa en las condiciones de la fase imperialista, lo cual deviene filiación político-filosófica que corrobora cómo el marxismo y el leninismo constituyen las fuentes teóricas básicas de la meditación filosófica.
            Entre las reflexiones de Mariátegui y Gramsci, existen marcadas confluencias, analogías y paralelismos. En el nivel de hipótesis se advierte lo que puede definirse como las confluencias en el rango de la problemática filosófica; es decir, ambas meditaciones potencian un marxismo que rescata la subjetividad frente al evolucionismo y las corrientes socialdemócratas y, por otra parte, y de manera paralela, dichas meditaciones se van orientando al diseño de los fundamentos metafísicos de una voluntad de acción revolucionaria dirigida a la transformación de una realidad social específica. Tal enfoque resulta más coherente que las posturas teóricas que pretenden desentrañar posibles influencias del pensador italiano en el socialista peruano.
            El nexo entre electivismo y problemática filosófica permite clarificar cómo los aportes de las demás fuentes: Georges Sorel, Henri Bergson, Federico Nietzsche, Benedetto Croce, Piero Gobetti, Miguel de Unamuno y Sigmund Freud, se concentran en lo fundamental en la dimensión de la subjetividad, lo cual enriquece a un marxismo que rescata la subjetividad y la necesidad de la modificación revolucionaria escamoteada por el gradualismo y las corrientes socialdemócratas con sus exégesis evolucionistas de la crisis mundial. Todo ello concretado en el plano político-práctico con la puesta en tensión de los factores subjetivos para la transformación del tejido social específico: la realidad peruana.
            Por otra parte, en la meditación filosófica la concepción del hombre se revela en el vínculo entre las multitudes y las élites. El reconocimiento del papel protagónico de las multitudes en el devenir histórico, no desemboca en la acomodaticia actitud teórica de diluir la personalidad humana en el concepto de multitudes; por el contrario, en este sentido el autor se pronuncia por lo que puede definirse como la “identidad existencial” de los dos polos que interactúan en dicho proceso dialéctico, es decir, el nexo indisoluble entre individuo y masas oprimidas. En torno a este particular, queda evidenciada la tendencia a privilegiar en la reflexión el papel de las élites revolucionarias con respecto al papel de las grandes personalidades; de esta manera, lo que en el plano teórico general aparece como la interconexión de hombres imaginativos y multitudes, se concreta en el plano político-práctico en la dialéctica entre élites revolucionarias y las clases sociales que integraban las fuerzas motrices del cambio social en el Perú.
            Asimismo, en la reflexión filosófica, el hombre aparece desplegado en sus dimensiones metafísica y práctica. La concepción del hombre y el mito afirma el papel activo de la subjetividad humana frente al racionalismo cientificista, que tiene como expresiones principales el positivismo y el fatalismo ramplón, presentes en buena medida en las versiones economicistas y materialista vulgares del marxismo ortodoxo de la II Internacional. Dicha concepción queda fijada a la órbita de los resortes volitivos del proceso de modificación social; los cuales son puestos en tensión en función de la indagación orientada a la movilización de las fuerzas portadoras de la liberación social en el Perú de la época.
            El humanismo práctico, por su parte, se sustenta en el alcance creador y liberador del proceso de trabajo, en los fines redentores de la revolución social y en lo que Mariátegui define como la nueva acepción del dogma. Aquí el mito deviene revolución social, el dogma expresa la doctrina de un cambio histórico y principio cardinal que garantiza la libertad creadora, la función germinal del pensamiento. Todo ello se traduce en la revolución socialista como el mito de los nuevos tiempos, concretada en un proyecto específico de redención social, concebido desde el nuevo dogma, el marxismo. En esta dimensión se produce una ruptura en los niveles de acepción, sentido e intencionalidad del discurso con respecto a los exponentes del idealismo filosófico.
            Entre tanto, su optimismo histórico se revela a través de la lectura revolucionaria de la crisis mundial de la posguerra, que fundamenta el proceso de decadencia de la civilización capitalista; a la vez advierte el advenimiento de un período revolucionario, cuya expresión política inicial era la Revolución rusa. En esta dirección la reflexión clarifica cómo de la vieja y agotada civilización burguesa emergería una nueva cultura: el socialismo. Tal postura no queda reducida a su componente político, pues el autor corrobora el germen de un mundo nuevo en las distintas expresiones de la conciencia intelectual de la época mediante la crítica al escepticismo y el nihilismo históricos.
            Cabe señalar, en esta dirección, que el tono optimista de la meditación se sitúa también en la óptica de la transformación necesaria e inevitable del tejido social, afectado por una profunda crisis multilateral. Es así como el optimismo histórico deviene crítica conceptual del contexto histórico-social de la posguerra, de la cual brota una proyección del futuro que pasa inevitablemente por la praxis revolucionaria como instrumento indispensable para la real y efectiva crítica superadora del presente.
            Por otro lado, la interpretación del determinismo filosófico marxista se sustenta en la explicación de la conexión dialéctica entre determinismo económico y factores subjetivos. Queda evidenciado el reconocimiento del papel determinante, en última instancia, del factor económico en la vida social, aunque a la vez se realiza una crítica coherente a las tentativas que pretenden convertir la concepción materialista de la historia de Marx en un pasivo y rígido determinismo. A su vez, el concepto de libertad es desarrollado en su dimensión histórico-concreta, lo que presupone tanto la contextualización de las formas evolutivas de dicho concepto, atendiendo a los estadios del proceso histórico como el enfoque clasista que lleva al autor a plantearse la praxis revolucionaria por el socialismo como el camino que debía conducir a la emancipación integral del hombre, lo que suponía una libertad más plena.
            Asimismo, la meditación en torno a la libertad puntualiza las determinaciones económicas que, en última instancia, explican los espacios de libertad alcanzados en las distintas formaciones sociales. Queda patentizado que si bien no existe una libertad abstracta general y ahistórica, tampoco existe una libertad agitada al vacío desprovista de su contenido económico y clasista. Las nociones de libertad han sido elaboradas por las clases dominantes que, en los diferentes regímenes económico-sociales, han implantado su propia cosmovisión ideológica en sintonía con sus intereses clasistas. De esta manera determinismo y libertad aparecen imbricados en la trayectoria de la reflexión filosófica.
            En otro sentido, cabe notar que las concepciones sobre revolución social y socialismo confirman, por un lado, la impronta de las ideas de Marx, Engels y Lenin sobre este particular y, por otro, el papel modificador de las circunstancias que, en el caso del Perú, implicaba el estudio a fondo de su proceso histórico para revelar irregularidades, anomalías, especificidades y, a la vez, la elaboración de un diseño de la realidad nacional peruana de la época, de donde brota el verdadero curso de lo real, que impone los ajustes prácticos de los principios cardinales y las problemáticas teóricas asimiladas del paradigma marxista.
            Para Mariátegui, la revolución social constituye un proceso de modificación radical y multilateral de la sociedad peruana de su tiempo, que comprende desde la socialización de los medios productivos, la toma del poder político de las clases explotadas contra el bloque gamonalista, oligárquico e imperialista, hasta la renovación completa de la vida social. Se trataba de una revolución socialista, que en las condiciones del Perú supone el componente antiimperialista, agrario y nacional revolucionario.
            Finalmente, la meditación evidencia la articulación del proyecto socialista con la cuestión nacional y la problemática indígena, lo que significaba peruanizar al Perú, en tanto que nación socialista. Dicho proyecto comprende el proceso de concreción de una voluntad de acción revolucionaria bajo la égida de los fundamentos metafísicos que explican el papel activo de la subjetividad en la transformación social, así como la imbricación entre socialismo e indigenismo, que representa la piedra angular de la comprensión del socialismo como creación histórica, lo cual se traduce, fundamentalmente, en la determinación de las tradiciones comunitarias con el ideal socialista moderno y en el despliegue de las potencialidades revolucionarias del trabajador y el campesinado indígenas.
Libro, págs. 323-327
            Nota.- En sus NOTAS INTRODUCTORIAS A LA SEGUNDA EDICIÓN AMPLIADA, Antonio Ambrosio Bermejo Santos señala que buena parte de su libro “está conformada por el material teórico-conceptual que sirvió de soporte a mi tesis doctoral, Significación Filosófica del Humanismo y la Liberación Social en José Carlos Mariátegui, presentada ante el Tribunal Nacional de Ciencias Filosóficas y el Ministerio de Educación Superior de la República de Cuba, en diciembre del 2003”
El marxista cubano siguió trabajando en su investigación, y para la edición de 2010 presenta sus Tres Ensayos y Epílogo “enmarcados en el pensamiento estético mariateguiano; sin duda, una de las zonas de meditación donde se revela la significación filosófica del legado, y a la vez, la heterodoxia de un marxismo abierto y creativo”
Todo el libro tiene gran valor. Al leer esta corta serie, seguramente muchos activistas buscarán cómo acceder al libro completo. Aún más, surgirá el esfuerzo por editarlo en nuestro país. Será un gran aporte de las Nuevas Oleadas de Activistas.
                                                                Ragarro
                                                               30.12.13

domingo, 29 de diciembre de 2013

¡Mariátegui ha regresado para quedarse definitivamente entre nosotros!

TEMAS DE ORGANIZACIÓN
CÓMO MEJORAR LA ORGANIZACIÓN
PARA COEXISTIR-CONVIVIR-COLABORAR-CONCERTAR
UNO

01.-GRANDES PELIGROS
-DESVIACIONISMO          (pérdida de los objetivos)
-SEGUIDISMO                    (confiar a otros las tareas propias)
-PROYECTISMO                (promeserismo)
-SEDENTARISMO             (rutinarismo)
-SECTARISMO                   (aislacionismo)

02.-CÓMO DEBILITARLA
-NEGATIVISMO                 (pesimismo)
-AUSENTISMO                   (escapismo)
-IGUALITARISMO             (anarquismo)
-BUROCRATISMO            (puestismo)
-CORTOPLACISMO          (urgentismo)

03.-LA REUNIÓN ES LA CLAVE
-AMBIENTE DE CORDIALIDAD
-CENTRAR EL TEMA DEL DEBATE
-TENER ASPECTOS ADMINISTRATIVOS
-TENER ASPECTOS FORMATIVOS
-TENER ASPECTOS RECREATIVOS

04.-PREPARARSE PARA LA REUNIÓN
-COMPENETRARSE DE LAS TAREAS
-ASISTIR CON PUNTUALIDAD
-ESTIMULAR A LOS DEMÁS
-RESPETAR OPINIONES
-PROPONER, NO IMPONER

05.-ORIENTARSE HACIA LA ACCIÓN
-HACER SUYA LA ORGANIZACIÓN     (pertenencia)
-HABLAR MENOS, HACER MÁS           (praxis)
-PROCURAR EFICACIA                           (capacidad)
-PROMOVER FUNCIONALIDAD           (adaptación)
-TRABAJAR CON EFICIENCIA              (rendimiento)

Corolario:
-La preparación de la organización también requiere conocer su "mecánica interna"
            Nota.-
-Adaptación para el SOCIALISMO PERUANO
-Todo debate se abre para los que opinan, no para los que callan. JCM
R. García R.
07.10.99
DOS
            Sobre esta base se ha podido hacer obra con contenido. Una década después, el 07.10.08, con la Gran Conmemoración de la Creación Heroica de JCM (edición de 7 Ensayos en lo teórico, constitución del Partido Socialista en lo práctico), se logró pasar el centro de gravedad de la actividad militante, de la crítica de ideas a la preparación de la organización.
Por eso, comenzando el nuevo año, el 21 de enero de 2009 se difundió por segunda vez este esquema de organización.
TRES
            Ahora, un lustro después, CÓMO MEJORAR LA ORGANIZACIÓN se difunde por tercera vez, siguiendo la norma de que Lo primero que hay que superar y vencer es el espíritu anarcoide, individualista, egotista, que además de ser profundamente antisocial, no constituye sino la exasperación y la degeneración del viejo liberalismo burgués.
Este espíritu anarcoide, individualista, egotista, es el trasfondo de la supervivencia de los métodos primitivos, de los métodos artesanales de trabajo. Y éste es el panorama donde debe actuar el Socialismo Peruano iniciando el lustro 20 de su histórico y glorioso Centenario 1918-2018
            Al Socialismo Peruano le corresponde actuar en una realidad política singular. El sistema dominante ha logrado imponer en su propio mundo la atomización orgánica de los trabajadores. Partidos y sindicatos de los trabajadores han sido marginados, suplantados, subordinados por ONG (que visto está, son organizaciones no gubernamentales de palabra y organizaciones neo gubernamentales de hecho. Y tras de ellas está la omnipresente USAID)
            Pero así como el capitalismo transnacional está en crisis terminal, igual está el capitalismo marginal en nuestro país. ¡Y no puede ser de otro modo! Bien señala un comentario que “El patrón en bancarrota y el sirviente boyante, me parece ilógico” Es el trasfondo del “Crecimiento superior a China”, que esconde la misma miseria y atraso que nos dejó el “¡Vale un Perú!” que divulgara el viejo colonialismo.
            Entonces, ¿cómo superar el espíritu anarcoide en nuestra realidad actual?
            Un primer paso ha sido desplazar el centro de gravedad de la actividad militante. Así se ha recuperado la norma vital de los activistas proletarios de ayer, de hoy y se siempre que ni el análisis los llevaba a inhibirse de la acción, ni la acción a inhibirse del análisis.
            Un segundo paso es la norma básica de todo proyecto de organización:

COEXISTIR-CONVIVIR-COLABORAR-CONCERTAR

            Sólo sobre esta base pueden funcionar los cinco puntos del esquema. Para una organización proletaria, la reunión es la clave, pues en ella se patentiza la relación actividad laboral-actividad militante. (Qué porcentaje prima en cada activista: activa cuando tenga tiempo, o saca tiempo para activar)
            Para la preparación de la organización, la reunión orgánica tiene dos antecedentes: grandes peligros, cómo debilitarla. Y también tiene dos consecuentes: prepararse para la reunión, orientarse hacia la acción.
            Cada punto temático da para una exposición-debate. Y seguramente las Nuevas Oleadas de Activistas NOA se acercarán y reunirán con el objetivo de participar en la lucha por el Cambio Social, por un Perú Integral.
Ragarro
27.12.13

lunes, 23 de diciembre de 2013

Un Tema de Actualidad


                             TRIPLE A PERUANA

1.- China lanzó su primera sonda lunar de alunizaje suave.
      ¡Pero nuestro país tiene crecimiento superior a China!
       Por eso, ¡Vale un Perú!
                                                     Alan – Alberto – Alejandro

2.- China tiene el ordenador inteligente más veloz del mundo.
      ¡Pero nuestro país tiene crecimiento superior a China!
       Por eso, ¡Vale un Perú!
                                                     Alan – Alberto – Alejandro

3.- China tiene el tren rápido de mayor longitud del mundo.
      ¡Pero nuestro país tiene crecimiento superior a China!
       Por eso, ¡Vale un Perú!
                                                     Alan – Alberto – Alejandro
          

4.- China tiene la mejor educación del mundo (Prueba Pisa)
      ¡Pero nuestro país tiene crecimiento superior a China!
       Por eso, ¡Vale un Perú!
                                                     Alan – Alberto – Alejandro

5.- China tiene la mayor producción de automotores del mundo
     ¡Pero nuestro país tiene crecimiento superior a China!
       Por eso, ¡Vale un Perú!
                                                     Alan – Alberto – Alejandro

6.- China Tiene la mayor producción de camote del mundo
      ¡Pero nuestro país tiene crecimiento superior a China!
       Por eso, ¡Vale un Perú!
                                                     Alan – Alberto – Alejandro

7.- China tiene la mayor producción de algodón del mundo
     ¡Pero nuestro país tiene crecimiento superior a China!
       Por eso, ¡Vale un Perú!
                                                     Alan – Alberto – Alejandro

Desde la Alianza Anticomunista Americana
En nuestra América hay muchas Triple A
¡Pero ninguna se iguala a nuestra Triple A
                                                Por eso
                                 ¡Feliz y Próspero Año Nuevo 2014!

 Ragarro
                                            18.12.13
Los diez superordenadores más rápidos del planetaindustria, automóvil, auto, Venezuela, inversión, mercado, América Latina – China

JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI: HUMANISMO, ESTÉTICA Y CONTEMPORANEIDAD (4-5)


CAPÍTULO III
3.4 CONCLUSIONES FINALES
            El condicionamiento histórico del proceso de interpretación de la realidad peruana presupone la concientización de la estructura y relaciones del pasado desde la perspectiva del materialismo histórico, lo que implicaba de hecho un replanteo conceptual de la naturaleza o fisonomía de las relaciones pre capitalistas en el Perú y el proceso complejo y contradictorio de fragmentación cultural o superposición de culturas sintetizado en la noción de nacionalidad en formación. Esto constituye un esfuerzo intelectual pionero de un representante del marxismo en Latinoamérica por desentrañar el entramado social que explicaba la estructura y relaciones del pasado de un país situado en las llamadas áreas periféricas tercermundistas.
            El papel del condicionamiento económico se convierte en el hilo conductor base del cuadro teórico de la realidad específica. Sin embargo, el diseño de definición de la realidad nacional está presentado con una visión de totalidad incompatible con el tratamiento maniqueo de la interconexión base económica-superestructura, lo que casi siempre desemboca en la acomodaticia posición teórica del reduccionismo mecanicista. A pesar de que Mariátegui no se propone revelar la historia de las formas ideológicas específicas va a tener en cuenta la lógica particular del funcionamiento de las mismas. Su propósito central es diseñar una realidad concreta regida, en última instancia, por un hilo conductor base que fija la sustancia del presente histórico peruano en su imbricación con la estructura y relaciones del pasado.
            De igual manera, dicho cuadro teórico quedaba sujeto a la dinámica del proceso histórico, es decir, no era presentado de manera cerrada como un esquema teórico absoluto, válido para cualquier circunstancia histórica. Aparece sujeto al papel modificador de las condiciones histórico-concretas al nivel local, regional e internacional. No es casual que más de una vez el autor patentizara la necesidad de volver de nuevo sobre cada uno de los ensayos de la obra 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana con el objeto de perfeccionarlos y enriquecerlos.
            Por otra parte, el proceso de validación del diseño de definición de la realidad nacional está indisolublemente vinculado a la orientación que recibe la indagación social. El cuadro teórico de dicha realidad no representa tan solo la superación de los enfoques precedentes sobre la historia peruana; representa, sobre todo, la fundamentación intelectual que concientiza la necesidad del cambio social. Esto resulta de suma importancia, pues está directamente conectado a una de las aristas principales de la problemática filosófica mariateguiana: la conformación de un proyecto revolucionario de modificación profunda de la realidad específica.
            La exégesis mariateguiana del determinismo marxista se sustenta en la explicación de la relación dialéctica entre determinismo económico y factor subjetivo. Dicha interconexión resulta clave para demostrar teóricamente por qué la concepción materialista de la historia de Marx no obedecía a un determinismo pasivo y rígido. En este sentido se aprecia una lectura que reivindica el papel de los factores subjetivos en el Marxismo y, por otra parte, se aprecian las huellas de Nietzsche, Bergson, Unamuno, Gobetti, Sorel y Freud que, sin lugar a dudas, enriquecieron la visión del autor en torno a la subjetividad, en particular lo que concierne al papel activo de la voluntad y al lugar del poder de la creación y la acción heroica de las multitudes en las convulsiones político-sociales.
            La reflexión filosófica mariateguiana no tiene en su centro de atención una teorización dirigida a enriquecer las acepciones del concepto de libertad. En este sentido el itinerario de la meditación se concentra en la dimensión histórico-concreta de dicho concepto y en la defensa de la opción socialista frente al discurso ideológico y la praxis política que servía de base a la democracia y la libertad burguesas. Para el autor, el análisis histórico-concreto de la libertad incluye las determinaciones económicas que, en última instancia, explican los grados de libertad alcanzados en el devenir de las distintas formaciones sociales. Si bien no existía una libertad abstracta general y ahistórica, tampoco existía una libertad agitada al vacío desprovista de la “sustancia” económica clasista.
            Por otro lado, en Mariátegui la opción por la revolución social resulta una consecuencia de la asunción del proyecto político del marxismo clásico y de la teoría revolucionaria de los líderes de la Revolución bolchevique. A su vez, la opción por dicha revolución explica la propia configuración de los trazos que identifican la problemática filosófica mariateguiana. La crítica al gradualismo y las corrientes socialdemocráticas se realizan desde la reivindicación de la revolución social como la vía que expresaba la vitalidad de la salida revolucionaria frente a la Crisis Mundial de la posguerra.
            Para el autor, la concreción de una voluntad de acción revolucionaria en el Perú de la década del veinte del siglo XX presupone la puesta en tensión de los factores subjetivos en función de la transformación social. El despliegue de dichos factores implicaba la tarea de construir un nuevo sujeto revolucionario con base en la fusión de las demandas proletario-urbanas con las indígenas agrarias en el contexto de una educación político-cultural y de una organización autónoma. La praxis política de concreción de una voluntad colectiva para el cambio social se deriva de una fundamentación metafísica que privilegia el papel activo de la subjetividad en los procesos político-sociales.
            La imbricación que Mariátegui establece entre socialismo e indigenismo se revela como una cuestión clave a la hora de fundamentar los trazos creativos del proyecto socialista. Dicha imbricación brotaba del concepto de creación heroica que expresa el grado de eficacia y genio con que el sujeto del cambio social y en particular su élite política re-crearan la teoría general del socialismo en plena sintonía con las exigencias de la realidad específica. Sólo mediante la creación heroica se arribaría a un socialismo auténtico en el Perú y en Iberoamérica. Para el peruano, en las condiciones específicas del país andino, la asimilación de la problemática indígena -desde una perspectiva revolucionaria- implicaba desentrañar, tanto las confluencias de las tradiciones comunitarias con el ideal socialista moderno como las potencialidades revolucionarias del trabajador y campesinado indígenas.
Libro, págs. 221-224
            Nota.-
Si toda la investigación del marxista cubano es importante, se puede señalar que el Cap. III de su obra es sencillamente sobresaliente. Ahí, en La realidad nacional estudia el condicionamiento histórico del proceso de interpretación de la realidad peruana, el diseño de definición de una realidad nacional. En Determinismo y libertad estudia el determinismo filosófico marxista, la libertad en su dimensión histórico-concreta. En Revolución social y socialismo estudia la revolución social en el contexto de interconexión crítico-electiva y problemática filosófica, consideraciones sobre el proyecto socialista mariateguiano, la concreción de una voluntad de acción revolucionaria, socialismo e indigenismo. Un párrafo de esta investigación es:
“La tesis mariateguiana acerca de la coexistencia, en el Perú de la época, de elementos pertenecientes a tres economías diferentes no puede interpretarse de manera esquemática, lo que supone el tratamiento del asunto desde un supuesto equilibrio o inercia de los componentes que conforman la simbiosis que prevalece en el espectro económico peruano. La lógica crítico-explicativa sobre el particular, privilegia la dinámica de desarrollo de los trazos contradictorios vista en sus interconexiones, superposiciones y determinaciones, en última instancia, en su acepción marxista. De dichas interconexiones brotará la asociación de intereses; las superposiciones, por su parte, expresarán las relaciones de subordinación, y las determinaciones el dominio y la hegemonía.
            De estas interconexiones entre el poder económico de la Costa y la Sierra brotaba una asociación de intereses de dominación entre la burguesía capitalista y los terratenientes que expanden su dominio sobre el campesinado y consolidan todo un sistema de poder político local y regional, bajo el nombre de “caciquismo” y de “gamonalismo”. De esta forma, el Estado peruano de los años veinte del siglo XX representaba dicha asociación de intereses que, por determinadas razones históricas puntualmente clarificadas por Mariátegui en su interpretación de la fisonomía de las relaciones precapitalistas de producción en el Perú, clases que como la burguesía y los terratenientes señoriales o gamonales son, en la totalidad histórica, conflictivas, aparecerán durante un período articulando sus intereses en el seno mismo del Estado. Es así como este evidencia su naturaleza oligárquica, sin dudas, uno de los rasgos de la superestructura política del tejido social local que más importancia le atribuye el autor en la interpretación del presente histórico.
            Sin embargo, tanto la burguesía capitalista nacional como los terratenientes quedarán subordinados a la burguesía imperialista, pues son los intereses de esta clase los predominantes en la base de la formación social peruana de la década de los veinte del pasado siglo. Se produce así una superposición jerárquica de los intereses económicos de estas clases en el interior del Estado oligárquico que, en modo alguno contradice la articulación contradictoria de los intereses de clases conflictivas. Dicha superposición expresa las relaciones de subordinación mediante las cuales Mariátegui explica el dominio del capital extranjero en la vida económica del país andino. En síntesis, la tesis mariateguiana no se sustentaba en el equilibrio entre los elementos de las tres economías diferentes que tipificaban el espectro económico peruano; por el contrario, en la lógica reflexiva quedaba clarificada, por una parte, la hegemonía de la costa en la economía peruana debido a un acelerado crecimiento de la fortuna privada nacional y, por otra parte, el papel determinante, en última instancia, de los intereses de la burguesía imperialista en el régimen económico y, por ende, en la estructura de poder político. El cuadro económico de la realidad nacional se sustenta en una presentación cuidadosa de la dialéctica entre la base económica y la superestructura como una vía efectiva para desentrañar el conjunto de regularidades, tendencias, desarrollo y funcionamiento de las relaciones económicas, políticas, sociales e ideológicas  de la sociedad peruana de los años veinte del pasado siglo” (Págs. 180-181) Por eso en sus consideraciones finales resume el marxista cubano que “La imbricación que Mariátegui establece entre socialismo e indigenismo se revela como una cuestión clave a la hora de fundamentar los trazos creativos del proyecto socialista”
            Así Antonio Ambrosio Bermejo Santos muestra que JCM hace una Invitación a la Vida Heroica para la Creación Heroica de un Perú Integral, de un Perú nuevo en el mundo nuevo, de un Perú Socialista en el Mundo Socialista.
                                                       Ragarro
                                                       23.12.13


 
     

Un Tema de Actualidad YAHVEH

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Yahveh (en hebreo ה ו ה י «HWHY», de derecha a izquierda) y sus variantes conjeturales Yahweh, Yahvé, Jah, Yavé, Iehová, Jehovah y Jehová, es el nombre propio utilizado en la Biblia para designar a la deidad suprema de las religiones judeocristianas (en adelante Dios). En su forma hebrea (sin que se sepa su pronunciación exacta) es, en el Antiguo Testamento, la frase que utiliza Dios para referirse a sí mismo, siendo su significado una descripción de su propia naturaleza.
El tetragrámaton en alfabeto hebreo moderno es ה ו ה י
Leído de derecha a izquierda es:
-י        yod;
-ה       he
-ו        wo
-ה       he
            Yod: י En la mitología egipcia, ŶED es amuleto egipcio (llamado a veces TAT o DAD), que se ha querido interpretar sucesivamente como un altar de cuatro gradas, un nilómetro, o la representación en perspectiva de las cuatro columnas que sostienen el cielo. (Simbolizaba las ideas de duración y de estabilidad. Posiblemente reproducía el tronco del árbol desgajado que al parecer fue el fetiche primitivo del dios Osiris)
El Nilo aparece representado como un hombre desnudo que lleva en la cabeza un rollo de papiro. Por su carácter de genio fecundador posee pecho andrógino. El nilómetro, pozo de comunicación con el Nilo, que permite conocer el nivel de éste. Está graduado y permite medir la altura alcanzada por la crecida del Nilo.
He-Wo-He ה ו ה:
Término similar a Eva: Del hebreo חַ וָּ ה, ḥavvâ. Es, según el Mito de la Creación de las religiones Abrahámicas, la primera mujer que Dios creó sobre la Tierra y la mujer de Adán, el primer varón.
Este trisílabo existe en griego y latín. Evohé. (Del lat. evoe, y este del gr. Euazein) Interjección. Grito de las bacantes para aclamar o invocar a Baco.
Spaldin describe una bacanal hecha "por las mujeres que asistieron a estos partidos (…) portando antorchas. Gritando desde Evoi! Evoi! (origen del carnaval grito Evoé!), en honor a Evan, epíteto de Baco, haciendo sonar las flautas y los tambores junto con platillos y castañuelas unidas a las prendas”
EVOÉ, EUOÉ, o EVOHÉ, EUHOÉ, grito ceremonial y litúrgico de las bacantes que proviene de las bacanales ya que se pronunciaba de forma repetida en las festividades de Baco o Dionisos en memoria de nuestra madre Eva.
De evoé procede la palabra ovación, ceremonia de honor menor que la de triunfo, por evolución de ovare, estar contento, sentir orgullo, derivado a su vez del griego euazein, gritar de alegría, formado por la interjección euoi que se usaba en honor a Dionisos y que hoy día en el portugués de Brasil, evoé es un grito de alegría que se pronuncia como señal de triunfo o de júbilo, como en el Carnaval.
Evohé se cree que fue la exclamación de valor empleada por Júpiter para animar a su hijo Dionisos mientras luchaba contra los Gigantes en la Gigantomaquia. Uno de los muchos apodos con los que se conoce a Baco-Dionisos, el dios del vino.
En Grecia, según Fulcanelli, las bacantes eran llamadas Eva, palabra también derivada de Evohé con el que las lúbricas bacantes o ménades y los sátiros, ebrios de vino, invocaban la presencia de Baco.
Las seguidoras de Dionisos, las bacantes, aparecen en las calles de Tebas, van ataviadas con la vestimenta del dios, la piel de corzo, y empuñan el tirso, especie de caña coronada de yedra, parra o lana. Llevan un largo recorrido pero son felices pues acompañan al dios, y muestran su gozo con el grito ritual del evohé: “desde la tierra de Asia, dejando el sacro Tmolo, corro en pos de Baco, dulce esfuerzo, fatiga placentera, lanzando el báquico evohé”
Las bacanales eran fiestas orgiásticas para los iniciados en el culto secreto del dios, y traen su origen en los ritos desenfrenados a Cibeles, Baco, Atis y Sabacio que se celebraban en Frigia y en Tracia. Los tracios, especialmente, adoptaron el antiguo culto de Baco y lo dotaron de características bárbaras.
“Alternativamente, magas, seductoras y sacrificadoras sanguinarias de víctimas humanas, tenían sus santuarios en valles salvajes y remotos. ¿Por qué encanto sombrío, por qué ardiente curiosidad, hombres y mujeres eran atraídos a esas soledades de vegetación lujuriante y grandiosa? Formas desnudas, danzas lascivas en el fondo de un bosque..., después risas, un gran grito y cien bacantes se arrojaban sobre el extraño para dominarlo. Debía jurarles sumisión y someterse a sus ritos o perecer. Las bacantes domesticaban leones y panteras que hacían aparecer durante sus fiestas. Por la noche, con serpientes enroscadas en los brazos, se prosternaban ante la triple Hécate; después, en rondas frenéticas, evocaban el Baco subterráneo, de doble sexo y cabeza de toro. Pero, ¡desgraciado del extraño, desgraciado del sacerdote de Júpiter o de Apolo que viniera a espiarlas! Era descuartizado”
Las bacantes se vestían con pequeños trozos de piel de tigre o de pantera, que ceñían a sus nerviosas cinturas con sarmientos verdes. Cada una llevaba su tirso-báculo coronado de hojas de parra o hiedra, y su tea encendida. Al compás de tamboriles, címbalos, flautas y otros ruidosos instrumentos de percusión y de aire, las bacantes iniciaban sus danzas hasta alcanzar ese estado que los griegos llamaban enthusiasmo (es decir, poseído de un dios), durante el cual las mujeres gritaban el nombre místico del dios, Iacos, o bien ¡Evohé!, que, según los iniciados, era el grito de aliento que Júpiter-Zeus dirigió a su hijo durante la gigantomaquia. Se supone que Evohé equivalía a: ¡Valor, hijo mío!”. (De Evohé derivó Evan, uno de los tantos sobrenombres del dios del vino)
Las bacanales lograron una gran difusión en el ámbito del Mediterráneo, incluida la monoteística Palestina y la Siria seléucida y greco-romana posterior.
Comentando al escritor H. Jeanmaire, Emile Mireaux dice que “en la Grecia primitiva existió una sociedad de mujeres, en la que se progresaba de iniciación en iniciación. Esas iniciaciones se hallaban vinculadas, en su origen, con los cultos de las grandes divinidades femeninas: Hera, Artemisa, Atena, Deméter, herederas más o menos directas de la Gran Diosa del mundo egeo, diosa del árbol y de la vegetación, dama de las fieras y de la naturaleza salvaje. Habían de ser acaparadas progresivamente y asimiladas por el culto de Dionisos. Iban acompañadas de danzas frenéticas y acompasadas por la flauta, que pronto llevaban a las bailarinas al estado de trance y éxtasis, con la boca abierta, la nuca doblada, todo el cuerpo tenso y echado atrás, en actitudes que evocan las de las clásicas crisis de histeria. Incluían alocadas carreras en procesión, a la luz de antorchas, a través de zonas boscosas y montuosas. Las iniciadas de las más antiguas categorías llevaban sin duda, en esa ocasión, al menos en el culto de Dionisos, la nébrida, la piel de cervatillo, del animal sacrificado para ellas en el curso de una iniciación anterior, sacrificio que iba acompañado generalmente de laceración. Es verosímil, por fin, que algunas de esas iniciaciones, principalmente la que se hacía en la época de la pubertad, exigían un tiempo de retiro a veces bastante prolongado, durante el cual las futuras iniciadas eran sometidas a pruebas, se aislaban y por grupos se escondían en la naturaleza salvaje.
Las bacanales se introdujeron en Roma y desde el sur de la península italiana a través de Etruria. Eran secretos y sólo asistieron mujeres durante tres días al año. Más tarde, los hombres se les permitía a los rituales y celebraciones tuvieron lugar cinco veces al mes. Para invadir las calles de Roma, el baile, dejando caer gritos y atraer adeptos del sexo opuesto en números crecientes, la bacanal causando tales desórdenes y escándalos. Las Bacanales en Roma y las Dionisíacas en Grecia, eran las fiestas en honor a Dionisos. Eran fiestas en las que predominaba la desinhibición de los sentidos mediante el efecto del vino. Se refiere a los fuertes gritos con los que se adoraba al dios en las bacanales, frenéticas celebraciones en su honor. Estos hechos, supuestamente originados en las fiestas de la naturaleza primaveral, llegaron a ser ocasión de embriaguez y de actos licenciosos y disolutos, en los que los celebrantes danzaban y bebían. Las bacanales se hicieron cada vez más desenfrenadas. Por esa razón, el Senado romano las prohibió en el año 186 a.C.
            Nota.- Por eso la Biblia señala:
            Gé 1:26 Y Dios pasó a decir: “Hagamos al hombre a nuestra imagen según nuestra semejanza, (…) 27 Y Dios procedió a crear al hombre a su imagen, a la imagen de Dios lo creó; macho y hembra los creó. 28 Además los bendijo Dios y les dijo Dios: “Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra y sojúzguenla, y tengan en sujeción los peces del mar y las criaturas volantes del cielo y toda criatura viviente que se mueve sobre la tierra”

MOISÉS
Gé 2:5 Después de un rato la hija de Faraón bajó para bañarse en el río Nilo, y sus criadas de compañía iban andando por el lado del río Nilo. Y ella alcanzó a ver el arca en medio de las cañas. En seguida envió a su esclava para que lo consiguiera. 6 Cuando la abrió, pudo ver al niño, y resultó que el muchachito estaba llorando. Ante esto, ella tuvo compasión de él, aunque dijo: “Éste es uno de los niños de los hebreos” Entonces, la hermana de él dijo a la hija de Faraón: “¿Quieres que vaya y que especialmente llame una nodriza de entre las hebreas para que te críe el niño?” 8 De modo que la hija de Faraón dijo a ésta: “¡Ve!” Al instante, la doncella se fue y llamó a la madre del niño. 9 entonces la hija de Faraón dijo a ésta: “Llévate a este niño y críamelo, y yo misma te daré tu salario” Por consiguiente, la mujer se llevó al niño y lo crió. 10 Y creció el niño. Entonces ella lo trajo a la hija de Faraón, de modo que él vino a ser para ésta su hijo; y ésta procedió a ponerle por nombre Moisés, y a decir: “Porque lo he sacado del agua” (Nota. Por consiguiente, Moisés es nombre egipcio y no hebreo. Como Ramsés, Tutmosis, y otros con igual o similar terminación)

JOSUÉ
Josué o Yehoshúa (en hebreo: יְ ה וֹ שֻׁ עַ‎) es el nombre del sucesor de Moisés, cuyo significado es Yahve salva o Yahve de salvación. Josué es un personaje bíblico, cuya vida es narrada en el Libro de Josué. El nombre "Josué" es el equivalente hebreo de "Jesús".
            Según los textos bíblicos, fue el sucesor de Moisés en las campañas militares llevadas a cabo por los hebreos (habiru/apiru/hapiru) en la conquista de Canaán. Se llamaba originalmente Oseas y era hijo de Nun, de la tribu de Efraín. Nació en Egipto, y tenía probablemente la misma edad que Caleb, con quien suele relacionársele. Participó en los acontecimientos narrados en el Éxodo como ayudante de Moisés.

EMMANUEL
            Isa 7:14 Por lo tanto, Jehová mismo dará a ustedes una señal: “¡Miren! La doncella misma realmente quedará encinta, y está dando a luz un hijo, y ciertamente le pondrá por nombre Emmanuel”

JESÚS
            Mt 1:20 José, hijo de David, no tengas miedo de llevar a María tu esposa a casa, porque lo que ha sido engendrado es por espíritu santo. Dará a luz un hijo, y tienes que ponerle por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados (…) 22 Todo esto realmente pasó para que se cumpliera lo que Jehová había hablado por su profeta, que dijo: 23 ¡miren! La virgen quedará encinta y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: “Con Nosotros Está Dios”
            Lc 1:30 De modo que el ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado favor con Dios; 31 y ¡mira! concebirás en tu matriz y darás a luz un hijo, y has de ponerle por nombre Jesús.
            Lc 1:46 Y María dijo: “Mi alma engrandece a Jehová, 47 y mi espíritu no puede menos que llenarse de gran gozo causa de Dios mi Salvador
            Lc 2:11 porque les ha nacido hoy un Salvador, que es que es Cristo Señor, en la ciudad de David.
            Jesús (Yavé es salvación): nombre propio de nuestro Salvador. (Nacar Colunga)
            Jesús es la forma latinizada del griego Ιησοῦς (Iesoûs), con el que es mencionado en el Nuevo Testamento, escrito en griego. El nombre deriva del hebreo Ieshú, forma abreviada de Yeshúa, la variante más extendida del nombre Yehoshúa, que significa ‘Yahveh salva’, y que designa así mismo a Josué, un conocido personaje del Antiguo Testamento, lugarteniente y sucesor de Moisés.
Se sabe que era un nombre frecuente en la época, ya que en la obra de Flavio Josefo son mencionados unos veinte personajes de igual denominación. La forma de este nombre en arameo -el idioma de la Judea del siglo I- es la que con toda probabilidad usó Jesús: Ieshuá (י שׁ ו ע, Yēšûaʿ)
En Marcos y Lucas, Jesús es llamado Iesoûs hó Nazarēnós (Ιησοῦς ὅ Ναζαρηνός); en Mateo, Juan y a veces en Lucas se utiliza la forma Iesoûs hó Nazoraîos (Ιησοῦς ὅ Ναζωραῖος), que aparece también en Hechos de los Apóstoles. La interpretación de estos epítetos depende de los autores: para la mayoría, ambos hacen referencia a su localidad de origen, Nazaret; otros, interpretan el epíteto nazoraîos (‘nazoreo’) como compuesto de las palabras hebreas neser (‘retoño’) y semah (‘germen’);  según esta interpretación, el epíteto tendría un carácter mesiánico; otros, en cambio, lo interpretan como Nazareo (separado para Yahveh). El diccionario de la lengua española de la RAE, recoge para la palabra "Nazareno" la descripción: "Hebreo que se consagraba particularmente al culto de Dios, no bebía licor alguno que pudiese embriagar, y no se cortaba la barba ni el cabello"  En tiempos de Jesús hubieron unos cuantos hombres más que actuasen de esta manera como servicio religioso.

            Nota.-
Datos tomados de Wikipedia, de la Biblia (Nuevo Mundo), de la Biblia (Nácar Colunga), del Diccionario Larousse (11 tomos)
                                                         Ragarro
                                                                    20.12.12