martes, 3 de diciembre de 2013

JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI: HUMANISMO, ESTÉTICA Y CONTEMPORANEIDAD (1-5)

   
A MANERA DE INTRODUCCIÓN
            La presente investigación se inscribe dentro del tema referido al pensamiento filosófico latinoamericano. Su objetivo es la significación filosófica del humanismo y la liberación social en José Carlos Mariátegui. Los antecedentes más notables de la problemática estudiada se encuentran en las consideraciones dispersas y no sistematizadas de prestigiosos analizadores de la obra mariateguiana, entre los que encuentran Leopoldo Zea (México), Augusto Salazar Bondy y Aníbal Quijano (Perú), Enrique Dussel (Argentina), Francis Guibal (Francia), y los cubanos Pablo Guadarrama, Joaquín Santana, y Miguel Rojas. Estos pensadores coinciden en señalar que si bien es cierto que Mariátegui no es un filósofo en sentido estricto, incluso que ninguna de sus obras, que son todas recopilaciones de ensayos y artículos, tiene carácter orgánicamente filosófico; no es menos cierto la presencia de un pensamiento filosófico expresado en la preocupación por los grandes problemas de la humanidad, la vida y en el interés manifiesto por la fundamentación de la praxis social.
            El estado de los estudios sobre dicha problemática se caracteriza por la mera presentación de tesis o, en cambio, sucintos análisis en artículos y ensayos. Ciertamente la producción teórica contemporánea sobre Mariátegui adolece de la impostergable necesidad que representa la precisión y sistematización de aquellas zonas de la meditación que expresan una marcada significación filosófica. Con la investigación se aspira a desarrollar de manera explícita el alcance filosófico de la reflexión. En este sentido, el aporte de la tesis debe verse en la reconstrucción y sistematización de las zonas de la meditación, cuyo contenido posee una connotación filosófica. Esto constituye una modesta contribución al propósito planteado por la comunidad de investigadores de la obra mariateguiana de hurgar en las facetas del legado del pensador peruano no suficientemente exploradas y, por consiguiente, insuficientemente abordadas en cuanto a la extensión e integralidad del objeto teórico, debido a la falta de un desarrollo explícito de la problemática.
            Por otra parte, abstraer la significación filosófica del legado de la obra mariateguiana permite calibrar con una mayor objetividad los aportes de Mariátegui al desarrollo de las ideas marxistas y el itinerario del pensamiento filosófico en América Latina. Se trata de un marxista convicto y confeso que rebasó con creces el espectro de una concepción estricta de la política desde el mismo momento que comenzó a desplegar una reflexión filosófica en torno al humanismo y la liberación social indisolublemente vinculada a las urgencias más apremiantes del contexto histórico-social mundial y local (realidad peruana) de la posguerra. Su filosofar distanciado, y a la vez superador de la meditación especulativa, lo convierte en uno de los pilares del quehacer filosófico de las primeras décadas del siglo XX en la región y un referente obligado en la búsqueda de los contornos identitarios de la producción filosófica en Latinoamérica.
            El problema científico de la investigación está constituido por la reflexión filosófica de Mariátegui, Los estudios anteriores han señalado las influencias de determinadas fuentes teóricas, haciéndose énfasis en el solerismo, nietzscheanismo, pragmatismo, freudismo y otras corrientes afines de la filosofía occidental. De igual manera, se ha prestado atención a la recepción del marxismo en sus diferentes manifestaciones. En unos y otros casos no se ha analizado equilibradamente la significación de las diferentes asunciones, presentándose puntos de vista controvertidos: “marxismo nietzscheano”, “freudomarxista”, “soreleano ambiguo”, entre los principales. Ante estas disyuntivas se dará solución al problema de las fuentes teóricas como sistema, destacando el lugar que ocupa el marxismo entre ellas. Su meditación parte de un electivismo crítico creador que le permitió conformar un pensamiento del humanismo, el optimismo, el determinismo, la libertad, la realidad nacional como totalidad concreta, la revolución social y la práctica. En este sentido se presenta como problema central la reconstrucción de dichos conceptos -desde una perspectiva filosófica- por cuanto el autor, objeto de estudio abordó múltiples aspectos de la cultura, el arte, la política, la religión y la realidad, sin detenerse a explicar sus alcances filosóficos en stricto sensu. Por eso cabría preguntar: ¿en qué medida hay una reflexión filosófica de Mariátegui en torno al humanismo y su liberación social?
            Las hipótesis quedan enunciadas de la manera siguiente:
-A través de la investigación del pensamiento de Mariátegui, se ha insistido en determinadas influencias y fuentes teóricas hiperbolizándose o minimizándose algunas de ellas. En este sentido, no ha habido un enfoque sistémico integrador entre los componentes teóricos de la filosofía occidental marxista y no marxista. A este respecto, se subraya el marxismo como la principal fuente teórica enriquecido por las aportaciones de otras filosofías europeas, sobre todo en cuanto a la dimensión de la subjetividad.
-En su prolífica obra se abordan, entre otros, aspectos económicos, políticos, artísticos, religiosos, jurídicos, pedagógicos, sociológicos, psicológicos, et. Dentro de esta multiplicidad de aspectos culturales y sociales co-implicados existe una reflexión filosófica, entre cuyos temas predominantes sobresalen el hombre, el optimismo, el determinismo y la libertad, la emancipación social y la praxis.
-Su meditación filosófica revela un pensamiento electivo crítico creador, donde los conceptos se co-implican dialécticamente, en relación de teoría y práctica. Ambas en función de una realidad específica como expresión de lo universal concreto situado.
            El Capítulo I: Fuentes teóricas del pensamiento filosófico mariateguiano, aborda, entre otros aspectos, la lectura que realiza Mariátegui de la crisis mundial de la posguerra en su nexo con el proceso de conformación crítica de su pensamiento. En este sentido, recibe una particular atención el contexto ideopolítico italiano (1919-1922), donde el autor patentiza su filiación temprana al marxismo (1921) y la decisión de iniciar la actividad socialista en el Perú (1922), lo cual incide directamente en la interconexión que se establece entre la asunción crítico-electiva y la problemática filosófica.
            Asimismo, se aborda la recepción crítica del pensamiento marxista a través del proceso de asimilación de los pilares básicos de la teoría de Marx y Engels y de las concepciones teórico-políticas de Lenin y Trotsky en el contexto de la fase imperialista del desarrollo capitalista. Aquí, el electivismo crítico-creador potenciado por el autor, en función de una problemática filosófica, permite clarificar cómo el marxismo se convierte en la fuente teórica principal de la meditación filosófica. Atendiendo al peso específico que en la comunidad de investigadores ha tenido el vínculo Mariátegui-Gramsci, se dedica un apartado a esbozar en el nivel de hipótesis las confluencias entre una y otra problemática filosófica, a partir de la presentación de cuatro direcciones fundamentales, donde se aprecian puntuales coincidencias.
            Por otra parte, recibe tratamiento teórico lo que concierne al intercambio crítico del autor con el pensamiento filosófico no marxista. Desde la óptica de la interconexión que se produce entre el electivismo crítico-creador y problemática filosófica, quedan clarificados los presupuestos asumidos de Georges Sorel, Henri Bergson, Federico Nietzsche, Benedetto Croce, Piero Gobetti, Miguel de Unamuno y Sigmund Freud. En este sentido también se puntualiza en el distanciamiento que se produce entre Mariátegui y dichos pensadores.
            En el Capítulo II: El humanismo y el optimismo histórico práctico, aborda, entre otras cuestiones, lo referido a la concepción del hombre vista en la asimilación de los postulados del marxismo clásico en torno a la interconexión dialéctica entre individuos-masas populares en el devenir histórico, lo cual queda evidenciado en el nexo que el autor establece entre las multitudes y la élite. Asimismo, recibe tratamiento teórico la visión mariateguiana del hombre en sus dimensiones metafísicas y prácticas, lo que equivale a la sistematización del vínculo entre el discurso metafísico del mito y el humanismo emancipatorio conectado a la órbita de la actividad práctico-transformadora.
            De igual manera, se dedica un apartado al optimismo histórico visto en tres zonas articuladas indisolublemente: la crítica al escepticismo y el nihilismo históricos, la crítica estético-artística y la praxis revolucionaria. Aquí, la sistematización teórica incluye tanto la significación de la meditación en torno  a las concepciones de Oswald Spengler y José Ortega y Gasset, como al optimismo histórico latente en la lógica explicativa de la dicotomía arte decadente-arte nuevo y la no menos importante cuestión concerniente a la filantropía revolucionaria fijada en los instrumentos movilizadores de las fuerzas del cambio social.
            El Capítulo III: Totalidad concreta y emancipación social, centra la atención, entre otros aspectos, en el proceso de interpretación de la realidad peruana como totalidad concreta; en este sentido se enfatiza en el condicionamiento histórico de dicho proceso, entendido como la re-creación desde la perspectiva del materialismo histórico de dicho proceso, del devenir de la estructura económica en su acción recíproca con los reflejos superestructurales y las tendencias económico-políticas del desarrollo latinoamericano y mundial, a partir de un manejo eficaz de las modalidades espaciales y temporales. Lo anterior está imbricado con el diseño de una realidad nacional, el cual queda desplegado en dos direcciones principales que evidencian la significación filosófica.
            Asimismo, recibe tratamiento la visión mariateguiana acerca del vínculo entre determinismo y libertad. Este apartado incluye la lectura del determinismo filosófico marxista y la libertad, en su dimensión histórico-concreta. También está en el centro de la atención teórica lo referido a la revolución social y socialismo, lo cual queda explicitado en dos vertientes fundamentales: la revolución social en el contexto de la interconexión crítico-electiva y problemática filosófica, y la significación político-filosófica del proyecto socialista.
            Las consideraciones sobre dicho proyecto quedan desarrolladas a través del análisis del proceso de concreción de una voluntad de acción revolucionaria, que se revela en la puesta en tensión de los factores subjetivos de la transformación social y en el tratamiento de una creación heroica que brota de la concientización del pasado y el presente histórico del Perú y de un electivismo crítico creador.
Antonio Ambrosio Bermejo Santos
José Carlos Mariátegui: Humanismo, estética y contemporaneidad.
República Bolivariana de Venezuela
Fundación Editorial El perro y la rana
Biblioteca Mariátegui Fundación Imprenta de la Cultura
2012, 330 págs., 14 x 21 cms. Págs. 31-36

SEMBLANZA DEL AUTOR
Antonio A. Bermejo S. (Cuba-1963), doctor en Ciencias Filosóficas y máster en Pensamiento Filosófico Latinoamericano, profesor titular del Departamento de Marxismo de la Universidad Central Marta Abreu de las Villas, Santa Clara, Cuba. Coautor y autor de innumerables publicaciones sobre el marxismo, entre las cuales se destacan: El socialismo del siglo XXI y la dependencia e identidad de América Latina. Ha impartido cursos de posgrado en distintas universidades de Cuba, España, Panamá, Venezuela (UBCV) y México.
            Bermejo, mediante una prosa sencilla, sumerge al lector en una óptica particular donde se legitima la pertenencia actual del legado de Mariátegui; en la que exalta el humanismo emancipatorio real (terrenal) que brota del nexo orgánico entre la reflexión y praxis del pensamiento del Gran Amauta. Un texto en el que queda justificada la necesidad de la sustitución del capitalismo por el socialismo, y en el que el autor profundiza en algunas facetas del legado de Mariátegui “no suficientemente exploradas todavía”. Facetas estas que, mediante tres capítulos y tres ensayos, Bermejo analiza filosófica y prácticamente: el concepto mariateguiano de Creación Heroica, la visión de Mariátegui sobre el proceso de la literatura en Perú y el análisis del socialismo indoamericano en los años veinte en ese país.
            En fin, una obra grande -donde de manera audaz- el autor hace una interesante abstracción de la significación filosófica del legado de Mariátegui a fin de calibrar, con objetividad, los aportes del amauta peruano al desarrollo de las ideas marxistas y al itinerario del pensamiento filosófico en América Latina; especialmente en los aspectos culturales, artísticos, políticos y religiosos.
            En texto en el que se destaca, además, el sentir de Mariátegui respecto del humanismo, el optimismo, el determinismo, la libertad, la realidad nacional como totalidad concreta; todo dentro de una óptica de revolución social y práctica.
Contratapa del libro
            Nota.-
            La vida y obra del Amauta Mariátegui cobra creciente actualidad internacional. No son pocos los trabajos de investigación y ediciones al respecto. Entre ellos destaca nítidamente en la actualidad el trabajo de Antonio Ambrosio Bermejo Santos, motivo de la presente serie.
            Como aún es investigación de no muy amplia difusión y sin versión digital, aparte de la Introducción del Autor, esta serie presentará los resúmenes del Capítulo I: Consideraciones finales; del Capítulo II: Conclusiones parciales; del Capítulo III: Consideraciones finales; del Capítulo IV: Consideraciones Finales; y el Epílogo, realizados por el propio autor. En ellos el marxista cubano expone un “resumen” de cada apartado, con lo que el lector puede acercarse al contenido mismo de tan importante obra, hasta lograr alguna edición impresa o digital del libro.
            En verdad, JCM no escribió obra filosófica alguna. Pero el autor entresaca la posición materialista implícita a lo largo de la vida y obra de JCM. Parte de que fue obrero en su temprana edad, y de ahí se elevó a la teoría y práctica del proletariado. No es casual, pues, que JCM declarada que “me he elevado del periodismo a la doctrina”
            Al publicar Amauta, JCM señaló que “todo lo humano es nuestro” Esto se ha pretendido tergiversar señalándolo con diversos epítetos: nietzscheano, soreliano, freudiano, bergsoniano, croceano, y tantos más. Y poco o nada se señala que siempre partía de su posición marxista al analizar y comentar a diversos autores. Esto lo analiza y puntualiza el analista Bermejo Santos.
            Y lo que siempre resalta el autor es la relación teoría-práctica en JCM. Lo que se expresa en el interés manifiesto por la fundamentación teórica de la praxis social.
            Teoría al servicio de la práctica, es el resumen de la vida y obra de JCM
Ragarro
02.12.13


No hay comentarios:

Publicar un comentario