jueves, 16 de junio de 2022

“PERDONANOS HERMANO NUESTRAS DEUDAS”.....

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“PERDONANOS HERMANO NUESTRAS DEUDAS”.....
El 14 de Junio celebramos el nacimiento del Amauta José Carlos Mariátegui, a quien casi todos nosotros reconocemos como el Padre del Socialismo Peruano. Si. No hay error. Hemos dicho socialismo peruano.
A su regreso de Europa, 1923, Mariátegui venía con una tarea concreta encomendada por el denominado Comité de Génova, que era la de constituir un Partido conforme a los criterios de la Tercera Internacional (recordemos que en Europa el movimiento socialista se dividía en dos alas : una reformista socialdemócrata y otra revolucionaria comunista). Se daba paso a la constitución de Partidos Comunistas, en tanto Secciones Nacionales de un único Partido Mundial de la Revolución. Mariátegui mismo lo había visto en Italia.
Pero al llegar al Perú Mariátegui se encontró con que aquí no habían socialistas ni comunistas sino indigenistas y anarquistas y se encontró con que aquí no encajaba exactamente el esquema para la Revolución en los países coloniales y semicoloniales, planteado por la Internacional Comunista.
Fue entonces que producto de nuestra realidad : una sociedad capitalista atrasada con amplios rezagos feudales y amalgamando la experiencia de los indigenistas y anarquistas (los “ayllus del sol”) con los análisis de Marx para la comuna rural rusa y el papel revolucionario que podía jugar ésta en la revolución en países capitalistas atrasados (posiblemente a través de la lectura de Eugene Schkaff y la edición del Capital en francés, Mariátegui gestó la teoría de una Revolución Socialista que cumpliría las tareas democráticas atrasadas que la revolución democrática y la burguesía eran incapaces de realizar y que se basaría en las modernas haciendas capitalistas de la costa y en las comunidades alto andinas con antiguos hábitos socialistas. No era necesario el paso por una etapa capitalista previa al socialismo.
Esta última afirmación, que ha sido puesta en duda por más de uno de los Partidos que, en el Perú, se reclaman "herederos del Partido de Mariátegui", fue claramente establecida por éste, señalando " La revolución latinoamericana, será nada y más y nada menos que una etapa, una fase de la revolución mundial. Será simple y puramente, la revolución socialista. A esta palabra agregad, según los casos, todos los adjetivos que queráis : "antiimperialista", "agrarista", "nacionalista-revolucionaria". El socialismo los supone, los antecede, los abarca todos", añadiendo "No queremos, ciertamente que el socialismo sea en América calco y copia. Debe ser creación heroica. Tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje, al socialismo indo-americano " ("Aniversario y Balance", Septiembre de 1928), se reafirma más tarde, en la parte final de su Tesis enviada a la I Conferencia Comunista latinoamericana, señalando, "somos antiimperialistas porque somos marxistas, porque somos revolucionarios, porque oponemos al capitalismo el socialismo como sistema antagónico, llamado a sucederlo, porque en la lucha contra los imperialistas extranjeros cumplimos nuestros deberes de solidaridad con las masas revolucionarias de Europa " ("Punto de vista antiimperialista", Mayo de 1929), y se repite en la nota "Del autor", que éste preparó y envió como información sobre su propia actividad política, precisando que " Prepara actualmente un libro sobre política e ideología peruana, que será la exposición de sus puntos de vista sobre la Revolución Socialista en el Perú y la crítica del desenvolvimiento político y social del país, y bajo este aspecto la continuación de la obra cuyos primeros jalones son los 7 Ensayos, "…(en "Ideología y Política", pag.15). Con ello simplemente “daba cuerpo” al grito que lanzara en la Fiesta de la Planta en Vitarte, el 12/02/1928, y recogiera la revista “Amauta” N 12, pag.20 : “¡Viva el Socialismo!. ¡Viva Vitarte! ¡Viva la Revolución Socialista!”
Mariátegui incluso se adelanta a señalar que el suceso de la Revolución Socialista en un país semifeudal y semicolonial “no presupone el cumplimiento perfecto y exacto de la etapa económica liberal, según un itinerario universal”…”que es muy posible que el destino del socialismo en el Perú sea en parte el de realizar, según el ritmo histórico a que se acompase, ciertas tareas teóricamente capitalistas " ("Respuesta al Cuestionario Nº 4 del Seminario de Cultura Peruana", Revista "La Sierra", en "Ideología y Política", pags.263 a 273), que “la función del socialismo en el gobierno de la nación, según la hora y el compás histórico a que tenga que ajustarse, será en gran parte la de realizar”….”las posibilidades históricamente vitales todavía del capitalismo- en el sentido que convenga a los intereses del progreso social" (" La Organización del proletariado", Ediciones "Bandera Roja", 1967, pag.180), que toca al socialismo la empresa de “la liquidación de la feudalidad” (Ideología y Política", pag.188). Que " El socialismo encuentra, lo mismo en la subsistencia de la comunidades que en las grandes empresas agrícolas, los elementos de una solución socialista de la cuestión agraria,"… Acta de Constitución del Partido Socialista, Octubre de 1928), pues "Las "comunidades"…..”representan un factor natural de socialización de la tierra" ("El Problema de las razas en América Latina", Junio de 1929).
Obviamente tales Tesis chocaron con el “ABC” de la Internacional Comunista para nuestros países como se evidencio en la Primera Conferencia Comunista de América Latina de Junio de 1929, en Buenos Aires y mas tarde con la condena abierta al “mariateguismo” como tendencia desviacionista pequeño burguesa y atrasada.
Particular atención merece el duro ataque y condena a las tesis de Mariátegui por parte de V.M. Miroshevski (importante cuadro teórico de la Internacional), quien calificara de “populismo” el pensamiento de Mariátegui (“El “populismo” de Mariátegui en el Perú, papel de Mariátegui en la historia del pensamiento social latinoamericano”, publicado en la revista cubana “Dialéctica”, en Mayo-Junio de 1942), y lo hiciese retomando mecánicamente los ataques de Lenin contra los populistas rusos, acusando a Mariátegui de tener la convicción de que el Perú marcharía hacia la revolución por su propio camino, un camino “especial”, considerar “a los campesinos indígenas peruanos como “colectivistas naturales”, creer “que éstos realizarían la revolución socialista independientemente, sin la dirección del proletariado revolucionario”, concluyendo que en su aspecto primario sus ideas …”fueron las ideas del “socialismo” pequeñoburgués, una versión especial de populismo adaptada al Perú”, y que “fueron los sueños utópicos de un intelectual pequeñoburgués en un país campesino, atrasado”.
A diferencia de la política de abierta condena a Mariátegui y el “mariateguismo” esta crítica fue valientemente respondida por Moisés Arroyo Posadas y por Jorge del Prado, quienes rechazaron la falsa imputación de que Mariátegui no reconociese o no plantease la conducción proletaria de la Revolución Peruana y plantease para ésta una vía ajena al marxismo. No obstante una lectura atenta de sus artículos de respuesta a V.M. Miroshevski nos permiten ver que ninguno de ellos defendió sus tesis originales.
Así poco a poco el Mariátegui crítico e innovador real fue dando paso en el imaginario socialista al Mariátegui “en formación”, “atrasado” y mas tarde al Mariátegui totalmente identificado con la estrategia de la Internacional Comunista para los países coloniales y semicoloniales, dentro de la cual se ubicaba tanto a China como al Perú.
En el Primer Congreso del Partido Comunista Peruano (cambiaron el nombre de Socialista que le diera Mariátegui al Partido) no se aprobaron las tesis originales de Mariátegui sino las de una Revolución Nacional Democrática que Mariátegui jamás planteó y más tarde, cuando la V Conferencia Nacional del Partido planteó “retomar a Mariátegui” realmente se copiaron mecánicamente las tesis de la Revolución China en el apogeo admirativo de los años 70.
Las generaciones siguientes nunca conocieron las tesis originales de Mariátegui y asisten cada año a celebraciones que en amplia mayoría continúan, aún sin saberlo, y entre panegíricos y loas personales, el “entierro” de las tesis de Mariátegui mientras señalan que él es el guía de su acción, que siempre ha estado junto a ellos y que lo han retomado.
En su tumba, en el Cementerio Presbítero Maestro, bajo una enorme y pesada roca aún se escuchan ahogados los reclamos y gritos de protesta de Mariátegui dirigidos a la juventud, a una nueva generación que retome realmente su legado socialista revolucionario y concluya con el complot ceremonial de la mentira y el olvido en torno a su nombre.
12 de Junio del 2012
Gustavo Pérez Hinojosa
Cátedra “Marx, ese desconocido”

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