jueves, 12 de septiembre de 2013

40 AÑOS DESPUÉS: EL GOLPE DE ESTADO DE PINOCHET (11-SETIEMBRE-1973)




40 AÑOS DESPUÉS: EL GOLPE DE ESTADO DE PINOCHET (11-SETIEMBRE-1973) Y EL ASESINATO DE VÍCTOR JARA

Por Omar MENESES

Han transcurrido 40 años desde aquel fatídico golpe fascista en Chile que enluteció no solo a los propios chilenos que sufrieron la barbarie sino a todos los hombres libres del mundo.

El Imperialismo norteamericano y la CIA en estrecha colaboración con la Burguesía y FFAA Chilenas, destruyeron el proyecto político que enarbolara Salvador Allende y su gobierno de la Unidad Popular. El llamado “tránsito pacífico hacia el Socialismo” que se desenvolvía en plena “guerra fría” quedó literalmente destrozado por el accionar guerrerista implacable y despiadado.

Quienes desde la perspectiva del Socialismo Peruano hemos luchado, luchamos ahora y seguiremos luchando por conquistar Un Perú Nuevo en el Mundo Nuevo, el golpe fascista de Augusto Pinochet (11-Set-1973) merece nuestra más firme condena y repudio por la crueldad demostrada.

Bombardearon el Palacio de Gobierno conocido como “La Moneda” donde Salvador Allende luego de resistir el ataque aéreo, defendió con su propia vida el proyecto político que el pueblo chileno había decidido en las elecciones de 1970. Y con el fusil en la mano que le obsequió Fidel Castro se inmoló hasta alcanzar la gloria de su sacrificio. Sin embargo, así como se ensañaron con el “compañero Presidente”, también lo hicieron con otros héroes de este proyecto.

VICTOR JARA EL MAS GRANDE REPRESENTANTE DE LA “NUEVA CANCION CHILENA”

Después de la destrucción de “La Moneda” y la muerte de Salvador Allende, cerca de 600 estudiantes y profesores se atrincheraron en la Universidad Técnica del Estado (UTE, actual USACH) para resistir la ocupación militar. Víctor Jara había decidido ingresar al recinto universitario donde desempeñaba labores docentes, y estuvo entre los que realizaron la resistencia.

La mañana del 19 de Setiembre de 1973, encontraron el cuerpo de Víctor Jara fuera del campo de concentración en que habían convertido el Estadio de Chile con espantosas heridas, con las manos mutiladas y con descarga de ráfagas de metralla en todo el cuerpo.

Su esposa Joan Turner fue comunicada de esta trágica noticia y bajo presión de los criminales procedió a darle sepultura clandestina en el Cementerio General, para partir luego al exilio.

¿CÓMO HABÍA OCURRIDO ESTE ESPANTOSO CRIMEN Y QUIÉN LO ORDENÓ?

Han transcurrido 40 años de infinitas gestiones antes Jueces y Fiscales chilenos para esclarecer la forma en que asesinaron a Víctor Jara y para identificar a los autores. Ante el espíritu de cuerpo de las FFAA chilenas de negar y dilatar toda información, el camino para llegar a conocer la verdad de los hechos fue a través de los soldados de distintos regimientos que estuvieron después del golpe en el Estadio de Chile, lo que permitió desentrañar este misterio.

Ahora están identificados los militares que ultimaron con ráfagas de fusil a los cerca de 15 detenidos -entre ellos Víctor Jara- que fueron apartados de los restantes prisioneros al producirse su traslado al Estadio Nacional, entre el 16 y 17 de septiembre de 1973.

Se ha determinado que al menos tres personas habrían perdido la vida en las graderías del Estadio de Chile. Una persona de contextura pequeña y delgada que muchos confundieron con un niño y que en un acto de desesperación se abalanzó sobre un soldado fue ultimado con una ráfaga en su abdomen. Otro prisionero se lanzó del segundo piso gritando ¡Viva Allende!, mientras que un hombre joven fue muerto a golpes de culata en su cabeza por haberse negado a cumplir órdenes de los militares. Estos hechos están narrados por el mismo Víctor Jara que tuvo tiempo de hacer su última poesía que es una verdadera expresión de su profundo sentimiento por la vida y por el Mundo Nuevo:
 
“Somos cinco mil
en esta pequeña parte de la ciudad.
Somos cinco mil
¿cuántos seremos en total
en las ciudades y en todo el país?
Solo aquí
diez mil manos siembran
y hacen andar las fábricas

¡Cuanta humanidad
con hambre, frío, pánico, dolor,
presión moral, terror y locura!

Seis de los nuestros se perdieron
en el espacio de las estrellas.

Un muerto, un golpeado como jamás creí
se podría golpear a un ser humano.
Los otros cuatro quisieron quitarse todos los temores
uno saltó al vacío,
otro golpeándose la cabeza contra un muro,
pero todos con la mirada fija de la muerte.

¡Que espanto causa el rostro del fascismo!
Llevan a cabo sus planes con precisión artera
Si importarles nada.
La sangre para ellos son medallas.
La matanza es acto de heroísmo
¿Es este el mundo que creas, dios mío?
¿Para esto tus siete días de asombro y trabajo?
en estas cuatro murallas solo existe un numero
que no progresa,
que lentamente querrá más muerte.

Pero de pronto me golpea la conciencia
y veo esta marea sin latido,
pero con el pulso de las máquinas
y los militares mostrando su rostro de matrona
llena de dulzura.
¿Y México, Cuba y el mundo?
¡Que griten esta ignominia!
Somos diez mil manos menos
que no producen.

¿Cuántos somos en toda la Patria?
La sangre del compañero Presidente
golpea más fuerte que bombas y metrallas
Así golpeará nuestro puño nuevamente.

¡Canto que mal me sales
Cuando tengo que cantar espanto!
Espanto como el que vivo
como el que muero, espanto.
De verme entre tanto y tantos
momentos del infinito
en que el silencio y el grito
son las metas de este canto.
Lo que veo nunca vi,
lo que he sentido y que siento
hará brotar el momento...”

(Víctor Jara, Estadio de Chile, Setiembre 1973)

Víctor Jara fue interrogado al menos dos veces en los camarines del Estadio de Chile, ubicados en el subterráneo. Allí fue sometido a diversas y crueles torturas, entre ellas la fractura de sus manos a golpes de culata. Existe un testimonio que señala que tras el segundo interrogatorio Víctor Jara logró acercarse a personas que habían sido detenidas en la UTE, quienes lo limpiaron y trataron de cambiar su aspecto cubriéndolo con una chaqueta azul y cortándole su pelo negro rizado con un cortaúñas. Los últimos detenidos que lo vieron con vida han dicho que estaba muy golpeado, con la cara hinchada y sus manos fracturadas. Al parecer en esas circunstancias a uno de los detenidos le entregó su última poesía, la cual estaba camuflada entre sus vestimentas.

Este horrendo crimen tiene la marca del criminal que jamás descansará en paz, del torturador, masacrador, asesino del pueblo cuyo recuerdo será referencia de una vieja historia. Pero de Víctor Jara podemos decir que ha pasado a la inmortalidad. Su recuerdo sigue presente en las luchas del pueblo chileno y de quienes desde otros ámbitos creíamos, creemos y creeremos en su mensaje de libertad y de igualdad.
 
Víctor Jara ha sido, es y seguirá siendo el más grande Trovador de la Nueva Canción y del Hombre Nuevo, pues la letra de su hermosa composición, verdadero himno de vida, nos relata el camino que también nosotros hemos de transitar:
 
"Vientos del Pueblo me llaman /
Vientos del Pueblo me llevan /
me esparcen el corazón /
y me avientan la garganta /

Así cantara el poeta /
mientras el alma le suene /
por los caminos del pueblo /
DESDE AHORA Y PARA SIEMPRE..."
 
¡¡VIVA VÍCTOR JARA EL MAS GRANDE TROVADOR DE LA NUEVA CANCIÓN Y DEL HOMBRE NUEVO!!
 
¡¡VIVA LA LUCHA POR UN PERÚ NUEVO EN EL MUNDO NUEVO!!
 
¡¡VIVA EL CAMINO DE MARIÁTEGUI!!
 
¡¡VIVA EL SOCIALISMO PERUANO!!

 
Omar MENESES
Lima-Perú
11-SETIEMBRE-2013
 
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