miércoles, 11 de octubre de 2017

GUEVARA : EL ASALTO TEÓRICO Y PRÁCTICO A LA “ORTODOXIA MARXISTA”

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“[XI] Los filósofos no han hecho más que interpretar
de diversos modo el mundo, pero de lo que se trata
es de transformarlo”.
Marx “Tesis sobre Feuerbach”
“La historia no hace nada,”…..”Es el hombre de carne
y hueso, quien hace todo esto, que posee y combate;”……
la historia no es otra cosa que la actividad del hombre
que persigue sus objetivos”.
Engels “La sagrada familia”.
GUEVARA : EL ASALTO TEÓRICO Y PRÁCTICO A LA “ORTODOXIA MARXISTA”
No solo la vía revolucionaria insurreccional cubana volvía a ser puesta sobre el tapete, con la Revolución Cubana, después del Octubre ruso de 1917, en un contexto distinto del de la Revolución China de 1948, sino que el “Che” inicia su “Guerra de guerrillas” con un asalto revolucionario tan importante como la revolución cubana misma, planteando :
“No siempre hay que esperar que se den todas las condiciones para la revolución; el foco insurreccional puede crearlas”.
Y añade que ésta es una de las aportaciones fundamentales de la Revolución cubana que:
….”luchan contra la actitud quietista de revolucionarios o seudorevolucionarios que”….. “se sientan a esperar a que, de una manera mecánica, se den todas las condiciones objetivas y subjetivas necesarias sin preocuparse de acelerarlas”.

¿Qué significaba plantear esto en 1960, cuando, pese a ser un héroe protagónico de la insurrección revolucionaria cubana, el “Che” no tenía el prestigio teórico que tenían los dirigentes “revolucionarios” del PCUS o los de Europa Oriental ni venía de una militancia en el PC Argentino o Cubano?.
Era un viejo y candente debate que regresaba y se reabría. Inmediatamente todas las organizaciones pertenecientes al movimiento comunista internacional, la “ortodoxia revolucionaria” en pleno condenaron el “aventurerismo” y el “subjetivismo” del “Che” Guevara.
Décadas de materialismo mecanicista y positivismo habían sofocado la herejía de la Revolución de Octubre y basándose en lecturas parciales de Marx habían grabado a fuego en las almas de la militancia comunista internacional que:
“Al llegar a una fase determinada de desarrollo las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas, y se abre así una época de revolución social”. (Prólogo a la “Contribución a la Crítica de la Economía Política”, 1859.

Y en tal sentido, siendo la Revolución el resultado del desarrollo de las fuerzas productivas materiales y su contradicción con las relaciones de producciones existentes y consecuentemente ajenas a la acción consciente y voluntaria de los hombres no cabía su acción para alcanzarla.
De allí que Kautsky hubiese expresado que:
“El partido socialdemócrata es un partido revolucionario; no es un partido que hace revoluciones. Sabemos que nuestros fines no pueden ser realizados más que por una revolución, pero sabemos también que no está en nuestro poder hacer la revolución, como no está en el poder de nuestros adversarios impedirla. Jamás hemos pensado, por consiguiente, provocar o preparar una revolución”. Kautsky “El camino de Poder”.

Por ello intentar hacerlo era “prematuro” o ir “contra la historia.
Cómo si existiese un sentido progresista y ascendente de la historia. Cómo si existiese una historia bien ordenada, regulada como un reloj, en donde todo llega a su hora, justo a tiempo, con la placidez de un estricto determinismo histórico?.
Todo esto no era marxismo revolucionario.
¿Acaso Marx no había señalado abiertamente que no se trataba de solo interpretar el mundo sino de transformarlo?.
¿Acaso Engels no había señalado abiertamente que “La historia no hace nada”, que es el hombre de carne y hueso quien hace todo esto y combate, pues la historia no es otra cosa que la actividad del hombre que persigue sus objetivos?.
¿Acaso no había quedado claro, entonces, que no existe en el marxismo original ninguna predestinación, ninguna idea de un continuo progreso que desemboque inevitablemente en el socialismo?.
Lógicamente el creer o vender la idea de que la Revolución fuese el producto inevitable de las crisis o del colapso del capitalismo hacía innecesaria la intervención activa de las masas y de su dirección revolucionaria pues el socialismo llegaría por sí mismo o faltando condiciones para ello sería un efecto imposible.
Esto explica porque la propia Revolución Cubana no provino de los militantes del Partido Comunista cubano (llamado PSOP) sino de contingentes provenientes de una organización popular (Partido del Pueblo Cubano fracción ortodoxa), pues los primeros venían participando en los Parlamentos títeres que Fulgencio Batista sacaba y ponía a su gusto, y porque la Revolución cubana fue no solo un triunfo de la praxis revolucionaria sino también un asalto teórico, protagonizado por el “Che” contra el “evangelio marxista” de la “ortodoxia marxista”, imperante en el movimiento comunista internacional, que desnudó su carácter socialdemócrata y reformista, pues para el “Che”, como Walter Benjamín, no se trata de “esperar una metafísica situación revolucionaria” sino de desarrollar la potencialidad revolucionaria del presente por medio de la acción y no esperar que las cosas “se den solas” como producto de las “leyes del desarrollo histórico”.
Gustavo Pérez Hinojosa
Catedra Libre “Marx, ese desconocido”

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