sábado, 28 de octubre de 2017

Mama Yaku, el agua fuente de vida


Juan José García Miranda[1]

RECIBIDO: 13-09-2016 APROBADO: 09-11-2016


“Yo soy el agua de puna
que labra la cordillera,
y cuando hay avenidas,
abre surcos donde quiera”.
Justo P. Chirinos A.
Introducción
El temporal que atraviesa el Perú nos permite reflexionar sobre muchos problemas que entre otras deben responder a un conjunto de interrogantes y respuestas que se han dado desde siempre acerca de este fenómeno recurrente llamado “El Niño”. Según los estudios históricos del Dr. Lorenzo Huertas Vallejos (2001, 2009) no es la primera vez que sucede este devastador evento natural sino que es recurrente y muchas veces asociados a erupciones de volcanes, vientos huracanados, inundaciones, terremotos y que pueden volver a suceder y nosotros no tomamos las providencias del caso pese a las advertencias que la Naturaleza Madre o Pachamama nos manda a través de un conjunto de señas.
Creemos de necesidad universal dialogar y tratar con la naturaleza, como sujeto vivo y no objeto como lo consideran, para entendernos y aprender a prevenir los eventos naturales y ahora agravados por el efecto invernadero provocado por el capitalismo en el mundo. Y a esto responde estas reflexiones que las derivamos de lo que nuestros pueblos saben y deben saber acerca del agua y sus implicancias.

El Agua, en la cosmopercepción andina
El agua tiene fuerza y para usarla el hombre aprendió a utilizarla para convertirlo en energía eléctrica y por eso tenemos muchas hidroeléctricas que interconectados alumbran las noches, mueven las máquinas y equipos de producción y servicios y hacen posible la vida en el hogar, en la sociedades que tienen acceso a ella: En las ciudades se mueven al ritmo del mercado con economía de escala, rentabilidad y factibilidad económica.
Tanto el agua bien usada como el agua mal usada, forman parte de ese mundo del desarrollo que lucha y busca dominarla porque la consideran un recurso vendible y negociable por empresas lucrativas mientras que los pueblos ancestrales, tradicionales y de origen etnocampesino le consideran fuente de vida y Yaku Mama (Madre Agua) y del que se ha identificado a la Anaconda como deidad del agua, junto con los sapos y culebras (Roca, Demetrio (1966) y Chalco, Efraín (2001).
Sin embargo, para muchos otros pueblos esta energía del desarrollo aún no ha llegado a muchos pueblos llamados atrasados, en contacto inicial, no contactados, semi contactados o en aislamiento voluntario como los yora, nahua, ayumpara, piñi, entre otros y los que se pueden sumar muchos pueblos quechuas, aymaras y otros desconocidos que viven en armonía con la naturaleza a la que llaman Madre porque la consideran fuente de vida, dadora de vida y con la función maternal de criar la vida.
De esta manera distinguimos dos percepciones que se oponen, de occidente moderno una y de los pueblos andino-amazónico otra; recurso mercantilizado una y fuente de vida otra; dos percepciones de lucha una y de convivencia otra; dos percepciones de dominación una y de crianza mutua otra; dos percepciones de profana una y sagrada otra. Percepciones en pugna y que se han convertido en actores que muestran sus poderes unos cíclicos, recurrentes y advertidos frente a los otros que actúan en función de intereses cuyo común denominador es el despojo, la depredación y la rentabilidad a toda costo.
Los humanos de occidente moderno, a pesar de ser parte de la naturaleza, actúan sin aceptarla ni respetarla sintiéndose superiores; profanan su escenario desconociendo conscientemente lo que la naturaleza anuncia a través de señas lo que acontecerá en el inmediato o largo plazo. Estas señas biológicas, astronómicas, atmosféricas, termodinámicas y geomorfológicas prevén el comportamiento de las estaciones, del clima y del régimen de las aguas naturales que bajan del mundo sideral, que emergen de las profundidades, reposan en los glaciares o se mueven por las superficies y los aires para dar forma al mundo y a la vida. Aguas que tienen sus cauces naturales labrados en millones de años y que el ser humano disturbó y desfiguró en función de intereses económicos de las clases hegemónicas e imperiales.
Lo que acontece en nuestros días es consecuencia de la desnaturalización de la vida y de la artificialización de la vida humana. Se ha invadido los lechos de los ríos sin prever lo que sucedería; se ha dejado de tratar con la naturaleza y el agua; se ha perdido la capacidad de diálogo y hemos dejado de entender los mensajes que nos envían.
Se han artificializado las maneras de vivir y sentir la vida, se ha adoptado por imposición una lengua que no es la de nuestros ancestros y con ella han obligado a distorsionar los significados de nuestras voces, de nuestro vocabulario, para acodarlo y darle vigencia a lo que se entiende en las lenguas impuestas. Porque las lenguas ancestrales las palabras tenían contenido previsorio y muestra de ello son las toponimias que sugieren, advierten, previenen o indican, lo que puede ocurrir, acontecer en un lugar o una región determinada. Por ejemplo, en La Mar (Ayacucho) hay un paraje denominado Lloqllasqa que indica frecuencia de riadas; en Abancay, (Apurímac) hay un barrio denominado Qochapata, formado por dos voces: Qocha y Pata que significan laguna, aguada por un lado y promontorio, terreno alto, planicie alto por el otro. En Qochapata se edificó, haciendo caso omiso al significado dado desde tiempos inmemoriales, y en un tiempo menos pensado en los años noventa se desprendió parte del Nevado Ampay e inundó el barrio destruyendo viviendas y cobrando víctimas. Ahora nuevamente han reedificado el barrio en el mismo lugar y los antiguos siguen llamándole con su nombre original: Qochapata.
En el caso descrito el nombre del lugar advertía ser un lugar vulnerable, así como todas las quebradas llamadas en quechua wayqoson accidentes geográficos que constituyen los cauces naturales de las aguas y en temporadas de las riadas, los aludes, aluviones, desbordes que en quechua son denominados lloqlla. Estos escenarios también son habitados por especies de vegetales como era el caso del río Ichu en Huancavelica que a la llegada de los españoles era una quebrada o wayqo poblada de chachacomo[2] y al iniciarse la explotación del azogue o mercurio para procesar la plata que extraían de las minas de Santa Bárbara, lo desaparecieron en menos de cinco años. Muchas toponimias aluden a los wayqos poblados de vegetales como Lambras[3] Wayqo, Paqay[4] Wayqo, así como hay para laderas, cerros, cumbres con similares características.
El término de “huaico” con la acepción de riada, desborde, aluvión, alud, avenida, que le da la prensa y los funcionarios actuales de todos los niveles es parte de la jerga criolla que confundió la figura geográfica de quebrada con la riada o aluvión (lloqlla) y lo seguirán usando. Esto es frecuente, en muchas voces del quechua en el que le han dado equivalencias erróneas en el castellano, aquí algunos ejemplos: “hucha” asociado a “responsabilizarse”, o “ama huchallikuychu”, significa “no te responsabilices” lo han resignificado como “pecado” y han identificado al supay como demonio andino[5].
El agua, cuando va por sus cauces y encuentra obstáculos puede arrasarlos. Y, si el ser humano construye o cultiva en ese cauce natural sufrirá las consecuencias. Por esta consideración y las experiencias vividas por los primeros habitantes o ñawparunakunahasta nuestros días, no construían viviendas ni locales públicos en los cauces o wayqus sino obras de infraestructura y control para mitigar su velocidad y para consumo humano yriego. En este sentido, inclusive las riadas que trasladaban limo eran almacenadas en las mayka qocha-mayka (técnica para almacenar agua de las riadas en lagunas artificiales para siembra en la costa durante los periodos de ausencia de lluvias), yarqa (acequia, canal de agua), waruwaru o camellones (técnica de cultivo en zonas de inundación en torno a los lagos), andenes (plataformas de terrenos para evitar la erosión de los suelos y para la producción en zonas de ladera), etc. que posibilitaban la vida agrícola, ganadera y humana según las estaciones diferenciadas: Chiraw (periodo de ausencia de lluvias) y Puquy (periodo de lluvias y florecimiento de los cultivos).
En otras palabras, las lluvias, la ausencia o exceso de lluvias, la presencia recurrente del llamado fenómeno de El Niño, permitieron a nuestros antepasados a convivir con la naturaleza madre o Pachamama y, al mismo tiempo, al desarrollo de saberes y tecnologías productivas y rituales. Y por eso entre los pueblos tradicionales, originarios se hacen fiestas y rituales, para tratar con el agua, para entenderse con el agua, conservando esa concepción ancestral de crianza mutua entre el hombre y la naturaleza.
“En el mundo en que hoy vivimos
solo en el agua confiamos
ella ve lo que sufrimos
si algún día falta”

Tenemos que aprender o a reaprender a criar al agua que alimenta, que cura, que asea, que riega, que da energía y fuerza; pero, también, que se enfurece, que arrasa, cuando se disturba su cauce, su camino o se le contamina y se la hace inhabitable. Es decir, siente como sentimos, por eso tenemos que reaprender a tratarnos y criarnos mutuamente. Conviviendo con la naturaleza, el agua, la flora, la fauna se aprendió a prevenir las desarmonías con la naturaleza y desarrollar creando, probando y aplicando propuestas propositivas.

Mitigaciones de las desarmonías
Los saberes aprendidos en convivencia con la naturaleza han permitido la construcción de los saberes de los pueblos y que se transmitieron a las generaciones posteriores a través de la oralidad, el ejemplo y la acción oportunamente. Estos saberes forman parte del mundo cognitivo o Yachay (saber, sabiduría), Yachaykuna (sabidurías). Y en este caso, tenemos al lenguaje, la mitología, las paremias, las técnicas de observación para predecir, provenir y producir en territorios caracterizado por la “diversidad de climas y sentimientos”. Saberes y lecciones que guarda la memoria colectiva en diversos aspectos:

En la mitología
En la mitología y en la cosmopercepción no solo de los pueblos andinos el agua es considerada como fuente de la vida toda, y por ende de la cultura como lo expresan los mitos fundacionales diversos. La importancia del mar para la cultura Lambayeque se remonta a un mito de un personaje que llegando por el mar acompañado de muchas embarcaciones y doncellas se apeó y fundó LLampallec del que deriva Lambayeque escenario de los pueblos Muchic que después devino en el Gran chimú. Los incas también remontan su origen a otro mito asociado al agua cuando se dice que Manco Qapaq y Mama emergieron del lago Titiqaqa y luego se dirigieron hacia el Cusco donde fundaron la ciudad que devino en el centro articulador del Tawantinsuyo (Tello, (1967). Asimismo, se dice que los héroes culturales que salieron de la laguna de Choqlloqocha dieron origen a las etnias de los Wanka, Chanka de Huamanga y Chanka de Andahuaylas (Navarro del Aguila 1939). Asimismo, Puquio, capital de los Rukana está asociado al canal subterráneo que nace en cerro Sasawi Urqu; en Jauja, el pueblo de Millpuq, tiene un sumidero de piedras por donde desaparecen las aguas del río que desagua la laguna de Huancas y que se dice que por ahí unía Jauja con el Cusco. El mito y la historia van de las manos y se expresa en cada etapa o fase del proceso humano (Ribeiro, sfe.)
Estos y muchos otros mitos de origen de pueblos y culturas estás ligadas al agua; Casi todas las lagunas son mensajeras de mitos fundacionales, escatológicos y refundacionales y, por ende, de ese factor del agua que prodiga vida pero que recurrentemente, también, destruye violentamente a las sociedades que han devenido en caóticas (ver Morote 1988) o como las que refieren sobre los diluvios en los andes (Cáceres 2000, Huertas 2009). Los mitos generan temor y este se resuelve con los ritos y ceremonias.
Los mitos, las leyendas, las paremias, los proverbios y otras máximas y dichos que son los llamados “comprimidos de la sabiduría popular” tienen contenido normativo y formativo y como tal, tienen la capacidad de regular el comportamiento humano. Uno de estos comportamientos tiene contenido previsor porque es “histórico, proyectivo y progresivo” y por tanto debe ser tomado en cuenta para prevenir las calamidades, desastres generados por la ausencia o exceso de aguas, los eventos telúricos que posibilitan el comportamiento del fenómeno de El Niño y del calentamiento global.

En la paremiología
Encontramos en la paremiología un conjunto de expresiones que advierten a los hablantes de una lengua a guardar cierto control a sus acciones. Esta función la cumplen los refranes, las máximas, los dichos, los proverbios y hasta las adivinanzas. En todos los casos, anuncian lecciones para orientar el comportamiento humano.
- “Pacha, allpamantam kawsayqa qatarimun”. (De la Naturaleza, de la tierra, brota la vida). Paremia fundacional que enseña implícitamente que el factor de brote es el agua que conecta todos los mundos de arriba y de abajo, de adentro y de afuera teniendo al agua como conector que, junto con el aire, el fuego y la tierra, posibilitan la vida.
El agua que brota de los manantiales y el fuego que emerge como erupción de los volcanes, son las paqarinas conectores básicos y que en ocasiones ambos junto con el aire que se mueve a raudales y la tierra con sus movimientos telúricos revierten el mundo arrasando lo que encuentran a su paso para luego redefinir el ritmo nuevo de la vida y de la nueva rutina.
-La expresión “Yaku qatina”, es otra manera de decir que hay necesidad de conducir o acompañar siempre al agua y los antepasados los hacían y por eso encontramos muchos acueductos para conducir y acompañar al agua, así como evitar sus caídas controlando su velocidad. Los canales de riego como los de Nazca, el de Cumbemayu, las celebraciones y fiestas para el agua son muestras de como los humanos respetaban al agua y tomaban en cuenta su existencia para tratar y compartir con ella para producir y agradecerla.
Conducir el agua es criar el agua y para hacerlo se ha conseguido compartir las experiencias entre comunidades naturales, animales y humanas. Por ejemplo, las alpacas excretan en lugares donde puede haber napas freáticas; viendo esto los humanos siembran en torno a las excretas las plantas llamadoras de agua como la putaqa[6], llamadora de la lluvia al achanqaray[7], donde crecerá pasto tierno o lliwa (graminia andina) que crece en lugares húmedos para alimento de las alpacas otras para buscar agua como el sauco blanco o negro[8].

En el vocabulario
Producto de esta convivencia encontramos, en el quechua, lengua que habla la mayor parte de población en la región de los andes centrales, ha desarrollado una terminología básica asociada al agua que debemos conocer y aprender para utilizarlo adecuadamente. Las principales voces son:
Amaru. Serpiente sagrada./ Se le identifica también a la vía láctea./ En la mitología es la erupción violenta del agua del subsuelo que arrasa lo que encuentra a su paso.
Anden. Plataforma construida con muros de piedra para evitar la erosión de los suelos por causa del agua.
Chikchi para. Granizada menuda que con la fuerza del viento va casi horizontalmente.
Hatun Qocha. Mar. / Laguna grande, lago.
Lasta. Lasta Para. Nevada. / Copos de nieve. / Lluvia de copos de nieve.
Lloqlla. Riada. / Alud / Aluvión / Avenida / Desborde. Las riadas pueden ser generadas por lluvias, rebalses de ríos, lagunas y represas.
Mayka. Tecnología de aprovechamiento del limo de las riadas que bajaba de la cordillera hacia los valles costeros almacenadas en lagunas artificiales en cuyas orillas sembraban durante el año a medida que se iba secando tales lagunas. También se llamaba Qocha Mayka.
Mayu. Río. / Vía láctea porque está asociado a un río sideral.
Pacha. Universo, mundo, naturaleza.
Paqarina. Nexo de conexión entre el mundo interior o uku pacha y el exterior o hawa pacha; entre el mundo de arriba o hanaq pacha y el de abajo o urin pacha y está ubicado en los ojos de agua, manantiales, lagunas que emergen de adentro hacia el exterior; también esta función cumplen los cráteres volcánicos así como, en el microcosmos cumple la vagina de la mujer por donde el ser humana sale del vientre materno a la luz.
Paqcha, paqchi. Caída de agua. / Catarata.
Para, Tamya. Lluvia.
Parqoy. Regar.
Pukyu. Manantial. / Ojo de Agua. / Castellanizado puquial,
Putka yaku. Agua turbia.
Puyu. Nube.
Qocha (devino en Cocha). Laguna depósito natural de agua. Lago. En la selva se dice Cocha a las aguadas que se han formado de los ramales desprendidos de los ríos. A estos también le llaman tipishqa o tipisqa. / Estanques y lagunas artificiales construidas para almacenar agua para épocas de seca y para controlar las heladas.
Qochaqocha. Lugar con archipiélago de lagunillas. / Bofedal.
Riti. Nieve.
Runtu para. Granizada.
Sulla. Rocío.
Tamya. Lluvia. / Garúa.
Tipisqa, Tipishqa. Arrancado./ Lagunas formadas por desprendimiento de ramas de río en la amazonía.
Uno. Agua. / Agua limpia.
Usia. Ausencia de lluvia.
Waspiy, Evaporación. / Emanación de vapor de agua..
Wayqu, Wayku. Quebrada, como accidente geográfico. / Cauce de aguas temporales y permanentes. / “Camino” del agua.
Yaku, uno: Agua común. Entre los quechuas del Qosqo es agua sagrada.
Yaku mama. Madre Agua. /, Anaconda o boa.
Yaku Raymi. Festividad del agua.
Yaku runa. Hombre de las agua. Habitante de zonas de abundante agua en la Amazonía.
Yarqa. Acequia. / Canal de agua.
Yarqa aspiy. Hacer acequias. Fiesta de construcción, reparación y mantenimiento de redes de canales de agua.

En las tecnologías
Consideramos que los pueblos andinos en su larga historia tienen por lo menos ocho mil años de agricultura que para conseguir las cosechas han pasado por experiencias prolongadas de aprendizaje y enseñanza de lo que sabía la Naturaleza Madre y de las enseñanzas de los mayores para tratar con el régimen de las aguas naturales, las estaciones y los calendarios de crianzas plantas y animales y de la naturaleza misma.
La crianza más importante fue y es la del agua. Agua para consumo humano, de los animales domésticos, de las plantaciones, de la flora, de la fauna y de la misma naturaleza. Claverías (1980), de la Universidad Nacional del Altiplano Puno, ha estudiado con detenimiento sobre las tecnologías relacionadas al agua y que en su conjunto forman parte de “autoproyecto andino de desarrollo”; por su parte el Proyecto Andino de Tecnologías Campesinas; como el Grupo Asociado Talpuy de Huancayo, se han dedicado al registro y tecnologías ancestrales y tradicionales en las comunidades campesinas, nativas e indígenas para no solo evidenciar sino revitalizarlos para afrontar la producción en los tiempos actuales.
Con respecto a las tecnologías ancestrales lo que se ha registrado solo en el aspecto del agua se bastante amplio: andenes, kanchas (corrales para ganado), kanchakancha (corrales contiguos a manera de panales de abeja para cultivos sobre los 4000 msnm), patapata con contorno vegetal (andenerías sin muro de contención), qochas (como tecnología lagunas artificiales para control de heladas y almacén de aguas), mayka o qochamayka, canales de riego, canalizaciones, drenes y diques de amortiguación de los ríos y quebradas, caminos, tambo, kolka (almacenes para cosechas en lugares altos donde corre viento), pirwa (almacén hogareño), conservación de la floresta en las cabeceras de montaña, en las quebradas y riberas de los ríos para retener el agua. Muchas de estas tecnologías perduran hasta nuestros días funcionando a plenitud y otros como vestigios que dan testimonio de uso en periodos de resplandor.

Anotaciones finales
Consideramos que los pueblos andinos durante su existencia han desarrollado saberes y tecnologías preventivas, de producción y de servicios para buscar el Allin Kawsay o buen vivir y dotar a sus habitantes de un bienestar armonizando con la Naturaleza. Aprendieron a entender que la naturaleza también aprende, enseña, previene lo que puede acontecer a través de las señas. Señas que indican el comportamiento climático y que deben de ser tomados en cuenta para la planificación de la producción agropecuaria y organizar la rutina de la vida cotidiana. Para este efecto, contaban con los especialistas o Yachaq el que sabe), Apu (conducto, poderoso), yuyaq (el que recuerda o lleva la memoria colectiva), yatiri (sabio aymara), awkish (anciano sabio), jirka (sabio), paqo(especialista), amawta (maestro sabio), laya (especialista en wanka), layqa (pronosticador), que sabían interpretar las señas que la Pachamama daba para organizar la vida comunitaria en función de la vida natural y sus mensajes.
Saberes y tecnologías que hoy se evidencian como necesarias para hacer un Pachakuteq y revertir el orden caótico generado durante la colonia y la república y especialmente ésta última porque ha promovido para usufructuar política y económicamente el poblamiento indiscriminado de los valles de la costa especialmente de las riberas de los ríos y que hoy son los más afectados por las inclemencias del clima, cuando las aguas buscan discurrir por sus cauces ancestrales…

Notas:
[1] Universidad de Huamanga. ACLAPADES
[2]  Chachacomo o chachas Escallonia resinosa.
[3]  Lambras o aliso Acuminata subsp.
[4]  Paqay, pacae o guaba Inga feulleei.
[5]  Supay. Es producto de un sincretismo que ha convertido una acepción de algo violento, fuerza descomunal o inigualable como algo satánico. Por ejemplo, se dice supaychaki al danzante inigualable en los movimientos con los pies. Y el término supasupay es muy extremo en una acción tanto natural como humana.
[6] Putaqa. Rumex peruvinus.
[7] Achanqaray, Genus begonia.
[8] Sauco. Sambucus nigra L.

Bibliografía:
  • CÁCERES CH., E. (2000): “Contexto mitológico y ritual de la crianza del agua en el surandino (Musuq Llaqta y Acopía)”. En: Manos sabias para criar la vida. Tecnología Andina. IECTA Abya Yala, Quito, Ecuador.
  • CLAVERÍAS, R. (1980): “Cultura, ideología y planificación del desarrollo tecnológico: Los proyectos de los campesinos”, en Revista peruana de Ciencias Sociales. Asociación Peruana de Fomento de las Ciencias Sociales. Lima, Perú.
  • GARCÍA M. J. J. (1915): La racionalidad en la cosmovisión andina. 2ª.ed., Universidad de Ciencias y Humanidades. Lima, Perú.
  • HUERTAS V., L. (2001). Injurias del tiempo. Desastres naturales en la historia del Perú. Pontificia Universidad Católica del Perú.
  • _____  (2009): Diluvios andinos a través de las fuentes documentales. Universidad Ricardo Palma. Lima, Perú.
  • MACHACA, M., et., al. (2014): Yakumama – Madre Agua. Lagunas de lluvia y comunidades criadoras del Agua.  Asociación Bartolomé Aripaylla, Ayacucho, Perú.
  • MOROTE B., E. (1988): Aldeas sumergidas. Cultura Popylar y Sociedad en los Andes. Centro Bartolomé de las Casas. Cusco, Perú.
  • NAVARRO DEL ÁGUILA, V. (1939): Las Tribus de Ancku Wallokc. Librería e Imprenta Rosas Sucesores. Kosko, Perú.
  • RIVEIRA, L. (sfe.): El agua en la civilización inka é préinca. Mito, ciencia y tecnología. Tomado de la Web. Universidad de Lisboa. Portugal.
  • ROCA W., D. (1966): “El sapo, la cuylebra y la rana en el Folklore actual de la Pampa de Anta”. En: Folklore, Revista de Cultrura Tradicional. Universidad Nacional San Antonio de Cusco, Cusco.
  • TELLO, J. C. (1967): Páginas escogidas. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima.

Cómo citar este artículo:
GARCÍA MIRANDA, Juan José, (2017) “Mama Yaku, el agua fuente de vida”, Pacarina del Sur [En línea], año 8, núm. 32, julio-septiembre, 2017. ISSN: 2007-2309.
Consultado el Sábado, 28 de Octubre de 2017.
Disponible en Internet: www.pacarinadelsur.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1497&catid=15Fuente: Pacarina del Sur - http://www.pacarinadelsur.com/home/brisas/1497-mama-yaku-el-agua-fuente-de-vida - Prohibida su reproducción sin citar el origen.

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