martes, 30 de agosto de 2022

LA ENCRUCIJADA DE LAS IZQUIERDAS

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 LA ENCRUCIJADA DE LAS IZQUIERDAS

 

  Las condiciones actuales de la lucha política en las esferas de las derechas controlado por muchas décadas en las repúblicas sudamericanas, han dado pie a que ésta se traslade a las filas de las izquierdas como alternativa de corrección del sistema dominante, que, a mitad de su gestión gubernamental y sus problemas con las derechas en el Gobierno, hablo por boca de Evo Morales en estas palabras: “hemos llegado al Gobierno, no al Poder”.

  Gobierno y Estado – Poder y Estado.

  Gobierno (Administración de las rentas del Estado) y Poder (sistema dominante establecido, de los propietarios).

 La política aparentemente independiente de la izquierda o de la derecha con respecto al Estado, por un lado; y por el otro, el poder real detrás del trono, obrando, ejecutando. Una situación generada por esta naturaleza de dos binomios de aparente enfrentamiento, nos informa con mayor claridad el tantas veces nombrado como “plan de Gobierno o plataforma electoral”, elevado a la meta máxima a donde puede llegar, según la misma versión practica y de propaganda de izquierdas y derechas, que a la postre, no se libra del apostrofe que se gana como “electorero”, pues detrás de esta jerga política hay todo un prontuariado del porqué electorero. Pertenecen a las clásicas y obsoletas oposiciones protestarías.

 A este disloque del sistema dominante hundido en su parasitismo, se agrega otro, que a esta hora se ha ganado todo el protagonismo político abrevado en las canteras reaccionarias de la propaganda de una prensa “amarilla”. Se trata del Poder Judicial.

  El Poder Judicial.

  El movimiento reaccionario con sus medidas de idas y vueltas, de ofensivas y defensivas, es el que mejor alecciona para la lucha por el Cambio Social a las masas trabajadoras y sus organizaciones de base, material concreto de la Oposición Contestataria.

  La gestación y parto del Poder Judicial por el dominio del sistema dominante fue siempre como el de una institución política al servicio de un Estado y sus Gobiernos de turno, que oficia de amanuense de los intereses de las clases dominantes.

  Hoy, ese evacuador de la vieja política reaccionaria por otros medios, se ceba en el chivo expiatorio de la “corrupción”. De tal modo que a nivel nacional se cree que la monserga de la “corrupción “es el enemigo común del pueblo peruano y crean sus “frentes unidos” en torno a ella con “mi gobierno ley de cadena perpetua para los corruptos”. Toda una guerra santa de una clase dislocada que hace escarnio de sus propios principios, si alguna vez lo tuvieron. Pero cabe la observación en la pregunta por qué lo hacen. Pues muy sencillo. Con la monserga creada, que por otro lado es la erupción del parasitismo del sistema dominante, se quiere llevar a las masas o al pueblo, por el camino de que en el país no existe ni obra el principio universal concreto de: “Lucha de Clases” sino la lucha contra la corrupción, que parece, momentáneamente, haber licenciado a su contiguo auxiliar, el fenómeno del “terrorismo”. La intención es clarísima ¿no se habrá dado cuenta las izquierdas, que hoy sufre los embates de su propia medicina?

  Resulta ahora que el Poder Judicial es el que gobierna dado su persecución y amenazas a la “corrupción “y sus presuntos corruptos, pero ¿Quién eligió al Poder Judicial y su gran poder de autonomía? Algo nos puede orientar en este camino cuando se hace memoria del pasado medioeval y la Santa Inquisición, que era una institución política al servicio del Rey creado para perseguir, encarcelar y ejecutar la pena máxima de la hoguera a todo aquel sospechoso de oposición al régimen de bases monárquicas. Su señuelo, la brujería.

  ¿Y cuál es el señuelo de la autonomía del Poder Judicial y sus perseguidores hoy? Respóndase usted amigo lector.

  ¿Qué clase de reivindicación es la “lucha contra la corrupción? Se trata acaso de las supersticiones genéricas de la honorabilidad, honestidad, honradez, etc. Ocupa el debate político el TRABAJO, tratado por este sistema dominante como enajenación o deshumanización del hombre concreto (más de 74 % de desocupados); se ocupa de la EDUCACION tratada por las autoridades de las instituciones académicas oficiales como mera domesticación de los educandos en una mentalidad colonial; se ocupa de la SALUD tratada en las peores condiciones, que mejor lo tiene cualquier animal en una veterinaria.

  Si está comprobado en los hechos por la izquierda que el camino de la conquista del Gobierno no basta, entonces ¿Cuál es el camino a seguir?

  Servirá esta experiencia de la “Encrucijada de las Izquierdas” para entender el por qué se reclama de modo perentorio hoy en el seno de las masas productoras: LA PREPARACION DE LA ORGANIZACIÓN PARA EL CAMBIO SOCIAL.

Héctor Félix Damián

31.08.22

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