domingo, 30 de abril de 2023

El Muro de la expoliación, terruqueo, racismo y muerte

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El Muro de la expoliación,

terruqueo, racismo y muerte

Cruel reflejo descarnado, fiero y mortal, el Muro de la Vergüenza que separa a dos distritos, uno rico y otro pobre. Sí, es la historia, nuestra historia cargada de siglos de marginación, racismo, saqueos, expoliaciones y empobrecimientos. Siglos tras siglos, años tras años, hambre tras hambre, muertes tras muertes, arrastramos, inclementemente, estas atrocidades impuestas por una docena de oligarcas criollos que “más que por la fuerza por el engaño nos han dominado”, como decía Simón Bolívar, hace dos siglos atrás pero continuados hasta hoy.

 

No, no es un Muro cualquiera. Su estructura pétrea e inaccesible, no es equivalente y ni es igualable a lo que sus hechores han desencadenado y desencadenan durante estos más de 200 años negros de inclemencias bárbaras y atroces. Su petrificación fornida es insignificante y mínima frente a dos siglos de sufrimientos, terruqueos y muertes, donde, los gamonales, marcaban con fierros candentes en las nalgas de nuestros hermanos campesinos y abusaban sexualmente de la esposa y de la hija y a sus hijos los tiraban al rio. Y hoy asesinan a más de 70 compatriotas con fusiles AKM e incluso contra menores de edad. En un solo día asesinó, esta felona, a 17 hermanos nuestros, y no pasa nada. La siguiente metáfora expresa la tremenda crudeza y mezquindad en reconocer la gran riqueza arrebatada a la compatriota, “Nunca invites, a sentarse, a un pobre, a tu mesa y menos si estás comiendo”

 

Precisados a desenmascarar y descarnar, el significado de este Muro de la vergüenza, no estamos sino dando verosimilitud a un hecho histórico, cotidiano, e institucionalizado de lo que acontece en nuestra patria. Veamos.

 

·                                                                                                                                                                                                                                                       El Art. 66 de esta Constitución, establece “Los recursos naturales, renovables y no renovables, son patrimonio de la Nación. El Estado es soberano en su aprovechamiento. Por ley orgánica se fijan las condiciones de su utilización y de su otorgamiento a particulares”  (El Estado despoja de su riqueza, al campesino y se lo entrega al rico)

·                                                                                                                                                                                                                                                       Más aún, en el Código Civil en su Art. 954° establece “La propiedad del subsuelo no comprende los recursos naturales, los yacimientos y restos arqueológicos, ni otros bienes regidos por leyes especiales. Los recursos naturales son patrimonio de la Nación. No pueden ser objeto de propiedad particular”.(Pero si lo entregan a grandes transnacionales)

·                                                                                                                                                                                                                                                       La Ley N° 28611, Ley General del Ambiente, establece que los recursos naturales constituyen Patrimonio de la Nación.

                

En tal virtud, si una compatriota nuestra es propietaria de un predio, amparada con su título de propiedad y, este predio, en su subsuelo, contiene oro, plata, gas, petróleo, litio, etc, esta riqueza no le pertenece, le arrebataron, le robaron. Al verse desposeída y pobre emigra hacia la capital en busca de mejores horizontes; si desea comprar un terreno en San Isidro, Miraflores, La Molina etc, no tiene dinero, porque la tremenda riqueza que contenía su propiedad le quitaron, le usurparon “legalmente” y una alternativa es irse a vivir en el cerro de San Juan de Miraflores.

 

Colindante, y al otro lado, de este distrito queda la exclusiva urbanización Las Casuarinas, del cerro San Francisco, en el distrito de Surco. Donde uno de sus habitantes manifiesta “nos llevamos muy bien con las vecinas del pueblo joven a tal punto que una de ellas es mi sirvienta y otro es mi jardinero”

 

BBC mundo lo llama, muy acertadamente, “EL MURO DE LA VERGÚENZA” que separa a ricos y pobres. Muro que encarna un despreciable y repudiable racismo, discriminación y terruqueo. Este muro tiene una dimensión de 10,000 Mts. de largo y una altura de 3 Mts con alambre de púas en su parte superior y separa vergonzosa e hirientemente a estos dos distritos.

 

Ahora bien, porque una de ellas vive en San Juan de Miraflores y el otro en la Molina. Veamos, la verdadera realidad.

 

Las tremendas riquezas del subsuelo de su propiedad le quitaron, le expoliaron abusiva y perversamente, constitucional y legalmente y lo convirtieron en pobre y se vio forzada a vivir en el cerro. Y esta misma riqueza a quién se lo dieron? al que ahora vive en la molina y tiene de su empleada doméstica a la que fue dueña de esta fortuna.

 

Cuánto de dinero recibió, la señora, por su riqueza del sub suelo? ¡NADA!

 

Cuánto pagó, al Estado o a la verdadera propietaria, el que hoy es concesionario de esta riqueza ¡NADA!.

 

Cuánto pagan, las transnacionales mineras, por los millones de toneladas de zinc, cobre, oro, etc que se llevan ¡NADA! Y, hoy, viven en sitios residenciales y, el verdadero dueño en la miseria y con hambre, viviendo en los cerros

 

Este es el verdadero hecho que sucede. Macroeconómicamente a la dueña de la riqueza la despojaron, empobrecieron y terruquearon y lo aventaron a vivir en el cerro y la otra persona vive en casa residencial por esta riqueza minera y, encima, construyó el tremendo muro. No estamos individualizando este comportamiento; sin embargo, es un hecho real y objetivo que sucede en nuestra patria y así sucedió siempre. Este repudiable racismo está enraizado en el “PODER POLÍTICO”; Quién tiene este poder y, como sabemos, desde hace 200 años nunca gobernó el pueblo; fueron siempre una docena de oligarcas que nos robaron este poder

 

De acuerdo a Carlos Conteras C. las tierras que dejaron los colonialistas españoles, se repartieron entre españoles y criollos y al campesino, verdadero propietario, lo arrebataron y lo hicieron su peón. Este acontecimiento perverso y malévolo no tan solo sucede en el sector minero, es generalizado este proceder.

 

Por las tremendas cantidades de tierras irrigadas, como Chavimochic, Olmos, etc, se gastó más de S/22,000 millones CON DINERO DEL PUEBLO, y ni una hectárea le correspondió; más aún, ni pagaron por estas tierras comunales a sus verdaderos propietarios, los comuneros. Y dónde viven estos propietarios comunales, en pueblos jóvenes y en los cerros y a estos que fueron los beneficiarios de tierras, con tremenda productividad, viven en zonas residenciales, a costa del pueblo; una docena de grandes transnacionales nacionales y extranjeros que tan solo devolvieron un ridículo 7% mientras el 93% fue perro muerto, dinero de los más pobres.

 

Millones de dinero se entregan a estas transnacionales, “devoluciones” porque están exoneradas de pagar IGV, ISC; millones se les entrega a grandes transnacionales en calidad de Drawback, etc, lo que quiere decir que es dinero del pueblo a favor de las empresas, una pequeña empresa peruana. no tiene estas gollerías.

 

En el caso del sector minero, desde la colonia, el Perú, fue el país, que aportó con un 95% de circulación de plata (metal) a nivel mundial. Hoy se llevan millones de millones dólares, completamente gratis, y al país dejan hambre y pobreza.

 

En qué contribuye, este sector, al país. 1) Pago de Impuestos, que es irrisorio, por cada S/ 100.0 de ingresos presupuestales la minería representa S/ 4.5 (cuatro soles con cincuenta céntimos) 2) Empleo, el sector minero solamente ocupa ni el 1%; es decir, por cada cien compatriotas empleados, la minería da empleo a un irrisorio 0.9% y 3) Encadenamientos productivos, son miserables, cuando se rompe una broca lo importan, nosotros no lo hacemos, hasta la mezcla de sus combustibles lo hace una transnacional extranjera.

¡NADA MÁS DEJA LA MINERÍA! Es esto lo que les permite vivir en zonas residenciales.

Por ello es imprescindible que nosotros mismos explotemos nuestras riquezas, que la tremenda rentabilidad que genera se quede en el país y no lo lleven grandes transnacionales y dejan miserias. Con ello, también, se habrá terminado el despojo y arrebato de la riqueza del subsuelo, se habrá eliminado el racismo hiriente y repugnante.

¡HABREMOS DERRIBADO EL NEFASTO MURO DE LA VERGÜENZA Y PARA SIEMPRE!

Econ. Juan Verástegui Vásquez

 

 

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