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¡CON MANUEL SCORZA AYER Y AHORA,
JUNTO A MANUEL SCORZA SIEMPRE!
95 ANIVERSARIO DE SU NACIMIENTO
1928 – 9 DE SEPTIEMBRE – 2023
En Homenaje
a esta efemérides tan singular, este año también hemos alcanzado varios
logros en la defensa y difusión de su vivificante e imperecedera obra,
siendo el más trascendental de ellos el haber contribuido decisivamente a
la feliz realización de un extraordinario anhelo: la emisión nacional e
internacional, por Canal 7, del programa SUCEDIÓ EN EL PERÚ: MANUEL
SCORZA, el domingo 9 de julio, a las 5 p.m., que tantas y gratificantes
adhesiones sigue generando, y que está a nuestra disposición en YouTube.
Por ello, nuestra mayor gratitud a todos los integrantes de este
valioso semanario de Tv. Perú.
Asimismo,
el sábado 19 de agosto realizamos una inolvidable Romería al sagrado
lugar de su descanso eterno, en el Cementerio El Ángel, la misma que fue
realzada por la presencia de Ana María, Manuel y Cecilia, Herederos de
Manuel Scorza, acompañados de sus seres más queridos, junto a la
numerosa concurrencia fraterna de compañeras y compañeros plenamente
identificados con la obra, la lucha y los ideales del insigne autor de
“Las imprecaciones” y “Redoble por Rancas”.
A
mediados de este año se han iniciado los trabajos para alcanzar una
gran meta: el gran documental MANUEL SCORZA – EPOPEYA ANDINA, con la
Dirección y Producción de Roberto Aldave Palacios, cuya reciente y cada
vez más exitosa entrega es también otro gran documental: CÉSAR VALLEJO –
EL POETA DEL BICENTENARIO. Su estreno y difusión nacional e
internacional serán anunciados con el júbilo y la amplitud que merece, y
sin duda alguna será un multilateral impacto en el ámbito
cultural-político y educativo de nuestro país.
Y
el lunes 27 de noviembre, conmemorando el 40 Aniversario de su Partida e
Inmortalidad, en aquel aciago accidente en el Aeropuerto de Barajas, de
Madrid –que le impidió la absolutamente segura obtención del Premio
Nobel de Literatura, ya que él estaba considerado para tal cima desde
1979–, presentaremos el libro que publicará la prestigiosa Editorial
Horizonte, conteniendo sus fulgurantes poemarios dedicados al líder y
mártir de la Gran Revolución Libertadora del Perú y América: BALADA DE
LA GUERRA DE LOS POBRES (1967) y CANTAR DE TÚPAC AMARU (1969). Este acto
cultural-artístico será en la Casa del Amauta – Museo José Carlos
Mariátegui, desde las 6.30 p.m., en el Jirón Washington 1946 - Lima
Cercado, al que desde hoy estamos fraternalmente convocados.
Manuel
Scorza está siempre con nosotros en la lucha por un Perú con justicia,
libertad y bienestar para todos. Para él, la creación artística en sus
diversos ámbitos debe estar ligada, siempre e invariablemente, a esta
suprema finalidad colectiva, popular y nacional.
Y
esto es lo que, consecuentemente, él hizo con su poética y novelística,
alcanzando por ello legítimo renombre internacional, el mismo que sigue
acrecentándose. Y precisamente con esta visión magistral también
realizó sus proezas editoriales culturales y populares, peruanas y
latinoamericanas: los grandiosos “Festivales del Libro” y los aún más
célebres “Populibros Peruanos”, ¡cuando solo tenía 28 años!, que
pusieron en las manos y las mentes de nuestros pueblos millones de
ejemplares de las obras más renombradas de los autores más reconocidos, a
precios tan accesibles que hoy nos parece un sueño. Monumentales
ediciones aún no igualadas, y aún más si comparamos las cantidades de
habitantes y los medios tecnológicos y mediáticos de los años en que se
hicieron –entre 1956 y 1964–, con los de la época actual; referentes
imprescindibles para hacer del nuestro un pueblo culto y libre, para ser
un país desarrollado.
En
el 95 Aniversario del Nacimiento de nuestro genial poeta, novelista y
editor cultural-popular –¡entre tantos méritos más!–, del indoblegable e
incorruptible político humanista y revolucionario, celebramos al autor
de la mundialmente célebre “Redoble por Rancas”. Junto a esta cumbre
también nos legó “Historia de Garabombo, el Invisible”, “El jinete
insomne”, “Cantar de Agapito Robles” y “La tumba del Relámpago”, que
conforman su descollante pentalogía novelística “La guerra silenciosa”.
En 1983, meses antes de partir a la inmortalidad, nos entregó otra
impresionante creación: “La danza inmóvil”. Todos estos libros suyos,
¡traducidos a más de cuarenta idiomas!, son un inequívoco tributo,
convocante e inspirador, al heroísmo de nuestro pueblo en su incesante
lucha por la justicia social y la soberanía nacional.
Y,
sin duda alguna, su poesía es monumental e insustituible. Sobre todo
por sus impresionantes significado y actualidad. La vertiente
sociopolítica y revolucionaria de sus versos está en “Las imprecaciones”
–por el que obtuvo, en 1956, el Premio Nacional de Poesía–, “Balada de
la Guerra de los Pobres”; “Cantar de Túpac Amaru”; “Lamentando que Hans
Magnus Enzensberger no esté en Collobriérs”; “Palabras de Nicolás
Centenario” y “A César Calvo agradeciéndole que esté aquí”. La más alta
gratitud a la amistad fraterna en “Réquiem para un gentilhombre – Elogio
y despedida de Fernando Quíspez Asín”. Y “Los adioses”, “Desengaños del
Mago” y “El vals de los reptiles” nos ofrecen sus maravillosos himnos
al amor, más deslumbrantes y vigentes mientras más pasa el tiempo.
Por
tanto, si las políticas culturales y educativas de los Gobiernos del
neoliberalismo decadente y opresor lo ignoran o excluyen –como también
hace la crítica supuestamente “pura”–, nosotros, derrotando
resueltamente este perverso complot del silencio, debemos defender y
promover a Manuel Scorza como lo que es y será siempre: victorioso
abanderado de nuestra indesmayable brega contra el atraso y el oprobio,
por la patria libre, justa y avanzada que merecemos, por el Perú que
anhelamos. / Jaime Guadalupe Bobadilla
LA ESPUMA DE LA IRA
Cuando el Marqués de Guirior
supo que su ejército era un cubo de ceniza,
a sus lacayos mandó vestirlo
con el traje incandescente de la Ira.
Luego, él mismo, con sus manos,
se enmascaró de búfalo para el Castigo.
Lima, la Tapada, encendió su único ojo.
En sus ventrudos palacios,
en sus Plazas de Toros,
en sus Paseos de Aguas,
los Insolentes agitaron sus crótalos.
Seis mil calesas ronronearon.
Por las galerías de marfil del año,
entre antorchas de seda,
los Grandes avanzaron.
Solo a cien pasos sus sombras se atrevían a seguirlos.
El Marqués de Montemira llegó primero.
Siete lacayos llevan el candelabro de sal de su mirada.
Bordado de odio vino el Marqués de Soto Florido.
Pisoteando el Rímac, fangoso como su alma,
llegó el Marqués Zelada de la Fuente.
Nadando en su grasa, vientre con ojos,
vino el Marqués de Rocafuerte.
¡Son los Dueños del Perú!
¡En sus casacas todos llevan bordada la Tenia!
¡Como ella son blancos,
como ella viven inmaculados en medio de la inmundicia!
«¡Somos los Señores del Perú,
somos blancos más puros que la nieve!
¡Ni mil mares llenarían el abismo que de la plebe nos separa!».
¡En el Perú, cien familias han estado siempre sobre todos!
¡Así ha sido, así es, así será!, dijo el Marqués de Guirior.
«Los apestados de sueños,
los que consuelan a las quimeras moribundas,
los que se niegan a identificar a los que miran en sueños,
los que rehúsan revelar
las actividades clandestinas de sus espejos,
los espantapájaros
en cuyos equipajes se sorprenden cartas de las aves,
¡ellos empollan los huevos del futuro!»,
dijo el Marqués de Rocafuerte.
¡Ay de los Rebeldes!
¡Ay de los que instigan a los jóvenes a fabricar auroras!
¡Ay de los que pegan con saliva la cristalería rota de las fábulas!
«La vida es orden.
El agua, el aire, la luz,
todos siguen los túneles de la espuma,
los puentes colgantes del rocío,
o las escaleras de los pájaros.
Puntual llega la lluvia a la semilla,
nunca el pájaro defrauda a la primavera.
¡Ni el sol se aparta de su carretera de oro!
Las estaciones, los planetas, las jerarquías,
son inmutables.
La vida es orden, la vida es sorda».
El Visitador mira el canario:
¡cae el ave convertida en humo amarillo!
Manuel Scorza
En “Balada de la Guerra de los Pobres”
SERENATA
Íbamos a vivir toda la vida juntos,
íbamos a morir toda la muerte juntos.
¡Adiós!
No sé si sabes lo que quiere decir adiós.
Adiós quiere decir ya no mirarse nunca,
vivir entre otras gentes,
reírse de otras cosas,
morirse de otras penas.
Adiós es separarse, ¿entiendes?,
separarse olvidando,
como traje inútil, la juventud.
¡Íbamos a hacer tantas cosas juntos!
Ahora tenemos otras citas.
Estrellas diferentes nos alumbran en noches diferentes.
La lluvia que te moja me deja seco a mí.
Está bien: ¡adiós!
Contra el viento el poeta nada puede.
Y a la hora en que parten los adioses,
el poeta solo pude pedirle a las golondrinas
que vuelen sin cesar sobre tu sueño.
Manuel Scorza
En “Los adioses”
CANTANDO ESPERO LA MAÑANA
América: aquí te dejo,
me voy a las batallas,
luchar es más hermoso que cantar.
Yo te digo: a pesar de estos dolores,
a pesar de estas patrias derrumbadas,
ama a los gorriones.
Yo sé que es difícil
hallar entre las tumbas un lugar para las risa;
yo mismo caigo, a veces, más abajo de los pies,
y el viento levanta mi cara como una alfombra rota.
Pero aun en las celdas, bajo la lluvia,
cuando a mitad de mi nombre
rodaban las sílabas humilladas,
yo no perdí la fe.
Amigos: jamás perdáis la fe.
Aunque os supliquen,
jamás perdáis la fe;
aunque vengan días más sucios,
jamás perdáis la fe;
aunque mañana yo mismo os lo pida de rodillas,
no me creáis.
Amad la vida,
guardad rocío para que las flores
no padezcan las noches canallas que vendrán.
Sed felices, os ruego.
¡Salid de los cuartos sombríos,
sed felices para que yo no muera!
(…)
Amigos: os encargo reír.
Amad a las muchachas,
hablad con los manzanos,
llamad al ruiseñor.
No me busquen en la noche donde lloro,
entre la hierba estoy cantando.
América: aquí te dejo mi poesía
para que te laves la cara.
Búscame cuando te apenes,
llámame cuando estés triste.
Pero no me busques en la noche donde lloro.
Yo estoy lejos,
entre la hierba estoy cantando.
¡Cantando espero la mañana!
Manuel Scorza
En “Las imprecaciones”
1.
Manuel y Ana María, cuando niños, con su adorado padre. Portada de
“Sucedió en el Perú: Manuel Scorza”. Tv. Perú – Canal 7 / YouTube.
2. y 3. En la Romería del sábado 19 de agosto.
4
y 5. Junto a Héctor Chacón y Agapito Robles, respectivamente.
Legendarios, ejemplares dirigentes comuneros, héroes de “La guerra
silenciosa”.
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