sábado, 11 de noviembre de 2023

EL CASO HUILCA. LADRA EL FASCISMO


EL CASO HUILCA. LADRA EL FASCISMO
Por Gustavo Espinoza M.
La decisión judicial adoptada por la Cuarta Sala Penal de la Corte Superior en torno al asesinato de Pedro Huilca Tecse, ha dejado eufóricos a algunos. A la sombra de una sentencia dictada entre gallos y media noche, han cantado victoria y hasta han dado el caso por “cerrado”.
Ni siquiera han reparado que el tema sigue en la vía judicial y que aún hay mucho pan que rebanar. Es pronto para batir palmas. Sobre todo, cuando se trata de una Resolución tan endeble y frágil. No será fácil para los dos jueces de la causa, mantener su brulote.
FUJIMORI
Recordamos hace poco algo que han pasado por alto los medios de comunicación: veinte minutos después de consumado el crimen, Alberto Fujimori lo atribuyó a Sendero Luminoso. A partir de allí, como quien lee un Tele pronter, todos los voceros de la prensa escrita, radial y televisada repitieron como papagayos: “Sendero Luminoso asesinó al Secretario General de la CGTP”
¿Investigaron algo? ¿’Indagaron en medios sindicales o políticos? Con honrosas excepciones, nadie lo hizo, Todos quedaron satisfechos con la versión oficial porque ella les eximía de cualquier esfuerzo. El plato estaba servido.
En criminalística, cuando se investiga la autoría de un crimen, es común preguntarse a quién beneficiaría el hecho, quién tendría interés en cometer el delito. Pues bien, a nadie más que al gobierno de entonces, empeñado en minar la influencia de la CGTP en el campo popular – “acabar con la cúpula de la CGTP”, dijo el Dictador en el CADE días antes, y librarse de esa piedra en el zapato que le dificultaba su marcha.
Por lo demás, tenía pendientes dos “paquetes” legislativos “importantes” dado que no había Congreso: Los Decretos Anti Terroristas y los Decretos Laborales, que arrasarían con todos los derechos y conquistas sindicales arrancadas en duras jornadas por el Movimiento Obrero. Para ambos dispositivos, requería urgente “paz social”. Y Pedro Huilca era, objetivamente, su obstáculo principal.
SENDERO LUMINOSO
La estructura terrorista liderada por Abimael Guzmán, era la herramienta más apropiada para cometer el crimen y asegurar su impunidad. Pero no era indispensable que lo hiciera. Bastaba adjudicarle el hecho para que todos repitieran al unísono la misma letanía. Parafraseando a Goebels, se trataba de repetir mil veces la misma mentira, para que se convierta en verdad. Y así se hizo. Y aquí Fujimori tuvo dos cómplices: Abimael Guzmán y Luis Arce Borja.
En la “entrevista del Siglo”, panfleto artificialmente construido para presentar la imagen del más alto dirigente de SL –“la cuarta espada de la Revolución Mundial”- se admite el asesinato de Huilca como obra de la organización terrorista. Y es que Guzmán asumía todo porque esa era la manera de confirmar su “capacidad operativa” y “liderazgo”. Pero eso ocurrió cuando Guzmán estaba libre. Después, cuando debió comparecer ante jueces, cambió su versión: “no hemos tenido nada que ver con el asesinato de Huilca” , dijo ante el Tribunal.
Los fujimoristas de ayer, y los de hoy, prefieren quedarse con la primera versión porque ella calza con sus objetivos. Y, además con la mentira oficial.
Con Arce Borja ocurre otra cosa. El fue dirigente sindical de los pescadores y activo militante del Partido Comunista en los años 70 del siglo pasado. Fue detenido por una huelga del sector y permaneció cuatro meses tras las rejas. Luego salió en libertad, pero ostensiblemente cambiado. De antiguo militante del PC se convirtió de pronto en acérrimo enemigo del Partido y en particular de sus dirigentes. La voltereta, podría entenderse como el precio pagado por su libertad.
En los años 80, de pronto asomó como “alto líder” de SL. Y así fue Director de “El Diario”, la publicación senderista. No fue perseguido, ni estuvo preso. Ejerció su tarea algún tiempo. Pero luego apareció en Europa -más precisamente en Bélgica, el país más seguro del mundo porque de allí nadie puede ser extraditado- Y allí siguió editando “El Diario”, con todas las garantías del caso, y con impunidad asegurada.
Hizo uno en edición virtual con motivo del asesinato de Huilca. Y reivindicó el hecho como “obra de Sendero” al tiempo que llenó de improperios no sólo a Pedro, sino también al Partido Comunista Peruano. ¿Qué función estaba cumpliendo? ¿Al servicio de quién estaba trabajando?
Es conocido que la Inteligencia Norteamericana tuvo vínculos con Sendero. ¿Sería éste, uno de ellos? No debiera extrañar que eso ocurriera. Ha sucedido en múltiples ocasiones.
LA CORTE INTERAMERICANA
A solicitud de la familia y a pedido de diversos organismos de Derechos Humanos, la Corte Interamericana abordó el tema del asesinato de Huilca y se pronunció el 2005. Por falta de elementos de juicio, no pudo concluir su indagación y emitir una sentencia, Por eso, la decisión que asumió -el ordenar el pago de una reparación a la familia del extinto- no tiene que ver con la autoría del crimen. No se explica por el hecho que la Corte encontrase culpa en el Estado, y no en Sendero. Tiene otro carácter.
La decisión se sustenta en el hecho que habiendo transcurrido en ese entonces 14 años del crimen, el Estado se hubiese mostrado indiferente: No investigó, no abrió juicio público a nadie, no sancionó de acuerdo a ley.
Se supo en ese entonces que las autoridades habían presentado a varios grupos de supuestos terroristas acusándolos de ser “el Comando que asesino a Huilca”. Pero no hizo juicio público contra nadie porque las acusaciones no podían sustentarse. Algunos de los presuntos implicados, fueron liberados, y otros sometidos a un proceso secreto, con jueces sin rostro y sentencias anónimas- Ellas, fueron anuladas por inconsistentes.
El Estado no pagó porque asumiera la autoría del crimen sino simplemente por los daños que causó a la familia el mantener tantos años en suspenso cualquier investigación de los hechos. Y el monto, no fue alto. Llegó a los veinte mil dólares para cada uno de los familiares afectados.
Por eso resulta mezquino y perverso atacar a la familia por ese monto dispuesto por la Corte. Y sólo revela la extrema pequeñez de gentes que, en esta circunstancia, pretenden que la familia “devuelva” lo recibido
ODIO A HUILCA Y A SU FAMILIA
Esta “petición” profusamente publicitada por la Tele y la Prensa Grande no revele sino el odio profundo que les concita la figura de Pedro Huilca, al que buscan denigrar a cualquier precio.
A él, pretenden presentarlo poco menos que como “traidor a su clase”, allegado al APRA y “amigo de Alan García”, “conciliador” y “oportunista”, razón por la cual -sostienen- “Sendero lo mató”.
Ahora buscan también enlodar a su familia. En el extremo, aseguran que culpó al gobierno de Fujimori “sólo para cobrar la suma dispuesta por la Corte”. Como si la viuda y los hijos -niños varios de ellos en ese entonces- hubiesen decidido medrar a costa de la muerta de su padre. Una infamia que el pueblo deberá marcar a fuego-
Hay que subrayar adicionalmente, que el odio principal se centra en Indira, que contaba apenas con cuatro años cuando su padre fue asesinado. A ella, buscan destruirla no sólo porque la detestan, sino también porque le temen. Ha sido Congresista destacada, y puede volver a serlo. Ha sido una figura política de alto nivel, y puede crecer en esa proyección. Hay que destruirla, entonces, parece ser la consigna de los Vásquez Kunze y los Rospigliosi, calificados voceros de una Mafia maloliente y despreciable. La acusarán de “terruca” o de “caviar”, como mejor se les antoje. Lo importante -para ellos, es sepultarla para que nunca más aparezca.
UNA BATALLA POR DELANTE
Está claro que este caso judicial no ha concluido. No sólo existen recursos legales en el plano interno, sino también funciona la Justicia Penal Internacional, que podrá contemplar el tema si acá cierran las puertas a la verdad.
No desmayar, entonces. Se trata de un reto que nos plantea una Mafia Fascista que destila odio por todos los poros. Hay que enfrentarla,. (fin)

 

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