Escribe: Néstor Roque Solís (*)
Lo que se juega
en estas elecciones es la continuidad del poder económico-financiero de las grandes
empresas nacionales y extranjeras, lo que se juega es el poder político poco
transparente de candidatos con poca moral para ser gobernantes, lo que se juega
es la continuidad del sistema neoliberal que crece para los de arriba y se
agota para abajo, lo que se juega es la continuidad del sistema o la transformación
del país, lo que se juega es la decencia política o la corrupción y destrucción
de la sociedad.
Lo que se calla
es la corrupción endémica en las instituciones públicas, lo que se calla es la
voraz arremetida de los medios para torcer la voluntad de los electores, lo que
se calla es un territorio bombardeado por la contaminación de las grandes
empresas, lo que se calla es el populismo de candidatos tránsfugas, lo que se
calla es el financiamiento millonario a partidos corruptos, lo que se calla es el
mapa de la pobreza del país.
Cuando las
elecciones son más bien, espacios para debatir propuestas locales, regionales y
nacionales, las elecciones son un momento crucial en la vida de todo país por
los cambios que se pueden realizar. Un proceso electoral es la ocasión de hacer
balances y debatir ampliamente sobre las tareas del presente quinquenio y la
visión de futuro prospectivo al Bicentenario 2021.
Las elecciones
del año 2014-2015 constituye el contrato básico para un período en el que se
recoge la renovación del compromiso con la democratización del Perú, los
derechos humanos, la consagración de una cultura cívica tolerante y plural y el
análisis de los medios para obtener derechos para los ciudadanos que hagan
posible avances sustanciales en la justicia social y la calidad de vida.
Esperamos que en la campaña electoral se
muestren propuestas como instrumento útil para abordar el trabajo de campaña y
contribuir a las definiciones sobre el futuro del país con el aporte de cada
uno de los candidatos y sus ciudadanos que aspiran a vivir en un Perú mejor,
más libre y más justo.
Reconocemos que
las desigualdades traban el sueño de justicia social y de equidad; nos falta
generar mayores y mejores espacios de participación para los jóvenes, de manera
que se sientan protagonistas en la construcción de la sociedad; nos preocupan
las discriminaciones que afectan a la mujer, a los discapacitados y a la
tercera edad; constatamos que la salud, medio ambiente, vivienda, educación y
la seguridad ciudadana, son ámbitos de trabajo que desafían nuestra capacidad y
compromiso.
La concentración
económica, que ha mostrado aspectos positivos, también pone en evidencia las
debilidades del Estado para garantizar derechos básicos, la transformación del
sistema productivo no ha logrado integrar a los pequeños y medianos empresarios
en la medida de lo esperado.
El centralismo,
todavía es una traba para el desarrollo, los avances de la regionalización y
descentralización son débiles, el proceso sigue siendo un rasgo marcado del Estado
y no hemos llegado a establecer polos de desarrollo todavía en muchas regiones
del país.
No podemos
desconocer que en el ámbito de las tecnologías aplicadas y en el campo
científico se concentran las principales limitaciones para un desarrollo sustentable
e inspirado en la equidad; reconocemos un ambiente de malestar en parte
importante de la población que genera inestabilidad y conflictos sociales, por
la emergencia persistente de problemas como la drogadicción, la inseguridad y
la delincuencia, atentan contra una vida de calidad y la propia tranquilidad de
los vecinos rurales y urbanos.
Se necesita una
moderna administración del Estado al servicio de la voluntad ciudadana,
dinamizar las funciones propias junto a las tareas que imponen su modernización.
Postulamos una
economía que incluya los incentivos adecuados para crecer y aumentar la
cohesión social, proponiendo bases para acrecentar la competitividad frente a
los nuevos desafíos productivos, con propuestas específicas relativas a minería,
pesca, energía, transportes y obras para el desarrollo de los pueblos. En cada
uno de estos sectores se plantean propuestas programáticas específicas.
Proponemos un
desarrollo con calidad de vida, con perfeccionamiento de la regulación
ambiental, el fortalecimiento de su institucionalidad y el aprovechamiento de
los recursos naturales, especialmente los de carácter renovable.
Impulsamos un
desarrollo transversal por cuencas o valles del país que intensifique su
desarrollo con visión territorial, con cuyo objeto señalamos una serie de
líneas programáticas tendientes a colocar al Perú en sintonía con el nuevo
hombre dentro de un mundo que soñó el insigne Amauta José Carlos Mariátegui.
Programas de Desarrollo Local y Regional.
Celular: 971046078
de: César Vásquez Bazán
cesarvasquezbazan@yahoo.com
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para: AHuA@yahoogrupos.com.mx
fecha: 11 de enero de 2014, 11:11
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Nota.- La izquierda democrática e igual
el nacionalismo étnico se preparan ya para las próximas elecciones (primarias y
presidenciales) Y un buen comienzo es debatir lo que se juega y lo que se
calla. Evidentemente, lo que se juega es
la continuidad del poder
económico-financiero de las grandes empresas nacionales y extranjeras. Y lo que se calla es el financiamiento millonario a partidos corruptos, lo que se calla es
el mapa de la pobreza del país.
El
Socialismo Peruano también debe entrar
en el debate utilizando la teoría marxista en el país: el sufragio universal es un medio de engaño que hay que convertir en
instrumento de emancipación. Y eso hará, sin duda alguna.
Ragarro
07.02.14
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