jueves, 26 de marzo de 2020

PRIVILEGIOS DE LA CUARENTENA COVID-19

Por Charles Jaime Lastra Dominguez
 25/03/2020
Las palabras “cuarentena y “coronavirus” se han hecho parte de la piel de todas las personas. En este aspecto hay una real igualdad. No resulta así en sus bolsillos ni en sus estómagos.
En una anterior nota denunciamos que “El estado-gobierno-régimen no invierte en la dimensión que la emergencia exige en la salud y bienestar del pueblo. Todas sus medidas y gastos se ajustan al verdadero objetivo de la “cuarentena”, que es salvar a la clase burguesa, sus propiedades y sus intereses” . La cruda realidad de lo que acontece en este periodo de “cuarentena” en Perú así lo demuestra.
Un médico denuncia que sus colegas y personal de salud carecen de protección, que debería corresponderles por la labor que realizan, más aún en condiciones de emergencia donde tienen que enfrentar riesgos poco habituales, pero en vez de comprenderlo y darle el espacio para que esta denuncia encuentre oídos y solución, es reprimido, humillándolo públicamente y silenciándolo, ya que esa prensa mercenaria y mermelera no le da cobertura. Para nada interesa que más de 23 médicos se hayan contagiado. No importa el médico ni importan las personas a las que podría atender.
Una obstetra fallece en Essalud. En plena conferencia de prensa Vizcarra subraya que no fue de coronavirus. De lo que falleció poco importa, así como poco importan las condiciones en las que trabaja el personal de salud y los médicos. Para nada interesa su remuneración ni tampoco de los médicos y demás personal de salud. No hay anuncio de elevar sus sueldos, por lo menos para reconocer su cardinal trabajo en proteger la salud y la vida del pueblo. Solo se escucha un esforzado “gracias” con una mueca de hipocresía mal disimulada.
Miles de trabajadores de limpieza pública cumplen su labor sin las debidas protecciones. A lo mucho le lanzan una mascarilla y un par de guantes ¿Hasta cuándo les servirá? ¿Cuántos más les darán? ¿Y su situación laboral, sus salarios,… no se oye ni se atiende? Y los alcaldes salen a la pantalla para aprovecharse del show mediático. El alcalde de Lima imita a Vizcarra y sale a declarar casi a diario. Ambos administran la crisis del sistema de salud sin exponer soluciones, pues solo se limitan a decir ¡quédate en casa! Su incapacidad es encubierta por la prensa mercenaria.
Así como NO aumentan el salario mínimo a los trabajadores tampoco les interesa cubrir sus necesidades vitales en este tiempo de “cuarentena”. Darán solamente 380 soles. A los más pobres dicen. Los que supuestamente no lo son que se gasten sus magros ahorros en esta quincena de encierro. El sector laboral informal que se hunda en la quiebra. A lo mucho le echan un ungüento para que pueda cumplir obligaciones de pago de crédito, le prestan para pagar préstamos y quedan más endeudado. A los que han comprado algún bien para su casa o han comprado departamentos a crédito, no hay meses de moratoria ni rebaja de intereses, pues a lo mucho renegociarán y reprogramarán. Lo mismo ocurre respecto de los pagos de servicios de agua, luz, teléfono, etc. Todo en favor de las empresas capitalistas.
La burguesía financiera, comercial y de producción no pierde en la “cuarentena”. Las empresas a más de ya tener ventajas para sobreexplotar a los trabajadores, ahora tienen amparo para despedir o adelantar vacaciones que no se vacacionan puesto que estar encerrados en casa no es gozar de las pírricas vacaciones a que tienen derecho los trabajadores. En los establecimientos comerciales de expendio de productos comestibles que pueden seguir funcionando en pleno estado de emergencia, los empresarios no protegen ni otorgan bonos a sus trabajadores, pese a que están en alto riesgo de contagio, pero los capitalistas si cuentan sus pingües ganancias sin perjuicio alguno.
Y las grandes empresas mineras siguen como si nada. Son inexpugnables como si de un feudo se tratara. Qué situación vivirán sus trabajadores en esas condiciones. Allí no funciona la frase milagrosa ¡quédate en casa!, allí domina otra: ¡si no vienes estás despedido! Y los sindicatos están amenazados contra la roca.
¿Y las deudas de las grandes empresas? ¿Los juicios de éstas para burlar y no pagar sus deudas al estado, como quedan? ¿Los millones de las exoneraciones mineras acaso no hubieran servido ahora? ¿Las exoneraciones a las Universidades Particulares? Todo esto –y otros más– no se toca en la “cuarentena”, son inmunes a la emergencia. La burguesía tiene inmunidad.
¿Dónde están los congresistas para eliminar esta inmunidad de la clase capitalista?

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