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“Convertir el sufragio, de medio de engaño en instrumento de emancipación”
PLAN DE GOBIERNO - REFORMA DEL ESTADO
Desde que las elecciones se instalaran en una República formal como en el Perú, para dar vida artificial a una Democracia Oficial, siempre, como hasta ahora, el pueblo ha tenido delante de sí lo que se conoce como “Plan de Gobierno” del partido de turno en el Gobierno temporal, y cuyo material de su cimiento o sostenimiento y propaganda entre la masa del elector, está hecho sobre la base de la reforma del Estado, dentro del mismo sistema dominante, operando el poder detrás del trono. Ese es el propósito de su desvelo y donde no se aprecia organización, sino, solo caudillo. Por algo no son más que aves de paso cortoplacistas, porque así lo exige e impone el sistema dominante.
Estamos cerca del bicentenario, y como se puede apreciar, la estrategia de las elecciones y su democracia como dominio directo al pueblo dividido orgánicamente como disperso ideológicamente, le han funcionado muy bien a las clases dominantes parasitarias. Aquí está la razón por el cual se dice: “Gobierno nuevo, en pocos meses está ya desacreditado”. Y es por que opera en la prolongación de una realidad superficial de un Estado caduco y corrupto, como la clase parasitaria que lo sostiene.
LAS DOS VICISITUDES DEL PLAN DE GOBIERNO.
En la historia de los Gobiernos y un solo Estado en el Perú, apreciamos la precariedad de aquellos esfuerzos políticos sociales como exponentes de la precariedad del dominio económico de la clase dominante, ofrecerse al Estado como los “predicadores del bien o salvadores del Perú”. Los medios de que se valen para salvar al pueblo trabajador se pone en la balanza de la “estatización” como la “privatización “de los recursos públicos, que existen como propiedades del Estado, independientemente de la propiedad privada propiamente dicha sobre los medios de producción en manos de la clase dominante. Por eso, hasta el cansancio repiten los economistas académicos del sistema vigente, la brújula que gira en un solo sentido con eso de las: “inversiones públicas “y de las “inversiones privadas”, con las que se conforma el “triángulo de las bermudas “, asistida por el sofisma muy de moda, de los “modelos económicos”, que se ofrecen como antihistóricos enterradores de lo que en la historia universal es para los pueblos productores: MODOS DE PRODUCCIÓN.
Es el tramonto de un orden social, material como espiritual.
Por una sencilla observación apreciamos cómo esos recursos públicos de propiedad del Estado instalado como neutral en el poder de la res-pública (cosa pública), es el manantial donde se prosterna para abrevar las reformas de los planes de gobierno de los partidos que se disputan su elección en unas elecciones organizadas y dirigidas por el mismo Estado oficial, mediante la especialización para el caso, de sus instituciones. Estatización hoy y Privatización mañana, y viceversa; son los marcos del círculo vicioso reaccionario en un país como el nuestro de “economía colonial”, que cerca de un bicentenario de dominio, jamás fue, siquiera observado, más bien silenciado por sus campañas estrepitosas, protestatarias, de sus plataformas electorales y sus figuras y figurones de la política criolla.
Elecciones tras elecciones; plan de Gobierno tras Plan de Gobierno, la estrategia propia de las clases dominantes en el domino del pueblo productor, arriba a ese círculo vicioso, cuya corrupción y degeneración, sería menos tal vez, si se diera en una economía altamente industrializada, cosa que no existe en el Perú, pues somos un país, DESINDUSTRIALIZADO, DESAGRARIZADO, INFORMALIDAD LABORAL, cuya solución no pueden quedar en un plan de gobierno, tan superficial como el órgano que lo sostiene, que aparecen y desaparecen en elección tras elección; mientras en los hechos, sigue obrando en el pueblo peruano, su condición como “país del tercer mundo o en eterno vías de desarrollo”.
Solo existe un camino para el Resurgimiento del Perú: Un Gran Programa de Cambio Social. Y aquí, lo que opera es una Gran Organización de masas y de ideas, como señalara el Amauta José Carlos Mariátegui, tan actual, tan vigente; cuya ausencia en el escenario político nacional de hoy, produce ese vacío insalvable por una superficial propuesta de un Plan de Gobierno de reformas de un Estado caduco y corrupto.
En el escenario de una realidad superficial, con sus actores, sus planes de gobierno cortoplacista, que solo apetece la lucha por la distribución de lo producido, de a poco, va despejándose la realidad profunda en un nuevo escenario que contenga actores de nuevo tipo, de clase, de liberación de las fuerzas productivas: LA LUCHA POR LA DIRECCIÓN DE LA PRODUCCIÓN.
Finalmente, citaré un escorzo de las palabras del protagonista en el artículo “El Caso Jacques Sadoul” (1), escrito por el Amauta José Carlos Mariátegui, quien lo cita así: “Nuestro evolucionismo impenitente nos había llevado a confundir el medio, esto es la reforma, con el fin, o sea la socialización general de los medios de producción y de cambio”.
(1) Me remito a la lectura íntegra del texto “El Caso Jacques Sadoul”, del Amauta JCM, que integra el tomo I (La Escena Contemporánea), página 147, Novena Edición, Lima-1980, impreso en la Empresa Editora Amauta.
Héctor Félix Damián
28.05.21
COLECTIVO PERÚ INTEGRAL
2 de junio 2021
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