miércoles, 27 de julio de 2022

PERU. EL CABALLO DE TROYA

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PERU. EL CABALLO DE TROYA
Por Gustavo Espinoza M.
Diario UNO / Domingo 24 de julio 2022
Cuenta la leyenda que el Caballo de Troya fue una estratagema de corte militar usada en tiempos remotos por los Aqueos, y que consistió en el ingreso a una ciudad sitiada, de un destacamento guerrero escondido en un caballo de madera, ofrecido como un “regalo” en medio de un conflicto que lucía inacabable.
Fue Ulises, el rey de Itaca, el que cansado de asediar la ciudad de Troya, ideó esta trampa que llevó a los griegos a la victoria. Los ingenuos ciudadanos de la ciudad, creyeron mansamente en la maniobra enemiga y fueron presa fácil de sus agresores.
Dos mil años después, en nuestro país, el ex ministro del Interior Mariano Gonzales, se proclamó “Caballo de Troya” y aseguró haberse introducido subrepticiamente en los predios del oficialismo para llevar a cabo una suerte de “guerra interna” y acabar con la precaria administración del Maestro chotano.
La crisis estalló la noche del martes 19 de julio cuando, a través de un Twitter, el Jefe del Estado anunció la designación de un nuevo titular en la Cartera de Córpac, asegurando haber aceptado “la renuncia” del titular de la plaza. Después se sabría que don Mariano había firmado -sin fecha- su carta de renuncia al asumir su función ministerial. Si Gonzales tramaba una conjura, el Mandatario la hizo abortar
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Curioso. Hasta minutos antes de las 8 de la noche de ese día, el señor Gonzales aseguraba que el Presidente de la República era un hombre honrado, que luchaba por resolver los problemas del país, y que gozaba de su entera confianza.
Bastó el twitter, para que la versión diera un giro en redondo: el Presidente era un delincuente, encabezaba una banda criminal, obstruía la acción de la justicia, y debía ser destituido de inmediato.
¿Presentó alguna prueba de sus temerarias acusaciones el ex funcionario?. Ninguna. Simplemente señaló lo que bien podría considerarse “sus impresiones”. Creía que eso era así. Estaba convencido de ello, dijo ante los medios de comunicación, y lo ratificó ante la Comisión Parlamentaria que lo interrogó en el Congreso de la Republica generando mayor escepticismo.
Desde un inicio los periodistas lo acosaron y el señor Gonzales pudo darse el lujo de pasear pos todos los canales de la Tele y ofrecer todas las ruedas de prensa que quiso. En otras palabras, fue la vedette en este sorpresivo show.
No todos le creyeron exactamente. O, en todo caso, no todos aceptaron el integro de la versión, aunque si tomaron la sustancia. Se comieron a gusto el plato de fondo -“Castillo es un delincuente”- pero objetaron al portador del oscuro mensaje. “Este también”, parecieron decir.
En el fondo, recordaron aquella expresión también antigua, aunque falsa, atribuida al Cónsul Escipión, quien se negara a recompensar a Àudax, Ditalco y Minurus por haber matado a traición a Viriato, el líder guerrillero lusitano enfrentado al poder imperial: “Roma, no paga a traidores”. Los antiguos pensaban también que la deslealtad, no se paga
En realidad, hubo quienes cuestionaron la sinceridad del declarante porque presumió ser “progresista”. Proclamó ser de “centro-izquierda”, quizá para curarse en salud. Pero para los medios, es intolerable. La polarización los lleva a asegurar que “del centro pa’ la izquierda, todo es igual”. Sólo la derecha, es tolerable.
Por eso Willax puso en duda la versión. Y en particular Phillip Butter la objetó, no cuestionando la esencia, sino al declarante. En el extremo, aseguró que formaba parte de una “maniobra caviar”, que se orientaba a derribar a Castillo para colocar en su lugar a Dina Boluarte –la Vice Presidenta- y asegurar la continuidad del régimen. Y para ellos, la señora también es “delincuente”. Tampoco la soportan. Y quieren “vacarla” incluso antes que a Castillo para que no tenga posibilidad de nada.
Lo probable, es que la denuncia de Gonzales quede como un ruido más. Ruido notable, sin duda, que dará pábulo a otras acciones. Por lo pronto, ya la Fiscalía asumió los primeros pasos, y se dispuso a investigar la “obstrucción a la justicia”, señalada por el renunciante.
Y la carga de toda la “prensa grande” se hará sentir hasta el fin. Algún día -cuando concluyan la indagación fiscal- se dirá que la denuncia no fue probada. Y que era apenas una estrategia definida para echar a Castillo del gobierno.
Por lo pronto, se desataron ya las idas y venidas de los politiqueros de oficio. Congresistas, Opinólogos y Periodistas. Unos buscan simplemente el Golpe de Estado. Otros, anidan la esperanza de una “sucesión constitucional”.
Pero unos y otros cuentan cuántos votos necesitan para facilitar sus planes. Y se disponen a “rebajar la valla” si la suma no les alcanza. No hay límite para la imaginación, pero tampoco para la angurria
No es en absoluto casual que el diario “El Comercio” haya titulado su primera plana a 8 columnas el día jueves: “Gobierno de Pedro Castillo ya es insostenible”. Como si su sostenibilidad dependiera de “el diario del odio”, como se le llamaba hasta hace algunos años.
Pareciera que el sueño acariciado por la ultra derecha gana fuerza. Y que el cargamontón dará fruto, que se concretará lo que dijeran exultantes y al unísono María del Carmen Alva y Patricia Chirinos: “Pedro Castillo no puede estar un minuto más en el sillón presidencial”. Habrá que ver.
Mariano Gonzales, al asumir el cargo de ministro del Interior, aseguró sonriente que llevaría al gobierno “más amor”. En realidad llevó más inquina, más odio y más guerra.
Pero en este caso, como en otros, será el pueblo quien tenga la última palabra (fin)

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