Milton Sánchez
(Ahora que Máxima Acuña venció legalmente a la mina Yanacocha, publicamos este interesante texto de Milton Sánchez, otro incansable luchador cajamarquino)
Máxima Acuña de Chaupe es hoy el símbolo de la resistencia contra los grandes poderes fácticos que presionan para que el gobierno del Perú sea un ujier de sus necesidades e intereses. Ella, una mujer cajamarquina, campesina, sin educación escolar, de 44 años, que vive con su familia desde 1994 en la zona de Tragadero Grande, junto a la Laguna Azul, solo tiene sus manos y su dignidad para luchar contra el dinero, los lobbies, el poder y un pensamiento que se cierra en la necesidad de la minería como único motor del desarrollo.
Minera Yanacocha, la principal productora de oro en Latinoamérica, de propiedad de la norteamericana Newmont, la peruana Buenaventura y el Banco Mundial, pretenden desarrollar uno de los proyectos mineros de oro y cobre más ambiciosos en la historia del Perú, el proyecto minero Conga. Este proyecto ha recibido una fuerte resistencia por parte de la población que ve amenazada su subsistencia, pues está ubicado en las nacientes de 5 ríos que abastecen de agua para la agricultura, ganadería y el consumo humano de las provincias de Celendín, Hualgayoc y Cajamarca. Para su ejecución necesitan dinamitar inicialmente la Laguna El Perol, Laguna Chahillhuagón, Laguna Chica y la Laguna Azul, además de inmensos humedales y pajonales que en su conjunto constituyen complejos ecosistemas generadores de agua; esto impactará directamente en más de 700 manantiales de agua, más de 100 captaciones de agua para el consumo humano, más de 20 canales de riego y las 5 cuencas hidrográficas que nacen en la zona. El proyecto Conga pretende obtener cerca de 12 millones de onzas de oro y más de 3 billones de libras de cobre, lo que le significará enormes ganancias, pero para ello también dejaría 85 mil toneladas diarias de relaves tóxicos durante 17 años en las nacientes de los ríos y las lagunas altoandinas.
Yanacocha no necesariamente se caracteriza por el respeto al medio ambiente y sus buenas relaciones con los Cajamarquinos, sino todo lo contrario, ha sido fuente de fuertes conflictos socioambientales durante los 21 años que vienen explotando, destacando además por una delincuencial forma de evasión de impuestos. Máxima y su familia se han negado a vender y salir de sus tierras, las que minera Yanacocha necesita para realizar su mega proyecto minero Conga; motivo por el cual fueron agredidos brutalmente por la DINOES (Dirección Nacional de Operaciones Especiales de la Policía Nacional del Perú) el 11 de agosto del 2011. En esa ocasión la policía golpeó a Máxima Acuña de Chaupe, a su hijo Daniel Chaupe y le asestó un culatazo de arma de fuego en la nuca a Gilda Chaupe, quien quedó desmayada. Previamente, el personal de la minera había irrumpido en la propiedad, lanzando sus enseres, destruyendo y quemando su choza. La familia quedó en la intemperie, en plena jalca, a más de 4000 metros de altura; con la solidaridad de amigos y familiares reconstruyeron su vivienda.
La empresa minera Yanacocha entonces denunció a la familia por usurpación y, después de un juicio lleno de irregularidades, el juez se pronunció a favor de la empresa el 29 Octubre 2012; la juez en Celendín no admitió una prueba fundamental, el certificado de posesión del terreno que la familia posee desde 1994, que fue otorgado por la Comunidad Indígena y Campesina de Sorochuco. El caso fue apelado en la Corte Superior de Apelaciones de Cajamarca y precisamente por las irregularidades que presentaba el caso a favor de la minera Yanacocha, el 2 Agosto 2013, tres jueces anularon la primera sentencia y el proceso se reinició nuevamente en Celendín.
Después de mucha dilación por parte del fiscal, la última audiencia se llevó a cabo el día 5 de agosto 2014 cuando el juez unipersonal de Celendín, Tommy Padilla Mantilla, sentenció a Máxima, a su esposo Jaime Chaupe, a la hija de ambos Ysidora y al esposo Elías Chávez, a 2 años y 8 meses de cárcel suspendida, así como al pago de 5,500 soles de reparación a favor de minera Yanacocha y al desalojo del terreno. La abogada de la familia, Mirtha Vásquez, de la ONG Grufides, presentó en el acto un recurso de apelación y el caso pasó nuevamente a la Corte Superior de Apelaciones de Cajamarca.
La empresa buscaba aplazar la audiencia hasta el 2015 cuando a inicios de año se cambien de magistrados, para influir colocando magistrados que favorecerían a Yanacocha en el proceso judicial; pero sin embargo, los magistrados reprogramaron ésta para el pasado primero de diciembre, luego que la anterior fuera frustrada por la empresa, aduciendo que su abogado tenía una cita con el médico. En esta audiencia otra vez la empresa no pudo demostrar uno de sus principales argumentos, que la familia Chaupe empleó la ¨violencia¨ contra 20 DINOES y su seguridad privada para despojarlos del terreno que supuestamente Yanacocha tenía en posesión. Se verificó que en el proceso no existe ninguna prueba que acredite la mencionada violencia. Durante la exposición del caso, el representante de Minera Yanacocha presentó diversos argumentos para demostrar la propiedad del terreno y su posesión, recorriendo incluso al Google Earth queriendo exponer que la minera estaba en posesión al año 2011, sin embargo sus argumentos no fueron considerados por carecer de sustento probatorio. Por su parte, la abogada de la familia Chaupe, fundamentó de manera documentada la propiedad y posesión del terreno de la familia, ofreciendo para tal efecto el Certificado de Posesión emitido por la comunidad de Sorochuco y un Título de Propiedad, correspondiente al año 1994. La Sala escuchó atentamente los argumentos jurídicos y de defensa de las partes y citó para el miércoles 17 de diciembre a las 4 de la tarde como fecha en que se dictará la sentencia de este caso.
La empresa minera es acusada por la familia Chaupe de estar utilizando a contratistas del Proyecto Conga, que viven en comunidades aledañas, para que testifiquen ante la Corte de Cajamarca en contra de los Chaupe a cambio de contratos y promesas de trabajo.
Máxima y su familia siguen siendo hostigados y amenazados, por parte trabajadores de Yanacocha y por parte de la DINOES, que actúan como servicio de seguridad privada de la minera. Han recibido amenazas de muerte, por las noches escuchan disparos alrededor de su terreno y muchas veces los transportistas, dueños de las combis, presionados por la minera para que no brinden este servicio a los miembros de la familia, con la excusa de no dejarlos transitar por la carretera que arbitrariamente es contralada por Yanacocha a través de casetas de seguridad con resguardo de la Policía Nacional del Perú y por su segurida d privada (Securitas), violando flagrantemente el derecho al libre tránsito.
Máxima y su familia constituyen la piedra en el zapato de la minera Yanacocha, pues su terreno está ubicado en el corazón mismo del proyecto minero Conga, por ello se encuentran en la primera línea de la lucha. Ni la mina, ni policías, ni los jueces y fiscales los amilana, nunca renunciaron a sus derechos. Su lucha es nuestra lucha. Máxima, un poco afligida y con mucha fortaleza junto a los Guardianes de las Lagunas que se dirigen a la Laguna El Perol para vigilarla y cuidarla de la presencia de los mineros, nos dice: “Cualquier rato yo y mis hijos pierdo mi vida son responsable la empresa minera y sus trabajadores…. Y así todavía dicen que la empresa minera trae trabajo, trae desarrollo, trae beneficio; es una mentira, viene quitándonos el pan de la boca al pobre campesino que somos, están viniendo a explotarnos en nuestros derechos, en nuestros esfuerzos, en nuestro trabajo, quitándonos lo que nosotros tenemos, lo que criamos y hacemos para vivir, para sostenernos, para pasar nuestra vida, sólo muerta me sacarán de mis tierras…”
Fuente: Lucha Indígena
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