LA
REUNION DE BARRANCO
Y EL
PARTIDO SOCIALISTA
La Reunión de Barranco
es un hito histórico excepcional en la lucha por la creación del
Socialismo Peruano. Es
el más importante evento político habido en el Perú hasta el
presente. Sin embargo, no obstante que su importancia se acrecienta
de día en día, hasta ahora no es tratado en absoluto o apenas es
mencionado tangencialmente. Pero, a poco que se le estudie se puede
apreciar la inmensa lección que encierra. A quien la capta le
cambiará por entero la imagen que tiene de la organización del
proletariado peruano. Bien vale entonces iniciar su estudio aunque
sea con una reseña de sus antecedentes, realización y consecuentes,
vigentes hasta el presente.
ANTECEDENTES
Tras el ensayo del 16 de setiembre de 1928, en la playa
de la Herradura, a la altura del hasta ahora Salto del Fraile, el
domingo 7 de octubre de 1928 se reunieron en Barranco, balneario del
sur de Lima, nueve participantes, José Carlos Mariátegui, Ricardo
Martínez de la Torre, Julio Portocarrero, Avelino Navarro, César
Hinojosa, Fernando Borjas, Bernardo Rejtmann, Luciano Castillo y
Fernando Chávez León.
¿Quiénes eran los participantes? ¿Qué aportaba cada
cual a la causa? De primera impresión, sorprende que sólo tres de
ellos figuren con sus escritos en Amauta,
mientras que notorias personalidades de la histórica revista no
figuran en la reunión. Es que, por un lado, Amauta
cumplió bien su papel de criba de la vanguardia; y, por otro lado,
en la Reunión se ligaba teoría y praxis, la lucha por la
interpretación y la lucha por la transformación de la realidad
peruana. Y la impresión es mayor cuando se constata que hasta estaba
presente el internacionalismo proletario.
1.- Cuatro obreros
Julio Portocarrero (textil), Avelino Navarro
(ferroviario), César Hinojosa (gráfico), Fernando Borjas
(mosaista), formados en la prédica anarco-sindicalista, templados en
las beligerantes luchas por las 8 horas (1918) y por el abaratamiento
de las subsistencias (1919), eran conocidos dirigentes de
organizaciones tales como la Federación
Textil, Federación de
Obreros Ferroviarios, Federación
Gráfica, Mosaistas
Unidos, que con otras organizaciones como la
Federación de Motoristas y Conductores,
Federación de Choferes,
Federación de Fideeros y Molineros,
Federación Panaderos “Estrella del Perú”,
Federación de Yanacones,
Sociedad Unión Estibadores,
Federación de Tripulantes y Cabotajes,
y otras menores, formaban la Federación
Obrera Local, de la que José Carlos
Mariátegui sacó muchos activistas ganándolos para el socialismo.
-Julio
Portocarrero.- De la Federación
Textil de Vitarte, se había relacionado con
José Carlos Mariátegui cuando La Razón
apoyó al movimiento obrero de 1919, y cuando las célebres
conferencias sobre la Crisis Mundial,
que dictó José Carlos Mariátegui en 1923-1924. Frecuentaba su
domicilio, primero en Shell y luego en Washington. Al salir de
prisión después del “complot comunista”, fue comisionado junto
con Armando Bazán para asistir al IV Congreso de la Profintern
(Moscú, abril de 1928). Regresó en agosto, vía París-Nueva
York-Panamá-Callao, con importantes informes y relaciones.
-Avelino
Navarro.- De la Federación
de Obreros del Ferrocarril Central, con la
ruta Callao-Lima-Vitarte-Chosica-La Oroya-Huancayo relacionaba un
sector importante del movimiento obrero-campesino del centro del
país; y empalmando con los portuarios chalacos aseguraba las
relaciones internacionales por vía marítima. Visitante asiduo de la
casa de José Carlos Mariátegui colaboraba con el transporte de
Amauta. Cayó preso
también en la represión de junio de 1927. En su casa se realizó la
histórica Reunión.
-César
Hinojosa.- Antiguo dirigente de la Federación
Gráfica, con sede en el Malecón Rímac, se
relacionó tempranamente con José Carlos Mariátegui en La
Prensa, y luego en Nuestra
Época y La Razón.
Cayó detenido en junio de 1927 en la reunión de la Editorial
Obrera Claridad, que se realizaba en la
Federación Gráfica.
-Fernando
Borjas.- Por su oficio de mosaista
(baldosines y mayólicas), no sujeto a horario fabril, tenía más
libertad de desplazamiento y relaciones. El 31 de diciembre de 1918,
junto con Nicolás Gutarra, había caído detenido como miembro del
Comité de Huelga en Apoyo a los Trabajadores
de la Campiña de Huacho. Asistente a la
Universidad Popular González Prada,
visitaba la casa de José Carlos Mariátegui. El 30 de enero de 1927
había actuado con Julio Portocarrero en un cuadro obrero, durante la
Fiesta de la Planta,
en Vitarte. En su hoja de militante también figura su prisión en
junio de 1927.
2.- Un vendedor ambulante
-Bernardo
Rejtmann Fisher.- De origen judío rumano,
emigrado por la Guerra Mundial, extrañamente figura en la Reunión
de Barranco, pues aparentemente no hay datos
de su relación con José Carlos Mariátegui ni con el socialismo
peruano. De él se sabe por una carta de Antonio Caballero Cabarcas,
de la Federación Obrera de Bolivar, Colombia,
a José Carlos Mariátegui, del 23 de noviembre de 1929, donde
señala: “El camarada Bernardo Rejtmann vino ayer a Calamar
-población situada a orillas del Magdalena y unida a esta ciudad por
ferrocarril- a conferenciar conmigo. Hablamos largamente sobre
vuestra personalidad de escritor vanguardista. Me recomendó deciros
que os envía un cordial abrazo”. Caballero probablemente conoció
a José Carlos Mariátegui cuando pasó por Lima para asistir a las
conferencias de Montevideo y Buenos Aires. (Calamar, por Calamarí,
nombre de una etnia del lugar)
El ser vendedor ambulante le permitía a Rejtmann
desplazamientos por toda la ciudad e incluso al interior del país. Y
el ser miembro de la colonia judía, muy activa en el movimiento
social, le permitía mejores relaciones con el internacionalismo
proletario. José Carlos Mariátegui cultivó sólidas relaciones con
la colonia judía. La casa que habitaba, del Jr. Washington,
pertenecía a la familia judía Bauer. Sus amigos José Iván Lerner,
Miguel Adler, Noemí Miullstein, frecuentaban su domicilio, y
traducían del ruso, alemán, rumano, para Amauta.
Jacobo Hurwitz figura entre los firmantes de la carta de José Carlos
Mariátegui sobre el asunto Claridad
(15 de enero de 1924); fue orador en la última conferencia de José
Carlos Mariátegui (26 de enero de 1924), en el local de la
Federación de Motoristas y Conductores;
deportado a México, constituye con Nicolás Terreros y Esteban
Pavletich la célula del Apra, en 1926; pero se separa de ella en
julio de 1928 escribiendo “Por qué no estoy con el Apra”, para
afiliarse al Partido Socialista.
Es decir la presencia de Bernardo Rejtmann indica la
presencia del internacionalismo proletario en la histórica Reunión.
3.- Dos universitarios
Entre los asistentes figuran también Luciano
Castillo y Federico
Chávez León. Ellos, con Ángel Teodomiro
Sánchez, figuran ya en Amauta-3
(noviembre de 1926) como firmantes por la Universidad
de Trujillo, de la Plataforma
sostenida por la juventud revolucionaria del Perú en la organización
de la Federación de Estudiantes del Perú.
Luciano Castillo pronunció un discurso en la Fiesta
de la Planta, el 30 de enero de 1927 en
Vitarte. Y colaboraba con Amauta
con artículos diversos.
4.- Un agente de seguros
-Ricardo
Martínez.- Conoció a José Carlos
Mariátegui en La Prensa.
Empleado de la Compañía de Seguros La
Popular, ligada financieramente al grupo
Prado, llegó a ser gerente de Amauta,
y su director interino por enfermedad de José Carlos Mariátegui
(abril de 1928). Escribía frecuentemente en la revista.
5.- Un marxista convicto y confeso
-José
Carlos Mariátegui había señalado en 1923
que “con la revolución rusa ha comenzado la revolución social”.
Efectivamente, el estremecimiento fue total en el mundo entero. Con
este influjo, y nauseado de política criolla, se orientó
resueltamente hacia el socialismo.
José Carlos Mariátegui nacía cuando Manuel González
Prada publicaba Páginas Libres
(1894) y Manuel González Prada fallecía cuando José Carlos
Mariátegui publicaba Nuestra Época
(1918). En verdad, era una nueva época y una nueva generación las
que se iniciaban con la Revolución de
Octubre. La época del socialismo en el
mundo, y la primera generación socialista en el Perú.
En Amauta-16
(agosto de 1928), José Carlos Mariátegui republica su artículo
“Manuel González Prada”.
Con ello en verdad hacía el balance de una década trascendental
dejada atrás. Todo el artículo es de excepcional valor, pero su
clave está precisamente en este párrafo: “Negar peruanismo a su
personalidad no es sino un modo de negar validez en el Perú a su
protesta. Es un recurso simulado para descalificar y desvalorizar su
rebeldía. La misma tacha de exotismo sirve hoy para combatir el
pensamiento de vanguardia”
Esta década contrastó capitalismo y socialismo en el
Perú de manera singular. No entre pensamiento liberal y pensamiento
socialista, sino directamente ante dos socialismos, socialismo
burgués y socialismo proletario. En el entierro de Manuel González
Prada se enfrentaron ya cara a cara estas dos concepciones en las
posiciones de Haya y Mariátegui. Una caduca y otra renovadora. Haya
desarrollaría en esta década las Universidades
Populares González Prada, Claridad
y el Apra. Mariátegui,
sus célebres Conferencias,
Amauta, y el Partido
Socialista. Es decir, Haya desarrollaría su
concepción de la Revolución Libertadora; Mariátegui su concepción
de la Revolución Socialista.
La Reunión de Barranco
cierra entonces la etapa de la definición ideológico-teórica y
abre la etapa de la realización político-orgánica. El
desplazamiento es evidente. Se resuelve una contradicción y se
inicia otra, esta vez al interior de la organización del
proletariado. De la lucha por la “definición ideológica” se
pasa a la lucha por la “facción orgánica y doctrinariamente
homogénea”
Así, la Reunión de Barranco
es un hito que orgánicamente tiene sus inicios en los comienzos
mismos de la década 1918-1928. José Carlos Mariátegui mismo ha
señalado sus aproximaciones.
a) “En
ese tiempo, se inicia en la redacción del diario oposicionista El
Tiempo, muy popular entonces, un esfuerzo por
dar vida a un grupo de propaganda y concentración socialistas”.
Este grupo surge el 15 de noviembre de 1918; tendría como secretario
general primero a Alberto Secada, y después a Luis Ulloa. Entre sus
integrantes, José Carlos Mariátegui y César Falcón conformarían
el ala izquierda, radical o “jacobina”, junto con Humberto del
Águila y Fausto Posada. La lucha contra la orientación reformista
del grupo ocasionaría su disolución en mayo de 1919. En octubre
Mariátegui y Falcón salen deportados del país.
b) “Desde
Europa me concerté con algunos peruanos para la acción socialista”.
Efectivamente, a fines de 1921 se reúnen en Roma José Carlos
Mariátegui, César Falcón, Palmiro Machialvello y Carlos Roe, y
constituyen la primera célula del proletariado peruano en el
exterior. Sus integrantes acuerdan regresar al país; pero se quedan
en Europa Falcón y Machiavello. En agosto de 1922 regresa Roe, pero
se dedica a ejercer la medicina en el Callao. En marzo de 1923
regresa José Carlos Mariátegui, para iniciar de nuevo una nueva
jornada.
c)
“Mariátegui regresa en este tiempo de Europa con el propósito de
trabajar por la organización de un partido de clase”. En noviembre
de 1923 propone a Enrique Cornejo Koster la formación de la célula
respectiva, pero el intento se frustra por la deportación de los
primeros candidatos.
José Carlos Mariátegui se dedica entonces al inmenso
trabajo de definición ideológica y de criba de la vanguardia.
Respecto a la organización, su experiencia adquirida en el trato con
los partidos tradicionales de la oligarquía peruana (expresada en su
artículo “La Reorganización de los Grupos
Políticos”, 06 de julio de 1918), y en el
análisis de la realidad europea (con su artículo “El
Partido Popular Italiano”, 28 de marzo de
1920), le permite madurar un proyecto singular de partido proletario
de masas.
Así con un inmenso trabajo de definición ideológica y
con un sólido proyecto político, llega el proletariado peruano a la
Reunión de Barranco.
DESARROLLO
La Reunión de Barranco
es un hecho trascendental, que poco a poco se irá asimilando a otros
hechos trascendentales de la historia mundial, de los cuales tampoco
hay ni podría haber relato que refleje fielmente su desarrollo. Los
“Diez días que estremecieron al mundo”,
son apenas una aproximación a los momentos trascendentales vividos
por los actores de la Revolución de Octubre. De la Gran
Marcha apenas queda una referencia tangencial
y un bello poema de su actor principal, Mao Zedong. Y ni eso se
conoce siquiera de otros grandes sucesos que conmovieron al mundo.
La Reunión de Barranco
pasará también a la leyenda, porque nadie puede escribir los hechos
con la suficiente imaginación como para elevarse al nivel de la
propia fantasía con que ocurrieron en la realidad.
Los que llegaron a la Reunión de
Barranco eran conscientes de que participaban
de un hecho trascendental. Por eso, lo menos que se puede señalar es
que participaron con sobrecogedora emoción. Y si no han dejado
relato escrito es precisamente por la imposibilidad de expresarse a
la altura del acontecimiento.
Pero, evidentemente, la orientación principal del
debate fue dada por José Carlos Mariátegui. Con sus históricos
documentos Carta al Grupo de México
(16 de abril de 1928), y Carta Colectiva del
Grupo de Lima (10 de julio de 1928), entraba
en su fase final el deslinde de campos con la pequeña burguesía
nacionalista. Luego había publicado Amauta
15, 16 y 17, donde sanciona el deslinde con el histórico prólogo
Aniversario y Balance
(setiembre de 1928). Estaba en prensa su libro cardinal, 7
Ensayos, piedra angular de la teoría del
Socialismo Peruano. Y presenta a la Reunión
sus Principios Programáticos del Partido
Socialista, con sus tres pilares: La
Propiedad Eminente, La Célula Económica y la Escuela del Trabajo.
En este material José Carlos Mariátegui resuelve:
-el
problema de la época socialista; es decir la cuestión del
imperialismo.
-el
problema de la formación nacional; es decir la cuestión de la
autodeterminación.
-el
problema del Estado Comuna; es decir la cuestión del Partido
Socialista.
-El
problema del Programa de Cambio; es decir la cuestión del Frente
Unido.
Indudablemente
toda la Reunión giró
en torno a este proyecto singular. Lo atestigua la lucha interna
posterior, donde se consolidó la posición de José Carlos
Mariátegui y se desenmascaró la posición de los detractores.
La Reunión de Barranco
sancionó como Documentos Constitutivos del
Partido Socialista del Perú:
-Aniversario
y Balance
-Acta de
Constitución
-Principios
Programáticos
Y acordó elaborar las Tres Tesis
Fundamentales:
-Antecedentes
y Desarrollo de la Acción Clasista
-Punto de
Vista Antiimperialista
-Esquema
del Problema Indígena
Finalmente eligió:
Secretario
General: José Carlos Mariátegui
Secretario
de Propaganda: Ricardo Martínez
Secretario
Sindical: Julio Portocarrero
Tesorero:
Bernardo Rejtmann
Avelino Navarro, César Hinojosa y Fernando Borjas
quedaron adscritos a la Secretaría Sindical.
La Reunión de Barranco
fortaleció así el trabajo de captación de las masas de abajo y las
masas de arriba, del Partido Socialista y del Frente Unido, ambos
trabajos regidos por un mismo proyecto de transformación. Demostraba
así José Carlos Mariátegui que el trabajo orgánico es lo menos
orgánico del trabajo revolucionario; que no es sino la expresión
concentrada y natural corolario del trabajo ideológico, teórico y
político.
Con el feliz término de la Reunión,
se inicia una nueva etapa del Socialismo Peruano, signada por el
desplazamiento del centro de gravedad del trabajo revolucionario, de
la teoría a la praxis, de la propaganda a la agitación. El Partido
Socialista comenzaba a enrolar disciplinadamente a los grupos de
provincias (Cusco, Puno, Arequipa, Ica, Jauja, Huaraz, Chiclayo,
Trujillo) y a los grupos del exterior (Paris, Buenos Aires, La Paz,
México)
El socialismo proletario lograba la hegemonía
incontestable en la escena política peruana.
CONSECUENTES
Constituido el Partido Socialista, la lucha interna se
inicia como lucha en dos frentes, el determinismo económico y el
volitismo político. Los documentos conocidos signan el proceso de
esta lucha.
Ricardo Martínez.- Había publicado en Amauta-16
(julio de 1928) su artículo Polémica y
Acción, donde plantea sibilinamente que
“toda polémica de interpretación es vana, intelectual, burguesa”.
Y en Amauta-17
(setiembre de 1928) inicia su serie El
Movimiento Obrero de 1919, donde refiriéndose
al “desdichado Partido Socialista del Perú” señala que “sólo
sirve de obstáculo a la labor de los obreros organizados”
Eudocio Ravínes.- Había iniciado en Amauta-10
(diciembre de 1927) su análisis sobre La
Actual Etapa del Capitalismo; y la continúa
en Amauta-16 con La
Etapa del Monopolio Capitalista, hasta
Amauta-19 (nov-dic
1928) con El Capital Financiero,
y Amauta-21 (feb-mar
1929) y Amauta-22
(abril 1929) con Los Instrumentos del Capital
Financiero. Este análisis está hasta ahora
vigente.
En estas circunstancias, José Carlos Mariátegui
comienza a publicar en Amauta-17
su famosa Defensa del Marxismo,
edita 7 Ensayos,
publica Labor como
“extensión de la labor de Amauta”.
Así se amplía la presencia del Partido Socialista en más y más
frentes.
Orientando la lucha interna, escribe el prólogo al
folleto de Ricardo Martínez; le critica que “Juzga los hechos a la
distancia, sin relacionarlos suficientemente con el ambiente
histórico dentro del cual se produjeron”, y concluye que “Prefiero
hallarlo intransigente, impetuoso, a hallarlo criollamente
oportunista y equívoco”. En el mismo mes, 31 de diciembre de 1928,
le escribe una carta a Eudocio Ravines proponiéndole: “Si usted
encontrara la posibilidad de venir, nos aportaría un refuerzo
precioso”
El proyecto político de José Carlos Mariátegui se
pone a prueba en el Congreso Sindical
Latinoamericano de Montevideo (mayo) y la
Conferencia Comunista Latinoamericana
de Buenos Aires (junio) de 1929. A ellas asiste el Partido Socialista
con cinco delegados: Hugo Pesce, Julio Portocarrero, José Bracamonte
(piloto de la Marina Mercante Nacional, fundador de la Federación
de Tripulantes del Perú), Juan Peves
(dirigente campesino de Ica, fundador de la Federación
de Yanacones) y Carlos Saldías (dirigente
textil).
La delegación peruana llevó a las reuniones
internacionales los documentos constitutivos del Partido Socialista,
las Tres Tesis Fundamentales,
la Hoja de Vida de
José Carlos Mariátegui, 7 Ensayos,
Defensa del Marxismo,
Labor. Y de manera no
oficial llevó el folleto de Ricardo Martínez y el proyecto de
Programa elaborado por Eudocio Ravines en la célula de París.
Así, la delegación peruana fue la mejor documentada
pero no la mejor compenetrada del proyecto político que defendía.
Ocurrió entonces lo insólito. Los 7 Ensayos
fueron suplantados por el Movimiento Obrero
(de Ricardo Martínez), el Esquema del
Problema Indígena fue suplantado por el
Problema de las Razas en América Latina;
y, lo que es más grave, los Principios
Programáticos fueron suplantados por el
proyecto de Programa
(de Eudocio Ravines). En resumen, el Frente
Unido fue suplantado por el “bloque
obrero-campesino”, y el Partido Socialista
por “Partido Comunista”. El gran proyecto político del partido
proletario de masas fue reducido a simple “táctica”. Y siendo el
gran aporte de José Carlos Mariátegui a la teoría y praxis del
marxismo, es considerado hasta el presente como su mayor “error”,
el cual él mismo se “apresuró a corregirlo” al final de su
existencia.
1930
La crisis mundial aceleró la crisis nacional. En este
marco, se agudiza la lucha interna en el Partido Socialista.
Mientras se realizaban las reuniones anteriores, Eudocio
Ravines y Jacobo Hurwitz asisten al II
Congreso Antiimperialista, de Francfort
(julio de 1929) donde José Carlos Mariátegui es elegido miembro del
Consejo General de la
Liga contra el Imperialismo.
Después de la reunión, Eudocio Ravines viaja a Moscú, colabora en
la preparación de la Carta del Buró
Sudamericano de la Internacional Comunista al Partido Comunista del
Perú (publicada después en la
Correspondencia Sudamericana, Nº 26, mayo de 1930) y se ofrece para
organizar el Partido Comunista del Perú. Regresa a París, y a
mediados de diciembre emprende el regreso al Perú. Cubre la ruta El
Havre-Rio de Janeiro-Buenos Aires. Prepara ahí El
Problema Indígena en América Latina
(publicado en El Trabajador Latinoamericano, marzo-abril de 1930),
donde respalda la autodeterminación. Sigue la ruta Buenos
Aires-Tucumán-La Paz-Puno. En Puno y Cusco declara constituido el
Partido Comunista. Sigue la ruta Puno-Arequipa-Mollendo-Callao. Y se
enfrenta así al Partido Socialista,
a mediados de febrero de 1930.
En estas circunstancias, José Carlos Mariátegui
presenta su renuncia el 1º de marzo, no sin antes presentar cuatro
Mociones: de Adhesión
al Congreso Antiimperialista de Francfort, de Independencia de Clase
del Partido Socialista, de Afiliación a la Tercera Internacional, y
de creación de los Secretariados de Asuntos Femeninos y de Asuntos
Juveniles.
Las razones son obvias. La represión de noviembre de
1929, esta vez contra el “complot judío”, no pesó tanto como la
necesidad de preparar condiciones para empeñar la lucha en
condiciones favorables. Igualmente la deserción del grupo norteño
de Luciano Castillo, Fernando Chávez, Alcides Spelucín el 16 de
marzo, tampoco peso tanto como la necesidad de enfrentar la
desviación de derecha de Martínez y la desviación de izquierda de
Ravines.
Abrumado por la tensión, el 20 de marzo se agrava la
enfermedad crónica de José Carlos Mariátegui. El 16 de abril nacía
a la inmortalidad. El Socialismo Peruano
sufría su primera gran derrota.
AHORA
En 1918 aparecían en la escena política dos personajes
singulares, Mariátegui y Haya. Desde esa fecha la lucha política se
lleva entre dos socialismos. Esta lucha se expresa vívidamente en
dos voces de orden, la Revolución Libertadora, de Haya, y la
Revolución Socialista, de Mariátegui.
El proyecto político de Haya se expresó sucesivamente
en “Hacia la Verdad por la Razón, hacia la Justicia por el Amor”,
“Por la Emancipación de América Latina”, “Por la Segunda
Independencia”, “Contra el Imperialismo Yanqui”, “Por el
Interamericanismo Democrático sin Imperio”
El proyecto político de Mariátegui se expresó
nítidamente en su Advertencia,
prólogo a sus 7 Ensayos:
“Tengo una declarada y enérgica ambición:
la de concurrir a la creación del socialismo peruano”
Estos proyectos gravitan más que nunca, ahora que el
Estado peruano denota toda su caducidad, inepcia y podredumbre. Es
decir, ahora más que nunca está vigente el dilema planteado por
Mariátegui en Aniversario y Balance: Capitalismo
o Socialismo. Este es el problema de nuestra época.
Ramón
García Rodríguez
7 de octubre
de 1987
-.o0o.-
Notas.-
Después se supo que Juan
Peves no pudo viajar a Buenos Aires. En su huerta, más arriba de
Chosica, se realizó la reunión donde se cambió el nombre del
Partido.
En plenos preparativos de la Gran
Conmemoración de
la Creación Heroica
(07.10.08), Gonzalo Bulnes Mallea, periodista investigativo natural
de Puerto Maldonado-Madre de Dios, residente en Barranco, presenta su
investigación sobre el lugar donde se realizó la Reunión
de Barranco. La
publicación respectiva la publicó en su revista Barranco,
la Ciudad de los Molinos,
2003, 300 páginas, 20 x 27.5 cms. La parte dedicada a José Carlos
Mariátegui abarca las páginas 157-300. El lugar hallado de la
Reunión
es Av. Lima, Nº 524, donde residía Avelino Navarro, uno de los
participantes.
7 Ensayos
y el Partido
Socialista están
íntimamente ligados entre sí. Constituyen la teoría y práctica
del Socialismo
Peruano. Dado que
José Carlos Mariátegui anunciaba su inminente edición, es lógico
suponer que los primeros ejemplares de 7
Ensayos fueron
entregados a los participantes de la Reunión
ese 7 de octubre de 1928. Este tema requiere análisis aparte.
Socialismo
Peruano Hoy
Agosto
2010
285
págs. 11 x 17 cms.
Págs.
211-212
Ragarro
26.02.15
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