MANUEL VELÁSQUEZ: ANIVERSARIO 86
(07 de febrero de 2015)
Por Miguel Aragón
A continuación
reenvío el artículo escrito por Manuel Velásquez el día 7 de octubre de 2014
titulado El PS del P (El Partido
Socialista del Perú). Al enviarlo por los grupos de correo,
Velásquez colocó “Aniversario 86”, como título del asunto.
Este
reenvío, lo hago
con la premeditada finalidad de promover, o incitar si se quiere,
algunos comentarios y debates sobre el tema, en especial entre los
compañeros de la generación
actual, de la generación adulta, conformada
por los contemporáneos de
Velásquez, que nacieron aproximadamente el año 1970, y que actualmente
tienen
en promedio 45 años de edad.
Después del texto de
Velásquez estoy enviando una carta-comentario mía, que la comencé a escribir precisamente el mismo
día 7 de octubre, pero que por múltiples motivos vine postergando su revisión y
culminación. Uno de los motivos de mi
demora, fue la dedicación a escribir mi extenso comentario Acerca del Aniversario 86 de la Reunión de Barranco, que
inicialmente era parte de esta carta en preparación. A continuación el artículo de Velásquez, y
más abajo mi propia carta-comentario.
El Martes, 7 de octubre, 2014 23:14:24, "Manuel Alexis Velàsquez
Rangel librosunicornioazul@gmail.com [foro_centenario]"
<foro_centenario@yahoogroups.com> escribió:
EL PS del P.
" Caminante no hay camino, se hace camino al andar..."
Machado.
Hace 86 años se fundó el Partido
Socialista del Perú. Su gestor fue José Carlos Mariátegui La Chira y la Primera
Generación del Socialismo Peruano. Este partido revolucionario sólo tuvo dos
años de existencia, pues en mayo de 1930, el traidor Eudocio Rabines daba vida
al Partido Comunista en el Perú. Este partido, ajeno en la teoría y en la
práctica al constituido por el Amauta, sin embargo, usufructuó y dilapidó todo
el esfuerzo de organización que demandó la construcción del partido proletario.
Desde ese
entonces hasta la fecha, no es sino la lucha por retomar el Camino de José
Carlos Mariátegui, seguir y continuar sus pasos para liderar y dirigir al
pueblo peruano en su esfuerzo por alcanzar una sociedad superior.
Este Camino
es y no es. Es, por todo lo que hicieron el Amauta y sus correligionarios, y
que está plasmado en su obra escrita y organizativa. Y no es, en cuanto que,
más que un Camino a seguir es uno por construir. Tal como ellos lo hicieron.
Tenemos las herramientas, el marxismo y las obras completas de José
Carlos y tenemos el espíritu revolucionario para lograrlo.
Hoy no hay
celebraciones de efemérides como quería el Amauta, pero sí hay recordación con
fe y optimismo que "nunca es más oscuro que cuando va a amanecer" y
si observamos a nuestro alrededor es así como está sucediendo. La crisis del
capitalismo es a nivel mundial y es irreversible, terminal. Lo mismo sucede en
el Perú, ya que el tan cacareado crecimiento económico se da sobre las espaldas
del pueblo trabajador privado de la mayoría de sus derechos sindicales y
condenado en su mayoría a un mísero salario. La descomposición social continúa
en forma alarmante, la delincuencia, la corrupción, el narcotráfico y la trata
de mujeres aumentan en forma geométrica. El viejo Estado republicano está
infestado de ratas que pugnan por repartirse el botín presupuestal y todas las
prebendas y gollerías estatales.
La
desmoralización cunde en todas las clases y expresión de esto son los
resultados de las últimas elecciones municipales y regionales, que en Lima dan
como ganador a una persona cuestionada por el lavado de activos y que se
salva sólo por ser socio de otro gran mafioso responsable del indulto masivo de
narcotraficantes en el Perú. No en vano somos los primeros exportadores de
cocaína en el mundo y los últimos en comprensión de lectura. Nada es
casualidad.
Los
socialistas peruanos, los revolucionarios proletarios, los luchadores por el
Cambio Social, estamos dispersos, no inactivos, pero separados, desunidos. Esta
diáspora se acentuó a finales de los noventa y culminó en la primera
década del nuevo siglo. Los viejos partidos comunistas o socialistas que
sobreviven, lo hacen más por inercia que por verdadero élan. Ni a reformistas
llegan, sólo vegetan, como la mayoría de sus seniles dirigentes.
No nos
lamentamos por ello, al contrario, alegrémonos que se acaba una larga etapa de
oscurantismo político e ideológico, marcada por el seguidismo colonial a alguna
corriente marxista o seudomarxista del extranjero, sea soviética, china,
albanesa, cubana, coreana, etc., etc. Hoy estamos viviendo la etapa cosmopolita
del socialismo en el Perú, al incorporar los aportes de Gramsci, Ernesto
Guevara, etc., etc., pero sin seguidismo, distinguiendo el fraseario del
ideario, lo contingente de lo esencial, que nos sirva para reiniciar la etapa
nacional del socialismo peruano.
Una de las
grandes enseñanzas del Amauta José Carlos es que el propio movimiento crea
sus formas de organización, es decir, la aplicación práctica del principio
materialista de que la función hace al órgano. Entonces, hay que echarse a
andar como el caminante de Machado que murió lejos de su hogar. Y por
dónde hay que empezar? Ahí donde estamos, sea nuestro centro laboral o nuestro
barrio, tratando de participar en la vida común o comunal. Aportando cada cual
según su capacidad y teniendo como motor nuestra fe en el Socialismo como una
sociedad superior al capitalismo, previa Revolución que tiene que ser dirigida
por un partido de clase, un partido al estilo del que forjaron José Carlos
Mariátegui y sus colaboradores; el Partido del Socialismo Peruano.
Cuándo se
hará realidad esta organización? No hay plazos ni fechas, pero hay hitos como
el 2018 año en que se cumplen doscientos años del nacimiento de Karl Marx y
cien años de existencia del movimiento socialista en el Perú. Preparémonos,
presentémonos, pongámonos en movimiento, participemos. Por ejemplo, podemos
iniciar un movimiento para lograr la revocatoria del mafioso que se va a
instalar en el sillón municipal y de paso que le damos de tomar de su propia
medicina nos sirve para organizar, difundir, educar? Quién se anima a ponerle
el cascabel al gato?
Lima, 7 de
octubre del 2014.
Manuel
Velásquez Rangel.
7 de febrero de 2015 (iniciada el 07 de octubre de
2014)
Estimado Manuel Velásquez:
Reciba usted mis saludos. Después de leer su
artículo del 7 de octubre pasado, he venido anotando algunas observaciones y
comentarios, los cuales paso a detallar.
1.- Importancia de la evolución generacional.-
Antes de entrar al
comentario en sí, sobre el contenido de
su artículo “Aniversario 86”, en el
cual usted recuerda y comenta la importancia de la Reunión de Barranco del 7 de octubre de 1928, en primer lugar me parece
necesario precisar algunos conceptos sobre la influencia de la evolución generacional en el desarrollo de las ideas.
Sabido es que la
naturaleza, la sociedad y el pensamiento se encuentran en permanente
movimiento, cambio, transformación y desarrollo. De igual manera los diferentes
aspectos de la realidad peruana se encuentran en permanente cambio.
Cada generación del pueblo
peruano, y del movimiento socialista peruano, activa en condiciones
económico-sociales y político –culturales diferentes a las condiciones que
existían durante la gestión de las generaciones anteriores. Esta constatación es una verdad de perogrullo, demasiado evidente, pero ahora no está demás recordarla.
Si nos atenemos a la
certidumbre de la teoría del reflejo,
criterio fundamental de la concepción
materialista de la historia, tenemos que aceptar que resulta más que
natural, que las ideas desarrolladas por
cada nueva generación, necesariamente
tienen que ser ideas diferentes, que reflejen la nueva y diferente realidad ya formada. Y en lo posible, estas nuevas serán ideas serán ideas más certeras, más próximas a la
realidad, que las ideas que pudieron desarrollar las generaciones que la precedieron.
La presente
generación del pueblo peruano, y del movimiento socialista peruano, la
generación adulta que inició su gestión aproximadamente el año 1995, generación
a la cual usted pertenece, ya tiene aproximadamente 20 años de actividad laboral, de acción política, y de producción teórica propias.
Pero como nada es eterno, la gestión de esta generación necesariamente
culminará aproximadamente el año 2020.
Hace tiempo que ustedes,
como generación, dejaron de ser jóvenes, y ya se hace necesario que los miembros de su generación comiencen
a ordenar y sistematizar su propia experiencia práctica y teórica,
tanto individual como colectiva. Ahora,
comenzando el año 2015, con mucha mayor razón, ante el prematuro nacimiento, e
irrupción en la lucha política, de una nueva generación, como lo viene
demostrando la sucesión de grandes movilizaciones por el Derecho al Trabajo Digno, en las cuales están participando,
y se han erigido como los principales componentes, varios miles de trabajadores y estudiantes
jóvenes. No cabe duda alguna, que la mayoría de ellos conforman otra generación.
En la acción
práctica, el aporte de la actual
generación del movimiento socialista peruano, y del pueblo peruano, es inmensamente rico en enseñanzas,
sobre todo por las acciones de masas desplegadas durante el decenio
2003-2013, decenio de reanimación
de las luchas de masas en el país, periodo que se sigue prolongando y
enriqueciendo con las acciones de masas de los dos últimos
años. La acción práctica de la generación actual supera largamente la
experiencia de varias de las generaciones pasadas. En mi intervención en
la
sesión inaugural del Tercer Seminario sobre Socialismo Peruano, realizado
entre octubre y diciembre de 2011, yo presenté una propuesta de balance de las
luchas de masas desplegadas desde 2003 en adelante. Texto que, como ya es
costumbre entre nosotros, también fue recibido con la tradicionalista conspiración del silencio.
Si bien yo reconozco
y valoro el gran aporte de la acción práctica de la actual generación, no me
atrevería afirmar lo mismo, en la evaluación del desarrollo teórico.
Hasta el presente, hay muy pocos
activistas de su generación que se atreven a “pensar por cuenta propia”, a
“emitir su propia opinión”. La mayoría, con naturales excepciones, ha optado por repetir los lugares comunes dejados por
las generaciones pasadas, cohibiéndose de expresar su propia manera de
pensar, y de sistematizar los nuevos aportes en el campo de la investigación
histórica y del presente.
2.- Algunos pronunciamientos acerca del Aniversario 86 de la Reunión de
Barranco.-
Con motivo del
Aniversario 86 de la Reunión de Barranco del 7 de octubre de 1928, por diversos
medios se publicaron recordaciones y celebraciones. Entre ellos, los que, año a
año, acostumbran divulgar el Partido
Comunista Peruano (PCP) y el Partido
Comunista del Perú – Patria Roja (PC del P-PR). Aparte de esos tradicionalistas
pronunciamientos, usted divulgó su bien meditado artículo “Aniversario
86”. Posiblemente, muchos otros recordaron la fecha, pero lo hicieron en
silencio, de manera reservada, en la intimidad de su hogar, de su centro de
trabajo, o de su centro de estudio.
Después de la primera
lectura de esos tres pronunciamientos, observé
que los tres, incluido el suyo, se han reducido a repetir los lugares comunes que se vienen diciendo desde hace
varias décadas, sin aportar elementos nuevos de investigación.
Ante esa desazón de
mi parte, me propuse escribirle esta carta-comentario. Mientras la preparaba,
en el interín, con fecha 04 de noviembre adelanté algunas opiniones en carta
dirigida a nuestro común amigo Gustavo Pérez Hinojosa. Adelanto de opiniones
que motivaron que el comentarista Eduardo Ibarra escribiera, con fecha 01 de
enero del presente, su alborotado texto Contra el Liquidacionismo Histórico, en
el cual él despliega su ya conocido
estilo superficial, primero escribe los “adjetivos”, y después trata de
acomodar los hechos y las ideas, para que calcen dentro de sus presunciones apriorísticas.
Yo hubiera preferido
que este comentario al artículo que usted escribió el 7 de octubre pasado, hubiera sido precedido por un debate intra-generacional, es decir por
opiniones de otros miembros de su propia generación, para no abusar así de los
límites naturales del intercambio inter-generacional,
que lamentablemente muchas veces cohíbe el debate entre los miembros de la
actual generación (resulta casi sintomático, y muy lamentable, observar que
cuando algún veterano de mi generación
intervine en los debates, por lo general las personas adultas de la actual
generación, se abstienen de seguir opinando, y optan por la fácil pero
incorrecta posición de quedarse como “espectadores”) . A la fecha ya han
transcurrido 120 días desde que usted
publicó su artículo Aniversario 86, y la nota predominante ha sido la
conspiración del silencio.
Que los
investigadores y activista de mi generación (que en nuestra mayoría ya somos veteranos
que en promedio tenemos 70 años de edad) mayormente nos hayamos quedado estancados en los lugares comunes
que se repetían en las décadas de 1960 y del 1970, resulta natural y
hasta comprensible, y no debería sorprendernos. Pero no resulta
igualmente aceptable, que entre los
investigadores y activistas de la actual generación (que en su mayoría
tienen
una edad promedio de 45 años de edad) se sigan repitiendo esos mismos lugares comunes, como si ya no hubiera
nada nuevo que investigar, nada nuevo que
replantear.
Me parece que ya es
tiempo que los activistas de la actual generación se atrevan a decir una
palabra nueva, a emitir opiniones propias que se nutran de los últimos avances de la investigación
histórica y que reflejen la realidad cambiante del presente, realidad que independientemente
de nuestra propia voluntad, necesariamente es diferente a la realidad del
pasado.
3.- Algunas observaciones puntuales.-
Después de la primera
lectura de su artículo, anoté un primer listado de observaciones.
3.1 Comenzando su artículo usted anotó:
“Hace 86
años se fundó el Partido Socialista del Perú. Su gestor fue José Carlos
Mariátegui La Chira y la Primera Generación del Socialismo Peruano. Este
partido revolucionario sólo tuvo dos años de existencia, pues en mayo de 1930,
el traidor Eudocio Rabines daba vida al Partido Comunista en el Perú. Este
partido, ajeno en la teoría y en la práctica al constituido por el Amauta, sin
embargo, usufructuó y dilapidó todo el esfuerzo de organización que demandó la
construcción del partido proletario”.
En esta nueva
oportunidad, no voy a volver a abundar en lo ya dicho anteriormente en mi largo
artículo Acerca del Aniversario 86 de la
Reunión de Barranco, cuyo contenido se resume en lo siguiente:
“En la Reunión de
Barranco del 7 de octubre se acordó constituir el Comité Organizador del Partido Socialista del Perú, pero no se
acordó constituir el Partido Socialista del Perú propiamente dicho, como erróneamente se
sigue repitiendo”.
3.2 En el título usted anotó “El PS
del P”, que como sabemos son las iniciales de “Partido Socialista del Perú”,
que es la denominación del proyecto de partido por el cual trabajó Mariátegui.
Pero más abajo, en uno de los últimos párrafos, usted escribió “Partido Socialista Peruano”, lo cual considero
que es una denominación incorrecta,
tiene otras connotaciones, tanto como concepto, como cuestión histórica,
que en este momento sería largo enumerar.
3.3 Usted ha calificado a Eudocio
Rabines de “traidor”. Y lo hace sin complementar la idea explicando “traidor a quien”, o “traidor a que”. Sin lo
cual, su calificativo es incompleto.
Si Rabines hubiera
estado identificado desde sus inicios, o a partir de cierto momento de su
desarrollo, con el proletariado, con el socialismo, tendríamos derecho a
colocarle tal calificativo de “traidor al socialismo”.
Pero ocurre que, Rabines nunca estuvo
identificado con el proletariado ni con el socialismo, por lo tanto no se le puede llamar “traidor”. Por el
contrario, yo considero que él fue un
hombre muy consecuente, consecuente con su ideario y con la clase con la
cual él siempre se identificó.
No olvidemos que
Rabines, que era natural de Cajamarca, al venir a vivir a Lima, a fines de la década de 1910, se
inició como empleado de una oficina comercial. Luego, al comenzar la década de
1920 se integró a la acción política en los tiempos de la Universidad Popular
Gonzáles Prada, donde conoció a algunos de los activistas del movimiento estudiantil de
esos años. Aproximadamente en 1925 fue
deportado a Buenos Aires, junto con algunos estudiantes, donde se vinculó a un
sector del movimiento estudiantil argentino. En esa ciudad, colaboró en la
publicación del panfleto Por la Emancipación
de América Latina, que era una recopilación de artículos y cartas de Víctor
Raúl Haya. A fines de 1926 Rabines viajó
a París, como delegado de la Liga Anti-imperialista Argentina, ahí entabló amistad con Víctor Raúl Haya. El 22
de enero de 1927 participó en la constitución del Centro de Estudios Antiimperialistas de la APRA. Fue nombrado Secretario General de la Sección de la APRA
en Paris, y director del mencionado
centro de estudios anti-imperialistas. En febrero Haya y Rabines
asistieron al I Congreso
Anti-imperialista Mundial realizado en Bruselas, ambos votaron las
resoluciones del congreso, pero “con reservas” (revisar libro de Pedro Planas,
Los Orígenes del APRA, pag.48).
Ya establecido en
Europa, Rabines estrechó relaciones políticas con Haya, y prácticamente se
formó teórica y políticamente a su lado, identificándose plenamente con la
tendencia nacionalista que éste
predicaba, tendencia opuesta al socialismo proletario.
A fines de 1926 Haya
escribió y publicó su llamamiento ¿Qué
es el APRA? La primera, y por un
buen tiempo única sección aprista
que se formó fue la Sección de Paris. Como hemos anotado más arriba, Rabines
fue nombrado el primer secretario
general.
La importancia que
tenía Rabines, dentro de la estructura de la organización que Haya pretendía organizar, se puede comprobar en la
nutrida correspondencia sostenida entre
ambos. Esos documentos se pueden revisar en el Anexo del libro de Pedro Planas Los Orígenes del APRA, posteriormente Ricardo Luna Vegas publicó
dos cartas inéditas adicionales, en su libro sobre la verdadera historia de la APRA.
En esa colección de cartas
de Haya, dirigidas a Rabines (en
Paris) y Esteban Pavletich (en México),
Haya declaró “la cuestión es dar a
nuestro movimiento un carácter realmente comunista,
marxista, leninista, sin decirlo” (carta del 15 de abril de 1926), pero
sobre todo se presentaba como furibundo “anti-imperialista” y “anti-leguiista”.
Declaró que “la APRA era a la vez
frente, partido y ejército rojo”, y que debía “formarse como una organización militarizada”.
Si uno leyera esas cartas por primera
vez, sin conocer el nombre del autor, podría suponer que el autor fue el mismísimo Abimael Guzmán
de los años 80.
Para oponerse a la
revolución socialista, Haya esbozó el plan de la revolución libertadora, de la
revolución nacional anti imperialista, propuesta que en algunos casos resulta válida, para un
país colonial, invadido política y militarmente por una potencia extranjera.
Pero que resulta una propuesta absurda, para un país semi
colonial, como es el caso del Perú.
Tratando de
sustentar su candidatura a la
Presidencia de la República en las elecciones de 1929, Haya le escribió a
Rabines:
“El ‘Candidato’, debe
ser presentado como el leader de la defensa de la soberanía nacional amenazada
por los yanquis. Todo debe concretarse a esta propaganda: Leguía vende al país y hay que impedirlo; el ‘candidato’ representa
la reivindicación de la soberanía
nacional. Nada más. Esta debe ser la única bandera de agitación electoral. Bandera anti-imperialista, y furiosamente
nacionalista” (ver carta de Haya del 16 de marzo de 1928)
Esas
ideas fueron lo sustancial de la formación teórica y
política de Rabines, y esa orientación fue la que él imprimió en la dirección
del Partido Comunista del Perú desde
su fundación: propuesta de revolución anti-imperialista de inspiración “hayista”,
en oposición a la propuesta programática de revolución socialista desarrollada
por José Carlos Mariátegui.
3.4 comentando la crítica situación
en que se encuentran actualmente los socialistas en el Perú, usted ha
anotado:
“Los
socialistas peruanos, los revolucionarios proletarios, los luchadores por el
Cambio Social, estamos dispersos, no inactivos, pero separados, desunidos. Esta
diáspora se acentuó a finales de los noventa y culminó en la primera
década del nuevo siglo. Los viejos partidos comunistas o socialistas que
sobreviven, lo hacen más por inercia que por verdadero élan. Ni a reformistas
llegan, sólo vegetan, como la mayoría de sus seniles dirigentes.
No nos
lamentamos por ello, al contrario, alegrémonos que se acaba una larga etapa de
oscurantismo político e ideológico, marcada por el seguidismo colonial a alguna
corriente marxista o seudomarxista del extranjero, sea soviética, china,
albanesa, cubana, coreana, etc., etc. Hoy estamos viviendo la etapa cosmopolita
del socialismo en el Perú, al incorporar los aportes de Gramsci, Ernesto
Guevara, etc., etc., pero sin seguidismo, distinguiendo el fraseario del
ideario, lo contingente de lo esencial, que nos sirva para reiniciar la etapa
nacional del socialismo peruano”.
Es muy cierto, en
algunos momentos de la historia del movimiento socialista peruano, ha habido
mucho de “seguidismo”, pero esa no ha sido la causa principal de las sucesivas desviaciones
que se han presentado después del fallecimiento de Mariátegui. No comparto las
opiniones de quienes exageran una supuesta influencia predominantemente
“estalinista” o “maoísta” en la historia del socialismo peruano. Es muy posible
que ni Stalin ni Mao nunca conocieron la historia del Perú, ni establecieron
relaciones y mucho menos, pretendieron dar directivas al movimiento político
peruano.
No, la raíz más profunda y determinante de las
desviaciones, principalmente ha sido la influencia nacionalista de inspiración
“hayista”.
Yo considero que la
causa principal de las desviaciones de “izquierda” y de “derecha”, ha sido la
influencia de la desviación nacionalista disfrazada de socialismo y
comunismo, el alejamiento y abandono de la propuesta programática socialista
que nos legara José Carlos Mariátegui.
Además de estas
cuatro primeras observaciones puntuales, el contenido de su artículo invita
para comentar otras más. Por ahora dejémoslo ahí.
Antes de terminar,
considero necesario expresar mi coincidencia que esta propuesta que usted
hace:
“Cuándo se hará realidad esta organización? No hay plazos ni fechas,
pero hay hitos como el 2018 año en que se cumplen doscientos años del
nacimiento de Karl Marx y cien años de existencia del movimiento socialista en
el Perú. Preparémonos, presentémonos, pongámonos en movimiento, participemos”.
Precisamente de eso
se trata, de que “participemos”.
Una última
sugerencia. Le recomiendo, o mejor dicho, les recomiendo a los interesados, que con la debida
anticipación se comiencen a preparar para el Aniversario 87.
Le sugiero que
usted dirija Cartas-invitación personales, a cada uno de
los otros compañeros conocidos, principalmente
de su propia generación, que participaron en la acción conjunta de los foros frente unitarios durante el quinquenio
2003-2008, así como a otros conocidos posteriormente, para que realicen
encuentros consultivos cada tres meses. Por ejemplo, podrían ser en los primeros
días de abril, los primeros días de julio, y los primeros días de octubre, o
como ustedes lo consideren más conveniente. Y para no perderse en divagaciones,
y que realmente sean reuniones con contenido, me parece que el primer documento
base de estudio y debate debe ser su artículo Aniversario 86.
Atentamente
Miguel Ángel
Aragón
Fuente: Foro Centenario
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