Conforme a los datos estadísticos del censo nacional último sobre el
número de Comunidades Campesinas que existen en el Perú, arroja la
cantidad de cinco mil seiscientos ochenta Comunidades Campesinas (5,680)
en todo el territorio nacional. Es una cantidad muy grande como para no
ser tenido en cuenta en el devenir del futuro económico, político
social del Perú moderno. Este solo dato es más que suficiente, y obliga a
todo peruano consciente, para realizar dentro de ella, toda una
política renovadora de organización de esas fuerzas como meta de un
futuro próximo de un Perú Nuevo en el mundo nuevo. Solo entonces, la
cantidad se traducirá en calidad.
Para el veedor superficial de esta realidad, será hasta sorprendente y
se preguntaran como es qué hasta ahora existen la cantidad de
comunidades campesinas (antes Comunidades Indígenas, hasta el golpe
militar al Estado-Velasco Alvarado-1968) como sobrevivientes de aquella
institución ancestral del Perú antiguo: el Ayllu. A pesar del virreinato
y la colonia del dominio español, que en tres siglos de dominación
despótica redujo a la población indígena peruana, mediante el trabajo
esclavizado en los obrajes y mitas, a la tercera parte, de 12 millones
que eran cuando llegaron los españoles, el Ayllu, de organismo vivo,
dinámico, progresivo cuando el Tawantinsuyo, paso a ser con el dominio
colonial español, y continuado con la República democrática de la
independencia, a ser tan solo un convidado de piedra en el escenario
económico,político- social, lo que es hoy las comunidades campesinas.
Esta es la cruda realidad de sobrevivencia de las comunidades campesinas
en el Perú de hoy, malgrado en algunos lugares donde a su pobreza y
extrema pobreza se le viste a su miseria material como espiritual con
el velo exótico de una modernidad que no la tiene.
En cuanto a la tenencia de tierras, solo el 39.8% de uso de tierras corresponde a las 5,680 Comunidades Campesinas.
Ahora, saque usted su cuenta amigo comunero y respóndase. Del total de
los 39.8 % de tierras, ¿Cuánto le corresponde a su comunidad en
particular? La cantidad será irrisoria, y que es la base de la
existencia del pequeño parcelero comunero; entonces, estamos ya casi en
la puerta de entrada para explicarnos del por qué de la migración del
campo a la ciudad, y de los demás aspectos que la vienen acompañando a
lo largo de estos casi doscientos años de vida republicana.
Héctor Félix D.
27.03.2015
27.03.2015
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