viernes, 20 de septiembre de 2019

¿EXISTE DEMOCRACIA REAL EN EL ORDEN MUNDIAL OBLIGATORIO DE EE.UU.?

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Día Mundial de la democracia
 
¿EXISTE DEMOCRACIA REAL EN EL
 
ORDEN MUNDIAL OBLIGATORIO DE EE.UU.?
 
Publicado 15 septiembre 2019
 
         Este 15 de septiembre se conmemora el Día Internacional de la Democracia, forma de organización de la mayoría de los Estados sobre la cual existen muchas interrogantes.
         La concepción estricta y casi universal, delimita que la democracia refiere al estándar organizativo del que se nutren los Gobiernos a través de la participación directa del pueblo y sus representantes.
         Sin embargo, existen administraciones que le atañen a la democracia un carácter de dominio económico, político, social, humano y mediático de sus privilegios sobre otros en mayor grado de vulnerabilidad.
         Tal es el caso del Gobierno de Estados Unidos (EE.UU.), cuyo sistema de control es casi totalitario y que sus hacedores definen como Orden Mundial Obligatorio, según aseguran expertos historiadores y políticos.
         EE.UU. a lo largo de su historia política se ha mostrado como un referente global de la democracia, sin embargo, su sistema se aleja del precepto básico democrático de la toma de decisiones por todos y para todos.
         En este sentido, los escritores estadounidenses, Martin Gilens, y Banjamin Page, colaboradores de la Universidad de Princeton y de la Universidad Northwestern, respectivamente, acotaron en una de sus publicaciones conjuntas que en esta nación norteamericana "las élites siempre salen mejor paradas que la clase media en la toma de decisiones políticas".
         "Si la democracia significa la respuesta del gobierno a lo que quieren las mayorías de ciudadanos, presentamos pruebas contundentes de que en los últimos años, Estados Unidos no ha sido muy democrático en absoluto", afirmaron en una entrevista para un medio local estadounidense.
         La elección antidemocrática en EE.UU.
         Las elecciones en verdaderas democracias permiten a sus ciudadanos dar rienda a la elección secreta y directa de sus dirigentes y representantes, esta realidad no se aplica a la celebración de los procesos electorales en EE.UU. pues su sistema de dos niveles rasga la elección directa.
         Es por ello que en los comicios de EE.UU. los electores escogen a los denominados compromisarios, quienes posteriormente escogen al nueve jefe de Estado y vicepresidente, sustentados en el Colegio Electoral estadounidense.
         Esta nación norteamericana se jacta de su fortaleza democrática pero violenta los estatutos más elementales de una democracia real y legal.
         De acuerdo con los acercamientos teóricos de diversos expertos, la democracia del pueblo para el pueblo debe concebir la responsabilidad civil, los modelos democráticos, la descentralización, los valores democráticos, la garantía de derechos y bienestar común, la participación política y el principio constitucional como ingredientes elementales de esta organización.
Por: TeleSUR - jm – JGN
 
         Comentario de Antonio Bernal
         Hay 3 tipos de democracia, a saber:
         DEMOCRACIA REPRESENTATIVA- El primer aspecto, el de la democracia política o democracia representativa se refiere fundamentalmente al régimen político y pone el acento en la libertad de elegir gobernantes y en los derechos civiles de todos los ciudadanos. Esta democracia, que se autoproclama gobierno del pueblo, puede ser, y de hecho así ocurre en el caso de la democracia burguesa, una democracia que favorece a los sectores minoritarios de la población, por eso algunos la llaman democracia representativa o formal, ya que en nombre de ese pueblo se favorece sólo a una minoría. En ella existen ciudadanos de primera y de segunda categoría.
         DEMOCRACIA REAL- El segundo aspecto se expresa en la democracia real, sustancial o social, cuyo propósito fundamental es la búsqueda de la solución a los problemas más sentidos por la población: pan, tierra, trabajo, educación, salud, vivienda, todas cosas que permiten avanzar hacia una sociedad más igualitaria. En la práctica esta forma de democracia puede ser ejercida por un sistema político que no funcione a la manera tradicional de la democracia representativa en occidente.
         DEMOCRACIA PARTICIPATIVA- Y el tercer aspecto se expresa en la democracia participativa. El proyecto de sociedad de la izquierda: el socialismo, debe combinar estos tres tipos de democracia.
         Además de poner en práctica transformaciones sociales profundas que tiendan hacia una igualdad social cada vez mayor (democracia real o social), no puede prescindir de un sistema de representación ciudadana. No se trata de propugnar la abolición de la democracia representativa, o participación delegada, en nombre de una participación directa, que lejos de excluirla vendría a complementarla y enriquecerla.
         No se puede gobernar sin delegar las tareas de gobierno en representantes del pueblo. La democracia directa es viable a nivel local, en comunidades pequeñas, pero no puede ser ejercida a nivel nacional, salvo en casos excepcionales (plebiscito, referéndum).
         Por ello estimo valiosas todas las reflexiones que se refieren a los aspectos técnicos de la representatividad, o lo que yo denominaría: “la técnica de la representatividad”, que buscan asegurar una representatividad real y un sistema de control de los representantes por los electores. La izquierda debe preocuparse de que las corrientes minoritarias estén representadas y protegidas a nivel del estado, siempre que no atenten contra los intereses nacionales, por supuesto.
         La nueva sociedad debe tener también instrumentos para defenderse de la demagogia de las campañas electorales burguesas en que se promete todo y se cumple muy poco o nada, y por ello debe plantearse como un principio básico de esa representatividad la búsqueda de mecanismos de revocabilidad para poder sustituir a los representantes cuando éstos han dejado de cumplir el mandato de sus electores.
         A esto debe unirse también la necesidad de poner límite a los mandatos otorgados por el propio pueblo, para evitar lo que ha ocurrido en la mayor parte de los países socialistas -mandatos casi de por vida-, algo absolutamente extraño al pensamiento de los clásicos del marxismo que veían la función burocrática como algo transitorio debido a su carácter rotativo. Limitar los mandatos implica evitar el trauma que significa remover a un cuadro dirigente de su cargo: trauma moral, familiar, social, porque toda remoción, al no estar contemplada en ningún reglamento, es vista como una sanción.
 
TeleSUR, 15 de sept. 2019
 
 
COLECTIVO PERÚ INTEGRAL
 
19 de septiembre de 2019

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