jueves, 19 de septiembre de 2019

¿Qué Keiko vaya para ser atendida en cuidados intensivos -es- tener corona?

Era un señor de 92 años, quechua hablante y lo habían trasladado desde su pueblo en las alturas de Huancavelica hasta el penal de máxima seguridad en Piedras Gordas. Enmarrocado con las manos hacia atrás con una cadena que iba hasta los tobillos donde otra marroca le ataba los pies. En el camión hacinados, donde iban otros presos, el anciano se tambaleaba de un lado a otro y sólo el auxilio de algunos misericordiosos evitó que se cayera. Poco después supimos que lo acusaban de terrorismo. Al mes se descubrió que era un homónimo y lo liberaron sin reparación alguna.
En el pabellón 10 estaba un preso con 10 años de presidio bien ganado como el dijera. Tenía la tuberculosis en un estado tan avanzado que emitía un olor que lo anunciaba varios metros antes de llegar. Pará poder ir al tópico del penal había que inscribirse una semana antes y adivinar si te ibas a enfermar para solo asistir en el día que te fechaban. De otra forma te tocaba pagar 15 soles que te cobraban los del Inpe para ir en caso no estuvieras en lista, ni sea el día asignado a tu pabellón.
Existen 10 mil enfermos en las carceles del Peru, más de 3 mil con tuberculosis casi 400 con cáncer y similar cifra con VIH. También hay casi 600 con trastornos mentales y sobra decir que en un penal no deberían estar. Si algunos de estos pidiera ir a una clínica a atenderse seguro les responderían que no. Y si algún milagro se diera seguramente estarían enmarrocados de pies y manos sin derecho a quejarse.
Que Keiko vaya para ser atendida en cuidados intermedios y solo con marrocas en las manos es, en nuestro país, tener corona. Y que sus congresistas salgan a victimizarla es la claridad de que no conocen la realidad carcelaria del Perú.

Nota: En el original del texto , no tiene la pregunta  del título.

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