martes, 5 de abril de 2022

El Trabajo en el Sistema Dominante

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 El Trabajo en el Sistema Dominante

   Un Poco de Historia.

  Las huelgas, los paros, las grandes movilizaciones y rebeliones de las masas trabajadoras contra un sistema dominante de esclavistas y explotadores y todo su andamiaje jurídico-político, tiene en la historia de la humanidad una larga data milenaria.

  En el esclavismo, la rebelión de la masa de los esclavos contra sus esclavistas y su régimen de la gran propiedad y su gobierno: Los Emperadores. En el medio evo-feudal, la rebelión de las masas de los siervos de la gleba contra sus señores esclavizadores, los terratenientes feudales y su régimen de la gran propiedad y de gobierno: los Reyes, Príncipes, Marqueses y Condes. En el Capitalismo, las masas obreras y campesinas contra sus explotadores capitalistas- la gran propiedad de la gran burguesía y su régimen: Estado-Gobierno-Democracia.

  En pocas palabras, la historia de los regímenes señalados a lo largo de la historia de la humanidad no es otro que la historia de la Evolución del Trabajo, que tiene al “hombre como el sujeto de la historia”, como lo señala el Amauta José Carlos Mariátegui.

  Ubicándonos en nuestra historia actual

  Pues bien, el sistema dominante imperante en el escenario político nacional no es sino el “capitalismo marginal” sometido al interés del capitalismo transnacional como principal componente de aquella clase dominante parasitaria que vive de la renta y, completamente, ajena y extraña a toda preocupación por la producción y productividad. Este es un hecho concreto, palpable, a simple vista.

  Este devenir en lo económico como en lo político en el Perú, se inicia con el viejo colonialismo español y su régimen del Virreinato de ocupación territorial. Con la independencia, se renueva y prolonga con el nuevo colonialismo de la economía nacional como economía colonial del capital transnacional, la Republica y la Democracia formales. Y así, hasta nuestros días.

  Dentro de la precariedad de este sistema dominante es donde se realiza las grandes huelgas, paros, movilizaciones, de las masas trabajadoras y todo el pueblo peruano. El Estado y su Gobierno se tiende como la mesa del dialogo entre la patronal y los trabajadores. En cada gran movilización esta mesa tiembla y siente quebrarse. Y si no se produce esa quiebra absoluta es porque las masas aún creen en su “salvador” Estado y en su “mediador” Gobierno.

  A pesar de la fuerte manifestación en el trabajo con paralizaciones y marchas a nivel nacional de transportistas de camiones de carga, agricultores y ganaderos por el alza de los combustibles y los insumos en el trabajo agrícola como en la ganadería, lo que ha desabastecido el transporte para los viajeros como desabastecido a los hogares nacionales de los productos de primera necesidad y su elevado costo, aun se piensa según la independencia de la “autonomía política” con respecto al hecho económico.

  El Gobierno ofrece tregua

 Presionado por las masas, sus autoridades han firmado acuerdos en el mismo lugar de los hechos en presencia de los dirigentes de los trabajadores. Estos acuerdos se sustentan en la superficialidad de bajar los impuestos a los combustibles como a los productos de primera necesidad. Tiene el frágil soporte de un “decreto supremo”, que dijeron ya lo tenían listo. Pero esto, al parecer, no es suficiente. Ahora, se han sumado a las paralizaciones los transportistas de pasajeros. En Lima es muy fuerte el paro. Los centros comerciales han cerrado sus puertas por temor a un “saqueo”, como hace unos días sucedió en la ciudad de Huancayo.

  Quien tiene ojos no puede dejar de ver en este malestar social como lo fue ayer, el triángulo de las bermudas del sistema dominante y el trato como pretende resolver el gran problema histórico: la REORGANIZACIÒN DEL TRABAJO sobre bases sociales, colectivas, por ende, de interés social, y no privado-propietario como hasta hoy.

  ¿No es evidente acaso que la lucha hoy de las masas trabajadoras cambie de orientación su pensamiento hacia EL CAMBIO SOCIAL? Y la necesidad perentoria del presente es: LA PREPARACION DE LA ORGANIZACIÓN PARA ESE CAMBIO.

Héctor Félix D.

04.04.22


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