jueves, 28 de abril de 2022

Para centrar el debate en la realidad profunda

                                                                     -0-

Para centrar el debate en la realidad profunda (1-3)

 

PROLETARIO - PROLETARIADO

 

UNO

 

CONTRIBUCIÓN A LA HISTORIA DE LA LIGA DE LOS COMUNISTAS

POR FEDERICO ENGELS, 1885

 

(...)

Entretanto, se había ido formando, junto al comunismo de la Liga y de Weitling, un segundo comunismo, sustancialmente distinto de aquél. Viviendo en Manchester, me había dado yo de narices con el hecho de que los fenómenos económicos, a los que hasta allí los historiadores no habían dado ninguna importancia, o sólo una importancia muy secundaria, son, por lo menos en el mundo moderno, una fuerza histórica decisiva; vi que esos fenómenos son la base sobre la que nacen los antagonismos de clase actuales y que estos antagonismos de clase, en los países en que se hallan plenamente desarrollados gracias a la gran industria, y por tanto, principalmente, en Inglaterra, constituyen a su vez la base para la formación de los partidos políticos, para las luchas de los partidos y, por consiguiente, para toda la historia política. Marx, no sólo había llegado al mismo punto de vista, sino que lo había expuesto ya en los "Deutsch-Französische Jahrbücher" [10] en 1844, generalizándolo en el sentido de que no es el Estado el que condiciona y regula la sociedad civil, sino ésta la que condiciona y regula el Estado, y de que, por tanto, la política y su historia hay que explicarlas por las relaciones económicas y su desarrollo, y no a la inversa. Cuando visité a Marx en París, en el verano de 1844, se puso de manifiesto nuestro completo acuerdo en todos los terrenos teóricos, y de allí data nuestra colaboración. Cuando volvimos a reunirnos en Bruselas, en la primera de 1845, Marx, partiendo de los principios básicos arriba señalados, había desarrollado ya, en líneas generales, su teoría materialista de la historia, y nos pusimos a elaborar en detalle y en las más diversas direcciones la nueva concepción descubierta.

Este descubrimiento, que venía a revolucionar la ciencia histórica y que, como se ve, fue, esencialmente, obra de Marx, sin que yo pueda atribuirme en él más que una parte muy pequeña, encerraba una importancia directa para el movimiento obrero de la época.

Escrito: En alemán, en octubre de 1885.

Primera edición: En el libro Karl Marx. «Enthüllungen über den Kommunisten-Prozess zu Köln». Hottingen-Zürich, 1885 y en el periodico Der Sozialdemokrat, nos. 46-48, del 12, 19 y 26 de noviembre de 1885.

Digitalización: Juan R. Fajardo, para el MIA, septiembre de 2001.

Fuente: Marx & Engels, Obras Escogidas en tres tomos (Editorial Progreso, Moscú, 1974), t. III.

Esta edición: Marxists Internet Archive, septiembre de 2001. Wikipedia

 

DOS

 

EN TORNO A LA CRÍTICA DE LA FILOSOFÍA DEL DERECHO, DE HEGEL

POR CARLOS MARX, 1844

 

Introducción

(...)

De aquí que los príncipes se hallen en lucha contra la burguesía, los burócratas contra la nobleza y los burgueses contra todos ellos, mientras el proletario comienza a luchar contra el burgués. La clase media  no se atreve siquiera, desde su punto de vista, a concebir el pensamiento de la emancipación, y ya el desarrollo de las condiciones sociales, lo mismo que el progreso de la teoría política, se encargan de revelar este mismo punto de vista como algo anticuado o, por lo menos, problemático. (...)

¿Dónde reside, pues, la posibilidad positiva de la emancipación alemana?

Respuesta: en la formación de una clase con cadenas radicales, de una clase de la sociedad burguesa; de un estado que es la disolución de todos los estados; de una esfera que posee un carácter universal por sus sufrimientos universales y que no reclama para sí ningún derecho especial, sino el desafuero público y simple; que no puede apelar ya a un título histórico, sino simplemente al título humano; que no se halla en ninguna índole de contraposición unilateral con las consecuencias, sino en una contraposición omnilateral con las premisas del Estado alemán; de una esfera, por último, que no puede emanciparse sin emanciparse de todas las esferas de la sociedad y, al mismo tiempo, emanciparlas a todas ellas; que es, en una palabra, la pérdida total del hombre y que, por tanto, sólo puede ganarse a sí misma mediante la recuperación total del hombre. Esta disolución de la sociedad como una clase especial es el proletariado.

El proletariado sólo comienza a crecer, en Alemania, mediante el movimiento industrial que alborea, pues la que forma el proletariado no es la pobreza que nace naturalmente, sino la pobreza que se produce artificialmente, no la masa humana mecánicamente agobiada por el peso de la sociedad, sino la que brota de la aguda disolución de ésta, y preferentemente de la disolución de la clase media, aunque gradualmente, como de suyo se comprende, vayan incorporándose también a sus filas la pobreza natural y los siervos cristiano-germánicos de la gleba.

Cuando el proletariado proclama la disolución del orden universal anterior, no hace más que pregonar el secreto de su propia existencia, ya que él es la disolución de hecho de este orden universal. Cuando el proletariado reclama la negación de la propiedad privada, no hace más que elevar a principio de la sociedad lo que la sociedad ha elevado a principio suyo, lo que ya se personifica en él, sin intervención suya, como resultado negativo de la sociedad. (…)

Karl Marx, “Zur Kritik der Hegelschen Rechtsphilosophie, Einleitung”,

Karl Marx, “Zur Judengfrage”

“Deutsch-Französische Jarbücher”, 1ª y 2ª entregas, París, 1844

En Miseria de la Filosofía. Editorial GRIJALBO, S.A., México, 1967

 

TRES

 

LIGA DE LOS COMUNISTAS

PROYECTO DE PROGRAMA, 1847

 

(...)

7.- ¿Qué es el proletariado?

El proletariado es la clase de la sociedad que vive exclusivamente de su trabajo y no del beneficio de un capital; la clase cuya suerte, vida y muerte depende de las alternativas de buenos y malos períodos en los negocios, en una palabra, de las oscilaciones de la competencia

8.- (Nota: No existe en el original)

9.- ¿Cómo nació el proletariado?

El proletariado vino con la introducción de las máquinas, que fueron inventadas a mediados del siglo pasado; las principales son: la máquina de vapor, las hiladoras y las tejedoras mecánicas. Esas máquinas, que eran muy caras y en consecuencia  solamente los ricos podían adquirirlas, suplantaron a los obreros de la época, dado que con ellas se podía producir mercancías más rápidamente y a menor costo que con los obreros en sus tornos y tejedoras imperfectas. Así, las máquinas entregaron completamente la industria en manos de los grandes capitalistas y depreciaron totalmente los pocos bienes que poseían los obreros, los que consistían sobre todo en sus útiles, oficios, etc.; de manera que el capitalista posee todo y el obrero no tiene nada. Así se introdujo el sistema de la fábrica. Cuando los capitalistas se dieron cuenta de lo rentable de este sistema, trataron de extenderlo a todas las ramas industriales. La división del trabajo de los obreros se acentuó, al grado que éstos, que hasta entonces habían hecho cada uno un trabajo completo, a partir de entonces no hicieron más que una parte del trabajo. De esta manera el trabajo se simplificó, produciéndose más rápidamente los productos y a menor costo; al mismo tiempo dieron cuentas de que las máquinas podían ser utilizadas también en casi todas las ramas industriales. En el momento en que las máquinas eran introducidas en una rama industrial, sucedía exactamente lo que en la industria hiladora y de tejidos, es decir, pasaba a manos de los capitalistas , y los obreros perdían lo que les quedaba de independencia. Poco a poco hemos llegado al punto en que casi todas las ramas industriales están explotadas según el sistema de la fábrica. Así se explica la ruina, cada vez más pronunciada de la clase media, en particular de los maestros artesanos, la completa transformación de la situación de los obreros y la constitución de las dos nuevas clases que absorben, paulatinamente, a todas las otras clases. Estas dos nuevas clases son:

I. La clase de los grandes capitalistas que, en los países avanzados, ya están en posesión casi exclusiva de los medios de subsistencia y de los medios que permiten producir esos medios de subsistencia (máquinas, fábricas, talleres, etc.). Es la clase de los “burgueses” o de la “burguesía

II. La clase de los que no poseen absolutamente nada, y que están obligados a vender su trabajo a la otra clase, a los burgueses, para no recibir de ellos en cambio, más que los medios de subsistencia. Como en ese mercado de trabajo las partes no están en igualdad, sino que los burgueses tienen ventaja, los que no poseen nada están obligados a aceptar las condiciones miserables impuestas por los burgueses. Esta clase se llama la clase de los “proletarios” o “proletariado

10.- ¿En qué se distingue el proletariado del esclavo?

El esclavo es vendido de por vida. El proletario se vende él mismo todos los días y a cada hora. El esclavo es propiedad de un solo dueño y de este hecho tiene su existencia asegurada, por miserable que ésta sea. El proletario no es esclavo de un solo dueño, sino, por así decirlo, de la clase  burguesa entera, y por lo tanto no tiene su existencia asegurada, estando dado que nadie le compra su trabajo cuando él tiene necesidad. El esclavo está considerado como una cosa y no como miembro de la sociedad civil. El proletariado está reconocido como persona, como miembro de la sociedad civil. El esclavo puede, pues, tener una mejor existencia que el proletario, pero este ultimo se sitúa en una fase superior de desarrollo. El esclavo se libera al convertirse en propietario y suprimiendo, de todas las relaciones de propiedad, solamente la relación de esclavitud. El proletario sólo puede liberarse al suprimir la propiedad en sí.

11.- ¿En que se distingue el proletario del siervo?

El siervo tiene la posesión de un pedazo de tierra, o sea de un instrumento de producción, a cambio de la entrega, más o menos grande, de una parte del producto. El proletario trabaja con instrumentos de producción que son propiedad de otro, que le entrega, por ese trabajo, una parte del producto determinada por la competencia. En el caso del siervo, la parte del trabajador está determinada por su propio trabajo, es decir por el mismo. En el caso el proletario, esta parte está determinada por la competencia, o sea por los burgueses primeramente. El siervo tiene su existencia asegurada, el proletariado no. El siervo se libera al final al expulsar al señor y convertirse el mismo en propietario, o sea, al entrar a la competencia y aliarse, momentáneamente con la clase poseyente, la clase privilegiada. El proletariado se libera al abolir la propiedad, la competencia y todas las diferencias de clases.

12.- ¿En qué se diferencia el proletario del artesano?

El artesano, llamado así en oposición al proletario, tal como existía en casi todas partes el siglo pasado, y a partir de entonces en forma esporádica, es proletario, cuando mucho, un cierto tiempo. Su finalidad  es la de adquirir, a su vez, un capital y de esta forma explotar a otros obreros. A menudo, él puede alcanzar ese objetivo en los lugares en que existen todavía las corporaciones o en aquellos en que la libertad de comercio e industria no ha conducido todavía a la organización de los oficios según el sistema de las fábricas, donde todavía no hay una competencia violenta. Pero, desde el momento en que el sistema fabril fue introducido en los oficios y que la competencia tiene su pleno desarrollo esta perspectiva desaparece y el artesano se convierte, cada vez más en proletario. El artesano, pues, se libera al convertirse en burgués, o generalmente al pasar a la clase media, o bien al convertirse en proletario a través del juego de la competencia (lo que generalmente es el caso) y se alía al movimiento del proletariado, es decir al movimiento comunista más o menos consciente.

(…)

21.-. ¿Subsistirán las nacionalidades en el comunismo?

Las nacionalidades de los pueblos que se unirán según el principio de la comunidad estarán obligados a  mezclarse por esta unión, y en consecuencia a abolirse, al igual que las diferencias de casta y de clases que desaparecerán con la abolición de su fundamento: la propiedad privada.

(…)

Londres, 9 de junio de 1847

Ediciones de Cultura Popular, México, 1973

 

Nota. Lunes 27: Primera de tres entregas. Le sigue miércoles 29

 

 

COLECTIVO PERÚ INTEGRAL

 

27 de abril de 2020

l



PROLETARIO - PROLETARIADO

 

CUATRO

 

PRINCIPIOS DE COMUNISMO

POR FEDERICO ENGELS, 1847

 

I. ¿Qué es el comunismo?

El comunismo es la doctrina de las condiciones de la liberación del proletariado.

II. ¿Qué es el proletariado?

El proletariado es la clase social que consigue sus medios de subsistencia exclusivamente de la venta de su trabajo, y no del rédito de algún capital; es la clase, cuyas dicha y pena, vida y muerte y toda la existencia dependen de la demanda de trabajo, es decir, de los períodos de crisis y de prosperidad de los negocios, de las fluctuaciones de una competencia desenfrenada. Dicho en pocas palabras, el proletariado, o la clase de los proletarios, es la clase trabajadora del siglo XIX.

III. ¿Quiere decir que los proletarios no han existido siempre?

No. Las clases pobres y trabajadoras han existido siempre, siendo pobres en la mayoría de los casos. Ahora bien, los pobres, los obreros que viviesen en las condiciones que acabamos de señalar, o sea los proletarios, no han existido siempre, del mismo modo que la competencia libre y desenfrenada.

IV. ¿Cómo apareció el proletariado?

El proletariado apareció a raíz de la revolución industrial, que se produjo en Inglaterra en la segunda mitad del siglo pasado y se repitió luego en todos los países civilizados del mundo. Dicha revolución se debió al invento de la máquina de vapor, de las diversas máquinas de hilar, del telar mecánico y de toda una serie de dispositivos mecánicos. Estas máquinas, que costaban muy caro y, por eso, sólo estaban al alcance de los grandes capitalistas, transformaron el antiguo modo de producción y desplazaron a los obreros anteriores, puesto que las máquinas más baratas y mejores que las que podían hacer éstos con ayuda de sus ruecas y telares imperfectos. Las máquinas pusieron la industria enteramente en manos de los grandes capitalistas y redujeron a la nada el valor de la pequeña propiedad de los obreros (instrumentos, telares, etc.), de modo que los capitalistas pronto se apoderaron de todo, y los obreros se quedaron sin nada. Así se instauró en la producción de tejidos el sistema fabril. En cuanto se dio el primer impulso a la introducción de máquinas y al sistema fabril, este último se propagó rápidamente en las demás ramas de la industria, sobre todo en el estampado de tejidos, la impresión de libros, la alfarería y la metalurgia. El trabajo comenzó a dividirse más y más entre los obreros individuales de tal manera que el que antes efectuaba todo el trabajo pasó a realizar nada más que una parte del mismo. Esta división del trabajo permitió fabricar los productos más rápidamente y, por consecuencia, de modo más barato. Ello redujo la actividad de cada obrero a un procedimiento mecánico, muy sencillo, constantemente repetido que la máquina podía realizar con el mismo éxito o incluso mucho mejor. Por tanto, todas estas ramas de la producción cayeron, una tras una, bajo la dominación del vapor, de las máquinas y del sistema fabril, exactamente del mismo modo que la producción de hilados y de tejidos. En consecuencia, ellas se vieron en manos de los grandes capitalistas, y los obreros quedaron privados de los últimos restos de su independencia. Poco a poco el sistema fabril extendió su dominación no ya solo a la manufactura, en el sentido estricto de la palabra, sino que comenzó a apoderarse más y más de las actividades artesanas, ya que también en esta esfera los grandes capitalistas desplazaban cada vez más a los pequeños maestros, montando grandes talleres, en los que era posible ahorrar muchos gastos e implantar una detallada división del trabajo. Así lleganos a que, en los países civilizados, casi en todas estas ramas, la gran industria desplaza a la artesanía y la manufactura. Como resultado de ello, se arruina más y más la antigua clase media, sobre todo los pequeños artesanos, cambia completamente la anterior situación de los trabajadores y surgen dos clases nuevas, que absorben paulatinamente a todas las demás, a saber:

1. La clase de los grandes capitalistas, que son ya en todos los países civilizados casi los únicos poseedores de todos los medios de existencia, como igualmente de las materias primas y de los instrumentos (máquinas, fábricas, etc.) necesarios para la producción de los medios de existencia. Es la clase de los burgueses, o sea, burguesía.

2. La clase de los completamente desposeídos, de los que en virtud de ello se ven forzados a vender su trabajo a los burgueses, al fin de recibir en cambio los medios de subsistencia necesarios para vivir. Esta clase se denomina la clase de los proletarios, o sea, proletariado.

(…)

Editorial PROGRESO, Moscú, 1976

 

CINCO

 

MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA

POR CARLOS MARX Y FEDERICO ENGELS, 1847-1848

 

Prefacio a la edición alemana de 1872

La “Liga de los Comunistas”, asociación obrera internacional que, naturalmente, dadas las condiciones de la época, no podía existir sino en secreto, encargó a los que suscriben, en el Congreso celebrado en Londres en noviembre de 1847, que redactaran un programa detallado del partido, a la vez teórico y práctico, destinado a la publicación. Tal es el origen de este “Manifiesto”, cuyo manuscrito fue enviado a Londres, para ser impreso, algunas semanas antes de la revolución de Febrero. (…)

I. Burgueses y proletarios*

(…)

* Por burguesía se comprende a la clase de los capitalistas modernos, que son los propietarios de los medios de producción social y emplean trabajo asalariado. Por proletarios se comprende a la clase de los trabajadores asalariados modernos, que, privados de medios de producción propios, se ven obligados a vender su fuerza de trabajo para poder existir.(Nota de F. Engels a la edición inglesa de 1888) (…)

El creciente empleo de las máquinas y la división del trabajo quitan al trabajo del proletario todo carácter propio y le hacen perder con ello todo atractivo para el obrero. Éste se convierte en un simple apéndice de la máquina, y sólo se le exigen las operaciones más sencillas y de más fácil aprendizaje. Por tanto, lo que cuesta hoy día el obrero se reduce poco más o menos a los medios indispensables para vivir y para perpetuar su linaje. (…)

Cuanto menos habilidad y fuerza requiere el trabajo manual, es decir, cuanto mayor es el desarrollo de la industria moderna, mayor es la proporción en que el trabajo de los hombres es suplantado por el de las mujeres y los niños. Por lo que respecta a la clase obrera, las diferencias de edad y sexo pierden toda significación social. No hay más que instrumentos de trabajo, cuyo coste varía según la edad y el sexo.

Una vez que el obrero ha sufrido la explotación del fabricante y ha recibido su salario en metálico, se convierte en víctima de otros elementos de la burguesía: el casero, el tendero, el prestamista, etc.

Pequeños industriales, pequeños comerciantes y rentistas, artesanos y campesinos, toda la escala inferior de las clases medias de otro tiempo, caen en las filas del proletariado; unos porque sus pequeños capitales no les alcanzan para acometer grandes empresas industriales y sucumben en la competencia con los capitalistas más fuertes; otros, porque su habilidad profesional se ve despreciada ante los nuevos métodos de producción. De tal suerte, el proletariado se recluta entre todas las clases de la población.

El proletariado pasa por diferentes etapas de desarrollo. Su lucha contra la burguesía comienza con su surgimiento. (…)

A veces los obreros triunfan; pero es un triunfo efímero. El verdadero resultado de sus luchas no es el éxito inmediato, sino la unión cada vez más extensa de los obreros. Esta unión es propiciada por el crecimiento de los medios de comunicación creados por la gran industria y que ponen en contacto a los obreros de diferentes localidades. Y basta ese contacto para que las numerosas luchas locales, que en todas partes revisten el mismo carácter, se centralicen en una lucha nacional, en una lucha de clases. Mas toda lucha de clases es una lucha política. Y la unión que los habitantes de la Edad Media, con sus caminos vecinales, tardaron siglos en establecer, los proletarios modernos, con los ferrocarriles, la llevan a cabo en unos pocos años.

Esta organización del proletariado en clase y, por tanto, en partido político, vuelve sin cesar a ser socavada por la competencia entre los propios obreros. Pero resurge, y siempre más fuerte, más firme, más potente. (…)

Además, como acabamos de ver, el progreso de la industria precipita a las filas del proletariado a capas enteras de la clase dominante, o. al menos, las amenaza en sus condiciones de existencia. También ellas aportan al proletariado elementos de educación.

Finalmente, en los períodos en que la lucha de clases se acerca a su desenlace, el proceso de desintegración de la clase dominante, de toda la vieja sociedad, adquiere un carácter tan violento y tan agudo que una pequeña fracción de esa clase enemiga reniega de ella y se adhiere a la clase revolucionaria, a la clase en cuyas manos está el porvenir. Y así como antes una parte de la nobleza se paso a la burguesía, en nuestros días un sector de la burguesía se pasa al proletariado, particularmente ese sector de los ideólogos burgueses que se han elevado hasta la comprensión teórica del conjunto del movimiento histórico. (…)

La condición esencial de la existencia y de la dominación de la clase burguesa es la acumulación de la riqueza en manos de particulares,la formación y el acrecentamiento del capital. La condición de existencia del capital es el trabajo asalariado. El trabajo asalariado descansa exclusivamente sobre la competencia de los obreros entre sí. El progreso de las industria, del que la burguesía, incapaz de oponérsele, es agente involuntario, sustituye el aislamiento de los obreros, resultante de la competencia, por su unión revolucionaria mediante la asociación. Así, el desarrollo de la gran industria socava bajo los pies de la burguesía las bases sobre las que ésta produce y se apropia lo producido. La burguesía produce, ante todo, sus propios sepultureros. Su hundimiento y la victoria del proletariado son igualmente inevitables.

(…)

Editorial PROGRESO, Moscú, 1976

 

Nota. Miércoles 29: Segunda de tres entregas. Le sigue la tercera entrega, viernes 1º de Mayo

 

 

COLECTIVO PERÚ INTEGRAL

 

29 de abril de 2020

No hay comentarios:

Publicar un comentario