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PARA SER EXACTOS
(31 de marzo de 2022)
Como reclama Gustavo Pérez H, para ser exactos, tenemos que partir del análisis de la real correlación de las fuerzas políticas, y no de nuestras imaginaciones, y mucho menos, de nuestras aspiraciones y buenos deseos.
En la lucha político electoral parlamentaria de abril de 2021 (hace casi un año), las diferentes fuerzas sociales que formamos la actual sociedad peruana, fuimos representadas por 19 movimientos políticos (adicionalmente, otros cinco pequeños grupos no pudieron inscribirse, entre ellos el APRA). Estemos, o no estemos de acuerdo, con la necesidad de la lucha electoral, tenemos que reconocer que esta lucha electoral es una LUCHA POLÍTICA, y por lo tanto, es una de las formas de la lucha de clases.
Esos 19 diferentes movimientos políticos, en última instancia, representaban a tres fuerzas sociales principales: La ultraderecha feudal burguesa, la derecha burguesa, y los movimientos democráticos de izquierda. Cada uno de los cuales, a su vez, estuvo representado por tres movimientos políticos diferentes, pero no contrapuestos ni antagónicos entre ellos.
Por la ultraderecha feudal burguesa: Fuerza Popular, Renovación Popular y Avanza País.
Por la derecha burguesa: Somos Perú, el Partido Morado, y una parte de Acción Popular.
Por los movimientos democráticos de izquierda: Frente Amplio, Juntos por el Perú y Perú Libre (el Frente Amplo, en abril del año pasado no alcanzó la votación mínima, y actualmente no tiene representantes en el Parlamento).
Esos son los principales movimientos sociales y políticos, más o menos “definidos”, que conforman el actual parlamento (2021-2026). Aparte de ellos, hay otros, como “Alianza para el Progreso”, “Podemos Perú” y una segunda facción de “Acción Popular”, los cuáles, a su vez están subdivididos y fluctúan según la ocasión entre la ultraderecha feudal burguesa o la derecha burguesa.
Desde que se instaló el actual parlamento en julio de 2021, hasta el presente, varios de los parlamentarios se han cambiado de uno a otro grupo político, e incluso han formado nuevos grupos como “Perú Democrático”.
II
En las elecciones parlamentarias de abril del año 2021, las fuerzas políticas que en su conjunto obtuvieron la mayor votación, fueron la ultraderecha feudal burguesa. Ellos dominan en el parlamento, porque ellos ganaron las elecciones. Nos guste, o no nos guste, esa es la realidad de la cual debemos de partir. Todo lo demás, son ilusiones, como pedir “cambios profundos”, “cambiar la constitución y las leyes”, etc. o soñar que las fuerzas democráticas del pueblo tienen el control del parlamento y de las fuerzas armadas, como sugiere Maglorio Espinoza.
Para trabajar políticamente en las actuales condiciones (desde 2021 hasta 2026), tenemos que reconocer que las fuerzas democráticas de izquierda estamos en minoría en la lucha política parlamentaria. Pero estar en minoría no significa “abandonar la lucha”, ni nada por el estilo.
Tenemos que aprender dos cosas fundamentales en toda lucha de clases: en primer lugar dividir al enemigo, para golpearlo partes por partes; y en segundo lugar , ganar aliados, tanto aliados seguros a mediano plazo, como también aliados inseguros a corto plazo. Quien no entiendo esto, no sabe, o no quiere saber nada, de lucha política, y sería mejor que se dedique a otra cosa.
Para este análisis político TÁCTICO, partiendo del análisis teórico de la realidad peruana, nosotros tenemos que diferenciar a “la derecha burguesa” de la “ultraderecha feudal burguesa”. Algunos confunden a la una con la otra. “Puritanamente” pretenden tratarlas como si fueran lo mismo, y las tratan como un bloque “homogéneo”. La raíz de su error está en no diferenciar lucha táctica de lucha estratégica, y lo más importante no diferenciar lo que es luchar en condiciones de “relativa estabilidad económica y política” como ocurre ahora, de luchar en condiciones de “situación revolucionaria” (continuaremos).
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