lunes, 21 de octubre de 2024

CONVERSATORIO ANIVERSARIO 96

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CONVERSATORIO ANIVERSARIO 96



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JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI

Y SU CREACIÓN HEROICA

Que el encono personal

no nos nuble el pensamiento

y no vele nuestras mejores ideas

ni a uno ni a otro, querido amigo

Gustavo Pérez Hinojosa

(25 de Marzo de 2008)

Como todo tiene su comienzo y tiene su final, después de cuatro años de perseverante preparación llega a su culminación la Gran Conmemoración del Aniversario 80 de la Creación Heroica de José Carlos Mariátegui. También ahora, como para la Gran Conmemoración de su Centenario, la Familia Mariátegui tiene rol destacado en esta gran labor, así como personalidades de la intelectualidad peruana y del exterior, y organizaciones, grupos sociales y foros que activan en torno a la teoría y práctica del Socialismo Peruano. Así, esta Gran Conmemoración dejará también su huella histórica.

En toda gran actividad se concentra lo positivo y lo negativo. Y más aún si se trata del destino de un pueblo y de su objetivo central. El sistema dominante siempre está preparado y siempre trata de provocar disensiones en el campo adversario, para poder manejar libremente su propia crisis. Esto ha quedado claro en este largo intercambio, donde aparecen y desaparecen figurines y figurones de toda especie. Es la primera lección que debemos aprender qué se esconde tras sus interferencias.

Visto así el panorama, es hasta natural que en este proceso hayan surgido incomprensiones acerca del proceso de la Gran Conmemoración. Y que hayan surgido temas aparentemente afines obnubilando el motivo central. Por supuesto, los pleitos de sabidurías han estado a la orden del día, lo que acrecienta las contradicciones internas. Todo es fiel reflejo de nuestra idiosincrasia en lo negativo.

Pero seguir obstinadamente el objetivo es también característica positiva de quienes siguen el camino elegido, sin perder tiempo en provocaciones. Es la segunda lección que debemos aprender.

El Documento Central es el más importante de cuantos haya producido este proceso. Se ha avanzado de menos a más, lo que constituye la tercera lección para aprender. Con sus tres temas: Posición ante el Socialismo Internacional, ante el Socialismo Peruano, ante las Tareas del Socialismo Peruano, sienta una nueva base para indicar un nuevo proceso. Cierra una etapa y abre otra.

En este proceso unos se han alejado, otros se han acercado. Es resultado natural, pues la criba, la selección siempre es así, y nuestra experiencia histórica así lo certifica. Pero se ha logrado lo fundamental, saber quiénes son ahora afines y quiénes son dispares.

Los que han callado, los ausentes en este proceso, han perdido una gran oportunidad. Los que han estado en contra sin aportar su propio proyecto no han podido dejar la corriente del “¡de qué se trata para oponerme!” No son sino parte de la mediocre oposición protestataria. Así, esta cosecha es la cuarta lección que debemos aprender.

Pero la Gran Conmemoración no ha podido tener proyección internacional, no ha podido tener proyección nacional, no ha podido tener proyección capitalina, aunque esto no desmerece el inmenso esfuerzo de sus activistas presenciales. Muy a su pesar, una abrumadora mayoría aún está ausente del proceso, aunque más por responsabilidad propia que por ajena. Pero, los que ahora quedan ¿acaso no expresan que “de la chispa surge la flama”? Es la quinta lección de esta gran labor.

José Ingenieros escribió acerca de Los Forjadores, Lázaro Ludovico Zámenhof escribió acerca de El Camino. Ambos son temas que vienen como anillo al dedo para esta Gran Conmemoración. El repasarlos ahora de seguro reforzará nuestra convicción de “Seguir por el Camino de Mariátegui para el Resurgimiento del Perú” Entonces, en esta nueva etapa sigamos por nuestro Camino Propio porque “Hay hermanos, muchísimo qué hacer

Ramón García Rodríguez

7 de octubre de 2008

LOS FORJADORES DE IDEALES

EL CLIMA DEL GENIO

La desigualdad es la fuerza y la esencia de toda selección. No hay dos lirios iguales, ni dos águilas, ni dos orugas, ni dos hombres, todo lo que vive es incesantemente desigual. En cada primavera florecen unos árboles antes que otros, como si fueran preferidos por la Naturaleza que sonríe al sol fecundamente; en ciertas etapas de la historia humana, cuando se plasma un pueblo, se crea un estilo, o se formula una doctrina, algunos hombres excepcionales anticipan su visión a la de todos, la concretan en un ideal y la expresan de tal manera que perdura en los siglos. Heraldos, la humanidad los escucha; profetas, los cree; capitanes, los sigue; santos, los imita. Llenan una era o señalan una ruta, sembrando algún germen fecundo de nuevas verdades, poniendo su firma en destinos de razas, creando armonías, forjando bellezas.

La genialidad es una coincidencia. Surge como chispa luminosa en el punto donde se encuentran las más excelentes aptitudes de un hombre y la necesidad social de aplicarlas al desempeño de una misión trascendental. El hombre extraordinario sólo asciende a la genialidad si encuentra clima propicio, la semilla mejor necesita de la tierra más fecunda. La función reclama el órgano: el genio hace actual lo que en su clima es potencial.

Ningún filósofo, estadista, sabio o poeta alcanza la genialidad mientras en su medio se siente exótico o inoportuno; necesita condiciones favorables de tiempo y de lugar para que su aptitud se convierta en función y marque una época en la historia. El ambiente constituye el “clima” del genio y la oportunidad marca su “hora”. Sin ellos, ningún cerebro excepcional puede elevarse a la genialidad; pero el uno y la otra no bastan para crearla.

Nacen muchos ingenios excelentes en cada siglo. Uno entre cien, encuentra tal clima y tal hora que los destina fatalmente a la culminación; es como si la buena semilla cayera en terreno fértil y en vísperas de lluvias. Ése es el secreto de su gloria; coincidir con la oportunidad que necesita de él. Se entreabre y crece, sintetizando un ideal implícito en el porvenir inminente o remoto: presintiéndolo, imponiéndolo.

La obra de genio no es fruto exclusivo de la inspiración individual, ni puede mirarse como un feliz accidente que tuerce el curso de la historia; convergen a ello las aptitudes personales y circunstancias infinitas. Cuando una raza, un arte, una ciencia o un credo preparan su advenimiento o pasan por una renovación fundamental, el hombre extraordinario aparece, personificando nuevas orientaciones de los pueblos o de las ideas. Las anuncia como artista o profeta, las desentraña como inventor o filósofo, las emprende como conquistador o estadista. Sus obras le sobreviven y permiten reconocer su huella, a través del tiempo. Es rectilíneo e incontrastable: vuela y vuela, superior a todos los obstáculos, hasta alcanzar la genialidad. Llegando a deshora ese hombre viviría inquieto, luctuante, desorientado, sería siempre intrínsecamente un genio, podría llegar al talento si se acomodara a alguna de sus vocaciones adventicias, pero no sería un genio, mientras no le correspondiera ese nombre por la obra realizada.

No podría serlo desde que le falta la oportunidad en su ambiente. Otorgar ese título a cuantos descuellan por determinada aptitud, significa mirar como idénticos a todos los que se elevan sobre la medianía; es tan inexacto como llamar idiotas a todos los hombres inferiores. El genio y el idiota son los términos extremos de la escala infinita. Por haberlo olvidado mueven a risa las estadísticas y las conclusiones de algunos antropólogos. Reservemos el título a pocos elegidos. Son animadores de una época, transfundiéndose algunas veces en su generación y con más frecuencia en las sucesivas, herederas legítimas de sus ideas o de su impulso.

La adulación prodiga a manos llenas el rango de genio a los poderosos; imbéciles hay que se lo otorgan a sí mismos. Hay, sin embargo, una medida para apreciar la genialidad si es legítima, se reconoce por su obra, honda en su raigambre y vasta en su floración.

Si poeta, canta un ideal; si sabio, lo define; si santo, lo enseña; si héroe, lo ejecuta.

Pueden adivinarse en un hombre joven las más conspicuas aptitudes para alcanzar la genialidad; pero es difícil pronosticar si las circunstancias convergerán a que ellas se conviertan en obras. Y mientras no las vemos, toda apreciación es caprichosa. Por eso, y porque ciertas obras geniales no se realizan en minutos, sino en años, un hombre de genio puede pasar desconocido en su tiempo y ser consagrado por la posteridad. Los contemporáneos no suelen marcar el paso a compás del genio, pero si éste ha cumplido su destino, una nueva generación estará habilitada para comprenderlo.

En vida, muchos hombres de genio son ignorados, proscritos, desestimados o escarnecidos. En la lucha por el éxito pueden triunfar los mediocres, pues se adaptan mejor a las modas ideológicas reinantes, para la gloria sólo cuentan las obras inspiradas por un ideal y consolidadas por el tiempo que es donde triunfan los genios. Su victoria no depende del homenaje transitorio que pueden otorgarle o negarle los demás, sino de su propia capacidad para cumplir su misión. Duran a pesar de todo, aunque Sócrates beba cicuta, Cristo muera en la cruz o Bruno agonice en la hoguera; fueron los órganos vitales de funciones necesarias en la historia de los pueblos o de las doctrinas. Y el genio se conoce por la remota eficacia de su esfuerzo o de su ejemplo, más que por frágiles sanciones de los contemporáneos.

La magnitud de la obra genial se calcula por la vastedad de su horizonte y la extensión de sus aplicaciones. En ello se ha querido fundar cierta jerarquía de los diversos órdenes del genio, considerados como perfeccionamientos extraordinarios del intelecto y de la voluntad.

Ninguna clasificación es justa. Variando el clima y la hora puede ocurrir la aparición de uno u otro orden de genialidad de acuerdo con la función social que la suscita, y siendo la más oportuna, es siempre la más fecunda. Conviene renunciar a toda estratificación jerárquica de los genios, afirmando su diferencia y admirándolos por igual: más allá de cierto nivel todas las cumbres son excelsas. Nadie, si no fueran ellos mismos, podría creerse habilitado para decretarles rangos y desniveles. Ellos se despreocupan de estas pequeñeces; el problema es insoluble por definición.

Ni jerarquía ni especies: la genialidad no se clasifica. El hombre que la alcanza es el abanderado de un ideal. Siempre es definitivo: es un hito en la evolución de su pueblo o de su arte. Las historias adocenadas suelen ser crónicas de capitanes y conquistadores, las otras formas de genialidad entran en ellas como simples accidentes. Y no es justo. Homero, Miguel Ángel, Cervantes y Goethe vivieron en sus siglos más altos que los emperadores; por cada uno de ellos se mide la grandeza de su tiempo. Marcan fechas memorables, personificando aspiraciones inmanentes de su clima intelectual. El golpe de ala es tan necesario para sentir o pensar un credo como para predicarlo o ejecutarlo: todo ideal es una síntesis. Las grandes transmutaciones históricas nacen como videncias líricas de los genios artísticos, se transfunden en la doctrina de los pensadores y se realizan por el esfuerzo de los estadistas; la genialidad deviene función en los pueblos y florece en circunstancias irremovibles, fatalmente.

La exégesis del genio sería enigmática si se limitara a estudiar la biología de los hombres geniales. Ésta sólo revela algunos resortes de su aptitud y no siempre evidentes. Algunos pesquisan sus antepasados, remontando si pueden en los siglos por muchas generaciones, hasta apelmazar un puñado de locos y degenerados, como si en la conjunción de los siete pecados capitales pudiera estallar la chispa que enciende el ideal de una época. Eso es convertir en doctrina una superchería, dar visos de ciencia a falaces sofismas.

Ni, por esto, veremos en ellos simples productos del medio, olvidando sus singulares atributos. Ni lo uno ni lo otro. Si tal hombre nace en tal clima y llega en tal hora oportuna, su aptitud preexistente, apropiada a entrambos, se desenvuelve hasta la genialidad.

El genio es una fuerza que actúa en función del medio. (Págs 195-199)

Nota: Éste es el inicio del CAPÍTULO VIII con que termina EL HOMBRE MEDIOCRE, de José Ingenieros. Es una guía para quien desee analizar la biografía de José Carlos Mariátegui y comprender su Creación Heroica. Se presenta como parte de una Trilogía Conmemorativa: El Forjador, El Camino, (La Vojo en Esperanto) en homenaje al Iniciador del Socialismo Peruano.

Ragarro

07.10.08

EL CAMINO

Tras densa tiniebla deslumbra el objetivo,

al que con coraje nos encaminamos

Similar a estrella en nocturno cielo,

la dirección nos señala.

Y no nos atemorizan nocturnos fantasmas,

ni golpes del destino, ni mofas humanas,

porque claro, recto y muy definido

él es el camino elegido

Sembramos, sembramos, jamás nos cansamos,

en tiempos venideros pensando.

Cien semillas perdemos, mil semillas perdemos

Sembramos, sembramos, constantes.

¡Oh cesad!” burlando los hombres reprochan

¡No cesen, no cesen”! en el corazón nos resuena.

¡Con obstinación, adelante! Los nietos os bendecirán

si ustedes con paciencia resisten hasta el final”

¡Sólo rectos, corajudos y sin torcernos

iremos al camino propuesto!

Hasta una gota pequeña, constante golpeando,

horada el monte granítico.

Esperanza, obstinación y paciencia

he ahí los signos, por cuya potencia

paso a paso, después de larga labor,

lograremos el objetivo con gloria.

Lazaro Ludovico Zamenhof

(1859-1917)

LA VOJO

Tra densa mallumo briletas la celo,

Al Kiu Kurag’ ni iras

Simile al stelo en nokta c’ielo

Al ni la direkton g’l diras

Kaj nin ne timigas la noktaj fantomoj,

nek batoj de I’sorto, nek mokoj de I’homoj,

c’ar klara kaj rekta kaj tre difinita

g’l estas, la voj’ elektita.

Ni semas kaj semas, neniam lacig’as,

pri tempoj estontaj pensante.

Cent semoj perdig’as, mil semoj perdig’as

Ni semas kaj semas konstante.

¡Ho, c’esul!” mokante la homoj admonas-

Ne c’esu, ne c’esul” en kor’al ni sonas:

Obstine antaúen! La nepoj vin vemos,

se vi pacience eltenos.”

Nur rekte, kurag’e kaj ne flankig’ante

Ni iru la vojon celitan!

Ec’ guto malgranda, konstante frapante,

Traboras la monton granitan

L’espero, l’obstino kaj la pacienco-

jen estas la signoj, per kies potenco

ni pas’o post pas’o, post longa laboro,

Atingos la celon en gloro.

(Original en Esperanto)

Lazaro Ludoviko Zamenhof

(1859-1917)

JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI

Y SU CREACIÓN HEROICA


I Cronología Sumaria


01

1894

14.06

Nace en Moquegua - Perú

02

1902

8 a.

Baldado de la pierna izquierda

03

1909

15 a.

Trabaja en imprenta.

Primer artículo: Defensa de Pablo Iglesias

04

1917

23 a.

Maximalismo Peruano, definición del

Socialismo Peruano

05

1918

24 a.

Nuestra Época, “revista de combate”

06

1919

25 a.

La Razón, “diario proletario”

07

1919

25 a.

Deportado a Europa

08

1923

29 a.

Regresa al Perú: “soy partidario ( ) del

Frente Único Proletario”

09

1924

30 a.

Pierde la pierna derecha: en silla de ruedas

de por vida

10

1926

32 a.

Amauta, revista “de doctrina, arte, literatura,

polémica”

11

1928

34 a.

Creación Heroica en Teoría y Práctica

12

1930

16.04

Fallece en Lima - Perú:

Admonición Trascendental


II Polémica Básica

1.- Contra el Anarquismo Sindicalista

2.- Contra el Indigenismo Restauracionista

3.- Contra el Nacionalismo Anti-internacionalista

4.- Contra el Internacionalismo Anti-nacionalista


III Lucha Social

1.- Reivindicativa: Derecho al Trabajo Emancipado, a la Vida Digna, al Cambio Social

2.- Electoral: Para agitación y Propaganda Clasista

3.-Insurgente: Armas-Programa-Doctrina


IV Creación Heroica:

I Teoría


1.- Construcción Ideológica:

Defensa del Marxismo

2.- Construcción Teórica:

7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana

3.- Construcción Política:

Ideología y Política en el Perú

4.-Construcción Orgánica:

Invitación a la Vida Heroica


V Creación Heroica:

II Práctica


18.03.23

Frente Único Proletario: Programa Mínimo, Reivindicativo

07.10.28

Partido Socialista Peruano: Programa Máximo, Prospectivo

10.11.28

Labor, quincenario “de información e ideas”

01.05.29

CGTP Confederación General de Trabajadores del Perú,

Manifiesto


Ramón García Rodríguez

07.10.04

Nota.- Se vuelve a difundir 20 años después, cuatro lustros después, considerando que aún conserva plena actualidad.

Dedicado especialmente a las Nuevas Oleadas de Activistas NOA

ragarro2002@gmail.com

07.10.24


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EL PARTIDO DE MARIÁTEGUI

Hace 96 años, el 7 de octubre de 1928, por iniciativa de José Carlos Mariátegui y sus colaboradores más inmediatos, se fundó el Partido Socialista del Perú, la primera organización revolucionaria en la historia de nuestro país, que legara a la posteridad infinitas tareas y compromisos, muchos de los cuales están aún pendientes.

Al constituirse este núcleo modestamente denominado “Comité Organizador” se adicionó un documento titulado “Principios Programáticos del Partido Socialista”, que fuera recogido por Ricardo Martínez de la Torre, y publicado inicialmente en el tomo II de sus “Apuntes para una Interpretación Marxista de la Historia Social del Perú”.

En verdad, la fundación del movimiento y el contenido de esta declaración, constituyen un solo acto. Se justifican y se entienden como elementos complementarios de una sola acción que estuvo orientada a forjar una vanguardia política en nuestra patria, capaz de abrir un horizonte transformador a la realidad entonces vigente y que aún impera en nuestro tiempo.

No se entiende, entonces, el uno sin el otro. Ambos se suman y añaden un solo contenido que tiene vigencia en nuestros días.

La declaración de principios tiene, entonces, una importancia capital para comprender los propósitos del Amauta y su afán por construir una herramienta de lucha que se proyecte en el tiempo y que cumpla con los deberes que la historia impone a los grandes procesos sociales.

Confirmando el enfoque marxista que lo orienta, el documento subraya el sesgo internacional de la economía, que complementa con el carácter internacional del proletariado. Fenómenos inherentes a la sociedad capitalista en su estadio imperialista.

Al mismo tiempo, embrida dos procesos complementarios: la Revolución de la Independencia del yugo español, y la Revolución Socialista, un “movimiento mancomunado de todos los pueblos oprimidos por el capitalismo”.

Así se anudan dos claves que devienen en consustanciales: la revolución social, como transformación de las estructuras caducas y obsoletas heredadas del pasado; y el socialismo, que se habrá de construir con la suma de voluntades humanas de los trabajadores de todos los países. Para abordar esos propósitos, el manifiesto resalta el papel de la ideología -el marxismo-leninismo- al que el Partido Socialista “adopta como su método de lucha”.

Enhebrar conceptos como "revolución", "socialismo" y "clase obrera" para diseñar el carácter y el contenido de la lucha de nuestro tiempo, constituye una suerte de profecía que se complementa con una formulación confirmada por la historia y que hoy se torna urgente cuando, de todos los rincones del país, se clama ante la ausencia de valores, la carencia de ética y el imperio de la iniquidad: “Sólo el Socialismo puede resolver el problema de una educación efectivamente democrática e igualitaria”.

Consciente de la complejidad de los acciones a abordar, el programa de Mariátegui diferencia las tareas de la Revolución Democrático-burguesa, de los objetivos de la Revolución Socialista. Aunque hoy se habla de dos etapas de un proceso único, nadie puede negar que la táctica revolucionaria impone en uno u otro caso, significativas variantes.

En la parte final del programa se plantean los deberes específicos del partido: “El Partido Socialista del Perú es la vanguardia del proletariado, la fuerza política que asume la tarea de su orientación y dirección en la lucha por la realización de sus ideales de clase”.

Se formula esta aseveración no como una orden que deban acatar los ciudadanos, sino como un reto que el partido debe empeñarse en cumplir en cada recodo del camino. Y es que sólo un partido que, en los hechos, juega el rol de vanguardia, cumple la indicación que sintetiza el Amauta.

De este modo, Mariátegui confirmó su condición de comunista a carta cabal. Algunos, para disminuir su esencia, lo adjetivan: “heterodoxo”, “contestatario”, “iconoclasta”. Eso no le resta nada. Mucho se ha discutido respecto a lo que ocurrió después de 1930 con el partido que nos legara José Carlos. Ese partido cambió de nombre con la aquiescencia del Amauta, y pasó a denominarse Partido Comunista.

Y estuvo presente en las batallas contra dictaduras siniestras de nuestra historia: Sánchez Cerro, Benavides, Odría y Alberto Fujimori, alumbrado por destacados luchadores sociales como Jorge del Prado o Isidoro Gamarra, y entregó la vida de sus mejores hijos, como Pedro Huilca.

Lo acreditan imbatibles combates en distintas épocas, pero también el movimiento estudiantil de los años sesenta, el accionar de la clase obrera en los 70, y la unidad de las fuerzas progresistas construida en los 80. Más allá del prejuicio y la mezquindad, con aciertos y errores, constituye una verdad innegable.

Hoy la dispersión y la desorientación han cundido. Los retos de nuestro tiempo son mayores y exigen una actitud más amplia y constructiva. Demandan una conciencia de clase definida y lúcida. No se pueden, por eso mismo, abordar con voluntades aisladas. Hay que forjar herramientas más poderosas.

El Partido de los Comunistas Peruanos, constituye exigencia apremiante para hacer honor al legado del Amauta y luchar exitosamente contra el Imperialismo, la oligarquía nativa y la mafia que oprime hoy a los peruanos. La reunificación de los comunistas asoma como la primera tarea.

Gustavo Espinoza Montesinos

07.10.24

Nota. Subrayado por el C-PI


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LA FORMACIÓN SOCIALISTA REVOLUCIONARIA ITALIANA

DE MARIÁTEGUI Y LA ORTODOXIA SOCIALISTA RUSA


Residí más de dos años en Italia,

donde desposé una mujer y algunas ideas”

Carta a Samuel Glusberg, 10 de Enero de 1927.

Es una constatación práctica, que Mariátegui no se autodenominó "marxista-leninista" y se declaró simplemente "Marxista convicto y confeso"…; que tituló solo "Defensa del marxismo" a uno de sus mas importantes libros, escrito precisamente en defensa del marxismo revolucionario, y que solo hiciese dos (o 3) alusiones al "marxismo-leninismo" en toda su obra, entre ellas las que figuran en el Programa del Partido Socialista del Perú, que el constituyese.

A este respecto, habría que empezar por señalar que la acepción "marxismo-leninismo" es usada por primera vez por Nicolai Bujarin, en su “Informe sobre el Programa de la Internacional Comunista”, en su calidad de Secretario del Comité Ejecutivo, en el “VI Congreso de la Internacional Comunista” (VI Congreso de la Internacional Comunista, Informes y Discusiones, Cuadernos de Pasado y Presente), realizado entre Junio y Septiembre de 1926. Es allí precisamente, donde Bujarin señala que los principios fundamentales del Programa son los del "marxismo-leninismo", considerando que "debemos insistir particularmente sobre el hecho de que nosotros nos mantenemos firmemente sobre el terreno del marxismo-leninismo ortodoxo" (Obra citada. Segunda parte. Informes y discusiones. Cuadernos de Pasado y Presente Nº 67, Pág.148), precisando que la Internacional Comunista era "heredera de las mejores tradiciones de la II Internacional de antes de la guerra" (Obra citada, Primera Parte, Tesis, manifiestos y resoluciones. Cuadernos de Pasado y Presente Nº 66, Pág.249).

Resulta importante tener en cuenta que aún antes de este evento, J.V. Stalin publicara dos textos, que tituló, "Fundamentos del Leninismo" y "Cuestiones del Leninismo" y no del "marxismo-leninismo".

MARIÁTEGUI, GRAMSCI Y "L´ORDINE NUOVO"

Contra lo usualmente pensado por la mayoría de nosotros, el propio Mariátegui reconoció haber realizado su mejor aprendizaje y haberse asimilado al marxismo, en Europa, principalmente en Italia (La mayoría de nosotros, salvo muy honrosas excepciones, fuimos formados en la imagen de un Mariátegui tributario de la "ortodoxia" oficial socialista o comunista, que no era otra que la visión del socialismo soviético o ruso, visión hegemónica mundial, a partir del papel directriz en la Internacional Comunista, del Partido Comunista de la URSS).

A esa Italia, considerada como el país en que la lucha de clases había alcanzado el punto mas alto, tanto en el nivel de la praxis como en el de la elaboración teórica, es donde llega Mariátegui, en su periplo europeo, y donde se forma como revolucionario, socialista marxista, pero no del marxismo en general sino de uno determinado, específico, vinculado a al experiencia italiana. Es a partir de esa Italia que Mariátegui leerá a Marx con el filtro del historicismo italiano, informándose del desarrollo de la Revolución Socialista de Octubre, a través de fuentes e interpretaciones italianas.

Fueron esos años, de 1919 a 1923, vividos principalmente en Italia, y principalmente bajo la influencia de "L´Ordine Nuovo" (Semanario Socialista turinés, ligado a los Consejos de Fábricas y a la influencia de la Internacional Comunista, que impulsaría el nacimiento del Partido Comunista de Italia), junto a Gramsci, a Terracini y a Gobetti, los determinantes para el desarrollo político y cultural de Mariátegui, pues lo transformaron en un revolucionario maduro y un pensador marxista (recordemos sus "Cartas de Italia").

En resumen, como ya lo habían insinuado en su momento Estuardo Núñez, Robert Paris y Antonio Melis, su formación ideológica es, principalmente socialista revolucionaria italiana, pues allí vivió una revolución en marcha y el deslinde entre "maximalistas" y reformistas en el movimiento socialista. Allí percibió, de manera más directa y analítica, junto a los socialistas italianos, el aliento renovador de Lenin y de la Revolución de Octubre, a través de una lectura del marxismo, que rescató su esencia y espíritu revolucionario, en oposición a la visión fosilizada y positivista de los teóricos y dirigentes oportunistas de la II Internacional.

Mas recientemente, Fernanda Beigel recogiendo el itinerario italiano de Mariátegui concluirá que no sólo su formación marxista es principalmente italiana, sino que estuvo signada por la experiencia política del "ordinovismo", precisando que "Este particular modo de ver y protagonizar el advenimiento del "nuevo orden" tuvo una gran influencia en la formación ideológica de Mariátegui. Su convicción "maximalista" se formó en el ambiente italiano de estos años y su conocimiento del comunismo estuvo estrechamente ligado a las posiciones de la fracción ordinovista" (Fernanda Beigel. "Una mirada sobre otra: el Gramsci que conoció Mariátegui", Pág.45).

EL DESLINDE CON EL MARXISMO DE LA II INTERNACIONAL

Antonio Gramsci señala que "El filisteo no ve la salvación fuera de los esquemas preestablecidos, no concibe la historia sino como un organismo natural que atraviesa momentos de desarrollo fijos y previsibles. Si siembras una bellota, puedes estar seguro que no nacerá más que un brote de encina, el cual crece lentamente y no da frutos hasta pasados muchos años. Pero ni la historia es una tierna encina ni bellotas los hombres" y añade "La historia no es un cálculo matemático : no existe en ella un sistema métrico decimal, una numeración progresiva de cantidades iguales que permita las cuatro operaciones, las ecuaciones y la extracción de raíces. La cantidad (estructura económica) se convierte en cualidad porque se hace instrumento de acción en manos de los hombres"… (Antonio Gramsci "Utopía").

Por su parte Mariátegui describía: "La filosofía evolucionista, historicista, racionalista, unía en los tiempos pre-bélicos, por encima de las fronteras políticas y sociales, a las dos clases antagónicas. El bienestar material, la potencia física de las urbes habían engendrado un respeto supersticioso por la idea del progreso. La humanidad parecía haber hallado una vía definitiva. Conservadores y revolucionarios aceptaban prácticamente las consecuencias de las tesis evolucionistas*" ("Dos concepciones de la vida", "El alma matinal", Pág.17), y añadía "Los reformistas resistieron a la Revolución, durante la agitación revolucionaria post-bélica, con razones del mas rudimentario determinismo económico. Razones que, en el fondo, se identificaban con las de la burguesía conservadora, y que denunciaban el carácter absolutamente burgués, y no socialista, de ese determinismo" ("El determinismo marxista", "Defensa del marxismo", Pág.67).

Gramsci señalará sobre la Revolución de Octubre que "Los hechos han provocado la explosión de los esquemas críticos en cuyo marco la Historia de Rusia habría tenido que desarrollarse según los cánones del materialismo histórico", que los bolcheviques "no han levantado sobre las obras del maestro" (NOTA MIA: se refiere a Marx) "una exterior doctrina de afirmaciones dogmáticas e indiscutibles. Viven el pensamiento marxista,"…"Y ese pensamiento no sitúa nunca como factor máximo de la historia los hechos económicos en bruto, sino siempre el hombre, la sociedad de los hombres, de los hombres que se reúnen, se comprenden, desarrollan a través de esos contactos (cultura) una voluntad social, colectiva, y entienden los hechos económicos, los juzgan y los adaptan a su voluntad hasta que ésta se convierte en motor de la economía, en plasmadora de la realidad objetiva, la cual vive entonces, se mueve y toma el carácter de materia telúrica en ebullición, canalizable por donde la voluntad lo desee, y como la voluntad lo desee" Antonio Gramsci. "La Revolución contra "El Capital").

Gramsci, concluirá señalando que "Marx no ha escrito un credillo, no es un Mesías que hubiera dejado una ristra de parábolas cargadas de imperativos categóricos, de normas indiscutibles, absolutas, fuera de las categorías del tiempo y del espacio".(Antonio Gramsci. "Nuestro Marx").

Coincidentemente, nuestro Mariátegui señalará que "El marxismo,…"es un método fundamentalmente dialéctico. Esto es, un método que se apoya íntegramente en la realidad, en los hechos. No es, como algunos erróneamente suponen, un cuerpo de principios de consecuencias rígidas, iguales para todos los climas históricos y todas las latitudes sociales". (J.C. Mariátegui. "Mensaje al Congreso Obrero", Enero de 1927).

Muerto Mariátegui, en 1930, Antonio Gramsci, continuará, desde sus "Cuadernos de la Cárcel" el deslinde con lo que, tanto Mariátegui como él, apreciaban como el retorno del trastocamiento teórico oficializado por la II Internacional, superado por Lenin y por la propia materialización de la Revolución de Octubre, siguiendo el hilo conductor ofrecido por "Los problemas fundamentales del marxismo" de Plejanov, de 1908, que constituyó la tentativa más completa de "manualización" filosófica del marxismo, y que volvía a perfilarse tras "el Manual" de Bujarin (denominado "Teoría del Materialismo histórico"), permitiéndole "determinar una serie de divergencias respecto a una interpretación del marxismo teórico muy difundida en el grupo bolchevique, y destinada a asumir más tarde rasgos cada vez mas notorios con el perfilamiento del "marxismo-leninismo" (Leonardo Paggi "La teoría general del marxismo en Gramsci". Introducción a "Escritos Políticos", Editorial Siglo XXI, Pág.1), que en su desarrolló implicó el retorno del positivismo como "socialismo científico", que instituyó las nociones de "materialismo histórico" y "materialismo dialéctico", ajenas a Marx, rompiendo la unidad de su concepción de la historia, disociándola entre, un método permanente, eterno o universal, y por lo tanto fuera de la historia, que aparece operando como una suerte de fórmula abstracta que garantizaría un conocimiento "científico", y una teoría histórico-filosófica de carácter general, que a su vez implicará:

- El estímulo de la creencia de que la historia de la humanidad, después de pasar por modos de producción determinados, para cualquier sociedad, y dados los efectos de la crisis del capitalismo, conducirá necesariamente a la implantación del Socialismo; y Una concepción mecánica de las relaciones entre "estructura" y "superestructura" como compartimentos separados formalmente en la sociedad analizada, acentuando la importancia del factor económico (estructura), deduciendo de ella la superestructura (y no como dos momentos que de ninguna manera pueden separarse de la totalidad, donde permanecen unidas a través de determinaciones recíprocas que deben ser examinadas de una manera histórico-concreta).

¿MARXISTA O MARXISTA-LENINISTA?

Es entonces posible, que la razón de que tanto Gramsci como Mariátegui, dos socialistas revolucionarios, marxistas, formados (aunque con diferente ritmo) en el mismo escenario y la misma época, no se autodenominasen "marxistas-leninistas", fuese la enorme desconfianza que les inspiraba (como a parte importante del movimiento socialista europeo), este reconocimiento de "las mejores tradiciones de la II Internacional", y el "marxismo-leninismo", entendido, precisamente como la recuperación de éstas, lo cual parecía implicar, necesariamente, la recuperación de Kautsky y Plejanov, los principales representantes de una lectura marxista predominante en la II Internacional, fuertemente positivista, economicista, evolucionista y teleológica, dominante durante la segunda parte del Siglo XIX y hasta la I Guerra Mundial, que daba forma a una noción de socialismo pensado como resultado de una evolución natural, como si el desarrollo de las fuerzas productivas, las contradicciones internas del modo de producción capitalista y sus crisis periódicas, provocaran inevitablemente su derrumbe y la instauración del socialismo.

A este respecto, Joaquín Santana señala que impresiona la coincidencia de ambos en rechazar toda reducción positivista o sociologista del marxismo. "Efectivamente, tanto el uno como el otro, reaccionan en contra de la lectura cientificista del marxismo, pues ésta introduce un determinismo objetivismo que no deja lugar a la actividad transformadora y consciente del sujeto revolucionario. A su vez, rechazan la identificación del materialismo histórico como una mera teoría sociológica. Para ellos, la concepción materialista de la historia posee un carácter filosófico con un contenido más general y totalizador" (Joaquín Santana "Gramsci y Mariátegui", Pág.4).

Oswaldo Fernández-Díaz añade "Detrás del impacto de la revolución rusa ambos pensaron en Marx en términos de ruptura, por lo que la dinámica dominante de sus reflexiones es la de superación de una ortodoxia y la duda permanente acerca de la necesidad de reemplazarla. Por la misma razón, toman distancia de lo que era oficial en la esfera marxista antes de la Primera Guerra Mundial, colocándose fuera de la órbita de la Segunda Internacional." (Oswaldo Fernández–Diaz "Gramsci y Mariátegui: frente a la ortodoxia", Pág.135).

Particularmente, para el caso de Mariátegui, los mismos autores señalan que el voluntarismo mariateguiano tiene un carácter anti-reformista, contrario al marxismo evolucionista y positivista de la Segunda Internacional, y que los elementos religiosos en su pensamiento están relacionados con la necesidad de un fuerte impulso ético, que supere el chato racionalismo del reformismo socialdemócrata, buscando aislar el marxismo del fatalismo socialdemócrata y recuperar su sentido heroico y creador y la centralidad del elemento volitivo. Es por ello que Melis, considera que "ante la aguda mirada de Mariátegui el triunfo de Lenin y los bolcheviques se presenta como una comprobación de la iniciativa subjetiva en la ruptura revolucionaria, vale decir, como un acontecimiento histórico que representa un franco y efectivo cuestionamiento del marxismo positivista de la Segunda Internacional y su visión fatalista de los procesos sociales” (Carlos Arroyo Reyes, "La parábola mariateguiana de Antonio Melis", Pág.9).

GRAMSCI Y MARIÁTEGUI SOBRE MARX Y LENIN

Los "liquidadores" pretenderán que con ésto estoy señalando que tanto Gramsci como Mariátegui fueron contrarios a V. I. Lenin. Nada más falso. Lo cierto es que, a su vez, Gramsci y Mariátegui coincidirán en la valoración de V. I. Lenin y su pensamiento, pero desde Marx.

Así Gramsci dirá que "Marx inicia intelectualmente una edad histórica que durará probablemente siglos, esto es, hasta la desaparición de la sociedad política y el advenimiento de la sociedad regulada. Solo entonces su concepción del mundo será superada (concepción de la necesidad superada por la concepción de la libertad)" (Antonio Gramsci. "El materialismo histórico y la filosofía de Benedetto Croce". Ediciones Nueva Visión, Buenos Aires, Pág.82).

Mariátegui acotará que "Mientras el capitalismo no haya trasmontado definitivamente, el canon de Marx sigue siendo válido. El socialismo, o sea la lucha por transformar el orden social de capitalista a colectivistas mantiene viva esa crítica, la continúa, la confirma, la corrige" (J.C. Mariátegui "La filosofía moderna y el marxismo", Defensa del marxismo, Págs. 40 y 41).

Y ambos ubicarán la relación Marx-Lenin de manera distinta a Bujarin, no dejando que tras esta relación "se cuele" encubierto y "actualizado" el marxismo de la II Internacional.

"Trazar un paralelo entre Marx e Ilich para determinar la jerarquía respectiva es torpe y ocioso: ambos expresan dos fases : ciencia-acción, que son homogéneas y heterogéneas al mismo tiempo" (Antonio Gramsci. "El materialismo histórico y la filosofía de Benedetto Croce").

"Lenin no es un ideólogo sino un realizador. El ideólogo, el creador de una doctrina carece, generalmente, de sagacidad, de perspicacia y de elasticidad para realizarla. Toda doctrina tiene, por eso sus teóricos y sus políticos. Lenin es un político: no es un teórico" (J.C. Mariátegui "Lenin", Variedades, 22/09/1923, publicado en "Mariátegui y la Revolución de Octubre. Escritos 1917-1930", Pág. 73).

Gustavo Pérez Hinojosa

09.10.24


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EL MARXISMO LATINOAMERICANO:

MARIÁTEGUI Y ERNESTO "CHE" GUEVARA

El objeto de la presente exposición es motivar la atención y la investigación sobre los orígenes y la existencia de una corriente marxista propia de Latinoamérica, con características propias y singulares, distintas a las impartidas desde los que podríamos considerar, otrora, los centros ideológicos mundiales del marxismo : la URSS y China Popular, corriente cuyos principales exponentes son J.C. Mariategui y el Comandante Ernesto "Chè" Guevara, no muy difundida, en la medida en que ambos guardaron discrepancias con lo que se devino en llamar, entonces, la "ortodoxia" marxista.

LA DIFUSIÓN DE MARXISMO EN AMÉRICA LATINA:

Los estudiosos señalan que el marxismo empezó a difundirse en Amèrica Latina hacia finales del Siglo XIX, introducido por emigrantes alemanes (algunos muy representativos, como German Ave-Lallemant), italianos o españoles, inspirando la creación de organizaciones socialistas vinculadas al pensamiento de la II Internacional, como el Partido Socialista Argentino (fundado en 1895) y el Partido Socialista Obrero de Chile. Fue precisamente el argentino Juan B. Justo, uno de los primeros traductores de "El Capital" al español (1896).

Este primer marxismo que tuvimos y experimentamos, que podríamos denominar de la primera generación de difusores y propagandistas, fue en gran medida calco y copia del pensamiento emancipador de origen europeo que había que "aplicar" a las formaciones sociales de América Latina, en lugar de intentar asumirlo como propio desde estas realidades; concepción social evolucionista, determinista, impregnada incluso de darwinismo social, que convertía al marxismo en una doctrina, un conjunto de proposiciones fijas y cerradas.

Es recién con la generación fundacional, generada en los años 20, con base en el Movimiento de la Reforma Universitaria de Córdoba de 1918, y el "arielismo", el juvenilismo, el "modernismo" y el "romanticismo" anticapitalista; que abarca figuras como José Martí en Cuba, Rubén Darío en Nicaragua, José Vasconcelos en México, Rodó en Uruguay, José Ingenieros en Argentina, que contrapone la cultura latinoamericana a la civilización yanqui imperialista, y que se radicaliza a partir de la intervención yanqui en la Guerra entre Cuba y España de 1898, la posesión colonial de Puerto Rico, la creación de Panamá, el bombardeo de Veracruz y las intervenciones en Santo Domingo, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Costa Rica, etc; que se produce una gran ruptura epistemológica y política, y surge un marxismo específicamente latinoamericano, cuyos mayores exponentes van a ser José Carlos Mariategui, Julio Antonio Mella y Farabundo Martí. Una generación que toma el marxismo como una herramienta creadora y no simplemente como una bandera doctrinaria, como una identidad fija y cristalizada, y para la cual hay un núcleo indisoluble entre Reforma Universitaria, antiimperialismo y socialismo. Para ésta el antiimperialismo tiene que ir de la mano con el socialismo, no puede haber socialismo en América Latina sin antiimperialismo. De esa generación fundacional, brillante, radical y perdurable, la figura mas importante, será sin duda, José Carlos Mariategui.

DE LA ESTACIÓN FINLANDESA DE PETROGRADO A LA ESTACIÓN PERUANA DE "LOS DESAMPARADOS" O LA OSADÍA DE PENSAR CON CABEZA PROPIA:

Curiosamente, mientras esto se producía en América Latina, a nivel de la III Internacional, renacían bajo nueva forma el positivismo y el determinismo económico, de los Kautsky y los Plejanov (contra los cuales combatiera V.I.Lenin, y se alzara la demostración práctica de la Revolución Socialista de Octubre en el país capitalista mas atrasado y agrícola de Europa Oriental, y no en las modernas Alemania, Inglaterra o Francia), producto de una interpretación deformada e incompleta de Marx, y pretendiendo que los países de América Latina pasaran por las mismas etapas históricas que la Inglaterra analizada en "El Capital" de Marx, y que en consecuencia su revolución fuese sólo una revolución democrática antiimperialista y antifeudal, y que integrase a la burguesía nacional como aliada.

¿Cuál era el origen de esta forma de pensar?.

Durkheim, importante exponente de la Sociología Positivista moderna señalaba en "Las reglas del método sociológico": "la primera regla y la más fundamental es el considerar los hechos sociales como cosas"… "Comte, es verdad, proclamó que los fenómenos sociales son hechos naturales sometidos a leyes naturales. Con ello reconoció implícitamente su carácter de cosas, pues no hay mas que cosas en la naturaleza".

Kautsky, quien definió el marxismo como "el estudio científico de las leyes de la evolución del organismo social" (Kautsky."La cuestión agraria"), por su parte señalara que: "la dominación del proletariado y la revolución social no pueden producirse antes que las condiciones preliminares, tanto económicas como psicológicas, de una sociedad socialista no estén suficientemente realizadas" y que "sólo allí donde el sistema de producción capitalista ha alcanzado un alto grado de desarrollo, permiten las condiciones económicas la transformación por el poder público de la propiedad capitalista de los medios producción en propiedad social" (Kautsky. "La revolución social").

Plejanov, quien en la polémica con los populistas rusos se inclinó hacia una interpretación mecanicista-determinista del marxismo, pretendiendo probar que los hombres no tienen mas libertad que una piedra, dirá "Una causa externa ha comunicado a una piedra determinada cantidad de movimiento… Suponed ahora que la piedra piensa que tiene conciencia de su movimiento, que le hace experimentar placer, pero que no conoce sus causas, que ignora incluso que existe alguna causa externa a ese movimiento. ¿Cómo se lo representará entonces?. Indiscutiblemente como el resultado de su propio deseo, de su libre albedrío: dira que se mueve porque quiere moverse" (Plejanov. "La concepción monista de la historia").

Bujarin, uno de los principales responsables de la estrategia revolucionaria diseñada por la III Internacional para los países de América Latina, por su parte, dirá: "Del mismo modo en que se estudia una máquina cualquiera, un reloj, por ejemplo, ha examinado Marx el régimen capitalista donde los industriales y los propietarios rurales reinan, y donde los obreros y campesinos están oprimidos. Supongamos que al observar el reloj, advertimos que una de sus ruedas está mal ajustada a otra, y que a cada vuelta, se van enredando cada vez más; podemos prever, después de esto, que el reloj va a romperse y a detenerse… La sociedad capitalista se parece a un mecanismo mal ajustado, una parte del cual engrana en la otra. Por eso, tarde o temprano, esa máquina se romperá en pedazos, inevitablemente" (Bujarin. "ABC del comunismo").

El concepto de que una sociedad está "madura" o no para una revolución socialista corresponde a esta problemática social-naturalista, que concibe la historia como un proceso gobernado por "leyes objetivas", semejantes a las leyes de la naturaleza, e independientes de la voluntad o de la praxis humana. Tal es el trasfondo de la línea de la revolución democrático burguesa, agraria y antiimperialista, preconizada por la III Internacional a través del Secretariado Sudamericano de la Internacional, con sede en Buenos Aires, ya que su golpe principal debía dirigirse contra los terratenientes, a través de una reforma agraria profunda y contra la dominación imperialista, mediante la nacionalización y expropiación sin indemnización, de las empresas monopolistas controladas por el capital extranjero. Una línea de fácil implantación si tenemos en cuenta que se respaldaba en el prestigio de Revolución Socialista de Octubre y del propio V.I. Lenin, y que encontró como casi solitario impugnador a J.C. Mariategui, quien cuestionará la aplicación del esquema histórico-económico evolutivo (esclavismo-feudalismo-capitalismo-socialismo) para el Perú y América Latina, la posibilidad de la participación de la burguesía nacional en la revolución, y reclamará para ésta su carácter socialista.

¿Cómo estaba formado este Mariategui?. ¿De donde sacó la talla, el coraje, y el fundamento, para enfrentar, desde dentro del campo revolucionario, las directivas de la Internacional Comunista para América Latina?.

Se trataba de un peruano, cuya estancia en Europa le había permitido añadir, a la herencia del Movimiento de la Reforma Universitaria de Córdoba de 1918, y del "arielismo", del juvenilismo, del "modernismo" y del "romanticismo" anticapitalista, la rica experiencia socialista de la Europa de 1919 a 1923, y que quizás a través del conocimiento de marxistas de la estatura de Gramsci y Rosa Luxemburgo, conocería de la crítica de Marx al "materialismo anterior" porque "sólo concibe las cosas, la realidad, la sensoriedad bajo la forma de objeto o de contemplación, pero no como actividad sensorial humana, no como práctica, no de modo subjetivo", que "La teoría materialista de que los hombres son producto de las circunstancias"…y de que, "por tanto, los hombres modificados son producto de circunstancias distintas"….."olvida que son los hombres, precisamente, los que hacen que cambien las circunstancias"…, que "La coincidencia de la modificación de las circunstancias y de la actividad humana sólo puede concebirse y entenderse racionalmente como práctica revolucionaria", que "la esencia humana no es algo abstracto inherente a cada individuo. Es, en su realidad, el conjunto de las relaciones sociales", que "La vida social es, en esencia, práctica", y que "Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo" (Carlos Marx. "Tesis sobre Feuerbach").

Lo cierto es que conoció de primerísima mano al Antonio Gramsci que señalara sobre la Revolución Socialista de Octubre, que ésta era "la Revolución contra El Capital, de Carlos Marx", que "era en Rusia el libro de los burgueses mas que el de los proletarios. Era la demostración critica de la fatal necesidad de que en Rusia se formara una burguesía, empezara una Era capitalista, se instaurase una civilización de tipo occidental, antes de que el proletariado pudiera pensar siquiera en su ofensiva, en sus reivindicaciones de clase, en su revolución. Los hechos han superado las ideologías. Los hechos han provocado la explosión de los esquemas críticos en cuyo marco la Historia de Rusia habría tenido que desarrollarse según los cánones del materialismo histórico. Los bolcheviques reniegan de Carlos Marx, afirman con el testimonio de la acción cumplida, de las conquistas realizada, que los cánones del materialismo histórico no son tan férreos como podía creerse y como se ha creído", que "si los bolcheviques reniegan de algunas afirmaciones de El Capital, no reniegan, en cambio, de su pensamiento inmanente, vivificador. No son "marxistas", y eso es todo; no han levantado sobre las obras del maestro una exterior doctrina de afirmaciones dogmáticas e indiscutibles. Viven el pensamiento marxista, el que nunca muere, que es la continuación del pensamiento idealista italiano y alemán, y que en Marx se había contaminado con incrustaciones positivistas y naturalistas. Y ese pensamiento no sitúa nunca como factor máximo de la historia los hechos económicos en bruto, sino siempre el hombre, la sociedad de los hombres, de los hombres que se reúnen, se comprenden, desarrollan a través de esos contactos (cultura) una voluntad social, colectiva, y entienden los hechos económicos, los juzgan y los adaptan a su voluntad hasta que ésta se convierte en motor de la economía, en plasmadora de la realidad objetiva, la cual vive entonces, se mueve y toma el carácter de materia telúrica en ebullición, canalizable por donde la voluntad lo desee, y como la voluntad lo desee", y que "La predicación socialista ha creado la voluntad social del pueblo ruso. ¡Por qué había que esperar que se renovase en Rusia la Historia de Inglaterra, que se formase en Rusia una burguesía, que se suscitará la lucha de clases y que llegara finalmente la catástrofe del mundo capitalista?. El pueblo ruso ha pasado por todas esas experiencias con el pensamiento, aunque haya sido con el pensamiento de una minoría" (A. Gramsci. La Revolución contra "El Capital"); añadiendo que "Marx no ha escrito un credillo, no es un Mesías que hubiera dejado una ristra de parábolas cargadas de imperativos categóricos, de normas indiscutibles, absolutas, fuera de las categorías del tiempo y del espacio".(A. Gramsci. "Nuestro Marx"), y posiblemente conocería también de Rosa Luxemburgo, quien señalaba que : "El socialpatriotismo polaco trató de "elaborar" una opinión de Marx sobre política corriente en un verdadero dogma, inmutable para toda la eternidad e independiente del desarrollo de las condiciones históricas, intocable por las dudas o por la critica simplemente porque lo dijo "el mismo Marx". Sin embargo, tal abuso del nombre de Marx a fin de sancionar una tendencia que se hallaba totalmente en contra de las nociones y la teoría del marxismo pudo haberse mantenido como una momentánea mistificación hecha principalmente a medida de la enajenación mental en las esferas de la intelectualidad nacionalista polaca.

La esencia del "marxismo" no depende de tales o cuales opiniones del momento, sino que se asienta sobre dos principios fundamentales: sobre el sistema dialéctico-materialista de investigación histórica, una de cuyas conclusiones principales es la teoría de la lucha de clases, y sobre el análisis de la economía capitalista, fundamentado por Marx"…"Así, la columna vertebral, el espíritu de toda la doctrina de Marx está constituido por el método dialéctico-materialista de investigación en las cuestiones sociales, método que no reconoce fenómenos, principios y dogmas estables o inmutables, "…método para el cual cada una de las "verdades" es pasible de eternas e implacables críticas por parte del desarrollo histórico" (Rosa Luxemburgo. "Prologo a la Cuestión polaca y el movimiento socialista").

Bebiendo de tales fuentes, nuestro Mariategui y en polémica con Henri de Man, afirmará a su vez que: "Otra actitud frecuente de los intelectuales que se entretienen en roer bibliografía marxista, es la de exagerar interesadamente el determinismo de Marx y su escuela con el objeto de declararlos, también desde este punto de vista, un producto de la mentalidad mecanicista del siglo XIX, incompatible con la concepción heroica, voluntarista de la vida, a que se inclina el mundo moderno, después de la guerra", añadiendo que "El marxismo, donde se ha mostrado revolucionario –vale decir donde ha sido marxista- no ha obedecido a un determinismo pasivo y rígido. Los reformistas resistieron a la Revolución, durante la agitación revolucionaria post-bélica, con razones del mas rudimentario determinismo económico. Razones que, en el fondo se identificaban con las de la burguesía conservadora, y que denunciaban el carácter absolutamente burgués, y no socialista, de ese determinismo. A la mayoría de sus críticos, la Revolución rusa, aparece, en cambio, como una tentativa racionalista, romántica, anti-histórica, de utopistas fanáticos", y concluye "El carácter voluntarista del socialismo no es, en verdad, menos evidente, aunque si menos entendido por la crítica, que su fondo determinista. Para valorarlo, basta, sin embargo, seguir el desarrollo del movimiento proletario, desde la acción de Marx y Engels en Londres, en los orígenes de la I Internacional, hasta su actualidad dominada por el primer experimento de Estado socialista: la URSS. En ese proceso, cada palabra, cada acto del marxismo tiene un acento de fe, de voluntad, de convicción heroica y creadora, cuyo impulso sería absurdo buscar en un mediocre y pasivo sentimiento determinista" (J.C. Mariategui. "El determinismo marxista", en "Defensa del Marxismo").

Asimismo añadirá mas tarde que "El materialismo histórico no es, precisamente el materialismo metafísico o filosófico, ni es una Filosofía de la Historia, dejada atrás por el progreso científico. Marx no tenía por qué crear mas que un método de interpretación histórica de la sociedad actual" (J.C. Mariategui. "La filosofía moderna y el marxismo", en "Defensa del Marxismo"), y que: "El marxismo, del cual todos hablan pero que muy pocos conocen y, sobre todo, comprenden, es un método fundamentalmente dialéctico. Esto es, un método que se apoya íntegramente en la realidad, en los hechso. No es, como algunos erróneamente suponen, un cuerpo de principios de consecuencias rígidas, iguales para todos los climas históricos y todas las latitudes sociales. Marx extrajo su método de la entraña misma de la historia. El marxismo, en cada país, en cada pueblo, opera y acciona sobre el ambiente, sobre el medio, sin descuidar ninguna de sus modalidades" (J.C. Mariátegui. "Mensaje al Congreso Obrero", Enero de 1927).

Pues bien, todo lo señalado nos da el fundamento de la osadía de J.C. Mariategui, de lanzar la idea de la Revolución, necesaria a la formación económico-social peruana e incluso a América Latina, desde estas tierras, en contradicción con la posición elaborada por Bujarin y Humbert-Droz para éstas, desde la III Internacional, "La revolución latinoamericana, será nada mas y nada menos que una etapa, una fase de la revolución mundial. Será simple y puramente, la revolución socialista. A esta palabra, agregad, según los casos, todos los adjetivos que queraís: "antimperialista", "agrarista", "nacionalista-revolucionaria". El socialismo los supone, los antecede, los abarca a todos", y añadirá "No queremos, ciertamente, que el socialismo sea en América calco y copia. Debe ser creación heroica. Tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje, al socialismo indo-americano" (J.C. Mariategui. "Aniversario y Balance", Septiembre de 1928), y lo repetirá en la Tesis enviada a la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana, de Buenos Aires, de 1929, "somos antiimperialistas porque somos marxistas, porque somos revolucionarios, porque oponemos al capitalismo el socialismo como sistema antagónico, llamado a sucederlo, porque en la lucha contra los imperialistas extranjeros cumplimos nuestros deberes de solidaridad con las masa revolucionarias de Europa" (J.C. Mariategui "Punto de vista antiimperialista", Mayo de 1929).

El resto de la historia es mas o menos conocido, las tesis del Partido Socialista del Perú, principalmente redactadas por J.C. Mariategui, y fundamentadas en la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana, de Buenos Aires, de 1929, por los delegados peruanos Hugo Pesce y Julio Portocarrero, fueron fuertemente criticadas por la representación de la Internacional Comunista. Un tiempo después de este evento, J.C. Mariategui, renunciaría a la Secretaria General del Partido, a favor de Eudocio Ravines, y tras la muerte de Mariategui, el Partido Socialista adoptaría el nombre de Partido Comunista del Perú, conforme a las exigencias de la Internacional, en Mayo de 1930, y a renglón seguido, en Diciembre de 1933 o Enero de 1934, el Partido Comunista, Sección Peruana de la Internacional Comunista, publicaría un documento titulado "Bajo la bandera de Lenin. Instructivas sobre la Jornada de las Tres LLL", donde dice "Antes de haber bebido de la fuente del marxismo y particularmente del leninismo, Mariategui había conocido del movimiento revolucionario a través de las mas diversas tendencias no proletarias. Tuvo grandes errores no sólo teóricos sino también prácticos. Son en realidad muy pocos los puntos de contacto entre el leninismo y el mariateguismo y estos contactos son mas bien incidentales. El mariateguismo confunde el problema nacional con el problema agrario; atribuye al imperialismo y al capitalismo en el Perú una función progresista; sustituye la táctica y la estrategia revolucionarias por el debate y la discusión, etc. Nuestra posición frente al mariateguismo es y tiene que ser de combate implacable e irreconciliable"…y luego vendría el texto de V.M. Miroshevski. "El "populismo" en el Perú. Papel de Mariategui en la historia del pensamiento social latinoamericano", 1941, donde el Amauta es calificado de "populista".

LAS VENTAJAS DE RECORRER AMÉRICA EN MOTOCICLETA

Tras una larga noche de olvido, un joven argentino, estudiante de Medicina, amigo de uno de los hijos de Deodoro Roca, el redactor del Manifiesto de la Reforma Universitaria de Córdova de 1918, asiduo lector de su Biblioteca personal, y admirador del humanismo revolucionario de Anibal Ponce, en uno sus ahora famosos viajes en Motocicleta por Suramérica, pasaría por el Perú y conocería con motivo de su interés médico en la Lepra, a un médico, como él, el Dr. Hugo Pesce, (quien precisamente fue uno de los que acudiera junto con Julio C. Portocarrero, en representación del Partido Socialista del Perú al Congreso del Buró Sudamericano de la Tercera Internacional, con sede en Argentina y debatiese sus puntos de vista con Victorio Codovilla, el representante de la Internacional para América Latina), quien le haría conocer personalmente la obra de José Carlos mariategui. Obviamente la influencia de esta obra en este joven, sería fundamental, y escribiría en su diario sobre este viaje: "El personaje que escribió estas notas murió al pisar de nuevo tierra argentina, el que las ordena y pule, yo, no soy yo; por lo menos no soy el mismo yo interior. Ese vagar sin rumbo por nuestra mayúscula América me ha cambiado más de lo que creí.", como retrata el final de una reciente película sobre esta historia.

Años después, el Dr. Pesce recibiría un ejemplar del libro "La guerra de guerrillas", con una dedicatoria del propio autor: "Al Doctor Hugo Pesce, que provocara, sin saberlo quizás, un gran cambio en mi actitud frente a la vida y la sociedad, con el entusiasmo aventurero de siempre pero encaminado a fines mas armoniosos con la necesidades de América".

Más tarde, triunfaría la Revolución Cubana, frente a la sorpresa y condena, del Partido Socialista Popular Cubano (nombre del Partido Comunista de Cuba), cuando el asalto al Moncada y después, cuando las guerrillas en Sierra Maestra. Crítica que compartirían la mayoría de Partidos Comunistas de América Latina.

Los dirigentes mas importantes de la Revolución Cubana, Fidel Castro y Ernesto "Che" Guevara, dirán, en Abril de 1961, en el discurso fúnebre para los caídos defendiendo la Patria cubana, en Playa Girón: "Había que hacer la revolución antiimperialista y socialista. Bien. La revolución antiimperialista y socialista sólo tenía que ser una, una sola revolución, porque no hay mas que una revolución. Esa es la gran verdad dialéctica de la humanidad: el imperialismo, y frente al imperialismo el socialismo" (Fidel Castro. "La Revolución Cubana 1953-1962), y en el "Mensaje a los pueblos del mundo a través de la Tricontinental":..."las burguesías autóctonas han perdido toda su capacidad de oposición al imperialismo –si alguna vez la tuvieron- y solo forman su furgón de cola. No hay mas cambios que hacer: o revolución socialista o caricatura de revolución" (Ernesto "Che" Guevara).

Está apretada síntesis ha querido solamente, y ojalá haya logrado, acreditar la existencia de un marxismo latinoamericano, que vincula a Mariategui a Fidel Castro y al "Che" Guevara, plasmada en la Revolución Cubana, y que aún goza de buena salud, frente al fracaso de las otras vertientes.

Gustavo Pérez Hinojosa

09.10.24


DESLINDE ESTRATÉGICO MARIATEGUISTA

Punto de vista antiimperialista” de José Carlos Mariátegui:

DESLINDE ESTRATÉGICO MARIATEGUISTA

No existe registro auditivo de este debate, pero tanto del propio texto de Mariátegui, como del escasamente conocido informe del Secretariado Sudamericano de la Internacional Comunista sobre el evento (publicado bajo el título de “El movimiento revolucionario latinoamericano”, por la Revista “La correspondencia sudamericana”), como, en parte, de los “Apuntes para una interpretación marxista de historia social del Perú”, de Ricardo Martínez La Torre; aparece un ardoroso combate teórico en defensa de la especificidad de la estrategia revolucionaria de la Revolución proletaria en el Perú, y en otros países de Sud América, que tiene para el movimiento socialista peruano tanta importancia como el conocido debate del XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, de Febrero de 1956.

Acudieron al evento, en Buenos Aires, 15 Partidos comunistas y obreros de América Latina, y en representación del Partido Socialista del Perú, los camaradas Saco (Hugo Pesce Pisciotta) y Zamora (Julio Portocarrero). Acudieron también, por el Comité Ejecutivo de la Internacional, Luis (Jules Humbert-Droz) y por el Secretariado Sudamericano de la Internacional, Vittorio Codovilla y Eugenio Gómez.

El “Proyecto de Tesis sobre el movimiento revolucionario de América Latina”, preparado por el Secretariado de la Comisión Ejecutiva de la Internacional Comunista para América Latina (había sido preparado en realidad por la Comisión Latinoamericana del VI Congreso de la Internacional Comunista, como primer documento de la Internacional sobre las perspectivas de la revolución en América Latina y las tareas de nuestros Partidos y del proletariado revolucionario).

Al respecto, recordaba Vittorio Codovilla, décadas después, “Al reconocer que los principales enemigos de los pueblos eran el imperialismo norteamericano e inglés y las oligarquías terratenientes, la conferencia se dotaba de los medios para definir correctamente el carácter de la revolución en América Latina, revolución antiimperialista, agraria y democrática burguesa. Por consiguiente el golpe principal debía asestarse a los terratenientes mediante la aplicación de una reforma agraria radical, y contra la dominación imperialista mediante la expropiación y la nacionalización de la empresas pertenecientes a los monopolios” (Vittorio Codovilla. “La penetración del marxismo-leninismo en América Latina”).

El 4 de Junio de 1929, en la Octava Sesión de la Conferencia, que continuaba el debate sobre el Informe del camarada Luis (Jules Humbert-Droz sobre el tema “La lucha antiimperialista y los problemas de táctica de los Partidos Comunistas de la América Latina”, Zamora (Julio Portocarrero), interviene y da lectura al “Punto de vista antiimperialista”.

El documento inicia preguntándose “¿hasta que punto puede asimilarse la situación de las repúblicas latinoamericanas a la de los países semi-coloniales?”, y a renglón seguido, precisa las características de las burguesías nacionales de Sud América:

…“ven en la cooperación con el imperialismo la mejor fuente de provechos, se sienten lo bastante dueñas del poder político para no preocuparse seriamente de la soberanía nacional”, “no tienen ninguna predisposición a admitir la necesidad de luchar por la segunda independencia”, “no echa de menos un grado más amplio y cierto de autonomía nacional”, “no se sienten solidarizadas con el pueblo por el lazo de una historia y de una cultura comunes”, “desprecian lo popular, lo nacional. Se sienten, ante todo, blancos”, y añade “El pequeño burgués mestizo imita este ejemplo”, y reitera “Mientras la política imperialista logre "manéger" los sentimientos y formalidades de la soberanía nacional de estos Estados, mientras no se vea obligada a recurrir a la intervención armada y a la ocupación militar, contará absolutamente con la colaboración de las burguesías. Aunque enfeudados a la economía imperialista, estos países, o más bien sus burguesías, se considerarán tan dueños de sus destinos como Rumania, Bulgaria, Polonia y demás países "dependientes" de Europa” (J.C. Mariátegui. “Punto de vista antiimperialista”)

Asimismo, señala que en nuestros países:.. “donde la pequeña burguesía, por sus arraigados prejuicios de decencia, se resiste a la proletarización; donde ésta misma, por la miseria de los salarios no tiene fuerza económica para transformarla en parte en clase obrera; donde imperan la empleomanía, el recurso al pequeño puesto del Estado, la caza del sueldo y del puesto "decente"; el establecimiento de grandes empresas que, aunque explotan enormemente a sus empleados nacionales, representan siempre para esta clase un trabajo mejor remunerado, es recibido y considerado favorablemente por la gente de clase media”, que aquí “La empresa yanqui representa mejor sueldo, posibilidad de ascensión, emancipación de la empleomanía del Estado, donde no hay porvenir sino para los especuladores. Este hecho actúa, con una fuerza decisiva, sobre la conciencia del pequeño burgués, en busca o en goce de un puesto”, pues “En estos países,”…”la situación de las clases medias no es la constatada en los países donde estas clases han pasado un período de libre concurrencia, de crecimiento capitalista propicio a la iniciativa y al éxito individuales, a la opresión de los grandes monopolios” (J.C. Mariátegui. “Punto de vista antiimperialista”).

En resumen Mariátegui objeta la visión de la Internacional Comunista sobre las burguesías nacionales o las clases medias sudamericanas caracterizándolas:

- Ven en la cooperación con el imperialismo la mejor fuente de provechos.

- Se sienten lo bastante dueñas del poder para preocuparse seriamente de la soberanía nacional.

- No echan de menos un grado mas amplio y cierto de autonomía nacional.

- No tienen ninguna predisposición a admitir la necesidad de luchar por la segunda independencia.

- La ilusión de la soberanía nacional se conserva en sus principales efectos.

- No se sienten solidarizadas con el pueblo por el lazo de una historia y de una cultura comunes.

- Ni la burguesía, ni la pequeña burguesía en el poder pueden hacer una política antiimperialista.

- Solo una ocupación militar yanqui o intervención armada, que era el caso de Panamá y Centro América, provocaría una reacción patriótica que podría ganar al anti-imperialismo a una parte de la burguesía y la pequeña burguesía.

- “En nuestros países el factor clasista es más decisivo, está más desarrollado”

Concluyendo, con el ejemplo de la Revolución Mexicana, que ni la burguesía ni la pequeña burguesía en el poder pueden hacer una política antiimperialista. Que el asalto del poder por el antiimperialismo, como movimiento demagógico populista no representaría nunca la conquista del poder, por las masas proletarias, por el socialismo. Que éste mas bien encontraría su enemigo mas peligroso y encarnizado (por su confusionismo y demagogia) en la pequeña burguesía en el Poder, y que la misión de los socialistas es explicar y demostrar a las masas que sólo la revolución socialista opondrá al avance del imperialismo una valla definitiva y verdadera.

DESLINDE CON LA PROPUESTA ESTRATEGICA DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA PARA EL PERÚ Y SUDAMERICA:

¿Por qué Mariátegui señala esto?. Pues porque constata que la “propuesta” táctica del Secretariado Sudamericano de la Internacional Comunista está “calcada” sobre las directivas de la Internacional Comunista para la Revolución China, que llevó al Partido Comunista Chino a la alianza con el Kuomintang, desde 1923 (Ver Declaración del Embajador soviético Yoffe-Sun Yat Sen, del 26 de Enero de 1923 y Resolución del III Congreso del Partido Comunista Chino, de Junio de 1923), por tratarse de un país semi-colonial, y considera Mariátegui, que esta táctica no se ajusta a la especificidad de “nuestras” burguesía y pequeña burguesía.

De allí que enfatiza:

Pretender que en esta capa social prenda un sentimiento de nacionalismo revolucionario, parecido al que en condiciones distintas representa un factor de la lucha anti-imperialista en los países semi-coloniales avasallados por el imperialismo en los últimos decenios en Asia, sería un grave error”.

"La colaboración con la burguesía, y aun de muchos elementos feudales, en la lucha antiimperialista china, se explica por razones de raza, de civilización nacional que entre nosotros no existen. El chino noble o burgués se siente entrañablemente chino. Al desprecio del blanco por su cultura estratificada y decrépita, corresponde con el desprecio y el orgullo de su tradición milenaria. El anti-imperialismo en la China puede, por tanto, descansar en el sentimiento y en el factor nacionalista. En Indo-América las circunstancias no son las mismas” (J.C. Mariátegui. “Punto de vista antiimperialista”).

Y concluye que:

El factor nacionalista, por estas razones objetivas que a ninguno de ustedes escapa seguramente, no es decisivo ni fundamental en la lucha anti-imperialista en nuestro medio” (J.C. Mariátegui. “Punto de vista antiimperialista”).

El anti-imperialismo, para nosotros, no constituye ni puede constituir, por sí solo, un programa político, un movimiento de masas apto para la conquista del poder. El anti-imperialismo, admitido que pudiese movilizar al lado de las masas obreras y campesinas, a la burguesía y pequeña burguesía nacionalistas (ya hemos negado terminantemente esta posibilidad) no anula el antagonismo entre las clases, no suprime su diferencia de intereses.

Ni la burguesía, ni la pequeña burguesía en el poder pueden hacer una política anti-imperialista. Tenemos la experiencia de México, donde la pequeña burguesía ha acabado por pactar con el imperialismo yanqui” (J.C. Mariátegui. “Punto de vista antiimperialista”).

Cabe recordar que respecto a este tema, Mao Ze Dong señala que:

Estamos plenamente de acuerdo con la Resolución de la Internacional Comunista sobre el problema de China. No cabe duda de que actualmente China se encuentra todavía en la etapa de la revolución democrático-burguesa. El programa para una revolución democrática cabal en China implica, en lo externo, el derrocamiento del imperialismo para alcanzar la completa liberación nacional y, en lo interno, la eliminación de la burguesía compradora en las ciudades, la consumación de la revolución agraria para eliminar las relaciones feudales en el campo y el derrocamiento del gobierno de los caudillos militares. Sólo por medio de semejante revolución democrática, se podrá asentar una verdadera base para la transición al socialismo” (“La lucha en las montañas Ching Kang”, 25/11/1928. Obras Escogidas Tomo I, Pág.102), y que:

… “la invasión japonesa ha alterado las relaciones de clase en china y ha creado la posibilidad de que participe en la lucha antijaponesa no sólo la pequeña burguesía sino también la burguesía nacional” (“Sobre la táctica de la lucha contra el imperialismo japonés”, 27/12/35, Obras Escogidas Tomo I, Pág.181).

Y mas adelante insistiría:

"A partir de la Guerra del Opio de 1840, China se ha transformado paso a paso en un país semicolonial y semifeudal. Y, más aún, después del Incidente del 18 de Septiembre de 1931, cuando el imperialismo japonés inició la invasión armada de China, ésta se ha convertido en un país colonial, semicolonial y semifeudal" ("La Revolución China y el Partido Comunista de China", Obras Escogidas Tomo II, Págs.319 y 320),

Añadiendo:

"los principales enemigos de la revolución china en la presente etapa son el imperialismo y la clase terrateniente feudal, ¿Cuáles son las tareas de la revolución en dicha etapa?"….."realizar una revolución nacional para acabar con la opresión y una revolución democrática para terminar con la opresión interior de los terratenientes feudales; de estas tareas, la primordial es la revolución nacional para derrocar al imperialismo" (Obra Citada, Págs. 320 y 33').

DESLINDE CON LA PROPUESTA ESTRATEGICA DE HAYA DE LA TORRE:

De esta forma plantea las particularidades de la formación económico-social peruana y aún Sud Americanas, que no hacen aplicable la táctica “china” de la Internacional Comunista para nuestra realidad, pero como quiera que también Haya de La Torre y sus seguidores formulan un planteamiento táctico semejante Mariátegui señala que:

Ya en nuestra discusión con los dirigentes del aprismo,” reprobamos “su tendencia a proponer a la América Latina un Kuo Min Tang” ((J.C. Mariátegui. “Punto de vista antiimperialista”).

Que el descuido en “la estimación precisa de las posibilidades de la acción anti-imperialista en la América Latina. Su relegamiento, su olvido, ha sido una de las características de la teorización aprista” (J.C. Mariátegui. “Punto de vista antiimperialista”).

Que “La divergencia fundamental entre los elementos que en el Perú aceptaron en principio el Apra —como un plan de frente único, nunca como partido”…— y los que fuera del Perú la definieron luego como un Kuo Min Tang latinoamericano, consiste en que los primeros permanecen fieles a la concepción económico-social revolucionaria del anti-imperialismo,” (J.C. Mariátegui. “Punto de vista antiimperialista”)…mientras que los segundos no.

Que de esta forma para Haya y sus seguidores “El anti-imperialismo resulta así elevado a la categoría de un programa, de una actitud política, de un movimiento que se basta a sí mismo y que conduce, espontáneamente, no sabemos en virtud de qué proceso, al socialismo, a la revolución social. Este concepto lleva a una desorbitada superestimación del movimiento anti-imperialista, a la exageración del mito de la lucha por la "segunda independencia" (J.C. Mariátegui. “Punto de vista antiimperialista”).

Que “Del Apra, concebida inicialmente como frente único, como alianza popular, como bloque de las clases oprimidas, se pasa al Apra definida como el Kuo Min Tang latinoamericano” (J.C. Mariátegui. “Punto de vista antiimperialista”).

Mariátegui precisaba el error de apreciación de Haya de La Torre :

Estas burguesía, en Sud América, que no conocen, todavía, salvo Panamá, la ocupación militar yanqui, no tienen ninguna predisposición a admitir la necesidad de lucha por la segunda independencia, como suponía ingenuamente la propaganda aprista”… (J.C. Mariátegui. “Punto de vista antiimperialista”).

Y que :”Mientras la política imperialista”… “no se vea obligada a recurrir a la intervención armada y a la ocupación militar, contará absolutamente con la colaboración de las burguesías” (J.C. Mariátegui. “Punto de vista antiimperialista”).

Concluyendo para el caso de Sud América que “Estos hechos diferencian la situación de los países Sud Americanos de la situación de los países Centro Americanos, donde el imperialismo yanqui, recurriendo a la intervención armada sin ningún reparo, provoca una reacción patriótica que puede fácilmente ganar al anti-imperialismo a una parte de la burguesía y la pequeña burguesía”. (J.C. Mariátegui. “Punto de vista antiimperialista”).

Efectivamente, Haya de La Torre, constatando la heroica lucha de Sandino contra la invasión militar yanqui, generalizaba erróneamente la misma situación para Sud América, y señalaba que :

"El progresivo sometimiento económico de nuestros países al imperialismo deviene sometimiento político, pérdida de la soberanía nacional, invasiones armadas de los soldados y marineros del imperialismo, compra de caudillos criollos, etc. Panamá, Nicaragua, Cuba, Santo Domingo, Haití son verdaderas colonias o protectorados yanquis como consecuencia de la "política de penetración" del imperialismo" ("El antiimperialismo y el APRA", Ediciones Ercilla, Santiago, 1936, Págs. 4 y 5),

añadiendo:

"Dentro del sistema capitalista y de acuerdo con la dialéctica de su proceso histórico, la América Latina devendrá seguramente una colonia yanqui" (Obra citada, Pág.7), y conforme a lo que sucedía en Centro América trazará su estrategia:

"El peligro mayor para nuestros pueblos es el imperialismo. El amenaza no sólo como fuerza explotadora, sino como fuerza conquistadora. Hay pues, en el fenómeno imperialista con el hecho económico de toda explotación, el hecho político de una opresión de carácter nacional" y planteará:

"Sostenemos, pues, que la actual tarea histórica de estos pueblos es la lucha contra el imperialismo. Tarea de nuestro tiempo, de nuestra época, de nuestra etapa de evolución. Ella nos impone subordinar temporalmente todas las otras luchas que resulten de las contradicciones de nuestra realidad social –y que no sean coadyuvantes del imperialismo- a la necesidad de la lucha común"

Concluyendo que:

"Así es como la lucha contra el imperialismo queda planteada en su verdadero carácter de lucha nacional" (Obra citada, Págs. 83 y 84),

perfilando los objetivos de la Revolución planteada:

"No es posible separar, pues, la lucha contra el imperialismo extranjero de la lucha contra el feudalismo nacional en Indoamérica", " por eso, el contenido social de lucha antiimperialista en Indoamérica es antifeudal" (Obra citada, Págs. 148 y 149).

EL IMPERIALISMO YANQUI Y LA PEQUEÑA BURGUESÍA

Analizando la realidad concreta nacional, Mariátegui se había preguntado desde el inicio de su tesis :

¿Hasta qué punto puede asimilarse la situación de las repúblicas latinoamericanas a la de los países semi-coloniales? La condición económica de estas repúblicas, es, sin duda, semi-colonial, y, a medida que crezca su capitalismo y, en consecuencia, la penetración imperialista, tiene que acentuarse este carácter de su economía. Pero las burguesías nacionales, que ven en la cooperación con el imperialismo la mejor fuente de provechos, se sienten lo bastante dueñas del poder político para no preocuparse seriamente de la soberanía nacional” (J.C. Mariátegui. “Punto de vista antiimperialista”).

Mas adelante, constando que el ascenso al poder de Augusto B. Leguía, en su segundo periodo, significó el desplazamiento de la oligarquía exportadora, representada por el Civilismo, y su reemplazo por una alianza de intereses, entre la burguesía, la pequeña burguesía improductiva (sectores medios) y el imperialismo yanqui, cuya penetración en nuestra economía, aún desplazando al imperialismo inglés, profundizó nuestra dependencia, Mariátegui señala :

¿Los intereses del capitalismo imperialista coinciden necesaria y fatalmente en nuestros países con los intereses feudales y semifeudales de la clase terrateniente? ¿La lucha contra la feudalidad se identifica forzosa y completamente con la lucha anti-imperialista? Ciertamente, el capitalismo imperialista utiliza el poder de la clase feudal, en tanto que la considera la clase políticamente dominante. Pero, sus intereses económicos no son los mismos. La pequeña burguesía, sin exceptuar a la más demagógica, si atenúa en la práctica sus impulsos más marcadamente nacionalistas, puede llegar a la misma estrecha alianza con el capitalismo imperialista. El capital financiero se sentirá más seguro, si el poder está en manos de una clase social más numerosa, que, satisfaciendo ciertas reivindicaciones apremiosas y estorbando la orientación clasista de las masas, está en mejores condiciones que la vieja y odiada clase feudal de defender los intereses del capitalismo, de ser su custodio y su ujier. La creación de la pequeña propiedad, la expropiación de los latifundios, la liquidación de los privilegios feudales, no son contrarios a los intereses del imperialismo, de un modo inmediato. Por el contrario, en la medida en que los rezagos de feudalidad entraban el desenvolvimiento de una economía capitalista, ese movimiento de liquidación de la feudalidad, coincide con las exigencias del crecimiento capitalista, promovido por las inversiones y los técnicos del imperialismo; que desaparezcan los grandes latifundios, que en su lugar se constituya una economía agraria basada en lo que la demagogia burguesa llama la "democratización" de la propiedad del suelo, que las viejas aristocracias se vean desplazadas por una burguesía y una pequeña burguesía más poderosa e influyente —y por lo mismo más apta para garantizar la paz social—, nada de esto es contrario a los intereses del imperialismo” (J.C. Mariátegui. “Punto de vista antiimperialista”).

Esta tesis también causó polémica en el seno de la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana realizada en Buenos Aires, del 1º al 12 de Junio, de 1929. Gonzáles Alberdi, representante del Partido Comunista Argentino, señaló al respecto:

Creen nuestros compañeros del Perú, que el imperialismo en su país, puede obrar en cierta forma como actor de liquidación del latifundismo, y apoyarse en la pequeña burguesía, facilitando la creación de la pequeña propiedad rural. Es, evidentemente, un citerior peligroso, que conduce lógicamente a negar la deformación de la economía de los pueblos sometidos, por el imperialismo. La existencia de los restos feudales y otras formas atrasadas, constituye, precisamente, la garantía de la dominación imperialista. Liquidar esas formas atrasadas, crear la pequeña burguesía, abrir libre cauce al normal desarrollo de la economía nacional, equivaldría, precisamente para el imperialismo, a facilitar el nacimiento de una burguesía indígena, cuyos intereses chocarían con los intereses de los imperialistas; burguesía indígena que sería fuerte porque se habría operado el proceso previo de la liquidación del feudalismo” (“El movimiento revolucionario latino americano”, Versiones de la Primera Conferencia Comunista Latino americana, Junio de 1929, Pág.328)

Y tras la defensa del compañero Saco (Hugo Pesce), Vittorio Codovilla añadirá:

Intervengo en este debate movido por las apreciaciones hechas en las intervenciones de los compañeros del Perú, que me parecen muy peligrosas”…..”Otra afirmación peligrosa del compañero Saco es la de decir que el imperialismo ha disminuido “los caracteres feudales” de los países en que penetra y “ha modificado los rasgos de servidumbre, creando masas asalariadas, etc.”. Parece que el compañero Saco ignora que, justamente, el imperialismo conforma sus métodos de explotación capitalista a las formas de explotación semifeudal y semiesclavista, intensificando la explotación de las masas y apoyándose para su penetración en las formas mas reaccionarias de gobierno” (“El movimiento revolucionario latino americano”, Versiones de la Primera Conferencia Comunista Latino americana, Junio de 1929, Págs.333 a 335).Al respecto, Baltazar Caravedo Molinari, analizando retrospectivamente ese periodo, señala que:

Todas las fuerzas sociales no vinculadas al sector agrario exportador y terrateniente estuvieron objetivamente entrelazadas en una lucha anticivilista, que Leguía supo utilizar para asumir el poder. Propósito para el que también aprovechó los conflictos entre los capitales norteamericanos e inglés dentro del país. A los primeros les interesaba desplazar del poder a los civilistas, para lograr mejores condiciones políticas. Leguía se convirtió así en el hombre que abrió el camino al capital norteamericano y a la industria nativa" ("Burguesía e industria en el Perú 1933-1945", IEP, 1976, Págs.37 y 38).

Coincidentemente Manuel Burga y Alberto Flores Galindo, señalan sobre el mismo periodo que :

"Leguía se apoyó en los sectores medios, en los medianos propietarios y más aún desplegó una intensa actividad para romper con la preponderancia de las viejas castas de terratenientes en el campo sin afectar la estructura económica imperante"…y "Sus planes políticos, en los primeros años, estuvieron dirigidos a quitar el poder político a la viejas castas dominantes : oligarquía costeña y gamonalismo andino. Paralelamente desarrolló un ambicioso programa (burocracia, obras públicas e irrigaciones) destinado a crear una clase media adicta y obsecuente. Para lograr esto tuvo que entregar el país a la influencia omnímoda del imperialismo norteamericano" ("Apogeo y Crisis de la República aristocrática" , Rikchay Perú, Febrero de 1980, Págs. 133,134 y 140).

¿Por qué discrepaba, entonces, la Internacional Comunista con el análisis de Mariátegui del comportamiento del Imperialismo yanqui en nuestra economía a partir del ascenso al Poder del Leguiismo?.

Todo parece indicar que se trataba de no solo de una visión estática de la actuación del imperialismo yanqui, fuertemente influida por una visión positivista del papel revolucionario de las burguesías nacionales en los países capitalistas atrasados, a partir del ejemplo de la Revolución China, ya antes analizada, la misma que, como hemos podemos analizar en el artículo de Mariátegui que comentamos, éste no compartía para nuestro caso y el de Sud América.

RETOMAR REALMENTE A MARIÁTEGUI Y SU LÍNEA ESTRATÉGICA

¿Cómo fue entonces, que pese a la claridad del deslinde de Mariátegui, en su “Punto de Vista Antiimperialista” y al hecho de nunca el imperialismo yanqui ocupase militarmente el país, el Partido por él fundado (al cual cambiaron de nombre a su muerte), terminó aprobando como suya la propuesta estratégica de la Internacional Comunista para la Revolución China, que sobreestimaba el papel de la burguesía y pequeña burguesías, nacionales, en la revolución?. ¿Porqué cuando el movimiento socialista peruano rompió con la influencia del PCUS sobre su línea estratégica, bajo la influencia del prestigio del PCCH en la polémica internacional, continuó manteniendo la misma propuesta estratégica para la Revolución?. ¿Cabe considerar a la burguesía nacional en la política de alianzas estratégicas del proletariado peruano sin la circunstancia excepcional de una invasión militar imperialista?.¿Cabe la “Dictadura conjunta de las cuatro clases” (burguesía nacional, pequeña burguesía, clase obrera y campesinado) en el análisis estratégico de Mariátegui del “Punto de Vista Antiimperialista” y en el del socialismo peruano actual?.

No cabe mas que una respuesta : a la muerte de J.C. Mariátegui, el movimiento socialista peruano desechó sus tesis originales a este respecto, y bajo la influencia de la Internacional Comunista, del Aprismo, del PCUS y del PCCH, copió mecánicamente la línea estratégica de la Revolución China, asumiendo un camino estratégico revolucionario ajeno al de J.C. Mariátegui.

Gustavo Pérez Hinojosa

09.10.24


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EL PARTIDO DE MASAS Y DE IDEAS

DEL SOCIALISMO PERUANO

El 14 de octubre de 1929, José Carlos Mariátegui escribe una carta a César Vallejo. En ella, con gran calor y simpatía le describe e informa acerca del ambiente y del trabajo que realizan el Amauta y sus compañeros.

Le escribe: "El acuerdo del 7 de octubre del 28, dio un carácter formal, creó el organismo realizador de nuestra orientación." Y en el último párrafo de esta importante carta escribe el Amauta: "Trabajamos intensamente… no cejaré en el empeño de dar vida a un partido de masas y de ideas..." Y luego repite: "...el primer gran partido de masas y de ideas de toda nuestra historia republicana."

¿A qué masas se refiere?

En primer lugar a los obreros, pues ellos constituyen la clase revolucionaria por antonomasia; pero en el Perú de Mariátegui como en el Perú de ahora, la clase obrera es poco numerosa por el capitalismo atrasado y dependiente que nos domina. Entonces, ayer como hoy, era necesario buscar entre los campesinos los cuadros revolucionarios que se necesitaban. Más aún en los años veinte cuando el problema principal era la liquidación del latifundio feudal.

Pero no sola y exclusivamente obreros y campesinos, sino también otros sectores populares por eso escribe: "Labor representa los intereses y las aspiraciones de toda la clase productora: obreros de la industria y los transportes, trabajadores agrícolas, mineros, comunidades indígenas, maestros, empleados, etc..." Aún más, Mariátegui escribe: "Los intelectuales y estudiantes, adheridos sin prejuicios ni reservas al proletariado, tienen aquí su tribuna..." T.13-255.

Y no contento con eso, el Amauta completa el corolario de su propuesta de un partido de masas poderoso como los que existían en Alemania e Italia cuando escribe al final de sus Reivindicaciones Inmediatas lo siguiente: "La libertad del Partido para actuar pública y legalmente, al amparo de la Constitución y de las garantías que ésta acuerda a sus conciudadanos, para crear y difundir sin restricciones su prensa, para realizar sus congresos y debates, es un derecho reivindicado por el acto mismo de fundación pública de esta agrupación." Ibid. pág.164. ¿Cómo les queda el ojo a los "izquierdistas"?

Pero tampoco celebren los "derechistas" porque falta la otra parte de la propuesta Partido de masas y de ideas. ¿A qué ideas se refiere el Amauta?

" Si la historia es creación de los hombres y las ideas, podemos encarar con esperanza el porvenir. De hombres y de ideas es nuestra fuerza." Edit. de Amauta # 17.

¿Pero, a qué ideas se refiere?

"Amauta no es una diversión ni un juego de intelectuales puros: profesa una idea histórica..."

¿Y cuál es esa idea histórica?

"En nuestra bandera, inscribimos esta sola, sencilla y grande palabra: Socialismo."

"...la vieja y grande palabra conserva intacta su grandeza." ¿Será por eso que a su partido le puso socialista?

Según el Amauta, en el Perú el socialismo era revolucionario porque recién aparecía -con él- en escena. Y que mañana (o sea ahora) "cuando las necesidades contingentes y convencionales de demarcación que hoy distinguen prácticas y métodos, hayan desaparecido" seguirá siendo una entrañable palabra.

La otra idea importante que va asociada a la primera es Revolución, que "...en esta América de las pequeñas revoluciones, se presta bastante al equívoco… La revolución latino-americana (y por ende peruana), será nada más y nada menos que una etapa, una fase de la revolución mundial. Será, simple y puramente, la revolución socialista." Más claro ni el agua.

Estas son pues las ideas a que se refiere el Amauta José Carlos Mariátegui cuando dice un partido de masas y de ideas; un partido socialista, un partido revolucionario que se base en los obreros y campesinos, en los maestros y empleados, en los intelectuales y estudiantes, y en todo aquel que se acerque "sin prejuicios ni reservas..." a esa legión inmensa que se conoce como proletariado, el gran descubrimiento de Marx y Engels, la clase que tiene como misión histórica sepultar a la burguesía y sus sistema de explotación de los trabajadores, de otro ser humano; la clase que tiene la misión histórica de conducir a la humanidad de la sociedad clasista a la sociedad sin clases a través del socialismo y su Estado Tipo Comuna, que en el Perú, según lo señaló el Amauta, será el Ayllu -las comunidades- la célula de ese nuevo Estado.

Lima, 9 de octubre del 2024.

Manuel Velásquez Rangel

10.10.24


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COMENTARIO DE MANUEL VELÁZQUEZ RANGEL

A GUSTAVO ESPINOZA MONTESINOS


Apreciado Gustavo, coincido en general con tu artículo, sin embargo, por el aprecio y respeto que te tengo, creo mi deber manifestar sin ambages mi desacuerdo en un tema central. Tú dices: "Ese partido cambia de nombre con la aquiescencia del Amauta..." Y yo te pregunto: ¿qué pruebas tienes de esto que afirmas? Por el contrario, la mejor prueba de que el Amauta no estuvo de acuerdo con el cambio de nombre es que esto se produce un mes después de su muerte, en la finca de Juan H. Pévez en Santa Eulalia como recuerda en su testimonio Julio Portocarrero el primer secretario general de la CGTP. Además, el promotor de este cambio de nombre fue Eudocio Ravines que terminó despotricando contra el socialismo e incluso trabajó para los EEUU. Saludos.

Manuel Velásquez Rangel

10.10.24

Nota: Se refiere al artículo que escribió GEM el 07 oct 2024 sobre el Partido de Mariátegui.

Aquiescencia: asenso, consentimiento, aprobación.


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El 96º ANIVERSARIO DE JOSE CARLOS MARIÁTEGUI

Y SU CREACIÓN HEROICA

1928 - 7 de octubre - 2024


A cuatro años de la digna y grande conmemoración del Centenario de la Creación Heroica del Amauta José Carlos Mariátegui (07 octubre 2028), invoquemos sus enseñanzas tan idealista como materialista, en el pensamiento como en la acción, en el heroico proceso de hoy de lucha perseverante por el Cambio Social.

El hombre nuevo de un Perú nuevo, su osamenta y carne, se tradujo en lo sugerido por el Amauta JCM a la posteridad de las futuras generaciones del proletariado peruano, como Preparación de un GRAN PARTIDO DE MASAS Y DE IDEAS. Esta invocación singular en la historiografía del Perú profundo, después de una tenaz lucha en medio y a través de contradicciones contra el confusionismo ya de izquierda o de derecha, la Tercera Generación Política del Socialismo Peruano, lo reivindico y puso a la orden del día como premisa esencial y decisiva en la transformación de la realidad peruana en un PERÚ INTEGRAL.

Al respecto, bueno es recordar permanentemente los hechos que, un 07 de octubre de 2008 conmemorando el 80º Aniversario de la Creación Heroica del Amauta JCM, en la Casa del Amauta JCM, se dejaba atrás el pernicioso defecto de los debates bizantinos, abrevadero del confusionismo de izquierda como de derecha y se pasaba resueltamente a la acción práctica de la teoría que, precisamente, se expresaría en el documento Nuestra Posición y el profundo lema “Mariátegui ha regresado para quedarse definitivamente entre nosotros” con lo que se ponía en primer plano La Preparación de la Organización, hoy, tan necesario como la vida que lo produce. No hay otra salida a los laberintos material como espiritual de una clase dominante dislocada y sus instituciones representativas ahogadas en la corrupción por lo obsoleta frente a una nueva realidad que no solo ha dejado de corresponderla, sino que la mandara al basurero de la historia.

La clarividencia del Amauta JCM señalaba que “que la revolución es la gestación dolorosa y el parto sangriento del presente”. Pues el pueblo trabajador peruano está viviendo esa “gestación dolorosa” en proceso abierto de Preparación de su propia Organización, autónoma, independiente del sistema dominante; está viviendo el “parto sangriento” del alba, de un Perú Nuevo organizado como una gran corporación de trabajo y sus propias instituciones que reivindican el trabajo colectivo y solidario. En pocas palabras es la lucha por la Liberación de las fuerzas productivas y su máxima expresión en la lucha “por la dirección de la producción”. Así, ¿no estamos acaso frente a un Gran partido de Masas y de ideas? ¿no es acaso el Socialismo Peruano tan idealista como materialista? ¿no se trata acaso de pasar de la teoría a la práctica del Cambio Social? Hoy, que el capitalismo se debate en crisis terminal, el escenario de la lucha por “la distribución de lo producido” se vuelto un medio obsoleto.

El Manual vivido, de consulta y sugerencias, el libro SOCIALISMO PERUANO HOY, que fuera presentado también en la Casa del Amauta JCM en octubre de 2010 (1) se sugiere la propuesta por donde se puede empezar la tarea de organización de un “Partido de masas y de ideas”. Señala la organización de TALLERES (pocas ideas a muchos-reivindicativos) y SEMINARIOS (muchas ideas a pocos-convictos y confesos) y puntualiza en un frente “Cívico-frenteunitario-partidario”, que también acusa un nombre de un Frente como: MINGA (Movimiento Integracionista Gran Acuerdo), alusión a la tradición del colectivismo incaico en su estadio superior, moderno, del Trabajo Emancipado. Así, los talleres robustecerían los seminarios y los seminarios engrosarían los talleres, ambos de influencia mutua y trabajo solidario.

El “Partido de masas y de Ideas” tiene un rico historial teórico-práctico en el proceso heroico del devenir generacional del Socialismo Peruano, que como lo señalara el Amauta JCM: “mi vida es una flecha que ha de llegar a su destino”, pues hoy está más cerca que nunca esa flecha: SEGUIR POR EL CAMINO DE MARIÁTEGUI PARA EL RESURGIMIENTO DEL PERÚ.

Héctor Félix Damián

13.10.24


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MARIATEGUI Y LAS VÍAS DE LA CONSTRUCCIÓN DEL PARTIDO SOCIALISTA    PERUANO

 Mariátegui en su carta a César Vallejo de fecha 14 de octubre de 1929, detalla el proceso de la construcción del Partido Socialista Peruano, que permite aclarar los diversos artículos y las opiniones que se exponen cada 7 de octubre. En la introducción destaca la importancia del intercambio de sus comunicaciones e indica: Todo esto complicado con el enorme trabajo que sobre mi pesa, privándome del placer de ser puntual en mi más cara correspondencia. En el tercer párrafo detalla el trabajo ideológico y de organización que realiza, cuando dice: Como no habrá dejado de informarle nuestro querido Eudocio, a un activo trabajo de definición ideológica, en el que hemos hecho justicia resuelta de todas las formulas baratas y de todas las posiciones equivocas del confusionismo criollo, ha seguido -o acompañado- por nuestra parte una labor seria y constructiva de organización. Luego señala: El editorial del No. 17 de “Amauta” fijó nuestra posición frente a la desviación aprista. Y la posición que fijó el histórico editorial del No. 17 de Amauta es: “En nuestra bandera, inscribimos ésta sola, sencilla y grande palabra: Socialismo” (Con este lema afirmamos nuestra absoluta independencia frente a la idea de un Partido Nacionalista pequeño burgués y demagógico) El trabajo de definición ideológica nos parece cumplido. En todo caso, hemos oído ya las opiniones categóricas y solícitas en expresarse. Todo debate se abre para los que opinan, no para los que callan. Luego, se refiere de manera categórica a la creación del organismo realizador de su orientación, vale decir del socialismo, y señala: El acuerdo de 7 de octubre del 28, dio un carácter formal, creó el organismo realizador de nuestra orientación. De entonces a hoy, no hemos cesado de avanzar en esta labor, contra las dificultades a que nos condena la vigilante hostilidad policial y nuestra pobreza. En consecuencia, el organismo creado el 7 de octubre, no ha cesado en avanzar en su labor de organización de los obreros y campesinos con carácter netamente clasista. Respecto a “Labor” señala: Últimamente, hemos sufrido una grave pérdida. “Labor”, que había reanudado su publicación, y que precisamente con su N° 10, había alcanzado una cifra de circulación que estabilizaba su existencia, ha sido suprimida por el gobierno. Hemos ganado, sin embargo, una comprobación: la de la solidaridad de las organizaciones obreras y campesinas. Con este apoyo, no cejaremos. Esperamos que, pasada la ráfaga de zozobra y represión que ha seguido al supuesto o efectivo descubrimiento de una conspiración en el ejército, se reconozca nuestro derecho a mantener “Labor”.

Luego de la difusión de los diez números de “Labor” comprueba la solidaridad de las organizaciones obreras y campesinas. Que no se trata solamente de cantidad, sino, de obreros y campesinos con conciencia de clase. En el último párrafo, señala: “Trabajamos intensamente. Es para nosotros una gran alegría, saber que hombres como Ud., como Eudocio y como los otros compañeros de Paris colaboran en la misma empresa. Mientras me sostenga la solidaridad de grupos como ese, y como los que componen ya nuestros cuadros de provincias, no cejaré en el empeño de dar vida a un partido de masas y de ideas, el primer gran partido de masas y de ideas de toda nuestra historia republicana” Vale citar el significado de la palabra no cejar: no retroceder, no rendirse, no replegarse. Por lo tanto, el empeño de dar vida a un partido de masas y de ideas, no está desligado del partido socialista peruano, fundado el 7 de octubre de 1928, sino, la continuación de las reflexiones de Mariátegui sobre las vías de la construcción de un partido de clase. Solo queda la pregunta ¿Por qué existe un abandono al ideario fundacional del partido de Mariátegui, que tiene como objetivo crear una nueva sociedad?

Domingo Suárez

07.10-2024


ÍNDICE GENERAL


-19.09 INVITACIÓN.- Conversatorio Presencial (Afiche, MAO, GPH, MVR)

-07.10 JCM y su Creación Heroica (RGR)

-07.10 El Partido de Mariátegui (GEM)

-09.10 La formación socialista revolucionaria italiana de JCM (GPH)

-09.10 El marxismo latinoamericano: JCM y el Che (GPH)

-09.10 Deslinde estratégico mariateguista (GPH)

-10.10 Comentario de MVR a GEM (MVR)

-12.10 El Partido de masas e ideas (MVR)

-13.10 El 96 aniversario (HFD)


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