lunes, 10 de julio de 2023

HUGO BLANCO: EL PUMA Y LA CALANDRIA, DEL CUSCO AL INFINITO

                                                                       -0-

HUGO BLANCO: EL PUMA Y LA CALANDRIA, DEL CUSCO AL INFINITO
Estabas hecho hermano Hugo de la furia justiciera del indomable Puma, pero en la médula de tus huesos anidaba el canto de la dulce calandria. El Tayta Arguedas lo supo, por eso te abrió su corazón cuando buscaba aliento para su viaje al infinito. Estando preso, tú Hugo aliviaste sus tormentos con palabras de paloma que salían de tu pecho. En estos tiempos duros, también nos consolamos Hugo, con las palabras que ustedes se regalaron uno al otro, tu preso y el Tayta en despedida.
Las aprendiste Hugo, no tanto en las ideas que recogiste en la Argentina sino en el grito justiciero de los arrendires de La Convención, a donde esas ideas te llevaron. Ellos te acogieron en el Antisuyo indomable, allí donde nace la selva cuzqueña. Y con ellos aprendiste a convertir al dolor de la humillante explotación en Amor Mundo que todo lo puede, o sea, en dulce canto de calandria. Entropado con ellos, no les impusiste doctrina ni esquema alguno, ni los obligaste a empuñar alguna forma de lucha. Lo que hiciste fue poner manos, imaginación y corazón para fortalecer su voluntad. Para convertir en realidad lo que querían, expulsar gamonales abusivos.
Por eso los campesinos arrendires con tu presencia animadora hicieron la primera reforma agraria comunera, campesina, desde abajo. Reforma agraria que en remplazo del capitalismo gamonal reinstaló la milenaria sabiduría del ayni, la cooperación capaz de transformar todo. Esto lo entendieron no solo los comuneros y pueblos de la región sino del mundo. Las juventudes europeas de esos tiempos revolucionaron la imaginación de los pueblos incendiando el cielo de Paris en mayo del año 1968. Esas juventudes Hugo, lo sabes, bebieron de la hazaña cusqueña. Por eso, desde el año previo y cuando te juzgaba un tribunal policial en Tacna que te sentenció a muerte se volcaron a calles y plazas, para cerrar ese capítulo del más puro internacionalismo proletario. abarrotando el gran anfiteatro popular parisino La Mutualité, encabezadas por lo mejor de la Francia libertaria y rebelde, con Jean Paul Sartre a la cabeza. Porque el reclamo de salvar tu vida y ganar tu libertad era bandera que flameaba en plazas y calles de todo el orbe.
Y lo entendieron hasta jefes militares peruanos. No deshicieron la reforma agraria de La Convención, sino que ya bajo el mando de Velasco Alvarado te amnistiaron de la sentencia a muerte que te habían impuesto. El reconocimiento a la justicia que surgió en el ombligo del mundo, llevó al Tayta Arguedas a beber de tu vena revolucionaria. Juntos se instalaron en el hondo corazón de los pueblos continuadores de la Gran Civilización Andina Amazónica.
Y sin faltar un día a tu militancia revolucionaria estuviste en el justo, aunque apurado empeño de unir a las organizaciones políticas de izquierda en el ARI, Alianza Revolucionaria de Izquierda. Y a pesar de que ese proyecto fracasó por el sectario consejo que te alcanzó gente que no ha superado el colonialismo, tú no debilitaste ni un solo día tu confianza en la conversión de los comuneros siervos en productores libres. Muy lejos de los sectarios consejos que impidieron entonces que la energía y fuerza que encabezabas lleguen a plasmar la más amplia unidad de etnias y clases renovadoras y democráticas. Tu confianza en ea tarea nunca fallaste hermano. Por eso ahora, millones de productores libres en las regiones y en la misma Lima enarbolan tu figura y tus banderas.
Por eso, Hugo, el dolor de tu partida lo convertimos en estandarte para celebrar en alegre fraternidad el haberte tenido en el seno de los pueblos. Por eso los pueblos, sus juventudes y la gran oleada de mujeres te cantan himnos de fuego y de ternura. Gracias por quedarte para siempre con nosotros, los runas de los Andes Amazónicos y del Mundo.
8 de Julio del año 2023
Edmundo Murrugarra
Publicado en el blog Tacnacomunitaria del 08/07/2023

No hay comentarios:

Publicar un comentario