PERÚ. LOS ESTUDIANTES DE LOS 60
Por Gustavo Espinoza M.
Diario UNO / Domingo 12 de mayo 2024i
El 11
de mayo de 1964, es decir hace 60 años, se inició en todo el país la
segunda Huelga Nacional Universitaria decretada por la Federación de
Estudiantes del Perú. Quienes tuvimos la tarea de conducir ese
movimiento, en su mayoría teníamos la experiencia de la anterior, la
registrada entre el 3 y el 30 de mayo de 1960.,
Ella,
en verdad. fue la primera huelga nacional universitaria. Antes habían
ocurrido otras en San Marcos, o en Cusco en el año 30 o el 45, que
habían demostrado la vigorosa combatividad de los estudiantes; pero no
se había registrado una de la magnitud y trascendencia de la que
sucediera contra el gobierno de Prado –“La Convivencia”- y cuya
motivación fuera la ley 13417, o Ley Universitaria promulgada el 9 de
abril de ese año.
Esa
disposición, no era mala. Recogía los postulados básicos de la Reforma
Universitaria, la del Cusco de 1909 y la de Córdoba, diez años después.
El derecho de tacha, la Cátedra Paralela, la Asistencia Libre, la
Autonomía Universitaria, la participación de los estudiantes en el
gobierno de las universidades; formaba parte de una extensa disposición
debatida en los claustros y el Congreso.
La
ley, sin embargo, registraba dos objeciones de fondo; el articulo 34
vetaba el co-gobierno en las Facultades de Medicina “por la naturaleza
de sus estudios”; lo que constituía una disposición con nombre propio:
Alberto Hurtado, Decano San Fernando, la Facultad de Medicina de San
Marcos y enemigo jurado de los estudiantes, a los que no quería ver en
la gestión de su centro de estudios.
La
otra disposición objetable era el artículo 87, que constaba de dos
partes. La primera, elevaba a la antigua Escuela Nacional de Agricultura
a la categoría de Universidad Nacional Agraria; y la segunda, le
quitaba la categoría universitaria y la autonomía a la Escuela Normal
Superior -La Cantuta- y la colocaba bajo la tutela del Ministerio de
Educación.
El
11 de abril del 60 comenzó el conflicto cuando el Claustro Pleno de La
Cantuta decidió luchar contra esta disposición denunciándola como un
despojo inaceptable. Después vendría el cerco de hambre contra La
Cantuta, la intervención judicial y policial, la marcha de sacrificio
desde Chosica hasta Lima y finalmente un largo conflicto que duró hasta
el 6 de julio cuando concluyó en un virtual “empate” .-el D.S. 256- que
disponía reconocer la ley, pero no aplicarla. Walter Peñaloza -el
Director de La Cantuta- brilló en este conflicto.
Algo
parecido ocurrió en San Fernando donde finalmente Alberto Hurtado
renunció al Decanato y se fue con toda su cohorte a fundar la
Universidad Cayetano Heredia, dejando la Facultad Sanmarquina en
posibilidad de homologarse con todas las demás.
.
Esa
huelga fue dura, combativa, resuelta y vigorosa. Y contó con inmenso
apoyo de la ciudadanía y el Magisterio, que se identificó con la causa.
Punto central del conflicto fue el mitin del 25 de mayo en la Plaza San
Martin, movilización a la que asistió quien ejercía la Presidencia de la
República, Luis Gallo Porras, portando las renuncias de los dos
ministros cuestionados: Carrillo Smith, de Gobierno y Policía (hoy
Interior) y Rubio Rolando, de Educación.
Eso permitió una “salida” a la crisis, y deponer la lucha estudiantil.
Los
años posteriores a la huelga fueron de permanente conflicto porque el
gobierno hostilizaba a las universidades y en particular a los
estudiantes. Así ocurrió en La Cantuta, donde finalmente hubo
intervención policial, expulsiones y hasta “Comisión Interventora.
Y fue en 1964 cuando se escribió la segunda parte del conflicto.
La FEP elegida en octubre del 63 en el Congreso de Huamanga
resolvió iniciar la huelga el 11 de mayo del 64 y logró levantarla el 21 del mismo mes.
Los
puntos de la plataforma fueron 4: Categoría universitaria para La
Cantuta, vigencia plena del Pasaje Universitario, reorganización de la
Universidad del Centro y atención a las víctimas de la explosión de
granadas en el Cerro Santa Rosa.
La
huelga fue total. Participaron en ella estudiantes de La Católica,
Ingeniería, Agraria, San Marcos, Cantuta, Bellas Artes Y en el interior
del país, todas: Arequipa, Cusco, Ica, Puno, Huamanga, Huancayo,
Trujillo y Cajamarca.. Nadie quebró ni rompió la huelga,
Todas
las demandas encontraron un camino de solución. La Cámara de Diputados
devolvió la categoría universitaria y la autonomía a La Cantuta, que
luego se convirtió en Universidad Nacional de Educación. Los
transportistas aceptaron la vigencia plena y sin restricciones del
Pasaje Universitario. El Consejo Inter Universitario declaró en
reorganización a la Universidad de Huancayo, lo que se efectivizó de
inmediato. Y las víctimas de los sucesos del Cerro Santa Rosa fueron
atendidos.
En
mi condición de Presidente de la FEP, anuncié formalmente el
levantamiento de la huelga el 21 de mayo de 1964 en un imponente mitin
estudiantil celebrado en la Plaza San Martín. Fue esa la segunda -y
última (hasta hoy)- Huelga Nacional Universitaria registrada en el país.
Conocer
esas experiencias y reeditarlas en nuevas condiciones, no solo es un
deber. Es también un reto para los estudiantes de hoy, Las banderas
están listas,
Fue en una circunstancia como esa que la juventud, parodiando a Mariátegui, resultó ser adulta y creadora. (fin)
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