SIN RUBOR Y SIN VERGUENZA
Por Gustavo Espinoza M.
Diario UNO / Domingo 19 de mayo 2024
Si pudiéramos
describir en dos palabras los rasgos distintivos de los que hace gala
la señora que ejerce la Presidencia de la República, podríamos decir sin
equivocarnos, que lo hace sin rubor y sin vergüenza.
Pareciera,
en efecto, que no tiene sangre en la cara cuando asegura que es “la
madre del Perú”, que vivimos gozando de una excelente experiencia
democrática, que el pais marcha sobre rieles y que ella trabaja las 24
horas del día y los 7 de la semana, sin dormir y sin comer para “atender
las demandas de los peruanos”. Ni siquiera dice que su hermano está
preso, y su abogado también. Tan sólo falta ella.
Cualquiera
podría creer -si no viviera aquí- que el país está en candorosa calma.
En otras palabras -y como dice la canción- que la corvina se fríe sola, y
el cebiche viene listito con su limón. Nada más lejos de la verdad.
La
reciente renuncia del hace poco titular del Interior, lo acaba de
confirmar. El señor Walter Ortiz luego de un mes y medio de “gestión” se
fue como vino, cabizbajo y en silencio, sin atinar a dar una
explicación elemental que justifique su alejamiento. En su Despacho no
supo qué hacer para beneficiar a un gobierno que ni siquiera sabe cómo
defenderse.
Los
peruanos sabemos, por lo menos algunas cosas: Que en lo que va de la
gestión Boluarte, el número de pobres ha aumentado en 600 mil con lo que
ya se suma en 10 millones en el país; donde de cada diez compatriotas,
hay cuatro que no tienen para comer cada día de la semana.
Sabemos
también que la desnutrición infantil ha aumentado vertiginosamente, y
que la delincuencia ha crecido por todas partes. Y sabemos, además, que
las carreteras están abandonadas a su suerte y que los accidentes
vehiculares se repiten con una frecuencia escalofriante.
Y
sabemos también, que la señora de este oficio es un joyero andante. Usa
relojes valorados en 16 mil dólares; pulseras que cuestan 22 mil;
aretes de 5 mil y anillos del mismo precio. Y nos dice que los usa “para
que el Perú esté mejor representado”. Por esa misma razón se hizo una
“cirugía estética” escondida y clandestina, y que no ha sido negada. Se
arregla la nariz, pero no la huele, para nada,
Como
las reinas de antaño en la vieja Europa, la señora también tiene sus
“favoritos”. Y el gobernador de Ayacucho -Wilfredo Oscorima- asoma como
el principal, Es él, quien le proporciona las joyas. Y a él le agradece
gozosa con jugosas y diversas partidas. Recientemente le giró 182
millones de soles en un solo envío.
Esa
suma, equivale al total del presupuesto anual de Madre de Dios, donde
el 67% de los niños en edad escolar sufre de desnutrición crónica y
donde miles de niñas de 12 años son forzadas a “prestar servicios” en
burdeles y casas de cita; donde campea el contrabando y la minería
informal, y donde -además- asoman los corredores de la coca con singular
frecuencia.
Si no
supiéramos que es por otra cosa, podríamos pensar que la señora, sale
rodeada de más de 300 policías que cierran jirones y avenidas, para que
no la asalten en cada esquina. Pero sale así para que la gente que esté
en la calle, no le exprese el repudio que concita su gobierno. Ella, tan
valiente para gritar detrás de un micrófono, palidece cuando percibir
el rechazo ciudadano.
Los
ministros -los únicos que la defienden- dicen cada día que cuenta con
respaldo, pero saben que apenas tiene el 5% de aceptación ciudadana; en
tanto que los congresistas -con 7%- ya no son los peores, por lo que se
dan maña para justificar su complicidad diciendo que “no hay otra
salida”. La hay, pero no lo habrán de admitir porque implicaría para
ellos, irse también.
Ahora
la lucha está planteada en varios frentes, La Mafia Neo Nazi liderada
por el fujimorismo, vive empeñada en apoderarse de todo. Con el cuento
de enfrentar a los ““Caviares”, busca arrasar con la Junta Nacional de
Justicia, apoderarse del Jurado Nacional de Elecciones y la ONPE,
quebrar al Poder Judicial, derrotar al Ministerio Público, disolver los
órganos de fiscalización, paralizar los procesos abiertos contra Keiko
Fujimori, Dina Boluarte y otros.
En definitiva, barrer con el país en todos sus extremos.
Por
si fuera poco, busca reponer a Patricia Benavides, blindar a los
congresistas que tienen cuentas pendientes con la justicia -son 87, de
130- y manejar a su antojo el escenario nacional para asegurar su
“victoria” en cualquier consulta ciudadana. Y es que ellos no están
dispuestos a renunciar a nada.
Por
lo pronto, aseguraron su “derecho” a la reelección, su posibilidad de
acceso al Senado. Y se aumentaron nuevamente sus ingresos argumentando
con inaudito desparpajo, que lo hacen “por el alza de los precios”.
Si
postular por un partido de izquierda y luego gobernar con la derecha,
si enarbolar un programa avanzado y luego aplicar otro reaccionario;
configuran una traición, la señora debiera saber que en “La Divina
Comedia”,
Dante
Alighieri sitúa en el último circulo del infierno a los traidores y los
condena. Allí estará ella, sumergida en el hielo y de cabeza, callada y
escondida sin reconocer sus culpas. No tendrá escapatoria. Seguirá
repitiendo que su gobierno no es débil y obligando a su ministro de
Economía a pedir perdón al Congreso por “la tranquilidad pública”.
La obsecuencia y el servilismo son sus signos. (fin)
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