lunes, 28 de abril de 2014

ZUNZUNEO, UNA NUEVA VICTORIA DE CUBA SOBRE ESTADOS UNIDOS



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Un Tema de Actualidad
ZUNZUNEO, UNA NUEVA VICTORIA
DE CUBA SOBRE ESTADOS UNIDOS
Emilio Marín (LA ARENA)
Cuba viene obteniendo victorias sobre su mal vecino. Ahora se suma el descubrimiento de una red social creada por la Usaid para operar sobre población cubana. Querían ponerla de punta contra el gobierno.
Estados Unidos sigue acumulando derrotas en su bloqueo a Cuba y búsqueda de derrocamiento de su revolución social. La última se conoció el 3 de abril pasado y paradojalmente no fue divulgada en primera plana del Granma ni el informativo de Radio Habana. Associated Press (AP) dio a conocer ese día una larga información, afirmando que entre 2009 y 2012 había operado una red social estilo Twitter para Cuba, llamada ZunZuneo, creada clandestinamente por la Usaid (Agencia Internacional del Desarrollo).
AP dijo poseer mil páginas de documentos secretos que probaban la maniobra ilegal. La mencionada Usaid, cobertura de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) y la CIA, puestas en evidencia antes por Wikileaks (Julian Assange) y Edward Snowden, habían fundado en España una empresa tecnológica, Creative Associates, como fachada. En verdad era una creación de Mobile Accord, firma yanqui con sede en Denver. También utilizaron cuentas bancarias en las islas Caimán, para disimular en sus transferencias financieras todo vínculo directo con el imperio.
Así dieron los primeros pasos delictivos. Luego robaron o coimearon o hackearon una base de datos de medio millón de celulares de usuarios cubanos (entre paréntesis quiere decir que en la isla tienen mucha comunicación y no andan haciéndose señales de humo, como pinta la propaganda anticomunista).
A esos celulares los bombardearon con millones de msn tipo spam hasta lograr que 40.000 cubanos se enrolaran en esa red Zunzuneo, que como la más conocida mundialmente, permite el envío de mensajes de 140 caracteres. La idea era ampliar esa base para ir avanzando en el plan de captar sobre todo a los jóvenes para la mal llamada disidencia. Según el cálculo del Departamento de Estado, también en Cuba se iba a verificar la metodología de la "primavera árabe" donde miles de personas se convocaban por esas redes para protestar contra "gobiernos autoritarios".
El emprendimiento había gastado 1,6 millón de dólares al momento en que capotó. Algo relativamente modesto, teniendo en cuenta los 200 millones de esa moneda que EEUU lleva gastado en los últimos años en alentar la contrarrevolución en la mayor de las Antillas.
Los hechos, probados
La existencia de esta red montada ilegalmente por Washington contra Cuba está probada.
La cancillería cubana, por medio de Josefina Vidal, directora del área América del Norte de esa cartera, emitió un comunicado exigiendo que Obama termine con "sus acciones ilegales y encubiertas".
El vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, sin hacerse cargo completamente de lo denunciado, admitió que "el presidente Obama apoya los esfuerzos por ampliar las comunicaciones en Cuba". Y añadió que ese gobierno "intenta ser discreto cuando trabaja en entornos no permisivos como es el caso de Cuba".
La vocera adjunta de la Casa Blanca, Marie Harf, corroboró esos dichos al día siguiente, en conferencia de prensa. Insistió en que ese programa se desarrolló en forma "discreta debido al ambiente hostil en Cuba respecto a EEUU". Añadió, suelta de cuerpo, como lenguaraz del imperio: "los cubanos necesitan plataformas para expresarse y decidir cómo quieren que sea su futuro".
La obstinación imperial no les permite a Carney y Harf, ni a sus jefes, admitir que hace 63 años que la población cubana se expresó y decidió cómo quiere que sea su presente y su futuro. A las autoridades norteamericanas no les gusta esa opción martiana y socialista, pero ése es su problema.
Las acciones encubiertas de la Usaid, ahora al desnudo, la dan la razón al gobierno de Raúl Castro en el caso de Alan Gross, un estadounidense condenado por espía de aquella agencia. Lo detuvieron a fines de 2009 en la capital cubana, a raíz de su labor de montaje de una red ilegal con distribución gratuita de equipos tecnológicos. Fue condenado a 15 años de prisión en 2011 y admitió que trabajaba para Development Alternatives (DAI), una contratista de Usaid, y manifestó que fue engañado por ambas, las que le arruinaron la vida y la familia.
Gross era parte del operativo Zunzuneo o revoloteaba cerca de ese proyecto de espionaje urdido por la agencia.
¿Dónde está la libertad?
EEUU pontifica que su sistema político, económico y social es el reino de la libertad, la democracia y los derechos humanos. Se le podría aplicar el refrán de "Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces".
El caso de marras lo ratifica una vez más. Era un plan de agencias norteamericanas pero mintieron y quisieron ocultarlo tras interpósitas empresas. "No se mencionará en lo absoluto la participación del gobierno de Estados Unidos; es totalmente crucial para el éxito a largo plazo del servicio y garantizar el cumplimiento de la Misión", se lee en un informe de la contratista Mobile Accord, en poder de Associated Press.
Los cubanos que usaban celulares y fueron englobados en la red no sabían de qué se trataba. Otro engaño, al que debe sumarse el acopio de información privada de esos usuarios, que era colectada para la segunda parte de la operación, cuando se considerara llegado el momento de la sedición modelo Túnez o Egipto.
No hace falta ser cubano para advertir las ilegalidades del emprendimiento de la Usaid. El senador Patrick Leahy, demócrata por Vermont y titular de la Subcomisión del Senado sobre el Departamento de Estado y Operaciones en el Extranjero, manifestó que las revelaciones de AP eran preocupantes.
"Existe el riesgo de que cubanos jóvenes usasen el servicio en sus teléfonos móviles sin saber que era una actividad financiada por el gobierno de Estados Unidos; también está la naturaleza clandestina del programa, de lo que no se informó a la Subcomisión de Asignaciones que tiene la responsabilidad de hacer supervisión", dijo el senador.
El zunzún o colibrí es el pajarito delicado que evocaba al logo del programa norteamericano, al pajarito de Twitter. Pero por la forma brutal como han trabajado, hasta quedar al descubierto, deberían haber acuñado la imagen del elefante, con perdón de los paquidermos. Han sido tan torpes como un elefante en un bazar, donde hay muchas cosas de vidrio que se rompen.
A partir de lo sucedido el zunzún quedará exclusivamente como emblema de la organización de "Niños pioneros de Cuba José Martí". Un autor cubano, Nelson P. Valdés, ironizó con que los espías deberían haberse llamado Zonzoneo, de zonzos.
Pescando en las redes
Uno de los periodistas que más difundió los materiales de Snowden sobre el espionaje mundial de la NSA es Glenn Greenwald. Se refirió al escándalo Zunzuneo con un artículo titulado "El 'Twitter cubano' es una gota más en el cubo de la propaganda sucia en Internet".
Allí se recordaba que las reuniones de espías, militares y expertos de una alianza para la vigilancia internacional donde participan Reino Unido, Canadá, Nueva Zelanda, Australia y EEUU ya en 2010 habían propuesto maneras de explotar Twitter, Facebook, YouTube y otras redes sociales como plataformas secretas para la propaganda.
Greenwald alertaba que esas acciones "amenazan la integridad de la propia Internet, utilizada como espacio para la propaganda difundida por Estados que disfrazan su voz en línea, y la presentan como libre expresión y organización. Existe, pues, poca o ninguna capacidad de un usuario de Internet para saber cuándo está siendo secretamente manipulado por su gobierno".
No se salva nadie del espionaje de la superpotencia en declive mundial. Están apuntados los gobiernos considerados enemigos, como el de Cuba, Venezuela, China, Rusia e Irán. También se espía a los amigos, como Alemania, Francia y Japón, y contra países del Tercer Mundo, como Brasil y Argentina. Y, como recordaba Greenwald, sobre millones y millones de ciudadanos del mundo, usuarios de esas redes sociales aparentemente tan inocentes.
Tres victorias
El fracaso de Zunzuneo es objetivamente una victoria de la patria de José Martí porque puso en paños menores, o en cueros directamente, la política de bloqueo y desestabilización del imperio. Para ponerle una fecha: 3 de abril de 2014.
Esta seguidilla de victorias isleñas de 2014 comenzó el 28 y 29 de enero, cuando La Habana fue la sede de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Extraño caso de un país bloqueado que se convierte por dos días en capital política de una región con 33 países y una población total cercana a los 600 millones de habitantes. El documento de esa cumbre deploró el bloqueo norteamericano, en línea con las 22 resoluciones de la ONU (la última, de octubre de 2013 en la 68 Asamblea General).
Y el 28 febrero fue la segunda victoria del año en curso, cuando arribó a Cuba Fernando González, uno de los Cinco Cubanos presos en EEUU, que volvió luego de 15 años, cinco meses y quince días de prisión. A diferencia de Alan Gross, que dice haber sido abandonado y traicionado por la Usaid y su país, González regresó íntegro, victorioso y Héroe de la República, orgulloso de su labor antiterrorista. Al liberado lo recibió un tal Castro, Raúl, al que la red colectora de la CIA quería derrocar.
de: ARGENPRESS argenpress@gmail.com
fecha: 8 de abril de 2014, 11:29
asunto: ARGENPRESS.info - Resumen de noticias del 08/04/2014
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Nota.- Si la Revolución Cubana triunfó y se sostiene, es, entre otros temas, por su eficiente labor de inteligencia y contrainteligencia. Esta labor no ha decaído un solo momento. Es ejemplo para todo país que enfrenta la agresión directa o indirecta, abierta o solapada de la más poderosa maquinaria de agresión colonial que conoce la historia.
El artículo desenmascara cómo actúa esta Guerra 4G. Y Cuba ha vencido a la todopoderosa guerra mediática (Twitter, Facebook, p.e.) El artículo debería ser materia de estudio de todo Activista. Entonces, ¡Aprendamos la Lección!
Ragarro
                                                                                                        25.04.14

jueves, 24 de abril de 2014

Un Tema de Actualidad - 22.04.2014

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Un Tema de Actualidad
CRISIS TERMINAL-01

SER ANTICAPITALISTA HOY,
UNA CUESTIÓN DE SENTIDO COMÚN
Mateo Aguado
Viento Sur
Hace poco más de un año tres reputados científicos de la NASA publicaron un impactante estudio en el que, basándose en complejos modelos matemáticos, pronosticaban el posible colapso de la civilización humana para dentro de pocas décadas. Las causas que se aludían como determinantes para llegar a tales conclusiones eran principalmente dos: la insostenible sobreexplotación humana de los recursos del planeta y la cada vez mayor desigualdad social existentes entre ricos y pobres (1)
Más allá de analizar la gravedad de esta predicción, me gustaría hacer notar que los dos motivos que –según estos investigadores– podrían acabar provocando el derrumbe de nuestra civilización son precisamente dos de las más claras características que posee el sistema capitalista: una insensibilidad total hacia la sostenibilidad ecológica del planeta y una abrumadora despreocupación hacia la (des)igualdad y la (in)justicia social.
En consecuencia –y como se verá en mayor profundidad en las líneas que siguen– no resultaría demasiado descabellado afirmar que el capitalismo es, al día de hoy, una de las mayores amenazas que se ciernen sobre la continuidad de la cultura humana en el planeta Tierra.
Evidencias de un sistema insensato
En las sociedades modernas de hoy en día nos hemos acostumbrado a asociar el poder adquisitivo con la capacidad de alcanzar una vida feliz. Es decir, se asume que –más que menos– nuestro nivel de renta determina la felicidad que podemos llegar a alcanzar en nuestra vida (o, como se suele decir, que el dinero da la felicidad).
Esta engañosa forma de concebir la vida (basada en los aspectos materiales y monetarios como medida a través de la cual lograr una vida buena) representa, probablemente, la mayor herramienta moral que posee el capitalismo en la actualidad. Sin embargo, y como veremos a continuación, esta concepción ofrece al menos dos evidencias que la hacen insostenible.
I) La evidencia social
Desde el punto de vista social el capitalismo es insostenible en tanto en cuanto promociona una sociedad global de poseedores y desposeídos en donde el sobre-consumo innecesario de unos pocos se produce a costa de las carencias vitales de la mayoría. Y es que una de las características que ha demostrado tener el capitalismo moderno es la construcción de sociedades en las que tienden a crecer las desigualdades sociales (lo cual sucede tanto si pensamos a una escala planetaria, a nivel de países, como si lo hacemos dentro de un mismo país bajo el prisma, cada vez más simplificado, de clases).
Paralelamente a esta estratificación económica de la sociedad en dos claros grupos (unas élites muy ricas y unas masas pobres), el capitalismo no ha logrado tan siquiera cumplir su clásica promesa de traer la felicidad a un creciente número de personas. Son cuantiosos los estudios que en este sentido han cuestionado rotundamente el axioma tan fuertemente instaurado en el ADN capitalista (y en el imaginario colectivo) de que el dinero da la felicidad. Estos estudios vendrían a mostrarnos cómo la correlación entre los ingresos y la satisfacción con la vida sólo se mantiene en etapas tempranas, cuando el dinero es usado para cubrir las necesidades más básicas. A partir de este punto entraríamos en una situación de “comodidad” en donde más dinero ya no significa necesariamente más felicidad. Es más, una vez ha sido alcanzada esta situación, seguir buscando obstinadamente el crecimiento económico (en el plano macro) y el aumento de la renta y el consumo (en el plano micro) puede resultar incluso contraproducente, pues tiende a hacernos descuidar otros aspectos de nuestra vida –intangibles pero igualmente esenciales para la felicidad– como las relaciones sociales o el buen uso del tiempo (2).
Así pues, parece claro que el capitalismo es un sistema que chirría tanto con la justicia social como con la felicidad humana. Como pusieron de manifiesto hace unos años Richard Wilkinson y Kate Pickett –en su magnífica obra Desigualdad: Un análisis de la (in)felicidad colectiva– estas dos cuestiones (justicia social y felicidad humana) son dos asuntos íntimamente relacionados. Parece ser que las desigualdades sociales tienden a hacernos más infelices: en aquellas sociedades en donde son mayores los niveles de desigualdad, mayores son también los niveles de infelicidad (3).
De todo esto se puede extraer la acertada conclusión de que una sociedad preocupada por maximizar sus niveles de felicidad debería ser una sociedad centrada en rebajar al mínimo sus niveles de desigualdad (lo cual, dicho sea de paso, parece una tarea incompatible con las actuales políticas de desarrollo occidental). Por ello, como sostiene Jorge Riechmann en su libro ¿Cómo vivir? Acerca de la vida buena, el capitalismo es “un enemigo declarado de la felicidad”. Y por esta misma razón “los partidarios de la felicidad humana no pueden ser sino anticapitalistas”.
II) La evidencia ecológica
Por otro lado, el axioma del crecimiento indefinido que el capitalismo defiende, a la vez que (como hemos visto) un sinsentido social, es una inviable biofísica. La constante demanda de materiales y energía que conlleva una economía como la que tenemos no puede mantenerse de forma indefinida en el tiempo sin acabar chocando con los límites biofísicos de nuestro planeta (un lugar éste, no lo olvidemos, finito y acotado). Este hecho, a pesar de ser firmemente ignorado por los economistas convencionales (y por la inmensa mayoría de los políticos), constituye una realidad absolutamente incontestable, tal y como nos enseña la segunda ley de la termodinámica. Se podría afirmar, por lo tanto, que el capitalismo es, desde el punto de vista ecológico, biofísico y termodinámico (desde el punto de vista científico al fin y al cabo) un sistema imposible abocado al desastre.
Es por razones como ésta que en política y en economía, al igual que sucede con el resto de aspectos de la vida, se hace imprescindible poseer un mínimo de cultura científica para poder ejercer como ciudadanos responsables y comprometidos (o lo que es lo mismo a efectos termodinámicos, para acomodar nuestro comportamiento a los límites biofísicos del planeta)
Me resultan muy interesantes en este sentido las sabias palabras de Wolfgang Sachs, quien sostiene que, en el futuro, el planeta ya no se dividirá en ideologías de izquierdas o de derechas, sino entre aquellos que aceptan los límites ecológicos del planeta y aquellos que no. O dicho de otro modo, entre aquellos que entiendan y acepten las leyes de la termodinámica y aquellos que no. No se trata por lo tanto de arreglar o refundar el capitalismo (como algún político sostuvo hace no mucho) sino de entender que nuestro futuro como especie en este planeta será un futuro no-capitalista o, sencillamente, no será.
Hacer comprender al común de los mortales que la esfera económica no puede crecer por encima de la esfera ecológica (al menos no sin comportarse antes como un cáncer) es, por sencillo que pueda parecer de entender, uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta la ciencia y la educación del nuevo milenio.
Sin embargo, esta cuestión de las esferas concéntricas –cual muñecas rusas– y de los límites del planeta es (pese a los reiterados mensajes ilusorios en pro del gasterío insensato que el capitalismo se empeña en difundir) un asunto sencillo de concebir para todas las personas. Y aquí reside –precisamente– nuestra esperanza: la esperanza de un cambio social en aras de poder alcanzar otro mundo posible, más justo y sostenible.
Como argumentaba recientemente Juan Carlos Monedero, es mucho más factible hacerse anticapitalista al día de hoy desde posiciones ecologistas que desde posiciones marxistas. La inviabilidad de un sistema que aboga por el crecimiento constante en un mundo que es limitado es algo mucho más fácil de comprender para la gente normal que la tendencia descendente de la tasa de ganancia o el fetichismo de la mercancía de la que nos hablaba Marx.
Por lo tanto, y a modo de corolario, urge entender que ser anticapitalista a día de hoy no es ya una cuestión de ecologistas o de marxistas aislados, sino que es algo de sentido común; algo directamente relacionado con la lógica de supervivencia. Esperemos que este asunto sea entendido –más temprano que tarde– por la inmensa mayoría de individuos que pueblan la Tierra hasta convertirse en una evidencia popular. Nuestra continuidad sobre el planeta y nuestra felicidad de ello dependerán.
Notas.-
(1) Motesharrei, S., Rivas, J., & Kalnay, E. (2012). A Minimal Model for Human and Nature Interaction.
(2) Para profundizar algo más sobre este tema se recomienda leer este artículo.
(3) La obra de Wilkinson y Pickett (2009) muestra minuciosamente como el incremento en las desigualdades tiene significativas repercusiones negativas sobre otros aspectos de la vida que afectan directamente al bienestar y a la felicidad. Tal sería el caso de la educación, la esperanza de vida, la mortalidad infantil, la incidencia de enfermedades mentales, el consumo de drogas, las tasas de obesidad y sobrepeso o el número de homicidios; variables todas ellas que presentan peores valores en aquellos lugares en donde mayor es la desigualdad.
Mateo Aguado es Investigador del Laboratorio de Socio-Ecosistemas
de la Universidad Autónoma de Madrid

Artículo publicado en Rebelión, 2 de abril de 2014
 de qué nos hablaba Marx, fecha: 6 de abril de 2014, 12:12
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CRISIS TERMINAL-02

LA TAREA DE FUTURO:
DIFUNDIR EL COLAPSO DE ESTA CIVILIZACIÓN
Rómulo Pardo Silva (especial para ARGENPRESS.info)
Pocos están conscientes de que la etapa actual de la humanidad termina. Y menos son los que se atreven a decirlo, algunos temen asustar, otros perder votos.
La verdad no cambia ocultándola y se agravan los sufrimientos para los humanos, todas las formas de vida y el ambiente físico impidiendo tomar medidas de adaptación desde hoy.
Se necesita una estrategia mundial política pero se debe empezar por una batalla de ideas para instalar la visión del cambio inevitable de civilización.
Esa es primero una misión personal pero que debe irse eslabonando con otros.
Antes que un partido se puede tejer un movimiento. Una relación para el intercambio de información y la realización de acciones públicas voluntarias. Una coordinación libre sin reglas de mayoría.
Tres coincidencias fundamentales debe tener esa vinculación para la cooperación:
-La civilización actual colapsará por ser insostenible en una naturaleza finita.
-Le seguirá otra sustentable de bienes materiales limitados.
-Se tiene que trabajar para lograr que sea solidaria y no de explotación.
Son las duras afirmaciones que se callan.
Desde esa base se abrirán diferencias sobre el hacer, el decir, el programa. Las opciones son muchas y los acuerdos y la realidad tomarán tiempo.
Después del crecimiento económico constante vendrá el decrecimiento… que no se quiere.
¿Movimiento por la civilización global sustentable solidaria?
Es la idea.
Hay que insistir.
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fecha: 8 de abril de 2014, 11:29
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Nota.-
            Es muy cierto que en su crisis terminal el sistema dominante presenta:
-una insensibilidad total hacia la sostenibilidad ecológica del planeta y
-una abrumadora despreocupación hacia la (des)igualdad y la (in)justicia social
            Todo sistema dominante comienza impulsando la producción y productividad, y después de cumplir su ciclo termina sobreviviendo con la renta parasitaria. Dos siglos antes de desplomarse el imperio romano, Plinio el viejo señalaba que “el latifundio pierde a Roma” Y Lenin en 1916 señalaba las características rentísticas del sistema capitalista en su etapa superior. Bien se puede sostener, pues, que “el financierismo pierde al imperio” ¿Qué son -si no- los paraísos fiscales y las burbujas inmobiliarias? Los casinos del Principado de Mónaco son casinos de barrio pobre comparados con ellos, que abarcan y sacuden el mundo entero.
Es muy cierto que el abismo social ricos-pobres jamás había sido tan claro como hoy en día. Proporcionalmente, ahora hay menos ricos (ultramillonarios) pero infinitamente más ricos que cualquier rico Epulón de antaño. El de “la plata llega sola”, comparado con lo que era en su juventud, es “millonario”, pero comparado con un magnate de Wall Street, es un pordiosero. (Y por eso tiene una “doble condición moral: lacayuna ante el soberano e insolente y opresora del más débil”) Y el pobre Lázaro bíblico se alimentaba mejor que la mayoría de la población mundial actual o, sin ir muy lejos, que la mayoría de los trabajadores de nuestra mamapacha.
            Es muy cierto que ecología y economía van de la mano. El extractivismo minero que incluso destruye las fuentes de agua (nacientes, puquios, humedales, otros nombres) es prueba de ello. La explotación petrolera, que incluso destruye bosques y profundidades marinas, es prueba de ello. Por supuesto, agua sobra en el mundo, pero no al alcance de la población.
            Es muy cierto que ya ni se requiere ser marxista ni conocer El Capital para comprender la realidad actual y tomar posición social y política. La mayoría de la población puede no conocer o no captar el análisis de la “tendencia decreciente de la tasa de ganancia o el fetichismo de la mercancía de que nos hablaba Marx”, pero ahora es más fácil comprender “la inviabilidad de un sistema que aboga por el crecimiento constante en un mundo que es limitado”
            Se podría afirmar, por lo tanto, que el capitalismo es, desde el punto de vista ecológico, biofísico y termodinámico (desde el punto de vista científico al fin y al cabo) un sistema imposible abocado al desastre.
            Y esa doble característica (insensibilidad total, abrumadora despreocupación) es también característica del capitalismo marginal de nuestro país y la mentalidad colonial que propicia en más de uno de sus intelectuales. Por eso el mensaje es:
-La civilización actual colapsará por ser insostenible en una naturaleza finita.
-Le seguirá otra sustentable de bienes materiales limitados.
-Se tiene que trabajar para lograr que sea solidaria y no de explotación.
¡Aprendamos la lección!
Ragarro
22.04.14

domingo, 20 de abril de 2014

LA SOLEDAD DE AMÉRICA LATINA





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Un Tema de Actualidad


LA SOLEDAD DE AMÉRICA LATINA



GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ



Antonio Pigafetta, un navegante florentino que acompañó a Magallanes en el primer viaje alrededor del mundo, escribió a su paso por nuestra América meridional una crónica rigurosa que sin embargo parece una aventura de la imaginación. Contó que había visto cerdos con el ombligo en el lomo, y unos pájaros sin patas cuyas hembras empollaban en las espaldas del macho, y otros como alcatraces sin lengua cuyos picos parecían una cuchara. Contó que había visto un engendro animal con cabeza y orejas de mula, cuerpo de camello, patas de ciervo y relincho de caballo. Contó que al primer nativo que encontraron en la Patagonia le pusieron enfrente un espejo, y que aquel gigante enardecido perdió el uso de la razón por el pavor de su propia imagen.

Este libro breve y fascinante, en el cual ya se vislumbran los gérmenes de nuestras novelas de hoy, no es ni mucho menos el testimonio más asombroso de nuestra realidad de aquellos tiempos. Los Cronistas de Indias nos legaron otros incontables. Eldorado, nuestro país ilusorio tan codiciado, figuró en mapas numerosos durante largos años, cambiando de lugar y de forma según la fantasía de los cartógrafos. En busca de la fuente de la Eterna Juventud, el mítico Alvar Núñez Cabeza de Vaca exploró durante ocho años el norte de México, en una expedición venática cuyos miembros se comieron unos a otros y sólo llegaron cinco de los 600 que la emprendieron. Uno de los tantos misterios que nunca fueron descifrados, es el de las once mil mulas cargadas con cien libras de oro cada una, que un día salieron del Cusco para pagar el rescate de Atahualpa y nunca llegaron a su destino. Más tarde, durante la colonia, se vendían en Cartagena de Indias unas gallinas criadas en tierras de aluvión, en cuyas mollejas se encontraban piedrecitas de oro. Este delirio áureo de nuestros fundadores nos persiguió hasta hace poco tiempo. Apenas en el siglo pasado la misión alemana de estudiar la construcción de un ferrocarril interoceánico en el istmo de Panamá, concluyó que el proyecto era viable con la condición de que los rieles no se hicieran de hierro, que era un metal escaso en la región, sino que se hicieran de oro.

La independencia del dominio español no nos puso a salvo de la demencia. El general Antonio López de Santana, que fue tres veces dictador de México, hizo enterrar con funerales magníficos la pierna derecha que había perdido en la llamada Guerra de los Pasteles. El general García Moreno gobernó al Ecuador durante 16 años como un monarca absoluto, y su cadáver fue velado con su uniforme de gala y su coraza de condecoraciones sentado en la silla presidencial. El general Maximiliano Hernández Martínez, el déspota teósofo de El Salvador que hizo exterminar en una matanza bárbara a 30 mil campesinos, había inventado un péndulo para averiguar si los alimentos estaban envenenados, e hizo cubrir con papel rojo el alumbrado público para combatir una epidemia de escarlatina. El monumento al general Francisco Morazán, erigido en la plaza mayor de Tegucigalpa, es en realidad una estatua del mariscal Ney comprada en París en un depósito de esculturas usadas.

Hace once años, uno de los poetas insignes de nuestro tiempo, el chileno Pablo Neruda, iluminó este ámbito con su palabra. En las buenas conciencias de Europa, y a veces también en las malas, han irrumpido desde entonces con más ímpetus que nunca las noticias fantasmales de la América Latina, esa patria inmensa de hombres alucinados y mujeres históricas, cuya terquedad sin fin se confunde con la leyenda. No hemos tenido un instante de sosiego. Un presidente prometeico atrincherado en su palacio en llamas murió peleando solo contra todo un ejército, y dos desastres aéreos sospechosos y nunca esclarecidos segaron la vida de otro de corazón generoso, y la de un militar demócrata que había restaurado la dignidad de su pueblo. En este lapso ha habido 5 guerras y 17 golpes de estado, y surgió un dictador luciferino que en el nombre de Dios lleva a cabo el primer etnocidio de América Latina en nuestro tiempo. Mientras tanto 20 millones de niños latinoamericanos morían antes de cumplir dos años, que son más de cuantos han nacido en Europa occidental desde 1970. Los desaparecidos por motivos de la represión son casi los 120 mil, que es como si hoy no se supiera dónde están todos los habitantes de la ciudad de Upsala. Numerosas mujeres arrestadas encintas dieron a luz en cárceles argentinas, pero aún se ignora el paradero y la identidad de sus hijos, que fueron dados en adopción clandestina o internados en orfanatos por las autoridades militares. Por no querer que las cosas siguieran así han muerto cerca de 200 mil mujeres y hombres en todo el continente, y más de 100 mil perecieron en tres pequeños y voluntariosos países de la América Central, Nicaragua, El Salvador y Guatemala. Si esto fuera en los Estados Unidos, la cifra proporcional sería de un millón 600 mil muertes violentas en cuatro años.

De Chile, país de tradiciones hospitalarias, ha huido un millón de personas: el 10 por ciento de su población. El Uruguay, una nación minúscula de dos y medio millones de habitantes que se consideraba como el país más civilizado del continente, ha perdido en el destierro a uno  de cada cinco ciudadanos. La guerra civil en El Salvador ha causado desde 1979 casi un refugiado cada 20 minutos. El país que se pudiera hacer con todos los exiliados y emigrados forzosos de América latina, tendría una población más numerosa que Noruega.

Me atrevo a pensar que es esta realidad descomunal, y no sólo su expresión literaria, la que este año ha merecido la atención de la Academia Sueca de la Letras.  Una realidad que no es la del papel, sino que vive con nosotros y determina cada instante de nuestras incontables muertes cotidianas, y que sustenta un manantial de creación insaciable, pleno de desdicha y de belleza, del cual éste colombiano errante y nostálgico no es más que una cifra más señalada por la suerte. Poetas y mendigos, músicos y profetas, guerreros y malandrines, todas las criaturas de aquella realidad desaforada hemos tenido que pedirle muy poco a la imaginación, porque el desafío mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de los recursos convencionales para hacer creíble nuestra vida. Este es, amigos, el nudo de nuestra soledad.

Pues si estas dificultades nos entorpecen a nosotros, que somos de su esencia, no es difícil entender que los talentos racionales de este lado del mundo, extasiados en la contemplación de sus propias culturas, se hayan quedado sin un método válido para interpretarnos. Es comprensible que insistan en medirnos con la misma vara con que se miden a sí mismos, sin recordar que los estragos de la vida no son iguales para todos, y que la búsqueda de la identidad propia es tan ardua y sangrienta para nosotros como lo fue para ellos. La interpretación de nuestra realidad con esquemas ajenos sólo contribuye a hacernos cada vez más desconocidos, cada vez menos libres, cada vez más solitarios. Tal vez la Europa venerable sería más comprensiva si tratara de vernos en su propio pasado. Si recordara que Londres necesitó 300 años para construir su primera muralla y otros 300 para tener un obispo, que Roma se debatió en las tinieblas de incertidumbre durante 20 siglos antes de que un rey etrusco la implantara en la historia, y que aún en el siglo XVI los pacíficos suizos de hoy, que nos deleitan con sus quesos mansos y sus relojes impávidos, ensangrentaron a Europa con soldados de fortuna. Aún en el apogeo del Renacimiento, 12 mil lansquenetes a sueldo de los ejércitos imperiales saquearon y devastaron a Roma, y pasaron a cuchillo a ocho mil de sus habitantes.

No pretendo encarnar las ilusiones de Tonio Kröger, cuyos sueños de unión entre un norte casto y un sur apasionado exaltaba Thomas Mann hace 53 años en este lugar. Pero creo que los europeos de espíritu clarificador, los que luchan también aquí por una patria grande más humana y más justa, podrían ayudarnos mejor si revisaran a fondo su manera de vernos. La solidaridad con nuestros sueños no nos haría sentir menos solos, mientras no se concrete con actos de respaldo legítimo a los pueblos que asuman la ilusión de tener una vida propia en el reparto del mundo.

América Latina no quiere ni tiene por qué ser un alfil sin albedrío, ni tiene nada de quimérico que sus designios de independencia y originalidad se conviertan en una aspiración occidental. No obstante, los progresos de la navegación que han reducido tantas distancias entre nuestras Américas y Europa, parecen haber aumentado en cambio nuestra distancia cultural. ¿Por qué la originalidad que se nos admite sin reservas en la literatura se nos niega con toda clase de suspicacias en nuestras tentativas tan difíciles de cambio social? ¿Por qué pensar que la justicia social que los europeos de avanzada tratan de imponer en sus países no puede ser también un objetivo latinoamericano con métodos distintos en condiciones diferentes? No: la violencia y el dolor desmesurados de nuestra historia son el resultado de injusticias seculares y amarguras sin cuento, y no una confabulación urdida a 3 mil leguas de nuestra casa. Pero muchos dirigentes y pensadores europeos lo han creído, con el infantilismo de los abuelos que olvidaron las locuras fructíferas de su juventud, como si no fuera posible otro destino que vivir a merced de los dos grandes dueños del mundo. Este es, amigos, el tamaño de nuestra soledad.

Sin embargo, frente a la opresión, el saqueo y el abandono, nuestra respuesta es la vida. Ni los diluvios ni las pestes, ni las hambrunas ni los cataclismos, ni siquiera las guerras eternas a través de los siglos y los siglos han conseguido reducir la ventaja tenaz de la vida sobre la muerte. Una ventaja que aumenta y se acelera: cada año hay 74 millones más de nacimientos que de defunciones, una cantidad de vivos nuevos como para aumentar siete veces cada año la población de Nueva York. La mayoría de ellos nacen en los países con menos recursos, y entre éstos, por supuesto, los de América Latina. En cambio, los países más prósperos han logrado acumular suficiente poder de destrucción como para aniquilar cien veces no sólo a todos los seres humanos que han existido hasta hoy,  sino la totalidad de los seres vivos que han pasado por este planeta de infortunios.

Un día como el de hoy, mi maestro William Faullkner dijo en este lugar: "Me niego a admitir el fin del hombre". No me sentiría digno de ocupar este sitio que fue suyo si no tuviera la conciencia plena de que por primera vez desde los orígenes de la humanidad, el desastre colosal que él se negaba a admitir hace 32 años es ahora nada más que una simple posibilidad científica. Ante esta realidad sobrecogedora que a través de todo el tiempo humano debió de parecer una utopía, los inventores de fábulas que todo lo creemos, nos sentimos con el derecho de creer que todavía no es demasiado tarde para emprender la creación de la utopía contraria. Una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra.

Agradezco a la Academia de Letras de Suecia el que me haya distinguido con un premio que me coloca junto a muchos de quienes orientaron y enriquecieron mis años de lector y de cotidiano celebrante de ese delirio sin apelación que es el oficio de escribir. Sus nombres y sus obras se me presentan hoy como sombras tutelares, pero también como el compromiso, a menudo agobiante, que se adquiere con este honor. Un duro honor que en ellos me pareció de simple justicia, pero que en mí entiendo como una más de esas lecciones con las que suele sorprendernos el destino, y que hacen más evidente nuestra condición de juguetes de un azar indescifrable, cuya única y desoladora recompensa, suelen ser, la mayoría de las veces, la incomprensión y el olvido.

Es por ello apenas natural que me interrogara, allá en ese trasfondo secreto en donde solemos trasegar con las verdades más esenciales que conforman nuestra identidad, cuál ha sido el sustento constante de mi obra, qué pudo haber llamado la atención de una manera tan comprometedora a este tribunal de árbitros tan severos. Confieso sin falsas modestias que no me ha sido fácil encontrar la razón, pero quiero creer que ha sido la misma que yo hubiera deseado. Quiero creer, amigos, que este es, una vez más, un homenaje que se rinde a la poesía. A la poesía por cuya virtud el inventario abrumador de las naves que numeró en su Ilíada el viejo Homero está visitado por un viento que las empuja a navegar con su presteza intemporal y alucinada. La poesía que sostiene, en el delgado andamiaje de los tercetos del Dante, toda la fábrica densa y colosal de la Edad Media. La poesía que con tan milagrosa totalidad rescata a nuestra América en las Alturas de Machu Picchu de Pablo Neruda el grande, el más grande, y donde destilan su tristeza milenaria nuestros mejores sueños sin salida. La poesía, en fin, esa energía secreta de la vida cotidiana, que cuece los garbanzos en la cocina, y contagia el amor y repite las imágenes en los espejos.

En cada línea que escribo trato siempre, con mayor o menor fortuna, de invocar los espíritus esquivos de la poesía, y trato de dejar en cada palabra el testimonio de mi devoción por sus virtudes de adivinación, y por su permanente victoria contra los sordos poderes de la muerte. El premio que acabo de recibir lo entiendo, con toda humildad, como la consoladora revelación de que mi intento no ha sido en vano. Es por eso que invito a todos ustedes a brindar por lo que un gran poeta de nuestras Américas, Luis Cardoza y Aragón, ha definido como la única prueba concreta de la existencia del hombre: la poesía.

Muchas gracias.

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

DISCURSO DE ACEPTACIÓN

DEL PREMIO NOBEL DE LITERATURA

9 DE DICIEMBRE DE 1982





            Nota.-

            El fallecimiento del insigne escritor colombiano Gabriel García Márquez (Aracataca 6 de marzo de 1927 – México D.F. 17 de abril de 2014) ha concitado múltiples expresiones de hondo pesar. Su conocida obra Cien Años de Soledad es considerada al nivel de El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la mancha. Con él la literatura colombiana llega a su más alta expresión en su formación nacional.

            El discurso que ofreció al recibir el Premio Nobel es reconocido también por su hondo contenido social. Fue publicado como separata en en tercer número de la revista Punto de Vista, editada por Activistas del Socialismo Peruano (enero-febrero de 1983)

            Se difunde nuevamente como sincero homenaje al laureado escritor.

                                                  Ragarro

                                                 19.04.14

P0LÍTICA PARTIDO FRENTE

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Un Tema de Actualidad

P0LÍTICA  PARTIDO  FRENTE

            Nuestro país entra en un nuevo proceso electoral. Por eso, es menester precisar conceptos que se agitan en las campañas. Entre ellos, los conceptos de política, partido, frente. Veamos, pues.

1. POLÍTICA
            Enciclopedias, diccionarios, manuales, definen la política como “conjunto de las actividades con que se gobierna un Estado”, como “arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados” Es decir, política es “el arte de gobernar” Sin embargo, esta definición que circula profusamente no trata la esencia de la cuestión, se queda en la superficie del fenómeno.
            Ya en 1816 el socialista de la utopía, conde de Saint Simon (1760-1825) declaraba que la política había de ser la ciencia del desarrollo de la producción, base de la sociedad y única solución al problema social.
            En 1878 Engels rescata este legado y anota que “Saint Simon declara que la política es la ciencia de la producción y predice ya la total absorción de la política por la economía” y que “proclama ya claramente la transformación del gobierno político sobre los hombres en la administración sobre las cosas y la dirección de los procesos de producción, es decir, expresa la idea de la abolición del Estado, que tanto estrépito viene levantando últimamente” Y lo sigue levantando hasta el presente. De ahí se deduce que la política es expresión concentrada de la economía. Ningún gobierno queda al margen del proceso económico del país, sea para avanzar sea para frenar su desarrollo. En nuestro país, bien se sabe desde 1928 con JCM y sus 7 Ensayos que “El capitalista, o mejor el propietario criollo, tiene el concepto de la renta antes que el de la producción” Esto es ahora más evidente que nunca. El concepto de la renta prima en la desagrarización, desindustrialización, informalización del país. Lo poco que se logró tras siglo y medio de independencia ha desaparecido en los últimos treinta años de dominio neoliberal. La corrupción, el despilfarro, el burocratismo son la superficie del carácter rentista, parasitario del capitalismo marginal, simple apéndice del capitalismo transnacional. No hay privatización (transnacionalización) que no deje al privatizador de turno su 10% de ganancia rentista (coima)  Por eso las privatizaciones, impuestas por el FMI-BM, son ejecutadas por el testaferro de turno a precios de subasta, a precios de remate. Y con la exigencia de que lo poco que queda en el país por cada transacción “limpia y transparente” no puede ser invertido en programas de desarrollo; se volatiliza en “programas de asistencia” muy gratos al carácter rentista del capitalismo marginal.
            De ahí que hay dos tipos de política. La vieja política ha llevado al país a la bancarrota. Sus representantes sólo persiguen la leva hereditaria o la sustitución de los viejos ricos ya en decadencia por los nuevos ricos en ascenso. Este es el gran novelón que ofrece a diario la política criolla en periódicos, pasquines, revistas, radio, televisión. Estos políticos, ningún programa o plan de desarrollo ofrecen al elector. Sólo la “lucha contra la corrupción hasta sus últimas consecuencias”
            La nueva política parte de la raíz del problema del país. La clase dominante apenas aspira a ser apéndice del dominio transnacional, y lleva al país a ser un estado más “de la Unión Americana”  Por eso, a la vez que rechaza el ALCA-TLC, la nueva política propone un programa o plan de desarrollo que sustituya la exportación de materias primas por la exportación de productos elaborados con valor agregado, sean agrícolas o industriales. Propugna la modernización del agro y el desarrollo de la industria pesada. Y la integración sudamericana. Es decir, propugna el crecimiento económico, el desarrollo social, el progreso humano del pueblo peruano.
            Así, hay dos políticas. Política con concepto de la renta, política con concepto de la producción.

2. PARTIDO
            El partido político surge con la revolución liberal, primeramente como “logias” como cuando la independencia de América. Es el embrión del nuevo Estado. Y como todo embrión, al surgir el nuevo Estado desaparece (o debe desaparecer) ante la nueva forma superior de organización de clase. Pero como esta nueva forma superior de organización se expresa en república de democracia representativa, los partidos del sistema pasan a expresar facciones de clase. Son partidos tradicionales el Partido Conservador y el Partido Liberal (aunque sus nombres varíen)  Cuando uno está en el gobierno, otro está en la oposición. Este binomio es el mejor sostén de la democracia representativa.
            Estos partidos se organizan en “comités”, es decir de arriba abajo, y actúan como “bancadas” en el Parlamento o como “ministerios” en el Ejecutivo. (Con la crisis de la democracia representativa surgió temporalmente el Partido Fascista, organizado como “milicias” para combatir a los trabajadores en crecimiento organizativo)
            El siglo pasado vio surgir un tercer partido, el Partido Laborista, que necesariamente tiene que propugnar una política de reforma social cuando está en la oposición. Si llega al gobierno, sea en el Parlamento o en la Presidencia tiene que adecuarse a la política de la clase dominante. Y es que objetivamente no hay “tercera vía” dentro del sistema. Toda “tercera vía” obedece necesariamente a una segunda (conservadora o liberal) Es clásica la evolución (o involución) del Partido Laborista inglés. El tipo de Partido Laborista (socialista liberal, socialista democrático) se organiza en secciones (sindical, campesina, femenina, juvenil, otras) Con la caducidad del “Estado de bienestar” caducó también este tercer partido como tal.
            El Partido Proletario es un partido de nuevo tipo. Es una “facción orgánica y doctrinariamente homogénea”, tiene “relaciones estrictamente disciplinadas” No propugna la reforma del Estado de la clase dominante sino su sustitución por un Estado de nuevo tipo según su programa máximo (prospectivo) de instauración-gobierno-extinción del Poder. Como embrión de un nuevo Estado, cuya base es la comuna o municipio de nuevo tipo, se organiza también de abajo arriba, en células según los criterios de producción o residencia.
            Este Partido Proletario tiene su propia planeación, planeación funcional que une en un todo orgánico los conceptos de Partido (selecto, compacto, eficaz)-Frente (masivo, variado, combativo)-Programa Reivindicativo (mínimo)-Programa Prospectivo (máximo) y de acuerdo a las normas de eficiencia (respecto a los recursos), funcionalidad (respecto a las variaciones de la situación) y eficacia (respecto a las demandas)
            Este Partido Proletario no surge de “un conciliábulo académico” sino de la “criba de la vanguardia” que expresa la elevación del interés de clase al nivel de la conciencia de clase, pues hay obreros que no son proletarios y hay proletarios que no son obreros. Necesariamente realiza cuatro tipos de trabajo: legal (si hay legalidad propicia), abierto (en las luchas de masas), clandestino (en su trabajo propio), secreto (reservado incluso ante la militancia general)
            La experiencia histórica enseña que el Partido Proletario no propone ni elige candidatos. El trabajo electoral, según la teoría del “termómetro del sufragio” se reserva ahora para el Frente Unido, que enarbola el programa mínimo (reivindicativo)
            Así, hay dos tipos de partidos políticos: los que actúan para reformar el sistema y los que actúan para cambiar el sistema. Y si el que domina en nuestro país es un sistema caduco inepto y corrupto, ¿qué reforma podrá apuntalarlo?

3. FRENTE
            En 1917 triunfó el Partido Proletario bolchevique y devino partido oficial con su propia legalidad. (Antes había funcionado como partido ilegal durante la autocracia zarista) Cuando los partidos proletarios de otros países (que actuaban dentro de la legalidad burguesa) siguieron los métodos organizativos del partido oficial, de inmediato surgieron las dificultades y en poco tiempo quedaron marginados y hasta aislados de las masas. Esto viene ocurriendo hasta el presente.
            Ante tal crisis se impuso la Nueva Política Económica NEP para el primer Estado socialista, y la táctica de Frente Unido para los partidos proletarios. El Partido Proletario asumía el programa máximo y el Frente Unido asumía el programa mínimo. Este programa concluye cuando se instaura el nuevo Estado, cuando se sustituye la república de democracia representativa (de arriba abajo) por la república de democracia participativa (de abajo arriba)
            Desde su regreso al país (18.03.23) JCM declaró ser “partidario antes que nada del frente único proletario” Pero el PSP fue constituido (07.10.28) sobre la base de la “célula secreta de los 7”  Y es que el programa reivindicativo conduce al programa prospectivo. Separados, uno conduce al reformismo, otro conduce al sectarismo. Esto viene ocurriendo hasta el presente.
            El Frente Unido une a todas las capas susceptibles de ser unidas. Su programa es reivindicativo. En un país desagrarizado, desindustrializado, informalizado, la primera reivindicación necesariamente es la del trabajo emancipado. El ser humano llegó a ser tal por el trabajo. Sin trabajo, es menos que un animal. Por eso es la primera reivindicación general pues compromete a todo el pueblo trabajador, que sufre ominoso desempleo en un país donde todo está por hacer.
            La segunda reivindicación es la de la vida digna, tanto material como espiritual. Sin salud ni educación, el ser humano es menos que un animal. Por eso es la segunda reivindicación general pues compromete a todo el pueblo trabajador que carece de lo más elemental para su vida digna.
            La tercera reivindicación es la del cambio social. La bancarrota del país es responsabilidad ineludible de la clase dominante, caduca inepta y corrupta como su sistema mismo Debe ser sustituida por el cambio social. Por eso es la tercera reivindicación general pues compromete no sólo al pueblo trabajador sino al país entero.
            El Frente Unido participa en elecciones de abajo arriba, y por eso prioriza la elección municipal, que es trabajo de hormiga, de 25 horas al día, día a día. Desde los años 80 hay elecciones municipales, pero se las sigue menospreciando porque se confunde distrito con municipio, y porque no se parte del análisis concreto de la realidad concreta sino del discurso teorético dogmatizado. Trabajar por el municipio es trabajar por el Estado de nuevo tipo
            Participar sólo en elecciones parlamentarias o presidenciales, de hecho es caer en el juego electoral oficial, que urge dar el voto al promesero de turno porque “no hay tiempo para debates”  Por eso, aquí es donde se pone a prueba la teoría de la participación electoral: cuando el termómetro del sufragio universal marque el punto de ebullición, los trabajadores sabrán, lo mismo que el sistema dominante, qué es lo que hay que hacer. Hasta ahora la clase dominante sabe muy bien qué es lo que hay que hacer.
            Se comprende bien, entonces, que hay dos tipos de Frente: Frente (Alianza, Movimiento, Partido o como se le quiera llamar) con plan de reforma larguísimo para apuntalar el sistema, y Frente (o como se le quiera llamar, pues es nombre genérico) con programa reivindicativo que señala directamente las necesidades inmediatas del pueblo trabajador. El primer Frente es cortoplacista, dura lo que dura el proceso electoral. El segundo Frente acumula la experiencia del pueblo trabajador, aprende de los errores, se fortalece con los aciertos. Es trabajo sistemático a largo plazo, “hasta que el termómetro del sufragio marque para los trabajadores el punto de ebullición”
Ragarro
07.10.05
            Nota- Hace nueve años, desde el 07.10.05 se difundió este tema en tres entregas semanales. Dado que estamos en un nuevo proceso electoral, no es inoportuno presentarlo nuevamente.
            Se sabe que hay dos conceptos de Política. Se sabe que hay dos conceptos de Partido. Se sabe que hay dos conceptos de Frente. Pero oficialmente sólo se difunde y aplica un solo concepto, el oficial de la izquierda protestataria. Esto se nota de bulto en la escena política actual.
            La adhesión a una política determinada depende de la posición de clase.
            La adhesión a un partido determinado depende de la posición de clase.
            La adhesión a un frente determinado depende de la posición de clase.
            ¿Por qué se apoya hasta el hartazgo el crecimiento económico extractivista?
            ¿Por qué se bloquea hasta el hartazgo la necesidad del partido proletario?
            ¿Por qué se rechaza hasta el hartazgo la necesidad del frente unido proletario?
            Sencillamente, porque consciente, subconsciente, inconscientemente la mentalidad colonial lleva a aceptar y aplicar la “sustitución de importaciones” y las “ventajas comparativas” impuestas por la Cepal y el Consenso de Washington. Con una no pudimos abrir mercado ni interior ni exterior con producción industrial competitiva. Con otra hemos caído en el extractivismo colonial, exportación de materias primas sin ni el mínimo valor agregado.
            ¡Vale un Perú! Y quedamos sometidos al saqueo colonial.
            ¡Crecimiento superior a China! Y quedamos sometido al saqueo neocolonial.
            Ante esta realidad, se impone la preparación de la organización del Socialismo Peruano
                                                       Ragarro
                                                      18.04.14