jueves, 2 de mayo de 2024

LA UNIDAD DEL PUEBLO

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LA UNIDAD DEL PUEBLO
(01 de mayo de 2024)
Por Miguel Aragón
Las Décadas de 1960 y 1970, fueron los años de la división de la “izquierda” peruana. Tras la implosión del PCP (1964) y la formación (y subdivisión posterior) de otros movimientos al margen del PCP, en menos de quince años se formaron cerca de 50 mini grupos, cada cual más sectario que el otro, que paradójicamente coincidían en que todos y cada uno de ellos se reclamaban y autodefinían ser “la vanguardia del proletariado”. Su lema mal entendido era “el partido se fortalece depurándose”.
Como reacción dialéctica, la década de 1980 fue la década de la unidad de las izquierdas, fueron años del crecimiento y apogeo de IZQUIERDA UNIDA. En su mejor momento, IU no fue propiamente un “frente”, fue una Coalición de cerca de siete grupos partidarios, y una periferia de una cantidad similar de grupos. Al no practicar una acertada política frente unitaria, La coalición Izquierda Unida terminó siendo la Izquierda Desunida de los años ’90. En un lapso muy breve había concluido su breve ciclo de existencia.
Pretender rehabilitar, o rejuvenecer la izquierda, es un utopía idealista, es una propuesta que no obedece a las necesidades del actual desarrollo social y político. Las necesidades actuales son otras.
El momento actual reclama la UNIDAD DEL PUEBLO, tal como lo han demostrado las grandes movilizaciones de masas desarrolladas en los últimos 20 años. Entre las luchas más destacadas recordemos las luchas de las comunidades indígenas amazónicas el año 2009 (“El Baguazo”), las luchas por la libertad política de noviembre de 2020 (contra la usurpación del gobierno por la dupla Merino-Flores Araoz), y últimamente, las grandes movilizaciones de las comunidades y municipios de las provincias del sur peruano contra la imposición de la tiranía jurídico militar que dio el golpe del 7 de diciembre de 2021 contra el gobierno democrático burgués de Castillo.
En todas esas, y en otras luchas, desarrolladas desde el año 2004 hasta el presente, los remanentes de la izquierda han sido simples “espectadores”, han estado al margen o a la cola de los movimientos de masas. Por el contrario, los propios pobladores agrupados en comunidades campesinas, comunidades indígenas, coordinadoras zonales y coordinadoras municipales, han sido las que han dado la lucha efectiva contra la clase dominante.
Aprendamos estas grandes lecciones de las propias masas. Los jóvenes, y los veteranos, que estamos por el cambio social, debemos de priorizar el trabajo frente unitario en Barrios y Municipios, agitando el Programa Mínimo, el Programa Reivindicativo, que brote de las necesidades más sentidas del pueblo: Trabajo, Educación y Salud.
En Perú hay cerca de 1,800 municipios, y más de 20,000 barrios. Hay espacio, hasta de sobra, para cumplir nuestro deber de “sembrar gérmenes de renovación y difundir ideas clasistas”.
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Miguel Aragon
corregir: "golpe del 7 de diciembre de 2022"

miércoles, 1 de mayo de 2024

EL CAMBIO SOCIAL Y EL FRENTE UNIDO

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EL CAMBIO SOCIAL Y EL FRENTE UNIDO
 
  El Primero de Mayo marca un hito en la lucha del proletariado internacional en el largo proceso histórico de la Reivindicación del Trabajo. El Proletariado nacional está incurso dentro de esta noble tarea de la Liberación de las Fuerzas Productivas del modo de producción capitalistas, hoy en crisis terminal.
 Hace exactamente 100 años, un 01 de mayo de 1924, el Amauta José Carlos Mariátegui escribía su hondo mensaje en “El Primero de Mayo y el Frente Único”, decía: “El 1º de Mayo es, en todo el mundo, un día de unidad del proletariado revolucionario, una fecha que reúne en un inmenso frente único internacional a todos los trabajadores organizados.” Luego, puntualizaba: “En esta fecha caen espontáneamente todas las barreras que diferencian y separan en varios grupos y varias escuelas a la vanguardia proletaria”. En ese entonces, estaba fresco el combate y la conquista de la jornada de las 8 horas de trabajo. Correspondía ese logro a una estación de pingues ganancias y avance de la gran burguesía capitalista. Hoy, a cien años de aquel heroico episodio de la lucha del proletariado, las condiciones de la lucha han cambiado en los términos en que se plantea ahora a la luz de la vigencia de la idea germen de la obra del Amauta JCM.
  El capitalismo se ha convertido en una rémora para los cambios históricos. Plantea el problema al Proletariado como en su momento lo planteara la aristocracia feudal a la burguesía emergente y su Programa común de: Libertad- Igualdad-Fraternidad y sus debates consultivos al pueblo en los Cabildos Abiertos.
  El proletariado peruano hoy propone un camino: El Cambio Social y el Frente Unido sobre la base de un Programa de Acción Común: TRABAJO-EDUCACION-SALUD en Convocatoria a la Conferencia Consultiva del Pueblo Peruano a través de los Municipios, donde radica el poder del pueblo-pueblo.
  Por eso, reflexionemos sobre el profundo mensaje del Amauta JCM sobre lo que significa un frente único, señala:
  . El frente único no anula la personalidad, no anula la filiación de ninguno de los que lo componen.
. No significa la confusión ni la amalgama de todas las doctrinas en una doctrina única.
. Es una acción contingente, concreta, practica.
 . El programa del frente único considera exclusivamente la realidad inmediata, fuera de toda abstracción y de toda utopía.
. Dentro del frente único cada cual debe conservar su propia filiación y su propio ideario.
. Cada cual debe trabajar por su propio credo.
. Pero todos deben sentirse unidos por la solidaridad de clase, vinculados por la lucha común contra el adversario común, ligados por la misma voluntad revolucionaria, y la misma pasión renovadora.
  A la luz de lo señalado, qué reflexión nos depara la propuesta de un Programa Mínimo Reivindicativo: TRABAJO-EDUCACION-SALUD.
 ¡PROLETARIOS DE TODOS LOS PAÌSES, UNÌOS!  
 Colectivo Perú Integral
             01.05.24

Nota. El artículo “El 1º de Mayo y el Frente Único” del Amauta JCM fue publicado en “Obrero Textil”, el 1º de mayo de 1924 y forma parte del libro COC JCM-T.13.

𝗖𝗢𝗡𝗩𝗢𝗖𝗔𝗧𝗢𝗥𝗜𝗔 𝟭° 𝗗𝗘 𝗠𝗔𝗬𝗢: 𝗖𝗚𝗧𝗣 𝗖𝗢𝗡𝗩𝗢𝗖𝗔 𝗔 𝗠𝗔𝗥𝗖𝗛𝗔 𝗡𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡𝗔𝗟 𝗗𝗘 𝗣𝗥𝗢𝗧𝗘𝗦𝗧𝗔 𝗖𝗢𝗡𝗠𝗘𝗠𝗢𝗥𝗔𝗡𝗗𝗢 𝗗𝗜𝗔 𝗜𝗡𝗧𝗘𝗥𝗡𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡𝗔𝗟 𝗗𝗘 𝗟𝗔𝗦/𝗟𝗢𝗦 𝗧𝗥𝗔𝗕𝗔𝗝𝗔𝗗𝗢𝗥𝗘𝗦

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𝗖𝗢𝗡𝗩𝗢𝗖𝗔𝗧𝗢𝗥𝗜𝗔
𝟭° 𝗗𝗘 𝗠𝗔𝗬𝗢: 𝗖𝗚𝗧𝗣 𝗖𝗢𝗡𝗩𝗢𝗖𝗔 𝗔 𝗠𝗔𝗥𝗖𝗛𝗔 𝗡𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡𝗔𝗟 𝗗𝗘 𝗣𝗥𝗢𝗧𝗘𝗦𝗧𝗔 𝗖𝗢𝗡𝗠𝗘𝗠𝗢𝗥𝗔𝗡𝗗𝗢 𝗗𝗜𝗔 𝗜𝗡𝗧𝗘𝗥𝗡𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡𝗔𝗟 𝗗𝗘 𝗟𝗔𝗦/𝗟𝗢𝗦 𝗧𝗥𝗔𝗕𝗔𝗝𝗔𝗗𝗢𝗥𝗘𝗦
Este 1° de mayo 𝗗𝗜𝗔 𝗜𝗡𝗧𝗘𝗥𝗡𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡𝗔𝗟 𝗗𝗘 𝗟𝗔𝗦/𝗟𝗢𝗦 𝗧𝗥𝗔𝗕𝗔𝗝𝗔𝗗𝗢𝗥𝗘𝗦, alzaremos nuestra voz de disconformidad una vez más en una 𝗚𝗥𝗔𝗡 𝗠𝗔𝗥𝗖𝗛𝗔 𝗡𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡𝗔𝗟 𝗗𝗘 𝗣𝗥𝗢𝗧𝗘𝗦𝗧𝗔, para exigir al régimen actual que respete nuestros derechos humanos y nuestros derechos fundamentales.
La voz de la clase trabajadora y de la ciudadanía en general exigiremos solución a la negociación colectiva centralizada del sector estatal; el incremento de la Remuneración Mínima Vital; el incremento de las Pensiones de nuestros jubilados. Asi también exigiremos justicia para los asesinados y cientos de heridos en las protestas sociales; convocatoria a elecciones generales y por una nueva Constitución Política.
Está marcha nacional debe ser un reflejo de la fortaleza sindical y popular para rendir un junto homenaje a todos nuestros mártires a nivel nacional y mundial y elevar un grito unitario contra la corrupción, la precariedad laboral, el desempleo y la inseguridad ciudadana que nos aflige a todos los ciudadanos.
En Lima la concentración será en el Campo de Marte el 1° de Mayo a partir de las 9:00 y en las regiones del país de acuerdo a su realidad.
¡¡¡ 𝗖𝗚𝗧𝗣, 𝗟𝗔 𝗙𝗨𝗘𝗥𝗭𝗔 𝗤𝗨𝗘 𝗡𝗢𝗦 𝗨𝗡𝗘 !!!

LOS TRABAJADORES

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LOS TRABAJADORES
Por Gustavo Espinoza M.
Diario UNO / Domingo 28 de abril del 2024
La proximidad del 1 de Mayo constituye una invitación generosa para escribir acerca del Día Internacional de los Trabajadores, su significado, importancia y trascendencia.
Hacerlo hoy en el Perú, reviste un sentido especial no sólo por la naturaleza agresiva de la crisis del sistema de dominación capitalista que pauperiza la vida de millones; sino también porque constituye un modo de afirmar un ideario y un sentimiento de clase que hay que procurar extender hasta convertirlo en herramienta de todo el pueblo.
Vivimos tiempos difíciles, en los que la ofensiva del Capital no se expresa sólo en el plano de la economía, sino también en la más amplia esfera del pensamiento.
La clase dominante no se conforma con mantener maniatados a los trabajadores imponiendo salarios y condiciones de trabajo deplorables, sino que se empeña, además, en neutralizar su capacidad de pensamiento. Y es que busca lograr que ella razone como sus opresores, aceptando dócilmente las herramientas de la dominación.
Hasta hace algunas décadas los gobiernos reaccionarios se resistían a aceptar el 1 de Mayo como un Día del Proletariado. Prohibían las manifestaciones obreras y reprimían a los trabajadores haciendo uso de la fuerza. Luego, con tácticas nuevas, aceptaron la fecha, asegurando que ella “también les pertenece”, porque ellos, “también son trabajadores”
}
Curándose en salud, sin embargo, optaron por señalar que el día, no es propiamente el de los Trabajadores, sino el “Dia del Trabajo”. Así buscaron rendirle pleitesía a la actividad en si, al margen de su forma y contenido.
Para aplicar mejor sus mecanismos de explotación, y revindicar el sentido verdadero de la ley del Capital -la de la Máxima Ganancia- se dan siempre maña para idear nuevos mecanismos, perfeccionando el modelo de explotación.
Así, han diseñado el Neo Liberalismo, que se ajusta a la perfección a sus objetivos esenciales. Gracias a él han multiplicado hasta el delirio sus ganancias y masificado la pobreza, universalizando la proletarización de millones.
No obstante, no les basta todo eso. Hoy, buscan obsesivamente domesticar a los trabajadores anhelando que piensen como ellos en la apreciación de la problemática social. Buscan, entonces, que renuncien a su óptica de clase y que “se entiendan” con sus explotadores en miras a “incrementar la producción”.
Alientan cambios en el sindicalismo de nuestro tiempo y envían “mensajes” destinados a seducir a ciertos segmentos de la Clase. Anhelan convencerlos que estos son “otros tiempos” en los que “no cabe la lucha de clases”.
No hay que buscar la confrontación, les dicen, sino la concertación; no hay que promover la protesta, sino la propuesta: y no recurrir a la huelga, sino a la Mesa de Diálogo. En otras palabras, conciliar, y no luchar.
Este “mensaje” suele hallar receptividad en algunos segmentos del movimiento obrero. Y es que el instrumento de lucha de los trabajadores -la Conciencia de Clase- no se consolida, ni se afirma de una vez para siempre, Como se adquiere la Conciencia de Clase, así se pierde.
La burguesía -nos dijo Aníbal Ponce- es diestra en el manejo de los artificios de la conciencia obrera, “Atizando en unos la vanidad siempre despierta y en otros la ambición nunca dormida, es capaz de dominar los hilos del alma proletaria” y doblegar a líderes que podrían representar los intereses de su pueblo.
La Conciencia de Clase -la noción exacta del papel que juega el individuo en el proceso productivo- no está sembrada en la tierra, ni cae como el Maná, del cielo.
Se adquiere con la experiencia de vida y la lucha obrera, y va madurando con la formación de cada combatiente. Primero, asoma como Instinto de Clase, luego como sentimiento de clase, después como orgullo de clase, hasta afirmarse como Conciencia de Clase. A ella se arriba cuando se comprende el papel del proletariado en toda su dimensión social.
Para forjarla, resulta indispensable partir del combate por las reivindicaciones inmediatas de los trabajadores, pero no quedarse en ellas,. }Analizando el tema, Mariátegui nos dijo: “Un proletariado sin más ideal que la reducción de las horas de trabajo y el aumento de los centavos del salario, no será nunca capaz de una gran empresa histórica”.
Conscientes de ello., es que debemos comprender que la primera gran tarea de hoy, es sembrar conciencia y sentimiento de clase, Y eso pasa por llevar a los trabajadores a la lucha por sus más altos ideales, para que sean capaces de actuar como la herramienta transformadora de la sociedad peruana.
El régimen actual y el empresariado, temen la lucha de clases y a los trabajadores como Clase Independiente y con valores propios. Para enfrentarlos, usa dos tácticas: promueve la conciliación de clases por un lado, y amenaza con la Picana Eléctrica por otro.
Busca mimetizar la lucha obrera con el accionar terrorista, y pretende presentar el accionar independiente de los sindicatos como sinónimo de sedición y violencia.
En un escenario como este, es indispensable que recordemos al Amauta:; “El trabajador indiferente a la lucha de clases, contento con su tenor de vida, satisfecho de su bienestar materia, podrá llegar a una mediocre moral burguesa, pero no alcanzara jamás elevarse a una ética socialista”.
Y la bandera de los trabajadores, no es otra que la bandera del socialismo. .(fin)
(*) Ex Secretario General de la CGTP



¿PARA QUÉ NOS SIRVIÓ LA INDEPENDENCIA ?

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¿PARA QUÉ NOS SIRVIÓ LA INDEPENDENCIA ?
(26 de Abril de 2024 - primera versión el 03 de agosto de 2023) (*)
Por Miguel Aragón
I
Estimado Paul Loyola, las luchas por la independencia de la dominación colonial española en las primeras décadas del siglo XIX, correspondieron a una época diferente a la época en que se desarrollaron las anteriores luchas dirigidas por Manco Inca, Juan Santos Atahualpa, Túpac Amaru II, y Túpac Katari.
Manco Inca (1515- 1545), Juan Santos Atahualpa (1710-1756), Túpac Amaru II (1738-1781), y Tupac Katari (1750-1781) movilizaron amplios sectores de la población indígena y lucharon por la restauración del incanato, una formación social que ya estaba históricamente superada (el Incanato fue un estado teocrático y despótico). Sus luchas por muy heroicas que fueran, estaban condenadas al fracaso.
Por el contrario, las luchas dirigidas por los precursores y por libertadores, al comenzar el siglo XIX, fueron luchas principalmente de la población criolla, que vivían en algunas pocas ciudades del sub continente americano, durante los últimos años del virreinato español. Los criollos lucharon por la independencia, para desarrollar un estado independiente del estado español.
La lucha por la independencia fue posterior a la Gran Revolución Francesa (1789), recibió el impulso de las nuevas ideas que la burguesía difundía en el mundo en ese tiempo. En las batallas de Junín (6 de agosto de 1824) y Ayacucho (9 de diciembre de 1824) se selló la independencia de Perú y de gran parte de América del Sur (con excepción de Brasil, que era colonia portuguesa).
La revolución de la independencia “fue una revolución política, no fue una revolución social” (José Carlos Mariátegui, 29 de agosto de 1923). Fue una lucha entre dos tipos de propietarios de la tierra, entre propietarios criollos contra propietarios españoles. No fue una lucha de las masas indígenas contra la explotación feudal, que era el modo de producción predominante en el país y en el sub continente.
II
El amigo AADU, se pregunta “¿De qué sirvió la independencia?”, a la cual podríamos agregar una pregunta más directa. La lucha por la independencia ¿Fue una revolución, o por el contrario fue un retroceso histórico?
Indudablemente que la revolución de la independencia del Perú y de América del Sur fue un avance histórico, liquidó la dominación colonial española, expulsó al ejército y a la administración colonial de esa potencia extranjera.
En 1824, con la victoria en la batalla de Ayacucho, se inició una nueva época en América del Sur, concluyó la época colonial y comenzó la época republicana. Concluyó la lucha política por la independencia, y comenzó la lucha social, por la democracia primero, y por el socialismo después.
La burguesía peruana ha carecido de fuerza y decisión para desarrollar la industria y el comercio, para modernizar y democratizar el país, tareas democrático burguesas que les correspondía a ellos. La dirección de la lucha para impulsar estas necesarias tareas, desde hace cien años la ha asumido una clase nueva, la ha asumido el proletariado. Con el proletariado al frente, en nuestro país se tienen que realizar la tareas democrático burguesas que todavía están pendientes, y preparar las condiciones necesarias para pasar a las tareas socialistas.
El Perú actual, y los otros países de América del Sur, actualmente no son COLONIAS como equívocamente asumen los nacionalistas, quienes desde hace 100 años agitan la bandera de la “lucha por la segunda independencia”. No, nuestros países son PAÍSES SEMICOLONIALES (es decir, económicamente coloniales, pero políticamente independientes). En los países coloniales se continúa luchando contra el enemigo externo “por la independencia nacional”. Mientras que, en los países semicoloniales se lucha contra el enemigo interno, contra la clase dominante, se lucha “por la revolución social”. Para eso ha servido la independencia.
El próximo año 2024 [este artículo fue escrito el año 2023], además de ser un año de continuación de las actuales luchas sociales y políticas, también será un año de intensa LUCHA TEÓRICA. Lucha en la cual confrontarán dos concepciones sobre el significado y la importancia de la independencia, y lucha teórica sobre el futuro del país. Las banderas de la lucha por la independencia no se las podemos entregar en bandeja a los intelectuales y voceros de la decrepita clase dominante.
(*) Nota.- Este artículo fue publicado en Facebook el año pasado, el 03 de agosto de 2023.

 

martes, 23 de abril de 2024

PERÚ. TIEMPOS DE FRONDA

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PERÚ. TIEMPOS DE FRONDA
De modo general se sabe que por “tiempos de fronda”, se alude a un periodo convulso en la historia de Francia en años aciagos, en tiempos en los que imperaba la voluntad de Ana de Austria encaramada en Versailles cuando Luis XIV aún era niño. Para nosotros, la expresión tiene otro carácter.
Aquí, ella luce de otro modo porque se refiere a contrastes y derrotas, a retrocesos y repliegues, en los que asoman nuevamente diferencias en el campo popular; y la derecha bate palmas, azuzando a unos contra otros. Vale entonces evocar a Mariátegui hoy que se cumplen 94 años de su encuentro con la historia. El 16 de abril de 1930, cuando el régimen de Leguía vivía sus últimos estertores, se apagó la vida del Amauta, quien fuera considerado por Henri Barbusse “la nueva luz de América”.
Mucho se ha escrito acerca de él, de su vida y de su obra. Y mucho más habrá de escribirse más adelante. Y es que su legado constituye cantera inagotable no sólo para sus seguidores, sino también para todos los que honradamente buscan conocer la naturaleza de los problemas que agobian al Perú y América en estos años de prolongada crisis de descomposición del sistema de dominación imperante.
Corresponde a unos y otros precisar el sentido esencial de su mensaje, aquel que nos legara en uno de los periodos más convulsos de la historia nacional, cuando el Perú transitaba del viejo orden semifeudal y semicolonial hacia otro más moderno: a una incipiente y aún poco desarrollada sociedad capitalista.
Que la vida y la obra de José Carlos despierta creciente interés entre nosotros, se acredita con las publicaciones recientes. En los últimos meses han salido a luz tres libros de innegable importancia. Ellos constituyen testimonio vivo del interés que despierta su mensaje creador y revolucionario.
“Por la creación heroica”, se titula un dossier de imágenes y artículos sistematizados y compilados por Lucho Garate Sánchez, director de “Comunicambio” y laborioso periodista que integra una nueva generación de mariateguistas. Allí se abordan las múltiples facetas del Amauta: político, pensador, periodista, escritor, ensayista, hombre de cultura; y se perfila su pensamiento en temas muy variados que van desde su mensaje a los trabajadores, hasta las tareas de la juventud y el papel de las mujeres. El material está acompañado por numerosas y bellas fotografías a color que engalanan una edición que no tiene precedente en la vida nacional.
“Sembrador de ideas” es una edición hecha en España por José Octavio Toledo-Alcalde, un peruano radicado en la Península Ibérica con amplios antecedentes intelectuales. En el libro, al que acompañan más de 60 fotos de una sugerente galería, se recoge un prolijo estudio referido al Amauta y su visión de los asuntos de género tema que, en lo fundamental, ha sido omitido por estudiosos e historiadores, En verdad, sólo María Wiesse, Angela Ramos, Sara Beatriz Guardia y Eloísa Arroyo y mas recientemente Aida García Naranjo, abordaron las concepciones de Mariátegui referidas al mundo femenino. Para los hombres, éste fue una suerte de “tabú”. Toledo lo asume plenamente.
“Mariátegui y Gamaliel Churata en el siglo XX”. Un trabajo referido a su correspondencia, literatura y militancia, resultan abordadas por José Luis Ayala, el poeta y prolífico escritor puneño, uno de los más asiduos estudios del Amauta. La edición -hecha por la Universidad Nacional del Alltiplano- recoge sobre todo la correspondencia sostenida entre estas dos vigorosas personalidades peruanas del siglo XX y va acompañada por 28 fotografías de la época. Refleja el interés vivo que el autor de los “7 Ensayos…” tuvo por el dominio del sur andino.
Como se puede apreciar, hay siempre un mundo de elementos que ayudan a solventar el legado del Amauta. Es indispensable ocuparse de ellos, en lugar de pergeñar dificultosos devaneos tratando de “acomodar” las concepciones de Mariátegui a nuestras propias ideas o convicciones personales.
Se trata de juzgar al Amauta por lo que fue en vida y no inventar escenarios inexistentes. José Carlos Mariátegui fue un comunista clásico que respaldó sin reparos a la Revolución Rusa del año 17, que admiró sin reservas al Partido Bolchevique y a sus hombres, que mostró casi devoción por Lenin y por su legado histórico. Nadie podrá mostrar jamás un sólo texto en el que se refleje duda, suspicacia, recelo o rechazo de Mariátegui respecto a Moscú o a su mensaje. Suponer que fue crítico de Stalin o seguidor incondicional de Trotski, es tan absurdo como creer que fue maoísta, adversario de Hugo Chávez o enemigo del “foquismo”. Absolutamente nada podría acreditarlo. En todos estos casos, se trata de personas o fenómenos que asomaron en otro momento, vivieron en otros tiempos y épocas. A ellos, el Amauta no los llegaría a conocer, ni a evaluar.
Estos tiempos, en los que se pone otra vez de moda juzgar a las personas por lo que alguna vez dijeron, o por la filiación que se atribuye a sus padres, o por lo que quisiéramos que hubiese dicho alguien, no ayudan al movimiento popular.
Ante ellos hay que levantar banderas de optimismo, de unidad y de lucha, recoger el legado de Mariátegui, y asumirlo como herramienta de victoria.
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Bruno Portuguez, "José Carlos Mariátegui", óleo sobre lienzo.



sábado, 20 de abril de 2024

LA RUPTURA DE “PATRIA ROJA”

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Carlos Bernales 
LA RUPTURA DE “PATRIA ROJA”
Por CABE
Un reciente comunicado del Buró Político del Comité Central del "Partido Comunista del Perú - Patria Roja", da cuenta de la expulsión del más visible fundador y referente de su organización, Rolando Breña Pantoja, y de otros como Eleazar Briceño, Samuel Meza y Bernardo Dolmos Bengoa.
Lo que de inmediato destaca en el comunicado es la excusa con la que se explican esas expulsiones. No se trata de una diferencia de líneas políticas programáticas, divergencias ideológicas o diferencias en la concepción teórica para entender la realidad y para organizar un cambio revolucionario, que es lo que define a una organización marxista que tiene en su base teórica la explicación de la realidad del sistema capitalista, hoy imperante en el mundo, a través del análisis de la lucha de clases tal como propuso, realizó e insistió Marx.
En la explicación que ofrece este Buró, resalta la denuncia del "grupo fraccional", hoy expulsado, respecto al "Reordenamiento partidario que aprueba el IX Congreso y decide llevar a la práctica la II y VII Sesiones Plenarias del Comité Central y montan tienda aparte sin ninguna autocrítica ni respeto a la institucionalidad partidaria".
Vale decir, una diferencia explicada con un sinuoso sentido burocrático que, según algunos compañeros que conocen el interior de la organización, se refiere, por el contrario, a las ingentes "repartijas" de las grandes ganancias económicas que obtiene ese Partido mediante el ejercicio directivo-administrativo corruptos de la empresa financiera conocida como "Derrama Magisterial". Es esta y no otra la razón central que está en la base de tal disputa.
Por mucho que tomen el contexto nacional para hacer derroche de "conocimiento", al no tener este un estudio basado en la lucha de clases y un definido programa de transformación, pues de eso se trata en el marxismo: no solo interpretar el mundo sino transformarlo, la propuesta que proclama este Comunicado es poner "el énfasis en la salida y la alternativa que hay que construir: un gobierno democrático, de regeneración moral, con justicia social y seguridad ciudadana", una frase hueca que podría ser asumida hasta por un partido de derecha y que, en el fondo, apenas revela un saludo, o mejor dicho un despreciable insulto a la bandera.
A continuación, el Comunicado expresa su alegría por la inscripción del PTE, al que no se describe por su nombre completo y que es Partido de los Trabajadores y Emprendedores. Se refiere a la alianza en la que Patria Roja ahora se parapeta para, al contrario de las tesis mariateguistas que rompieron hace casi un siglo con el APRA, incluir en un Partido supuestamente de la clase trabajadora, a la pequeña, mediana y gran burguesía, hoy rotulada como "emprendedora". Está claro que Patria Roja ahora suplanta al Apra como partido pluriclasista y que aquí abunda el apetito de cargos en el aparato del Estado burgués, que se conseguirían en las próximas elecciones que es hacia donde se dirige Patria Roja.
Por la otra parte, el sector de Breña Pantoja no representa ningún lado bueno en esta ruptura. Recientemente entrevistado en Trujillo, donde el exsenador reafirma su íntima amistad con el político millonario y ultracorrupto César Acuña, a quien trata como "mi amigo", al ser preguntado por el entrevistador acerca de su opinión sobre la izquierda, con cara de compungido, Breña responde que a él “le da mucha pena la derecha que antes tuviera valiosos dirigentes y que hoy está representada por maleantes”, de paso también se siente adolorido porque la izquierda haya pensado más en los Partidos que "en el país", sin definir que la categoría país en un enjambre de todas las clases sociales; y luego, al quejarse de la inseguridad ciudadana, no apela a la movilización de las masas, sino que apela al Estado burgués para superar la "catástrofe moral" en la que se encuentra.
Nuevamente, resulta extraño que este reducto, como alguna vez lo fuera PR, de los más fuertes del "marxismo leninismo" inventado por Stalin para lapidar el legado de Lenin y los bolcheviques fundacionales, no describa la crisis del país con la teoría de la lucha de clases tal como enseñó Marx, sino como una lamentable emoción depresiva.
Debe destacarse, una vez más, para alivio de jóvenes militantes que buscan una izquierda transformadora y revolucionaria, que Patria Roja nunca fue esa organización. Por mucho que se dibujara como "mariateguista", no hereda, desde su fundación, ninguna propuesta del Amauta. Su historia está relacionada con el verdadero fundador del “Partido Comunista Peruano”, Eudocio Ravines que, como comisario político de Stalin, obedece los órdenes de Vittorio Codovilla, quien en el Congreso de Buenos Aires de 1929 intenta lapidar las tesis mariateguistas que portaban los delegados peruanos: Julio Portocarrero y Hugo Pesce, en las que, conforme a Mariátegui, sustentaban que la única revolución posible en Perú y en el mundo era la revolución socialista, debido a que el capitalismo se había ya impuesto mundialmente, como potencia imperialista dominante, sometiendo a las economías coloniales y semicoloniales a sus planes basados en la propiedad privada de los medios de producción.
Al fundar el PCP, pese a las negativaas de Mariátegui de cambiar el nombre al Partido que él fundara, es decir del Partido Socialista Peruano, Ravines no solo le cambió tal nombre señalado por el Amauta, sino que liquidó todo el legado político de Mariátegui, adaptándose a la teoría reaccionaria del socialismo en un solo país (la URSS) y el capitalismo para los demás, así mismo a la estrategia contrarrevolucionaria de "la revolución por etapas". Iniciando de esta manera el camino del cangrejo que ha conducido a la crisis a lo que queda de la izquierda peruana desabarrancada en la política del "mal menor"
La carencia del marxismo revolucionario para entenderse a sí mismos, refleja que las dos tendencias, de las que posiblemente, a partir de esta ruptura aparezcan otras, quedan fuera del camino. Las jóvenes generaciones ya no deben poner expectativas en esta pequeña agrupación en descomposición.
Tanto del Comunicado, como de las declaraciones de Breña, resulta irónico que con absoluta falta de realidad, se refieran al repudio que causa el gobierno de Dina Boluarte y el Congreso, los autores de este Comunicado, tanto como el exsenador, parece que aún no se han enterado que Patria Roja hace mucho que es repudiada por jóvenes generaciones que si hoy fueran consultadas, su rechazo a PR sería similar al que genera el Estado que actualmente combaten las y los trabajadores.
Una vez más, la crisis que padece la izquierda también se debe a lo que el Che Guevara exigirá, para el PC Cubano, antes de dejar Cuba para viajar a la inmortalidad: "Acabar con la escolástica y la apologética". Previamente, el Che emplaza a: "Hacer del cuadro del Partido un elemento pensante, no solo de las realidades de nuestro país sino de la teoría marxista, que no es un adorno, sino que es una extraordinaria guía para la acción (los cuadros no conocen a Trosky ni Stalin, pero los califican de «malos» escolásticamente)”.
Superar la escolástica y la apologética, esa es la tarea de nuestro tiempo. Por eso, desde el ala del marxismo revolucionario, hacemos un llamado fraterno a las jóvenes generaciones a separar el trigo de la paja y orientarse al estudio y la práctica, para construir la verdadera organización revolucionaria que fundara Mariátegui y que a su fallecimiento fuera capturada por la contrarrevolución que hoy se saca las caretas.
Joven que estás por la transformación del país: retomemos el camino de la acción militante, práctica, crítica, poniendo en el calor de la lucha de clases toda teoría que signifique la liquidación de la propiedad privada de los grandes medios de producción de nuestro país, que hoy solo puede entenderse como la recuperación de la Pachamama, secuestrada durante la Conquista y que sigue en manos de los usurpadores, cuyas riquezas les dan el poder para sojuzgarnos.
Recuperar la Pachamama con todas sus riquezas, requiere de organizaciones de masas como las Asambleas Populares, pero también de una vanguardia política con profundos vínculos internacionalistas, constituida por mujeres y hombres, seres humanos sin distinciones de género, que exprese las reivindicaciones históricas de la clase obrera cuyo programa político, al decir de Mariátegui, es el único capaz de lograr la redención de la humanidad.
¡CONSTRUYAMOS EL PARTIDO DE LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
"Ganar la imaginación de las masas para el socialismo"
- José Carlos Mariátegui
May be an image of text that says 'T PCS PC patrie patrienzAp AP ဝန်ဆိ'

MARIATEGUI, DE RETORNO

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MARIATEGUI, DE RETORNO
Por Gustavo Espinoza M.
(Ponencia presentada ante Simposio referido al Centenario del retorno del Amauta, organizado por la Casa Mariátegui en Lima. Sustentado el 15 de abril del 2023)
Se ha escrito mucho acerca de lo que se conoce comúnmente como “el periplo europeo” del Amauta es decir, este periodo en el que Mariátegui pudo conocer Francia, Italia, Alemania Hungría y Checoslovaquia, recogiendo experiencias de todo orden, desde episodios de la vida cotidiana, hasta acontecimientos de trascendencia virtualmente histórica.
Es usual admitir que en esos años en los que el joven periodista recorrió parte del viejo continente, estudió cuidadosamente diversos fenómenos: la crisis mundial y la secuela que dejara después de la I Gran Guerra; la trascendencia de la Revolución Rusa de 1917; el proceso de formación de los Partidos Comunistas; el ascenso de la clase obrera y sus luchas, en el escenario internacional; y el surgimiento del fascismo como expresión de la política del capital financiero, intimidado por la Ola Revolucionaria de los años 20. Todos ello, serían el signo de la escena contemporánea, como el mismo la denominara cuando –para presentarla ante los lectores peruanos- publicara un libro con este título, en noviembre de 1925.
Es claro que ese escenario difería significativamente del que encontrara Mariátegui cuando arribó al viejo continente casi cuatro años antes. En 1919 descubrió una Europa desolada. Agobiada por una profunda crisis, con países devastados, ciudades destruidas, hambre generalizado y gruesas columnas de desocupados; la vieja Europa parecía vivir el fin de la civilización cuando en realidad era escenario de los estertores de una sociedad exhausta:
Servais Thissen, en su valioso libro “La aventura del hombre nuevo” señala, aludiendo a ese periodo y su incidencia en la formación cultural e ideológica de nuestro personaje, que: “La estadía europea de Mariátegui fue fundamental en su vida: le permitió comprender la crisis del mundo occidental: le hizo descubrir una nueva manera de analizar los fenómenos sociales y políticos, gracias al marxismo, y también la necesidad de formar parte de gran movimiento revolucionario mundial. Lo más importante para esta labor social y política que iba a emprender José Carlos en el Perú, era haber asimilado la esencia del marxismo”.
EL ASCENSO DEL FASCISMO
Quisiera, en este aporte al evento que realizamos, ocuparme del fascismo, un fenómeno que surgió en Europa Central y que se convirtió en los años 20 y 30 del siglo pasado, en la herramienta de la que se valió el capital financiero para enfrentar a la Clase Obrera y a la experiencia socialista en ese entonces creciente. Y analizar el tema a la luz de las opiniones que nos legara el Amauta en su valiosa obra. Veamos
No esta demás, subrayar, en un inicio, que el fascismo tiene en realidad dos variantes: la versión clásica de la política de Mussolini en la Italia bajo su égida; y la variante alemana liderada por Hitler. Esta última, sin embargo, no fue abordada por el Amauta que partió tres años antes que Hindenburg consagrara al Cabo austriaco como el Jefe de la Alemania Nazi. Obviamente, me referiré a la primera.
Es importante hacerlo ahora no sólo como un recuerdo histórico, habida cuenta que el fascismo en sus dos vertientes, fue liquidado después de la II Gran Guerra; sino porque aún existe como una amenaza real, dado que su esencia retorna hoy al compás de la crisis de descomposición de un sistema que busca desesperadamente perpetuar su dominio global.
Hoy, en efecto, como un ave fénix más bien siniestra y empapada en sangre, retorna el maléfico espectro del fascismo, de la mano del Gran Capital y ocupa un lugar preeminente en algunos países. La victoria de Giorgia Meloni en los comicios italianos del año pasado; la afirmación de VOX, el engendro Ultra Conservador de la España post franquista; la persistencia de Le Pen en los comicios franceses y el viraje ultra derechista de Macrón; el surgimiento de movimientos Neo Nazis, como el Amanecer Dorado, en Grecia; y las victorias electorales de grupo y partidos de la extrema reacción en Suecia, Noruega y en algunos países de Europa Central; y la alianza del gobierno de Estados Unidos, la OTAN y la Unión Europea para respaldar al régimen de Zelensky; lo confirman. Todo eso, constituye hoy el núcleo duro del fascismo de nuestro tiempo; y a él, se suman otros movimientos que llegan a nuestro continente. Como en un espejo. podemos mirar la imagen del Perú de nuestros días.
No se puede entender el surgimiento del fascismo sin comprender dos fenómenos paralelos: la ruptura de la cadena de dominación capitalista, ocurrida en Rusia el año 17 y el surgimiento de diversos procesos liberadores ocurridos en distintos países, en lo que se conoce “La ola revolucionaria de los años 20”. Surgió a partir de la caída del Zarismo y la victoria de los Bolcheviques, en la vieja Rusia.
Quizá si la expresión más sostenida de ella, fue la República Húngara de los Consejos, surgida a la caída del Imperio Austro-Húngaro, en 1918 A esa insurgencia se le llamó “La Revolución de los Crisantemos”, y comprendió dos etapas. En una primera, el Conde Karoldy alentó reformas que pusieron en jaque a los grandes terratenientes del Danubio. La segunda, más radical -vale decir, más profunda- fue conducida por los comunistas liderados por Bela Kun.
Pero Hungría no pudo coronar ese proceso. Las fuerzas más reaccionarias se agruparon en un solo frente contra el pueblo y promovieron la primera sublevación fascista de la historia. El régimen del Almirante Horty, aupado en el Poder gracias a la fuerza de las armas, impuso una dictadura brutal orientada a descabezar al movimiento popular y quebrar todas sus posibilidades de resistencia. Más de veinte mil húngaros pagaron con sus vidas el empeño de ser libres.
Pero Hungría no fue el único escenario de una confrontación de ese género. En Bulgaria ocurrió un hecho similar cuando fue derrocado el régimen de la Unión Agraria Popular Búlgara, el Partido de Alexander Stamboliinski –la organización política de los campesinos del pequeño país balcánico- que había impulsado una Reforma Agraria resistida por los grandes terratenientes. Contra el gobierno de la UAPB el 9 de junio 1923 se produjo un cruento golpe fascista encabezado por un militar siniestro -Alexander Tzankov-, que derribó su Poder, y asesinó a su líder.
Mariátegui no fue ajeno a este convulso periodo de la historia en los Balcanes. Ya en el Perú, desde las páginas de “Variedades”, diría que el nuevo gobierno búlgaro: “encarceló a millares de ciudadanos, y sin proceso alguno fusiló a los más señalados por su actividad revolucionaria”.
LA MIRADA DEL AMAUTA
La primera crónica proveniente de Mariátegui y referida al fascismo, se ubica a fines de marzo de 1921. En ella, sostuvo que se trataba de un fenómeno pasajero en la vida italiana. Se aferró a la idea que el origen del fascismo había que encontrarlo en el desenlace de la guerra y en sus consecuencias en el interior de Italia. Pero sostuvo con meridiana claridad que “el capital industrial y agrario financiaron y armaron a las brigadas fascistas”.
Sin desconocer la tragedia húngara y la búlgara, vivida en paralelo, afirmó que si Italia fue el primer país de Europa donde apareció el fascismo con fuerza, eso fue porque allí “la lucha social estaba en un periodo más agudo, porque en Italia la situación revolucionaria era más violenta y decisiva”. De ese modo aseveró que el fenómeno fascista, “constituido por la pequeña burguesía descontenta y unida al capital, se extendió rápidamente al campo”.
Para Mariátegui, el segundo factor que dio origen al fascismo fue el culto a la violencia. La guerra balcánica de 1912. y luego la I Gran Guerra que alcanzó dimensiones más amplias, polarizó a las sociedades europeas, desarrollando sentimientos extremos y rivalidades mayores; que se habían extendido ante la incapacidad del Gran Capital y la clase dominante, por regular la vida italiana.
Apelar a la violencia para “garantizar el orden”, fue la palabra impuesta por una realidad dramática signada por el derrumbe de un sistema de dominación que carecía de imaginación y de alternativas. Nuestro Amauta recordó que Marinetti -precursor de las concepciones fascistas- inducía a las juventudes italianas a transitar la ruta de la violencia, y Giovanni Gentile -como se anota en “La Escena Contemporánea”- hacía “la apología idealista de la cachiporra”.
Un tercer factor, sostiene José Carlos, fue el agravamiento de la lucha de clases. Esta no fue una formulación académica. Fue la constante en una sociedad convulsa. Y se manifestó en forma cotidiana en calles y plazas, en enfrentamientos entre los trabajadores y los dueños del capital. Por encima de ambos, el fascismo decidió jugarse sus propias cartas imponiendo por la fuerza una supuesta “paz social”; en los hechos, una paz de cementerios.
Apalear a los huelguistas se convirtió en una suerte de consigna de las escuadras fascistas en todas las ciudades. La debilidad de los sindicatos, las pugnas entre reformistas y revolucionarios, la división de los trabajadores y la escisión de los socialistas que no acertaron a visualizar una táctica común y acertada para hacer frente a la ofensiva del capital, crearon las condiciones para el éxito de “la marcha sobre Roma”, en octubre de 1922. En palabras duras pero reales, fue la división del pueblo el germen que avivó la semilla del fascismo.
Mariátegui percibió que el fascismo pudo lograr la adhesión de un sector mayoritario de los intelectuales italianos. “Unos se uncieron sin reservas a su carro y a su fortuna -dijo-, otros le dieron un consenso pasivo; otros, los más prudentes, le concedieron una neutralidad benévola”. Confirmando el hecho, sostuvo una tesis que incómoda a algunos: “La inteligencia -dijo- gusta dejarse poseer por la fuerza, sobre todo cuando la fuerza es, como es el caso del fascismo- joven, osada, marcial y aventurera”. Y completó esta idea, con una frase lapidaria: “la inteligencia, es esencialmente oportunista”.
Esta afirmación categórica asoma discutible. Aplicable en todo caso, a ciertos intelectuales obnubilados por el halago, las ediciones editoriales, los reconocimientos formales; en fin, las migajas que suele soltar la clase dominante en su empeño por amaestrar el pensamiento. En contrapartida, hoy existe una intelectualidad vinculada a la lucha democrática y a las inquietudes populares. Tal segmento puede ser percibido a partir de una óptica distinta.
Es claro que los intelectuales, registrando la esencia de la lucha de clases que se registra en la sociedad en la que viven, pueden –y de hecho, eso ocurre- optar por situarse al lado de la clase dominante para vivir dulcemente a su servicio; o colocarse en la vertiente del pueblo para compartir sus angustias, sus luchas y sus esperanzas.
Mariátegui, abordando la esencia del fascismo, insistió en el nacionalismo extremo, que servía para justificar las más vulgares tropelías. “La bandera de la patria -dijo Mariátegui- cubría todos los contrabandos y todos los equívocos doctrinarios y programáticos. Los fascistas se atribuían la representación exclusiva de la italianidad. Ambicionaban el monopolio del patriotismo”.
Pero supo diferenciar el nacionalismo de las grandes potencias, que se liga a la expansión, la conquista de mercados y la opresión de poblaciones más débiles; del nacionalismo en los países en vías de desarrollo, en los que asoma más bien como herramienta de lucha en defensa de los recursos naturales, la soberanía nacional así como los intereses de los pueblos. En tal caso, dijo, ese nacionalismo, “puede ser revolucionario” .
Hay que admitir, sin embargo, que el fascismo creció rápidamente y se extendió con cierta facilidad. Stanley Paine recuerda, en efecto, que en 1925. Giuseppe Bastiani presentó un informe entusiasta al Gran Consejo Fascista señalando que habían surgido grupos con esa denominación en 40 países.
LA BIOLOGÍA DE FASCISMO
Donde Mariátegui hizo un análisis más preciso del régimen fascista fue en La escena contemporánea, en 1925. Su estudio, titulado “Biología del fascismo”, puso en evidencia los elementos más notables que asomaban en el fenómeno naciente. Aludió así a la naturaleza del fascismo, a su manejo de los diversos sectores sociales actuantes en la vida italiana, pero avizoró, con singular clarividencia, la evolución de las contradicciones en el seno mismo de la administración fascista, que pasaron desapercibidas para mucha gente y que hoy, incluso, han quedado relegadas pese a su enorme importancia.
Mariátegui, fue consciente que, en el seno del fascismo, cohabitaban dos fuerzas definidas: una facción extremista, ultraísta; y otra conservadora y moderada. La primera buscaba imponer por la fuerza un Estado fascista integral. La segunda, intentaba apoderarse de los resortes del Estado tradicional y administrarlo con una política fascista. Diferencia aparentemente sutil, pero finalmente decisiva
Esta contradicción en su momento, no fue valorada por los estudiosos del tema. Pero el Amauta, la percibió con singular perspicacia. Como se sabe, estas contradicciones se fueron incubando durante años, y asomaron formalmente al mundo en lo que se conoció como “la larga noche del 43”. En esa circunstancia, el 24 de julio de 1943, el Gran Consejo Fascista reunido en Roma, puso en evidencia la magnitud de su crisis.
Aquella noche altos jerarcas fascistas como Grandi, Bottai Ciano y otros, colocaron a Mussolini en el banquillo de los acusados y le enrostraron la culpa principal en la tragedia italiana. Históricamente, ahí cayó el fascismo. En el fondo, la lucha entre “L’ Idea Nazionale” de Federzoni y la filosofía de la cachiporra de Farrinacci, había concluido con la quiebra del régimen
La Biología del fascismo, sin embargo, aborda el tema desde distintas aristas. Alude a la personalidad de Mussolini, un hombre volitivo, sensual y verboso, pero no un pensador, artífice o creador. Simplemente un extremista de la retórica y de la palabra fácil que sobrevivió en un escenario convulso por su manejo del arte escénico y su voz estentórea, mas no por su inteligencia ni por su lealtad hacia la Patria Italiana, que proclamaba. No en vano, los italianos de la época solían decir: “cuando Mussolini habla, el cerebro descansa”. No les faltaba razón.
También se refiere Mariátegui al rol de la intelectualidad, al papel de la cultura y el arte; pero, sobre todo, a las contradicciones de clase que desgarraban la sociedad italiana y que agudizaban peligrosamente las tensiones sociales. Y, para completar el escenario, alude a la conducta de la Oposición al fascismo, expresada en una variopinta de alternativas que iban desde una oposición formalmente democrática, pero débil ante la embestida del Poder, hasta la consecuente de los Comunistas Italianos, unidos en Livorno en 1921, en un evento en el que confluyeran Jorge Dimitrov, Antonio Gramsci. José Carlos Mariátegui y Palmiro Togliatti.
Para el Amauta, la oposición burguesa, pasiva, al fascismo le permitió ganar puntos desde un inicio, pasando del aislamiento inicial a una contraofensiva victoriosa que le permitió afirmarse en el Poder con cierta facilidad. Y es que los jerarcas del fascismo no se dejaban amedrentar con palabras. Combatirlos, requería acciones que la adormilada Democracia formal, no estaba dispuesta a admitir. Por eso, en 1925, el fascismo celebró el tercer aniversario de la Marcha sobre Roma, con un ánimo exultante y victorioso; quizá con el mismo talante con el que la Meloni celebrara recientemente el centenario de ese mismo oprobioso acontecimiento.
Han pasado en efecto, cien años de ese infausto episodio en el que un aventurero con suerte pudo hacerse del Poder gracias a la complicidad registrada entre una Monarquía en derrota y el solvente empresariado italiano aterrado por la crisis y espantado ante el sólo anuncio de la eventualidad de una Revolución Socialista.
Para Mariátegui, el fascismo revistió características específicas, que fueron en su momento diseñadas tanto por el comunista húngaro Gylu Sas cuanto por la lideresa alemana Clara Zetkin; y que dieran base a lae definición que desarrollara Jorge Dimitrov en el VII Congreso de la IC, en julio de 1935.
No hay que olvidar, por eso mismo, que en los años 30 del siglo pasado en nuestro país, desfilaban por las calles de Lima “Los Camisas Negra” organizados por Luis A. F lores, Raúl Ferrero, Riva Agüero, Rodríguez Pastor, Carlos Miro Quesada, Guillermo Hoyos Osores y otros, gentes con recursos; pero alimentados por Klinge, Oeschle, el Banco Alemán, la Compañía Ítalo-Peruana de Seguros y otras grandes empresas de la época, cuyos descendientes tienen predicamento en nuestro tiempo. Constituyen la esencia de la Clase Dominante que busca perpetuar en el aís regímenes de oprobio e ignominia.
EL RENACIMIENTO DEL FASCISMO
Hoy, como ayer, el fascismo renacentista tiene muy poco que temer de una crítica, liberal, democrática, y aún reformista. Es consciente que puede engullirse a todas y burlarse con escarnio de ellas cuando afirme su victoria. Lo único que realmente puede intimidarlo, es la movilización activa de las masas que no estén bajo su control. Y es que, como lo afirma Michael Moore, el fascismo hoy implica “el fin de los hombres”
Por eso resulta indispensable evocar el pasado y tener conciencia de la historia a fin de impedir que ella sea distorsionada con el propósito de engañar a las nuevas generaciones- En este sentido, debemos recordar, con Jacques Juliard que “Hay algo peor que la ignorancia de la historia. Es el uso desconsiderado de ésta”. De tal recurso se vale la nueva escuela de fascistización que se desarrolla profusamente en algunos países y que permite que levanten cabeza proyectos descalificados por la vida.
Para tener conciencia del peligro que se cierne en nuestro tiempo, se hace necesario mirar el escenario mundial que coloca a los pueblos ante retos extremadamente complejos, signados por la polarización y el odio. Superada la etapa de la denominada “guerra fría”, caracterizada por un enfermizo anticomunismo; hoy se levanta un nuevo periodo en el que reaparecen personajes y escenarios del pasado reencarnados en las expresiones del Gran Capital, cuyo mayor poderío se encuentra hoy en los Estados Unidos de Norteamérica.
Si queremos precisar acontecimientos y fechas, debemos situarnos en la crisis de 1978, que llevó a los expertos del Imperio a hablar de “la década perdida” y a alentar un “proceso de recuperación” por la vía del Neo Liberalismo. Milton Friedman y sus “Chicago Boys” se convirtieron en los principales protagonistas de la economía norteamericana que en el plano de la política perfiló a Ronald Reagan como su principal impulsor. En ese marco, “el consenso de Washington” fue el arquetipo de la dominación impuesta con la complicidad de algunos gobiernos europeos entre los que destacó el de la Primera Ministra Británica Margaret Thatcher. En la última década del siglo pasado y la primera del presente , George Bush padre e hijo, confirmarían ese rumbo.
La fórmula, era simple: cambiar la estructura económica de los Estados, desregular la economía y las relaciones laborales, otorgar la iniciativa empresarial al capital privado e imponer el libre mercado, pasando por la reducción del Estado. Esto implicaba eliminar las empresas públicas y privatizar todo lo que fuera posible, desde recursos naturales hasta empresas productivas. Algunos años más tarde, la caída de la URSS y el colapso del socialismo en Europa del este, le permitieron al Imperio reforzar transitoriamente su dominio y recuperar la iniciativa en el plan mundial. Con la música celestial del discurso de Francis Fukuyama, Estados Unidos proclamó “el fin de la historia” y la victoria final del capitalismo. Surgió así la doctrina del shock, lo que Naomi Klein dio en llamar “el auge del capitalismo del desastre”
Pero ocurre que esto, no ha sucedido. El mundo Unipolar, no se ha impuesto, y ha tomado más bien fuerza, un proceso de reordenamiento internacional que ha debilitado la capacidad operativa de la Casa Blanca. Esto ha llevado al Gran Capital a recomponer su política concreta y diseñar una estrategia a largo plazo: una nueva guerra mundial que le permita encarar la crisis a partir de la fabricación de armamentos, como ocurriera en 1939. La táctica. Resulta simpe: preciar el enemigo principal y debilitarlo golpeando primero a sus aliados potenciales o reales. Eso explica la guerra que hoy libra la OTAN, en connivencia con Estados Unidos y la Unión Europea, en suelo ucraniano. Desangrar a Rusia para debilitar, en la perspectiva, a China. La crisis cíclica del capitalismo volvió a asomar el 2008, y aparece hoy con nuevos vientos de fronda en el sistema financiero de los Estados Unidos el 2023, en condiciones aún más graves para el Imperio.
Pero lo que importa, para los efectos de nuestro trabajo, es constatar, no sin asombro, cómo los rasgos básicos que Mariátegui pergeñara como esencia del fascismo en los años 20, asoman en el fascismo que hoy busca levantar cabeza. Hemos aludido, en efecto, a cuatro elementos básicos del fascismo clásico percibidos por el Amauta: la gran alianza urdida por el capital financiero, el culto a la violencia y la práctica guerrera, el agravamiento de las tensiones mundiales y de la lucha de clases y el nacionalismo extremo. Aleatoriamente, el vínculo con segmentos conservadores de la intelectualidad, cautivados por la procama “democrática” del Imperio.
Ocurre que tenemos ante nuestros ojos los mismos factores de alto riesgo La fusión del capital industrial con el capital financiero y la repotenciación de la agresividad imperial; la desenfrenada carrera armamentista y el culto a la guerra; el odio a los migrantes, a las poblaciones originarias, el racismo y el menosprecio a los pueblos; y el extremo nacionalismo que se suma con el surgimiento de núcleos agresivos incluso en nuestro país. A eso, hay que añadir la utilización de personajes de la cultura, como el Premio Nobel de la Literatura, Mario Vargas Llosa, vergonzosamente uncido a la ultra derecha internacional.
Y en el Perú, tenemos la obligación de señalarlo sin tapujos. Es hora de hablar claramente y en voz alta. El mismo fascismo que señalara Mariátegui en los años veinte del siglo pasado, el mismo que levanta cabeza hoy en diversos países; asoma peligrosamente en nuestra patria al amparo de un régimen impuesto a partir de la violencia, la represión y la muerte; y en el que se dan la mano las fuerzas conservadoras y reaccionarias, con una Mafia que ha envilecido la vida nacional. Callar ante esa realidad, no sólo sería una cobardía. Sería, sobre todo, traicionar alevosamente el legado del Amauta
En este contexto, al evocar al Mariátegui que retornara al Perú en 1923 y reafirmar el compromiso que tenemos con su vida y su obra; reiteramos la voluntad de luchar para vencer a este siniestro enemigo de la humanidad: el fascismo redivivo. (fin)
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