miércoles, 29 de julio de 2015
MADRE PATRIA
MADRE PATRIA
Marginando la fecha de cuando apareció
por primera vez entre los peruanos la frase “España, la madre patria”, el caso
es que se viene siempre repitiendo esta frase entre nosotros, que me parece no
traduce la raíz de nuestra peruanidad, mas bien traduce el asiento de una
mentalidad colonial tan enraizado en el fenómeno del gamonalismo que se
prolonga hasta nuestros días e influye en la vieja política del Estado y los
partidos que se disputan su gobierno. Es pues necesario combatir a aquella
frase, pues cubre superficialmente, como la mala yerba, a lo esencial de
nuestra peruanidad.
La madre patria real tiene el asiento milenario en el Tawuantinsuyu. La
raíz de nuestra identidad nacional está en los andes, donde la piedra, osamenta
duradera que reta al tiempo, fue el material escogido por el trabajo colectivo
del Perú antiguo para expresar su alma solidaria en sus altísimas creaciones que
hasta hoy recrean la imaginación de propios y extraños. Esto puede parecer una
opinión lírica sobre nuestro pasado, tal vez sea así, pero sin dejar de tener
en cuenta la admiración que se siente al tener enfrente las creaciones sociales
y artísticas del Perú de los Incas. Aquí radica la raíz de nuestra peruanidad en
proceso de recreación a la luz de las
nuevas condiciones del trabajo y sus frutos modernos del hombre nuevo del Perú
nuevo.
Respecto a España, no renegamos propiamente de España, sino de su
herencia feudal, de la vieja España. A la nueva España le debemos, en lo
material como en lo espiritual, cuantiosos aportes al Perú en formación, como
del resto de los países que de uno u otro modo han hecho arribar a nuestro
suelo magnificas creaciones que abonan el Resurgimiento del Perú.
Hoy, en el cumpleaños 194 de la independencia del Perú, y los aportes
afirmativos de la República, preparemos para no continuar repitiendo la frase
del insigne don Ricardo Palma, que haciendo alusión a la independencia política
externa del Perú y en los hechos a su
dependencia económica interna, decía “día de la independencia, fin del despotismo
y primero de los mismo”. Por eso,
asumamos nuestra responsabilidad en la tarea histórica de Preparación de la Organización para el Cambio Social: El Perú Integral.
Así como estamos seis años del bicentenario de la vieja democracia de la
república de las clases dominantes (1821-Julio-2015) , así también estamos a
solo tres años de Centenario del Socialismo Peruano(1918-Junio-2018). Dos
mundos diferentes. El primero que tramonta en la historia, sin una fe, sin un
mito. El segundo, el alma matinal de la historia nueva del Perú, con una fe, un
mito: La Revolución Social.
Ojala los activistas del Socialismo Peruano, venciendo y posponiendo sus
diferencias alternas, escuchen la voz de nuestro tiempo, colaborándonos y
compartiendo la iniciativa en la organización de una Comisión Pro-Centenario
del Socialismo Peruano. Esta propuesta tiene largos meses de planteado y está
sujeta a la opinión, mejoramiento, de
todos lo que la comparten.
Héctor Félix D.
Activista
28.07.2015
viernes, 24 de julio de 2015
¿POR QUÉ ECUADOR Y BOLIVIA FUERON UNA PRIORIDAD EN LA VISITA DEL PAPA?
¿POR QUÉ ECUADOR
Y BOLIVIA FUERON
UNA PRIORIDAD EN
LA VISITA DEL PAPA?
Ollantay Itzamná - Rebelión - 14-07-2015
¿Por qué el Papa visita a pueblos que se
rebelan contra el capitalismo y no viene para Guatemala u Honduras a denunciar
a este sistema que nos mata?, se pregunta un dirigente campesino católico,
indígena quiché, al comentar la visita de Francisco I a Ecuador, Bolivia y
Paraguay, y el II Encuentro Mundial de Movimientos Populares con el Papa,
realizada en Santa Cruz, Bolivia.
Esta pragmática interrogante motiva a
reflexionar, más allá del temor de creyente o del sentimiento de culpa, la
histórica correlación del poder político-económico hegemónico occidental y el
poder hegemónico espiritual.
Primero. Desde finales
del siglo IV e inicios del V, el rebelde movimiento socio religioso de los
seguidores de Jesús el Nazareno, fue cooptado por los diferentes imperios
hegemónicos del occidente. El Impero romano convirtió a la secta de los
nazarenos en su religión oficial con la finalidad de postergar su
desintegración política. Luego, los monarcas cristianos montaron sus reinos e
imperios legitimados por la voluntad del Dios cristiano. Los reyes del Imperio español,
hicieron lo mismo. Al igual que los imperios británico y norteamericano. A
cambio, los jerarcas de la religión oficial recibieron sendos privilegios
materiales, hasta convertirse en una de las entidades terrenales más ricas del
planeta.
Segundo. La hegemonía
política económica del sistema-mundo-occidental se construyó y consolidó
gracias a la hegemonía cultural y espiritual del cristianismo (en su etapa
romana española, católica; y en la británica norteamericana, protestante). Los
imperios romano y español jamás hubiesen podido someter y despojar las riquezas
de los pueblos de Europa, América Latina, Medio Oriente y norte de África, si
no era por la eficiente herramienta performativa de la obediencia cristiana
predicada por las iglesias oficiales. La misma hegemonía espiritual y moral de
la resignación cristiana imposibilitó o desmovilizó todo intento revolucionario
de cambios transcendentales.
Tercero. El mayor
patrimonio/capital de la religión católica es la cantidad de su feligresía, y
el control que ejerce sobre la misma. Si disminuye el número de católicos, la
Iglesia Católica pierde no sólo poder demográfico, sino también disminuye la
renta que recibe del sistema-mundo-occidental-cristiano por su hegemonía
espiritual-moral al servicio de los imperios de turno. Desde hace algunos años
atrás, el Islam tiene más seguidores que el cristianismo. Eso le pone en
situación incómoda a este último.
Cuarto. Desde la
segunda mitad del siglo pasado, el sistema-mundo-occidental-cristiano padece
una entropía recargada, producto del irracional espejismo del desarrollo
infinito en un planeta herido. Frente a ello, las y los despojados
desobedientes, en diferentes puntos del planeta nos rebelamos porque no estamos
dispuestos a sacrificarnos otra vez para el desarrollo de los “pocos de
siempre”. Y muchos, tampoco estamos dispuestos a doblar la rodilla a los
intereses del Imperio de las corporaciones, por más que éstos hablen lenguajes
religiosos.
Quinto. En este
contexto de entropía evidente, los agentes del sistema-mundo-occidental nominan
como Papa a un católico latinoamericano (región donde se encuentra más del 40%
de católicos del planeta, reservorio de cuantiosas riquezas naturales y
culturales que el sistema necesita, y donde la rebeldía popular al saqueo comenzó
a dar pasos). A Francisco I lo sentaron en la silla papal con tareas puntuales:
Persuadir y moderar a los pueblos creyentes opuestos a los designios
caprichosos del Imperio de las corporaciones. Evitar que fenómenos de rebeldía
como el de Bolivia, Ecuador, Cuba (para septiembre próximo está la visita del
Papa a Cuba) o Venezuela, se consoliden como referentes éticos y políticos a
seguir en el mundo. Él tiene la misión de domesticar a esos pueblos rebeldes
mediante la espiritualidad y moral cristiana de la “humildad”, “mansedumbre”,
“prudencia”, etc. Por eso dijo en Bolivia: “La ideología desune. Sólo la fe y
la humildad une”.
Recordemos que Paraguay es una de las
potencias mundiales en reservas de agua dulce subterránea. Francisco I vino y
está con la misión de contener la rebeldía y el triunfo de las luchas genuinas
de los pueblos agobiados por la “desgracia” de la abundancia de sus riquezas.
Beatificó al rebelde y desobediente
Mons. Oscar A. Romero de El Salvador para moderarlo y moderar a sus millones de
seguidores rebeldes en la América Latina católica. Homenajeó al subversivo cura
jesuita Luis Espinal, en La Paz, Bolivia, para instalar en el espíritu de sus
seguidores la “virtud de la prudencia”, aunque Espinal fustigaba duramente la
prudencia. Nos pidió perdón a los pueblos por la complicidad cristiana en el
holocausto, seguido del saqueo, más descomunal que la humanidad experimentó,
pero no nos dijo cuándo y cómo nos devolvería nuestras tierras, bienes y vidas
que nos robaron en nombre del “único Dios”.
Eh aquí algunas de las razones del por
qué el Papa no va a desenmascarar y a denunciar públicamente y en persona a los
agentes económicos y políticos del
sistema-mundo-occidental-cristiano-capitalista. No va a los EEUU, Guatemala,
Honduras, o África, porque allí no peligra la vigencia boyante del sistema
neoliberal letal. En estos y otros países, aún la dosis de la creencia y
obediencia cadavérica aún tiene su efecto para rato… El que no quiera ver, que
no vea.
"Cuando se
implementa el genocidio siempre, y simultáneamente, se evidencia formas de
resistencia que redundan en la pelea cotidiana de quienes se niegan a aceptar
ser sometidos a la sistemática eliminación de su existencia material,
simbólica, histórica e ideológica"
Ivan
David Ortiz Palacios
SEXTO CONGRESO UNIÓN
PATRIÓTICA BASES EN REBELIÓN
9, 10, 11 Y 12 DE
OCTUBRE 2015, BOGOTÁ - COLOMBIA.
Rebelión ha publicado este artículo
con el permiso del autor
mediante una licencia de Creative
Commons,
respetando su libertad para
publicarlo en otras fuentes.
Jose Gabriel ruiz santamaria 14 julio
2015
para A, Abel, Acosta, (…)
fecha: 14 de julio de 2015, 18:58
asunto: Re: ¿Por qué Ecuador y
Bolivia fueron una prioridad en la visita del Papa?
enviado por: gmail.com
firmado por: gmail.com
miércoles, 22 de julio de 2015
La traición, un nuevo capítulo en la realidad griega
Han partido las blancas palomas, / el cielo se ha llenado de cuervos, / aves negras.
Salvajes batidos de alas de terror / han escondido el azul / en los últimos instantes.
(Alexandros "Alekos" Panagoulis, político y poeta griego, 1939-1976)
La rendición final e incondicional del gobierno de Alexis Tsipras y
su partido Syriza (Partido de Izquierda Radical) a las demandas de los
acreedores abre una nueva página negra en la historia de Grecia y de
toda Europa. Estos sucumbieron vergonzosamente a las presiones del
Deutsche Bank, BNP Paribas Bank, Goldman Sachs, JP Morgan y varios
fondos de alto riesgo (hedge funds). Lo trágico es que sucedió después
del referéndum en que el pueblo dijo tajantemente que no quería ser
gobernado por Wolfgang Schauble (Ministro de Finanzas de Alemania),
Mario Draghi (jefe del Banco Central Europeo), Jeroen Dijsselbloem
(presidente del Eurogrupo) y por la jefa del Fondo Monetario
Internacional Cristine Lagarde. En 1821 los campesinos helenos se rebelaron contra la ocupación turca que dio inicio a una revolución popular que dejó una profunda huella en toda Europa. El movimiento obrero griego despertó la conciencia de los oprimidos en todo el continente. Durante el inicio de la Segunda Guerra Mundial en 1940, cuando Benito Mussolini exigió la rendición de Grecia, el pueblo le expresó su rotundo NO parecido al NO del reciente referéndum y los italianos no pudieron conquistar el país.
Recién en abril de 1941, secundados por italianos y búlgaros, los alemanes lo lograron. A pesar de la instalación de un gobierno colaboracionista, más de dos millones de griegos del total de seis millones de habitantes se enlistaron en la guerrilla o colaboraron con ella manteniendo en permanente jaque a los nazis. Uno de los destacamentos más activos fue el batallón de las mujeres guerrilleras. Según la estadística oficial, más de 300.000 civiles murieron a causa de represiones y de ellos 73.000 fallecieron por hambre entre 1940 y 1944. Se calcula que el daño que hicieron los alemanes a Grecia en tres años de ocupación asciende en la moneda actual a 280.000 millones de euros.
Después de la liberación de Grecia por los británicos, el pueblo siguió luchando contra la monarquía y la burguesía reaccionaria nacional al servicio de los británicos. El primer ministro Winston Churchill consideraba Grecia como su "private manor" (mansión privada) con el rey Constantino II y el gobierno nacional bajo la tutela británica. Para restablecer el orden y poner fin a la guerrilla dirigida por trotskistas y sus contrarios del Partido Comunista Stalinista, Churchill mandó a Grecia dos divisiones. El ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña George Hall reconoció en agosto de 1946 que 228 miembros del Batallón de Seguridad Nazi fueron incorporados al ejército griego para dar caza a los comunistas y a los militantes obreros. Así se inició la guerra civil.
En 1947 los británicos tuvieron que irse de Grecia para participar en la reconstrucción de su propio país entregando la batuta de mando a los Estados Unidos. El futuro presidente del país, Andreas Papandreu educado en Norteamérica y teniendo su ciudadanía escribió años después que los "gobiernos griegos actuaban de acuerdo a las instrucciones de la embajada norteamericana". La Misión Ayuda a Grecia, formada por el Departamento de Estado norteamericano anotó en uno de sus documentos que "Nosotros impusimos un control completo sobre el presupuesto nacional, impuestos, la moneda, los precios, sueldos, planificación económica, las instituciones militares y los de seguridad". La CIA creó su homóloga griega KYP.
En los años 1950 Grecia se convirtió en un estado cliente de Norteamérica e ingreso en la OTAN. Cuando se desató la guerra en Corea, el gobierno mandó un batallón expedicionario "Sparta" de 2.163 tropas al frente para ayudar a los norteamericanos, lo mismo que hizo Colombia. Mientras tanto en la misma Grecia la guerra civil no cesaba y el país estaba en caos dominado por la corrupción y la ineptitud de los gobiernos de turno. Para terminar con todo esto Washington dio el visto bueno a una junta de coroneles para hacer un golpe de Estado en abril de 1967, encabezado por el ex capitán del Batallón de Seguridad Nazi, y en aquel momento coronel de la KYR Georgios Papadopoulos.
Se instaló una dictadura militar parecida a la de Brasil (1964-1985) y posteriormente imitada en Chile (1973-1989), Uruguay (1973-1985), Argentina (1976-1983). En Grecia la Junta Militar desató una ola de represión acompañada por detenciones, interrogatorios, celdas de castigo, carceleros obtusos. Fueron prohibidos los movimientos pacíficos, los sindicatos, el derecho a huelga, el pelo largo en los varones, los Beatles, todo tipo de música moderna y popular, Sófocles, Esquilo, Leon Tolstoy, Trotsky, Jean-Paul Sartre, Antón Chejov, Mark Twain, la sociología, la enciclopedia y la libertad de prensa. También fue prohibida la letra "Z" que en griego clásico significa "vive" que la oposición usaba como un símbolo de "la resistencia vive". La película de Costa Gavras "Z" (1969) presenta los hechos que rodearon el asesinato del político griego Grigoris Lambrakis durante la dictadura.
La dictadura militar llegó a su fin en 1974 pero la "democracia" griega quedó regimentada y dirigida por Washington. Las promesas de los sucesivos presidentes de retornar la soberanía a Grecia nunca se cumplían. En vísperas de las elecciones en 1981 el futuro primer ministro Andreas Papandreu prometió sacar a Grecia de la OTAN y cerrar bases norteamericanas. Pero al ser elegido se olvidó de lo prometido igual como lo ha hecho ahora Alexis Tsipras. Cuando al comienzo de los años 1980 surgieron los problemas entre Grecia y Turquía sobre Chipre y el gobierno de Papandreu empezó a reclamar los derechos de Grecia, el presidente norteamericano Lindon Johnson convocó al embajador griego y le gritó: "Fuck your Parliament and your Constitution (A la mierda su parlamento y su constitución)… América es un elefante… Pagamos un montón de dólares a los griegos, si su primer ministro quiere darme lecciones sobre el parlamento, democracia y constitución, él, su parlamento y constitución no durarán mucho".
Después de la admisión de Grecia en la Comunidad Económica Europea en 1980, Estados Unidos delegó su poder en el país heleno a Alemania y Francia. Estos nuevos tutores europeos estaban encantados con los líderes como Andreas Papandreu quien lideró su país de 1981 a 1989 y de 1993 a 1996. En este período para calmar el descontento popular se aplicaron programas de bienestar social, de medicina popular, aumentaron sueldos y pensiones a costa de cada vez mayor endeudamiento de Grecia. Mientras tanto la producción se estancó y fue relegada a un segundo lugar. Grecia pasó de ser vasallo de Norteamérica a el de Alemania cuyos bancos se hacían de la vista gorda ante la corrupción en que se sumergió el país.
Los líderes de la Comunidad Económica Europea sabían perfectamente del estado de cuentas en Grecia cuando la admitieron en Eurozona en 2001. Su estado de salud financiera y económica le convenía a los acreedores alemanes que han dominado Eurozona para apoderarse cada vez más de Grecia y sus islas. Fueron ellos los que sabían que la deuda griega ya era insustentable y que el país, ya en el 2010, estaba en bancarrota. En aquel año la deuda total de Grecia era de 110 mil millones de dólares-130 por ciento del PIB pero el Banco Central Europeo (BCE), el Bundesbank de Alemania y el FMI seguían prestando hasta que actualmente, con el nuevo tercer paquete de rescate que aceptó sumisamente el gobierno de Tsipras, la deuda de Grecia subió a 400.000 millones de dólares equivalentes a 200 por ciento del PIB. La mayoría de préstamos proviene de Alemania.
Por eso, no es de extrañar la observación que hizo el ministro de Finanzas de Alemania Wolfgang Schauble sobre las promesas que hizo Alexis Tsipras durante la campaña electoral de "defender la soberanía del país y no permitir ninguna imposición por parte de los acreedores y no aceptar más las medidas de austeridad dictadas por Eurogrupo (ministros de finanzas de Eurozona). Shauble declaró que "Tsipras y su partido Syriza pueden prometer lo que quieren pero los que decidimos qué es lo que hay que hacer en Grecia somos nosotros". Todo es muy simple: el don dinero es el que manda y el primer ministro de Grecia lo sabía perfectamente igual como su partido Syriza a excepción de algunos idealistas que creen en la posibilidad de un "capitalismo con toque humano" y se olvidan de las doctrinas del neoliberalismo que domina actualmente el mundo.
Uno de los parlamentarios del partido Syriza, el economista John Milos comentó con tristeza que "con Syriza pasará lo que pasó con los partidos de izquierda en Italia. Fueron muy de izquierda en la oposición y muy neoliberales en el gobierno". Llama la atención también la publicación de la revista alemana WirtschaftsWoche del artículo Wie sich Soros als Euro-Retter inszeniert (Como Soros se presenta a sí mismo como un rescatador de Euro). Los alemanes hacen preguntas en este artículo sobre por qué Soros se convirtió en el auspiciador del conocido anti capitalista griego, Tsipras. Resulta que Syriza apoyó siempre las Organizaciones No Gubernamentales (NGO) que instaló Soros en Grecia y que en 2013 Alexis Tsipras viajó a Washington por invitación del Institute for New Economi Thinking y participó junto con varios miembros de Syriza en las discusiones en varias universidades norteamericanas y entre ellas, la Escuela de Derecho de la Universidad de Columbia.
El promotor de la destrucción de la República Federal Yugoslava que le facilitó un apreciado botín de guerra: la más grande mina de oro en Europa ubicada en Kosovo y el actual agitador de la necesidad de guerra contra Rusia tiene sus planes para Grecia y la Unión Europea: George Soros (Gyorgy Swatz) seguro tiene sus intereses respecto a las islas de Grecia y es posible que convenció a Tsipras a aceptar las imposiciones del FMI y del BCE. Puede ser cierta o no esta suposición, pero las medidas de austeridad que aceptó el gobierno de Tsipras el pasado 12 de julio pactando con la derecha apuntan a esta dirección. Después de ocho programas de rescate económico impuestos por la Comisión Europea durante los últimos seis años, un 40 por ciento de jubilados griegos y niños engrosaron las filas de los pobres. La economía cayó un 20 por ciento, el índice de desocupación es alrededor del 26 por ciento y entre los jóvenes es cercano al 60 por ciento.
Ahora, con las nuevas contrarreformas laborales y de pensiones, privatizaciones masivas del sector estatal, la nueva reducción drástica del sector público, la eliminación de los subsidios a las pensiones más bajas decretadas por Alexis Tsipras y su partido de "izquierda radical" Syriza y siguiendo las pautas del neoliberalismo en su forma más cruel, traerá más miseria y sumisión al pueblo griego. ¿Hasta cuándo los helenos lo soportarán sin revelarse esta vez contra el capital financiero como lo hicieron luchando en el transcurso de la historia contra los invasores turcos, alemanes, búlgaros e italianos? Solamente los antiguos oráculos griegos saben la respuesta.
Tampoco hay que olvidar, como escribió la colega periodista Oriana Fallaci en su libro sobre Grecia, "Un Hombre", que "el pueblo es siempre víctima, siempre inocente, constituye una hipocresía, una mentira y un insulto a la dignidad de todo hombre, de toda mujer, de toda persona. Un pueblo se compone de hombres, mujeres, personas y cada una de estas personas tiene el deber de elegir y decidir por sí misma; y no se deja de elegir y decidir porque no se sea general, ni rico, ni poderoso".
Por el momento el pueblo griego decidió quedarse, como sea y a cualquier costo en la Unión Europea, entonces los griegos son también partícipes de su propia tragedia junto con Alexis Tsipras y su partido Syriza.
Comentario de:Vicky Peláez
Fuente: Sputnik
La Cruz con la Hoz y el martillo, obra de Luis Espinal Camps
¿Quién es el
jesuita español al que Francisco rinde un homenaje?
Luis Espinal
Camps tuvo como estandarte vital la defensa de los marginados
SALUD HDEZ-MORA
08/07/2015
Luís Espinal
Camps
El
Papa Francisco está decidido a ensalzar a los sacerdotes que viven para los
pobres, que se entregan por completo a la causa de los más desfavorecidos y que
no ceden ante los poderosos. Por eso se detuvo un momento en el trayecto entre
El Alto, localidad que alberga al aeropuerto internacional donde aterriza su
avión, y La Paz, justo a la entrada del barrio popular Achachicala. Rezó ante
una sencilla cruz que recuerda al jesuita español Luis Espinal Camps, acribillado
a balazos el 22 de marzo de 1980, tras ser torturado en un matadero por agentes
de inteligencia de la dictadura de Luis García Meza. Un campesino encontró su
cuerpo en un sendero de dicho barrio.
Un
gesto del Santo Padre para honrar a un sacerdote profundamente religioso que
tuvo como estandarte vital la defensa de los marginados y la lucha contra los
abusos del orden establecido, siempre con el Evangelio en la mano, en unos
tiempos convulsos de América Latina. Un mensaje que puede parecer dirigido a Evo
Morales, enfrentado a la Iglesia Católica por criticarle.
"Yo
he nacido para santo o para bandido", solía decir en referencia a su
carácter indómito. Las miles de personas que en su día asistieron a su
entierro, uno de los más multitudinarios que se recuerdan en La Paz, debieron
pensar que se acercó a lo primero Luis Espinal, cineasta, periodista, poeta y
cura, había nacido en San Fruitó de Bages, cerca de Manresa, España, en 1932.
Ingresó de adolescente a los jesuitas, estudió Humanidades y Literatura clásica,
Filosofía, Periodismo y Teología y seis años después de ordenarse sacerdote
llegó a Bolivia como misionero. Corría el año 1968 y enseguida se sintió
atraído por un país de diferencias sociales abismales.
Vida
ejemplar
"Jamás
se podrá discutir su espíritu cristiano, su vida ejemplarmente austera y su
permanente vocación de servicio", dijo el historiador Carlos D. Mesa
Gisbert, en una biografía de Espinal del Museo del Aparapita.
En
su tierra natal, ya siendo sacerdote, había dirigido 'Cuestión urgente', una
serie de Televisión Española que mostraba la triste realidad social de los
barrios periféricos y del que dimitió al censurarle un capítulo sobre los
barrios marginales en Barcelona. Haría uno similar en Bolivia -'En carne viva'-
que tampoco duró mucho porque resultaba muy molesto para el régimen.
Ya
en Sudamérica se incorporó a la Facultad de Comunicación Social de la
Universidad Católica Boliviana, un trabajo que alternaba con organizar cine
clubs para jóvenes y críticas de películas en la revista 'Presencia' y en Radio
Fides, emisora de su orden religiosa.
Espinal
no se conformó con su labor académica y su pasión por el cine, también se
involucró en distintas batallas para lograr conquistas sociales. Se involucró
en la creación de la Asamblea de Derechos Humanos y dio un paso arriesgado al
dirigir el semanario "Aquí", donde aparecían investigaciones
periodísticas que incomodaban al régimen y que terminó siendo la gota que
rebasó la paciencia de Bánzer.
"Por
fidelidad a Cristo, la Iglesia no puede callar", afirmaba. Debía ser la
voz de los que no tienen voz, aquéllos a los que el poder nunca escucha. Ni
siquiera silenciaba sus críticas en sus poemas. Uno de ellos, "No
acostumbrarse", podría llevar la rúbrica del Papa Francisco, se asemeja a
las palabras que pronunció hace unos meses en Lampedusa tras el enésimo naufragio
de emigrantes africanos:
"Tenemos
el vicio de acostumbrarnos a todo. / Ya no nos indigna las villa miseria; / ni
la esclavitud de los siringueros; /.../ ni los millones de muertos de hambre, /
cada año. / Nos acostumbramos, / limamos las aristas de la realidad, / para que
no nos hiera, / y la tragamos tranquilamente. /.."
En
el epitafio de su tumba se puede leer: "Asesinado
por ayudar al pueblo"
-.o0o.-
"DECÁLOGO
DE SANTA CRUZ" Y CONCLUYO EL II ENCUENTRO
MUNDIAL DE
MOVIMIENTOS POPULARES
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firmado por: nodo50.org
Mensaje importante principalmente por los integrantes
de la conversación
viernes, 17 de julio de 2015
LA «CRISIS GRIEGA» VISTA DESDE GRECIA
LA «CRISIS
GRIEGA»
VISTA DESDE
GRECIA
por Dimitris Konstantakopoulos
Resumen Latinoamericano
Red Voltaire
11 de julio 2015
Vista desde Grecia, lo único que la
crisis griega tiene de “griega” es el nombre. Se trata de una situación en la
que se encuentran en juego intereses estratégicos cuyo alcance va mucho más
allá de los Balcanes y que actúa como una trampa en la que han caído los
principales dirigentes de la Unión Europea. Ya que, si en efecto se trata de un
rejuego geopolítico, las reacciones de Alemania y de sus aliados van a volverse
contra ellos mismos y contra todos los europeos.
«No moriremos por Dantzig», decían los
franceses hace 70 años. «No pagaremos por los griegos», dicen hoy los alemanes.
Y si en 70 años la fuerza del dinero reemplazó, en Europa, la fuerza de las
armas, el resultado no es menos mortal para los pueblos. Tampoco es, a fin de
cuentas, menos autodestructiva.
El ataque contra Grecia iniciado por
poderosas fuerzas «geoeconómicas», las del capital financiero totalmente
liberado de toda forma de control, de un Imperio del Dinero en gestación,
reviste a nivel mundial una importancia enorme, que sobrepasa ampliamente la
dimensión de ese pequeño país. Es la primera de una serie de batallas que
decidirán el futuro de los Estados y de los países europeos, el del ideal de
una Europa unida, independiente, social, la de nuestra democracia y nuestra
civilización. La interrogante a la que hoy se trata de responder, en Grecia, es
saber quién va a pagar la deuda acumulada de la economía mundial, incluyendo la
deuda vinculada al salvamento –en 2008– de los grandes bancos.
¿La pagarán los pueblos de los países
desarrollados, aunque ello implique la supresión de los derechos sociales y
democráticos conquistados a lo largo de 3 siglos de lucha, en otras palabras,
sacrificando la civilización europea? ¿La pagarán otros países? ¿La pagaremos
destruyendo el medio ambiente? ¿Prevalecerán los bancos ante los Estados o
sucederá lo contrario? ¿Logrará Europa dominar nuevamente ese monstruo que es
el capital financiero totalmente desregulado, reinstaurando una regulación de
los flujos de capitales, en el marco de un proteccionismo razonable y de una
política de crecimiento, contribuyendo a la construcción de un mundo
multipolar, dando así un ejemplo de envergadura mundial? ¿O bien, sucumbirá
Europa en medio de implacables conflictos internos, consolidando el papel
dominante –aunque hoy vacilante– de Estados Unidos y quizás mañana el de otras
potencias, o quizás incluso de totalitarismos, a nivel mundial o regional?
La
crisis griega
Los gobiernos europeos y su Unión, que
han dedicado sumas colosales al salvamento de los bancos, imponen a Grecia la
adopción de medidas que implican la mayor regresión de toda la historia de ese
país, exceptuando únicamente el paréntesis de la ocupación alemana, de 1941 a
1944, hundiéndola además en la mayor recesión que ese país haya conocido en
varias décadas, privándola por tiempo indeterminado de toda perspectiva de
crecimiento. Lo cual puede, además, hacer simplemente imposible el pago de su
deuda, o sea corriendo el riesgo de convertir a Grecia en una especie de Lehman
Brothers en la nueva fase de la crisis mundial iniciada en 2008.
Hemos llegado a un punto en que el Banco
Central Europeo presta a los bancos a una tasa de interés de 1% para que estos
le presten a Grecia a tasas de 6 o 7%. Al mismo tiempo, los gobiernos europeos
se niegan a aceptar la emisión de las euro-obligaciones que podrían ayudar a
normalizar las tasas que paga el Estado griego.
Alemania
contra Europa
Hace 20 años, el primer acto de la
Alemania recientemente reunificada, alcanzando su plena «mayoría estratégica»,
fue dar el tiro de gracia a la Yugoslavia multinacional y federal, imponiendo a
sus socios el reconocimiento de las diferentes Repúblicas que la componían. El
resultado fue, en primer lugar, una serie de guerras que sembraron la ruina y
la muerte en los Balcanes, pero sin resolver ninguno de sus problemas. Otros
resultados fueron la temprana muerte de la balbuceante política exterior y de
defensa de la Unión Europea así como el solemne regreso de Estados Unidos a su
papel de amo absoluto del sudeste europeo.
Pero todo eso parecerá un simple delito
en comparación con lo que puede pasar ahora por causa de la miopía de Berlín y
de la manera dogmática, extremadamente egoísta, en que defiende las reglas de
Maastricht, dispuesto –según parece– a sacrificar uno o varios de sus socios,
incluso pertenecientes al «núcleo duro» de la Unión Europea, la Eurozona,
hundiéndolos en el desastre económico y social.
Hoy en día, lo que está en juego con la
crisis «griega», con la crisis «española», con la crisis «portuguesa» o con
cualquier otra crisis que pueda aparecer mañana, no es solamente la política
común europea, ni el destino de los Balcanes. Es el ideal mismo de la Europa
unida lo que está al borde de la desaparición, y con ello su moneda común, como
ya han señalado los políticos y analistas económicos más brillantes, tanto en
Europa como a escala internacional.
Si bien en 1990-91, la política alemana
sentó… el papel de Estados Unidos en el sudeste de Europa, la política alemana
actual conduce a la consolidación de su papel hegemónico, hoy debilitado no
sólo en la escena europea sino a nivel mundial. Y al mismo tiempo priva a
Europa de la posibilidad de desempeñar, basándose en sus ideas y su
civilización, un papel de vanguardia en la tan necesaria revisión del sistema
mundial. Errores históricos de tan enorme envergadura no carecen de precedentes
en la historia de Alemania. Berlín sobrestima hoy su poderío económico,
exactamente de la misma manera como sobrestimó su poderío militar en los años
1910 y 1930, contribuyendo así a la destrucción de Europa –y a su propia
destrucción– durante las dos Guerras Mundiales.
La instauración de la moneda única y el
modo de funcionamiento de la Unión Europea han sido provechosos principalmente
para Alemania, que sin embargo se niega a «abrir su cofre» para ayudar a sus
socios en dificultades. Alemania no defiende a Europa, en el plano exterior, de
los ataques (de los) bancos internacionales bajo control de los
anglo-estadounidenses, ni de los ataques del capital financiero, designados
eufemísticamente como «los mercados». Tampoco defiende a Europa en el plano
interno, no sólo porque se niega a prestar ayuda a un supuesto socio, en este
caso a Grecia, sino además porque incluso insulta a ese país, a través de una
campaña sádica y racista de los medios de prensa alemanes, ¡precisamente cuando
ese país enfrenta graves dificultades!
Alemania
y Maastricht
Alemania tiene razón cuando sostiene
que, al actuar así, está defendiendo las reglas de Maastricht, que prohíben
todo tipo de solidaridad y de ayuda entre los miembros de la Unión Europea e
imponen, para la eternidad, una política monetaria que no existe en ninguna
otra parte del mundo.
Esas reglas son las que convienen a los
intereses alemanes, al menos tal y como los conciben los medios dominantes de
Berlín, y sobre todo a los intereses de los bancos y más generalmente de los
grandes propietarios del capital financiero. Las reglas de Maastricht
garantizan sus ganancias, como también lo hace el régimen de liberalización
total de los intercambios de capitales y mercancías, reglas que prohíben
explícita o implícitamente a los europeos la práctica de una política
inflacionista, keynesiana, anticíclica, cuando pudiese resultar necesario, pero
que también les prohíbe defenderse contra el antagonismo económico exterior,
venga de Estados Unidos o de China.
Sin embargo, al afirmar, con toda razón,
que su política actual se basa en el tratado de Maastricht, texto que hay que
respetar como si fuese el Evangelio, Berlín revela, sin querer, el carácter
monstruoso del actual edificio europeo. No hace falta ser economista, basta el
simple sentido común, para entender que ninguna unión entre personas, pueblos,
Estados, o lo que sea, puede durar mucho si se basa en… ¡prohibir la
solidaridad entre sus componentes!
Si los pueblos de Europa aceptaron la
idea de la unificación europea no fue para encaminarse a la ruina. La aceptaron
para obtener más garantías de seguridad y de prosperidad. Al negar a sus socios
la ayuda que necesitan, los dirigentes alemanes deslegitiman, en gran medida,
tanto el ideal de la Europa unida como el de la moneda única, así como su
propia ambición de encabezar esa Europa. ¿De qué sirve una Unión que moviliza
todo sus medios para salvar a los bancos que provocaron la crisis de 2008 pero
que se niega a salvar un pueblo europeo amenazado por esos mismos bancos,
anteriormente salvados del naufragio gracias al dinero de los fondos públicos?
La única razón que hace que los miembros
de la eurozona afectados por la crisis se mantengan aún en ella es su temor por
las consecuencias que podría tener su salida (y ciertos intereses de sus clases
dirigentes). Pero, ¿por cuánto tiempo bastará esa razón, sobre todo ante una
posible agravación de la crisis económica que transformará amplias zonas de
Europa en una especie de Latinoamérica? Al igual que en el siglo XX, Alemania
pagará de nuevo, ella también, el precio de su egoísmo. Políticamente, porque
su propio papel se verá socavado. Económicamente, porque su actitud ahogará a
los compradores de sus productos. Pero es muy posible que sólo se dé cuenta de
ello cuando ya sea demasiado tarde.
La
crisis griega como crisis de la eurozona
Es casi evidente que la crisis griega no
está relacionada únicamente, ni siquiera fundamentalmente, con los problemas
internos bastante importantes del país, con la debilidad de su Estado y de su
sistema político, fuente de una extensa corrupción. Esos problemas, así como el
hecho que Grecia invierte sumas colosales para defenderse de una Turquía
negacionista, son sin embargo factores que determinan la forma, el momento de
aparición de esta crisis y la capacidad del país para enfrentarla. Pero no son
la causa, como lo prueba la crisis en España, en Portugal y también en otros
países.
En Grecia puede tomar el aspecto de una
crisis de la deuda pública y en España el de una crisis del endeudamiento
privado. El hecho es que la crisis está en todas partes. Lo que refleja es la
incapacidad a largo plazo de los países más débiles de la Unión para enfrentar,
por un lado, una política monetaria diseñada en función de los intereses de
Alemania y de los bancos internacionales, así como la supresión de toda barrera
de protección externa de la eurozona.
El funcionamiento «interno» de la moneda
única conduce, a falta de mecanismos compensatorios, a una transferencia
permanente de la plusvalía del sur de Europa hacia el norte. El funcionamiento
«externo» de la eurozona, que voluntariamente se prohíbe a sí misma todo tipo
de protección contra la competencia estadounidense y china, y toda política
industrial y social, toda armonización, conduce a la degradación de la
capacidad europea de producción en el conjunto de la Unión, comenzando por los
países más débiles. La industria griega, por ejemplo, se traslada del norte de
Grecia hacia los Balcanes y los turistas abandonan el país donde impera una
moneda cara –el euro– para irse al litoral turco.
El problema va a empeorar con el fin,
dentro de poco, de las políticas de cohesión. Es evidente que el problema
estructural griego ha acentuado la situación y puesto a Grecia en medio de la
crisis europea, pero ese problema no creó la crisis de la Unión. El sur de
Europa no es la única región que enfrenta esos problemas. Francia, país central
y metropolitano, corazón político de Europa, si se considera que Alemania es el
corazón industrial, también los ha detectado y tiene que enfrentarlos. Esos
problemas dieron origen al rechazo del pueblo francés a la Constitución europea
propuesta en 2005. Desde entonces, importantes intelectuales franceses han
resaltado el callejón sin salida al que se encamina la eurozona. Por ejemplo,
Emmanuel Todd, Jacques Sapir, Bernard Cassen y ATTAC, así como Maurice Allais,
por citar sólo algunos, subrayan que es imposible que una Europa productiva y
social logre sobrevivir sin adoptar algún tipo de proteccionismo.
La obstinación en las reglas de la
eurozona, bajo su forma actual, conduce al totalitarismo, estima Emmanuel Todd.
Europa va derecho a la catástrofe con el sistema ultraliberal de intercambio y
la supresión, por las autoridades de Bruselas, de la preferencia comunitaria.
Hasta ahora, las ideas de reforma de la eurozona no se podían aplicar, por
falta de voluntad política. Sería una tragedia para el pueblo griego que,
debido, entre otras cosas, a la manera como el sistema político griego y una
élite política en plena degeneración administran el país, ese pueblo tuviese
que vivir una catástrofe como precio de la energía necesaria para una reforma
del euro, que –si finalmente tuviese lugar–llegaría demasiado tarde para
Grecia.
Economía
y geopolítica
En cuanto a la dimensión geopolítica del
problema, los dirigentes alemanes no parecen haber sacado ninguna enseñanza de
su propia historia, o sea recordar que durante las décadas anteriores a la
Primera Guerra Mundial fueron incapaces de obtener las ganancias esperadas de
sus progresos científicos y tecnológicos. El capitalismo de casino engendrado por
la desregulación de estas últimas décadas, y que ellos mismos aceptaron de
manera interesada y caracterizada por una total ausencia de perspicacia
estratégica, es un engendro anglo-estadounidense. ¡Ningún jugador, por muy
bueno que sea, puede ganarle al dueño del casino! Tenemos derecho a
preguntarnos si existe algún plan estratégico tras la crisis actualmente
desatada, no sólo en relación con la deuda griega sino también contra el euro,
precisamente cuando esta moneda estaba a punto de convertirse en una divisa
mundial.
Sobre todo teniendo en cuenta, como
ahora sabemos, que Goldman Sachs estaba detrás del ataque contra Grecia y
contra el euro. Escudándose tras el tratado de Maastricht, en una
Europa-«dictadura de los bancos»- los alemanes se aprovecharon ciertamente de
su supremacía económica, pero a la vez permitieron la instalación de una enorme
trampa potencial, que acaba de ser activada, contra la Europa unida. Era de
esperar, además, que las cosas evolucionaran en ese sentido cuando vemos, por
ejemplo, que el arquitecto de la política monetaria no es otro que… el hombre
de Goldman Sachs, Otmar Issing, otro más –es justo señalarlo– entre los tantos
miembros de la vasta red de influencias de ese banco en Europa. Es posible, por
consiguiente, que hoy estemos siendo testigos del desarrollo del plan
estratégico que integra la geopolítica y la geoeconomía en la arquitectura del
tratado de Maastricht.
La crisis estaba inscrita en el tratado
mismo con dos posibles resultados: la transformación de Europa en estructura
totalitaria y sometida o su disolución en componentes, con la variante de
mantenerla, en todo caso, en un estado de desgarramiento provocado por sus
problemas internos que le impida obtener su autonomía en relación con Estados
Unidos e imponer reglas al capital financiero mundial. La política de Berlín
parece basarse en la esperanza de sacar de la globalización más provecho que si
reclamase, en nombre de una Europa reformada, un estatus de igualdad con
Estados Unidos en el marco de un mundo multipolar con flujos reglamentados de
mercancías y capitales. Y es así precisamente porque Berlín tiene todavía en
mente las derrotas sufridas cuando corrió tras la hegemonía europea y mundial.
Pero, al mismo tiempo, parece olvidar que la globalización se halla bajo el
dominio del sector financiero y del crédito, y no de la industria, que
constituye el punto fuerte de Alemania, país que a fin de cuentas corre el
riesgo de encontrarse nuevamente en la misma situación que conoció hacia el
final del «gran» siglo liberal, justo antes de la Primera Guerra Mundial.
Los dirigentes alemanes quizás piensan
que una «expulsión» o una salida forzosa de Grecia de la eurozona sería una
solución que, por un lado, «serviría de escarmiento» a los demás miembros de la
Unión y reforzaría, por otro lado, la homogeneidad de un núcleo duro europeo
que parece haberse «ablandado». La idea de una «Europa desigual» y en círculos
homocéntricos, como la que había formulado Karl Lammers, sigue siendo muy
popular en Alemania. El problema es que los círculos finalmente podrían
resultar heterocéntricos.
Es evidente que para Grecia, pero
también para otros miembros de la eurozona, el problema se planteará por sí
solo y todo indica que eso ocurrirá más pronto que lo previsto. Para Grecia y
otros países, mantenerse en la eurozona sólo tendría sentido si dicha zona se
reformara muy rápida y profundamente. Pero no es nada seguro que la retirada de
uno o de varios países reporte a Alemania las ventajas que esta espera.
Al perseverar en esa política, Berlín
corre el riesgo de provocar una crisis muy grave, tanto en la eurozona como en
la Unión Europea. Y provocará, al mismo tiempo, una importante derrota
estratégica de Europa en el este del Mediterráneo, contribuyendo así a
concretar el objetivo estratégico central de Estados Unidos en la región, o sea
la constitución de una zona de influencia estadounidense y turca que se
extendería desde el Mar Adriático hasta el Cáucaso y Chipre.
Esa zona, siguiendo la visión de la
«ocupación del centro» del «tablero estratégico» planteada por [el ex consejero
estadounidense de Seguridad Nacional] Brzezinski, se interpondría entre Europa
y los hidrocarburos del Medio Oriente y también entre Rusia y los «mares
cálidos». Sería además parte de la Unión Europea. En otras palabras, sería uno
de los centros de una Eurasia dominada por Estados Unidos, una herramienta al
servicio de la «parálisis estratégica» de Europa y una base de «contención»
contra Rusia.
En Europa deberíamos saber –pero dudo
que alguien quiera saberlo–, desde los famosos informes de Wolfowitz y de
Jeremia que cristalizaron la estrategia post-guerra fría de Estados Unidos, que
el objetivo estratégico de Washington es impedir el surgimiento de fuerzas que
pueden hacerle frente y para evitarlo aplica políticas destinadas a impedirlo
desde ahora, programando cuando es posible la aparición de crisis o creando
obstáculos que impiden colaboraciones o alianzas entre diversos polos del
sistema internacional.
Hay un caso en el que Alemania entendió
esto perfectamente. Fue cuando ella misma decidió construir el gasoducto North
Stream para conectarse directamente con Rusia. Pero, en general, Alemania sigue
siendo estratégicamente ciega.
fuente: Red Voltaire
de: Resumen Latinoamericano
<resumen@nodo50.org>
responder a: resumen@nodo50.org
para: Resumen Latinoamericano
<resumen@nodo50.org>
fecha: 12 de julio de 2015, 18:07
domingo, 12 de julio de 2015
SARAMAGO, LA GUERRA SUCIA Y EL VOTO EN BLANCO
SARAMAGO,
LA GUERRA SUCIA Y
EL VOTO EN BLANCO
Esta novela de José Saramago, el premio Nobel portugués de 1998,
titulada “Ensayo sobre la Lucidez” retrata lo ocurrido en una capital anónima
cuando toda la gente decide espontáneamente votar en blanco. Y prosigue su
relato contando como el primer ministro, al darse cuenta de la situación,
anuncia que la elección se repetiría al domingo siguiente, como lo preveían las
leyes, no sin antes advertir que el lamentable episodio ocurrido, cuyas causas
serían investigadas y los culpables sancionados ejemplarmente, se superaría
porque el Gobierno confiaba en que la población de la capital sabría ejercer el
deber cívico con la dignidad y el decoro demostrados en el pasado.
Al comienzo del nuevo escrutinio las autoridades se dieron cuenta de la
avalancha que se veía venir. “Era el preludio del terremoto político que no
tardaría en producirse”, dice el novelista. Horas más tarde la televisión, por
boca del primer ministro, dio a conocer los siguientes resultados: partido de
la derecha, ocho por ciento; partido del medio, ocho por ciento; partido de la
izquierda, uno por ciento; abstenciones, cero; votos nulos cero; votos en
blanco, ochenta y tres por ciento!
Como reacción a estos resultados, el gobierno declaró el estado de sitio
a la capital, suspendió los derechos civiles de sus ciudadanos y retiró de ella
el gobierno y todas las instituciones del Estado, abandonándola a su suerte,
para castigarla y evitar que la epidemia del terrorismo contaminara al resto de
la población; al mismo tiempo alistó medidas para conjurar los efectos futuros,
entre las cuales se contemplaba una reforma a la ley electoral que distribuía
los votos en blanco para sumarlos a los partidos con votos expresos por
candidatos, en proporción a su volumen o equiparar los votos blancos a los
nulos y a los no marcados.
Por fortuna no estamos en Dinamarca sino en Cundinamarca y los votos en
blanco solo tuvieron consecuencias, por ahora, en las elecciones del Parlamento
Andino, debido al consenso logrado sobre su inutilidad.
No obstante, podrán ser definitivos
para producir un terremoto político en la primera vuelta de las elecciones
presidenciales y una revolución pacífica, si las mediciones electorales
mantienen las tendencias conocidas, y de otra parte, persiste la guerra sucia
desatada en el teatro de la campaña presidencial, que curiosamente ha logrado
desvirtuar, después de casi dos siglos de vigencia, el apotegma del general
Karl Von Clausevitz, según el cual la guerra es la continuación de la política
por otros medios para invertir el postulado en demostración fehaciente de que
en Colombia la política es la continuación de la guerra por todos los medios,
tanto lícitos como ilícitos.
OPINIÓN / Febrero 14
de 2014/
EL VOTO EN BLANCO
Óscar Jiménez Leal
En la aplicación de una norma jurídica, suelen surgir varias
interpretaciones plausibles y desde luego, todas ellas respetables.
Los efectos del voto en blanco no han sido ajenos a esa discusión. Por ejemplo, la sección quinta del Consejo de Estado, en sentencia del 9
de marzo de 2012, sobre la elección del Parlamento Andino en el 2010, negó la
nulidad solicitada por un grupo de ciudadanos, con fundamento en que el voto en blanco había obtenido la mayor votación (20.8%) sobre el partido de la U con 18.8%, el Conservador 11.4%,
el Liberal 10.3% y el Polo 9.9% de la votación, para un total de votos válidos 7.359.008,
votos nulos 643.839 y no marcados 2.327.350.
El argumento principal decía que si bien la reforma política del 2009 eliminó
el término mayoría absoluta, la elección del Parlamento Andino “no
violó, por ninguna de las circunstancias aducidas en la demanda, el contenido
normativo del parágrafo 1º del artículo 258 de la Constitución Política
(reformado por el Acto Legislativo Nº 1 de 2009), pues este ordena la
repetición de las votaciones por una sola vez, cuando quiera que el voto en
blanco obtenga, al menos, la mitad más uno de los votos válidos totales
depositados en la respectiva elección, siendo pues, el
parámetro respecto del cual se determine la mayoría, el total de los votos
válidos, al tenor literal de la norma”.
Por otra parte, el expresidente de la Corte Constitucional, Jorge Arango
Mejía, con suficiencia intelectual, ha venido sosteniendo la interpretación
según la cual, al ser suprimido por la reforma política del
2009, el requisito de la mayoría absoluta para darle eficacia
al voto en blanco, esta modalidad de voto adquirió importancia suma como
actor en la contienda electoral.
En esas condiciones, basta entonces que sea la mayoría relativa de entre todos los demás actores para que sea obligada la repetición de
las elecciones sin la presencia de los candidatos derrotados.
Con el respeto prodigado a la judicatura, no tengo duda alguna en
compartir la tesis expuesta por el doctor Jorge Arango Mejía en el sentido de
que al suprimirse el requisito de la mayoría absoluta (50% más 1 del total de
votos válidos), basta ahora la mayoría simple o
relativa; vale decir, cuando el voto en blanco represente la mayoría más alta
entre los candidatos competidores, aunque represente
menos de la mitad de la votación válida, se repite la elección.
Para argumentar lo anterior, me valgo de las siguientes razones: I) la evolución histórica del voto en blanco ha pasado desde la confusión
con los votos nulos o no marcados, hasta su reconocimiento y consolidación para
darle una eficacia tal que puede determinar la nulidad de toda la elección; II) porque si la norma no dijera nada sobre los votos válidos, habría que
tener en cuenta los votos nulos y lo no marcados, y en el caso del Parlamento
Andino no hubiera ganado el voto en blanco sino los no marcados que superaron
al voto en blanco y a cada uno de los candidatos, lo cual resulta absurdo; III) porque aceptar la errada tesis del Consejo de
Estado sería darle aplicación a una norma constitucional derogada (el
Acto legislativo 1 de 2003) que sí exigía la mayoría absoluta y haría inocua la
última reforma política y IV) porque la tesis
del Consejo de Estado es una interpretación formalista y literal de la norma
pertinente y no procura hacer efectivos los derechos, principios y valores
plasmados en la Constitución que están incluidos en la acertada interpretación
del expresidente de la Corte Constitucional.
Como se ha dicho tantas veces, el sistema electoral tiene como finalidad
convertir en curules la voluntad ciudadana expresada en votos, a través de los
escrutinios correspondientes, para lograr así la representación de los
ciudadanos en la construcción del poder político. Por eso se afirma que el
sistema debe estar conformado por unas reglas ciertas para obtener resultados
inciertos. Pero esas
reglas además de ciertas deben ser justas y equitativas, so pena de que el
producto del sistema resulte distorsionado.
En Colombia varios factores han contribuido a esa distorsión, entre los
cuales es necesario destacar la circunscripción nacional para la elección del
Senado, el voto preferente y los votos nulos o no marcados.
Tradicionalmente el Senado de la República se componía de dos senadores
por cada departamento y los demás se determinaban por el factor demográfico, a
razón de uno más por cada doscientos mil habitantes o fracción mayor de cien
mil sobre los primeros. Así. Por ejemplo, el Quindío, con algo más de cuatrocientos
cincuenta mil habitantes, siempre eligió cuatro senadores. Sin embargo, la
Constitución Política de 1991, con la buena intención de permitir que candidatos
o sectores minoritarios que de otra manera no tendrían acceso, pudieran sumar
los votos de opinión en todas las circunscripciones, cambió el sistema para
establecer la circunscripción nacional para su elección, eliminando, por lo
tanto, el factor demográfico para su composición.
La nueva reforma permitió la llegada al Senado de representantes de
grandes conglomerados electorales en detrimento de los pequeños y medianos departamentos,
creando con ello una crisis de equidad y de calidad en la representación
nacional; encareciendo, de otro lado, el costo de las campañas, merced a que
cada candidato debe construir costosas estructuras políticas en todas las regiones
para poder competir en la justa electoral, sin entrar, por ahora, en el
análisis de la perversa compra venta de votos que degrada todo el sistema
político.
En tales condiciones, hoy catorce o quince departamentos han quedado sin
representación en tanto otras regiones del país fueron cuantitativamente sobre
representadas, razón por la cual es necesario retornar a un sistema que asegure
a todos los departamentos su presencia en el Senado, en proporción a su
población, pues la distribución geográfica y equitativa de la curules es
elemento fundamental para la conformación del Parlamento y para la legitimidad
de la democracia colombiana.
En segundo lugar, la lista abierta o con voto preferente en donde cada
elector puede sufragar por el candidato de sus simpatías, por su naturaleza
lleva en sí misma el germen de la destrucción de la fortaleza de los partidos,
pues coloca a sus integrantes a luchar a brazo partido entre sí, en detrimento
de la sana competencia ideológica propia de la democracia y en últimas traslada
la famosa operación avispa -de tan ingrata recordación-, al interior de los
partidos que así proceden electoralmente.
En cuanto a los votos nulos y las tarjetas no marcadas, pueden obedecer,
en alguna medida a la falta de comprensión del elector y a la ausencia de
cultura política, factores cuya responsabilidad recae sobre los partidos
políticos que deben educar a sus militantes y simpatizantes, pues para ello el
Estado provee recursos permanentes. No obstante, alguna parte de ellos no
resulta tan inocente si se tiene en cuenta que algunos sufragantes se acercan a
las urnas sin compromiso alguno con su deber cívico sino con el único propósito
de obtener el certificado electoral para reclamar la retribución económica en
el mercado de compraventa de votos o los beneficios legales que de éste se
derivan.
EL VOTO EN BLANCO ES REVOLUCIONARIO
El expresidente de la Corte Constitucional, Jaime Araújo, una de las
caras visibles del voto en blanco. Habló con Semana.com sobre el poder de esta
opción.
Exmagistrado Jaime Araújo
Foto: Guillermo Torres. / SEMANA.
SEMANA: ¿Al fin el
voto el blanco sirve o no sirve?
Jaime Araújo
Rentería: Es la gran oportunidad que todos estamos esperando para transformar en
solo dos días la historia del país. Durante más de 60 años hemos dirimido las
diferencias a través de la violencia, y ahora, por primera vez,
los colombianos tienen en sus manos un instrumento pacífico para cambiar
nuestras costumbres políticas, una herramienta real para que las personas que
están indignadas con la corrupción, la politiquería, los falsos positivos, las
chuzadas, las desigualdades, el desempleo o la falta de oportunidades puedan
construir una sociedad en paz, con mayor justicia social y en con más derechos
Humanos.
SEMANA: Pero eso, en
la práctica, ¿qué significa?
J.A.R.: Es
importante que la gente sepa que con ese instrumento de paz, en solo dos días: el 9 de marzo y el 25 de mayo; es decir ya, sin
necesidad de esperar 20 o más años, y con un voto de más, es posible barrer con toda la clase política tradicional de Colombia. Esto, porque está establecido que si el voto en blanco saca un voto de
más de la lista más votada para Senado o para Presidente, las elecciones se
tienen que repetir, pero no se podrán
volver a presentar los mismos candidatos que hayan sido derrotados por el voto en blanco. Por eso, el voto en blanco es una
revolución pacífica, un mecanismo para canalizar tanto inconformismo que hay
en el país, y un medio para renovar la política, la sociedad colombiana y
abrirle el camino a un gran pacto social entre todos los sectores para
construir una sociedad más igualitaria y con más derechos.
SEMANA: Pero otras
personas, como el Registrador o líderes y miembros de los partidos políticos
sostienen lo contrario: que el voto el blanco solo pude ganar cuando obtenga la
mitad de todos los votos más uno.
J.A.R.: Eso,
que se denomina mayoría absoluta, es totalmente falso. En la reforma constitucional del 2003 que incluyó el voto en blanco,
se decía que para que el voto en blanco se impusiera sobre otro, requería de
una mayoría absoluta, es decir, la mitad de los votos más uno. Y eso fue lo que precisamente se modificó en el acto legislativo del
2009, en el que desde el primer hasta el último debate, que no fueron
ocho debates sino diez porque hubo conciliaciones, quedó totalmente claro que
se acababa la mayoría absoluta por una mayoría simple.
SEMANA: Es decir, que
el voto en blanco gana con solo sacar un voto de más.
J.A.R.: Así es. Los mismos senadores expusieron siempre que tal y
como había quedado establecido en 2003 que la mayoría
absoluta del voto en blanco cauterizaba el inconformismo ciudadano frente a los
despropósitos del ejercicio del poder público o del engaño de programas
políticos. Por eso, propusieron y defendieron que el voto en banco se impusiera
solo con una mayoría simple para que los ciudadanos tuvieran expresar de una
forma más clara contra las formas de corrupción, el uso indebido del
principio de representación, el inconformiso o su rechazo cuando se sintiera
más gobernada.
SEMANA: Pero si eso
es así, ¿el país no estaría abocado a una anarquía que podría acabar con lo
poco que queda de la estabilidad política y de los partidos?
J.A.R.: Para nada. Primero porque las elecciones solo se pueden repetir una sola vez. Segundo, porque se le da a los ciudadanos la posibilidad, en unas
elecciones, de pedir que los partidos cambien sus candidatos, es
decir, sacar a la clase política corrupta para darle la oportunidad a otros
sectores y personas que sean más respetuosos de los derechos humanos, de los
recursos públicos, del interés general sobre el interés particular. Tercero, se podría ordenar la renovación de los partidos
tradicionales. Por estas y otras razones es importante que los jóvenes
liberales, conservadores, de la U o de otros partidos entiendan que ya, sin
esperar dos o tres generaciones, en solo dos días, el 9 de marzo y el 25 de
mayo, con un instrumento pacífico y con un voto de más, pueden hacer una
verdadera revolución en Colombia. Y una vez hecha, crear un nuevo país a
través de una Asamblea Constituyente.
SEMANA: Pero esa es
su interpretación, no lo que dice la Constitución.
J.A.R.: Si el voto en blanco gana para las elecciones y para la Presidencia, no
cree que es un mensaje claro, directo, contundente del
pueblo que está diciendo que quiere cambios profundos, que quiere un país
distinto. Y eso solo lo puede hacer una Constituyente.
SEMANA: ¿Quiénes son
los que están detrás del voto en blanco?
J.A.R.: Muchos colombianos inconformes, personas dignas que se sienten
indignados por el orden actual, estudiantes, grupos de campesinos, miembros de
los partidos tradicionales que quieren una renovación de la política,
indígenas, afrodescendientes, gente de las regiones que se siente traicionados
por el gobierno; intelectuales, exmagistrados… En fin, el voto
el blanco somos todos y no es de ninguna persona o comité promotor, así
nosotros lo estemos impulsando. Por eso hemos dejado en claro que quienes promovemos el voto el blanco no
aceptamos ni un peso de reposición por esos votos, y que si hubiera alguna
retribución se debe destinar para las víctimas de la violencia en Colombia,
para las mujeres que han sufrido con el conflicto armado; para los huérfanos
cuyos padres han sido asesinados en la violencia, en síntesis, para el interés
general, pero no para los promotores.
SEMANA: Pero ahí no
están Gustavo Bolívar y otros grupos...
J.A.R.: Espero que ellos también estén defendiendo el interés general. Es
importante que los electores sepan que no es obligatorio marcar los comités
promotores del voto en blanco en el tarjetón. Solo basta con
marcar la casilla genérica del voto en blanco, y de esa manera, se evita que
haya alguna duda de que alguien se vaya a beneficiar.
SEMANA. Hay quienes
sostienen que la Corte Constitucional aboga por la mayoría absoluta y no por
una simple.
J.A.R.: La Corte no le ha hecho, hasta el momento, ningún control constitucional
ni por procedimiento ni por contenido a la reforma del 2009. Lo que hizo fue un
control al inciso tercero, del artículo 30, de Ley 1475 del 2011, que tenía una
norma distinta a la de la Constitución, en la que se habla que si un candidato
saca 100 votos y otro 90 votos, pero al primero se le anulan 20, queda con 80
votos. En últimas, el ganador es el segundo, a pesar de que sacó menos pero
obtuvo más válidos. Eso nada tiene que ver con el voto en
blanco. En esa sentencia la Corte nunca pone en duda el artículo 9 de la
reforma del 2009.
SEMANA: Entonces, ese
voto en blanco es totalmente nuevo.
J.A.R.: Así es. Nosotros entendemos que las personas
que tienen intereses en elegirse o reelegirse, que quienes han hecho de la
política un negocio, quienes no quieren que se les acabe su negocio o derivan
beneficios de cosas existentes, porque manejan la cosa pública como si fuera
propia, o hacen contratos para enriquecerse, sean enemigos del voto en blanco que los va a barrer. Pero por primera vez, a raíz del acto legislativo del 2009, los
colombianos pueden barrer con esa clase política. Pero también deben saber que si no usamos ese mecanismo ya, y derrotan
al voto en blanco, los políticos y el gobierno lo van a eliminar para quitarle
ese poder al pueblo.
(Nota.- El voto en blanco en Colombia tiene casilla propia en el
tarjetón electoral)
-.o0o.-
De: Edgar Victoria Gonzalez
<teocrito2010@gmail.com>
Fecha: 28 de junio de 2015, 11:38
Asunto: SOBRE EL VOTO EN BLANCO
(EXPRESIDENTES CONSEJO ELECTORAL Y DE LA CORTE CONSTITUCIONAL)
Para: EGRESADO U. EXTERNADO DE COLOMBIA
-.o0o.-
para: A Viviana
Moscoso <centrobolivarianoph@yahoo.es>,(…)
fecha: 29 de junio
de 2015, 21:00
asunto: Fwd: SOBRE
EL VOTO EN BLANCO (EXPRESIDENTES CONSEJO ELECTORAL Y DE LA CORTE CONSTITUCIONAL)
enviado por: gmail.
confirmado por: gmail.com:
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