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{ (TASA DE INTERÉS)n + (INFLACIÓN INFLADA)-n } Y
------------------------------------------------------------------------------ = RECESIÓN
(BANCO CENTRAL DE RESERVA DEL PERÚ)n
Curioso, indescifrable e indescriptible modelo econométrico, salpicado de variables manoseadas y sesgadas, con estimaciones y predicciones forzadas y con desenlace RECESIVO. Habría que motivar al BCRP, ayudar a despejar su propio engendro.
En efecto, de acuerdo a la CEPAL en su “Inflación Global en el bienio 2021-2022 y su impacto en América Latina” determina que “En las economías centrales (desarrolladas) … (jugó) un papel preponderante los factores de oferta, superando las restricciones por menores niveles de producción por la pandemia”, luego dice “La inflación en América Latina en el bienio 2021-2022 respondió esencialmente a choques externos y, en particular, a la suba del precio internacional de los alimentos (trigo, maíz, etc), la energía (petróleo) y el tipo de cambio ” (el subrayado es nuestro).
De acuerdo, también, al Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), el incremento de la inflación en el año 2021 fue producto de un fenómeno global explicado por problemas de oferta y la rápida recuperación de la economía mundial, luego de la pandemia, y mayores precios del petróleo, trigo, maíz y aceite de soya, sumado al mayor costo de fletes marítimos, fertilizantes químicos y otros insumos.
Claramente notoria coincidencia descriptiva entre lo determinado por la CEPAL y el BCRP. El enfoque de la CEPAL está orientado, fundamentalmente, hacia las economías desarrolladas con acotaciones muy precisas que impiden su réplica en la periferia.
El país está expuesto y es impactado de forma muy diferente a EE.UU y Europa. La guerra Rusia Ucrania afecta, marginalmente a EE.UU y frontalmente a Europa, por su cercanía, pero, principalmente, por su energía (gas) y cereales, (trigo).
Pero, a su vez, Rusia y Ucrania participan, marginalmente, en el comercio total de bienes y servicios en nuestro país. El 2020 solo el 0.6% de las exportaciones totales de América Latina y el Caribe (Perú), se dirigió a Ucrania o a Rusia y Perú solo exportó un reducido 1.3% del total; las importaciones regionales (América Latina y el Caribe - Perú) provinieron de Rusia solo un 0.6% (CEPAL). De manera que el intercambio comercial con dichos países, es marginal. Entonces cuál es la magnificación de la guerra Rusia Ucrania, para el desenfreno de la inflación, como sostiene el BCRP.
En el abastecimiento de trigo, a nuestro país, por ejemplo, Canadá representa el 69%, EE.UU el 14%, Argentina 13% y Rusia (2%) Paraguay y Uruguay el resto; sin embargo, por el efecto espejo y por cuestiones especulativas, incrementan los precios. En el año 2021 ingresaron a las plantas procesadoras alrededor de 2 millones 521 toneladas de trigo, cifra 15.1% superior al volumen que ingresó el año anterior, quedando, en términos absolutos, un saldo, a favor, por ser utilizado de 451 mil toneladas. En resumen no se observa, en las plantas industriales carencia de trigo o harina, por lo que el incremento de precios es injustificado. El Perú produce, de acuerdo al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI), 195 mil toneladas habiéndose incrementado un 3.3% respecto al año anterior (2021)
Adicionalmente a esto, la demanda de trigo, en el país, es de dos clases, 1) trigo blando, utilizado para panes, tortas, pasteles, etc y 2) trigo duro, utilizado para pastas secas y son de mayor calidad. El trigo blando representa el 93% de importación, en el país, y es el de menor precio.
De manera que la justificación, para el desenfreno de la inflación, sea la guerra Rusia Ucrania, no está plenamente fundamentada para un incremento de precios, como sostienen el BCRP.
Y así sentencia la CEPAL, cuando determina que la distribución del daño económico, referido a la guerra Rusia Ucrania, es desigual: intenso en algunos países e industrias, y prácticamente nulo en otros. El grado de dependencia de cada país en materia de petróleo, gas y otros productos primarios determina los impactos de la ruptura del suministro. El Perú, produce, también, gas natural, pero gran parte se exporta a México, Japón y Corea del Sur.
El BCRP, espera que el incremento de la tasa de interés disminuya la demanda y, de esta manera, combatir la inflación que, según el Banco, es por la guerra; es decir, por oferta; sin embargo el encarecimiento del crédito frena el crecimiento económico con drásticas consecuencias para el país.
En el año 2021, aún, todavía, no se iniciaba la guerra Rusia Ucrania, faltaba más de un año para su aparición, probablemente ni los mismos actores, de esta guerra, lo sabían; sin embargo, y se desprende, el BCRP ya lo sabía, anteladamente, y la inflación trepó a cerca del 7%, un año antes de iniciarse esta guerra.
Lo ratifica en su Memoria del año 2022, en la página 89, dice “El aumento de la inflación estuvo asociado a factores externos, como el aumento del precio de los commodities en el mercado internacional afectados por la guerra entre Rusia y Ucrania. Ello dio lugar a aumentos de los precios en el mercado interno de los alimentos que utilizan insumos importados, como son los huevos y los fideos. Paralelamente, el aumento del precio de los fertilizantes afectó a los cultivos perecibles agrícolas, lo cual se reflejó en aumentos de precios de productos como la papa y el limón, afectados también por problemas climáticos (sequía en la sierra central y menores temperaturas en la costa norte)”. No nos dice que éstos acontecimientos constituyen accidentes excepcionales, temporales y espaciales. Veamos.
En el año 2020, la inflación se ubicó en 1.97%; el siguiente año (2021) alcanzó un 6.43% representando un 226.4% de incremento; en el año 2022 trepó a un cuantioso 8.46%, lo que significa un espectacular crecimiento de 329.4% explicado, según el BCRP, por la “Guerra Rusia Ucrania” que recién da inicio en febrero de 2022.
En el año 2021, como vimos, la inflación se incrementó a 6.43%; es decir, a más de un año antes de iniciarse esta guerra, la inflación aumentó fuertemente y el Banco, en su memoria, culpa por ser el causante directo la guerra Rusia Ucrania. En enero de 2022 la inflación se ubicó en 5.68% y aun no daba inicio esta guerra que recién empieza en febrero de este año, faltaba un mes para su inicio.
Pero, también, hay cierta incoherencia, del ente emisor, respecto al Informe del INEI que en su “Indicadores de Precios mensuales de la Economía del año 2022”, el precio de los huevos cayeron -1.9% y en el año 2023 disminuyó en -2.5%, totalmente contrario a lo que afirma el BCRP en su Memoria del 2022; pero, a su vez, también, confirma que la papa y el limón, se incrementaron de precios; sin embargo, el INEI, concluye, desmintiendo, una vez más y asevera que la papa blanca disminuyó en -7.0% en el año 2022 y en el año 2023 se redujo en -8.2% y la papa amarilla en -7.7%; sin embargo, el BCRP, determinó incrementos por la guerra y, consecuentemente, por aumento de precios de fertilizantes. Mencionamos que por los subsidios implementados a estos nutrientes el impacto fue mínimo
Conceptualmente la INFLACIÓN es el incremento GENERALIZADO y PERSISTENTE del nivel de precios, en un tiempo determinado. Se dice que es generalizado porque casi todos los precios suben sostenidamente (persistente). Merece recordar que el incremento de precios por escasez temporal no responde al concepto de inflación.
De acuerdo, siempre, al INEI en sus Boletines Mensuales de 2022 sentencian que muchos productos, lejos de incrementarse los precios, han bajado. Veamos, la carne de pollo eviscerado bajó en -13.9%, alas -5.9%; el gas propano doméstico bajó en -1.8%; pechuga en -8.2%, pierna -7.9%, menudencia -6.6%, carne de carnero bajó en -1.8%, etc. En otros productos alimenticios, y que utilizan fertilizantes, lejos de sufrir incrementos, (ocasionado por la guerra Rusia Ucrania, según el BCRP) han bajado como, culantro disminuyó en -31.6%, ají rocoto -10.8%, ají panca molido, cebolla de cabeza -6.6%, ajo molido -2.0%, aceites y grasas -1.7, apio -14.2%, lechuga -13.7%, choclo -11.3%, arveja verde -6.3%, zanahoria -5.9%, verdura picada -3.8%, tomate -3.7%. A nivel de pescados tenemos el bonito bajó en -42.2%, perico en -19.3%, caballa en -6.1%; frejol canario -1.0%, frejol panamito -0.9%; retrocedieron los precios del mango -22.2%, arándonos -9.8%, manzana israel -5.6%, fresa -3.7%, manzana delicia -1.4%, uva negra -1.2%, sandía -1.1%. Así, también, mostró, el rubro de transportes, explicado por los precios de los combustible para vehículos, principalmente, gasohol con -0.34%, gas licuado de petróleo vehicular en -5.4% (a pesar del diagnóstico del BCRP, por la guerra Rusia Ucrania, que iba a incrementarse el precio de energía) etc, etc.
Vemos que hay un decrecimiento, de precios, generalizado de estos productos, lo que desnaturaliza su esencia conceptual de inflación, sentenciando que deberá ser generalizado y persistente. Más aún, la ponderación de estos productos, en la canasta familiar alcanza cerca de la cuarta parte (24%) correspondiendo, entonces, preponderancia, puesto que se trata de consumo diario en la alimentación de las familias.
Si bien hay pequeños incrementos de precios en productos agrícolas, no han sido sustanciosos y son de poca intensidad respecto a lo diagnosticado por el BCRP lo que evidencia fallas en el cálculo del BCRP que culpó incrementos desmesurados por la guerra, como en el caso de los huevos, papas y otros.
Merece recodar que todos estos productos son ofertados por la Agricultura Familiar (pequeña agricultura) y representa más del 75% de alimentos agrícolas que se consume en nuestra patria; su bondad consiste en que no está inmersa en la vorágine especulativa; sin embargo, los gobiernos de turno no fomentan ni desarrollan y, más aún, se olvidaron en apoyarlo, como si lo hacen con las grandes transnacionales agroexportadoras que toda su producción sale fuera del país, y no pagan completo su Impuesto a la Renta, tampoco la seguridad social de sus trabajadores que todos nosotros lo subsidiamos y el producto solo lo que no vale se queda para la población del Perú, con un impacto mezquino y miserable a los intereses del país.
Los bienes que si han subido de precio consistente y permanentemente son los manufacturados y los que utilizan insumos importados o son transnacionales extranjeras, en su mayor parte, de origen extranjero, como, jabón de tocador 1.9%, desodorantes 1.0%, champú 0.8%, cepillo dental 1.2%, papel higiénico 1.0%, pañales desechables 0.7%, toallas sanitarias, colonia para hombres y máquinas de afeitar con 0.6%, cremas dentales 0.5%; paquetes turísticos 3.9%, comidas para mascotas 1.5%, cuidados médicos para mascotas; papel y útiles de oficina 1.0%, entradas a discotecas 1.9% servicio de comidas en restaurant 1.4%, etc.
Dos grupos de productos con comportamientos diametralmente opuestos. Los alimentos agropecuarios de origen nacional persistentemente bajan de precio, mientras que los manufacturados de origen extranjero suben persistentemente, de precio. Este hecho desfigura conceptualmente la inflación por que no es ni persistente ni generalizado. De acuerdo a estimaciones internacionales, más del 75% de incremento de precios (inflación) es por utilidad empresarial
Definitivamente la crisis (inflación) no es por demanda, más aún el BCRP, nos señala y confirma que es por la “guerra Rusia Ucrania” (oferta), determinando el incremento de precios de cereales y energía.
Sin embargo, su solución aplicada no está de acuerdo con su diagnóstico. Ya desde mucho tiempo atrás el Banco venía cediendo a la inflación desde el año 2021. Le recordamos, al Banco, que los precios no se han incrementado por demanda, en tal caso, si ameritaba la restricción monetaria (Teoría cuantitativa del dinero). El Banco mismo dice que la inflación es explicada por problemas de OFERTA.
Veamos, cronológicamente, cuál ha sido el comportamiento del Banco respecto a las Tasas de Interés de Referencia (desde antes de la guerra Rusia Ucrania) y, consecuentemente, la Tasa de Inflación. De acuerdo a la Memoria del Banco del año 2022, en setiembre de 2021, la tasa de interés fue de 1.0%, mientras que a diciembre de este mismo año (2021) trepó a 2.5%; es decir, en menos de tres meses la tasa de interés se incrementó en 150%. Por su lado la tasa de inflación a diciembre de 2020 fue de 1.97%, a diciembre de 2021 llegó a 6.43%, configurando un crecimiento de 226.4% Y aún la guerra Rusia Ucrania no había empezado, notándose, claramente, un manejo poco prudente del Banco, cuando afirma que la inflación es consecuencia de la guerra Rusia Ucrania, esta volatilidad, inestabilidad y fragilidad deteriora las variables macroeconómicas, como inversión, empleo, etc, que finalmente concluye en crisis. Y a diciembre de 2022 tuvo un espectacular salto llegando a 8.46%, lo que significa un crecimiento de 329.4%, respecto a 2021.
La guerra recién empieza en marzo del 2022 y, a esta fecha, la tasa de interés alcanzó 4.0%, lo que significa que se incrementó en un cuantioso 300% entre setiembre de 2021 y marzo de 2022, que recién empieza la guerra.
Es conocido que existe una dependencia muy marcada entre las tasas de interés y la inflación de tal forma que las variaciones de una de estas variables tiene impacto en la otra, dando lugar, incluso, a cierto propósito discrecional en su manejo. El incremento de las tasa de interés reduce la demanda y no toma en cuenta la inflación por el lado de la oferta, más por el contrario el encarecimiento del crédito deprime la inversión, no genera empleo, reduce la capacidad adquisitiva del trabajador, etc, etc.
El Tipo de Cambio, en este período, lejos de incrementarse mejoró notablemente. En el año 2022 respecto al 2021 se apreció en 8.92% y respecto al 2023 fue de 12.3%; en el año 2023 respecto al 2022 se apreció en 3.1%. De manera que jugó un rol favorable para desmantelar la inflación, por esta variable.
Merece recordar que este indicador (tipo de cambio) es muy sensible en situaciones políticas-sociales de trascendencia. En las elecciones presidenciales pasadas, (con este mismo presidente, del BCRP) el tipo de cambio, fue objeto de fuertes manipulaciones y groseras tergiversaciones tendientes a torcer la voluntad popular en favor de la candidatura derechista. Esta actitud estuvo aparejada de un montaje periodístico monopólico y monocorde, (El Comercio quitaba y ponía presidentes) con apoyo empresarial, militar, religioso, con lemas nauseabundos de terruqueo, cubanización, etc, etc. No les importaba el deterioro económico; finalmente es el pueblo quien paga “los platos rotos” la cuestión era y es la defensa oligárquica neoliberal.
Irving Fisher y Milton Friedman, monetaristas históricos, determinaron que la inflación es consecuencia del exceso de oferta monetaria, generando un incremento de demanda provocando inflación. El combate a la inflación se logra aumentando las tasas de interés, pero, también, acarrea serios y drásticos resultado con una caída de la actividad productiva: Recesión.
El Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal (FED) han dispuesto reducir la demanda vía rebajando la cantidad de dinero. En tal virtud, los incrementos de la tasa de interés de referencia persiguen encarecer el costo del dinero y así reducir la inflación. Por su parte Christina Lagarde manifestó que “para llevar, la inflación, hasta el objetivo del 2% será decisivo las próximas decisiones sobre las tasas y dependerán de los datos económicos” Exactamente tal como lo repite el BCRP. No vamos, acá, analizar el comportamiento del dólar y su reciente depreciación por la desdolarización ocasionada por las sanciones ilegales, incluida a Rusia, por parte de EE:UU. retardando la inversión y los pagos, así como el fortalecimiento de los BRICS. Por su parte Europa, especialmente, Inglaterra, Francia, Alemania, etc, lejos de demoler a Rusia por sus sanciones se encuentran atravesando una seria crisis.
Enunciados y ejecuciones disímiles y discordantes, del BCRP, entre su diagnóstico y su praxis, cuando determinan que la inflación es consecuencia de la guerra Rusia Ucrania; por lo que aplican su consabida suba de las tasas de interés y, consecuentemente, generando inflación y recesión.
A su vez, esta institución, por intermedio de uno de sus directores, nos sorprende anunciando que a inicios del próximo año, la inflación estará en su rango meta (1% - 3%), es decir en menos de 6 meses habrán logrado la hazaña de disminuir drásticamente la inflación, lo que no han podido en más de dos años. Confirmándonos, una vez más, su incoherencia en sus pronósticos y soluciones inflacionarios.
Nos recuerda Noam Chomsky, cuando nos dice: Crear problemas y después ofrecer soluciones. Este método también es llamado “problemareacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público . . . O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.
En efecto, el BCRP diagnostica que la inflación es por la guerra. Y su augurio es rebajar, a su rango meta a inicios del próximo año. Desconocen?? que Rusia ha Activado las restricciones al comercio a nivel global impuestas en el Mar Negro, por problemas de Ucrania, por lo que arreciará las barreras comerciales y la guerra se agudizará. Sin embargo nos anuncian que “de la noche a la mañana la inflación terminó” ¡Qué arte de magia!
Frente a este diagnóstico de origen, (2021) sobre la inflación y para aplacarla el BCRP viene aplicando medidas restrictivas de oferta monetaria elevando la tasa de interés y con ello reducir la demanda de bienes y servicios.
Este encarecimiento del crédito desincentiva la inversión, no genera puestos de trabajo, paraliza la producción con tendencia de recesión y, lo peor, no combate a la inflación y genera recesión (credo estrictamente neoliberal y monetarista).
Las empresas y las familias que obtuvieron un crédito, éste se incrementa a diario por las elevadas tasas de interés, la paralización del aparato productivo, frena las obligaciones tributarias y disminuyen los ingresos del Estado, pauperizando las políticas sociales con incrementos de pobreza, anemia, desnutrición crónica, etc, etc. En este marco, el costo de vida se ha disparado, dramáticamente, para los más pobres.
Las elevadas tasas de interés impactan negativamente en el crecimiento económico. Con la inflación, los precios suben y el salario pierde su poder adquisitivo, aumentando la remuneración del capital (utilidad), produciendo recesión, desempleo, pobreza, hambre; es decir que lejos de solucionar la problemática del país lo profundiza con consecuencias drásticas en los más pobres. Provoca el encarecimiento del crédito, desincentiva la inversión, no genera puestos de trabajo, paraliza la producción, empujando a la recesión, el estancamiento del aparato productivo, frena y hasta retrocede los ingresos presupuestales, pauperiza las políticas sociales, incrementando la anemia, la desnutrición crónica, etc, etc.,
El salario está estancado y ha perdido drásticamente su capacidad adquisitiva por la inflación; de manera que su incremento es no tan solo por cuestiones morales, éticas y de justicia sino para la dinamización de nuestro aparato productivo nacional, incentivando la inversión, generando empleo, desarrollando las cadenas productivas internas de valor, etc, etc.
Si la crisis fuera por demanda o por una excesiva oferta monetaria, entonces, conceptualmente, habría que retirar la oferta monetaria, (forzando su normativa) vía encajes, emisión de bonos soberanos, operaciones de redescuento, reserva legal y políticas monetarias de estabilidad de precios de la economía; pero el BCRP aplica el incrementando las tasas de interés y, consecuentemente, inflación.
Lo más recomendable ha debido ser evitar la recesión, incentivando y dinamizando la producción y el mercado interno y a mediano y largo plazo aplicar la Industrialización nacional sustituyendo las importaciones y a su vez, promover la producción nacional con participación, muy activa, del Estado. El BCRP, debe ser un organismo que dinamice la producción nacional, con apoyo crediticio, orientaciones, etc, y no ser un organismo híbrido y amorfo al servicio de una oligarquía apátrida y antinacional, con implementación de tipos de cambio manoseados y con inflación discrecional, en contra del pueblo.
Ningún país, hoy desarrollado, ha llegado a ser tal, sin que haya una participación muy decisiva del Estado, orientando, fomentando, protegiendo y desarrollando (ver Alexander Hamilton, EE.UU; Georg Friedrich List, Alemania y Patada a la Escalera de Ha Joon Chang). China, hoy, es la potencia mundial exportadora número uno y la segunda en producción de bienes y servicios y ha sacado de la pobreza a más de 800 millones de sus ciudadanos, con orientaciones socialistas en favor del pueblo.
Hay niños, en nuestro país, que se acuestan a dormir sin comer; cerca de la mitad son anémicos y un cuantioso porcentaje son desnutridos crónicos, en provincias, acarrea a un cuantiosos 70%; y gracias a Ancash-Chimbote somos potencia mundial exportadora de harina de pescado; que contrasentido, en dos de sus provincias, el 100% de sus niños son anémicos, cuando la anemia se cura con el consumo de hierro (pescado). Hay un sin número de compatriotas que no comen un día a la semana, se saltan las comidas y las Ollas Comunes solo es una ración diaria, donde brilla por su ausencia la carne y ni cucharones tienen y cocinan con leña. Mientras esta oligarquía nos roba más de 24 mil millones de soles al año que tranquilamente nos puede servir para eliminar el hambre en un solo año. Tantísima riqueza que tenemos, desde hace más de 200 años no nos sirve de nada, más por el contrario nos marginan, terruqean, derraman nuestra sangre y nos matan y nadie está preso; se burlan de nuestros seres queridos fallecidos por balas AKM.
Administremos y desarrollemos, nosotros mismos, nuestras ingentes riquezas naturales. No permitamos que se lleven gratis tremenda riqueza, mientras nuestros niños con desnutrición crónica y anémicos y casi todos nosotros en la pobreza
Econ. Juan Verástegui Vásquez Para descargar el archivo, pulse aquí