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El Muro de la
expoliación,
terruqueo, racismo y muerte
Cruel reflejo descarnado, fiero y mortal, el Muro de la Vergüenza que separa a dos distritos, uno rico y
otro pobre. Sí, es la historia, nuestra historia cargada de siglos de
marginación, racismo, saqueos, expoliaciones y empobrecimientos. Siglos tras
siglos, años tras años, hambre tras hambre, muertes tras muertes, arrastramos,
inclementemente, estas atrocidades impuestas por una docena de oligarcas
criollos que “más que por la fuerza por
el engaño nos han dominado”, como decía Simón Bolívar, hace dos siglos atrás
pero continuados hasta hoy.
No, no es un Muro cualquiera. Su estructura pétrea e inaccesible, no es
equivalente y ni es igualable a lo que sus hechores han desencadenado y
desencadenan durante estos más de 200 años negros de inclemencias bárbaras y
atroces. Su petrificación fornida es insignificante y mínima frente a dos siglos
de sufrimientos, terruqueos y muertes, donde, los gamonales, marcaban con
fierros candentes en las nalgas de nuestros hermanos campesinos y abusaban
sexualmente de la esposa y de la hija y a sus hijos los tiraban al rio. Y hoy
asesinan a más de 70 compatriotas con fusiles AKM e incluso contra menores de edad.
En un solo día asesinó, esta felona, a 17 hermanos nuestros, y no pasa nada. La
siguiente metáfora expresa la tremenda crudeza y mezquindad en reconocer la
gran riqueza arrebatada a la compatriota, “Nunca
invites, a sentarse, a un pobre, a tu mesa y menos si estás comiendo”
Precisados a desenmascarar y descarnar, el significado de este Muro de la
vergüenza, no estamos sino dando verosimilitud a un hecho histórico, cotidiano,
e institucionalizado de lo que acontece en nuestra patria. Veamos.
·
El Art. 66 de esta Constitución, establece “Los recursos
naturales, renovables y no renovables, son patrimonio de la Nación. El Estado
es soberano en su aprovechamiento. Por ley orgánica se fijan las condiciones de
su utilización y de su otorgamiento a particulares” (El Estado despoja de su riqueza, al
campesino y se lo entrega al rico)
·
Más aún, en el Código Civil en su Art. 954° establece “La
propiedad del subsuelo no comprende los recursos naturales, los yacimientos y
restos arqueológicos, ni otros bienes regidos por leyes especiales. Los
recursos naturales son patrimonio de la Nación. No pueden ser objeto de
propiedad particular”.(Pero si lo entregan a grandes transnacionales)
·
La
Ley N° 28611, Ley General del Ambiente, establece que los recursos naturales
constituyen Patrimonio de la Nación.
En tal virtud, si una compatriota nuestra es propietaria de un predio,
amparada con su título de propiedad y, este predio, en su subsuelo, contiene
oro, plata, gas, petróleo, litio, etc, esta riqueza no le pertenece, le
arrebataron, le robaron. Al verse desposeída y pobre emigra hacia la capital en
busca de mejores horizontes; si desea comprar un terreno en San Isidro,
Miraflores, La Molina etc, no tiene dinero, porque la tremenda riqueza que
contenía su propiedad le quitaron, le usurparon “legalmente” y una alternativa
es irse a vivir en el cerro de San Juan de Miraflores.
Colindante, y al otro lado, de este distrito queda la exclusiva urbanización Las
Casuarinas, del cerro San Francisco, en el distrito de Surco. Donde uno de sus
habitantes manifiesta “nos llevamos muy
bien con las vecinas del pueblo joven a tal punto que una de ellas es mi
sirvienta y otro es mi jardinero”
BBC mundo lo llama, muy
acertadamente, “EL MURO DE LA VERGÚENZA”
que separa a ricos y pobres. Muro que encarna un despreciable y repudiable racismo,
discriminación y terruqueo. Este muro tiene una dimensión de 10,000 Mts. de
largo y una altura de 3 Mts con alambre de púas en su parte superior y separa
vergonzosa e hirientemente a estos dos distritos.
Ahora bien, porque una
de ellas vive en San Juan de Miraflores y el otro en la Molina. Veamos, la
verdadera realidad.
Las tremendas riquezas
del subsuelo de su propiedad le quitaron, le expoliaron abusiva y
perversamente, constitucional y legalmente y lo convirtieron en pobre y se vio
forzada a vivir en el cerro. Y esta misma riqueza a quién se lo dieron? al que
ahora vive en la molina y tiene de su empleada doméstica a la que fue dueña de
esta fortuna.
Cuánto de dinero
recibió, la señora, por su riqueza del sub suelo? ¡NADA!
Cuánto pagó, al Estado
o a la verdadera propietaria, el que hoy es concesionario de esta riqueza ¡NADA!.
Cuánto pagan, las
transnacionales mineras, por los millones de toneladas de zinc, cobre, oro, etc
que se llevan ¡NADA! Y, hoy, viven en sitios residenciales y, el verdadero
dueño en la miseria y con hambre, viviendo en los cerros
Este es el verdadero
hecho que sucede. Macroeconómicamente a la dueña de la riqueza la despojaron,
empobrecieron y terruquearon y lo aventaron a vivir en el cerro y la otra
persona vive en casa residencial por esta riqueza minera y, encima, construyó
el tremendo muro. No estamos individualizando este comportamiento; sin embargo,
es un hecho real y objetivo que sucede en nuestra patria y así sucedió siempre.
Este repudiable racismo está enraizado en el “PODER POLÍTICO”; Quién tiene este poder y, como sabemos, desde
hace 200 años nunca gobernó el pueblo; fueron siempre una docena de oligarcas
que nos robaron este poder
De acuerdo a Carlos
Conteras C. las tierras que dejaron los colonialistas españoles, se repartieron
entre españoles y criollos y al campesino, verdadero propietario, lo
arrebataron y lo hicieron su peón. Este acontecimiento perverso y malévolo no
tan solo sucede en el sector minero, es generalizado este proceder.
Por las tremendas
cantidades de tierras irrigadas, como Chavimochic, Olmos, etc, se gastó más de
S/22,000 millones CON DINERO DEL PUEBLO,
y ni una hectárea le correspondió; más aún, ni pagaron por estas tierras
comunales a sus verdaderos propietarios, los comuneros. Y dónde viven estos
propietarios comunales, en pueblos jóvenes y en los cerros y a estos que fueron
los beneficiarios de tierras, con tremenda productividad, viven en zonas
residenciales, a costa del pueblo; una docena de grandes transnacionales
nacionales y extranjeros que tan solo devolvieron un ridículo 7% mientras el
93% fue perro muerto, dinero de los más pobres.
Millones de dinero se
entregan a estas transnacionales, “devoluciones” porque están exoneradas de
pagar IGV, ISC; millones se les entrega a grandes transnacionales en calidad de
Drawback, etc, lo que quiere decir que es dinero del pueblo a favor de las
empresas, una pequeña empresa peruana. no tiene estas gollerías.
En el caso del sector
minero, desde la colonia, el Perú, fue el país, que aportó con un 95% de
circulación de plata (metal) a nivel mundial. Hoy se llevan millones de
millones dólares, completamente gratis, y al país dejan hambre y pobreza.
En qué contribuye, este
sector, al país. 1) Pago de
Impuestos, que es irrisorio, por cada S/ 100.0 de ingresos presupuestales la
minería representa S/ 4.5 (cuatro soles con cincuenta céntimos) 2) Empleo, el sector minero solamente
ocupa ni el 1%; es decir, por cada cien compatriotas empleados, la minería da
empleo a un irrisorio 0.9% y 3)
Encadenamientos productivos, son miserables, cuando se rompe una broca lo
importan, nosotros no lo hacemos, hasta la mezcla de sus combustibles lo hace
una transnacional extranjera.
¡NADA MÁS DEJA LA MINERÍA! Es esto lo que les
permite vivir en zonas residenciales.
Por ello es
imprescindible que nosotros mismos explotemos nuestras riquezas, que la
tremenda rentabilidad que genera se quede en el país y no lo lleven grandes
transnacionales y dejan miserias. Con ello, también, se habrá terminado el
despojo y arrebato de la riqueza del subsuelo, se habrá eliminado el racismo
hiriente y repugnante.
¡HABREMOS DERRIBADO EL NEFASTO MURO DE LA VERGÜENZA Y PARA SIEMPRE!
Econ. Juan Verástegui
Vásquez