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LA REUNION DE BARRANCO
Y EL PARTIDO SOCIALISTA
(07 de octubre de 1987)(*)
Por Ramón García
La Reunión de Barranco es un hito histórico excepcional en la lucha por la creación del socialismo peruano. Es el más importante evento político habido en el Perú hasta el presente. Sin embargo, no obstante que su importancia se acrecienta de día en día, hasta ahora no es tratado en absoluto o apenas en mencionado tangencialmente. Pero, a poco que se le estudie se puede apreciar la inmensa lección que encierra. A quien la capta le cambiará por entero la imagen que tiene de la organización del proletariado peruano. Bien vale entonces iniciar su estudio aunque sea con una reseña de sus antecedentes, realización y consecuentes, vigentes hasta el presente.
ANTECEDENTES
Tras el ensayo del 16 de setiembre de 1928, en la playa de la Herradura, a la altura del hasta ahora Salto del Fraile, el domingo 7 de octubre de 1928 se reunieron en Barranco, balneario del sur de Lima, nueve participantes, José Carlos Mariátegui, Ricardo Martínez de la Torre, Julio Portocarrero, Avelino Navarro, César Hinojosa, Fernando Borjas, Bernardo Regman, Luciano Castillo y Fernando Chávez León.
¿Quiénes eran los participantes? ¿Qué aportaba cada cual a la causa? De primera impresión, sorprende que sólo tres de ellos figuren con sus escritos en Amauta, mientras que notorias personalidades de la histórica revista no figuran en la reunión. Es que, por un lado, Amauta cumplió bien su papel de criba de la vanguardia; y, por otro lado, en la Reunión se ligaba teoría y praxis, la lucha por la interpretación y la lucha por la transformación de la realidad peruana. Y la impresión es mayor cuando se constata que hasta estaba presente el internacionalismo proletario.
1.- Cuatro obreros
Julio Portocarrero (textil), Avelino Navarro (ferroviario), César Hinojosa (gráfico), Fernando Borjas (mosaista), formados en la prédica anarco-sindicalista, templados en las beligerantes luchas por las 8 horas (1918) y por el abaratamiento de las subsistencias (1919), eran conocidos dirigentes de organizaciones tales como la Federación Textil, Federación de Obreros Ferroviarios, Federación Gráfica, Mosaistas Unidos, que con otras organizaciones como la Federación de Motoristas y Conductores, Federación de Choferes, Federación de Fideeros y Molineros, Federación Panaderos “Estrella del Perú”, Federación de Yanacones, Sociedad Unión Estribadores, Federación de Tripulantes y Cabotajes, y otras menores, formaban la Federación Obrera Local, de la que José Carlos Mariátegui sacó muchos activistas ganándolos para el socialismo.
Julio Portocarrero.- De la Federación Textil de Vitarte, se había relacionado con José Carlos Mariátegui cuando La Razón apoyó al movimiento obrero de 1919, y cuando las célebres conferencias sobre la Crisis Mundial, que dictó José Carlos Mariátegui en 1923-1924. Frecuentaba su domicilio, primero en Shell y luego en Washington. Al salir de prisión después del “complot comunista”, fue comisionado junto con Armando Bazán para asistir al IV Congreso de la Profintern (Moscú, abril de 1928). Regresó en agosto, vía París - Nueva York – Panamá - Callao, con importantes informes y relaciones.
Avelino Navarro.- De la Federación de Obreros del Ferrocarril Central, con la ruta Callao – Lima – Vitarte – Chosica - La Oroya - Huancayo relacionaba un sector importante del movimiento obrero-campesino del centro del país; y empalmando con los portuarios chalacos aseguraba las relaciones internacionales por vía marítima. Visitante asiduo de la casa de José Carlos Mariátegui colaboraba con el transporte de Amauta. Cayó preso también en la represión de junio de 1927. En su casa se realizó la histórica Reunión.
César Hinojosa.- Antiguo dirigente de la Federación Gráfica, con sede en el Malecón Rimac, se relacionó tempranamente con José Carlos Mariátegui en La Prensa, y luego en Nuestra Epoca y La Razón. Cayó en junio de 1927 en la reunión de la Editorial Obrera Claridad, que se realizaba en la Federación Gráfica.
Fernando Borjas.- Por su oficio de mosaista (baldosines y mayólicas), no sujeto a horario fabril, tenía más libertad de desplazamiento y relaciones. El 31 de diciembre de 1918, junto con Nicolás Gutarra, había caído detenido como miembro del Comité de Huelga en Apoyo a los Trabajadores de la Campiña de Huacho. Asistente a la Universidad Popular González Prada, visitaba la casa de José Carlos Mariátegui. El 30 de enero de 1927 había actuado con Julio Portocarrero en un cuadro obrero, durante la Fiesta de la Planta, en Vitarte. En su hoja de militante también figura su prisión en junio de 1927.
2.- Un vendedor ambulante
Bernardo Regman.- De origen judío rumano, emigrado por la Guerra Mundial, extrañamente figura en la Reunión de Barranco, pues aparentemente no hay datos de su relación con José Carlos Mariátegui ni con el socialismo peruano. De el se sabe por una carta de Antonio Caballero Cabarcas, de la Federación Obrera de Bolivar, Colombia, a José Carlos Mariátegui, del 23 de noviembre de 1929, donde señala: “El camarada Bernardo Regman vino ayer a Calamar –población situada a orillas del Magdalena y unida a esta ciudad por ferrocarril- a conferenciar conmigo. Hablamos largamente sobre vuestra personalidad de escritor vanguardista. Me recomendó deciros que os envía un cordial abrazo”. Caballero probablemente conoció a José Carlos Mariátegui cuando pasó por Lima para asistir a las conferencias de Montevideo y Buenos Aires.
El ser vendedor ambulante le permitía a Regman desplazamientos por toda la ciudad e incluso al interior del país. Y el ser miembro de la colonia judía, muy activa en el movimiento social, le permitía mejores relaciones con el internacionalismo proletario. José Carlos Mariátegui cultivó sólidas relaciones con la colonia judía. La casa que habitaba, del Jr. Washington, pertenecía a la familia judía Bauer. Sus amigos José Iván Lerner, Miguel Adler, Noemí Millstein, frecuentaban su domicilio, y traducían del ruso, alemán, rumano, para Amauta. Jacobo Hurwitz figura entre los firmantes de la carta de José Carlos Mariátegui sobre el asunto Claridad (15 de enero de 1924); fue orador en la última conferencia de José Carlos Mariátegui (26 de enero de 1924), en el local de la Federación de Motoristas y Conductores; deportado a México, constituye con Nicolás Terreros y Esteban Pavletich la célula del Apra, en 1926; pero se separa de ella en julio de 1928 escribiendo “Por que no estoy con el Apra”, para afiliarse al Partido Socialista.
Es decir la presencia de Bernardo Regman indica la presencia del internacionalismo proletario en la histórica Reunión.
3.- Dos universitarios
Entre los asistentes figuran también Luciano Castillo y Federico Chávez León. Ellos, con Angel Teodomiro Sánchez, figuran ya en Amauta-3 (noviembre de 1926) como firmantes por la Universidad de Trujillo, de la Plataforma sostenida por la juventud revolucionaria del Perú en la organización de la Federación de Estudiantes del Perú. Luciano Castillo pronunció un discurso en la Fiesta de la Planta, el 30 de enero de 1927 en Vitarte. Y colaboraba con Amauta con artículos diversos.
4.- Un agente de seguros
Ricardo Martínez.- Conoció a José Carlos Mariátegui en La Prensa. Empleado de la Compañía de Seguros La Popular, ligada financieramente al grupo Prado, llegó a ser gerente de Amauta, y su director interino por enfermedad de José Carlos Mariátegui (abril de 1928). Escribía frecuentemente en la revista.
5.- Un marxista convicto y confeso
José Carlos Mariátegui había señalado en 1923 que “con la revolución rusa ha comenzado la revolución social”. Efectivamente, el estremecimiento fue total en el mundo entero. Con este influjo, y nauseado de política criolla, se orientó resueltamente hacia el socialismo.
José Carlos Mariátegui nacía cuando Manuel González Prada publicaba Páginas Libres (1894) y Manuel González Prada fallecía cuando José Carlos Mariátegui publicaba Nuestra Epoca (1918). En verdad, era una nueva época y una nueva generación las que se iniciaban con la Revolución de Octubre. La época del socialismo en el mundo, y la primera generación socialista en el Perú.
En Amauta-16 (agosto de 1928), José Carlos Mariátegui republica su artículo “Manuel González Prada”. Con ello en verdad hacía el balance de una década trascendental dejada atrás. Todo el artículo es de excepcional valor, pero su clave está precisamente en este párrafo: “Negar peruanismo a su personalidad no es sino un modo de negar validez en el Perú a su protesta. Es un recurso simulado para descalificar y desvalorizar su rebeldía. La misma tacha de exotismo sirve hoy para combatir el pensamiento de vanguardia”.
Esta década contrastó capitalismo y socialismo en el Perú de manera singular. No entre pensamiento liberal y pensamiento socialista, sino directamente ante dos socialismos, socialismo burgués y socialismo proletario. En el entierro de Manuel González Prada se enfrentaron ya cara a cara estas dos concepciones en las posiciones de Haya y Mariátegui. Una caduca y otra renovadora. Haya desarrollaría en esta década las Universidades Populares González Prada, Claridad y el Apra. Mariátegui, sus célebres conferencias, Amauta, y el Partido Socialista. Es decir, Haya desarrollaría su concepción de la Revolución Libertadora; Mariátegui su concepción de la Revolución Socialista.
La Reunión de Barranco cierra entonces la etapa de la definición ideológico-teórica y abre la etapa de la realización político-orgánica. El desplazamiento es evidente. Se resuelve una contradicción y se inicia otra, esta vez al interior de la organización del proletariado. De la lucha por la “definición ideológica” se pasa a la lucha por la “facción orgánica y doctrinariamente homogénea”.
Así, la Reunión de Barranco es un hito que orgánicamente tiene sus inicios en los comienzos mismos de la década 1918-1928. José Carlos Mariátegui mismo ha señalado sus aproximaciones.
a) “En ese tiempo, se inicia en la redacción del diario oposicionista El Tiempo, muy popular entonces, un esfuerzo por dar vida a un grupo de propaganda y concentración socialistas”. Este grupo surge el 15 de noviembre de 1918; tendría como secretario general primero a Alberto Secada, y después a Luis Ulloa. Entre sus integrantes, José Carlos Mariátegui y César Falcón conformarían el ala izquierda, radical o “jacobina”, junto con Humberto del Aguila y Fausto Posada. La lucha contra la orientación reformista del grupo ocasionaría su disolución en mayo de 1919. En octubre Mariátegui y Falcón salen deportados del país.
b) “Desde Europa me concerté con algunos peruanos para la acción socialista”. Efectivamente, a fines de 1921 se reúnen en Roma José Carlos Mariátegui, César Falcón, Palmiro Machialvello y Carlos Roe, y constituyen la primera célula del proletariado peruano en el exterior. Sus integrantes acuerdan regresar al país; pero se quedan en Europa Falcón y Machiavello. En agosto de 1922 regresa Roe, pero se dedica a ejercer la medicina en el Callao. En marzo de 1923 regresa José Carlos Mariátegui, para iniciar de nuevo una nueva jornada.
c) “Mariátegui regresa en este tiempo de Europa con el propósito de trabajar por la organización de un partido de clase”. En noviembre de 1923 propone a Enrique Cornejo Koster la formación de la célula respectiva, pero el intento se frustra por la deportación de los primeros candidatos.
José Carlos Mariátegui se dedica entonces al inmenso trabajo de definición ideológica y de criba de la vanguardia. Respecto a la organización, su experiencia adquirida en el trato con los partidos tradicionales de la oligarquía peruana (expresada en su artículo “La Reorganización de los Grupos Políticos”, 06 de julio de 1918), y en el análisis de la realidad europea (con su artículo “El Partido Popular Italiano”, 28 de marzo de 1920), le permite madurar un proyecto singular de partido proletario de masas.
Así con un inmenso trabajo de definición ideológica y con un sólido proyecto político, llega el proletariado peruano a la Reunión de Barranco.
DESARROLLO
La Reunión de Barranco es un hecho trascendental, que poco a poco se irá asimilando a otros hechos trascendentales de la historia mundial, de los cuales tampoco hay ni podría haber relato que refleje fielmente su desarrollo. Los “Diez días que estremecieron al mundo”, son apenas una aproximación a los momentos trascendentales vividos por los actores de la Revolución de Octubre. De la Gran Marcha apenas queda una referencia tangencial y un bello poema de su actor principal, Mao Zedong. Y ni eso se conoce siquiera de otros grandes sucesos que conmovieron al mundo. La Reunión de Barranco pasará también a la leyenda, porque nadie puede escribir los hechos con la suficiente imaginación como para elevarse al nivel de la propia fantasía con que ocurrieron en la realidad.
Los que llegaron a la Reunión de Barranco eran conscientes de que participaban de un hecho trascendental. Por eso, lo menos que se puede señalar es que participaron con sobrecogedora emoción. Y si no han dejado relato escrito es precisamente por la imposibilidad de expresarse a la altura del acontecimiento.
Pero, evidentemente, la orientación principal del debate fue dada por José Carlos Mariátegui. Con sus históricos documentos Carta al Grupo de México (16 de abril de 1928), y Carta Colectiva del Grupo de Lima (10 de julio de 1928), entraba en su fase final el deslinde de campos con la pequeña burguesía nacionalista. Luego había publicado Amauta 15, 16 y 17, donde sanciona el deslinde con el histórico prólogo Aniversario y Balance (setiembre de 1928). Estaba en prensa su libro cardinal, 7 Ensayos, piedra angular de la teoría del socialismo peruano. Y presenta a la Reunión sus Principios Programáticos del Partido Socialista, con sus tres pilares: La Propiedad Eminente, La Célula Económica y la Escuela del Trabajo. En este material José Carlos Mariátegui resuelve:
- el problema de la época socialista; es decir la cuestión del imperialismo.
- el problema de la formación nacional; es decir la cuestión de la autodeterminación.
- el problema del Estado Comuna; es decir la cuestión del Partido Socialista.
- El problema del Programa de Cambio; es decir la cuestión del Frente Unido.
Indudablemente toda la Reunión giró en torno a este proyecto singular. Lo atestigua la lucha interna posterior, donde se consolidó la posición de José Carlos Mariátegui y se desenmascaró la posición de los detractores.
La Reunión de Barranco sancionó como Documentos Constitutivos del Partido Socialista del Perú:
- Aniversario y Balance
- Acta de Constitución
- Principios Programáticos
Y acordó elaborar las Tres Tesis Fundamentales:
-Antecedentes y Desarrollo de la Acción Clasista
-Punto de Vista Antiimperialista
-Esquema del Problema Indígena
Finalmente eligió:
Secretario General: José Carlos Mariátegui
Secretario de Propaganda: Ricardo Martínez
Secretario Sindical: Julio Portocarrero
Tesorero: Bernardo Regman
Avelino Navarro, César Hinojosa y Fernando Borjas quedaron adscritos a la Secretaría Sindical.
La Reunión de Barranco fortaleció así el trabajo de captación de las masas de abajo y las masas de arriba, del Partido Socialista y del Frente Unido, ambos trabajos regidos por un mismo proyecto de transformación. Demostraba así José Carlos Mariátegui que el trabajo orgánico es lo menos orgánico del trabajo revolucionario; que no es sino la expresión concentrada y natural corolario del trabajo ideológico, teórico y político.
Con el feliz término de la Reunión, se inicia una nueva etapa del socialismo peruano, signada por el desplazamiento del centro de gravedad del trabajo revolucionario, de la teoría a la praxis, de la propaganda a la agitación. El Partido Socialista comenzaba a enrolar disciplinadamente a los grupos de provincias (Cusco, Puno, Arequipa, Ica, Jauja, Huaraz, Chiclayo, Trujillo) y a los grupos del exterior (Paris, Buenos Aires, La Paz, México).
El socialismo proletario lograba la hegemonía incontestable en la escena política peruana.
CONSECUENTES
Constituido el Partido Socialista, la lucha interna se inicia como lucha en dos frentes, el determinismo económico y el volitismo político. Los documentos conocidos signan el proceso de esta lucha.
Ricardo Martínez.- Había publicado en Amauta-16 (julio de 1928) su artículo Polémica y Acción, donde plantea sibilínamente que “toda polémica de interpretación es vana, intelectual, burguesa”. Y en Amauta-17 (setiembre de 1928) inicia su serie El Movimiento Obrero de 1919, donde refiriéndose al “desdichado Partido Socialista del Perú” señala que “sólo sirve de obstáculo a la labor de los obreros organizados”.
Eudocio Ravínes.- Había iniciado en Amauta-10 (diciembre de 1927) su análisis sobre La actual Etapa del Capitalismo; y la continúa en Amauta-16 con La Etapa del Monopolio Capitalista, hasta Amauta-19 (nov-dic 1928) con El Capital Financiero, y Amauta-21 (feb-mar 1929) y Amauta-22 (abril 1929) con Los Instrumentos del Capital Financiero. Este análisis está hasta ahora vigente.
En estas circunstancias, José Carlos Mariátegui comienza a publicar en Amauta-17 su famosa Defensa del Marxismo, edita 7 Ensayos, publica Labor como “extensión de la labor de Amauta”. Así se amplía la presencia del Partido Socialista en más y más frentes.
Orientando la lucha interna, escribe el prólogo al folleto de Ricardo Martínez; le critica que “Juzga los hechos a la distancia, sin relacionarlos suficientemente con el ambiente histórico dentro del cual se produjeron”, y concluye que “Prefiero hallarlo intransigente, impetuoso, a hallarlo criollamente oportunista y equívoco”. En el mismo mes, 31 de diciembre de 1928, le escribe una carta a Eudocio Ravines proponiéndole: “Si usted encontrara la posibilidad de venir, nos aportaría un refuerzo precioso”.
El proyecto político de José Carlos Mariátegui se pone a prueba en el Congreso Sindical Latinoamericano de Montevideo (mayo) y la Conferencia Comunista Latinoamericana (junio) de 1929. A ellas asiste el Partido Socialista con cinco delegados: Hugo Pesce, Julio Portocarrero, José Bracamonte (pilotó de la Marina Mercante Nacional, fundador de la Federación de Tripulantes del Perú), Juan Peves (dirigente campesino de Ica, fundador de la Federación de Yanacones) y Carlos Saldías (dirigente textil).
La delegación peruana llevó a las reuniones internacionales los documentos constitutivos del Partido Socialista, las Tres Tesis Fundamentales, la Hoja de Vida de José Carlos Mariátegui, 7 Ensayos, Defensa del Marxismo, Labor. Y de manera no oficial llevó el folleto de Ricardo Martínez y el proyecto de Programa elaborado por Eudocio Ravines en la célula de París.
Así, la delegación peruana fue la mejor documentada pero no la mejor compenetrada del proyecto político que defendía. Ocurrió entonces lo insólito. Los 7 Ensayos fueron suplantados por el Movimiento Obrero [de Ricardo Martínez], el Esquema del Problema Indígena fue suplantado por el Problema de las Razas en América Latina; y, lo que es más grave, los Principios Programáticos fueron suplantados por el proyecto de Programa [de Eudocio Ravines]. En resumen, el Frente Unido fue suplantado por el “bloque obrero-campesino”, y el Partido Socialista por “Partido Comunista”. El gran proyecto político del partido proletario de masas fue reducido a simple “táctica”. Y siendo el gran aporte de José Carlos Mariátegui a la teoría y praxis del marxismo, es considerado hasta el presente como su mayor “error”, el cual él mismo se “apresuró a corregirlo” al final de su existencia.
1930
La crisis mundial aceleró la crisis nacional. En este marco, se agudiza la lucha interna en el Partido Socialista.
Mientras se realizaban las reuniones anteriores, Eudocio Ravines y Jacobo Hurwitz asisten al II Congreso Antiimperialista, de Francfort (julio de 1929) donde José Carlos Mariátegui es elegido miembro del Consejo General de la Liga contra el Imperialismo. Después de la reunión, Eudocio Ravines viaja a Moscú, colabora en la preparación de la Carta del Buró Sudamericano de la Internacional Comunista al Partido Comunista del Perú (publicada después en la Correspondencia Sudamericana, Nº 26, mayo de 1930) y se ofrece para organizar el Partido Comunista del Perú. Regresa a París, y a mediados de diciembre emprende el regreso al Perú. Cubre la ruta El Havre-Rio de Janeiro-Buenos Aires. Prepara ahí El problema Indígena en América Latina (publicado en El Trabajador Latinoamericano, marzo-abril de 1930), donde respalda la autodeterminación. Sigue la ruta Buenos Aires-Tucumán-La Paz-Puno. En Puno y Cusco declara constituido el Partido Comunista. Sigue la ruta Puno-Arequipa-Mollendo-Callao. Y se enfrenta así al Partido Socialista, a mediados de febrero de 1930.
En estas circunstancias, José Carlos Mariátegui presenta su renuncia el 1º de marzo, no sin antes presentar cuatro Mociones: de Adhesión al Congreso Antiimperialista de Francfort, de Independencia de Clase del Partido Socialista, de Afiliación a la Tercera Internacional, y de creación de los Secretariados de Asuntos Femeninos y de Asuntos Juveniles.
Las razones son obvias. La represión de noviembre de 1929, esta vez contra el “complot judío”, no pesó tanto como la necesidad de preparar condiciones para empeñar la lucha en condiciones favorables. Igualmente la deserción del grupo norteño de Luciano Castillo, Fernando Chávez, Alcides Spelucín el 16 de marzo, tampoco peso tanto como la necesidad de enfrentar la desviación de derecha de Martínez y la desviación de izquierda de Ravines.
Abrumado por la tensión, el 20 de marzo se agrava la enfermedad crónica de José Carlos Mariátegui. El 16 de abril nacía a la inmortalidad. El socialismo peruano sufría su primera gran derrota.
AHORA
En 1918 aparecían en la escena política dos personajes singulares, Mariátegui y Haya. Desde esa fecha la lucha política se lleva entre dos socialismos. Esta lucha se expresa vívidamente en dos voces de orden, la Revolución Libertadora, de Haya, y la Revolución Socialista, de Mariátegui.
El proyecto político de Haya se expresó sucesivamente en “Hacia la Verdad por la Razón, hacia la Justicia por el Amor”, “Por la Emancipación de América Latina”, “Por la Segunda Independencia”, “Contra el Imperialismo Yanqui”, “Por el Interamericanismo Democrático sin Imperio”.
El proyecto político de Mariátegui se expresó nítidamente en su Advertencia, prólogo a sus 7 Ensayos: “Tengo una declarada y enérgica ambición: la de concurrir a la creación del socialismo peruano”
Estos proyectos gravitan más que nunca, ahora que el Estado peruano denota toda su caducidad, inepcia y podredumbre. Es decir, ahora más que nunca está vigente el dilema planteado por Mariátegui en Aniversario y Balance: Capitalismo o Socialismo. Este es el problema de nuestra época.
(*) Nota.-
El artículo La Reunión de Barranco y el Partido Socialista, escrito por Ramón García el 7 de octubre de 1987, con motivo del 59º Aniversario del Partido Socialista del Perú, fue publicado en el Suplemento de Análisis y Debate “Políticos”, del periódico “CAMBIO”, el 15 de octubre de 1987. Este ensayo, más que artículo, forma parte de un libro todavía inédito.
Miguel Aragón
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