viernes, 4 de abril de 2014

DOS DRAMATIES PERSONAE Y DOS AUTORES



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Un Tema de Actualidad
DOS DRAMATIES PERSONAE Y DOS AUTORES
1.-
YEHUDE SIMON
Escribe: Dante Castro
En el pináculo de una carrera personal
Conocí a Yehude Simon cuando fui redactor del semanario Cambio. Abrazamos el proyecto de fundar una nueva denominación en 1991: Patria Libre. Ese mismo año, el terrorismo de Estado cobró la primera víctima de Cambio: Melisa Alfaro. En 1992, después del golpe de Fujimori, pesaba sobre los periodistas de Cambio órdenes de captura y tal vez de desaparición física, así que nos dejamos de ver. Desde el exilio me enteré de su injusta prisión y de cómo había reaccionado él ante el brutal desafío del encierro. Años después lo vimos, ante cámaras, agradecer la prisión al dictador, lo cual produjo una serie de críticas.
La conducta de Yehude en prisión sólo pudo sorprender a quienes creían que se trataba de un marxista, de un guerrillero, o de un revolucionario. La verdad es que nada de eso era Yehude. Como tal, no podían exigirle el nivel de estoicismo que mantienen hasta hoy los combatientes, militantes y cuadros en prisión. Se trata de un cristiano, devoto de la Virgen de Guadalupe, que funcionó como compañero de viaje de algunas organizaciones de izquierda. Todo lo demás es una macro-ficción que agiganta al sujeto por encima de sus posibilidades.
Cuando fue liberado de su injusto encierro, tuvimos un emotivo reencuentro y pretendí sacarle una entrevista en la revista Caretas, donde trabajaba, pero el director se opuso: "Es un asesino", argumentó. Craso error. Barrunté que retornaría a la política y lo haría con éxito: la alta votación que logró en Lambayeque supongo que hizo pensar a Enrique Zileri. Caretas perdió la primicia del famoso excarcelado, pero nunca reconoció su error. No nos vimos más con Yehude Simon.
Reinserción política fuera de la izquierda
La reinserción de Yehude Simon en la política criolla, era un resultado lógico y previsible. Nunca ocultó sus ambiciones electorales, ni siquiera cuando estuvo en la dirección de Patria Libre. Si para muchos compañeros que lo rodeaban, el camino al poder no pasaba por las ánforas, para él necesariamente la política se hacía a través del voto. Por este motivo, siempre lo consideré disfuncional para cualquier proyecto revolucionario. Tenía un solo proyecto: él mismo.
La dictadura fujimontesinista quiso escarmentar a toda la clase política con el encarcelamiento de Yehude Simon en 1992. Quiso vejar en él a todos los parlamentarios, inmovilizar a jefes de partidos y sindicatos, chantajear a la izquierda, desafiar a los tribunales y a las garantías más elementales. Lo logró durante mucho tiempo, al extremo de poner bajo cura de silencio incluso a sus amigos más cercanos. Cuando fue liberado, esa deuda que la sociedad tenía con Yehude, se convirtió en su principal capital político, además de su carisma y presunta honestidad. Fue elegido presidente por la Región Lambayeque y empezó a construirse una imagen de buen administrador dentro del liberalismo, sin transgredir las normas ni alterar los procedimientos. Obviamente, no trabajó más para la izquierda.
Llamado a lavar la ropa sucia del enemigo
Se cayó el gabinete ministerial, lo cual, en cualquier otro país, significaría una crisis de gobierno. La oposición tenía la oportunidad irrepetible para empujar más al fondo los restos del naufragio, pedir la vacancia presidencial por delitos de lesa humanidad, recusar o vacar al vicepresidente por la misma causa, etc. Pero, desengañémonos: en el Perú no hay oposición. Eso ya lo vemos desde el debate electoral, cuando Alan García y Ollanta Humala hicieron un pacto de caballeros para no tratar, en la polémica final, asuntos vinculados a los derechos humanos. Entre bueyes no hay cornadas. Así, sin oposición real que la aproveche, "pasó piola" la actual crisis ministerial y gubernamental.
En tal contexto, cuando amigos y compañeros del delincuente común Rómulo León Alegría son blanco de sospechas e investigaciones, se le ocurrió a Alan García echar mano de alguien que supuestamente constituye la reserva moral de la política peruana. Al mismo tiempo, es una forma de neutralizar la candidatura de Yehude Simon para el 2011. Algún sector apro-fujimorista habrá sugerido: "lo quemamos como ministro y luego nadie querrá votar por él". Y otros más sanchopancescos echan su nombre como posible interlocutor entre un gobierno que se cae a pedazos y las masas enardecidas que hacen paros regionales, bloquean carreteras y marchan multitudinariamente. Estos últimos creen que Yehude Simon es un hombre de zurdas. Pregunto: ¿Un colaborador y amigo de Remigio Morales Bermúdez es distinto a un colaborador de Rómulo León Alegría? ¿Un miembro de Avanzada Católica es distinto a un seguidor de la obra?
Yehude Simon no es un hombre de izquierda
Si fuese un hombre de izquierda, jamás hubiera aceptado el cargo que le ofrecía un gobierno corrupto jefaturado por dos genocidas: Alan García y Luis Giampietri. Jamás hubiera absuelto, en sus comentarios, a Alberto Fujimori por los asesinatos que se le imputan. Un izquierdista o cualquier simple demócrata no mencionaría a Fujimori llamándolo expresidente sino que lo denominaría exdictador. Es mucho más que meros significantes en un contexto de postguerra interna.
Si Yehude Simon, desde la presidencia regional, viene provocando a la izquierda, ilegitimando los paros nacionales y perdonando piadosamente a los enemigos del pueblo, no se cuenta entre quienes quieren derribar al capitalismo y al imperialismo. Antes ya se había constituido en un elemento retardatario para cualquier proceso de cambios y ahora es un contrarrevolucionario declarado.
A cualquiera que se precie de izquierdista, socialista, comunista o revolucionario, se le exige llamar a las cosas por su nombre. El compañerismo adulador no puede obturar el entendimiento en materia política. El amiguismo no puede sustituir a la línea ni obstaculizar la estrategia y táctica. Si la gerontocracia de la izquierda tradicional, como siempre, quiere practicar la prudencia sacrificando la audacia, allá ellos. La izquierda revolucionaria tiene que deslindar públicamente con este elemento colaboracionista, antes alfil del toledismo y ahora pieza principal del gobierno aprista.
Fuente: Mariátegui, la Revista de las Ideas. Octubre 21, 2008
2.-
LA GUSANERA ALANISTA
Y EL ENGAÑO DEL CAMBIO RESPONSABLE
Lo que los peruanos debemos recordar acerca de
los comicios generales para elegir presidente
Escribe: César Vásquez Bazán
Cuando hoy presenciamos el espectáculo de un gobierno corrupto, entregado a fuerzas internacionales extrañas que saquean las riquezas naturales de la nación y explotan la última gota de sudor de los trabajadores peruanos, no olvidemos que en la campaña electoral del año 2006, el actual presidente García Pérez y su banda de salteadores y corsarios se presentaron ante el país como los candidatos que ejecutarían el cambio responsable.
Evalúe el spot de televisión que incluimos en este post –preparado para la campaña electoral del año 2006 por el vividor que habita actualmente el Palacio de Gobierno– y apreciará que el muy pendejo ofrecía a los peruanos una transformación "responsable".
¿Qué incluía el cambio ofrecido por calles y plazas? En el corto preparado para la TV, García no se hace problemas para pintar los pajaritos de un cambio profundo, con empleo, justicia y educación, con trabajo, paz e igualdad. Es decir, exactamente las cosas de las que más carecen los peruanos cuatro años después de las elecciones del año 2006. ¿Trabajo, paz e igualdad?... Tremenda felonía y estafa al Perú.
En el clímax de la mentira, el enfermo bipolar (enfermo maniaco-depresivo) que hoy desgobierna el país ofrecía una transformación sin odio ni violencia. Cínico de nacimiento, García sabía de antemano que estaría listo a la primera oportunidad para meter bala a los ciudadanos de segunda categoría que le recordaran sus promesas cargadas de falsedad. Harto han pagado los modestos miembros de las comunidades indígenas y aquellos compatriotas humildes que creyeron en las promesas de García Pérez. Basta con recordar hechos como los de la masacre de Bagua.
Y es que el cambio responsable alanista resultó siendo sólo el cambio de los responsables de llenarse los bolsillos y de servir los intereses de las grandes empresas como Yanacocha, Barrick, Telefónica y el oligopolio chileno. A los grandes capitalistas foráneos y nativos, la gusanera organizada por García ha servido en todo momento, protegiendo sus utilidades y persiguiendo y silenciando las demandas laborales. Claro está, el felón de Palacio maneja leyes, jueces, militares y policías a cambio de las coimas que le permitirán a él, a sus amigos, familiares y amantes llenarse los bolsillos de por vida y financiar futuras campañas políticas.
Veamos una y otra vez el spot del cambio responsable para que nunca más García, ni los otros Garcías, como Vargas Llosa, Lourdes Flores, Toledo, Kouri, o la japonesa Fujimori nos vuelvan a hacer cojudos!
© César Vásquez Bazán, 2010, Junio 26, 2010
1.- de: Cesar Vasquez Bazan cesarvasquezbazan@yahoo.com
fecha: 26 de marzo de 2014, 22:34
asunto: AHuA La gusanera alanista y el engano del cambio responsable
lista de distribución: AHuA.yahoogrupos.com.mx
2.- de: Cesar Vasquez Bazan cesarvasquezbazan@yahoo.com
fecha: 29 de marzo de 2014, 10:02
asunto: AHuA Yehude Simon, el instrumento del corrupto Alan Garcia Perez
lista de distribución: AHuA.yahoogrupos.com.mx
            Nota.- Los personajes de la política son Yehude Simon y Alan García. Los periodistas son Dante Castro y César Vásquez Bazán. Los primeros son conocidos por sus destrezas de malabaristas políticos. Digan lo que digan de ellos, siempre están en primer plano, y ahora más con la apertura de un nuevo ciclo electoral. La propaganda de Prado decía: “Tú lo conoces, vota por él” Y cuando logró la presidencia, el genial Sofocleto comentó: “Tú lo conoces, ¿y votaste por él?” Aplíquese el cuento.
            Los segundos son conocidos comentaristas del quehacer nacional. Y bien que ponen los puntos sobre las íes, sobre todo en los énfasis agregados. Esta literatura del panorama nacional siempre es necesaria para adentrarse en el análisis de la realidad profunda, de la economía colonial del país. ¡Aprendamos la lección!
                                                             Ragarro
                                                             04.04.14

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