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Un Tema de
Actualidad
P0LÍTICA PARTIDO FRENTE
Nuestro
país entra en un nuevo proceso electoral. Por eso, es menester precisar
conceptos que se agitan en las campañas. Entre ellos, los conceptos de
política, partido, frente. Veamos, pues.
1. POLÍTICA
Enciclopedias, diccionarios,
manuales, definen la política como “conjunto de las actividades con que se
gobierna un Estado”, como “arte, doctrina u opinión referente al gobierno de
los Estados” Es decir, política es “el arte de gobernar” Sin embargo, esta
definición que circula profusamente no trata la esencia de la cuestión, se
queda en la superficie del fenómeno.
Ya
en 1816 el socialista de la utopía, conde de Saint Simon (1760-1825) declaraba
que la política había de ser la ciencia del desarrollo de la producción, base
de la sociedad y única solución al problema social.
En
1878 Engels rescata este legado y anota que “Saint Simon declara que la
política es la ciencia de la producción y predice ya la total absorción de la
política por la economía” y que “proclama ya claramente la transformación del
gobierno político sobre los hombres en la administración sobre las cosas y la
dirección de los procesos de producción, es decir, expresa la idea de la
abolición del Estado, que tanto estrépito viene levantando últimamente” Y lo
sigue levantando hasta el presente. De ahí se deduce que la política es
expresión concentrada de la economía. Ningún gobierno queda al margen del
proceso económico del país, sea para avanzar sea para frenar su desarrollo. En
nuestro país, bien se sabe desde 1928 con JCM y sus 7 Ensayos que
“El capitalista, o mejor el propietario criollo, tiene el concepto de la renta antes
que el de la producción” Esto es ahora más evidente que nunca. El concepto de
la renta prima en la desagrarización, desindustrialización, informalización del
país. Lo poco que se logró tras siglo y medio de independencia ha desaparecido
en los últimos treinta años de dominio neoliberal. La corrupción, el
despilfarro, el burocratismo son la superficie del carácter rentista,
parasitario del capitalismo marginal, simple apéndice del capitalismo
transnacional. No hay privatización (transnacionalización) que no deje al
privatizador de turno su 10% de ganancia rentista (coima) Por eso las privatizaciones, impuestas por el
FMI-BM, son ejecutadas por el testaferro de turno a precios de subasta, a
precios de remate. Y con la exigencia de que lo poco que queda en el país por
cada transacción “limpia y transparente” no puede ser invertido en
programas de desarrollo; se volatiliza en “programas de asistencia” muy gratos
al carácter rentista del capitalismo marginal.
De
ahí que hay dos tipos de política. La vieja política ha llevado al país a la
bancarrota. Sus representantes sólo persiguen la leva hereditaria o la
sustitución de los viejos ricos ya en decadencia por los nuevos ricos en
ascenso. Este es el gran novelón que ofrece a diario la política criolla en
periódicos, pasquines, revistas, radio, televisión. Estos políticos, ningún
programa o plan de desarrollo ofrecen al elector. Sólo la “lucha contra la
corrupción hasta sus últimas consecuencias”
La
nueva política parte de la raíz del problema del país. La clase dominante
apenas aspira a ser apéndice del dominio transnacional, y lleva al país a ser
un estado más “de la
Unión Americana” Por
eso, a la vez que rechaza el ALCA-TLC, la nueva política propone un programa o
plan de desarrollo que sustituya la exportación de materias primas por la
exportación de productos elaborados con valor agregado, sean agrícolas o
industriales. Propugna la modernización del agro y el desarrollo de la
industria pesada. Y la integración sudamericana. Es decir, propugna el
crecimiento económico, el desarrollo social, el progreso humano del pueblo
peruano.
Así,
hay dos políticas. Política con concepto de la renta, política con concepto de
la producción.
2. PARTIDO
El
partido político surge con la revolución liberal, primeramente como “logias”
como cuando la independencia de América. Es el embrión del nuevo Estado. Y como
todo embrión, al surgir el nuevo Estado desaparece (o debe desaparecer) ante la
nueva forma superior de organización de clase. Pero como esta nueva forma
superior de organización se expresa en república de democracia representativa,
los partidos del sistema pasan a expresar facciones de clase. Son partidos
tradicionales el Partido Conservador y el Partido Liberal (aunque sus nombres
varíen) Cuando uno está en el gobierno,
otro está en la oposición. Este binomio es el mejor sostén de la democracia representativa.
Estos
partidos se organizan en “comités”, es decir de arriba abajo, y actúan como
“bancadas” en el Parlamento o como “ministerios” en el Ejecutivo. (Con la
crisis de la democracia representativa surgió temporalmente el Partido
Fascista, organizado como “milicias” para combatir a los trabajadores en
crecimiento organizativo)
El
siglo pasado vio surgir un tercer partido, el Partido Laborista, que
necesariamente tiene que propugnar una política de reforma social cuando está
en la oposición. Si llega al gobierno, sea en el Parlamento o en la Presidencia
tiene que adecuarse a la política de la clase dominante. Y es que objetivamente
no hay “tercera vía” dentro del sistema. Toda “tercera vía” obedece
necesariamente a una segunda (conservadora o liberal) Es clásica la evolución
(o involución) del Partido Laborista inglés. El tipo de Partido Laborista
(socialista liberal, socialista democrático) se organiza en secciones
(sindical, campesina, femenina, juvenil, otras) Con la caducidad del “Estado de
bienestar” caducó también este tercer partido como tal.
El
Partido Proletario es un partido de nuevo tipo. Es una “facción orgánica y
doctrinariamente homogénea”, tiene “relaciones estrictamente disciplinadas” No
propugna la reforma del Estado de la clase dominante sino su sustitución por un
Estado de nuevo tipo según su programa máximo (prospectivo) de
instauración-gobierno-extinción del Poder. Como embrión de un nuevo Estado,
cuya base es la comuna o municipio de nuevo tipo, se organiza también de abajo
arriba, en células según los criterios de producción o residencia.
Este
Partido Proletario tiene su propia planeación, planeación funcional que une en
un todo orgánico los conceptos de Partido (selecto, compacto, eficaz)-Frente
(masivo, variado, combativo)-Programa Reivindicativo (mínimo)-Programa
Prospectivo (máximo) y de acuerdo a las normas de eficiencia (respecto a los
recursos), funcionalidad (respecto a las variaciones de la situación) y
eficacia (respecto a las demandas)
Este
Partido Proletario no surge de “un conciliábulo académico” sino de la “criba de
la vanguardia” que expresa la elevación del interés de clase al nivel de la
conciencia de clase, pues hay obreros que no son proletarios y hay proletarios
que no son obreros. Necesariamente realiza cuatro tipos de trabajo: legal (si
hay legalidad propicia), abierto (en las luchas de masas), clandestino (en su
trabajo propio), secreto (reservado incluso ante la militancia general)
La
experiencia histórica enseña que el Partido Proletario no propone ni elige
candidatos. El trabajo electoral, según la teoría del “termómetro del sufragio”
se reserva ahora para el Frente Unido, que enarbola el programa mínimo
(reivindicativo)
Así,
hay dos tipos de partidos políticos: los que actúan para reformar el sistema y
los que actúan para cambiar el sistema. Y si el que domina en nuestro país es
un sistema caduco inepto y corrupto, ¿qué reforma podrá apuntalarlo?
3. FRENTE
En
1917 triunfó el Partido Proletario bolchevique y devino partido oficial con su
propia legalidad. (Antes había funcionado como partido ilegal durante la
autocracia zarista) Cuando los partidos proletarios de otros países (que
actuaban dentro de la legalidad burguesa) siguieron los métodos organizativos
del partido oficial, de inmediato surgieron las dificultades y en poco tiempo
quedaron marginados y hasta aislados de las masas. Esto viene ocurriendo hasta
el presente.
Ante
tal crisis se impuso la Nueva Política Económica NEP para el primer Estado
socialista, y la táctica de Frente Unido para los partidos proletarios. El
Partido Proletario asumía el programa máximo y el Frente Unido asumía el
programa mínimo. Este programa concluye cuando se instaura el nuevo Estado,
cuando se sustituye la república de democracia representativa (de arriba abajo)
por la república de democracia participativa (de abajo arriba)
Desde
su regreso al país (18.03.23) JCM declaró ser “partidario antes que nada del
frente único proletario” Pero el PSP fue constituido (07.10.28) sobre la base
de la “célula secreta de los 7” Y es que
el programa reivindicativo conduce al programa prospectivo. Separados, uno
conduce al reformismo, otro conduce al sectarismo. Esto viene ocurriendo hasta
el presente.
El
Frente Unido une a todas las capas susceptibles de ser unidas. Su programa es
reivindicativo. En un país desagrarizado, desindustrializado, informalizado, la
primera reivindicación necesariamente es la del trabajo emancipado. El ser
humano llegó a ser tal por el trabajo. Sin trabajo, es menos que un animal. Por
eso es la primera reivindicación general pues compromete a todo el pueblo
trabajador, que sufre ominoso desempleo en un país donde todo está por hacer.
La
segunda reivindicación es la de la vida digna, tanto material como espiritual.
Sin salud ni educación, el ser humano es menos que un animal. Por eso es la segunda
reivindicación general pues compromete a todo el pueblo trabajador que carece
de lo más elemental para su vida digna.
La
tercera reivindicación es la del cambio social. La bancarrota del país es
responsabilidad ineludible de la clase dominante, caduca inepta y corrupta como
su sistema mismo Debe ser sustituida por el cambio social. Por eso es la
tercera reivindicación general pues compromete no sólo al pueblo trabajador
sino al país entero.
El
Frente Unido participa en elecciones de abajo arriba, y por eso prioriza la
elección municipal, que es trabajo de hormiga, de 25 horas al día, día a día.
Desde los años 80 hay elecciones municipales, pero se las sigue menospreciando
porque se confunde distrito con municipio, y porque no se parte del análisis concreto
de la realidad concreta sino del discurso teorético dogmatizado. Trabajar por
el municipio es trabajar por el Estado de nuevo tipo
Participar
sólo en elecciones parlamentarias o presidenciales, de hecho es caer en el
juego electoral oficial, que urge dar el voto al promesero de turno porque “no
hay tiempo para debates” Por eso, aquí
es donde se pone a prueba la teoría de la participación electoral: cuando el
termómetro del sufragio universal marque el punto de ebullición, los
trabajadores sabrán, lo mismo que el sistema dominante, qué es lo que hay que
hacer. Hasta ahora la clase dominante sabe muy bien qué es lo que hay que
hacer.
Se
comprende bien, entonces, que hay dos tipos de Frente: Frente (Alianza,
Movimiento, Partido o como se le quiera llamar) con plan de reforma larguísimo
para apuntalar el sistema, y Frente (o como se le quiera llamar, pues es nombre
genérico) con programa reivindicativo que señala directamente las necesidades
inmediatas del pueblo trabajador. El primer Frente es cortoplacista, dura lo
que dura el proceso electoral. El segundo Frente acumula la experiencia del
pueblo trabajador, aprende de los errores, se fortalece con los aciertos. Es
trabajo sistemático a largo plazo, “hasta que el termómetro del sufragio marque
para los trabajadores el punto de ebullición”
Ragarro
07.10.05
Nota- Hace nueve años, desde el
07.10.05 se difundió este tema en tres entregas semanales. Dado que estamos en
un nuevo proceso electoral, no es inoportuno presentarlo nuevamente.
Se
sabe que hay dos conceptos de Política. Se sabe que hay dos conceptos de
Partido. Se sabe que hay dos conceptos de Frente. Pero oficialmente sólo se
difunde y aplica un solo concepto, el oficial de la izquierda protestataria.
Esto se nota de bulto en la escena política actual.
La
adhesión a una política determinada depende de la posición de clase.
La
adhesión a un partido determinado depende de la posición de clase.
La
adhesión a un frente determinado depende de la posición de clase.
¿Por
qué se apoya hasta el hartazgo el crecimiento económico extractivista?
¿Por
qué se bloquea hasta el hartazgo la necesidad del partido proletario?
¿Por
qué se rechaza hasta el hartazgo la necesidad del frente unido proletario?
Sencillamente,
porque consciente, subconsciente, inconscientemente la mentalidad colonial
lleva a aceptar y aplicar la “sustitución de importaciones” y las “ventajas
comparativas” impuestas por la Cepal y el Consenso de Washington. Con una no
pudimos abrir mercado ni interior ni exterior con producción industrial
competitiva. Con otra hemos caído en el extractivismo colonial, exportación de
materias primas sin ni el mínimo valor agregado.
¡Vale
un Perú! Y quedamos sometidos al saqueo colonial.
¡Crecimiento
superior a China! Y quedamos sometido al saqueo neocolonial.
Ante
esta realidad, se impone la preparación
de la organización del Socialismo Peruano
Ragarro
18.04.14
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