lunes, 21 de agosto de 2017

HOMENAJE AL MAESTRO REYNALDO FÉLIX RICAPA







La actitud del hombre que se propone corregir la realidad es,
ciertamente, más optimista que pesimista. Es pesimista en su
protesta y en su condena del presente; pero es optimista
en cuanto a su esperanza en el futuro. Todos los grandes
ideales humanos han partido de una negación; pero todos
han sido también una afirmación”
JCM. COC-T.03-28
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Lima-Perú, 17 agosto 2017
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PRESENTACION:

En la rica historia del movimiento magisterial, a lo largo y ancho del país, diversas generaciones de maestros han jugado un rol protagónico de gran importancia en la lucha por la dignidad del magisterio peruano, enfrentándose con firmeza en solidaridad con la clase trabajadora en su conjunto contra la clase dominante representado por los distintos gobiernos civiles y militares. También han tenido que luchar en filas internas contra los representantes del sindicalismo libre, sindicatos corporativos, amarillos y pro patronales. Larga lucha de los trabajadores y del magisterio en particular, que en la década del 20 (siglo anterior), se eleva cualitativamente bajo la orientación de Mariátegui y su generación. De esta generación de maestros destaca Rafael Tupayachi, quien graduándose de Preceptor Normalista en diciembre de 1915, fue a trabajar a su tierra natal el Cusco como maestro rural primero y luego en la ciudad, vinculándose con los círculos intelectuales. Destaca también Luis E. Valcárcel, padre de la arqueología peruana, educador e investigador.

En la década del 20, teniendo como animadores a Luis E. Valcárcel, José Uriel García y Luis Felipe Aguilar, se conforma el “Grupo Resurgimiento” como núcleo de estudio y revaloración de la cultura indígena, menospreciada por ese tiempo. De allí que Valcárcel escribió un artículo acerca de “Una Exposición de Arte Incaico” promovida por el maestro Tupayachi y que fue publicado en la revista “Excélsior” y en el diario El Comercio el 01 de enero de 1928. Al respecto se refirió en los siguientes términos: “Baca y Tupayachi realizan un doble servicio a la arqueología, documentándola con un verdadero inventario de los motivos ornamentales de la cerámica incaica y a la educación nacionalista, despertando en la infancia el amor por los símbolos de nuestro arte propio”. (Julio Gutiérrez Samanez: Rafael Tupayachi Ferro-Primer mártir del Magisterio Cusqueño).

De esta destacada generación altruista de maestros, se continuó con la generación del maestro Reynaldo Félix, liderado por el insigne maestro German Caro Ríos. Esta generación inicia su gestión en una situación política favorable pero adoleciendo de un gran vacío teórico debido a que las obras de JCM fueron sacados de circulación por la reacción. Frente a esta realidad, se orientaron levantando el lema: ¡Seguir por el camino de Mariátegui! Decisión acertada que estimuló el desarrollo de la línea sindical clasista plasmada en organización con el FCM y años después el SUTEP.

En memoria de mi padre, el maestro Reynaldo Félix, se han escrito semblanzas por maestros e intelectuales que lo conocieron, compartiendo valiosas experiencias pedagógicas y de lucha organizada, siguiendo el CM, por la dignificación de los maestros y por una escuela de estudio-trabajo en coeducación. Preparando el primer centenario de su nacimiento, por ahora se ha reunido material disponible que servirá de ejemplo y farol que ilumine el camino de las nuevas generaciones de maestros combatientes y constructores de un nuevo orden social para el Perú. Aún queda pendiente valiosos materiales por recuperar.

Lima-Perú, 17 agosto 2017
José Félix Damián



BREVE SEMBLANZA
DEL MAESTRO
REYNALDO FELIX RICAPA (*)
                           17 Agosto 1921 - 20 Abril 2002

...es indispensable afirmar que el hombre
no alcanzará nunca la cima de su nueva creación,
sino a través de un esfuerzo difícil y penoso
en el que el dolor y la alegría
se igualarán en intensidad”.
JCM-COC-T.03-167


Reynaldo Félix Ricapa, nació en la comunidad campesina de Rauma, Distrito de Sumbilca, Provincia de Huaral y Departamento de Lima. Sus padres fueron don Arístides Félix Salazar y doña Paula Ricapa De La Cruz. Antes de cumplir cinco años de edad, quedó huérfano de madre. Creció en medio del dolor y la alegría infantil.
Sus estudios de educación Primaria lo inició en su tierra natal. Su padre, don Arístides, de espíritu afirmativo y visionario entendió que su hijo podía desarrollar su potencial saliendo de la cuna familiar. De allí que lo trasladó a la provincia de Canta, conjuntamente con su primo don Vidal Espinoza (QEPD), para que culmine su Educación Primaria.
En Canta ganó mucha experiencia. Aprendió a valerse por sí mismo. Al culminar su Educación Primaria, viajó a la ciudad de Lima para seguir sus estudios de Educación Secundaria en el histórico Colegio Nuestra Señora de Guadalupe. En el aula destacó logrando buenos calificativos, especialmente en matemática que fue su fuerte.

Al terminar la educación Secundaria, ingresó al Instituto Pedagógico Nacional de Varones, perfilándose como un maestro nuevo de pensamiento y acción. Es en el Pedagógico donde bebe las nuevas ideas educativas. Fue lector incansable de Antón Makarenko, pedagogo universal; José Antonio Encinas, autor de la Escuela Nueva en el Perú; José Carlos Mariátegui, digno representante de la primera generación del socialismo peruano, luchador por un Perú Nuevo en el Mundo Nuevo; Ricardo Palma y sus tradiciones peruanas; muchas obras universales, entre ellas: Cemento, La Madre, Así se templó el acero, Poemas Pedagógicos, Flores de la Vida (Libro para padres) etc.

Reynaldo Félix Ricapa, fue un hombre consciente de su rol de maestro. Asimiló y transmitió a sus colegas el mensaje de Mariátegui: “De todas las victorias humanas les toca a los maestros, en gran parte, el mérito. De todas las derrotas humanas les toca en cambio, en gran parte, la responsabilidad”. De allí que trabajó organizadamente por la dignificación del Magisterio Nacional.

En 1944, el Maestro Reynaldo Félix inició su carrera profesional en la Escuela de Segundo grado N°444 de Huascoy (Prov. Huaral), asumiendo el cargo de Director dos años después. Trabajando en coordinación con la comunidad logró la construcción de un campo deportivo para desarrollar la cultura física de sus alumnos.

En 1953 se traslada a La Florida – Pampas, siempre con el cargo de Director. En su nueva plaza afrontó el problema del local escolar. Para su reconstrucción, en coordinación con las autoridades comunales, gestionó una partida económica en el Ministerio de Educación con resultados favorables. Los fondos alcanzaron para el entablado de dos aulas y ambientación pedagógica. Desarrollando una fructífera labor académica, culminó, en 1985, su carrera profesional en la Escuela de La Perla Chaupis. Sus alumnos, hoy brillantes profesionales, son los mejores testimonios de su abnegada labor como sembrador de gérmenes de renovación. Los mejores hijos de Huascoy, La florida Pampas, La Perla Chaupis, siempre lo recordarán porque su maestro siempre les estimuló para perseverar en el estudio-trabajo y en la lucha por el cambio social.

Germán Caro Ríos, discípulo directo de Mariátegui, en la década del 60 fundó el Frente Clasista Magisterial organización germen de lo que posteriormente sería el SUTEP. El Maestro Reynaldo Félix, se constituyó en un incasable difusor de los principios de esta organización. Con el ilustre maestro German Caro Ríos, desarrollando la Escuela de Estudio y Trabajo en Coeducación en sus respectivos centros de trabajo, abrazaron un mismo ideal: Seguir por el Camino de Mariátegui.

En la década del 70, con el Prof. Ernesto Torres Gonzáles, caminando día tras día y sorteando cerros, visitaron las diferentes Escuelas de las comunidades de la parte alta de Huaral. En cada escuela promovieron reuniones y organizaron los SUTE Bases contribuyendo al fortalecimiento del SUTEP.

Ninguna gran obra humana es posible sin la mancomunidad llevada hasta el sacrificio. El maestro Reynaldo, muy metódico, cumplió dignamente su jornada trabajando en colectividad, a través de la colectividad y para la colectividad. En su avanzada edad llegó a ser elegido Presidente de su Comunidad. Conjuntamente con el destacado comunero don Sergio De la Cruz, integrante de la Directiva, imprimieron un nuevo estilo de dirección. Aplicaron el mensaje de César Vallejo: “Todo acto o voz genial, viene del pueblo y va hacia él”. De allí que se esforzaron por la dignificación del comunero. Hicieron del local comunal en Rauma, un ambiente acogedor con escritorio, sillas, parquet en el piso y otros arreglos. Fue una gestión altamente productiva.

De la biblioteca personal del maestro Reynaldo, se rescató la segunda edición de “Los siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana”. De este hallazgo, quien dio la voz de alerta acerca de un mensaje histórico fue el Ing. Miguel Aragón Ojeda y quien lo valoró celebrándolo con
mucha alegría fue Ramón García, investigador penetrante de las obras de Mariátegui. He aquí su comentario: “El aviso de una próxima publicación de Invitación a la Vida heroica, aparecido en la segunda edición de 7 Ensayos (1944), testimonia que en verdad ese título era uno de los proyectos de libro que visitaban la vigilia de Mariátegui. Testimonia también la labor de quienes como Germán Caro Ríos, José Contreras, Reynaldo Félix y otros, mantuvieron en alto la gran consigna de “Seguir por el Camino de Mariátegui”. La segunda generación cumplió bien su jornada, ciertamente”.

El maestro Reynaldo Félix Ricapa, luchó siete meses por superar una aguda crisis al corazón, producto del mal de pena como lo diagnostico su médico, un gran amigo y maestro universitario. Lamentablemente, dada su avanzada edad, pudo más la enfermedad que al final doblegó su fortaleza física. Fueron siete meses de agonía y de honda reflexión acerca del camino del Amauta José Carlos Mariátegui, uno de sus autores favoritos que lo ayudó a desarrollarse de manera autodidacta como maestro constructor de un orden nuevo.

En el velorio, sobre el cajón mortuorio destacaba un ramo de claveles rojos unidos a un troncal. En efecto, cada ramal floreciente simbolizaba la presencia de los maestros de su generación que lucharon con él por una Escuela Nueva cimentada en el Estudio-Trabajo y Trabajo-Estudio. El clavel más elevado representaba al maestro Germán Caro Ríos, digno representante de la segunda generación del socialismo peruano. Le continuaban: José Contreras; José Marcos Godiño; Arcadio Arteaga León; Reynaldo Félix; Eutimio Caro; Josefa Plasencia; Elías Tafur Mendoza; Higinio Erazo; Raúl Peña; Raúl Córdova, entre otros. Las hojas verdes, esperanza de vida, simbolizaban a los discípulos que han asumido su gestión generacional. Y el troncal, venía a ser la expresión de un ideal común y un rumbo solidario.

Reynaldo Félix Ricapa, durante el tiempo que duró su dolencia, se preparó conscientemente para partir de nuevo. He ahí el replanteamiento de su vida luego de haberle dado el último Adiós a su querida esposa, mi madre doña Julia Damián Suárez. Textualmente nos deja un valioso testimonio. He aquí: “...todo fue como una ráfaga de luz que pronto se apagó. Nunca sentí dolor tan fuerte, nunca pensé que mi esposa me dejaría sumido en la nostalgia y en la desesperación. Pasaron mis días envueltos en la tristeza. Perdí sosiego, todo para mí se convirtió en eterna congoja. Cobré salud, pero un tiempo muy corto. Pasé mis horas, al lado de mis hijos como queriendo olvidar lo sucedido. El alivio era momentáneo. (...) y es que así es la vida. Hoy no hago sino soportar el dolor que me aqueja. (...) Si pronto se apagara la velita que llevo en la frente, recomiendo a mis hijos seguir trabajando tranquilos para los retoños, porque me iré con tiempo cumplido y partido terminado”
Reynaldo FELIX RICAPA, ¡HASTA SIEMPRE!. Tu memoria y tu ejemplo estarán siempre presentes en el diario quehacer de tu pueblo, desarrollándose dialécticamente y poniendo en práctica el mensaje del Amauta: “Mi vida es una flecha, que ha de llegar a su destino”.
Josfeld.
Lima, 21 Abril 2002











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(*) Publicado en VERTIENTE N° Extraordinario, 20 mayo 2002.


REYNALDO FÉLIX RICAPA

Testimonio de un Maestro Rural

La vida es lucha, es combate. Agoniza quien vive
luchando contra la vida y contra la misma muerte.
Miguel de Unamuno



DATOS AUTOBIOGRAFICOS

N.- Después del fallecimiento de mi padre Reynaldo Félix, se abrió la caja del estante que utilizaba para guardar sus pertenecías. Con grata sorpresa encontramos un manuscrito con sus datos autobiográficos, lo cual demuestra que ya se había preparado para nacer a la eternidad. Hasta el último día de su existencia, el maestro Reynaldo Félix se mantuvo lúcido. Y como anunciando su partida final, días antes se despidió de su nieto Brandes dándole la mano con mucho cariño. He ahí al hombre nuevo, al hombre pensante y operante con actitud serena, firme, afirmativa y de principios para partir de nuevo. (jfd)
A continuación el contenido de su manuscrito:


MI INGRESO A LA DOCENCIA:

En diciembre de 1943 egresé del IPNV y recuerdo mucho que para el examen de grado presenté un trabajo titulado “El Plan Dalton y su aplicación en el 4to. y 5to. Año de Educación Primaria en los cursos de Historia y Geografía”. Deseoso de innovar los cimientos de la escuela tradicional, choque con la realidad opuesta a cambios. Había que elaborar el plan de trabajo de acuerdo con los planes y programas para la educación primaria.

Sin embargo, algo se consiguió. Mayor participación de los niños en las Asambleas Matinales y luego se echó por tierra los exámenes tradicionales de fin de año, al que asistían autoridades y padres de familia, como rezago colonial, con la aplicación de pruebas objetivas. Todo esto sólo en el Distrito de Atavillos Bajo. Después de años se generalizó en la provincia de Canta.

MI LABOR DOCENTE:

El 01 de marzo de 1944 comencé a trabajar como profesor en la Escuela de 2do Grado N°444 de Huascoy (actual Prov. de Huaral). He resuelto ser muy breve, por mis dolencias, en este aspecto. Por eso citaré las obras que representan una contribución al desarrollo comunal.

En 1946, con el cargo de Director, presente una solicitud a la comunidad, desde luego bien fundamentada, pidiendo la construcción de un campo deportivo del cual se carecía. Después de un caluroso debate aprobaron su ejecución y luego de muchos meses vi hecho realidad mi sueño.

En 1953 pase a la Florida-Pampas con el mismo cargo. Aquí me encontré con el problema del local escolar que por efectos de la lluvia se caía en un sector. Entré en tratos con el personero, don Cornelio Durand, hombre dinámico y emprendedor. Se presentó la solicitud al Ministerio de Educación y tuvimos la suerte de obtener una partida económica. Con ese dinero se techo el local, se construyeron las puertas y ventanas, se entablaron dos aulas. Luego se proyectó la instalación del agua potable.

Alejado de mi familia más de un decenio, logré trasladarme cerca de mi hogar. Aproveché el traslado del profesor Raúl Peña a Lima y por fin llegue a la Escuela de La Perla. Se cumplió mi plan. En la Escuela de este pueblo, mi labor fue académica. Logramos buenas promociones que pocos la aprovecharon, igual que en Huascoy donde hay buenos representantes como Eugenio Salvador, Carlos Benavides; en Pampas: Rogelio Salas, Willy Salas.

En este paraje, como nota importante, citaré el concurso de conocimientos en el que participaron alumnos del 4to y 5to años de siete Escuelas del valle de Añasmayo (Huayopampa, Pállac, La Perla-Chaupis, Rauma, Huandaro, Sumbilca y Pisco Coto) en los cursos de Cálculo y Lenguaje. Este concurso zonal fue promovido y organizado por el inmortal Germán Caro Ríos y tuvo por sede, La Perla Chaupis.

Las pruebas fueron elaboradas por profesores que no trabajaban con las secciones en mención y a puerta cerrada. Terminada su preparación, fueron aplicadas por otra comisión especial. Terminado el tiempo reglamentado, la comisión calificadora procedió a cumplir su cometido. Por vía del recuerdo señalaré que mis alumnos, antes del tiempo otorgado entregaron sus pruebas (5to año).
Terminada la evaluación, la comisión dio lectura al resultado del concurso, en el que los alumnos de La Perla, ocupando los dos primeros lugares, resultaron ganadores.

Elevado el informe del proceso a la Supervisión de Educación de Canta, premió a mis alumnos con un Diploma de Honor, igual que a su profesor. Este hecho me emocionó y logré la confianza de la comunidad.

TRABAJO EN MI HOGAR Y EN MI COMUNIDAD:

Después del deber cumplido en el Perú, mi patria, me retiré del servicio en agosto de 1983. En el seno del hogar, añoré el trabajo con los niños, las asambleas sindicales, los viajes organizando las bases del SUTEP. Pero pasaban los días y todo quedo en el recuerdo.

Como una forma de olvidar la vida en la escuela, me dedique al trabajo en mi huerta. Para mi nuevo trabajo tuve la colaboración de buenos muchachos. Cada uno me acompañó de 3 a 4 años, gracias al buen trato que recibían de mi esposa. Por eso los recuerdo con cariño a Virgilio Morales, Aquilino Melgarejo, Manuel Gonzales, al gran Matos y a mi compadre Ñoño.

En mi comunidad asumí diferentes responsabilidades, llegando a ocupar la Presidencia en avanzada edad. La experiencia acumulada en la vida sindical lo apliqué en el trabajo comunal, forjando un equipo disciplinado.

Las obras en Rauma, son testimonios vividos con los comuneros y en especial con el dinámico y entusiasta dirigente don Sergio De La Cruz.


LA NIEBLA DEL DOLOR:

El final de mi existencia: Cuando seguía trabajando con el mismo ritmo en mi nueva ocupación, vi a mi esposa no como antes, sonriente, amorosa. Comenzó para mí el martirio. Vi que todo se acababa. Sentí que las alas del destino comenzaban a golpearme. La traje a Lima, pero todo fue como una ráfaga de luz que pronto se apagó. Nunca sentí dolor tan fuerte. Nunca pensé que mi esposa me dejaría sumido en la nostalgia.

Cobre salud, pero un tiempo muy corto. Pase mis horas al lado de mis hijos, queriendo olvidar lo sucedido. El alivio era momentáneo. Ellos trataban de persuadirme, me daban voces de aliento, de fortaleza, para hacer frente a los golpes del destino.

Si pronto se apagara la velita que llevo en la frente, recomiendo a mis hijos seguir trabajando tranquilos por los retoños. Me iré con tiempo cumplido y partido terminado.

Reynaldo Félix R.
Lima, diciembre 2001.






REYNALDO FÉLIX RICAPA

1921 – 17 AGOSTO - 2002
Me iré con tiempo cumplido
y partido terminado”
RFR
Por: Ramón García R.

LA FRAGUA: 1921 – 1944

Hace un año partía don Reynaldo, comunero de Rauma, escolar de Canta, Secundario en el Guadalupe, preparado como trabajador de la enseñanza en el Pedagógico de Lima. Una simple reseña como ésta nada dice o dice mucho. Muchos tienen un derrotero similar. Pero la diferencia radica en el ejemplo del hogar, en la influencia de su tiempo, y sobre todo en su propia decisión. El haber perdido a su madre a temprana edad fue su primera conmoción; pero así conoció del esfuerzo paterno, que lo supo guiar para enfrentar la dura realidad. La muerte de un gran visionario conmocionó el país hasta es sus más pequeños rincones, y es de seguro que el niño hasta se preguntara por el significado del vocablo Amauta, que se difundía sin traducción. Ya joven, pensando en el terruño y la mejor opción para colaborar en su desarrollo, tomó su propia decisión de orientarse al magisterio. Encinas, Mariátegui, Makarenko fueron sus mejores maestros en el poema pedagógico que lo guiaba. Así se graduaba, pleno de vocación, energía y entusiasmo en 1944.

EL TRABAJO: 1945 – 1960

Dos años de ardua labor renovadora lo hicieron merecedor del cargo de Director de Escuela. Y comenzó a integrar una pléyade de ilustres maestros, luchadores por la enseñanza nueva como Germán Caro, José Contreras, Marcos Godiño, Raúl Córdova, y otros más de singular talla y empuje. En su propio medio luchó (trabajar es luchar) por mejorar la infraestructura escolar (aulas apropiadas, campos deportivos, huertos escolares, talleres de aprendizaje), y alegrar el estudio con concursos de emulación y recreaciones sanas. Su guía era el método de la nueva educación, tanto de estudio y trabajo como de coeducación. Precisamente, La Escuela de Estudio y Trabajo en Coeducación es la mejor síntesis de este esfuerzo conjunto.

LA VISIÓN: 1960 – 1970

La Escuela Nueva es el Proyecto para el Perú Nuevo en el Mundo Nuevo. Pero su implantación desde el viejo orden es la mejor vitrina de exhibición de lo que ha de ser el Perú Nuevo en la sociedad nueva. Por eso, esta lucha esforzada tenía que plasmarse, y se plasmó, en organización. El Frente Clasista Magisterial dio un vuelco en la visión del maestro, de “apóstol” sufriente en la vieja sociedad a combativo trabajador de la enseñanza que lucha, en pensamiento y acción por el cambio social. Don Reynaldo supo estar en las primeras filas de esta labor organizadora. Así el trabajo de docencia se amplía con su participación gremial activa (FCM, SUTEP) y reivindicativa social en el frente de masas. Y es que sólo los visionarios son capaces de vislumbrar una realidad potencial, una realidad superior, una realidad imaginaria, y de luchar por hacerla realidad concreta.

EL ENSUEÑO: 1970 – 1985

La gestión de la generación de don Reynaldo, en 1970 daba paso a una nueva generación, a una nueva promoción. Pero ningún luchador social se jubila. Sólo cambia de lugar en la escena, de primer a segundo plano. Sólo cambia de la visión al ensueño, pues “los jóvenes tendrán visiones, los viejos tendrán ensueños” dice un antiguo proverbio. Aún con gran vitalidad y experiencia adquirida, don Reynaldo continúo su trabajo, dando ejemplo y dando consejos, cuando la situación del país no era propicia, por la desesperación de la reacción y por la desesperación de parte de la población. En años aciagos es cuando más se requiere del trabajar soñando. Sólo en el 85 culminó su trabajo profesional, para continuar su trabajo más allá de la escuela, más allá de su Rauma querida, más allá, más allá.

LA INVITACIÓN: 1985 – 2002

Don Reynaldo se graduaba en 1944, justo cuando aparecía la segunda edición de los 7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana. Lo adquirió de inmediato, y fue su libro de cabecera, el más apreciado de tantos otros libros importantes que adquirió, estudió, y cuidó de sistemáticas requisas. Esa segunda edición señalaba la preparación de otro libro del Amauta, Invitación a la Vida Heroica, que precisamente por el 85 concitó la mayor atención como trabajo esencial para comprender el papel del individuo en la historia. De no haber sido por esa adquisición y conservación, el trabajo de sistematización de la obra de JCM hubiera tardado más. Y la vida de don Reynaldo y de todo luchador es siempre esa invitación.

Cuando Jenny Von Westfalen, compañera de vida y de lucha de Carlos Marx, falleció, Engels comentó: “También el Moro ha muerto”. Efectivamente, Marx no resistió mucho tiempo la soledad. Y cuando doña Julia Damián Suárez, su compañera de vida y de lucha, falleció, también don Reynaldo comenzó a partir. “ Hoy no hago sino soportar el dolor que me aqueja”, declaró. Al poco tiempo partió “con tiempo cumplido y partido terminado”.

Ésta es una vida de trabajo, de lucha, que debemos recordar siempre.

Bogotá-Colombia, 30 Marzo 2003.





Lección de Vida del Maestro


REYNALDO FÉLIX RICAPA 

(17.08.1921 – 20.04.2002)

Por: Ernesto Torres Gonzales (*)

“El hombre nuevo es el que sabe luchar
en el auge y en el repliegue,
en la victoria parcial o en el revés temporal.
Debe luchar aún sabiendo que la victoria final
no está próxima o que incluso no la verá”
Frente Clasista Magisterial
Lima, Octubre 1971

Don Reynaldo FELIX RICAPA, nos ha legado una lección de vida como padre, como maestro y como luchador social.

Por los turbulentos años sesenta me tocó en suerte trabajar en los pueblos altos del valle de Huaral al lado del maestro Reynaldo Félix Ricapa. Yo me iniciaba en la docencia y en las lides sindicales, él ya había librado duras jornadas por la dignificación del Magisterio Nacional. Recuerdo, como si fuera ayer, cómo visitamos pueblo por pueblo, escuela por escuela, llevando el mensaje sindical, desplazándonos por delgados caminos que serpenteaban en los andes, y templando nuestros nervios, y a veces a gatas, desafiando profundos abismos.

El maestro fue un acucioso critico de su realidad, y a pesar de la honda crisis que le tocó vivir, jamás perdió la fe y la esperanza de forjar el nacimiento de un Nuevo Perú; un Perú Digno, un Perú Justo, un Perú Libre, un Perú verdaderamente nuestro.

Con su cálido acento paternal siempre nos recordaba ese lema que es guía y camino de la clase trabajadora:
“Hay que estudiar, Trabajar y Luchar”

Las nuevas generaciones del valle de Huaral, estoy seguro, honraran la memoria del maestro Reynaldo Félix Ricapa, que entregó su vida a la noble causa de lograr un Nuevo Orden Social,

¡Gloria eterna al maestro Reynaldo Félix Ricapa!


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(*) Docente y luego Director del Colegio “Los Atavillos” de la Comunidad de La Perla Chaupis, localidad donde culminó su labor profesional el maestro Reynaldo.
Publicado: en un especial de VERTIENTE-20 de abril del 2003 y Facebook-18 agosto 2015.








REYNALDO FÉLIX RICAPA (*)
                                     
1921 - 17 de Agosto – 2002
  
¡FELIZ CUMPLEAÑOS!

Un día como hoy, 17 de agosto de 1921, nacía en el pueblo de Rauma, nuestro padre, Reynaldo Félix Ricapa. Su infancia, de poca estadía en su pueblo natal, se trasladó a la capital de la provincia: Canta, para continuar allí sus estudios de Primaria. Al respecto le escuche como se había operado ese cambio de domicilio. Decía él (nuestro padre), que el abuelo Arístides Félix Salazar había tomado esa decisión debido a que en Canta la preparación en la educación primaria era de calidad y superior a la que se brindaba en el pueblo natal.  Fue a Canta en compañía del recordado tío Vidal Espinoza. No se equivocó. Nuestro padre, de espíritu esforzado desde muy niño en la vida (no olvidemos que quedó huérfano a muy temprana edad, al lado de nuestras queridas madres, Lucila y Aida (de solo meses de nacida), destaco en los estudios, y sobresaliente en sus calificaciones y conducta se abrió las puertas de ingreso a continuar los estudios complementarios de secundaria en el prestigioso Colegio de Guadalupe, en Lima. Cinco años permaneció interno en el referido centro educativo. Al termino de dicho periodo, continuo sus estudios superiores en el Instituto Pedagógico Nacional de Varones, egresando como Educador, el 01 de enero de 1943.

La juventud, única oportunidad que la vida da para la preparación del hombre, estaba bien aprovechada y cumplida.
El primer periplo de la vida estaba salvado. Vendría el segundo, el de la creación y realizaciones. Esta etapa de su vida como maestro, ciudadano, padre de familia, está íntimamente vinculado con las nuevas ideas que revolucionaban la enseñanza en el mundo al lado de las grandes revoluciones económico, político y social, como señales concretas del ingreso a una nueva época de heroicos cambios sociales.

Es precisamente en este instante grávido de emociones y realizaciones cuando se conoce y se vincula en el trabajo de por vida con el gran maestro German Caro Ríos, natural de la Comunidad Campesina San Agustín de Pariac (Huayopampa). Al respecto, le escuche a modo de una anécdota decir: “cuando me recibí de Normalista de educación primaria, mi deseo era quedarme a trabajar en Lima. Se lo dije a German, y él me contesto: Lima no te necesita, la sierra te necesita. Así fue como llegue al pueblo de Huascoy (en ese entones en la prov. Canta)”.


 Este tránsito largo y vital en la vida de un maestro, de un hombre, está lleno de hechos heroicos y tan humanos que hasta ahora aguardan ser conocidas e interpretadas. Solo la conocemos por los periódicos, volantes, revistas, de ese momento. Solo como una muestra se puede decir aquí, a grandes rasgos, la grandiosa lucha del Magisterio que no puede ser conocida al margen de la existencia del Frente de Maestros Desocupados, del Frente Clasista Magisterial, hasta llegar al SUTEP. Los maestros de hoy tienen mucho que investigar respecto a la labor y a la lucha de los maestros de ese entonces; y en cada duda o interrogante saldrá claro la figura signo de aquellos maestros y al lado, la voluntad enérgica, creadora del maestro Germán Caro Ríos.

Volviendo a nuestro padre, precisamente, en el pueblo de Huascoy, creo permaneció muchísimos años, para luego trasladarse al pueblo vecino de Pampas, donde también permaneció por muchos años, para luego entregar el resto del tiempo que le quedaba, al pueblo de La Perla Chaupis. El,  con este último traslado, había encontrado el descanso físico, espiritual de la familia. 

Él no está ya entre nosotros, pero el trabajo realizado durante toda su vida está siempre presente y sigue cumpliendo sus años de una vida activa.

Finalmente, de una vida esforzada, enérgica, no se puede soslayar el apoyo, más que material, espiritual, de la compañera, de la mujer, que en el anonimato tiene el inmenso trabajo de sostener sobre sus frágiles y activas manos, el hogar, la familia, dando la seguridad y el apoyo necesario para que el compañero cumpla con su destino. Esa fue mi madre: Julia Damián Suarez, natural de la Comunidad Campesina de La Perla Chaupis.

 Héctor Félix Damián
Lima, 17 Agosto 2015.












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(*) En correspondencia a los hermanos Félix Damián.



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