miércoles, 6 de febrero de 2019

Seminario Abierto: ALGUNAS REFERENCIAS PARA ENTENDER LA CUESTIÓN VENEZOLANA


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Seminario Abierto:
 
ALGUNAS REFERENCIAS PARA ENTENDER LA CUESTIÓN VENEZOLANA
(24 de enero de 2019) (*)
Por Miguel Aragón

Los sucesos que están ocurriendo en Venezuela, o en cualquier otro país, por ningún motivo deben ser un “pretexto  más” para  dividir a las organizaciones sociales y políticas del  pueblo peruano. (No podemos volver a incurrir en el grave error de la década de 1960, en la cual una parte del movimiento socialista peruano se dividió en “moscovitas” y “pequineses”, -- y tiempo después incluso se formaron tendencias “albanesas”-- ¡Qué vergüenza!)

Tenemos todo el derecho a OPINAR sobre lo que sucede  en otros países en el mundo entero, por ejemplo, revisar el libro “La Escena Contemporánea” de José Carlos Mariátegui. Ese libro publicado en 1925, y su continuación directa el libro “Polémica Revolucionaria”, escrito entre 1926 y 1929,  son  buenos ejemplos de análisis de la realidad mundial. En ambos libros Mariátegui utilizó el método dialéctico materialista para analizar las contradicciones en  los primeros años de la nueva época histórica recién iniciada hace cien años.
Pero NO tenemos ningún derecho a INTERVENIR en los sucesos que ocurren en Venezuela o en cualquier otro país, así como tampoco debemos de permitir la INJERENCIA de otros países  en los problemas peruanos.

Hecha esta necesaria Aclaración Previa, yo considero que  la política del  gobierno  actual en Venezuela  no es “una política socialista”, como burdamente denuncia  la derecha, y repiten algunos confundidos  “izquierdistas”.

La política aplicada durante el gobierno de Nicolás Maduro  es una  “política nacionalista burguesa” (Muy similar a la que aplicó el PRI en México desde 1930).

Para comprender mejor lo que está ocurriendo en los últimos años en Venezuela,  recomiendo revisar Tres Textos: El capítulo “El estado antiimperialista” que forma parte del libro de Víctor Raúl Haya “El antiimperialismo y el APRA”; El Manifiesto “Plan Inca” del gobierno de Juan Velasco;  y La Constitución Política del Perú de 1979, constitución populista de inspiración “hayista-velasquista”.

Y lo más importante, revisar “La historia de Perú durante la década de 1980”. Tenemos que  revisar las causas, desarrollo y desenlace de la  grave Crisis Económica de esos años, y el desborde de la hiperinflación galopante. La Crisis Económica en Perú, durante la década de 1980,  fue la crisis económica  MÁS GRAVE de toda la historia republicana.

Lo que está ocurriendo en Venezuela en los últimos años, es muy similar a lo que nosotros vivimos en Perú durante  la década de 1980.

Los peruanos más jóvenes, que  no vivieron directamente el  impacto de esa década trágica,  posiblemente no estén enterados.

Pero todas las personas que actualmente tenemos más de cincuenta años de edad, debemos recordar y no olvidar esa experiencia. El pueblo venezolano en los últimos años, está viviendo lo que nosotros ya hemos vivido y sufrido en  el pasado.  (Reitero, para entender la grave crisis que actualmente está atravesando Venezuela, debemos de estudiar nuestra propia historia durante la década de 1980).   

Actualmente en Venezuela hay una pugna entre dos bandos: por un lado la gran burguesía de “tendencia neoliberal” agrupada en el MUD (que nuevamente  está intentando dar un golpe de estado); y por otro lado un sector de la burguesía de “tendencia populista” que respalda al gobierno de Nicolás Maduro.  Los dos bandos pretenden utilizar al pueblo venezolano, para defender sus propios objetivos particulares.

Entre esos “dos fuegos”, el pueblo venezolano  tiene que encontrar su propio camino independiente.
 
Y hoy en día, el primer paso, de ese camino independiente, es rechazar la injerencia del gobierno de EEUU, del gobierno de Colombia y del gobierno de Perú, que fueron los tres primeros gobiernos en declarar su apoyo al último intento de golpe de estado.  
 
(*) Nota.-
Este breve comentario inicialmente  lo divulgué por facebook el día 24 de enero.  
Un día antes, el día 23 de enero,  Juan Guaidó se autoproclamó “presidente encargado” de la República de Venezuela, intentando desconocer al gobierno legítimo que dirige Nicolás Maduro. De inmediato, ese intento golpista, recibió el apoyo del gobierno de EEUU, de Colombia, y de Perú, y como es más que natural, también motivó el rechazo de intelectuales, movimientos sociales y movimientos políticos en todo el país y en toda América.  
Al día siguiente, 24 de enero, yo escribí el breve comentario que ahora estoy reenviando. En los días siguientes, siete conocidos  activistas del movimiento socialista peruano, comentaron el texto publicado. Los primeros siete comentaristas fueron Manuel Velásquez, Héctor Félix, Jorge Salgado, Hugo Laredo, Gustavo Pérez Hinojosa, Ricardo Thays, y David Aguinaga.  Muy agradecido. A continuación trascribo los siete comentarios ordenados cronológicamente. Por mi parte, ya adelanté una primera respuesta a Manuel Velásquez y Jorge Salgado, siempre por las redes de Facebook (también trascribo estas dos respuestas), y en los próximos días espero comentar las otras opiniones. Tenemos que reconocer que otros intelectuales peruanos ya se han pronunciado sobre los sucesos que están ocurriendo en Venezuela. Recomiendo la recopilación de esas opiniones y así enriquecer el debate de ideas.
Como consecuencia del pesado lastre de la herencia feudal en el país, una de las características del movimiento intelectual en general, y del movimiento socialista en particular,  es la subsistencia del  “individualismo huachafo”.
Este pesado lastre se expresa  en “la conspiración del silencio”, o  “diálogo de sordos”. La ausencia del debate de ideas, de la contrastación franca y sincera de opiniones, dificulta e incluso impide  la formación de una saludable “atmósfera de ideas”.
Por eso mismo, saludo estos comentarios (ya publicados en Facebook), y abrigo la esperanza que este intercambio de ideas y de propuestas continúe saludablemente. De esa manera aportaremos a la tarea central del momento “fortalecer el frente unido del pueblo peruano”. Sin ese objetivo, no tendría razón alguna, promover y participar en este debate (05 de febrero de 2019).            

COMENTARIO N°01
26 de enero de 2019
Manuel Velásquez Miguel: eso de no intervenir, habría que analizarlo. Se sabe que la Independencia de España fue una empresa multinacional. En el Perú, por ejemplo, confluyeron las dos corrientes libertadoras. En la de Bolívar, aparte de venezolanos y colombianos, había hasta ingleses. Y el Amauta ya nos enseñó que la socialista es la revolución más internacionalista de la Historia. Por eso Cuba socialista participó con su ejército en el África, y son famosos los cantos de Neruda a las Brigadas Internacionales que intervinieron en la Guerra Civil Española. Es más, el grito de guerra lanzado por Marx y Engels es: proletarios del mundo, unios!. Entonces, lo de la no intervención habría que revisarlo.
En cuanto a que clase de revolución es la venezolana, me parece que toda revolución en nuestros días se inscribe en el campo socialista. Y lo de Venezuela es una revolución? Creo que sí lo es, aun cuando los métodos sean para el análisis. Si es derrotada la revolución bolivariana, será la derrota del pueblo venezolano, y del socialismo. (Ver respuesta más abajo)

COMENTARIO N°02
26 de enero de 2019
Hector Felix Damian Desde aquí es casi imposible tener siquiera una pálida idea de lo que está ocurriendo en la historia viva de Venezuela, como parte de la historia sudamericana, que a lo largo de su historia republicana no ha sido sino el traspatio del imperialismo estadounidense. Se han metido siempre como Pedro en su casa. Esta es cruda realidad.

Y hay que conformarse con recibir noticias absolutamente distorsionadas de Venezuela o cualquier otro país que luchan por la liberación de sus fuerzas productivas,  por parte de aquella prensa vil, corrupta. No importa, pero ya tendremos noticias verídicas de la realidad venezolana dictado por la conciencia de la nueva Venezuela, hoy por hoy tan vilipendiada por un régimen decrépito, que ya no tiene aliento para sostenerse.


COMENTARIO N°03
26 de enero de 2019
Jorge Luis Salgado Valdivia Buen análisis compañero hay q rechazar la amenaza de intervención militar yanky (Ver respuesta más abajo)


COMENTARIO N°04
27 de enero de 2019
Hugo Laredo Apoyar todo lo que el imperialismo ataca y atacar todo lo que el imperialismo apoya, luchar por una América en camino al socialismo, ahora!!!


COMENTARIO N°05
27 de enero de 2019
Gustavo Pérez Hinojosa Bien, Miguel. Creo que el proceso venezolano es un proceso nacionalista, como lo fue el de Velazco (este también se autotituló  "socialista") pero no un proceso revolucionario socialista. No obstante ello está claro que debemos defender al pueblo venezolano contra la intervención yanqui o de fuerzas latinoamericanas aliadas o dirigidas por esta (recordemos Guatemala, Panamá e Irak), pero es importante el deslinde. Creo que esa es también la posición del movimiento comunalista de base venezolano.


COMENTARIO N°06
28 de enero de 2019
Ricardo Thays D ¿Hay alguna relación entre la situación actual de Cuba y Nicaragua con la que existe en Venezuela? o ¿hay alguna relación entre la situación que existe en Irán y Siria con lo que ocurre en Venezuela? ¿Puede ser un "entender la cuestión venezolana" una exposición de 12 párrafos SIN NINGUNA MENCIÓN DEL CONCEPTO "IMPERIALISMO", sin ninguna referencia a "petróleo", sin ninguna referencia a la actualidad de 2008 para adelante?

 Lo "rescatable", empero, es, por fin, un "rechazo a la injerencia del gobierno de EEUU" (¡puesto al mismo nivel que los gobiernos de Colombia y Perú!, todo para no hablar del servilismo neocolonial de estos infames burgueses intermediarios).


COMENTARIO N°07
(En el muro de Manuel Velásquez)
30 de enero de 2019
David Aguinaga LA GOLPISTA INTERVENCIÓN ECONÓMICA, POLÍTICA, DIPLOMÁTICA Y MILITAR IMPERIALISTA YANQUI EN VENEZUELA, ESTÁ EN EL CENTRO DE LA SITUACIÓN MUNDIAL, LATINOAMERICANA Y NACIONAL ACTUAL

Gracias Manuel [Velásquez]. Lo preguntaba porque habiendo pasado a ser, según el punto de vista de muchos analistas y políticos, que yo comparto, el problema número uno en la arena latinoamericana, e incluso mundial -y quizás inclusive al interior de nuestro propio país- no lo tomaras en cuenta.

Chávez, Maduro y el PSUV han hecho y llegado hasta donde podían y pueden: desde un origen pequeño burgués, radicalizado en lo social e ideológico, hasta un gobierno burgués emergente nacionalista reformista. Ello ha sido el resultado de un proceso de combate y derrota política electoral táctica de la gran burguesía tradicional pro yanqui, venezolana, con el chavismo a la cabeza dirigiendo al pueblo llanero. Es el resultado de la oposición y resistencia de este bloque socio político al imperialismo yanqui, y sobre esa base, de una renegociación con éste por una nueva distribución del conjunto de la plusvalía producida por los trabajadores venezolanos y de la explotación de los grandes recursos petroleros locales por grandes empresas transnacionales que siguen operando en Venezuela.

Al mismo tiempo, en dicho contexto, el gobierno chavista se ha visto obligado a establecer mayores relaciones y alianzas económicas y políticas con otras potencias mundiales para contrapesar el gran poder yanqui, constituyéndose objetivamente también en arena de disputa entre potencias capitalistas mundiales por un nuevo reparto de zonas de saqueo y de influencia; pero permitiendo también al gobierno venezolano utilizar convenientemente estás contradicciones interimperialistas como estratégicas y tácticas reservas indirectas para su lucha contra el imperialismo yanqui, en el camino de su emancipación nacional y social.

Con aquellos recursos bajo su control, el gobierno chavista ha aplicado internamente una política de redistribución de la riqueza petrolera, expresada en su derivación directa e indirecta (servicios estatales) al servicio de los sectores pobres y más pobres de la sociedad venezolana; pero al propio tiempo también ha facilitado y fomentado desde el estado, el desarrollo de una emergente burguesía burocrática, la denominada boliburguesía, fenómeno que es el precisamente frena el proceso chavista y lo burocratización más, con el propósito, consciente o espontáneo, de derivar la mayor cantidad de beneficios a su favor.

Por eso también, "desgraciadamente" no obstante los ingentes recursos recaudados por los gobiernos chavistas, no han tenido la visión ni la prioridad estratégica que les impulsara a emprender la decisiva labor, en la decisiva base económica nacional, de empezar a materializar la construcción de un nuevo aparato y sistema productivo moderno, que utilizando y reinvirtiendo los cuantiosos ingresos estatales de la renta petrolera de los momentos de auge de los precios internacionales de las materias primas, permitiera dar curso a la diversificación y desarrollo integral de una industria del siglo XXI y del sector agropecuario venezolanos, que brinde un mayor empleo y autoabastecimiento del mercado y la población llanera, genere una mayor productividad del trabajo social y su economía no permanezca tan expuesta a las subidas y bajadas del mercado capitalista mundial y al chantaje imperialista.

El gobierno chavista no ha realizado, pues, ni podía realizar, una revolución y menos están construyendo el socialismo; la única revolución ya posible en la Venezuela contemporánea. Repito, ellos no lo pueden hacer, no está ni en su concepción ni en su opción ni en su naturaleza de clase. Pero sí han contribuido (junto con la acción contrareformista de la gran burguesía tradicional y las derechas venezolanas y, sobre todo, la intervención imperialista yanqui) a radicalizar el proceso reformista antiimperialista, al punto de que ahora ya no hay otro camino, otra salida estratégica, (y de repente ya también táctico general) que no sea la transformación de este proceso reformista radical en una revolución socialista (dilema inmediato: revolución socialista o fascismo colonialista en Venezuela?) Pero el chavismo actual se muestra incapaz de dar ese paso y más bien lo viene entrabando.

Pero, hecha la observación y la necesaria crítica, no le pidamos peras al olmo. Eso debe o debería ser impulsado por otros sectores de la sociedad y de la política venezolana, es decir, por socialistas proletarios y la vanguardia de masas de la propia clase obrera, encabezada por los socialistas, ganando importantes alianzas tácticas y estratégicas con otros sectores del pueblo, principalmente con los campesinos pobres y medios y los pobres de las ciudades.

Existen hoy con la suficiente fuerza y autoridad esos sectores de vanguardia para que soberanamente ellos impulsen los cambios urgentes que necesita Venezuela para no caer en manos de un colonialismo fascista sanguinario? Ello es materia de mayor estudio y conocimiento directo, así como de apoyo y colaboración internacional, a una tarea que deben resolver los propios revolucionarios venezolanos. Además, cuál debería ser el papel y la actitud de los socialistas y de las mujeres y hombres patriotas de progreso del mundo, de AL y del Perú, en estas circunstancias concretas y urgentes de aceleración d los planes golpistas del imperialismo norteamericano? Renegar y maldecir la naturaleza de clase del gobierno chavista, como si fuera el único o el principal factor de la aguda crisis venezolana, pidiéndole peras al olmo, y sin ser capaces de reconocer siquiera el avance concreto que ha significado el proceso chavista, con todos sus límites y contradicciones? o más bien sobre todo denunciar y combatir a la principal causa y responsables del drama venezolano: la sistemática actuación de cerco y sabotaje del imperialismo norteamericano -y sus lacayos internos y externos- durante ya varios años, con el vil propósito de asfixiar la economía venezolana y calculadamente llevar a ese pueblo hermano a la desesperación, a la inmigración en masa y por ese camino a apoyar el derrocamiento del gobierno de Maduro por el imperio y sus lacayos y títeres. Y todo con el fin de apoderarse de los riquisimos recursos naturales minerales de Venezuela, que están entre los más cuantiosos y variados del mundo.

Y en el desenvolvimiento de ese plan imperialista, cumplido por los yanquis con maquiavélica constancia, hoy se sienten ya con la suficiente fuerza acumulada como para pasar a su siguiente fase, intentando dar el puntillazo final al gobierno venezolano, para lo que se sirven de ese payaso que es Juan Guaidó, el "autoproclamado" presidente títere yanqui de Venezuela. Y a lo que repudiablemente se prestan lacayos como el gobierno de Vizcarra, así como otros gobiernos lacayos de AL.

La agresión imperialista yanqui sobre Venezuela está teniendo ya, y con los días generará una más grande conmoción social y política, redefinirá los anteriores alineamientos a escala mundial, y más todavía en América Latina, impactando en todas las clases sociales, gobiernos de todos los niveles y partidos e América Latina y del Perú y, lógicamente, más aún en las izquierdas, con aún impredecibles consecuencias.

En ese escenario, en el Perú se está presentando el hecho de que, al lado de organizaciones y tendencias de izquierdas, que denuncian y combaten la agresión imperialista sobre Venezuela y defienden a su pueblo, nación y gobierno soberano, empiezan también a aparecer otras tendencias, dirigentes, personalidades y analistas politicos consideradas de izquierdas, que enfilan todas sus baterías contra el gobierno de Maduro, al que califican de dictadura o de autoritario o de incapaz, o de todo junto, pero no dicen nada o apenas si mencionan de compromiso, como si simplemente fuera otro actor político más, de segundo orden, al imperialismo norteamericano y su maquinaria puesta en movimiento para agudizar la crisis venezolana y para realizar el derrocamiento colonial y fascista del gobierno soberano del país llanero.

A la cabeza de estos sectores liberales de las izquierdas, se ha colocado la congresista del MNP, Marisa Glave, quien habla por otros que callan o vierten discretamente su opinión entre sus círculos más cercanos. Pero también se han evidenciado una vez más, tendencias que fungen de muy radicales, esclarecidos y combativos, como varios matices de trotskysmo, dentro de las que destacan las opiniones vertidas por Enrique Fernández Chacón, quién, bajo el argumento en general cierto, de que ningún imperialismo es bueno, aludiendo a la alianza actual de Venezuela con China y Rusia para enfrentar al imperialismo yanqui, y calificando de canallas a todos los sectores de izquierda que apoyan al gobierno de Maduro frente a la intervención imperialista norteamericana, se coloca puristamente al centro de esta desigual contienda que enfrenta el pueblo y la nación venezolana, señalando muy formal y secundariamente el papel del imperialismo yanqui en la crisis venezolana.

La reunión de un importante bloque de izquierdas en Huancayo ha significado, por un lado, un importante acontecimiento, que promete un avance en la unidad de las izquierdas y progresistas. No obstante, resulta muy preocupante que en dicho evento, la totalidad de los oradores ni líderes de las organizaciones de izquierdas asistentes, no haya mencionado media palabra sobre la crisis venezolana y la escandalosa intervención imperialista en la patria de Bolívar y Sucre.

En ese ambiente, resulta por lo menos idealista la condena anticipada de Miguel Aragón a las diferencias, discrepancias, polémicas y reagrupamientos que se vienen gestando, no necesariamente ORIGINADAS por la crisis venezolana sino más esclarecidas e impulsadas por ésta; lo cual no tiene porque negar necesariamente el frente unido del pueblo y las izquierdas frente a las diferentes luchas laborales y democráticas que están en la agenda urgente en nuestro país.

Además, no tiene porque equiparar estás opiniones, discrepancias y alineamientos, pricipalmente políticos, con los alineamientos de los 60 entre "moscovita" y "pequineses" (que teniendo lógicamente componente político, fue más ideológico) ya que aquí no se trata de un alineamiento ideológico con el chavismo o con la ideología de Donald Trump, o el liberalismo burgués tradicional en fascistizado venezolano, sino que las discrepancias son básicamente políticas en relación a la presencia gravitante o no del imperialismo yanqui en la crisis venezolana y su búsqueda del golpe de estado, negando la libre autodeterminación del pueblo llanero.

Por eso mismo, tampoco estás discrepancias versan no sólo sobre un problema externo, internacional o venezolano exclusivamente, sino que representa, en el fondo, lo que el imperialismo ya tiene planificado y en paulatina aplicación, y que no muy tarde buscará concretar también en los demás países de AL. Ya lo hizo, a su manera, en Brasil y lo buscará llevar a triunfo en México, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Perú y un largo etc., para no hablar de él Medio Oriente, los países de la ex URSS y África.

Y con ello llegamos al fondo de la discrepancia con Miguel Aragón en este tema de la agudizada crisis en Venezuela, tan paradigmático en cuanto a la naturaleza y actuación de los imperialistas en general y del imperialismo yanqui de hoy, en particular en los países y pueblos capitalistas y precapitalistas oprimidos por aquellos. Si leemos atentamente en su muro, su artículo: "Algunas referencias para entender la cuestión venezolana", del 24-01-19, veremos que respecto a lo anterior, es decir al papel concreto del imperialismo en general y del imperialismo norteamericano de hoy en "la cuestión venezolana", brilla por su ausencia. Ya lo había advertido sagazmente nuestro amigo Ricardo Thais en su comentario al mencionado artículo de Miguel Aragón, expresando sobriamente que: "Puede ser un "entender la cuestión venezolana" una exposición de 12 párrafos SIN NINGUNA MENCIÓN DEL CONCEPTO DE "IMPERIALISMO", sin ninguna referencia a "petróleo", sin ninguna referencia a la actualidad del 2008 para adelante?", ni que se pueda equiparar la intervención e injerencia del imperio USA en Venezuela con la de sus lacayos gobiernos de Colombia o Perú, como lo plantea el autor del artículo.

Veamos. Aragón, en dicho artículo nos dice que no debemos usar esta cuestión como pretexto para dividir al pueblo y la izquierda. Concede que se puede opinar pero sentencia que no se debe intervenir en "la cuestión venezolana". Nos sugiere tres textos para "entender" dicha cuestión. Opina que el gobierno actual de Venezuela no desarrolla una política socialista sino populista. Señala que la crisis venezolana actual se paree mucho a la que vivió el Perú en los años 80 de siglo pasado, por lo que, para entender a la Venezuela actual, debemos estudiar esa parte de la historia del Perú (sobre lo que yo opino, de pasada por ahora, que sí tiene razón, pero solo en parte menor, porque hay una diferencia muy esencial -no solo de tiempo y espacio- entre ambas situaciones, precisamente por lo que es materia específica de la discusión en este punto, en el Perú de los 80, la condición semicolonial de nuestro país no estaba en peligro de ser violentada por una intervención directa del imperio dominante para empujarla a colonial, como hoy es la amenaza en Venezuela). Y por lo tanto el punto más revelador, que en Venezuela hoy pugnan dos bandos (sepa bien usted quienes): 1) La gran burguesía de "tendencia neoliberal", agrupada en el MUD y 2) Un sector de la burguesía de "tendencia populista" que respalda a Nicolás Maduro, y que los dos bandos pretenden utilizar al pueblo venezolano para defender sus propios objetivos, y NADIE MÁS. Ninguna otra fuerza socio-económica ni política ni militar pugna hoy en Venezuela por dominar ese país, mucho menos una gran potencia imperial en d cadencia. Así nos enteramos por Miguel Aragón, que Venezuela es un país completamente independiente, burgués, capitalista, pero de economía emancipada. !Que semicoloniedad ni neocolonialismo! Eso es ideología nacionalista burguesa, contrabandos apristas, hayistas (que dicho sea de paso, los apristas ahorita en su lucha contra el chavismo y defensa del imperialismo norteamericano, también niegan y combaten). Es decir, en Venezuela el imperialismo yanqui en decadencia no busca la reconquista total de lo que siempre consideró parte de su patio trasero, que hoy lo necesita más que nunca, por sus derrota en Siria. Que EE.UU. no cerca, no asfixia a la economía y sociedad venezolana ni disputa en su territorio con ninguna otra potencia.

Y sobre todo, lo más concreto y principal del ahora. La payasada de Guaidó, su "autoproclamación" como presidente es un acto independiente, soberano de ese señor y de la gran burguesía tradicional venezolana (democrática liberal, además, y no en avanzado proceso de fascistización y de sometimiento colonial a los EE.UU.) sustentado en su propia fuerza armada nacional y soberana y no, (¡que va ser!) en las FF.AA. imperialistas yanquis. ¡Por favor! ¡que va!

No obstante, como ha denunciado muy clara y dignamente, hace tres días, el canciller de Venezuela en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU: "Hemos de decir, que en esta oportunidad, EE.UU. no está detrás del golpe de estado, lo confieso, no está detrás del golpe de estado... Está delante del golpe de estado. Está a la vanguardia del golpe de calor estado. Da y dicta las órdenes no solo a la oposición venezolana sino también a los gobiernos satélites de los EE.UU. en la Región y, pareciera que Europa y otras partes del mundo. A las pruebas podemos remitirnos... Fue un retrete con un vídeo que el vice presidente Pence, el día 22-01-19, dió la luz verde para el golpe de calor atado en Venezuela y para que, como dijo la secretaria adjunta, Rosemary, se autoproclame (Guaidó)". Más claro, ni el agua de manantial.

Es también el canciller venezolano parte de los "varios comentarista superficiales (que) muy a la ligera, hablan y denuncian "golpe de estado" e "intervención militar yanqui en Venezuela, tal cómo escribe Miguel Aragón, en la contestación en esa misma página de feis a Jorge Salgado, con bastante desprecio y altanería, además? Será desconocida aquella denuncia por Aragón, y otros que tienen parecida postura, por qué el Canciller es parte interesada?

Y nuestro autor salva la envarasoza situación en la que se ha metido, mediante una cantinflesca tautología: "Pero lo cierto es que ni lo uno ni otro a ocurrido... Lo que hay en Venezuela es un INTENTO de golpe de estado, por parte de una facción demo liberal de la gran burguesía venezolana (poco falta para que prosiga poniendo sobre negro sobre blanco, la lógica de su pensamiento -aplicada desde hace décadas a la política del Perú en análogas situaciones, es decir, la senderista teoría de: burguesía compradora=demoliberal, burguesía burocrática, populista para Aragón,=fascismo- frente a la facción fascista populista de la burguesía venezolana, encabezada por Chávez y Maduro, repito, en la lógica de MA); por otro lado, hay una AMENAZA de intervención militar yanqui, como bien señalas. Mientras no cambien radicalmente las cosas, tenemos que seguir hablando de "intento" y de "amenaza" y seguir denunciando a los promotores de esas acciones, así como continuar apoyando las actuales luchas del pueblo venezolano..."

Tenemos, pues, a MA como más papista que el papa, presionándonos, bajo el pretendido consejo de no caer en aventurerismo, para que no exageremos ni "calumniemos" al imperialismo con eso de que el 23-01-19 ha habido en Venezuela golpe de estado e intervención militar yanqui. Pero el golpe de estado y los pasos para la invasión militar imperialista USA (que eran y son cara y sello de una misma moneda) estuvieron en curso y no dejaron de concretarse por obra divina, o porque en la hora undécima, Trump se compadeció. No. Solo fueron parados por la decidida acción del gobierno y el pueblo venezolano, así como de los gobiernos progresistas y amigos y los pueblos del mundo que denunciaron y combatieron, cada uno desde su lugar, dicho golpe e invasión, dejando las dos caras de esa misma moneda, y solo por ahora, en intento y NO SOLO en amenaza, porque son dos cosas distintas.

El asunto es que, para MA, el "intento" de golpe de estado ha sido SOLO y autonomamente decidido, organizado, financiado y ejecutado por la "facción demo liberal de la burguesía venezolana, a lo sumo con "injerencia (por igual, paréntesis mío) del gobierno de los EE.UU., del gobierno de Colombia y del gobierno del Perú, que fueron los primeros gobiernos en declarar su APOYO (mayúsculas mías) al intento de golpe de estado.", mientras que, la prácticamente remota amenaza de invasión militar podría existir, como se lo recuerda Jorge Salgado, por parte de los EE.UU.

En el fondo aparece la teoría de Miguel Aragón de que nuestros países latinoamericanos y varios de otros continentes, son prácticamente, económica y políticamente independientes, sufriendo solo la explotación y opresión de la clase dominante interna, la gran burguesía tradicional, por lo general de origen europeo, y de que los socialistas proletarios que luchando por la liberación nacional y el socialismo, como barrera fundamental y definitiva al dominio imperialista y la explotación capitalista, denunciamos el carácter colonial hasta hoy de la economía de nuestros países y de su política semicolonial o dependiente del imperialismo, por levantar esos planteamientos fundamentados por J.C. Mariátegui y que siguen teniendo vigencia, acostumbra a colocar el mote de apristas y hayistas, discípulos de Eudocio Ravines, haciéndole un gran favor a estos renegados de toda revolución.


COMENTARIO N°08
Respuesta de Miguel Aragón a Manuel Velásquez
Miguel Aragón.-Estimado Manuel, una cosa es enredarnos y quedarnos en las “generalidades”, y otra cosa muy diferente es esforzarnos por intentar realizar “análisis concretos de las situaciones  concretas”.
1.- En el fondo,  tú estás reclamando TU DERECHO A INTERVENIR en estos momentos en Venezuela. Y yo te pregunto ¿con que derecho podrías reclamar que otros (sean los gobiernos de USA, de Colombia, o de Perú), NO INTERVENGAN en la crisis venezolana? Ese, y no otro,  es el problema concreto en el presente.
En los tres hechos históricos a los cuales haces referencia (América a comienzos del siglo XIX, España en la década de 1930, y África en la década de 1960), las fuerzas internacionalistas reclamaron su derecho, en la declaración y en la acción,  a intervenir en las luchas de otros países, después que en esos países ya habían intervenido otras fuerzas invasoras y agresoras (en el primer caso el ejército español que había invadido América,  en el segundo caso los ejércitos fascistas italiano y alemán en la España republicana, y en el tercer caso los ejércitos sud africano y norteamericano en Angola y el Congo)..   
Preguntémonos, ¿Qué ocurriría, si en este momento, hoy 26 de enero,  no tú, sino  el ejército cubano decidiera intervenir directamente en el conflicto venezolano, enviando varios batallones de combatientes armados? Eso no sería “internacionalismo” como tu reclamas,  eso sería AVENTURERISMO, eso sería una provocación, justamente el pretexto ideal que están esperando los jerarcas del ejército yanky  para intervenir y “liberar a Venezuela”.  
2.- Respecto a lo que tú llamas “revolución bolivariana”, en estos momentos, no lo podemos tratar a la ligera, en pocas líneas. Más adelante podremos conversar más ampliamente.
En estos momentos, no te voy a volver a recomendar que leas el folleto “La revolución y el estado” de Lenin, ya conozco tu respuesta,  elusiva, superficial y despectiva. Para que insistir.  
Solamente me permitiré recordar,  que en la revolución rusa de 1917 el proletariado destruyó el viejo aparato estatal  heredado del zarismo, e instauró un nuevo estado. Algo similar ocurrió en China a partir de 1949, en Cuba a partir de 1959 y en todo Viet Nam a partir de 1975.
Por ahora, nada más  sobre este tema. En estos momentos,  lo más importante es sumar fuerzas para denunciar rechazar la amenaza de intervención yanky,  y para denunciar y rechazar el intento de golpe de estado en Venezuela.

COMENTARIO N°09
Respuesta de Miguel Aragón a Jorge Salgado
Miguel Aragón.-  Muy bien estimado Jorge Salgado, hay que esforzarnos por ser lo más precisos posibles en el uso de los conceptos.
Varios comentaristas superficiales, muy a la ligera, hablan y denuncian   “golpe de estado”  e “intervención militar yanqui” en Venezuela. Pero lo cierto es que, ni lo uno, ni otro, no han ocurrido.
Lo que hay en Venezuela es  un INTENTO de golpe de estado,  por parte de la facción demo liberal de la gran burguesía venezolana; y por otro lado, hay una AMENAZA de intervención militar yanqui, como bien señalas.
Mientras no cambien radicalmente las cosas, tenemos que seguir hablando de “intento” y de “amenaza”, y continuar denunciando a los promotores de esas acciones, así como continuar apoyando las actuales luchas del pueblo venezolano, y  preparándonos para brindar nuestro apoyo en el caso que la crisis se eleve a niveles mayores.
La mejor forma  de apoyar al pueblo venezolano es participando activamente en las luchas del pueblo peruano por mejores condiciones de trabajo y por mejores condiciones de vida. Un pueblo que está  en lucha en defensa de sus propios derechos, es el mejor aliado de otros pueblos que también están luchando por sus propios derechos.       

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