miércoles, 15 de octubre de 2025

DE LA PROTESTA A LA PROPUESTA

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 DE LA PROTESTA A LA PROPUESTA

 

 La década del veinte del presente siglo, anota que la humanidad ha ingresado, por un lado, a la grande expectativa del avance material como espiritual del socialismo en el mundo; por otro, lado, el ocaso, el fin, material como espiritual, del capitalismo en el mundo. Estas condiciones nacidas entre un mundo nuevo que agita en los hechos la solidaridad y cooperación de un desarrollo multipolar de los pueblos, partiendo del Asia Oriental y la existencia del ocaso y extinción del mundo unipolar, el capitalismo, influye de modo inevitable en los cambios sociales en todos los pueblos del mundo que aún viven bajo la sombra del régimen del ocaso capitalista. El Perú está entre esos países.

 Desde la conquista, pasando por la republica de hoy, el Perú no ha sido más que el traspatio del capitalismo transnacional, que solo apetecía del Perú las materias primas de su suelo como de su subsuelo para su propio provecho de desarrollo industrial y como mercado interno para la colocación de sus productos e inversiones de sus capitales sin más objetivo que el del desarrollo y enriquecimiento privado. Como señalaba el Amauta JCM en su momento y muy actual: “la economía nacional es una economía colonial”. Esta condición sigue operando en el país.

 Ayer como hoy, el parasitismo de una clase dominante, su Estado e instituciones representativas, no han hecho más que confiar en la renta fácil que proviene de los productos del subsuelo, cedido a concesión al capital transnacional o extranjero. Ayer, se consideraba rico con el “guano y el salitre”; hoy, considera al Perú” país minero”, de allí que su apetito parasitario elevado a principio constitucional, trafica con los intereses del Estado en nombre de un país, de un pueblo, que nada sabe de los contratos con los capitales extranjeros, que solo se entiende con la clase dominante que posee el poder del Estado.

 La realidad cruda es que el organismo nacional sufre de una sola enfermedad: la pobreza y extrema pobreza. La causa, el ser un país DESINDUSTRIALIZADO-DESAGRARIZADO-INFORMALIDAD LABORAL. Y los émulos de hoy de los de ayer, como si fuera un gran descubrimiento señalan “la economía nacional descansa sobro los hombros de la informalidad”. Siendo ésta, la realidad concreta se puede afirmar la farsa de “crecimiento económico”, y más aún, la farsa de “crecimiento económico sin desarrollo social”. ¿Quién afirma estas mentiras ha explicado el sustento de “su crecimiento económico, y donde su “sin desarrollo social?

 Ayer como hoy, las agitaciones del pueblo peruano han venido de esa pobreza y extrema pobreza y las causas son las que señalan como hitos donde el presente de la lucha tiene que centrar todas sus fuerzas y energías. De esta cruda realidad parte la lucha por el Cambio Social, el Resurgimiento del Perú. Por eso, la lucha como protesta ahogada en sangre y en prisiones, si quiere tomar por las astas la libertad de sí misma, tiene que pasar a la propuesta. Entonces, la propuesta es la lucha por un Programa de Acción ComúnTRABAJO-EDUCACION-SALUD. Solo un programa que centraliza y disciplina la lucha por el Cambio Social, está en condiciones de hacer consciente el movimiento incesante que reposa para quienes lo activen, en el célebre llamamiento del Amauta JCM con: “Soy partidario, antes que nada, de un Frente Único Proletario”.

 Las ultimas agitaciones habidas en el Perú, más vista en Lima, mal grado la etiqueta de “generación z” o “renovación generacional”, tiene aquel trasfondo ineludible arriba mencionado.

Héctor Félix D.

14.10.25


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